Totsuzen Papa ni Natta (NL)

Volumen 3

Capítulo 6: Su Lindura Sale en Busca de las Siete Reliquias Supremas, Parte 4 ~Ruby Liliant y los Recuerdos Fantásticos~

La joyería Liliant era la casa de la compañera de Olivia, Ruby, y también la joyería de mayor categoría del distrito comercial de Miranda.

“Nunca encontramos ese escudo, ¿verdad?”

Había pasado más de la mitad de las vacaciones de verano de Olivia y habíamos buscado en casi todos los lugares del mapa de Esmeralda. Por desgracia, el Escudo Tierra Vasta seguía sin aparecer.

“¡Todavía estoy feliz de que hayamos podido ver a todas!” Dijo Olivia.

La ciudad de Miranda era el mercado más cercano a nuestra casa en el Pico Sagrado de Olimpia, y casualmente también era donde los padres de Ruby, la compañera de clase de Olivia, tenían su joyería.

“¡Compremos algunos recuerdos para Maredia y Clowria!”

Habíamos decidido volver a casa por un rato, así que íbamos a pasar por la casa de Ruby en nuestro camino.

“¡Hola!” Olivia gritó cuando entramos en la tienda, saludada por un agradable y limpio olor que llenaba el aire.

“Bienvenida. ¡Oh!” Una chica pelirroja se puso delante de nosotros con una postura impecable. Tenía más o menos la misma edad que Olivia y llevaba un uniforme refinado. Sus ojos eran como joyas carmesí. Era, por supuesto, Ruby.

Olivia la saludó. “¡Ruby!”

“Jeje. Bienvenida, mi honorable cliente. Has estado trabajando muy duro en tu búsqueda de las Reliquias, ¿no es así?” Ruby saludó a Olivia con una sonrisa, con un comportamiento muy correcto. Parecía increíblemente madura.

Se está tomando muy en serio su trabajo de ayudar en la tienda, ¿verdad?

Los hombres y las mujeres que trabajaban en la tienda llevaban un elegante traje negro de etiqueta. ¿Cómo se llamaban esas chaquetas? Creo que se llaman “frac”. Leí sobre ellos en

¡Asistir a Ceremonias Importantes con tu Hijo!

Después de que las dos se saludaran, yo también hablé. “Hola, Ruby.”

“¡Vaya, si también es el padre de Olivia!” La cara de Ruby se sonrojó. El año pasado, cuando me invitaron a las fiestas de té de los estudiantes en la academia, Ruby había hecho un trabajo fantástico arreglando mi cabello. De vez en cuando, incluso cuando estaba vigilando la academia en mi pequeña forma de dragón, me peinaba la barba y la melena. ¡Era una chica increíblemente hábil y a la moda! “Bienvenido, padre de Olivia. Mi nombre es Ruby Liliant, y hoy estoy a cargo de este establecimiento.”

Sujetando el dobladillo de su falda, nos hizo una reverencia adecuada.

¡Era tan elegante!

“¡Wow, te ves muy bien, Ruby!” Olivia aplaudió con alegría.

“Jeje, por favor, esperen un momento.” Después de dar algunas instrucciones al resto del personal, vino a guiarnos personalmente por la tienda.

Ruby nos llevó por la tienda, mostrándonos las numerosas vitrinas. “Si busca algún recuerdo de su viaje, quizá esto le interese.”

“Vaya… Son tan bonitas.” Dijo Olivia, mirando con asombro el contenido de las cajas. Aunque las joyas eran más bien pequeñas, no por ello eran menos impresionantes, ya que las piedras brillantes habían sido engastadas en piezas de oro y plata magistralmente elaboradas.

“Ya que se les ordenó buscar las Siete Reliquias Supremas, puede que sólo esté dando un sermón a un Sabio, pero…” Ruby comenzó su bien ensayada rutina de explicar las propiedades de las distintas joyas. “Las gemas y las joyas son tipos especiales de piedras. Por ejemplo, además de las joyas decorativas que vendemos aquí, las gemas de un tamaño y pureza especialmente grandes pueden utilizarse con fines mágicos. Una forma de magia conocida como Joyamancia utiliza piedras preciosas en lugar de conjuros y círculos mágicos.”

“¿Ah, sí?” También me gustaban las gemas, pero sólo las coleccionaba porque eran brillantes y bonitas.

Es increíble que los humanos puedan utilizar las joyas para todo tipo de cosas.

Además, ser capaz de hacer adornos tan hermosos e intrincados… Los humanos eran realmente hábiles.

Llevados por la explicación de Ruby, recorrimos la tienda. Su discurso era fácil de escuchar y sencillo de entender. Debe de haber pronunciado este mismo discurso innumerables veces.

“La familia Liliant pertenecía originalmente al gremio de la metalurgia. Mi bisabuelo era especialmente hábil, por lo que sus adornos fueron utilizados por la familia real en numerosas ocasiones. Al principio, sólo éramos una pequeña joyería, pero mi bisabuelo perfeccionó sus habilidades en el Gremio Metalúrgico, mi abuelo destacó en la gestión y administración de la tienda, y el actual jefe de la familia, mi padre, ha trabajado para perfeccionar incansablemente nuestros delicados y hermosos diseños. En la actualidad, contamos con cinco establecimientos en todo el continente e incluso realizamos viajes de negocios regulares a los países vecinos. Joyas Liliant se ha convertido realmente en una institución de primera clase.”

Olivia y yo escuchamos atentamente su resumen. “Wow… ¡Tu padre es tan increíble, Ruby!”

“¡Sí, naturalmente! En el futuro, yo también heredaré este establecimiento de él, así que me esforzaré por enseñar a los demás las maravillas de las joyas y las gemas.” Dijo Ruby, hinchándose de orgullo.

Miré alrededor de la tienda. Todas las piedras eran mucho más pequeñas que las de mi colección, pero cada una de ellas brillaba con un resplandor fascinante. A pesar de ser tan pequeñas, con sólo un poco de procesamiento, estaban hechas para ser tan hermosas. Me pregunto si traigo las piedras de mi colección aquí, ¿podrían hacerlas igual de bonitas?

Los ojos de Olivia brillaron mientras miraba dentro de una de las cajas. “Papi, ¿puedo echar un vistazo?”

“Por supuesto, Olivia.” Despidiendo a Olivia, me dirigí a Ruby. “Oye, si traigo algunas gemas aquí, ¿podrías procesarlas por mí?”

“Por supuesto, señor. Estaremos encantados de aceptar esa petición.” Respondió Ruby. “Por curiosidad, ¿qué tamaño de gema tiene en mente? El tamaño determina el precio y quién trabajaría en ella.”

“Uhhh…” Mirando alrededor de la tienda, encontré un collar único que se exhibía de forma destacada. Señalé la joya roja en el centro del mismo. “La mayoría de ellas son un poco más grandes que ésa, creo.”

“¡¿Qué?!” Ruby saltó sorprendida.

¿No es bueno? Las únicas que tenía que parecían lo suficientemente pequeñas como para convertirlas en algún tipo de accesorio eran de ese tamaño… A fin de cuentas no creía que una piedra más grande que la cara de Olivia fuera un buen anillo.

“Ese rubí es el más grande del continente. Difícilmente debe haber alguno más grande que ese. Cualquier cosa de mayor tamaño estaría al nivel de las Siete Reliquias Supremas.” Rubí parecía totalmente perpleja.

¿Supongo que mis gemas son mucho más grandes de lo normal?

“Oye, Papi.” Olivia tiró de la manga de mi chaqueta. “¿Qué pasa, cariño?”

“Umm… Quiero hacer un anillo.” “¿Oh?”

Olivia señaló un par de anillos en una de las vitrinas. “Como estos. Y quiero usar estos en ellos.” Olivia sacó dos pequeñas piedras de su bolsillo.

“Ah… no son gemas propiamente dichas, pero son bastante bonitas, ¿no?” Ruby escudriñó el par de piedras. Una era de un amarillo intenso, mientras que la otra era de un rosa brillante. Como no habían sido pulidas, estaban bastante apagadas, pero seguían siendo bastante bonitas. “¿Te gustaría un par de anillos? ¿Tienes un prometido o algo así?”

“¡¿Qué?! ¡Ella no tiene a alguien así!” Grité. Un prometido sería alguien con quien se iba a casar, ¿no? No, ¡no puede ser! ¡Nunca había oído hablar de alguien así!

“Señor, por favor, baje la voz dentro de la tienda.” “Lo siento…” ¡Cálmate, papi!

Olivia temblaba de la risa al ver cómo me ponía nervioso. “¡Quiero regalarlos como recuerdo!”

“¿A quién, cariño?”

“¡A Maredia y Clowria, por supuesto! Han estado atrapadas en casa todo este tiempo.

¿Está bien?” Preguntó Olivia.

“¿Quieres dar anillos como recuerdo?”

“Ah, ¿es así?” Dijo Ruby. “Creo que es una gran idea. Estos anillos que has señalado tienen un poco de magia colocada en ellos para que se adapten automáticamente al tamaño del dedo del portador. Y puedo procesar especialmente esas piedras para ti… Aquí estamos.” Con un movimiento suave y fluido, sacó los anillos que Olivia había elegido de su pedestal en la vitrina. “El diseño es bastante bonito y son de bastante calidad, así que deberían combinar con casi todo el mundo. En cuanto al precio, son bastante asequibles en comparación con nuestras otras opciones.” Mientras hablaba, me mostró la etiqueta con el precio.

El precio, eh…

Todavía no me había hecho con el dinero. Tenía mi sueldo como guardia de seguridad de la academia, pero ésa era mi única experiencia al respecto.

“Uhh, ¿Ruby?”

“¿Qué es, señor?”

“Umm… ¿Será esto suficiente?” Por si acaso, había traído algo del oro que guardaba en mi santuario. Saqué la pieza más pequeña y se la mostré. Era del mismo tamaño que la punta del dedo meñique de Olivia.

Al verla, los ojos de Ruby se abrieron de par en par. “¡Es una buena pieza de oro! Sí, señor, es más que suficiente para un par de anillos… En realidad, es bastante más. ¿Por qué no eliges un broche para acompañarlos?”

¡Oh, bien, por supuesto! Afortunadamente, la pequeña pieza de oro era más que suficiente para lo que Olivia quería.

“¿Cuál te gustaría, Olivia?”

Mientras Ruby alineaba un gran número de broches para nosotros, me sumí en mis pensamientos. Realmente tengo que aprender a utilizar correctamente el dinero humano… Los libros de crianza que había leído no hablaban mucho del dinero. Martell me había dicho que había enseñado a Lena todo sobre el dinero. No tenía muchas oportunidades de hablar con otros tutores así, por lo que hablar con ella había sido una experiencia muy útil para mí. ¡La verdad es que todavía tengo muchas carencias como padre!

Mientras murmuraba, Olivia estudiaba el conjunto de broches que tenía delante. “No tengo ni idea.” Se dijo en voz baja. Las perlas y la plata de cada uno brillaban a la luz. Incapaz de decidirse entre ellos, Olivia se dio una palmada en las mejillas, mentalizándose y su expresión se volvió seria. ¡Era adorable!

“Escoge el que quieras, cariño.”

“¿Papi?” Olivia volvió a tirar de mi manga. “¿Qué pasa, cariño?”

“¡Elige tú!” La cinta amarilla de sus coletas se agitó al moverse. Era del mismo color que el sol, y algo que yo había elegido para ella.

“¿Estás segura? Después de todo, es un broche para ti.”

“¡Sí, quiero que tú decidas!” Olivia sonrió. “¡Como recuerdo de nuestro viaje! No pudimos encontrar el Escudo Tierra Vasta, ¡pero igual me divertí mucho!”

Tras reflexionar un poco sobre las opciones, seleccioné los dos que más me gustaban. Una tenía una piedra que brillaba con un amarillo intenso, mientras que la otra era de un rojo intenso, el color del amanecer.

“Vaya, ciertamente elegiste lo mejor de este lote.” Ruby parecía impresionada con mi decisión.

Bueno, estoy bastante familiarizado con las gemas.

“¿Qué prefieres, Olivia?” “Uhh…”

“Creo que ambas cosas te sientan muy bien.”

Después de mirar los dos broches durante un rato, Olivia finalmente escogió el rojo. Lo tomó, mirándolo fijamente mientras brillaba a la luz de la tienda. “Bien, quiero este.”

“Entonces permíteme que te lo empaquete.” Ofreció Ruby. “¿O te gustaría llevarlo a casa?

Creo que te queda fantásticamente bien.”

Ante los elogios de Ruby, Olivia asintió avergonzada. “¿Puedes ayudarme, Papi?” Dijo, tendiéndome el broche. Le abroché el broche en la parte superior, ganándome una gran sonrisa. “¡Esta joya es bonita y de un rojo intenso, como tus ojos!” Dijo con energía, mirándome directamente a los ojos. Ojos teñidos de rojo con el intenso poder mágico de un dragón.

Ahh, así que ese fue su criterio.

Me quedé mirando la joya roja de su broche y el pecho se me apretó al sentirme abrumado por la emoción.

“Sus piedras han sido procesadas y los anillos han sido fabricados. Estoy segura de que tus amigas se quedarán extasiadas al recibirlos.”

Tomando el hermoso par de anillos empaquetados, nos despedimos de Ruby.

Lamentablemente, nuestra búsqueda de las Siete Reliquias Supremas aquí no resultó en nada. Pero igual nos divertimos mucho, ¿no?

Eso es lo que había pensado en ese momento, pero nunca habría imaginado que esos recuerdos acabarían siendo la pista que necesitábamos…