Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 4

Extra: La Melancolia De Roland

¿Qué puedo hacer…?

Un día, Francette se presentó de repente en el palacio real y dijo que

iba a seguir a Kaoru, y que quería cancelar nuestro compromiso.

Sorprendido, le pregunté de qué se trataba, y me informó de que Kaoru

se marchaba del reino. En realidad, que quisiera cancelar nuestro

compromiso era un incidente aún mayor. Le pedí detalles con pánico, y

descubrí que el motivo del viaje de Kaoru era encontrar una pareja. Si eso

ocurría, Kaoru se quedaría donde encontrara a su pareja, y nuestro reino

perdería la protección de la Diosa.

No sólo eso, sino que seguro que surgirían rumores sobre que nuestro

reino había alejado a la Diosa, o que habíamos sido abandonados por la

Diosa, y la situación rápidamente se nos iría de las manos.

Además, Francette probablemente seguiría a Kaoru y se quedaría

dondequiera que terminara. Así era ella. Esto significaba que nuestra

nación no sólo perdería a nuestra Diosa, sino que perderíamos a

Francette, que era conocida como nuestra “gran heroína”, la “guardiana

del reino” y, por supuesto, “la temible Fran”.

… Y perdería a mi prometida. Yo, un hombre de la familia real, sería

abandonado unilateralmente por mi prometida.

¡¡¡Gyaaaaaaaaa!!! ¡N-No puedo dejar que eso ocurra! ¡D-Debo

impedirlo, ¡no importa lo que pase!

Pero no pude usar mi puesto o la fuerza física para detener a Kaoru.

¿Q-Qué debo hacer…?

¡¡¡Ya sé!!!

“¡Iré contigo!”

“¿Eh…?” Francette me miró, con los ojos muy abiertos, ¡pero no me

importó!

¡No hay escapatoria! ¡¡No dejaré que tú o Kaoru se escapen,

Francette!!

… Y así, aquí estamos.

Como acompañante de Kaoru, Francette y yo hicimos un viaje lleno

de acontecimientos con dos niños y una niña más pequeña.

Emile tiene dieciséis años, ¿ya no es un niño? ¡A los dieciséis años

todavía se es un mocoso! ¡Definitivamente es un niño!

Ahora mismo Francette estaba durmiendo a mi lado.

… ¡En la cama de al lado! Dijo que no compartiríamos la cama hasta

que nos casáramos, pero yo sabía lo que realmente estaba pensando. Si

se quedaba embarazada, no podría seguir viajando con Kaoru.

A diferencia de los plebeyos, los nobles y la realeza buscaban la

pureza y el celibato de sus parejas matrimoniales, así que no se

equivocaba al aguantar hasta el matrimonio. El linaje lo era todo para los

nobles y la realeza.

Pero estábamos comprometidos, así que qué tal un poco, ya sabes…

¡Maldita sea!

Entonces, ¿cuándo terminaría el viaje de Kaoru para poder volver al

reino y casarnos? Y si Kaoru decidiera vivir en otro lugar, ¿volvería

Francette al reino? ¿Y Kaoru, que no parecía diferente después de todos

estos años y que podría tener decenas de miles de años, pero que aún no

había encontrado una pareja matrimonial, sería capaz de encontrar a

alguien con quien casarse en los próximos diez o veinte años? ¿Sería su

pareja matrimonial incluso humana? Si buscaba a un dios que vagara por

el reino de los humanos como ella, tal vez iba a tardar cientos, si no miles,

de años.

… ¡Francette y yo no estaríamos vivos tanto tiempo! Espera, conocía

a Francette desde hacía más de cuatro años, pero no parecía que hubiera

envejecido desde… No, no, no, ya me preocupaba eso desde antes y una

vez se lo pregunté a Kaoru a espaldas de Francette.

Me dijo: “No creo que haya añadido un efecto antienvejecimiento a

esa poción…”

De todos modos, eso es lo que dijo. Su cuestionable elección de

palabras me puso un poco nervioso, pero opté por creer que no tenía esos

efectos…

A fin de cuentas, esta era una situación preocupante. Bastante mala,

de hecho.

La forma en queKaoru buscaba pareja enotros países,cómo Francette

siempre seguía a Kaoru, la forma en que siempre me dejaban de lado,

¡todo! Todo lo que podía hacer era sabotear las cosas desde atrás para

evitar que Kaoru se enrollara con alguien de otro país, pero Francette

sacaba la cabeza del callejón para vigilar la tienda de Kaoru todos los

días. Desde la mañana hasta la noche… No, incluso durante la noche…

Francette parecía tener una energía ilimitada, pero me pareció que

últimamente lucía un poco cansada… Espera, ¿cuándo ha dormido? Oh,

1. Ahora que lo pienso, la situación puede haber sido peor de lo que

imaginaba.

Si Francette caía enferma… bueno, supongo que teníamos las

pociones de Kaoru. Si Francette cometía un error debido a la fatiga y la

falta de sueño, y como resultado se lesionaba … bueno, supongo que

teníamos las pociones de Kaoru. Es decir, incluso si se equivocaba por

estar tan cansada, probablemente se libraría de un pequeño rasguño. Era

difícil imaginar que la temible Fran sufriera una herida de una fuerza

enemiga de menos de mil hombres.

Los que no son de nuestro reino parecen pensar que eso es una historia

que noshemosinventado para hacerla parecer una heroína,pero Francette

realmente lo conseguiría. Se enfrentaría a uno o dos mil con relativa

facilidad…

No había recibido su apodo por nada.

De todos modos, ¡esto era malo! No importaba lo que se dijera, ¡esta

era una situación terrible! Francette y yo habíamos estado entrenando a

Emile para que se hiciera más fuerte, pero le quedaba mucho camino por

recorrer. Probablemente podría enfrentarse a cinco o seis matones

comunes a la vez. Si se tratara de soldados entrenados, o cazadores de

Rango C o superior, tal vez dos o tres oponentes a la vez sería lo mejor

que podría esperar superar.

¿Belle? Puede que haya conseguido eliminar a una persona a cambio

de su propia vida, o detener un cuchillo siendo un escudo humano, pero

eso sería todo. Sin embargo, Kaoru nunca dejaría que eso sucediera.

Siendo realistas, todo lo que Belle podía hacer era vigilar a Layette.

De todos modos, no hay necesidad de que Francette esté tan

preocupada por Kaoru en primer lugar. Francette ha visto de lo que es

capaz Kaoru, muchasveces, con suspropiosojos. A losque han intentado

hacer daño a Kaoru les han volado la cabeza, han caído al suelo

escupiendo sangre y han sidoalcanzados porun rayo.Incluso hemos visto

como no parecido afectarle en nada que alguien le atravesase el pecho

con una cuchilla…

Intenté convencer a Francette de que no fuera tan extremista con sus

intentos de proteger a Kaoru, principalmente argumentando que Kaoru se

entristecería si le ocurriera algo por trabajar en exceso, pero ella

respondió: “¡¿Y si le ocurriera algo inesperado?!” y “¡¿Y si Lady Kaoru

abandonara a la humanidad porque la molestamos, y ascendiera al

cielo?!”, reafirmando aún más su decisión…

Ahhh, ¿qué se supone que debía hacer…?

Últimamente había sido un problema tras otro, y lo único bueno que

había ocurrido recientemente era que Kaoru me regalara una espada…

Había intentado convencerla de que lo hiciera todos los días, y

finalmente me concedió la espada divina Exhovud al declarar: “¡Aaagh!

¡Cállate! ¡Bien! ¡Déjenme en paz de una vez!”

Podía ser inferior a la Exgram de Francette, pero era comparable a las

espadas otorgadas a los cuatro guardias reales, los Exhrotti. Irrompible,

inflexible, fácil de mantener porque repelía la sangre, y nunca perdía su

filo. Realmente un arma hecha para los perezosos. Su facilidad de

mantenimiento era una cosa, pero el hecho de que nunca se rompiera a

pesar del maltrato que se le diese daba una gran sensación de fiabilidad.

Kaoru había indicado muchas veces que el hecho de que un miembro

de la línea real hubiera recibido una espada divina debía mantenerse en

completo secreto, pero eso era evidente. Hasta un idiota sabría que sería

malo que se supiera que un miembro de la familia real había recibido una

espada divina de una diosa. Algunos se aprovecharían de ello, y las

facciones religiosas como el Templo de la Diosa empezarían a hacer

movimientos políticos, y sobre todo, la pretensión de mi hermano Serge

al trono estaría en peligro.

Era muy lamentable que no pudiera presumir de mi espada, pero era un secreto que debía guardar. El hecho de que tuviera una espada divina seguía vigente, así que no tenía motivos para quejarme.

Una espada divina…

El arma que siempre había deseado, concedida sólo a los héroes

elegidos por la divinidad.

¡Ah! ¡Ahhh! ¡¡Aaaaaahhh!! Haah… Haah… Uf, me he emocionado

un poco…

***

Pronto íbamos a llegar a Beliscas, el pueblo donde pensábamos

alojarnos a continuación.

“Kaoru, quería pedirte un favor…”

¿Hm? Francette le está pidiendo algo a Kaoru.

“¿Qué es?”

“Quiero ser alguien que pueda vivir contigo en tu próxima ‘historia de

fondo’. Es demasiado difícil vigilarte en todo momento cuando vivimos

en residencias separadas…”

“¡Claro que sería difícil! ¿Qué…? Espera, ¡¿por qué me estabas

vigilando en todo momento?!”

¡¿Estaba loca?! No podía creer que estuviera planeando vigilar a

Kaoru todo el día mientras vivían separadas. Cualquiera que no fuera

Francette ya habría caído inconsciente por el cansancio.

Pero ahora, Kaoru probablemente acomodaría la petición de Francette

en su historia de fondo. Todo estaría bien… Espera. ¡Espera un segundo!

¿Qué acaba de decir Francette?

“Quiero ser alguien que pueda vivir contigo…” “Quiero ser alguien

que…”

“Quiero…”

“Quiero…” “Quiero…” “Quiero…”

¿Por qué en singular y no en plural? ¿Qué pasa conmigo? ¿Qué hay

de mí?

-FIN DEL VOLUMEN 4-