Yari no Yuusha no Yarinaoshi (NL)

Volumen 3

Capítulo 5: Una Subestimación

Cuando nuestro carruaje se detuvo frente al edificio donde se encontraba el reloj de arena del dragón, Cerdo Perezoso refunfuñó sobre algo a Padre.

“¿Eh? ¿Quieres quedarte a ver el carruaje? ¿Otra vez?”

¿Cómo de vaga puede ser este cerdo? Puerca Floja respondió con un oink.

“¿Crees que sabrán quién eres y podría darnos problemas innecesarios?”

Parecía que esta vez usaba la excusa de que, como era de familia noble, la Iglesia de los Tres Héroes u otros nobles podrían enterarse si se presentaba en un sitio importante como el reloj de arena del dragón. Otra excusa para ser perezosa, por supuesto. Pues yo digo que la mayoría de los cerdos sólo se preocupan por sí mismos.

“Bien, a ver, no creo que tardemos mucho, así que volveremos pronto. Gracias, Elena.”

“Oiiiink.”

“¡Quiero ir!” Chirrió Sakura. “¡Yo también!” Dijo Kou.

“No va a ser diferente del de Siltvelt.” Les dije a los filoliales. “¡Ay, de verdad!” Dijo Kou. “Entonces esperaré aquí fuera.” “En ese caso, te acompañaré.” Anunció Yuki.

Así que Yuki y Sakura venían con nosotros. Sakura vino, por supuesto, porque era su deber proteger a Padre. También parecía llevarse bien con Keel. Sakura le estaba dando un gran abrazo a una Keel cachorro.

“¡Vamos!” Ladró Keel, moviendo la cola con excitación. Padre observó la escena con una sonrisa radiante.

Por último, nos dirigimos al reloj de arena del dragón.

Cuando entramos en el edificio, un cerdo vino a recibirnos. Tenía una expresión estricta y poco amistosa. Tuve que contenerme para no agarrar impulsivamente mi lanza. Quería convertir a este cerdo en carbón medio quemado en cuanto tuviera la oportunidad.

“Venimos porque se supone que la ola de destrucción llegará mañana.” Explicó Padre al cerdo.

El cerdo nos condujo hasta el reloj de arena del dragón. Como Padre también había visto el reloj de arena dragón en Siltvelt, no se mostró especialmente sorprendido.

De repente, me acordé de algo—en mi primera visita, había obtenido la habilidad Lanza Portal del reloj de arena del dragón. Conseguir arena del reloj de arena me permitió adquirir la habilidad.

El mismo cerdo me la había traído después de que Padre y Aneki se marcharan de muy mal humor. Después de todo, yo había pedido usar la arena como ingrediente. Pero esa fue la razón por la que Padre nunca llegó a usar la arena como ingrediente, ¡porque el cerdo le hizo enfadar y acabó marchándose! Padre ni siquiera se había dado cuenta de que así fue como conseguimos la habilidad portal hasta que se lo expliqué después de derrotar al Sumo Sacerdote mucho más tarde.

El recuerdo despertó una idea.

“Padre, debo informarle de algo.” Declaré. “¿Eh? ¿Qué pasa?”

Le susurré al oído un posible plan. “¿En serio? Bien, entendido.”

Padre asintió y se colocó frente al reloj de arena dragón. Una luz brilló desde el reloj de arena dragón y golpeó el escudo de Padre. Informó a Padre de cuándo llegaría exactamente la ola de destrucción.

Padre asintió y se volvió hacia nosotros. “Tal como esperábamos, llegará mañana.”

Como esta sería la primera ola, no esperaba que fuera un gran problema. Una vez que nos ocupáramos de la ola de destrucción de mañana, podríamos volver a concentrarnos en nuestra venta ambulante y terminar rápidamente.

“Sé que es tu primera ola, pero no tengas miedo. Quiero que te lances a ella, de cabeza, sin miedo.” Le dije a Padre.

“No hay problema.” Dijo Padre. “Creo que estamos todo lo preparados que podemos estar.”

“Yo te protegeré, Naofumi.” Dijo Sakura.

“¡Y patearé algunos traseros de monstruos!” Ladró Keel.

Y en ese momento, tal y como esperábamos, Itsuki nos llamó desde atrás.

“¿Oh? Si son Motoyasu y Naofumi.”

Nos giramos y vimos a Itsuki y Ren caminando hacia nosotros.

Por supuesto, si no hubiéramos pensado que Itsuki y Ren iban a venir hoy aquí, no habríamos necesitado venir en primer lugar. Padre y todos los demás se giraron para mirarlos.

¿Oho? Noté que el Cerdo Carmesí no estaba con ellos. ¿Dónde podría estar? También quería información sobre sus movimientos. Eché un vistazo a la habitación, pero sólo veía a Ren y a sus compañeros.

“¿Qué hacen todos aquí?” Preguntó Ren. “¿Algún tipo de reunión?” “No, no exactamente.” Dijo Padre.

“No te hemos visto en absoluto desde entonces.” Ren miró a Sakura y Keel. “Parece que tienes compañeros. Eso es bueno.” Como siempre, el tono de Ren era completamente frío e indiferente. Aun así, sospechaba que Ren se había preocupado un poco por Padre. Sabía que esta vez desconfiaba de Basura y del Cerdo Carmesí, así que la preocupación era de esperar.

“Sí, más o menos.” Dijo Padre.

“No me gusta tu tono.” Dijo Itsuki, lanzando una mirada furiosa a Padre. “¿Tienes algo que ocultar?”

Su acusación sugería que ni siquiera teníamos derecho a hablar en su presencia. Pero en realidad, ¡pues yo digo que era Itsuki quien no tenía derecho a hablarnos con desprecio! Itsuki y su maldito complejo de mesías. Era un tonto que sólo se dejaba convencer por unas lágrimas de cerdo. ¡Sí, igual que mi yo del pasado!

Cerdos, esos seres demoníacos capaces de derramar lágrimas falsas para sus propios fines intrigantes… ¡Pues yo digo que deberían ser todos erradicados de este mundo! Cuando llegara el momento adecuado, destruiría por completo a ese Cerdo Carmesí.

Se hizo un largo silencio. Una atmósfera fea, como diría Padre.

Pero no había necesidad de silencio. En la primera vuelta, una vez que Padre acabó marchándose, lo único que ocurrió fue que Ren e Itsuki aumentaron de clase a sus compañeros. Así que decidí dar el primer paso y empezar a ejecutar mi ingenioso plan.

“¿Han venido a aumentar la clase de sus compañeros?” Pregunté. “Bueno, sí.” Dijo Itsuki.

“¿Y tú?” Preguntó Ren.

“Eh…” Padre vaciló. Ya habíamos aumentado de clase, pero si les revelábamos que habíamos estado actuando fuera de Melromarc, se arruinarían todos nuestros planes cuidadosamente elaborados. Así que no podíamos decirles que habíamos aumentado de clase antes de venir aquí. Podía sentir que el cerdo que nos había recibido y conducido hasta aquí se burlaba en el fondo. Tal vez supuso que nuestros niveles eran demasiado bajos para aumentar de clase.

En respuesta a la vil arrogancia de ese cerdo, ¡yo, Motoyasu Kitamura, di todo mí para reprimir una estruendosa carcajada! ¡La pura idiotez!

Pero todo esto era sólo una parte del plan de Padre. Si nuestro enemigo nos subestimaba, entonces sería mucho más fácil de combatir. Y su plan estaba funcionando maravillosamente.

“Sólo queríamos saber cuánto tiempo quedaba hasta la ola de destrucción.” Dijo Padre.

“¿Realmente importa?” Preguntó Ren. “Si eres tan débil, no deberías molestarte en enfrentarte a la ola.”

“Sí, buen punto.”

Me di cuenta de que a Padre no le gustaba que Ren lo menospreciara. Pero acalló ese sentimiento y esbozó una sonrisa.

“Entonces, ¿crees que nosotros también podemos aumentar de clases?” Pregunté.

“No estoy seguro de que puedan hacerlo pronto.” Respondió Ren. “Quizá no.” Acepté.

Por un momento, vi cómo el hombro de mi padre se crispaba y la sombra de una expresión de desprecio cruzaba su rostro. Quiero decir, éramos mucho más poderosos que Ren e Itsuki por todo nuestro entrenamiento en Siltvelt. Pero, por favor, Ren e Itsuki, adelante, siéntanse superiores a nosotros por el momento.

“¡¿De qué están hablando?!” Gruñó Keel, saliendo de detrás de Padre para morder a Ren e Itsuki. “El hermano mayor es…” Pero Padre la sujetó y la calmó.

“No hace falta. ¿Verdad?” Padre sonrió. “Sakura, tú también necesitas calmarte.”

Padre se había dado cuenta de que las manos de Sakura se dirigían hacia las empuñaduras de sus dos espadas. Si no lo hubiera hecho, tanto Ren como Itsuki habrían acabado muertos. Probablemente no tendrían ninguna oportunidad contra Sakura o Keel.

Pero, después de todo, eran héroes. Era imposible que fueran tan débiles. Sólo basándome en mi impresión, eran más o menos iguales en fuerza, tal vez.

Ren miró a Sakura y a Keel. “Seguro que tienen unos compañeros extraños.” Comentó.

“Keel es ciertamente un poco rara.” Estuve de acuerdo.

“¿Yo?”

Pues yo digo que no se ve a menudo un perro teriántropo como Keel, así que no sentía más que el máximo afecto por ella.

“Bueno, sí, lo es, pero también…” Ren miró a Yuki y Sakura.

Ren, ¿qué querías decir al sugerir que Yuki y Sakura eran compañeras extrañas? ¡Los filoliales con los seres supremos de este mundo! ¡Pues yo digo que no te atrevas a ponerte en la misma frase!

“¿Son demi-humanos con alas que les salen de la espalda? Sus piernas también parecen de pájaro.”

Ren estaba examinando de cerca a Yuki y Sakura. Ni siquiera estaba cerca de acertar. Bien podría haber estado ciego. Debería haber sabido, por toda su experiencia en el juego, que los filoliales no eran simples demi-humanos. Bueno, yo también cometí errores desafortunados basados en mis conocimientos de juego en el pasado.

“La del cabello blanco parece demasiado joven para ser tu compañera. ¿La estás obligando a acompañarte?” Preguntó Itsuki.

Padre entrecerró los ojos ante Itsuki. “¿Por qué estás tan empeñado en pintarme como un criminal? No tenemos intención de hacerla luchar contra las olas de destrucción, y la protegemos a toda costa.”

“¡Sí!” Dijo Keel. “¡No dejaré que le pase nada!”

Comprendí cómo se sentía Keel. Las palabras de Padre eran tan conmovedoras que daban ganas de jugarse la vida por pura lealtad.

“Este es Keel.” Dijo Padre a Ren e Itsuki. “Ahora mismo está en forma de teriántropo, pero es un gran demi-humano.”

“¡Hace tiempo que puedo transformarme!”

“Así que no era sólo un monstruo capaz de hablar nuestro idioma entonces…” Murmuró Ren.

“Eso se parece más a lo que son Sakura y Yuki.” Dijo Padre, señalando a las filoliales, que se transformaron con un puf.

Ren e Itsuki se quedaron boquiabiertos. Los filoliales volvieron rápidamente a sus formas angelicales.

“Keel perdió su aldea en la primera ola de destrucción, antes de que todos fuéramos convocados aquí.”

“¡Sí! ¡Por eso voy a parar la ola como sea!”

“Y yo soy Sakura.” Sakura se presentó, dando un paso al frente e inclinando la cabeza.

“¿No lo han oído?” Itsuki se burló. “Naofumi es un violador convicto.”

“¡Itsuki!” Gritó Padre, incapaz de contenerse. Ren dejó escapar un largo suspiro.

“¿El hermano mayor es un violador?” Keel se echó a reír. “¡Vaya chiste! ¡Apenas se atreve a mirar a Sakura cuando está desnuda!”

“¡Keel!” Padre la fulminó con la mirada. “Mira, me alegro de que me creas…”

Padre se volvió hacia Itsuki.

“Mira, lo que sea que pienses que hice no pasó. Y ni se te ocurra ir a por la gente que de verdad confía en mí y son mis amigos.”

Itsuki se burló. “Me pregunto qué pensarían después de ver las lágrimas corriendo por la cara de Myne.”

Las lágrimas de un cerdo. No sabía qué se suponía que debía pensar uno después de presenciar un espectáculo tan repugnante.

Quizá había llegado el momento de pensar en acabar con aquella repugnante criatura.

“Es una cerda.” Le espeté. “Esa cerda es la que cometió crímenes contra Padre, no al revés. ¡Eran lágrimas envenenadas!”

“¡No podría estar más de acuerdo!” Declaró Yuki. “¡Naofumi simplemente no es esa clase de persona! Lo sé porque Motoyasu confía en él. Y por lo que yo misma he oído y visto, Naofumi nunca haría algo tan horrible. Es tan pacífico y amable que antes sería víctima de un crimen así que cometerlo él mismo.”

¡Gracias, Yuki! ¡Juntos seremos la defensa de Padre contra la acusación!

“Motoyasu, Yuki, por favor… si armamos un gran alboroto, esto no va a acabar fácilmente.” Protestó Padre. “Y Yuki—¿qué quieres decir con que antes sería la víctima?”

“Ha habido rumores sobre las horribles hazañas que has cometido.” Dijo Itsuki, ignorando las protestas de Padre. “Espero que no estés pensando en levantarte en armas contra tus compañeros héroes.”

Sí, había olvidado que Melromarc estaba difundiendo rumores sobre nosotros. Supuse que Itsuki creía hasta la última palabra.

“Cuando me acusas de cosas de las que no tengo memoria, lo único que puedo hacer es decirte que, sinceramente, no sé nada.” Dijo Padre, exasperado.

“Así que prácticamente estás admitiendo tus crímenes.” Proclamó Itsuki.

Padre suspiró. ¿Por qué Itsuki estaba tan convencido de que Padre era un violador? A mí me pasó lo mismo la primera vez, pero al verlo con mis propios ojos me costó creerlo. Probablemente había llegado a pensar mal de Padre por lo que le había contado el Cerdo Carmesí.

También recordaba a Padre llamando a Itsuki esclavo de la justicia. Su único objetivo era afirmar que los demás habían obrado mal, aunque fuera mentira.

En última instancia, Itsuki estaba trabajando junto al Cerdo Carmesí en este momento. Él creería cualquier cosa que ella le dijera, sin hacer preguntas. De lo contrario, no creería todos los falsos rumores sobre Padre.

Ren intervino con expresión molesta. “¿Cuánto tiempo van a seguir con este debate sin sentido? Ya quiero hacer los aumentos de clase.”

El cerdo, que hasta entonces había estado observando con una sonrisa burlona, adoptó rápidamente una expresión seria. ¡Pero te he visto, cerdo! No puedes ocultar tu repulsivo comportamiento.

Ren se volvió hacia el cerdo. “¿Ya podemos hacer los aumentos de clase?”

“Oink oink.” Respondió el cerdo y se llevó a Ren y a los miembros de su grupo a aumentar de clase.

“Asegúrense de hacerlo rápido.” Dijo Ren a sus compañeros. Recordé en que Ren siempre había sido así. No le importaba dar a sus compañeros la posibilidad de elegir como hacía Padre. Pues yo digo que incluso yo había dejado que mis compañeros cerdos aumentaran de clase libremente.

Así que, desde la distancia, observamos cómo Ren y su equipo aumentaban de clase. Luego, cuando terminaron, Itsuki y sus compañeros fueron los siguientes. Observé a su equipo. Había asesinado en secreto al Humano Ahumado, pero ¿cuál era exactamente el resultado de eso? Y tal y como pensaba, el Cerdo Carmesí tampoco era miembro de su grupo.

“¿Qué pasó con el Cerdo Carmesí?” Pregunté.

“¿Cerdo Carmesí?” Itsuki me miró con una expresión extraña. “¿De quién demonios estás hablando?”

Su actitud era tan irritante que, si no hubiera sido un héroe, habría estado a punto de estallar. Lanza Paralizante habría sido un buen compromiso para hacerle sufrir sin consecuencias reales.

“Probablemente se refiera a la princesa.” Dijo Padre.

“¿La Princesa Malty?” Preguntó Itsuki. “Nos ayuda entre bastidores, pero no forma parte de mi equipo. Cuando visitamos el castillo, ella nos apoya.”

Apenas podía creerlo. ¿No era miembro del grupo de Itsuki?

“Deberías saber que quería ayudar a los héroes, pero después de que uno de ellos casi la violara, quedó traumatizada y no puede salir del castillo.” Dijo Itsuki, lanzando una mirada fulminante a Padre.

Era irritantemente testarudo. Seguía clavando una mirada de asco en Padre, pero Padre había conseguido ignorarlo hasta el momento, así que yo también ignoré a Itsuki.

Aun así, cuando lo piensas, fue un resultado extraño. Originalmente, el Cerdo Carmesí estaba trabajando conmigo. Así que,

¿por qué no se fue con Itsuki?

¿Podría ser que cooperar con Itsuki interfiriera en sus malvadas acciones? ¿O es que Itsuki era demasiado molesto para cooperar con él? Pensándolo bien, nos apoyaba sobre todo entre bastidores, incluso cuando me acompañaba. Realmente era patética hasta la médula.

Si también tenemos en cuenta el agresivo estilo de lucha de Itsuki, si las cosas no iban bien, podría acabar aplastada con el resto. Así que se cuidaba de separarse de las batallas y apoyar sólo desde la distancia.

Mientras reflexionaba sobre estos asuntos, Itsuki y sus compañeros terminaron de aumentar de clase. No estaba seguro al 100%, pero parecía que esta vez tenía compañeros diferentes. Por ejemplo, sabía que una de sus compañeras era esa cerda acosadora, pero no la vi por ninguna parte.

Por otra parte, recordé que en ese momento de la primera vez, ella tampoco había estado con él.

Por fin, los compañeros de Ren e Itsuki terminaron sus aumentos de clase. Después de esto, Ren e Itsuki conseguirían la habilidad portal para sus armas, lo que significaba que tarde o temprano se dirigirían a Zeltoble. Así que primero tenían que conseguir la arena del reloj de arena del dragón después de terminar sus aumentos de clase. Recordé que en la primera vuelta, Ren había preguntado en nombre de Padre cuándo conseguiría la arena el Héroe del Escudo. El cerdo respondió mintiendo y diciendo que se la daría más tarde. También recordaba vagamente a Padre quejándose de que no le dejaban aumentar de clase en Melromarc en aquella época. Así que ése era mi plan: hacer que Padre intentara aumentar de clase. Luego, cuando lo rechazaran, pues yo digo que sólo le daría a Ren más pruebas para desconfiar de Melromarc.

“¡Ahora vayamos a aumentar de clase a tus compañeros, Padre!” Proclamé.

“¿Qué?” Padre me miró confuso. Le lancé mi característica mirada de ‘déjamelo a mí’, y Padre asintió y comprendió. Sí, Padre ya había aumentado de clase, pero esto era un ingenioso farol.

El cerdo que nos había traído hasta aquí hizo oink, chilló y resopló sorprendido.

“¿Pueden aumentar de clase?” Preguntó Ren.

“¡Pues yo digo que esta gloriosa filolial, Yuki, crece a un ritmo notable, así que creo que debería ser capaz de lograrlo!”

Si consigues que un filolial llegue al nivel 30, debería ser capaz de aumentar de clase. Puede que tengas problemas dependiendo de cómo quieras aumentar de clase, pero incluso en el juego no había un nivel mínimo estricto. Yo había utilizado esos conocimientos en la primera vuelta, así que esperaba que Ren tuviera los mismos conocimientos.

Nos dejó pasar, inesperadamente, sin oponer resistencia. Este era el escenario potencial que le había susurrado antes a Padre, pero Keel y Sakura ladeaban la cabeza confundidas.

“Hey, hermano mayor—” “Naofumi—”

Padre se llevó un dedo a los labios.

“Me encantaría al menos echar un vistazo.” Dijo Padre. “Sé que a nivel 30 puede que no haya muchas opciones, pero la ola de destrucción está casi aquí, y creo que nos iría mejor con alguien con un aumento de clase.”

El cerdo resopló y chilló alguna confusa explicación.

“¿Eh? ¿Por qué los compañeros de Naofumi tendrían que llegar al nivel 40?” Preguntó Ren. “Algunos de los míos apenas llegaban al nivel 35, pero podían aumentar de clase. Así que no deberían haber podido hacerlo.”

“¡Oink! ¡Oink oink!”

Era exactamente lo que pretendía. En la primera vuelta, Padre me había dicho que los héroes no necesitaban ninguna carta de presentación especial ni dinero para usar el reloj de arena del dragón. Pero para Padre, actuaban como si necesitara ambas cosas. Así que ahora habíamos expuesto la desigualdad justo delante de Ren e Itsuki, que acababan de aumentar de clase gratis.

¿Qué harás ahora, eh, Melromarc? Un ataque armado con la sabiduría de los intentos anteriores, ¡toma eso!

“¿Dices que Naofumi necesita disculparse con el rey para obtener permiso?” Resopló Ren. “¿Cuánto están tratando de mantener esa farsa de acusación contra él?”

“Es un hecho innegable que intentó violar a la princesa.” Intervino Itsuki. “¡En primer lugar él no debería ser capaz de obtener permiso!”

“No tenían pruebas reales de que hubiera hecho nada.” Respondió Ren.

“¡Eres el único que piensa eso!”

Ren abrió la boca para replicar y luego suspiró. “Incluso si estuviéramos absolutamente seguros de que intentó violarla, no tiene sentido no dejar que Motoyasu y Naofumi se aumenten de clase a sus compañeros. Todos tenemos que luchar contra las olas de destrucción.”

“¡Así que si se disculpa, le dejarán luchar!” Respondió Itsuki.

Itsuki era realmente molesto. Se confundía tan fácilmente en nombre de la justicia.

Sin embargo, era problemático que este cerdo tuviera el ingenio de inventar una excusa tan fácilmente. No podían utilizar el dinero o una carta de presentación como excusa, así que hicieron que necesitara permiso del propio rey.

Pero Ren no se inmutó. Me miró a mí y a Padre.

“Aquí está pasando algo extraño. ¿No parece que el rey y la princesa están trabajando específicamente contra ti, Naofumi?”

La cerda se puso a parlotear sobre algún tipo de excusa, pero Ren no parecía creerse ni una palabra de lo que decía. No sería mal momento para que revelara toda la verdad, pero eso podría hacer que surgieran más diferencias problemáticas entre ahora y la primera vez.

Ren sacudió la cabeza ante el cerdo. “¿En serio?”

“¡Todo es porque no quiere disculparse como es debido!” Gritó Itsuki, señalando a Padre. “¡Hazlo! Discúlpate!”

“¿Por qué tendría que disculparme ahora?” Padre gritó de repente. “¡Incluso si tuviera que disculparme, no sería contigo!”

Esto había ido demasiado lejos. Padre había comprendido claramente mis intenciones y fingía perder los estribos. Estaba de espaldas al reloj de arena del dragón.

“Olvídalo.” Dijo Ren. “No es como si decir algo ahora fuera a cambiar las cosas.”

Ahora empezaba la verdadera actuación. Tras un momento de silencio, el cerdo sacó arena del reloj de arena del dragón, la metió en bolsas y se la entregó a Ren e Itsuki.

Ren comprobó el contenido y lo aplicó cuidadosamente a su espada. “La arena del reloj de arena del dragón, ¿eh?” Nos miró y volvió a mirar al cerdo. “¿Qué tal un poco para Motoyasu y Naofumi?”

“¡Oink oink oink oink!”

“¿Esto es una especie de broma? ¡Hay más que suficiente para los cuatro! ¿Qué están tratando de hacer?”

“¡El punto es que Naofumi no será perdonado por sus pecados, Ren!” Intervino Itsuki.

“Dices eso, pero se supone que Melromarc debe proporcionárselo a todos los héroes. ¿Cómo si no se supone que vamos a enfrentarnos a la ola de destrucción? ¿Cómo se supone que vamos a proteger este mundo con sólo la mitad de nuestras fuerzas?”

El argumento de Ren incluso pareció resonar en Itsuki. La pura injusticia de dar sólo a dos de los héroes artículos que claramente podrían haber sido distribuidos a los cuatro era demasiado evidente.

“Itsuki, si te sientes todopoderoso porque estás recibiendo un trato de favor, déjame darte un consejo. Piensa en lo que harías si te pusieran en la situación de Naofumi.”

“¡Ya basta!” Padre interrumpió, dándose la vuelta. “¡Toda esta discusión no tiene sentido! ¡Vamos, Motoyasu!”

“¡Inmediatamente, Padre!”

Ren nos echó una última mirada. “Da igual. Itsuki, deberías sospechar un poco más de todo esto.”

Seguí a Padre fuera del edificio, evitando las miradas de Ren e Itsuki y sus acompañantes. Dejamos a Ren con su feo humor.

Y después de irme, me di cuenta de que había olvidado averiguar quiénes eran los compañeros de Itsuki. Ah, bueno…

“Esa señora fue muy poco servicial.” Comentó Keel.

“Estuve así de cerca de darle a probar mi espada.” Dijo Sakura.

“Keel, Sakura, no hagan nada que cause alboroto.” Dijo Padre. “Yuki, gracias por mantener la calma.”

“Por la expresión de Motoyasu, me di cuenta de que no tenía sentido escuchar las tonterías sin sentido de una criatura tan repugnante.” Dijo Yuki.

“¡Hermano mayor! ¡No podemos dejar que se salga con la suya!” Gritó Keel.

Padre miró a Keel y sonrió con dulzura. “Te contaré un pequeño secreto.” Dijo. “Pero no se lo digas a nadie.”

“¿Qué pasa?”

“Incluso yo tiendo a perder los estribos de vez en cuando.” Dijo Padre. “Motoyasu, ¿crees que realmente podemos confiar en Ren?”

“Sospecho que ya tiene muchas razones para desconfiar de Melromarc.” Le expliqué. “Estaba destinado a creerte tarde o temprano.”

“Bueno, lo acepto. Si no intentamos usar su desconfianza contra Melromarc, estaremos dejando sobre la mesa nuestro conocimiento de los sucesos anteriores, así que más vale que vayamos a por ello.”

Me alegraba que Ren no confiara en Melromarc, pero si acababa siendo tan poco fiable como siempre, podría volverse en nuestra contra. Aun así, tal como dijo Padre, habíamos tomado la decisión más segura.

“Así que hemos terminado nuestros preparativos, y ahora todo lo que tenemos que hacer es relajarnos y esperar la ola de destrucción.” Dijo Padre.

“¡Tiempo libre! ¡Sí!” Gritó Keel. “Hermano mayor, por favor, ¿nos cocinas algo?”

“Está bien, está bien.” Dijo Padre. “Vamos a cocinar junto al lecho del río, cerca de la llanura.”

“¡Woohoo!”

“No veo la hora de comer.” Chistó Sakura. “¡Lo mismo digo!” Declaré.

“¡Siempre haces la comida más maravillosa, Naofumi!” Dijo Yuki.

Padre me miró. “Motoyasu y Yuki, tengo algo de lo que quiero hablarles muy rápido.”

Padre nos llevó aparte para darnos un buen regaño. En resumen, nos dio un apasionado discurso sobre cómo él no era de los que se dejaban dominar en la cama, sino que tomaba la iniciativa en las situaciones románticas. Por supuesto, sólo con alguien por quien sintiera algo y con el debido consentimiento.

Y al final, disfrutamos de un agradable resto del día.

Al día siguiente, esperábamos la ola de destrucción.

“Hemos almacenado una buena cantidad de medicinas y hemos hecho preparativos sólidos.” Murmuró Padre, jugueteando con una bolsa de herramientas. “Sé que lo hemos hecho. Pero aun así, no puedo evitar sentirme nervioso.”

“¡Hermano mayor, te preocupas demasiado!” Dijo Keel, acariciando a Padre con sus patas. “En la última ola lo único que pude hacer fue correr, pero con lo fuertes que somos ahora, ¡no será ningún problema!”

“No te fallaré, Naofumi.” Dijo Sakura. Estaba practicando para poder desenvainar sus espadas lo más rápido posible.

¿Y en cuanto a mí? Ya había pasado por la primera oleada de Melromarc. No me sentía nervioso en absoluto. Incluso la primera vez me había lanzado directamente al desafío, cargando hacia la fisura para empezar mi primer combate de verdad. Pues yo digo que me había emocionado al ir directamente a por el jefe.

Si no recuerdo mal, Padre ayudó a evacuar a los civiles. Se centró en asegurarse de que la gente inocente no se interpusiera en la lucha.

Esta vez sería útil contar con una fuerza mayor, pero ahora mismo sencillamente no teníamos muchos aliados que realmente cooperaran con nosotros. Y no podía predecir cómo cambiarían las cosas en el futuro si fuese el caso.

“Padre, ¿qué quieres que haga?” Pregunté. “Si lo deseas, podría destruir inmediatamente a toda la horda.”

“Hmm.” Padre se rascó la cabeza. “¿Pero eso no revelaría lo poderoso que eres y potencialmente arruinaría nuestros planes futuros?”

“No te equivocas. En ese caso, me contendré. Ren e Itsuki también estarán en la ola, así que debería ser fácil. Incluso si no hago nada, ganaremos fácilmente.”

“Sí, eso es cierto. Pero seguiría siendo terrible dejar morir a la gente sólo para evitar vernos envueltos en algún que otro plan.”

Al presenciar la benevolencia de Padre, yo, Motoyasu Kitamura, rompí a llorar desconsoladamente.

“¿Eh? Motoyasu—¿qué pasa? ¿He dicho algo raro? ¿Por qué te inclinas ante mí?”

“Oink oink.” Murmuró Puerca Floja.

“¿Porque me quiere?” Padre negó con la cabeza. “Por otro lado,

¿por qué no muestras una pizca de energía, Elena?” “Oink oink.”

“Demasiada molestia, supongo. Bueno, el entusiasmo es la clave de la victoria, así que necesito que me des un poco.”

“Oink.”

Puerca Floja se encogió de hombros y asintió con la cabeza.

No estaba seguro de si estaba diciendo que podía o no podía poner entusiasmo. De cualquier manera, nunca esperé mucho de ella.

“Motoyasu, ¿qué quieres que hagamos Kou y yo?” Yuki me preguntó.

“Pues yo digo que simplemente lo que Padre te diga.” “¡Entendido!”

Siguiendo las órdenes de Padre, todo iría lo mejor posible. La primera vez fue una buena prueba de ello. Con su habilidad y sabiduría sin igual, un futuro mejor estaba prácticamente garantizado.

“En ese caso, por lo que dice Motoyasu, debería aparecer cerca de la aldea Riyute. Así que demos prioridad a la evacuación de los aldeanos. Motoyasu, tú también puedes ayudar. Al menos, podemos minimizar las bajas.”

“La misma estrategia que usaste en la primera vuelta.” Dije.

“Supongo.” Dijo Padre. “Pero ya que tenemos tu fuerza, Motoyasu, una vez que terminemos de evacuar a todos, dirígete directamente al jefe. Sólo asegúrate de ocultar tu verdadero poder tanto como puedas.”

“¡Eso haré, Padre!”

¡Pues yo digo que antes, me había lanzado de cabeza a la lucha, pero esta vez daría prioridad a salvar vidas! Podía sentir la fuerza burbujeando dentro de mí.

“¡No puedo esperar!” Dijo Kou. “¿Son sabrosos los monstruos de las olas?”

“¿Quién sabe?” Dijo Padre. “Quiero asegurarme de que conseguimos los materiales del jefe. Parece que serán de alta calidad.”

“Al derrotar al jefe, algunos materiales se dispersaron y quedaron atrás.” Dije. “Sin embargo, creo que deberías ser capaz de encontrarlos todos con tu escudo.”

“Creo que tendremos esa zona para nosotros solos, lejos de Ren e Itsuki, así que tomemos todo lo que podamos.” Dijo Padre. “Pero si los materiales son demasiado grandes, puede que no tengamos dónde guardarlos…” Se interrumpió.

“Deberíamos llevárselos al viejo.” Sugerí.

“Oh, buena idea.” Dijo papá. “Aunque estamos casi sin dinero, debería ser capaz de utilizar los huesos y esas cosas para nuevas armas.”

“El día después de la ola, Basura nos dio lo que él llamaba ‘fondos de apoyo’.” Dije. “No a ti, por supuesto.”

Padre se encogió de hombros con el ceño fruncido. Al fin y al cabo, había sido una maniobra para alejar a Padre de nosotros.

Pero qué rey tan idiota era, al alejar a Padre de entre todos, que era mucho más poderoso y útil que Ren o Itsuki.

¡Me moría de ganas de acabar con ese rey de los tontos!

“Aun así, después de la próxima ola de destrucción, la Reina de Melromarc debería volver y darte tu dinero. ¡Así que ten paciencia, Padre!”

“Lo sé. Lo entiendo. Mientras al final pueda conseguir el dinero, estará bien. Además, siempre podemos conseguir dinero de Siltvelt.”

“Ya te buscan para interrogarte. Haz lo que quieras. Sólo tenemos que aguantar un poco más.” Dije.

Hice memoria y recordé haber luchado contra un enemigo muy extraño en esta ola.

“Lo sé, lo sé.” Dijo Padre. “Cuando pienso en el rey y esa princesa como si fueran patéticos, se me hace fácil aceptarlo.”

“Eso tendrá que bastar. Pues yo digo que creo que es casi la hora de la ola.”

Entonces recordé otra cosa de la primera vez. Cuando había sido tan tonto como para culpar a Padre…

Me pregunté qué había sentido exactamente Padre la primera vez que se enfrentó a una ola. Era lógico que sintiera resentimiento hacia el mundo. Yo también había sentido lo mismo cuando el Cerdo Carmesí acabó traicionándome.

Y Filo-tan… ¿dónde podrías estar?

Si pudiera volver a encontrarte, ¡podría volver a amar este mundo!

Al principio, Padre no tenía a nadie en quien confiar. Así que quizás fue Aneki la primera persona que le tendió la mano y le ayudó.

Aneki, ¿estoy haciendo un buen trabajo ayudando a Padre?

Ahora que me ponía a pensar en ello, no podía evitar preguntarme dónde había encontrado Padre a Aneki. Parecía que corríamos el riesgo de no encontrarla. Me parecía recordar algo de que había acabado como esclava, pero no podía recordar los detalles. No recordaba haberla visto por ninguna parte cuando fuimos a comprar a Keel.

Bueno, da igual. Estaba seguro de que estaba a salvo y feliz en algún sitio. Un individuo sano, fuerte y caballeroso como ella no tendría problemas para salir adelante.

También recordé que una vez que las cosas se habían calmado en Melromarc en la primera vuelta, Padre había intentado restaurar la aldea. Pensé que debíamos aspirar a un resultado similar. Confiaba en poder ayudar a Padre lo suficiente para los dos—¡para Aneki y para mí!

“Muy bien, es la hora.” Dijo Padre.

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“Recuerda, intenta que no haya bajas.” Dijo Padre. “Nuestras acciones actuales nos ayudarán a tener éxito más adelante.”

“¡Puedes contar conmigo, hermano mayor!” Dijo Keel. “¡Voy a compensarte por todas las veces que me has protegido!”

Sakura, Yuki y Kou respondieron con entusiasmo. Incluso Puerca Floja parecía gruñir miserablemente por esforzarse al máximo.

“Muy bien, Motoyasu, anímanos.” Dijo Padre.

“Absolutamente.” Declaré. “Todos se han hecho mucho más fuertes preparándoos para este día. Luchemos todos con todas nuestras fuerzas para crear un futuro mejor.”

Todo el mundo gritó de acuerdo justo cuando el reloj llegó a cero, y la primera ola de destrucción en este bucle comenzó oficialmente.