Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: La Chica Mágica Iluminada Por La Luna

Parte 1

La muerte de La Pucelle hizo que esa semana nadie fuese despedido. Nadie cuestionó realmente la causa de la muerte. Si alguien muere, no seré despedida. Si mato a alguien, no seré despedida. Si quiero vivir, debo matar. Esa era la mejor mentalidad, y con el tiempo todas se darían cuenta de ello.

“¿Crees que será tan fácil?”

“Lo será, lo será. El medio para reunir a la gente esta vez es un juego para teléfonos dirigido a un grupo demográfico más joven, pon. Eso ha atraído a muchos, y todos son jóvenes. Su juventud los hace especialmente emotivos, así que lo único que tenemos que hacer es echar un poco de leña al fuego, pon.”

Fav fue quien sugirió utilizar un juego para teléfonos como medio. Lo que significaba que probablemente quería reclamar el éxito como propio. Cranberry había conocido a Fav hacía algún tiempo, pero esta parte de él todavía le molestaba. Lo más probable es que Fav también encontrara a Cranberry como una molestia. Así debían ser las relaciones laborales.

Cranberry se revolvió en la cama y tocó su teléfono mágico. En la pantalla de inicio de Proyecto Crianza de Chicas Mágicas se había añadido una nueva opción, titulada OBTENER OBJETOS.

Bolsa de Cuatro Dimensiones: Puede contener artículos de cualquier tamaño o peso que puedan ser transportados por una persona. Su cuarta dimensión le confiere un almacenamiento ilimitado.

Capa de Invisibilidad: Hace que el usuario sea invisible para los demás. También borra el olor, para que los perros no puedan encontrarte.

Arma: Un arma que puedes añadir a tu traje. Puede soportar el abuso del combate con superpoderes. Puedes elegir tu arma de la lista.

¡Ponle un nombre genial!

Pastillas Energéticas: ¡Medicina que en serio te revitaliza! Esto no cura las heridas, así que no cometas ese error. Algunos efectos secundarios pueden ocurrir por el uso excesivo. Diez píldoras por envase.

Pata de Conejo: Trae buena suerte cuando estás en grandes problemas. Que te salve o no sigue dependiendo de ti, así que no confíes demasiado en ella.

En total, había cinco objetos descargables, y todos ellos eran herramientas cotidianas del Reino Mágico. Sin embargo, cada uno de ellos tenía un precio para poder utilizarlos. Fav, por supuesto, había anunciado con orgullo que estos artículos con efectos irreversibles aumentarían la intensidad de la lucha y cortarían cualquier medio de escape para las chicas.

Cranberry habló con el aparato. “Fav.”

“¿Sí, sí, ama? ¿Cuál es su petición, pon?”

La esfera en blanco y negro con ala de mariposa se desvanecía en una esquina de la pantalla.

“¿Estás seguro de que añadir estos elementos no arruinará nuestro objetivo de cultivar a las fuertes? Algunos de ellas podrían permitir a las más débiles superar a las más fuertes.”

“Si eso es todo lo que se necesita para matarlas, entonces no eran realmente tan fuertes para empezar, pon.”

Fav dio una vuelta en el aire, desparramando escamas.

“Las chicas mágicas no son sólo usuarias de magia, pon. Las que pasan esa prueba de selección superficial del Reino Mágico no son verdaderas chicas mágicas, pon. Deben ser heroínas, pon. Si mueren de forma tonta sólo porque se han añadido objetos al juego, son fracasos. Sólo considéralas personajes secundarios que debían morir, pon.”

Dentro de la pantalla, la boca de Fav se torció ligeramente en lo que parecía una sonrisa verdaderamente siniestra.

“¡Eh, ama! Luchar contra oponentes duros es suficiente para ti,

¿verdad? Y odias una prueba de selección que no elija a los supervivientes más fuertes, ¿verdad? Entonces, ¡esto está muy bien! Esto prepara a las verdaderas chicas mágicas para aplastar brutalmente a las que maquinan y hacen la pelota para sobrevivir.”

Después de terminar su perorata, Fav dio otra vuelta y volvió a su habitual comportamiento inexpresivo.

“Eso es todo, pon.” “Ya veo.”

“Fav está tratando de conceder su deseo de luchar a plena potencia, así que lo menos que puedes hacer es conceder el deseo de Fav de un espectáculo súper intenso, pon. Ese es nuestro contrato, pon.”

“¿También soy parte de este espectáculo?”

“Tal vez.”

Fav sonrió, su expresión no cambió.

***

“¿Estos artículos son… gratis?”

“Proyecto Crianza de Chicas Mágicas siempre gratis para jugar.

Nunca se te cobrará dinero, pon.”

“Pero hay números bajo los nombres. La bolsa tiene un diez, la capa un veinticinco, el arma un cinco, la medicina un tres, la pata de conejo un seis…”

“No pagarás dinero, pero Fav nunca dijo que no habría un precio, pon.”

“Entonces, ¿tengo que pagar algo?”

“Parte de tu vida, pon. El arma cuesta cinco años, la bolsa diez. La capa veinticinco años. Cuanto más fuerte es un objeto mágico, mayor es el precio que hay que pagar para crearlo. Pero para las chicas como tú con magia que no es adecuada para la lucha, esto es una ayuda, pon. Se supone que debes usar estos objetos para cerrar la brecha entre tú y las demás, pon. Cuando las cosas están tan peligrosas, ¿qué es un poco de tu vida que ni siquiera sabes que tienes?”

Snow White se apoyó en el muro de bloques de hormigón y se deslizó hacia abajo. Tal vez fuera el sucio callejón, desprovisto incluso de borrachos y perros callejeros, pero se sentía sola en el mundo. Había buscado un lugar para pasar un rato sola, pero la soledad era una tortura. Se limpió la mejilla pegajosa y sudorosa con el dorso de la mano. Su piel estaba pálida como la de un fantasma.

La muerte de Souta Kishibe se había explicado como un accidente de tráfico. Snow White había asistido al velatorio y al funeral como Koyuki Himekawa, pero no se atrevía a mirar su cadáver porque estaba muy mutilado. El automóvil que lo atropelló había sido descubierto en un aparcamiento, pero era un vehículo robado. La policía aún no había encontrado al conductor.

Snow White se limpió los ojos. Esta vez, su mano estaba cubierta de lágrimas. Creía que se habían secado después de haber llorado a lágrima viva por la muerte de La Pucelle, pero el mero hecho de recordar a su amigo las hizo brotar y desbordarse de nuevo.

“Sou…”

Recordó el primer día que hablaron en lo alto de la torre de acero. El día en que la salvó de las ladronas de caramelos. El día en que juró ser la espada que la protegería. El día en que compartieron su magia y la promesa de meñique de no decírselo a las demás. El día en que arriesgó su vida para salvar a un niño de un automóvil que venía en dirección contraria y más tarde dijo, avergonzada: “Mi cuerpo se movió solo.” El día en que celebraron un post en la web que la calificaba de caballero que protegía a un niño. Los días en que discutían sobre el manga y el anime. Los días en que se sentaban juntos a ver anime cuando eran niños.

Recordó cómo, como Souta, la había mirado con tantos celos cuando proclamó que se había convertido en una chica mágica. Cómo, como La Pucelle, le había mostrado con orgullo que, después de todo, un chico podía convertirse en una chica mágica. Cómo, como Souta, iba a la escuela pateando un balón de fútbol. Cómo la madre de Souta lloraba por haber perdido a su hijo que acababa de entrar en la escuela media…

Su calor mientras la abrazaba. El calor que florecía en lo más profundo de su pecho.

El tiempo parecía difuminarse. Un recuerdo tras otro flotaban en su mente y desaparecían. No podía seguir así. No estaba bien. Lo sabía, pero su corazón estaba congelado. No la dejaba avanzar.

“Sou… Sou…”

“Llora todo lo que quieras. Nadie va a compadecerse de ti, pon.”

Su teléfono mágico había caído con la pantalla hacia abajo, lo que amortiguó la voz de Fav más de lo habitual. Sonaba como si la criatura estuviera en otro lugar.

“¿Crees que si te lamentas y te quejas, alguien vendrá a salvarte, pon? ¿Vas a dejar que el sacrificio de La Pucelle se desperdicie, pon?”

La palabra sacrificio pesaba sobre su espalda como una cruz. Todavía no habían capturado al conductor que atropelló a Souta. ¿Pero su asesino era realmente un humano? Sabía que era algo horrible de considerar, pero no podía quitárselo de la cabeza.

¿Podría una de sus compañeras haber matado a Souta? ¿Había una chica mágica en la ciudad capaz de matar a otros como ella? Si es así, entonces si ella consiguiese uno de esos nuevos objetos…

“Anímate, por el bien de La Pucelle, pon. Ármate de valor y elige un artículo, pon.”

Snow White recogió temblorosamente su teléfono y abrió la pantalla de selección de objetos. En la lista había cinco artículos. Debajo de ellos, los números.

“Mi vida…”

Su corazón latía con fuerza y su respiración se agitaba. Exhaló e inhaló. El sonido de su respiración entrecortada resonó en el callejón vacío. El suelo temblaba, ¿o era sólo su imaginación? Snow White no lo sabía. Si obtenía un objeto, perdería parte de su vida. Como mínimo, serían tres años; como máximo, veinticinco. ¿Qué haría La Pucelle? Con los dedos temblando, pulsó COMPRAR. La capa de invisibilidad que le quitaba veinticinco años de vida, con la que podría escapar de cualquier atacante… posiblemente.

¡AGOTADO!

¿Se ha agotado?

Las palabras en la pantalla indicaban, efectivamente, que el artículo estaba agotado. No importaba en cuál de ellos hiciera clic, aparecía el mismo mensaje.

“Aw, te lo dije, pon. Al que madruga, Dios le ayuda, así que deberías haber comprado rápido.”

Dejó caer el teléfono mágico. Rebotó y rodó hasta los cubos de basura de acero situados detrás de un restaurante con un ruido seco.

“Siempre es el primero que llega, el primero que se sirve…”

Sea lo que sea lo que Fav estaba diciendo, Snow White no podía oírlo. Se limitó a mirar mudo su mano derecha vacía.

***

Arma, Capa de Invisibilidad, Píldoras Energéticas.

Juntas, Swim Swim, Tama y los Peaky Angels tenían tres artículos. Habían intentado comprarlos todos, pero la pata de conejo y la bolsa de cuatro dimensiones ya habían desaparecido.

“Deberíamos haber mirado antes.” “No digas eso, Herma.”

Después de escuchar a los Peaky Angels sobre los artículos de descarga que estaban a la venta, las cuatro se reunieron en Ouketsuji. Se reunieron con Fav para explicarle los precios de los artículos, y Swim Swim decidió al instante que debían comprarlos. Indicó a Tama que se llevara el Arma y a los Peaky Angels que obtuvieran las Píldoras Energéticas. Cuando los Peaky Angels se quejaron de que una parte de su vida era demasiado cara, ella misma compró la capa de invisibilidad.

Cuando un líder toma la iniciativa y renuncia a veinticinco años de su vida, ¿quién haría un escándalo por acortar su propia vida unos años? Con sus acciones, Swim Swim demostró lo necesario que era esto y movió a las otras tres a actuar. Yunael acabó pagando la medicina tras perder un juego de piedra, papel y tijera.

No habían creído del todo la explicación de Fav de que perderían años de vida, pero en cuanto compraron los artículos supieron que era cierto. En el momento en que pulsaron el botón de COMPRA, una sensación de escalofrío les recorrió la columna vertebral, como si les hubieran sacado algo de lo más profundo. En su lugar, sólo quedaba un escalofrío.

“Swim Swim, ¿no tienes miedo de morir veinticinco años antes?” Preguntó Tama.

“Sí.”

“¿De verdad? Entonces, ¿por qué?” “Soy la líder. Era importante.”

Swim Swim parecía la misma de siempre. Sin agobios, sin miedo, sin vacilaciones. Estaba tan imperturbable que nunca adivinarías que acababa de perder veinticinco años de su vida. Era espantoso.

¿Cómo habría respondido Ruler? ¿Qué habría hecho Ruler?

Recientemente Ruler había dominado los pensamientos de Tama.

Su antigua líder había estado llena de confianza. Había sido inteligente. Fuerte. Confiada, inteligente, fuerte… Tama no poseía nada de eso, pero Ruler sí.

También era la que había enseñado a Tama a ser una chica mágica. La mayoría de las que intentaron enseñarle acabaron echándola a mitad de camino. En el jardín de infancia, en la escuela primaria y en la escuela media, la historia era siempre la misma. Sus profesores la daban por perdida, o bien se graduaba antes de comprender completamente el contenido.

Pero Ruler no la había abandonado. La había llamado idiota, le había pegado y abusado de ella, pero aun así le había permitido quedarse. Los intentos de Tama de acariciar su pierna fueron recibidos con patadas, pero no le importó si eso significaba que no estaba abandonada. El día que recibió el collar, estaba tan contenta que corrió por los terrenos del templo y recibió una reprimenda por ser odiosa.

Había asumido que Swim Swim pensaba lo mismo de Ruler, hasta que sugirió una traición.

Al principio, pensó que era una broma o algo así. O tal vez había algún significado más profundo que no entendía. Siguió confundida durante todo el proceso, hasta que finalmente el golpe de estado tuvo éxito y Swim Swim se convirtió en el nuevo líder tras la muerte de Ruler. A pesar de conocer el plan, no lo había entendido, así que la noticia fue una gran sorpresa para Tama. Sin embargo, no estaba en condiciones de oponerse, y sin poder hacer nada, aquí estaba en Ouketsuji.

“¡Ohhh, increíble!” “¡Tan mágicamente genial!” “Parece realmente afilada.” “No me gustaría estar en el lado equivocado de eso.”

El arma de Swim Swim se asemejaba a un brazo de asta de naginata, pero carecía de la característica hoja curva. En su lugar, el acero parecía un cuchillo gigante. El mango medía aproximadamente poco menos de un metro de largo, la hoja tal vez unos treinta centímetros. Desde luego, no merecía todos los elogios que los ángeles le prodigaban, y tenía un aspecto poco refinado y torpe. ¿Estaban intentando hacer la pelota?

“¿Qué nombre le vas a poner?” “Las instrucciones decían que le pusiéramos un nombre genial, ¿no?”

Swim Swim inclinó la cabeza y pensó durante un rato.

“Ruler.” Murmuró. Incapaz de discernir por qué le dio el mismo nombre que su antiguo líder, los Peaky Angels y Tama se quedaron mirando el arma. Brillaba a la luz de los halos de los ángeles.

Swim Swim había propuesto que se repartieran los objetos entre ellas. Al final, Tama se quedó con la Capa de Invisibilidad, Swim Swim con el arma y los Peaky Angels con las Píldoras Energéticas. La razón por la que Swim Swim se quedó con el artículo más barato a pesar de haber pagado más fue porque ella misma lo pidió. Nadie se opuso.

“¿No quieres usar el mejor artículo?” Preguntó Tama a Swim Swim.

“Esta arma va con mi magia. Esa capa va con la tuya.” Dijo. Luego añadió: “Los Peaky Angels guardan las píldoras para su custodia.”

Tama se preguntó a qué se refería con que la capa “iba” con su magia, pero no se le ocurrió ninguna razón. En cierto modo, entendía por qué un arma le venía bien a Swim Swim; al fin y al cabo, se veía mejor cuando la empuñaba. Swim Swim alargó la mano y le dio una palmadita en la cabeza, como si pensara que Tama estaba preocupada en lugar de intentar pensar. Lo más probable es que Ruler le hubiera gritado y llamado idiota. No estaba segura de que prefería. Tal vez algún día lo estuviera.

Todo el mundo tenía que saberlo, incluso Tama lo sabía, y ella era tan lenta como las demás. La muerte accidental de La Pucelle esa semana hizo que ninguna fuera despedida. Luego se habían añadido los artículos. La mayoría de ellos parecían más apropiados para otros fines que para ayudar a la gente. Swim Swim y los Peaky Angels estaban listas para actuar. Cuando pensó para qué, Tama se estremeció.