Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 15

Capítulo 86: Paz Frágil

Parte 1

Fueron necesarias varias horas para completar un registro exhaustivo de los terrenos de la Academia y confirmar que todos los atacantes, los prisioneros fugados, habían desaparecido. Finalmente, los investigadores llegaron a la conclusión de que los terroristas fueron expulsados del campus.

Por supuesto, las cosas no eran tan sencillas como para que eso fuera el final. Después de todo, era seguro decir que el mito de la seguridad dentro del dominio humano se había hecho añicos. Los Demonios que habían aparecido de repente en la Academia habían confundido al contingente militar que llegó. Habían sido eliminados, pero sus cadáveres permanecían en lugar de convertirse en polvo.

Además, había un agujero desde la sala que contenía a Minerva hasta la superficie, y lo más probable era que Dante hubiera escapado a través de él. Sisty también lo confirmó personalmente.

Utilizando a sus hombres y el fenómeno mutante de Ambrosia para cubrir su huida, Dante desapareció con éxito. Y la AWR más antigua, Minerva, fue robada. Hubo 138 víctimas y 59 muertos (de los cuales dos eran estudiantes).

La Academia seguía recuperándose de las secuelas del espantoso ataque.

―Bueno… esto es un desastre ―murmuró un chico de pelo negro mientras miraba el edificio de investigación destruido.

La chica de pelo plateado que lo acompañaba puso mala cara y dijo inexpresiva:

―Sí, es un desastre. Por favor, mire esto, Sir Alus. Nuestra casa se convirtió en una plataforma de observación. Qué trabajo tan hábil. Debo encontrar al hábil artesano responsable y darle las gracias… Sir Alus, nunca he torturado a nadie antes, pero ¿cree que podré hacerlo bien? Espero que se arrepientan.

La ira y la conmoción le habían quitado toda expresión. Como ella dijo, era horrible. El laboratorio de Alus estaría inutilizable durante un tiempo.

Sin embargo, algo en la forma en que lo había llamado “nuestro hogar” no le gustaba. Claro, eran compañeros y vivían en la misma habitación, pero no eran una pareja como Loki lo había hecho parecer.

―Bueno, cálmate ―dijo Alus―. Igualmente, sólo tenían que golpear mientras yo no estaba. Tendremos que empezar por averiguar por qué atacaron la Academia. Y luego están los asesinos que enviaron tras de mí. Quiero averiguar qué tipo de red de información tienen.

―E-Eso es cierto, pero… ¡mire esto! Después de reunir muebles y enseres poco a poco, ¡por fin podíamos vivir cómodamente! Y sin embargo… ―Se suponía que Loki no era de las que se encariñaban con las cosas, pero estaba reaccionando como una persona normal ante aquello, deprimida y enfadada.

Es cierto que en la habitación había material de investigación valioso, pero Alus sólo tenía una vaga esperanza de que no hubiera sufrido daños. Si la habitación era inhabitable, encontraría otro lugar. Los materiales podrían volver a reunirse.

La pared se derrumbó por completo y el interior estaba a la vista. En particular, la zona del salón, donde Tesfia y las demás se habían sentado alrededor de la mesa, estaba completamente agujereada, incluidos el techo y el suelo.

Si ahora miraban por la zona, lo único que encontrarían serían muebles rotos. Pero Alus sabía que si decía eso en voz alta, Loki sin duda frunciría el ceño y dejaría escapar un pesado suspiro. Cuando pensó en eso, se dio cuenta de algo. Tal vez para Loki las cosas que había allí tenían más valor que su precio.

El tiempo pasado allí podría haber sido el verdadero valor para ella. Alus, que no solía sentir nada, se sintió increpado por la expresión indignada de Loki. Intentó analizar e imaginar el estado de ánimo de Loki.

Si lo llevaba un paso más allá, tal vez sería capaz de sentir emociones humanas como la pena o el sentimentalismo por las cosas perdidas. Observando el estado de su entorno, se recordó a sí mismo que ahora no era el momento de dejarse llevar por un estado de ánimo tan sombrío.

Había soldados y guardias por todas partes, todos ellos ocupados en tareas de búsqueda y rescate o en retirar escombros. La Academia estaba llena de ruido, e incluso los espacios abiertos estaban llenos de tiendas de campaña, con personal médico corriendo de un lado a otro.

La vida cotidiana de la Academia no estaba presente.

También había generales aquí y allá entre los soldados. La Academia bajo su protección fue atacada, así que era natural que aparecieran personalidades del ejército, pero… Había muchas caras que Alus no quería ver entre ellos. Y probablemente ellos sentían lo mismo.

―Eh, tú. ¡Tú! ¿Crees que te has vuelto tan importante que puedes pasar por delante de tu antiguo oficial superior sin mediar palabra, Alus Reigin? ―gritó alguien con arrogancia.

Alus miró al hombre y a sus subordinados. El lugar seguía siendo un hervidero, y aquel hombre vestía un uniforme decorado hasta los topes con medallas. Parecía completamente fuera de lugar, como si su único objetivo fuera intimidar a la otra persona, pero su físico fornido y obeso sugería que nunca había entrenado y mucho menos visto una batalla real.

Era el ejemplo perfecto del general incompetente y alejado de la realidad.

Alus dio un paso adelante, colocando a Loki detrás de él.

―Ha pasado tiempo. Mayor General Morwald. Que yo recuerde, nunca he estado bajo su mando.

―Hmph, ¿de verdad? ―respondió Morwald, con tono rudo. Formaba parte de la élite del poder en la plana mayor junto a Vizaist y Berwick, aunque pertenecía a la facción noble que se oponía a Berwick y Vizaist.

En el pasado, la unidad liderada por Vizaist, a la que Alus también perteneció en su momento, tuvo que limpiar los desaguisados de este hombre. Al final, los errores se acumularon, provocando una gran invasión de Demonios, pero Morwald utilizó un lenguaje ambiguo para ocultar la verdad y evitó hábilmente ser acusado de ningún delito. Después de eso, se aferró a los altos mandos como una garrapata para mantener su autoridad.

――Hmm, así que Vizaist sigue haciendo recados para el Gobernador General Berwick. Por Dios, estos advenedizos son tan groseros que no puedo soportarlo ―dijo Morwald.

Veo que no ha cambiado. Los cimientos de su poder deben de estar tambaleándose ahora mismo, pero no parece que lo sienta, pensó Alus.

Aunque formaba parte de la facción noble, cada vez había más nobles que no le daban su apoyo, como la familia Fable y la familia Socalent de la que se burlaba. Sin embargo, persistentemente se mantuvo arraigado en el campo de la política interna, rodeándose del apoyo de los nobles de alto nivel, actuando tiránicamente al amparo de la autoridad. Era exactamente el tipo de persona que Alus odiaba.

Pero si Alus causaba problemas aquí, estaba claro lo que ocurriría. Morwald haría un gran escándalo de ello, usándolo como material para atacar Berwick o Vizaist. Siempre había gente problemática en el ejército, pero el hecho de que Alus y Lettie, los mayores activos del ejército, se pusieran del lado de Berwick no debía de hacer mucha gracia a Morwald.

Alus mantenía una relación más o menos inseparable con Berwick, y no es que le hubiera jurado lealtad, pero un extraño no lo sabría. Berwick había cuidado de Alus desde su infancia, y Vizaist también había cuidado de él, así que cualquiera lo supondría. Y Lettie, siendo Lettie, tenía una actitud que Morwald naturalmente odiaba.

Alus soltó un fuerte suspiro y decidió seguirle la corriente.

―Entonces, ¿está usted a cargo de esta escena, Mayor General Morwald?

―¡Refiérete a mí como ‘Su Excelencia’! Hmph, no importa… Así es, soy yo ―Morwald sonrió irónicamente y dirigió su atención a la Academia medio destruida―. Escuché que Sisty Nexophia realmente la fastidió. Cómo han caído los poderosos. Y pensar que una antigua Única fracasaría. El personal y los guardias podrían considerarse mártires de sus deberes, pero no puedo pasar por alto las múltiples bajas entre los estudiantes, la base del futuro. Y como resultó una escena tan espantosa, tuve que venir a verla yo mismo.

Sonaba razonable, pero en realidad sólo buscaba munición contra Sisty, que estaba del lado de Berwick.

Aprovecharse  de  los  problemas  ajenos  para  buscar  material  escandaloso…

maldita hiena, pensó Alus.

No era la primera vez que Morwald hacía algo detestable para sacar provecho político. Pero Alus no estaba en posición de comentarlo; se había distanciado del mundo de la política para evitar verse envuelto en luchas de poder.

―Bueno, dudo que hubiera nada malo en la seguridad. Está claro que la causa fue la negligencia de la directora. Deberías asegurarte de presentarte también durante la audiencia ―dijo Morwald.

Sin embargo, Alus había perdido todo interés en sus pomposos comentarios y cortó rápidamente la conversación.

―Lo pensaré. Entonces me excusaré en este punto, general de división.

El rostro de Morwald se puso rojo de ira cuando Alus se olvidó de llamarlo “Excelencia” y pasó junto a él con la mirada perdida para dirigirse a las tiendas provisionales.

Tal vez intuyendo los pensamientos de Alus, Loki corrió hacia él.

―Buen trabajo, Sir Alus. Tiene mi simpatía.

―Sí. Él fue el garante de la escritura de compromiso de Fia. Tiene muchas conexiones debido a su apoyo de nobles más antiguos, y también está conectado con los Womruina. Así que ahora no es el momento de buscar pelea. En todo caso, me impresiona que hayas podido soportarlo ―dijo Alus.

―Qué grosero. Llevo mucho tiempo en el ejército. Sin embargo, parece que es difícil incluso para el Gobernador General cambiar la mentalidad en el ejército. Aunque yo ya lo sabía ―Loki frunció el ceño, recordando la amargura de antes.

Morwald creía que el linaje de un Magicmaster y su familia debían ser lo más valorado en la sociedad, algo parecido a la eugenesia. De hecho, el sistema militar actual, en el que los nobles seguían teniendo autoridad, nació de esta mentalidad.

―El Gobernador General está en proceso de cambiar las cosas. Y mientras Morwald esté en la mezcla, la facción anti-Gobernador General no puede actuar cohesivamente, y sus individuos hacen movimientos imprudentes. Así que, a pesar de su aspecto, tiene su utilidad ―dijo Alus.

―Pero… ―empezó Loki.

―Lo sé ―dijo Alus―. Una manzana podrida estropea todo el conjunto. Probablemente Berwick planee deshacerse de él antes de eso. Aun así, seguro que lleva mucho tiempo campando a sus anchas. Me pregunto hasta dónde se habrá extendido su mala influencia.

Alus preferiría que en su lucha contra Demonios no lo sorprendiera una facción militar de su propia nación. Mientras pensaba esto, una persona salió de la tienda a la que se dirigía.

Era la directora, Sisty. Estaba dando órdenes a un oficial que había salido con ella. Tras recibir las órdenes, el oficial utilizó rápidamente su Consensor para transmitirlas por el lugar antes de salir corriendo él mismo.

Alus habló, mirando a su espalda.

―Vaya, sí que es una situación difícil, Sisty. ¿Y ese no era el oficial a cargo de este sitio?

Alus había visto su cara antes, y tenía el rango más alto después de Morwald, así que no era difícil imaginar que estaba a cargo de la escena. Resultaba extraño ver a alguien retirado del ejército, como Sisty, dando órdenes a alguien así, pero teniendo en cuenta que era el as del ejército y que aún tenía mucha influencia, quizá no era el caso.

―¡Alus! ¿Dónde estabas? ―exclamó Sisty.

Alus la había llamado despreocupadamente, lo que hizo que Sisty frunciera el ceño mientras se acercaba.

―Hablé con el Gobernador General y pasaron muchas cosas. Lo más importante es que Morwald está aquí ―dijo Alus.

―Sí, vamos a otro lugar antes de que ese hombre nos encuentre ―dijo

Sisty.

―¿Antes de que la destituyan como directora por las acusaciones? ―preguntó.

―Tal vez ―Sisty estaba tan agotada que parecía considerar aquello trivial.

Al notar su semblante, Alus guardó silencio. Cuanto más pensaba en ello, más le desconcertaba la impaciencia de Sisty.

En realidad, Alus valoraba mucho las habilidades de Sisty como Magicmaster. Si siguiera activa, Alpha tendría un tercer Único.

Un ataque de esta envergadura, con tantas bajas y muertos era imposible de pasar por alto. Sin embargo, Sisty se había abierto paso sin miedo a través de la invasión sin precedentes y a gran escala de Demonios que amenazaba a toda la humanidad. Que alguien tan poderosa pareciera tan agotada…

Mientras caminaban en silencio detrás de las carpas para evitar la mirada del público, Alus observó a la antigua Única y actual directora de la Segunda Academia Mágica. Tal vez se debiera a su agotamiento, pero su espalda parecía más pequeña de lo habitual. Que Sisty siguiera caminando hacia delante sin establecer contacto visual con él era revelador.

―Alus, la responsabilidad de este incidente es toda mía ―dijo la directora―. Con esta cantidad de muertos y heridos entre el personal y los alumnos, limitarse a decir que no se pudo evitar no servirá de nada. Algunos siguen en estado crítico. Por cierto, Alus, ¿sabes algo de los atacantes…? No, supongo que fue una pregunta tonta.

―Sí, parece que son fugitivos de cierto lugar. En realidad estoy en movimiento con respecto a eso ―dijo Alus con deliberada vaguedad.

―Ya veo, entonces está bien. Estás en una misión que te encomendó directamente el Gobernador General, así que seguro que no puedes decir mucho… Lo siento. Estoy un poco agotada mentalmente ―dijo Sisty, repentinamente arrepentida.

Por la forma en que hablaba y actuaba, Alus pensó que Sisty debía haberse enterado del origen de los atacantes. Ni siquiera podía imaginar que hubiera visto a Dante antes de esto. Sin embargo, se autocondenaba y se culpaba hasta de las cosas más triviales.

―Por cierto, ¿dónde escuchó los detalles? ―preguntó Alus.

―Primero… sí, por ahí debería estar bien ―murmuró Sisty, sin mirar al edificio principal sino al de investigación.

Se dirigieron al laboratorio. La parte superior del edificio de investigación estaba muy dañada, pero los cimientos seguían intactos. Pero ésa era una razón más para que no le gustara ver lo destruido que estaba su laboratorio. El interior era un desastre, como era de esperar, pero afortunadamente, la consola seguía funcionando. Loki abrió la puerta.

―Realmente renovaron esta habitación para que fuera más abierta, ¿no? ―dijo Alus con un suspiro.

―Al menos tiene una vista estupenda ―dijo Sisty despreocupadamente.

Sólo Loki se quedó inmóvil por la sensación de pérdida. Alus se sintió mal por ella, y también sintió que le faltaba algo importante y que lo hacía menos humano. No sentía casi nada al ver toda la devastación, como si fuera una máquina.

―En qué habitación tan solitaria se ha convertido esto ―murmuró Alus, ni siquiera él mismo estaba seguro de si realmente se sentía así o si estaba interpretando un papel.

―Me pregunto si alguna vez volverá a ser como antes ―dijo Loki.

―Estará bien. Puede que tarde un poco, pero se reparará ―dijo Sisty, intentando consolar a Loki a pesar de la pesadez del ambiente. Luego apartó los escombros y se quitó el polvo de encima para sentarse en el sofá.

Por desgracia, la mesa de investigación de Alus que estaba junto a la ventana había volado con la pared. Por casualidad, la mesa del sofá seguía intacta.

Finalmente, Loki trajo de la cocina algunos aperitivos intactos. Parecía que los platos pequeños y los platitos para las tazas de té eran todo lo que no había sido destruido. Los puso sobre la mesa, que se inclinaba un poco porque ahora tenía las patas torcidas. Pero no era el momento de preocuparse por esos pequeños detalles.

―Ahora, ¿por dónde empezar? Lo único que puedo hacer es contarles lo que pasó y lo que vi ―dijo Sisty―. En primer lugar, Tesfia y lucharon contra los atacantes y resultaron gravemente heridas. Tesfia estaba especialmente malherida. Fracturas en cuatro sitios, hematomas por todas partes e incluso algunas quemaduras. Un Magicmaster la está atendiendo ahora mismo, así que estoy segura de que se recuperará de sus heridas.

―Ya veo. Son malas noticias, pero al menos sigue viva. ¿La están tratando en la Academia? ―preguntó Alus.

―Por supuesto. Pero eso es porque transportarla llevaría demasiado tiempo. Las instalaciones para el tratamiento tampoco resultaron muy dañadas en el ataque.

Era una afirmación contundente, pero había algo más que Alus quería preguntar.

―Entonces, ¿al menos acabaron con uno de ellos?

―¡¿Eh?! Para que lo sepas, esto no es una Academia donde enseñamos a luchar contra la gente. Pero aun así lo hicieron lo mejor que pudieron ―dijo Sisty.

―Así que las dos perdieron sin poder derribar ni a uno de ellos, ¿eh? ―Alus arrugó la frente y se rascó la cabeza.

Sisty miró a Alus con exasperación. Tesfia y Alice lucharon contra los muñecos de Godma cuando éste atacó, pero el oponente había sido demasiado fuerte.

―Para defender su honor, se levantaron valientemente para salvar a un profesor. Eso es algo que los demás alumnos no pudieron hacer. Y Tesfia actuó por sentido de la responsabilidad y orgullo como noble.

―Aun así, tienen suerte de estar vivas ―dijo Alus.

―Bueno, sí, puedo estar de acuerdo con eso ―dijo Sisty, frunciendo el

ceño.

Después de esto, era probable que el plan de estudios cambiara para incorporar algunas lecciones de lucha contra los humanos. Sisty probablemente haría los cambios sin que Alus necesitara decir nada.

―Supongo que iré a visitar a las dos más tarde ―dijo.

―Ah, pero puede que aún no se hayan despertado. Y todavía no me avisan de que el tratamiento haya terminado.

―No importa. Si están durmiendo, los despertaré a patadas ―dijo Alus.

―Eso es demasiado severo, ¿no crees? ―preguntó Sisty, no a Alus sino a

Loki.

Pero Loki pareció verlo de otra manera.

―Eso sólo significa que tiene grandes esperanzas puestas en ellas. Y de hecho, tienen el potencial para responder a esa esperanza ―dijo Loki, pero internamente suspiró.

Aquellas palabras eran una declaración de que Alus las tenía en alta estima.

Como su compañera, Loki tenía sentimientos complejos al respecto.

―Directora, las cosas han sido demasiado peligrosas últimamente. Estos villanos son demasiado turbios, y los Magicmaster especializados en combatir Demonios no pueden con ellos ―dijo Alus.

―Me lo han hecho saber muy bien. Quizá yo también debería volver a formarme desde cero ―Su comentario sonó como si un antiguo Único volviera al servicio activo, pero probablemente no hablaba en serio.

―¿Qué le parecieron los presos fugados, directora? ―preguntó.

―Sinceramente, no estoy segura de poder derrotar al líder aunque me esforzara al máximo ―admitió la directora―. No soy muy apta para luchar contra humanos. Al final, no tuve más remedio que rendirme antes de luchar contra ese líder, Dante.

Desde la posición de Sisty, la decisión fue inevitable. Había rehenes que la empujaban a rendirse, aunque Alus no se habría rendido sólo por los rehenes.

―Huyeron de la Academia y ya no tienen rehenes, ¿verdad? Entonces los mataré más tarde ―dijo Alus, con los ojos tan oscuros como el mar nocturno.

Incluso Sisty, que sabía que Alus había realizado muchos trabajos clandestinos, se encontró tragando saliva por la complejidad de sus emociones. Pero como adulta, sabía que no había podido evitar los actos insensatos de la gente que había utilizado a Alus como herramienta para matar.

Todos los adultos lo habían sabido y les habían seguido la corriente. Así que ahora mismo, se sentía un poco desolada sabiendo que no sería capaz de sacar a Alus de su agujero.

―Alus, ¿Lord Vizaist ha hecho algún movimiento? ―preguntó.

―Esta vez está detrás. Hay muchos prisioneros fugados, y está intentando hacer llegar información a todos los escuadrones en movimiento. El problema es que todos los prisioneros fugados son bastante fuertes. Parece que tenemos que enviar élites para eliminarlos. Por cierto, parece que la información que finalmente obtuvo Lord Vizaist la consiguió siguiendo a Mir Ostayka. Al fin y al cabo, acababa de recibir el informe de que ella se había infiltrado en la Academia con un alias falso. Se lamentó de no tener nunca suficiente gente.

―En cuanto a eso, Mir Ostayka fue derrotada por Felinella debajo de la Academia ―dijo Sisty.

―¡¿Qué?! ―Aquellas palabras conmocionaron a Loki.

Alus no estaba del todo tranquilo, pero no dejó que se le notara.

―Puede que Lord Vizaist enviara a Feli a hacer trabajos, pero eso no significa que estuviera al nivel de Mir. Me enteré de que Mir era particularmente peligrosa incluso entre los criminales fugados.

―Ella no está intacta, por supuesto ―dijo Sisty―. Francamente, está en peor estado que Tesfia. Ah, pero se pondrá bien. Está recibiendo el mejor tratamiento en este momento.

―Entonces está bien. Por cierto, ¿han confirmado la muerte de Mir? ―preguntó.

―Confirmamos su muerte, pero el cuerpo no ha sido recuperado porque el pasillo subterráneo se derrumbó ―dijo Sisty.

―¿Lo confirmó con sus propios ojos?

Sisty respondió a Alus con un “Más o menos” poco entusiasta, y miró hacia el exterior. Parecía estar buscando a alguien entre el personal de contramedidas que se reunía abajo.

―Lilisha… Llegó y rescató a Felinella, y vio a Mir con sus propios ojos.

―Hmm, entonces parece que tuvo un gran éxito. Aun así, pensar que sería capaz de vencer a Mir, que era una asesina profesional.

Por lo que Alus había visto de Felinella en el Torneo Mágico de la Amistad de las Siete Naciones, había estado increíble para ser una estudiante, pero no era lo suficientemente buena como para salir victoriosa contra una profesional.

Otra cosa sería si tuviera un as en la manga, como la magia heredada de la familia

Fable. Sin embargo, la familia Socalent se había formado en la generación de

Vizaist. Carecían de los fondos y la historia para desarrollar sus propios hechizos.

Entrometerse era descortés, y como si quisiera amonestar a Alus por sus pensamientos, Loki intervino:

―Sir Alus, creo que se merece un elogio.

―¿Hmm? Supongo que sí. Después de todo, acabó con uno de los objetivos ―dijo Alus secamente. Al ver su reacción, Sisty no pudo evitar compadecerse de lo que Tesfia y Alice debían estar pasando.

―Esas dos realmente deben estar esforzándose al máximo ―dijo Sisty con un suspiro. A Alus lo tomó por sorpresa el énfasis en la palabra “realmente”.

―¿Qué se supone que significa eso? Además, ahora no es el momento de charlas inconexas. Morwald podría arrestarla y hacerla responsable de esta situación ―dijo Alus, volviendo al tema que le preocupaba.

―Sí, sin duda es una posibilidad. Pero lo más importante ―dijo Sisty, mirando directamente a Alus―, es que creo que el preso fugado que buscas se llama Dante. Robó a Minerva de esta Academia y desapareció.

―¡¿Por qué estaba Minerva aquí?! ―preguntó Alus.

―Bueno, es una larga historia y alto secreto, pero supongo que tengo que contártelo ―dijo Sisty y empezó a hablar.

Habló de cómo, para administrar con justicia el poder que era Minerva, las siete naciones formaron un pacto secreto. Y de cómo su cargo fue transferido a la Segunda Academia Mágica bajo el cuidado de Sisty, especializada en magia defensiva, tras el último Torneo Mágico de la Amistad.

Tras su breve explicación, Sisty concluyó:

―Independientemente del proceso, es una verdad innegable que el tesoro de la humanidad fue robado, y yo soy la culpable.

―Ya veo. Así que por eso Morwald se presentó aquí en persona ―observó

Alus.

―P-Pero… ―Loki interrumpió y alzó la voz―. ¿No es un poco extraño? En primer lugar, ¿de quién es la responsabilidad de que los prisioneros se hayan escapado? Por no mencionar que el ejército de Alpha tiene la responsabilidad de dejarlos entrar en la nación. Sin olvidar que sus capacidades de combate están muy por encima de lo que cabría esperar. Y teniendo en cuenta que tenían rehenes, creo que las bajas siguen estando en el extremo inferior de la escala.

Alus le dio una respuesta sensata.

―Morwald está aquí, así que la cuestión es que eso no importa. Hará lo que sea con tal de reducir el poder político del Gobernador General. La creencia de él de que la directora es cercana a Berwick se volvió en contra de ella.

―Sí, no puedo negar eso ―estuvo de acuerdo Sisty.

―Sin embargo, podría ser posible recuperarse. ¿Consiguió alguna pista sobre el paradero de Dante? ―preguntó Alus.

―No, no tuve tiempo para eso cuando escapaba de los subterráneos. Después de todo, a sus hombres les ocurrió algo increíble ―Sisty se detuvo un momento, con una expresión seria en el rostro―. Quiero que mantengas en secreto lo que voy a contarte. La verdad es que… se transformaron en Demonios. ¿Te lo puedes imaginar? ¡Humanos convertidos en Demonios…! Bueno, a medias. Dante dijo que fue el resultado de una droga llamada ‘Ambrosia’.

―¿Eh?

―¿Perdón?

Tanto Alus como Loki soltaron exclamaciones de desconcierto, pero entonces Alus recordó algo.

¡Tsk, Godma!

En el pasado, Alice se había visto envuelta en el ataque del científico loco Godma Barhong a la Academia. Una vez acorralado tras perder todos sus muñecos, Godma bebió algún tipo de fluido y se transformó en un Demonio. Alus lo vio con sus propios ojos.

―Es difícil de creer, pero algo me viene a la mente ―dijo Alus.

―Querrá decir Godma, Sir Alus ―Alus asintió solemnemente a las palabras de Loki.

―No conozco la teoría que hay detrás, pero me he encontrado con un ejemplo similar. Loki también estaba presente en ese momento y vio a Godma transformarse en un ser anormal ―explicó Alus.

―Sí, creo que se podría decir que su aspecto es el de un Demonio ―dijo

Loki.

―No puedo asegurarlo. Pero sí que se convirtió en algo inhumano. Y hablando de monstruos, lo único que me viene a la mente son los Demonios.

Loki miró hacia él en señal de conformidad.

―Además, estaban los asesinos del otro día. La última mujer parecía que empezaba a transformarse al final, pero antes de que pudiera confirmarlo, un usuario de pistolas acabó con ella. Ahora las cosas empiezan a parecer muy raras…

Sisty asintió a Alus. Hubo un incidente en otra nación en el que Demonios aparecieron de repente en el dominio humano. Al igual que con el incidente del Devorador en Balmes, era posible que la nación estuviera ocultando el problema. Lo importante era asegurarse de que la Torre de Babel no fuera destruida.

En vista de ello, el mito de la seguridad empezaba a parecer construido sobre cimientos poco sólidos.

Así que no invadieron, sino que se originaron desde dentro… En cualquier caso, ¿cuánto hace que los Demonios no pisan los dominios humanos? Habrá histeria entre los altos mandos, pensó Alus.

Lo que estaba pasando en la Academia era malo. Precisamente, aparecieron varios semidemonios en una instalación administrada por la nación.

No sería extraño que hubiera múltiples testigos y, dependiendo de cómo acabaran las cosas, podría convertirse en un problema internacional, aunque diferente de Minerva. La sola presencia de Demonios dentro del dominio humano podría despertar un miedo primario entre la gente y la histeria se extendería como un reguero de pólvora.

―¿Tiene alguna información sobre los Demonios Humanos en los que se transformaron los prisioneros fugados? ―preguntó Alus.

Una voz procedente de lo que solía ser una ventana junto a la esquina de la habitación dijo:

―Alus, sobre eso…

Una chica rubia con el pelo alborotado se coló por el techo medio derrumbado. En su mano derecha, sostenía la AWR Magdala. Al parecer, había enganchado la cuerda creada por la AWR en la parte superior del edificio y la había utilizado para subir.

Lilisha apareció ante Alus y los demás vestida con su traje de trabajo en lugar del uniforme de la Academia. El traje, de color negro, estaba decorado con intrincados adornos. Estaba hecho con un buen conductor de maná y le sentaba bastante bien. Como comandante de la nueva Aferka, lo vestía como símbolo de las esperanzas de Cicelnia en el renacimiento de la organización.

Pero la forma pretenciosa en que entró en el edificio de investigación hizo que pareciera que había adquirido algunos malos hábitos de la ayudante de la gobernante, Rinne Kimmel.

―La puerta y el timbre siguen ahí, ¿sabes? ¿Acaso la gobernante nunca te enseñó cómo se debe visitar la casa de alguien? ―preguntó Alus exasperado.

Sin embargo, ella sonrió y se balanceó hacia delante y hacia atrás, preparándose para lanzarse al suelo. El hilo se cortó y Lilisha intentó aterrizar. Por desgracia, estaba en el borde del edificio destruido…

Lilisha agitó las manos presa del pánico mientras perdía el equilibrio.

―¡¡¡T-Toma mi mano!!! ―Lilisha extendió la mano presa del pánico, y Alus la agarró y tiró de ella, pero―… ¡¿Ah?!

Lilisha jadeó cuando su otra mano agitada golpeó con estrépito una estantería junto a la pared. La estantería se encontraba ya sobre el suelo inclinado, por lo que el golpe la hizo temblar, haciendo que cayera por un agujero en la pared junto con todo lo que había sobre ella.

El silencio llenó la habitación hasta que el sonido de todo haciéndose añicos llegó hasta ellos. Alus frunció el ceño, pero tiró de ella hacia el interior de la habitación.

―Tuvimos suerte de que no hubiera nadie abajo ―dijo Alus.

―S-Sí, por supuesto ―dijo Lilisha.

―Enviaré la factura a la gobernante ―dijo Alus.

―¿Qué? ¡Esa estantería ya estaba a punto de caerse! Era cuestión de tiempo que ocurriera, ¡aunque yo no hubiera aparecido! ¿Y por qué no esperar? Después de todo, ahora soy la comandante de Aferka… ―Lilisha se señaló a sí misma con pánico, pero Alus no se inmutó.

―¿Y qué?

―Se acaba de establecer, ya sabes. Además, ¡todavía no tenemos mucho presupuesto! Si haces que la gobernante asuma la responsabilidad, ¡se va a recortar todavía más! ―dijo Lilisha.

―Eso también lo sé. Pero como alguien que está por encima de los demás, se espera que asumas responsabilidades ―dijo Alus.

―Uf, ¿por qué tuvo que pasar esto? ―Una decepcionada Lilisha se sentó junto a la directora con aspecto abatido.

Sisty le tendió una mano reconfortante.

―Alus, ¿podrías darle un respiro? Ella rescató a Felinella.

―Ya veo. Bueno, no nos quedemos en el pasado ―dijo Alus―. Y lo que es más importante, Lilisha, ¿acaso Aferka también vino a la Academia?

―S-Sí. Pero ya se retiraron después de eliminar a los prisioneros fugados que se transformaron en Demonios. Quedarnos más tiempo sólo traerá especulaciones innecesarias ―explicó Lilisha.

―Ya veo, ¿así que acabaste con ellos como es debido?

Como asesinos, tratar con Demonios Humanos parecía sencillo para Aferka. Alus sabía lo hábil que había sido Rayleigh, el hermano de Lilisha, así que le costaba imaginar que los miembros más hábiles de Aferka se vieran superados por los Demonios del Mundo Exterior.

―Francamente, carecemos de los conocimientos necesarios para luchar contra los Demonios, por lo que los combates no son muy eficaces, pero sabemos lo básico ―dijo Lilisha.

Después de eso, Alus extrajo información sobre los Demonios Humanos de Lilisha y reflexionó durante un rato. Se enteró de que, aunque se habían transformado en Demonios, la transformación en sí era variada. No parecían coincidir con ninguno de los Demonios del Mundo Exterior. Como algunos todavía conservaban rasgos humanos, el término Demonio Humano parecía adecuado. Pero, según Sisty, su poder era similar al de un Demonio de clase C o B.

Una vez terminadas las explicaciones, Loki hizo una pregunta.

―¿Pero por qué Aferka estaba cerca?

―Hmm, la verdad es que no quería que la directora oyera esto, pero supongo que no se puede evitar ―dijo Lilisha―. Ya te conté que estamos investigando a los Womruina y sus cercanos, ¿recuerdas?

―Ah, así que estaban investigando esa droga ilegal ―dedujo Alus.

―Bueno, ese es uno de nuestros trabajos. Así que investigamos la planta secreta de fabricación del Potenciador Químico y, como era de esperar, es muy posible que estén conectados con los Womruina. Y la Ambrosía también es un estimulante de maná como el Chemical Boost ―dijo Lilisha. Luego se inclinó hacia delante, entrando en el tema principal―. Así que cerca de las afueras hay una mansión ahora abandonada que perteneció a los Womruina. Hace poco, encontramos una Ambrosía diferente a la existente.

Eso era algo que ni siquiera Sisty sabía.

―En otras palabras, era Ambrosía con un ingrediente desconocido mezclado ―continuó Lilisha―. Lo convirtió de un potenciador en algo completamente diferente. También encontramos pruebas de que la mansión supuestamente abandonada fue utilizada recientemente. La pregunta es por quién.

―Los presos fugados, ¿eh? Dudo que los drogadictos locales dieran una fiesta ―dijo Alus.

―¿No puedes al menos fingir que lo piensas un poco más? ―preguntó Lilisha.

―Si quieres alardear de tu información, vete a hacerlo a otra parte ―dijo Alus.