Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

El Decimoséptimo Día del Octavo Mes

La sirvienta de Tiona, Liora, me preparó una olla de delicias del bosque guisadas. Al parecer, es una fusión de la comida tradicionalmente elaborada por los granjeros de Rudolvon con la cocina de la tribu lulú. Tenía un poco de carne de liebre que había sido preparada hace unos días (al parecer, Liora la cazó ella misma. Contratar a una Lulú como ayudante parece una buena manera de asegurarse de que nunca pase hambre en una hambruna. Nota mental: tal vez tenga que discutir esto con el jefe de los lulúes más tarde.) También tenía un poco de cecina cortada en rodajas finas y un montón de verduras cortadas en trozos grandes.

Me dijeron que no hay una regla estricta sobre qué verduras poner. Lo que importa es que pongas las frescas que acabas de conseguir. Una olla llena de verduras recién compradas en un pueblo cercano no tiene un sabor muy refinado, pero tiene un maravilloso atractivo rústico.

La forma en que el espeso sabor de la liebre se mezcló con todos los demás ingredientes impartió una riqueza al guiso que realmente lo elevó. Disfruté mucho de la olla de delicias del bosque.

Muy recomendable ✰x5

El Decimoctavo Día del Octavo Mes

La doncella de Esmeralda, Nina, me preparó un exquisito guiso de marisco. Al parecer, tomó el guiso de ayer de los Rudolvon como una especie de desafío. Para que quede claro, trajimos a los cocineros de Greenmoon con nosotros en el viaje, y han estado cocinando para nosotros todos los días. Sin embargo, de alguna manera, se le metió en la cabeza que era importante que lo cocinara una doncella, así que insistió en que lo hiciera Nina. Te juro que, a veces, Esmeralda puede ser tan difícil de manejar.

¡Pero la cocina de Nina! Estuvo magnífica, como siempre. De hecho, ahora me doy cuenta de la desventaja con la que trabajaba en la isla desierta. Con una adecuada selección de ingredientes, su cocina está en otro nivel. Comenzó con una base de sopa que tenía especias del caldo especial de Greenmoon. Luego, puso mariscos secos. Por último, añadió unas cosas esponjosas hechas de harina, que absorbieron gran parte de la sopa. Comerlas era interesante. Hay que pasarlos por la lengua y exhalar porque están muy calientes, pero cuando los muerdes y los jugos fluyen, es indescriptible — un tipo de delicia única que nunca había experimentado.

Además, la textura de los mariscos secos se parecía a la de los hongos, lo que los hacía excelentes.

Me sentí como si hubiera probado una especie de receta secreta de Greenmoon transmitida de generación en generación. Fue absolutamente brillante.

Muy recomendable ✰x5

El Decimonoveno Día del Octavo Mes

¿Soy yo, o un buen ochenta por ciento de mi diario es sobre comida? Me siento a escribir y, antes de darme cuenta, estoy escribiendo sobre comida. No deja de ocurrir, y no puedo entender por qué. Empiezo a pensar que podría estar afectado por algún tipo de maldición.

De todos modos, hoy voy a ser serio y escribir una entrada adecuada.

Hoy fui a una inspección de la Guardia de la Princesa. Siempre están trabajando duro para mantenerme a salvo, así que es importante para mí saber cómo están cumpliendo con sus deberes. Después de todo, son mi escudo. Cuando estoy en apuros, confío en ellos para que me protejan. Es muy necesario asegurarse de que tienen un buen ambiente de trabajo y su moral es alta.

Así que les pedí que me enseñaran sus caballos y su equipo. Cuando me informaron sobre sus procedimientos de mantenimiento, de repente empecé a preguntarme si estaban comiendo bien. Para los soldados, una buena alimentación es crucial para una buena moral. Pensé que sería una buena oportunidad para ver qué estaban comiendo.

No fue porque oliera algo sabroso, por si alguien se lo pregunta.

¡De todos modos, acabé comiendo algo de su comida, y no podía creerlo! Es una cosa que se llama estofado de campo de batalla, y al parecer es el favorito de muchos soldados. Yo lo describiría como una forma de guiso de calabaza. Era amarillo y cremoso, y cuando tomé un sorbo, me sorprendió lo picante que era.

Bel estaba conmigo, así que también tomó un poco, y empezó a llorar con un solo sorbo. Puede que fuera demasiado picante para los niños, pero no para mí. Podía saborear los complejos sabores que había debajo del picante.

Las verduras del guiso llevaban mucho tiempo dentro, así que estaban muy blandas. Las zanahorias casi se deshacían en la boca. Las cebollas fullmoon básicamente ya se habían disuelto en la olla, ¡pero eso no las hacía menos importantes! Añadieron complejidad al guiso y contribuyeron a su riqueza general.

Al parecer, era estupendo para mojar pan, así que lo probé. Eso disminuyó el picante y resaltó más los otros sabores.

Si los soldados comen cosas como ésta todos los días, es imposible que haya problemas de moral, ¿no? En todo caso, era un poco molesto que estuvieran comiendo una comida tan buena y que yo nunca hubiera podido probarla.

Sin embargo, fue un buen recordatorio del hecho de que todavía hay muchas comidas deliciosas en este mundo que no conozco.

Espera… ¿Soy yo o estoy escribiendo sobre comida otra vez?

Qué fenómeno tan desconcertante…

FIN DEL VOLUMEN 8-