Bofuri Itai No Wa Iya Nanode Bogyo-Ryoku Ni Kyokufuri Shitai To Omoimasu (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: Build Defensiva Y El Destino Del Teletransporte

Parte 2

“Me queda un último Devorador”.

“Sí, lo sé”.

No había forma de aguantar esos láseres sin Devorador.

Sobrevivieron al ataque, pero al costo de usar su fuente principal de daño.

La balanza estaba en su contra.

“Si usa esos láseres de nuevo, usa Movimiento de Protección de nuevo”, dijo Sally, hablando rápido. “Quédate cerca”.

Entonces corrió hacia el ave. Maple la siguió de cerca.

Con su atención en Sally, Maple pudo lanzar otro Hidra.

El ave rastrilló el suelo con sus talones, voló al aire, y comenzó a lanzar trozos de hielo de nuevo.

Todos apuntados a Sally.

Maple habría podido bloquearlos fácilmente, pero Sally sabía…

Que, si siquiera uno la golpeaba, estaría acabada.

Como su batalla contra el pez gigante, su concentración aumentó en exceso.

Los trozos parecían lentos—y pudo ver las aberturas entre ellos.

El cuerpo de Sally se retorció, deslizándose entre los ataques.

Ella se agachó, saltó, e incluso destruyó algunos con sus armas—hasta que estuvo justo frente al ave.

“¡Doble Corte!”.

Ella esquivó trozos de hielo y los talones del monstruo, usando varias skills y conectando ataques sin cesar.

El jefe trató de usar sus garras para acabar con ella, pero cada vez, Sally escapaba por un pelo.

Y cada vez que el ave atacaba, ella cortaba otro punto de sus patas.

“¡Corte!”.

Cada corte era pequeño.

Pero mientras más efectos de parálisis le colocaba, menor se volvía la movilidad del ave.

“¡Hidra!”.

Sally había arriesgado su vida para crear esta oportunidad, y Maple no la desperdició.

Los movimientos del ave se habían vuelto demasiado lentos como para esquivar al dragón venenoso.

Sally había hecho todo lo posible para maximizar las posibilidades de Maple.

Y Maple cumplió.

La salud del ave estaba ahora en poco más de 40 por ciento.

“¡Corta Veneno!”, gritó Maple, atacando de nuevo. Un círculo mágico apareció en la punta de su espada— para nada tan fuerte como su Hidra, pero daño era daño.

Sally también estaba lanzándole hechizos, disminuyendo su vida poco a poco.

Cuando la vida del jefe bajó a menos de 40 por ciento, la parálisis terminó, y fue libre de nuevo.

Puso a Maple como su objetivo esta vez, usando el vendaval cargado de granizo.

Este ataque no podía lastimar a Maple, así que ella bajó su escudo, guardando su último Devorar.

Mientras el hielo bombardeaba a Maple, Sally tenía pase libre para atacar con relativa seguridad.

Sus rápidos ataques acabaron con otro 5 por ciento.

Pero causar daño a estas velocidades acababa rápidamente con su MP.

Ella debía mantenerse atenta o se le acabaría justo cuando más lo necesitara.

Cuando la vida del jefe llegó al 35 por ciento… El ave dejó de crear vendavales y se elevó.

Ambas chicas pensaron que eso no era bueno. Se juntaron en el centro de la habitación.

Mirando por entre la nieve que caía, pudieron ver las brillantes alas blancas del ave volviéndose negras, como si la oscuridad las hubiera tragado.

La barra de HP del jefe comenzó a bajar—y siguió bajando, hasta llegar al 10 por ciento.

El grito del ave sacudió hasta el mismo aire.

“¡Aquí viene!”.

“¡Ya lo vi!”.

Maple levantó su escudo, lista para sacrificar su último Devorador.

El ave completamente negra cerró sus alas, tirándose en picada hacia ellas.

Golpeó el escudo de Maple a velocidad supersónica.

Su último Devorador tragó la mitad de su HP restante pero dejó el escudo pesado de Maple sin su mayor forma de protección.

Un rápido golpe de los talones del ave…

Y el escudo pesado se partió en dos.

Su armadura había sido rasgada.

Su HP bajó a menos del 10 por ciento.

“¡Unh… aghhh…!”.

El ave le causó tanto daño que jadeó en voz alta.

Luz oscura salió de la boca del ave.

“¡Maple!”.

Sally saltó al aire.

La oportunidad de que Maple sobreviviera surgió porque los engranajes en el cerebro de Sally ni un segundo pararon de girar.

“¡Movimiento de Protección!”.

Este desesperado grito la envió velozmente hacia la posición de Sally, evitando por poco los rayos láser.

El ave volvió a atacar con su cuerpo.

Su velocidad era irrazonable, mucho mayor a las estimaciones de Sally.

Pero antes de que el ataque la golpeara… “¡Protección!”.

Maple se paró entre ambos.

Ella tenía menos del 10 por ciento de vida, pero escogió proteger a Sally, a sabiendas de que podría ser la última acción que realizara.

Maple no lo pensó mucho. Su cuerpo se movió por instinto.

Su escudo pesado y armadura ahora eran más fuertes, gracias a Crecimiento Destructivo—pero las garras del ave atravesaron a Maple.

Efectos de daño se esparcieron por doquier.

Pero Maple no murió.

Cuando su barra de HP tenía la más delgada de las líneas, un halo blanco apareció en su cuerpo.

“¡Salto!”.

El ataque con sus garras había dejado las extremidades del ave completamente extendidas, y Sally sabía que esta sería su última oportunidad. Ella no sabía cómo había sobrevivido Maple, pero se sacudió toda especulación de su mente, lanzándose directo al ave.

Maple se teletransportó hacia ella.

Un círculo mágico purpura brillaba en la punta de su espada corta.

Ese último ataque había dejado fuera de balance al ave—no era posible que esquivara.

Sally estaba segura que habían ganado.

Pero los ojos del ave brillaron siniestramente, y un círculo mágico completamente negro apareció entre ellos. Sally supo que su victoria fue una ilusión.

Sorpresa y miedo apareció en el rostro de ambas chicas, pero estaban en medio del aire, y no había nada que pudieran hacer.

Antes de que Hidra pudiera activarse, el hechizo del ave las bañó en misiles mágicos.

El as final bajo la manga del ave tragó a las chicas.

Ambas desaparecieron entre los disparos.

Era como si nunca hubieran estado ahí.

“¡¡¿Qué te pareció eso?!!”.

Un instante después de que la cortina de balas acabara, el aire resplandeció—y Sally apareció.

Todo este tiempo…

Había estado guardando Espejismo para este momento exacto.

Ya que no lo había usado antes, el ave no tenía forma de prepararse para él.

“¡Movimiento de Protección!”.

La Maple real alcanzó a Sally.

Estaban a quemarropa. Demasiado cerca como para que el ave esquivara.

“¡Hidra!”.

El veneno la engulló.

Su cola se retorció. Gritó.

Y cayó al suelo.

Luz blanca salió de su cuerpo, bañando a las chicas como una bendición del cielo.

“Lo hicimos… ganamos…”.

“Estoy tan cansada. ¿Podemos dormir aquí?”.

Sintiéndose absolutamente exhaustas, colapsaron en el suelo.

“Oh, cierto. ¿Qué fue esa skill? ¿Cómo sobreviviste a ese último ataque?”.

“Espera… parece que se llama Guardián Indómito, skill para escuderos pesados obtenida al proteger a un aliado teniendo menos del diez por ciento de vida. Sólo se puede usar una vez al día, pero te permite sobrevivir un ataque fatal con un HP”.

“Oh, tiene sentido. He escuchado de skills así. Creo que yo solo logré subir de nivel… Espera, ¡¿eso significa que en este momento sólo tienes un HP?! ¡Curación!”.

Luz tibia envolvió a Maple, y su HP se recuperó.

Ahora había mucho menos riesgo de una muerte súbita.

Se levantaron, listas para buscar el botín.

“El ave murió en ese lago venenoso, así que será mejor que tú nos hagas los honores”.

“Claro. ¿A dónde vas?”.

“¡Voy a revisar ese nido!”.

Ellas se separaron y caminaron en direcciones opuestas.

No había señal de algún cofre, pero debía haber algún tipo de recompensa.

Maple caminó entre el veneno, en busca del suelo donde el ave había muerto.

“¡Oh! ¡Dropeó algunos materiales!”, gritó.

Cuatro garras negras—suficientemente fuertes que incluso habían logrado lastimar a Maple. Y tres plumas blancas.

Claramente materiales de la mejor calidad.

“¡Maple! ¡Ven aquí!”, gritó Sally, mirándola desde la orilla del nido.

Maple corrió, parándose justo debajo del nido.

“¿No hay moros en la costa?”.

“¡Nop! ¡Usa tu Movimiento de Protección!”.

“¡Entendido! ¡Movimiento de Protección!”.

Ella pateó la pared, se lanzó al aire, y se apresuró al lado de Sally. En el nido habían dos huevos y cinco medallas.

“¿Huevos de ave monstruo?”.

“No, son de colores y tamaños diferentes. Tal vez el ave los robó de algún otro lado. Ni idea qué tendrán dentro”.

“¿Nos los llevamos?”.

“Por supuesto. Podemos meterlos al inventario, así que… ¿cuál quieres?”.

“¿No te molesta que escoja?”.

“En lo absoluto. ¡Tú elije!”.

Un huevo tenía una cascara verde oscuro. El otro era de un purpura claro.

“Entonces… el verde, ¡tomaré ese!”.

“Entonces este otro es el mío”.

Ambas revisaron la descripción de los huevos.

“¡Muy poca info!”.

“Y que lo digas. ¿Por qué querría incubar un monstruo? ¿Tal vez podamos domesticarlos…?”.

Este juego no tenía clase para invocadores o domadores, así que no era muy posible, pero dado lo ridículamente fuerte que había sido el jefe, cabía la posibilidad de que la recompensa fuera algo único.

Ellas decidieron quedarse con los huevos y esperar.

Ambas tomaron dos talones, y ya que Maple había sido la primera en escoger un huevo, Sally se quedó la pluma extra.

Ellas bajaron del nido, dirigiéndose al círculo de salida.

“Espera, ¿hay tres círculos?”.

Como Maple dijo, había tres círculos mágicos.

Parecía seguro asumir que cada uno daba a un sitio distinto.

“Sally, ¿qué crees?”.

“No tienes más Devorador, así que preferiría ir a algún lugar tranquilo…”.

Pensando, Sally caminó en círculos por un minuto.

Luego se detuvo al lado de uno de los círculos.

“¡Vamos en este!”.

“¡Genial! ¡Aquí vamos!”.

Ellas entraron al círculo y desaparecieron en una explosión de luz.

Todo lo que quedó de su épica batalla fueron las marcas en la habitación.