Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 7

Capitulo 9: Inicia El Festival Escolar

El día del festival cultural fue bendecido con un buen clima. Poco a poco los restos del verano comenzaban a desaparecer, pero con la ropa no había problemas por el clima, fue una fortuna que no sudara aun teniendo la corbata bien amarrada.

— Nos toca el primer turno, estoy nerviosa.

— Bueno, cambiamos de turno por la tarde así que tenemos que esforzarnos hasta entonces, tendremos a Kadowaki y a Mahiru, me da la sensación de que estará lleno.

— Perdón por eso, ¿Pero cómo decirlo? Es algo inevitable así que será mejor que te rindas rápido.

Terminaron la ceremonia de apertura que se llevó a cabo en el gimnasio, y estaba hablando con Yuta después de cambiarse… rápidamente le sonrió dándole su impresión. Si era dejar que lo observaran parecía que la tenía fácil, cambio de ropa pero era como si ya se hubiera rendido, en verdad que la tenían difíciles los apuestos, Amane inconscientemente le vio con algo de lástima y yuta al darse cuenta hizo una pequeña sonrisa.

— Date cuenta también Fujimiya, Shiina-san se pone celosa.

— Paso desapercibido en comparación así que está bien.

— Vaya que lo dices… bueno, aunque son más las veces que te dan celos que las veces que das celos.

— Más que ponerme celoso me pongo inseguro.

Mahiru se veía bastante bien como una linda maid, estaba preocupado de que una persona extraña terminara acosándola, tanto así de bien se veía, hay muchos estudiantes que están detrás de ella y como novio no le era nada divertido, se sentía intranquilo con las miradas sucias. Yuuta dándose una idea de lo que pensaba se encogió de hombros mientras sonreía con amargura “esfuérzate” le pego en la espalda.

Se dirigieron al salón de clases después de cambiarse y todos los demás ya estaban reunidos aparentemente ya preparados, los estudiantes que no estaban presentes de seguro estarían en el salón de cocina. Itsuki comenzaba su turno en la tarde por lo que ahora tenía su uniforme, después de corroborar que se hubieran reunido se puso al frente y como siempre hizo su sonrisa alegre.

— El día de hoy es el primer día del festival cultural, honestamente no tengo idea de cuantas personas llegarán a venir, pero aun así no es como si pudiéramos bajar la guardia, después de todo hay personas bastante famosas en nuestra clase.

Itsuki volteó a ver de reojo a Mahiru y Yuta, ambos sonrieron con amargura, de seguro ya estaban preparados.

— Bueno, desde mi punto de vista que vengan los que quieran venir, estamos en el festival cultural, sería una pena si no lo disfrutamos, no tiene importancia vengan muchos o pocos clientes, después de todo el siguiente año no tendremos tanta libertad, es el turno de divertirnos lo más que podamos ahora que estamos en segundo año, en tercero tendremos los exámenes a la vuelta de la esquina después de todo.

— Si dices eso solo nos desanimarás.

— Ya hasta me siento melancólico.

— Perdón, perdón, dejemos ese ambiente triste, ¡Divirtámonos en el festival escolar de este año!

Dejó pasar de largo el ambiente melancólico y con una sonrisa hizo que las cosas se alegraran, fue correcto dejar que Itsuki tomara ese rol.

— Ah, sí, sí, tenemos una advertencia de parte de la oficina, la verdad no lo entiendo pero parece que están prohibidas las fotografías dentro de la tienda, pusimos un letrero en la recepción, pero las fotografías están fuera de cuestión, aunque pidan de favor tenemos que negarnos, después de todo no sabemos si podría llegar a ocurrir algo molesto.

En la ciudad hay muchas tiendas especializadas que dan permiso de tomar alguna fotografía como servicio, pero por supuesto, cuando mucho es un festival cultural, no es como si pudieran usar a los “trabajadores” como algo para vender, también habían letreros donde se advertía que estaban prohibidas las fotografías, también en la esquina inferior del menú.

Por cierto desde que se inició el festival cultural se tiene prohibido también la grabación de fotografía y video dentro de las instalaciones, parece que debido a que otras escuelas lo permitían comenzaron a haber chicas acosadas, así que estos últimos años la escuela prohibió las fotografías. De esa manera las cosas cambiaron, aunque estaba muy ocupado para estar impresionado o atónito, como sea, por ahora tenían que tener cuidado con las personas que no cumplen las reglas.

— Bueno, creo que es todo con lo que tenemos que tener cuidado, comencemos de una vez.

A la voz de Itsuki anunciando el inicio.

— Así que esforcémonos por ser el año escolar con más ventas durante hoy y mañana ¡Esforcémonos!

Levantó la mano, de seguro fue más que suficiente para hacer que todos los de la clase se emocionaran, Amane también enderezó su espalda y Mahiru que escuchaba en silencio las palabras de Itsuki dijo con una sonrisa contenida “Esforcémonos”

¿Debería decirse tal y como se esperaba? La cantidad de clientes que llegaron a la clase de Amane…

— El efecto de Tenshi-sama es sorprendente.

El que dijo eso fue el encargado de los chicos en el turno actual, Yamazaki. Los asientos se llenaron bastante rápido, era una imagen inusual pero puede que lo correcto sea decir que lo aplastante era la pasión de los clientes- no había manera de que atendieran a todos los clientes al mismo tiempo, estaban limitaos los que podían atender.

Cada vez que Mahiru pasaba por el pasillo era como absorbiera las miradas de los chicos, Amane estaba entre atónito, asombrado y con desagrado. A pesar de que lo sabía y ya se había rendido con ello lo que no era divertido no era divertido, desde el punto de vista de Mahiru Amane también estaba igual así que no había nada que hacerle.

— Bueno, es algo que ya se esperaba, más importante, viene otro cliente.

Yamazaki le dijo eso mientras guiaba a un nuevo cliente, básicamente el staff que estaba libre atendía, pero después de todo había alguno que otro que quería ser atendido por una persona en específica, no hacían esa clase de servicios, por lo que si querían algo como eso tendrían que ir a una tienda especializada, las chicas que habían preguntado seguramente estaban detrás de Yuuta, le daba una pena pero actualmente estaba atendiendo otro cliente y tenían que soportarlo con Amane.

— Cliente-sama, por aquí por favor.

Sacó la silla con una sonrisa como se lo había enseñado Ayaka, y la chica sonrió con amargura al sentir que fue una pena que no le hubiera tocado con Yuta, después de todo se sentía un poco mal que no le tocara con la persona que quería, mientras pensaba en eso les dejo el menú.

— El menú recomendado es el combo A, ¿Qué le gustaría pedir?

— E… entonces que sea eso…

Por cierto, se habían separado en tres combos que eran dulces orneados con sus bebidas, sería un problema si solo ordenaran bebidas así que lo habían ordenado de esa manera, también venían escritos los ingredientes en caso de que hubiera alguna persona con alergias por lo que no debería de haber ningún problema. Después de haber pedido la orden “entendido, espere un poco por favor” se dirigió a la parte de atrás para hacer el pedido.

— Uwaa, parece que tienes muchos, esfuérzate.

Había estudiantes que al tener la bandeja vacía iban y venían a la sala de cocina para traer más.

— Oh,… fui a ver a la recepción y se ve difícil.

— No vayas a morir.

— Hay muchas cafeterías que preparan todo de antemano así que podremos hacerlo de alguna manera pero…

— ¿Pero…?

— Al verte no puedo evitar pensar que después la vas a tener difícil.

— ¿En serio? Bueno, con las personas que atrae Kadowaki creo que estaré más ocupado.

— No me refiero a eso.

Dejó salir un suspiro pero no terminaba de comprender a que se refería en específico, se le quedo viendo de esa manera pero al contrario, él parecía atónito.

— Desde hace rato cuando Shiina-san viene a la parte de atrás parece bastante insatisfecha.

— ¿Por qué lo dices?

— Creo que es por tu culpa.

— Solo estoy atendiendo a los clientes, ¿No hay nada que hacerle verdad?

— Es cierto pero creo que no es eso.

— Desde hace rato no tengo ni idea de lo que estás diciendo.

Le daba la sensación de que le estaba dando muchas vueltas a las cosas, frunció las cejas sin poder comprenderlo, posiblemente Mahiru estaría celosa, pero por la manera en que lo decía era como si estuviera molestándose por otra cosa, “Después le preguntaré a Mahiru” mientras se decía eso dejó la conversación y llevó las cosas que le habían pedido a la mesa.

Pasó una hora y media desde que abrió la tienda, pero la cantidad de clientes no sabía disminuir, al contrario parecía ir en aumento, llegó a ser tanto que parece que se creó una fila y más personas se formaban por la curiosidad, al principio en su mayoría eran estudiantes, pero eventualmente comenzaron a parecer invitados. Claramente no estaban tan apasionados como los estudiantes, pero podían verse quienes dejaban salir un suspiro, en comparación con otros podían verse algunos clientes amistosos y jóvenes.

— Eres linda señorita.

Le hablaron de pronto a Mahiru, pero ella le dio las gracias con una sonrisa contenida y continuó atendiéndolo, parecía que el cliente quería continuar conversando, pero repitió de manera firme “¿Ya sabe que es lo que va a ordenar?” cuando mucho continuaba siendo educada.

— Ya decidí que es lo que quiero, pero más importante tu…

— ¿Podría preguntarle qué es lo que desea?

— Este, si gustas después de esto…

— Lo siento, pero los servicios que ofrecemos están limitados, ¿podría preguntarle qué es lo que ordenará?

Volvió a preguntarle, Mahiru continuaba con esa sonrisa servicial cuando se dio cuenta que las personas alrededor lo veían con una mirada fría, y el hombre hizo su pedido tranquilamente, pasaron cosas parecidas en varias ocaciones, incluso Amane sonrió con amargura.

(… Parece que no solo yo, todos la están cuidando).

Se sentía como si toda la clase estuviera vigilando que no intentaran hacerle nada, es cierto que Mahiru es amada en la clase, pero no pensaba que podrían llegar a ser tan considerados.

— Entiendo que están preocupados, ¿Pero no estarán poniéndole demasiada atención?

Estaba sorprendido dentro de él, justo cuando Yuuta estaba libre se acercó sonriendo con amargura, por cierto, a él le hablaban mucho las chicas, pero parecía que ya estaba acostumbrado.

— Entiendo que no puedas dejar de preocuparte por lo popular que es, pero no es como si pudiéramos dejar que estés preocupado por ella todo el tiempo, nosotros también te ayudamos.

— Kadowaki…

Sintió que por esta clase de cosas es que era popular, sintió como su pecho se calentaba.

— Bueno, no me gustaría que un amigo tuviera malos recuerdos… estaban estorbando nuestro alivio.

— ¿Alivio?

— “No molesten el ambiente agridulce malditos” creo que todos los de la clase piensan lo mismo.

— Lo siento, no sé de qué estás hablando.

¿Qué está diciendo este tipo? Se le quedó viendo de esa manera, no podría culparlo, para Amane no estaba escuchado más que juegos de palabras pero a yuta le parecía divertido mientras dejaba salir esas frases incomprensibles.

— Bueno, solo digamos que Shiina-san te ama, creo que se siente bien verlos a los dos.

— Eso es lo mismo que estarnos vigilando.

— No, bueno, es que entran en el campo de visión naturalmente cuando están coqueteando.

— No coqueteamos.

— No, no, no.

Amane apretó los labios, no es como si lo estuviera haciendo a propósito, no lo recordaba pero es cierto que pudo haber muchas ocasiones en las que se dejaba llevar por el ambiente y terminaba tocándola.

(… Tengo que tener cuidado).

Pero aun diciendo eso, siempre ha sido inconsciente, Yuta al ver que Amane se quedaba callado sonrió con diversión “bueno, mientras que sean felices la verdad no importa” Amane apretó con más fuerza los labios que cerraba por la vergüenza.

— Amane-kun.

Amane regresó a la parte de atrás y allí se encontraba Mahiru acercándosele con un extraño brillo en los ojos, pero era diferente a su sonrisa de antes, era aquella sonrisa que solo le dirigía a Amane y él hizo lo mismo mientras la recibía.

— ¿No estás cansada?

— Estoy bien, todos son considerados… aunque todos se sorprendieron cuando intimidaste al tipo que me había apuntado con la cámara.

— Ah… bueno, estaba escrito que se prohibían las fotografías y se le dijo de antemano, no podía ignorarlo.

— Todos estaban muy emocionados.

— Bueno…

Por algún motivo los veían de manera cálida, pero aun diciendo eso Mahiru no parecía darse cuenta, ¿será que no se dio cuenta? ¿Estaba acostumbrada? No lo sabía pero por ahora parece que no pensaba en eso. Mahiru volteó a ver al frente de la tienda.

— Hay muchos más clientes de lo que pensaba.

— ¿No será por el efecto de arrastre? Ese que cuando vez una fila dan ganas de acercarse a ver qué pasa.

— Puede que así sea pero…

Volteó a ver a Amane.

—… Si tienen una persona objetivo creo que vendrían, parece que así era por las voces que escuché de afuera.

— Bueno, después de todo habrían muchos que vinieron a verte Mahiru…

—… Amane-kun, parece que tengo que hablar de muchas cosas contigo cuando termine el festival cultural.

— ¿Eh? ¿Por qué?

— Muchas cosas.

Mahiru frunció las cejas sin esconder que había algo que no le agradaba, se le quedo viendo preguntándose si había pisado alguna clase de mina sin querer y desvió la mirada, cuando menos no parecía enojada, tanto como si estuviera avergonzada con las mejillas un poco sonrosadas.

—… Es injusto que estés vestido así.

— Si… acostúmbrate de una vez, ¿ya me viste desde que estábamos practicando verdad?

— La mirada con la que vez a los demás y con la que me ves a mi es demasiado diferente, es imposible.

— Bueno, es difícil para ambos.

No debería de ser lo mismo dirigirse a la pareja que dirigirse a un cliente, por más que sea una chica linda. Para empezar no podría encontrar a nadie que le ganara Mahiru en lindura, cuando se enoja, cuando se ruboriza la expresiones que le mostraba solo a Amane, era bastante adorable para él.

— No lo entiendes Amane-kun… incluso aunque te des cuenta a estas alturas no tengo la intención de entregarte.

Inclinó la cabeza cuando Mahiru de pronto cambió el tema de conversación, y como si se estuviera desquitando le pegó ligeramente en el pecho.

Lo que más inseguridad causaba de Mahiru trabajando en el festival cultural no era que atrajera las miradas, no hay un humano que pueda causar daño con una mirada, pero uno de los tres grandes deseos del hombre, era que apareciera alguien que se lanzara directamente chocando con el otro. Pasaba del medio día, ocurrió alrededor de 10 minutos antes de que Amane terminara con su turno.

Desde que comenzó habían muchos clientes varones que volteaban a ver a las chicas, después de todo no era de extrañar que las vieran hermosas, pero tenían que tener cuidado con aquellos que parecía que iban a hacer algo.

Amane terminaba de llevar los pedidos, tenía la bandeja en una mano mientras regresaba atrás… cuando vio como alguien extendía su mano hacia Mahiru, ella había terminado de entregar el pedido, pero ocurrió en el instante en que se disponía a regresar atrás, era algo evidente, pero Mahiru no podía ver a su espalda.

Extendía la mano en dirección a su falda, no, vio como intentaba tocarle el trasero y en ese instante Amane dio un paso, justo porque estaba cerca que en comparación lo vio moverse de manera lenta haciendo que Amane lograra estirar la mano.

— Cliente, ¿podría abstenerse de tocar a nuestro personal?

Antes de que la mano del hombre la tocara Amane deslizó la bandeja haciendo que tocara está en su lugar, cuando mucho intentó hablarle tranquilamente advirtiéndole. Sobre su expresión podría parecer tranquilo, pero por dentro estaba realmente molesto en el instante en que vio que intentaban tocar a su linda novia, las llamas de la ira estaban ardiendo.

Mahiru se sorprendió y se dio la vuelta al escuchar su voz, al ver la mano del cliente y la posición en la que Amane tenía la bandeja se dio cuenta de lo que ocurrió y retrocedió varios pasos temblando. Amane se puso frente a ella protegiéndola mientras mostraba la sonrisa más suave posible, cuando se dio cuenta toda la tienda se había quedado en silencio, sintió como las miradas se centraron en él pero Amane estaba tan molesto que no le importó algo como eso.

Pero al mismo tiempo se tranquilizó, ahora se había quedado un intento, podría dejarlo escapar, posiblemente se dio cuenta de que los de alrededor se le quedaban viendo fijamente a la mano, “no hice nada” como si quisiera decir que fue una coincidencia comenzó a retirar su mano, pero cuando pensaba en dejarlo ir al no haberla tocado se dio cuenta de algo.

— Por cierto cliente, ¿Dónde está su pase de entrada al festival?

De pronto cambió el tema de conversación y el hombre se quedó con los ojos bien abiertos.

— ¿Podría preguntarle algo? ¿Cómo hizo para entrar a la escuela? No tiene la banda que muestra el permiso de entrada.

Dentro de la escuela tendía que portarse una banda que se les entregan en el momento de la entrada, habían ocurrido muchos escándalos últimamente, así que habían comenzado a ser más estrictos con las personas que entraban en la escuela, no venía el nombre de los estudiantes, pero el color era diferente dependiendo del año escolar de la persona que lo invitó, todos llevaban bandas, después de todo las instalaciones de la escuela normalmente prohibían el paso a externos, y se había implementado el uso de las bandas para evitar que se mezclaran personas no invitadas.

Al señalárselo el hombre habló entre dientes “se… se me mojo y se rompió” Amane sonrió.

— Que extraño, se supone que estaban hechos a prueba de agua, además de que dice en el folleto que en caso de extravió podría dirigirse a pedir una reposición, por cierto, ¿De qué año y que grupo es el estudiante que lo invitó? ¿Puede contestar cierto?

— E… eso es…

—… Ni hablar.

Amane dejó de sonreír y se volteó a ver a los otros que trabajaban en la tienda.

— Lo siento pero ¿podrían llamar a algún maestro que ayuda al consejo estudiantil? Sería malo que dejáramos a alguien de fuera dando vueltas por allí.

— Ya se le ha llamado, uno de los maestros que estaba dando un rondín está en camino.

— Es de agradecer.

Kadowaki había actuado rápido y se encogió de hombros más aliviado, después de eso volvió a sonreírle al hombre acosador, por supuesto, era consiente que su mirada no sonreía para nada.

— Cliente, no solo lo que intentaba hacer antes, entrar en la escuela sin permiso es un gran problema, lo siento pero creo que le harán algunas preguntas.

Justo cuando estaba diciendo eso el maestro llegó al salón de clases acercándose al hombre, Mahiru a un lado de Amane dejó salir un suspiro, posiblemente le advertirían con fuerza haciendo que se retire, no sabía por qué haría algo como esto, no pudo más que quedarse atónito.

Estaba registrado que personas habían sido invitadas por que estudiantes, por lo que no debería de haber ninguna persona con sentido común que intentara infiltrarse, bueno, podría decirse que estuvieron a salvo por poco, mientras que no oponga resistencia solo han de dejarlo ir con una advertencia.

¿Cómo fue que entró? Le llamaba la atención pero seguramente ya le preguntarán los maestros, posiblemente el año que viene o si es muy rápido a partir de mañana pedirán que revisen las bandas antes de que entren en las tiendas. El hombre parecía querer decir algo pero Amane lo ignoró, vio cómo se fue junto al maestro y pudo ver como los demás sonrieron al ver que no había pasado nada.

— Siento mucho el escándalo, por favor continúen disfrutando de su comida.

Al leer el ambiente que había se disculpó, con el escándalo había echado a perder el ambiente del lugar, le dio la sensación de que comenzaban a hablar, pero Amane sin decir nada tomó la mano de Mahiru llevándola hacia atrás.

— ¿Eh? A… ¿Amane-kun?

— Después todo no falta mucho para el cambio de turno, descansa antes, espérame un poco para ir a cambiarnos juntos.

Seguramente no había ningún problema pudo ver las miradas de sus compañeros de clases, les saludó con las manos y bajando la cabeza se llevó a Mahiru a la parte de atrás haciendo que se sentara en una de las sillas. Mahiru aun parecía impactada, acarició su cabeza, pero no es como si pudieran irse los dos temprano, así que por ahora salió una vez más al frente.

Cuando llegó la hora del cambio de turno regresó a la parte de atrás y Mahiru se encontraba sentada esperándolo en silencio, por cierto, tenía una taza de café en la mano por lo que seguramente algún compañero de clases se la habría dado para que se tranquilizara.

Mahiru se dio cuenta de que Amane había regresado y volteó a verlo con una mirada suave y más tranquila, Amane le regresó una mirada igual de suave.

— Bienvenido.

— Ya regresé, ¿Te sientes mejor?

—… No creo que sea para que te preocupes tanto.

— Es normal que me preocupe.

En ese entonces le había preocupado y se la llevó atrás para que se alejara un momento, Amane pensaba que no se había equivocado en su decisión, intentó acariciar una vez más la cabeza de Amane que parecía insatisfecha, y cerró los ojos un poco avergonzada llevándose el café la boca. Después de corroborar que lo había terminado Amane tomó las cosas personales de Mahiru y lo puso sobre sus piernas, la escuela normalmente ya mantenía la temperatura, pero debido a que estaban entrando en otoño había bajado un poco la temperatura, habían muchos estudiantes que ya llevaban chaqueta, en esta acacion lo había traído pensando que Mahiru podría usarla pero…

— Vamos, si te lo pones encima aun con esa ropa llamarás mucho la atención.

Si caminaba por allí con el traje de maid la bañarían en miradas, además de que afuera de los edificios si estaba permitido tomar algunas fotografías, por lo que quería evitar que volviera a ocurrir otro escándalo. La diferencia de estaturas entre Amane y Mahiru era grande por lo que si se quitaba solo el delantal y se ponía su chaqueta debería ser suficiente para esconderse, desde antes Mahiru ya resaltaba, pero no había nada que hacer con que su belleza atrajera las miradas.

Se quitó el delantal y se puso la chaqueta que le habían entregado cerrando la parte de adelante, le dio la sensación de que se encontraba mejor que antes, estaba cerrando con fuerzas el puño, lo acerco a su nariz y comenzó a olfatearlo, Amane quería que no lo hiciera, era malo para su corazón.

Itsuki llegó con una sonrisa arreglándose la corbata al entrar en el turno de la tarde, frunció las cejas y él rio aún más.

Le dio la sensación de que había perdido con una expresión de malestar, pero Mahiru a su lado estaba parpadeando, así que sin nada que hacerle acepto las miradas, pero aun diciendo eso no es como si pudiera continuar, sacó su uniforme del locker, primero se quitó la chaqueta y el chaleco guardándolo, seguramente así no resaltará tanto al caminar por el pasillo, Mahiru también se puso de pie y guardó en el locker el delantal sacando su uniforme.

— Ya terminó nuestro turno, les encargo el resto.

— Claro, vayan a coquetear todo lo que puedan.

— Cállate, tú no andes coqueteando dentro de la tienda.

Le regresó eso pero como Mahiru le estaba tomando la mano no pudo decir nada más, de esa manera dejaron el salón de clases juntos.

Al salir al pasillo, después de todo podía verse más animado que de costumbre, aunque lo supieran de antemano había muchos clientes, era algo evidente pero se sentía un poco extraño un pasillo tan animado.

— Hay muchas personas.

— Parece que este año hay más invitados que el año pasado.

— Bueno, con tantos no es de extrañar que se les pasara un extraño.

Parece que costaba más dinero que lo invertido por otras escuelas en el festival cultural, la escala era grande, por eso es que pudo haber un infiltrado, un extraño, en cuanto dijo eso Mahiru se agachó, al darse cuenta que se le había salido puso un poco más de fuerza en su mano.

—… ¿Estás bien?

— Ah, sí, me sorprendí pero ya pasó.

Estaba preocupado, Mahiru al darse cuenta movió la cabeza a los lados, si en verdad estuviera bien no hubiera puesto esa expresión.

— Lo siento, debí de haberlo visto antes.

— Estabas ocupado, para empezar si hubiera sido más firme no…

— Ese tipo de personas continuarían aunque fueras firme, por eso es que debí de haberme dado cuenta antes.

Aunque ella se hubiera dado cuenta no podía hacer nada, para empezar no hay nada que hacerle con los acosadores, Mahiru parecía culparse a sí misma, pero sin importar lo que hiciera o dejara de hacer aquel hombre Mahiru no tiene la culpa.

— No tienes la culpa, es extraño decir que los provocas solo porque eres atractiva, no son más que palabras vacías, deberían de respetarse a todas las personas sin importar si son hombres o mujeres.

—… Um.

— Así que no lo digas como si fuera tu culpa.

Le susurró gentilmente y Mahiru frunció las cejas como si estuviera en problemas, acercó su cuerpo al brazo de Amane.

—… No quiero que alguien más me toque cuando ni siquiera Amane-kun me ha tocado.

Susurro ligeramente con su voz temblando, lo tomó bien de la mano, mientras caminaban volteo a verla, en la escuela ya se sabía que estaba saliendo con Tenshi-sama por lo que no servía preocuparse a estas alturas, el mismo Amane ya se estaba acostumbrando a esa incomodidad de ser observado.

— Casi no… Mejor dicho, me da la sensación de que casi no te he tocado.

— En ocasiones cuando te acabas de levantar estas empalagoso.

— ¿Podrías advertirme en ese momento? No soy un pervertido.

Al recibir el impacto de la realidad se le quedó viendo pero Mahiru le sonreía de manera atraviesa, parece que había regresado a estar animada.

— No creo que tocar el cuerpo de tu novia sea pervertido.

— Pero aun así…

— No me molesta.

— Si eres demasiado dulce conmigo en definitiva te tocaré.

— ¿No quieres tocarme?

— Bueno, soy hombre, me gustaría tocar toda clase de cosas, pero aún es muy pronto.

Por supuesto, tenía el deseo de querer tocarla, pero comprendía que sería difícil que lograra mantener la cordura así que no la tocaba más de lo necesario, también porque quería su aceptación, ella al contrario, le gustaba ser tocada por Amane, dijo que se sentía bien compartir su calidez, dijo que estaba feliz cuando Amane la tocaba, es solo que entre más la tocara las cosas irían escalando y no podría contenerse. Mahiru como si no supiera lo que había en el corazón de Amane comenzó a reír entre dientes mientras abrazaba su brazo.

— No me desagrada, mejor dicho, será mejor que lo sepas.

—… Lo sé bien.

Aunque supiera que se lo permitiría porque le gustaba, que lo volviera a dejar en claro era malo para su corazón, “la tocaré y derribaré cuando pueda tomar la responsabilidad” se llenó de determinación dentro de su corazón y acarició la mano que la sujetaba.