Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

EL GREMIO DE COMERCIANTES estaba tan abarrotado como ayer. No quería pensar que todo esto era mi culpa.

Al adentrarme en la multitud, me di cuenta de que Tiermina también estaba allí. Nuestras miradas se cruzaron.

“¿Yuna?”

“Hola, Tiermina. ¿Qué pasa? ¿Qué estás haciendo aquí?”

“Vine para ver si tenían trabajos en el gremio de comerciantes”.

“¿Estás buscando trabajo?”

“Sí, en realidad esperaba que me reincorporaran como aventurera, pero la familia lo vetó. Como puedo leer, escribir y hacer matemáticas, pensé que tal vez podría encontrar un trabajo que se inclinara más hacia eso, así que vine a ver en el gremio de comerciantes”.

Más murmullos entre la multitud: “Ella sabe leer y escribir…”

“Y hacer matemáticas…”

“Tiermina, ¿te interesaría trabajar para mí?”

“¿Para ti, Yuna?”

“He empezado un nuevo negocio. Serías un salvavidas si pudieras ayudarme”.

Necesitaba a alguien que administrara los huevos y fuera un intermediario con el gremio de comerciantes.

“Entonces, ¿qué tipo de trabajo es?”

“No estoy segura de explicarlo aquí…”

Había muchos comerciantes alrededor. Era una molestia desviarnos de nuestro camino, pero hice que volviéramos a la casa del oso para que nadie se enterara de mi plan de los huevos.

“Entonces, ¿cuál es tu negocio?”

Le traje algo de beber a Tiermina y luego le expliqué cuál sería el trabajo. Le conté cómo el orfanato mantenía los kokekkos y cómo pondrían los huevos. Le dije que quería vender los huevos al gremio de comerciantes.

“Cuando dices que quieres que administre las cosas, ¿te refieres a que quieres que administre los kokekkos? La verdad es que no he criado pájaros antes”.

“Los huérfanos se encargarán de las aves. Estaba pensando que administraras las ventas en el gremio de comerciantes”.

“¿Y por ventas te refieres?”

“Estaba a punto de ir al gremio de comerciantes para firmar un contrato de venta de huevos con ellos. Estaba pensando que podrías hacer las verificaciones de administración, finanzas, inventario y costos. Quiero que te asegures de que nuestros libros estén correctos y esas cosas”.

Incluso hablar de eso era un dolor. Si Tiermina no aceptaba mi oferta, tendría que hacer todo yo misma.

“Entiendo lo que estás diciendo, pero esto parece un gran negocio. ¿Estás segura de que quieres dejarme todo eso a mí?”

“No conozco a tanta gente en esta ciudad de todos modos, y al menos sé qué tipo de persona eres”. Cuando le expliqué mi razonamiento, Tiermina sonrió.

“Está bien, lo entiendo. Aceptaré el trabajo. Has estado cuidando a mis hijas y de mí, y ya estaba pensando en trabajar, así que estoy agradecida por la oportunidad”.

¡Gerente comercial adquirida! Mi trabajo se hacía cada vez más fácil.

Como ya había terminado de hablar con Tiermina, regresé al gremio de comerciantes para poner en marcha el negocio de los huevos. Todavía estaba lleno de gente. Esperando en la entrada del gremio de comerciantes como el otro día, era la misma vieja historia. Los pillé murmurando sobre “el oso”, e hicieron un agujero al verme.

“Yuna, eres increíble”.

Tiermina parecía aturdida al verlo. ¿Quizás ella no sabía lo que pasó con la serpiente negra?

Entré en el gremio y eché un vistazo al mostrador de recepción. Había varias personas allí. Traté de buscar a Milaine, pero parecía que no estaba cerca. ¿Quizás era su día libre? De hecho, esperaba encontrar a alguien que conociera. Cuando de mala gana me alineé en los escritorios, alguien me llamó desde atrás.

“Oh, Yuna. ¿Qué te trae aquí hoy? ¿Y quién es ella?”

Me di la vuelta; Milaine estaba detrás de mí.

“¿Por qué te acercaste sigilosamente a mí?”

“Estaba afuera en mi descanso. ¿Para qué viniste al gremio de comerciantes?”

“Tenía algo que quería vender, así que quería hablar contigo al respecto”.

“¿Y ese algo es?”

Los ojos de Milaine brillaban. Perdona , pensé, eso es aterrador .

“En ese caso, hablemos en otra habitación”.

Milaine se aferró a mí y me arrastró. Tiermina nos siguió.

“Entonces, ¿de qué querías hablar?”

Estábamos en una pequeña habitación privada. Había un gran escritorio rodeado de sillas. Nos sentamos frente a Milaine y saqué los huevos de mi almacén de osos.

“¿Son huevos de kokekko?”

“Me gustaría empezar a vender estos huevos. ¿Me puedes ayudar con eso?”

“¿Cuántos querrías vender, en promedio?”

“Por ahora, entre diez y veinte por día, pero más adelante espero apuntar a mil en un día sí puedo conseguir muchos”.

“¿Mil? ¿Cómo puedes recolectar tantos?”

“Criando kokekkos”.

“Estás criando pájaros… ¿esto está relacionado con la tierra alrededor del orfanato?”

Le expliqué mi plan de negocios.

“Entonces, ¿crees que sería posible vender los huevos con regularidad?”

“Veamos. Dependería del precio, pero es posible”.

“Dejaré el precio en tus manos”.

Dejar que el especialista hiciera lo que mejor sabe hacer fue lo correcto. De todos modos, no sabía cuánto valían los huevos.

“¿Estás seguro de que eso es lo que te gustaría?”

“¿De qué hay que preocuparse?”

“Forzarás a bajar el precio si inundas el mercado con huevos. No hace falta que te esfuerces en aumentar el número en circulación…”

“Tengo un par de razones para hacerlo, pero quiero que la gente común pueda comer huevos. Además, creo que la gente eventualmente se dará cuenta de que el orfanato está proporcionando los huevos. Es menos probable que la gente intente robar muchos huevos baratos que algunos caros. Eso también sería más seguro para los huérfanos.”

“Además, si son más baratos, tendremos muchas más comidas a base de huevo”.

Milaine y Tiermina parecieron sorprendidas por mi explicación. Aparentemente, no importa en qué mundo estés, operar un negocio sin pensar mucho en su margen de ganancia te pone en minoría.

Las tres hablamos y redactamos un contrato. Todos los días, alguien pasaría por el gallinero cerca del orfanato a buscar los huevos. Dejaríamos los precios al gremio. Después de todo, sería un problema si fueran demasiado caros y no se vendieran. El gremio proporcionaría restos de verduras para la alimentación. Eso le quitaría la carga a Liz. Tiermina se encargaría básicamente de la entrega. Mantendríamos en secreto cómo se obtenían los huevos y quién los producía. Además, escribimos un cierto “algo” en la última cláusula.

“¿Es este contrato aceptable?”

“Sí, está bien”.

“Bueno, entonces, te registraré en el gremio de comerciantes, así que si eres tan amable de permitirme ver tu tarjeta del gremio”.

“¿Quieres que me registre?”

“Por lo general, debes estar registrado en el gremio si deseas hacer negocios legítimos”.

Ojalá no me mirara como si estuviera diciendo “incluso los niños pequeños lo saben”.

“Entonces, ¿solo necesitas que me registre?”

“Me temo que también necesitaré que Tiermina se registre. Cuando realicen transacciones con los huevos, deberán verificar sus tarjetas de gremio”.

“En ese caso, ¿puedo usar la tarjeta que me hizo el gremio de aventureros?”

“Sí, todas las cartas de gremio son fundamentalmente iguales. Todo lo que estamos haciendo es agregar información a la tarjeta, asi puedas usar la misma que creaste en el gremio de aventureros”.

Tiermina y yo le entregamos nuestras tarjetas de gremio a Milaine. Después de tomarlos, Milaine se dirigió a un panel de cristal en la esquina de la habitación, colocó las tarjetas allí y las procesó. Tomó un par de minutos.

“Debería explicar cómo funcionan el gremio de comerciantes y estas tarjetas”.

Revisé la tarjeta.

Nombre: Yuna

Edad: 15 años

Clase: Oso

Rango aventurero: D

Rango comerciante: F

Como siempre, mi clase era oso.

“Al igual que el rango de aventurero, el rango de comerciante indica tu nivel de comerciante. Cuanto más aumenta tu rango, más aumenta tu credibilidad. Como resultado, al hacer negocios en una nueva ciudad, un rango más alto te otorgará un trato más preferencial”.

“¿Preferencial cómo?”

“Por ejemplo, esas ciudades pueden permitirte alquilar mejores parcelas de tierra, presentarte a las personas que necesites o permitirte tener mejores materiales, ya que pareces una buena inversión”.

Ya veo , pensé. Entonces mi reputación aumenta junto con mi rango. Eso es básicamente lo mismo para los aventureros.

“Por cierto, ¿cómo puedo aumentar mi rango?”

“Eso sería a través de la contribución al gremio. En pocas palabras, se basa en la cantidad de impuestos que recojas”.

Eso fue bastante simple.

“Además, esto se aplica a cualquier ciudad a la que vayas, pero tendrás que recibir permiso para comerciar en el gremio de comerciantes donde quiera que vayas. Si haces negocios sin permiso, terminarás siendo penalizada, así que ten cuidado”.

Básicamente, no querían que hiciera negocios de forma arbitraria. No estaba planeando montar una tienda ni nada en este momento.

“Además, al igual que con el gremio de aventureros, puedes depositar dinero aquí. Debes tener en cuenta que todo el dinero que deposites en el gremio de aventureros se combina con la cantidad que deposites aquí. También puedes retirar dinero en cualquier gremio”.

Recibí la misma explicación en el gremio de aventureros, pero no usé esa función. Tenía el almacén de osos y la fortuna que el dios había convertido para mí. Otros cien millones de yenes no supondrían ninguna diferencia si ya tuvieras diez mil millones.

“Entonces, ¿cómo le gustaría que manejáramos las ganancias de los huevos? ¿Quieres eso en efectivo? ¿Prefieres depositar el dinero en tu tarjeta o en la de Tiermina?”

“Por favor, deposítalo en la de Tiermina”, dije sin vacilar.

“Espera un segundo”, dijo Tiermina. “¿Quieres decir que estás depositando todo el dinero conmigo?”

“Bueno sí. Tengo que pagar tu salario y el de los niños, además probablemente habrá gastos. Sería una molestia para mí preparar todo el dinero cada vez”.

“Aunque me alegro de que confíes en mí, prefiero no ser responsable de lo que podría acabar siendo una gran suma de dinero”.

“En ese caso, ¿qué pasa si decidimos una determinada cantidad de dinero? ¿Qué tal si depositamos solo la cantidad que Tiermina necesitaría en su tarjeta y ponemos el resto en la tuya, Yuna?”

“¿Podemos hacerlo?”

“Sí, a menudo hacemos eso para los comerciantes que tienen personas responsables de las acciones y la gestión de los salarios”.

Después de decidir la cantidad de dinero que necesitábamos para el salario de Tiermina y de los niños -y para cualquier gasto necesario- decidimos que el resto se depositaría en mi tarjeta.

Como habíamos descubierto cómo haríamos las cosas en el futuro, dejé el gremio. Si necesitaba hacer algo más, podría volver más tarde. Le di a Milaine los huevos que había traído hoy gratis para que los valiosos clientes del gremio pudieran probarlos. Primero tenía que hacer algunos gastos antes de empezar a ver beneficios.

Con el gremio detrás de nosotras, nos dirigimos al orfanato para presentar a Tiermina y hablar sobre nuestro próximo movimiento. Básicamente, le pedí a la directora que administrara el orfanato como de costumbre. Entregaría el salario que los niños ganaran a la directora y haría que ella hiciera los arreglos necesarios para cubrir sus necesidades. Le pedí a Liz que se ocupara de los niños y, por supuesto, calculé lo que le pagaría. Le pedí a Tiermina que manejara los huevos y el dinero. Quería que ella fuera el rostro de las operaciones al tratar con el gremio de comerciantes.

¿Y yo?

No movería ni un dedo.

Hice el gallinero y las paredes, atrapé los pájaros e hice el contrato con el gremio. Ya no tenía ningún papel, excepto atrapar más pájaros. Dado que sería un problema si los atrapaba a todos cerca de la aldea, iría más lejos para conseguir los demás.

Debido a eso, aumentamos el número de kokekkos que teníamos a trescientos e incluso tuvimos algunos polluelos que nacieron de los huevos de cría.

Entonces, un día, lord Cliff me visitó.

“Bienvenido, Lord Cliff. ¿Qué te trae por aquí?”

Al menos le di la bienvenida cortésmente.

“Yuna, tengo algo que quiero preguntarte”.

“¿Qué podría ser eso?”

“¿Por qué no vendes huevos a la familia Fochrosé?”