Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 12

Capítulo 65: En La Cuña Del Pecado

Parte 1

 

 

En cierta tierra del Mundo Exterior…

Todos los objetos hechos por el hombre eran desgastados por el tiempo. Incluso lo poco que quedaba era robado por el flujo interminable del tiempo. En poco tiempo, los fragmentos que la humanidad recordaba del mundo pasado desaparecerían por completo.


Hasta en el Mundo Interior… nadie recordaba cómo había sido el mundo. Cuando aparecieron los Demonios, todos los registros se perdieron. Si hubiera algo que despertara la voluntad de las siete naciones para dirigirse hacia el exterior… una voluntad por la exploración y la aventura fuera de lo conocido, entonces tal vez la humanidad todavía podría salvarse.

No. No importa qué mundo, o qué amenaza apareciera, los humanos siempre se pelearán entre ellos. En el mejor de los casos, fueron la razón y la inteligencia las que suprimieron las semillas del conflicto. Así que una vez que perdieran el control sobre eso, empezarían a imponer sus ideas e ideales a los demás. Y al final, utilizarían la fuerza para poner de rodillas al otro bando.

Dado que los conflictos territoriales se producen incluso entre animales, quizá el conflicto sea inseparable de la esencia de la vida. No se trata de una cuestión de alta o baja inteligencia. O más bien, cuanto mayor es la inteligencia, más astutos y sofisticados son los métodos utilizados para hacer que el otro se someta.

¿Cuáles son las normas y los modelos? Una vez derrumbada, restaurar la humanidad era una tarea difícil. Incluso algo tan sencillo como en qué debían basarse las normas se volvió mucho más impreciso.

Las normas provisionales que se establecieron eran simplemente vínculos para mantenerlos a raya. Básicamente, hacían las mismas cosas ahora que entonces. Por mucho que los Demonios los arrinconaran, repetirían los mismos errores una y otra vez. Aunque gritaran que no debían volver a ocurrir, seguían dando los mismos pasos.





Si eso es el karma -el karma de la humanidad y del Mundo Interior-, las siete naciones eran como el lugar de descanso donde habían arrojado sus pecados en la oscuridad.

A decenas de kilómetros de la barrera protectora de Babel, construida entre la gran nación de Iblis y la robusta nación de Clevideet, había un edificio que no se extendía hacia arriba, sino hacia abajo, en espiral hacia las profundidades de la tierra. Su nombre era Prisión de Troya.

Era una prisión en forma de cono invertido que llegaba a varios cientos de metros de profundidad, con agujeros excavados horizontalmente en las paredes para formar las celdas. En su interior había criminales mágicos demasiado horribles para albergarlos dentro de las fronteras de una nación. Las siete naciones tenían un pacto para enviar allí a sus criminales. Todos los que estaban allí tenían condenas tan largas que probablemente no se les permitiría volver a ver el sol. Cuanto más abajo estaban, más graves eran sus pecados. Los que estaban en el fondo, lo peor de lo peor, estaban fuera del alcance del sol.

La prisión estaba hecha con placas que no permitían que se filtrara nada de maná. Además, todos los prisioneros estaban obligados a llevar collares que les impedían dejar salir maná o construir hechizos. Cualquiera que intentara escapar tendría que enfrentarse a eso. Incluso si se escapaban, no había gente ni edificios cerca de ellos en varias decenas de kilómetros. Estarían vagando por el Mundo Exterior gobernado por los Demonios sin la capacidad de usar maná o hechizos.

Las siete naciones supuestamente no tenían la pena de muerte. Sin ella, los sospechosos de haber llevado a cabo experimentos y planes inhumanos podrían seguir siendo expuestos. En otras palabras, si eran ejecutados, nunca se revelaría el verdadero estado de lo ocurrido.

Sin embargo, eso era sólo una excusa. En realidad, todo quedaba intacto en la oscuridad de la vaguedad y la irresponsabilidad. Pero ese no fue el único ejemplo. El sistema político de las siete naciones se formó para desviar la atención de la gente del mito de la seguridad que era el Mundo Interior. No era más que una ilusión de paz; todas las amenazas se disimulaban, se ocultaban en la oscuridad, y la verdad se manipulaba hábilmente para mantener la conciencia pública centrada en otra parte.

En ese sentido, la Prisión de Troya era una cuña de la oscuridad que era el karma de la humanidad, clavada profundamente en el suelo.

―Alcaide, la Dra. Kwinska de nuevo desciende a la zona de no contacto. ¿Qué debemos hacer?


En la sala de vigilancia, un nuevo guardia hablaba con el alcaide en tono exasperado. Llevaba un uniforme impecable y sus zapatos estaban pulidos e inoxidables. Era como si fuera la encarnación del estricto sistema de la prisión. Nadie visitaría nunca un lugar tan remoto como éste y, por lo tanto, no había nadie que lo viera, pero su sola apariencia lo hacía parecer el guardia perfecto.

El hombre fue destinado aquí hace medio año. Aunque era un recién llegado, sólo tenía treinta años, así que no se consideraba realmente una degradación. Pero seguía siendo como una mala tirada de dados.

Aunque se trataba de una prisión de alto secreto administrada por las siete naciones, debido a su ubicación, su personal estaba formado principalmente por personas de Iblis y Clevideet. El nuevo guardia no era una excepción, ya que procedía de Iblis. Se había sorprendido de lo remoto que era el lugar, habiendo arriesgado su vida para llegar hasta aquí.

―Deja que la profesora haga lo que le plazca. Mientras haga lo que tiene que hacer, podemos hacer la vista gorda hasta cierto punto. Además, nada bueno puede salir de involucrarse con esa científica loca. Asegúrate de recordarlo ―El alcaide, que llevaba un uniforme que parecía que se iba a romper en cualquier momento debido a sus abultados músculos, dejó escapar un pesado suspiro.

Como se esperaba del alcaide de una prisión de alto secreto, su fuerza era auténtica. Aunque tuvo que renunciar a su ranking cuando se convirtió en alcaide, originalmente fue un candidato a Magicmaster de Dígito Único. Pero esa fue la razón por la que fue nombrado. En otras palabras, su extraordinaria habilidad era la forma más eficaz de garantizar la seguridad de los guardias.

Aun así, era natural prepararse para cualquier eventualidad. Todos los guardias de aquí, por pequeño que fuera su trabajo, eran lo suficientemente fuertes como para cazar poderosos Demonios en el Mundo Exterior.

Por cierto, los guardias rara vez salían de la prisión. Sólo salían cuando los Demonios se acercaban a la prisión debido a circunstancias imprevistas, quizás una vez al mes. En esos raros casos, los Demonios solían ser erradicados al instante por una fuerza de ataque.

Las otras veces era cuando se abastecía la prisión. Traer comida y otros suministros era un gran trabajo y a menudo se enviaba a los guardias a ayudar. En general, tenían pocas oportunidades de hacer uso de sus poderes de Magicmaster. Así que, después de todo, tal vez fuera una degradación.

Entonces el guardián volvió a hablar como si hubiera recordado algo.

―¿Cuándo volvió a morir el conejillo de indias favorito de la profesora?

Publicidad G-M3



―Creo que ya estaban muertos cuando fui nombrado… aunque parece que el informe no ha llegado todavía a la nación.

Efectivamente… el conejillo de indias de la Dra. Kwinska. Hacía mucho tiempo que su imagen en la pantalla del monitor no movía un músculo. Su celda en la parte más profunda de la prisión seguramente ya estaría llena de un insoportable hedor a podrido.

Publicidad M-M5

―Bueno, no importa ―respondió el alcaide con displicencia―. A nadie le va a importar quién o cuántos mueran aquí. Después de todo, los que están aquí no tienen otra forma de ‘servir al pueblo’ que esa. Y no es que vayan a salir de aquí antes de morir… o incluso después de morir.

―Ja, ja, eso es cierto. Oh, es casi la hora de la comida de los prisioneros.

―Ya, eh. Eh ―El alcaide miró el reloj de la pared, y luego dio órdenes al jefe de vigilancia de la sala.

El jefe se ajustó la gorra militar, saludó y dio una alarma lo suficientemente fuerte como para que resonara en toda la prisión.

―Alcaide, ¿cuánto debemos distribuir hoy? El consumo ha sido bastante intenso últimamente. A este ritmo, nuestro suministro se acabará y no duraremos otro mes.

La cantidad de comida que se distribuía cambiaba a diario según el capricho del alcaide. Sin embargo, últimamente, debido a ciertas circunstancias, la comida de varios días se había consumido con gran rapidez. Al estar tan alejados, una vez que se agotaban los alimentos pasaba un tiempo antes de que pudieran reabastecerse. Cuando esto ocurría, los prisioneros recibían menos comida y, en el peor de los casos, nada en absoluto durante varios días. Era una situación que ocurría cuando había retrasos en la obtención de suministros, pero esta vez podía ser aún peor.

El jefe estimó que una cuarta parte de los prisioneros podría llegar a morir de hambre. Sin embargo…

―Reparte todo lo que queda hoy ―dijo el alcaide en un tono casi cruelmente claro.

―Entendido ―Los labios del jefe se crisparon ligeramente, pero dio las instrucciones con toda crudeza.

El nuevo guardia, que escuchaba nervioso su conversación, frunció el ceño y arrugó la frente. Estuvo a punto de abrir la boca por un segundo, pero dudó. Como recién llegado, no tenía derecho a interferir en la decisión del alcaide.

En realidad, la prisión no había sido construida sólo para contener a los peores criminales mágicos. Por muy graves que fueran sus crímenes, no habría merecido la pena construir una estructura tan enorme en el Mundo Exterior. Los prisioneros confinados en la Prisión de Troya eran convictos de primera clase, y aunque no había pena de muerte, sufrirían un castigo más severo que la muerte.

Para los que utilizaban la magia, el castigo provisional era el más duro y severo. Se les clavaban tubos especiales en el cuerpo que les drenaban continuamente el maná. La duración del procedimiento dependía de la gravedad del delito, pero para los prisioneros del nivel más bajo, el dolor continuaba mientras estaban despiertos. Se les drenaba el maná hasta justo antes de que alcanzaran su límite… entonces el dispositivo se apagaba automáticamente cuando se agotaba el maná, y se volvía a encender cuando se recuperaban, lo que lo convertía en un castigo espantoso con un dolor interminable.

El maná almacenado se supervisaba con estrictas medidas de seguridad en la sala de control, y se enviaba al Mundo Interior a través de una tubería subterránea después de que la Dra. Kwinska diera su aprobación. Primero se recogía y comprimía el maná, y luego se activaba la tubería varias veces al mes en las horas de la mañana, cuando los Demonios estaban menos activos.

Después de algunas dudas, el recién llegado finalmente habló.

―Alcaide… ¿es por los atrasos en el restablecimiento de la tubería?

Había escuchado que la tubería se rompió hace unos meses y que se estaban enviando ingenieros para arreglarla. También había oído que no iba bien.

Publicidad M-M3

El alcaide asintió ligeramente como respuesta.

―Los Demonios han estado extrañamente activos últimamente. Así que tenemos que reunir y comprimir todo el maná posible para la próxima transferencia. Para eso está la comida. Así que dejaremos que coman lo que queda.


―Pero si se acaba…

―Tendrán que ayunar por el momento. Si algo imprevisto sucede como resultado, no se puede evitar.

―Pero si eso ocurre, ¿no se desesperarán y usarán sus últimas fuerzas para amotinarse y escapar?

Publicidad M-M2

“Si pudieran hacer eso, hace tiempo que me habría ido. No te olvides del collar que llevan al cuello. Aunque lo intentaran, no podrían liberar suficiente maná para construir un hechizo. El que inventó eso fue un genio”, explicó el alcaide al nuevo guardia, mientras se encogía de hombros.

―Ni siquiera yo puedo quitar el collar de sellado de maná. Si intentas quitarlo por la fuerza, o detecta maná por encima de sus límites, explota. E incluso si de alguna manera se ocupan de eso y logran escapar, estarían atrapados en el Mundo Exterior sólo con sus habilidades físicas. ¿Crees que serían capaces de volver al Mundo Interior con vida?


El guardia negó con la cabeza. Sería imposible que alguien que ni siquiera podía usar hechizos básicos sobreviviera en el Mundo Exterior, que estaba repleto de Demonios.

La historia mostraba lo que les había sucedido a aquellos que habían intentado oponerse a los Demonios sin magia. Así fue como la población y el número de países se redujeron drásticamente, y por eso estaban atrapados viviendo en el pequeño Mundo Interior.

―Eso sí, la profesora dijo que casi estamos al límite de la capacidad ―continuó el alcaide.

―Sí, la profesora también sigue en la zona restringida. ¿Debo llamarla de nuevo?

―No, está bien. Iré allí personalmente. De paso, comprobaré los rostros sombríos de los presos que están con un pie en la tumba.

―Entendido. Por favor, tenga cuidado.

La única vigilancia en la parte más profunda de la prisión de Troya -la quinta capa- era a través de monitores. Para empezar, ninguno de los guardias habituales quería bajar allí, y sólo se permitía a unos pocos restringidos, entre ellos el alcaide y la doctora Kwinska.

En la capa más baja de la prisión estaban los peores criminales mágicos de las siete naciones. Era realmente como el fondo del infierno. El mero hecho de entrar en ella podía considerarse extremadamente peligroso.

Los pasos del alcaide resonaban en el pasillo. Ahora mismo los prisioneros estaban comiendo la comida que había ordenado al jefe.

Normalmente, la comida era uno de los mayores placeres de la prisión. En la prisión de Troya, lo único que se oía era el sonido de los presos atiborrándose de su sustento. Pero cuando el alcaide descendió por las escaleras de caracol, los presos dejaron de emitir sonido alguno. Se obligaron a cerrar la boca, aunque sufrieran el drenaje de su maná, para no destacar.

Al final de la pared había un agujero que descendía. Al abrirse, el aire húmedo y estancado salió a borbotones. El alcaide lo ignoró y continuó bajando. El débil olor a muerte se hacía más intenso cuanto más bajaba.

***

 

 

En la oscuridad de la capa inferior, se mantenía una extraña discusión.

―¿Qué tal si limpia ya ese cadáver, profesora? Lleva ahí mucho tiempo. Ya estoy acostumbrado. Francamente, ya ni siquiera puedo decir si todavía apesta ―dijo un hombre extrañamente intrépido desde su celda. En esta prisión era el único con la suficiente compostura para hablar con una emoción normal en su voz.

Publicidad M-AB

Saikyou Mahoushi Volumen 12 Capitulo 65 Parte 1 Novela Ligera

 

 

Saikyou Mahoushi Volumen 12 Capitulo 65 Parte 1 Novela Ligera

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios