Otonari No Tenshi (NL)

Volumen 6

Capitulo 4: Cita En Casa Con Tenshi-sama

Parte 1

La preocupación del día anterior mientras se encontraban de compras terminó siendo certera.

— Está lloviendo.

— Si, está lloviendo.

Pero no era ligera, era una gran lluvia que creaba un gran sonido cada que una gota chocaba contra el suelo, Amane y Mahiru se vieron mutuamente mientras asentían. Se habían dado a la idea cuando vieron el pronóstico del tiempo, pero pensando en los tiempos parece que desde cierto día las posibilidades de lluvia eran altas, y se quedaron sin poder decir nada. Afortunadamente no había viento, a pesar de la cantidad de lluvia no había ninguna advertencia de precaución, por lo que sus padres ya habían salido a trabajar. No había nada que hacerle con que tuvieran que salir a trabajar, pero Amane y Mahiru no salieron, realmente no es como si no pudieran salir, pero sería un desperdicio para la ropa con este clima, y estaba la posibilidad de que terminaran enfermándose si se mojaban demasiado.

— Aunque salga preparándome para regresar como un gato mojado aun así es para dudar.

— No me gustaría que te resfriaras Amane-kun, así que idea rechazada.

— ¿Verdad? bueno, la pasamos en casa.

Después de todo ambos eran más de estar en casa que salir, por lo que realmente no les era difícil quedarse en casa, es cierto que era una pena que no pudieran salir, pero en casa tampoco estaba tan mal. Era cosa del destino, Amane se rindió rápido de salir y acarició la cabeza de Mahiru que se había encogido de hombros como si le fuera una pena.

— No pongas esa cara, basta con que salgamos después.

— Eso lo entiendo, pero habíamos hecho una promesa.

— ¿Tanto así querías ir a esa cita?

— Por supuesto, no es como si me desagradara pasarla contigo en casa, pero me gustaría hacer cosas que normalmente no podemos hacer en casa, solo de pensar que podría ver una faceta nueva de ti me emocionaba.

— Ya… ya veo… lo siento, a pesar de que lo esperabas tanto.

Terminó dándole algo de cosquillas y puso algo de fuerza en sus mejillas, pero afortunadamente Mahiru estaba viendo afuera por la ventana por lo que no pareció darse cuenta de la expresión extraña que estaba poniendo Amane.

— Pero de cualquier manera estoy feliz de poder pasarla tranquila contigo…

mientras que no me toques las orejas como lo hiciese la otra vez.

— ¿Verdad? ahora que lo dijiste me lo recordaste ¿quieres que te toque?

— ¡No! Es malo para mi cuerpo la manera en que me tocas y me susurras al oído.

— ¿Malo para el cuerpo? para empezar pareciera que por completo eres débil ante mí.

— Me gustaría regresarte exactamente lo mismo.

Al decirle eso Amane no tenía manera de responderle, no podía dejar que lo probara, cuando tocaba a Mahiru en las partes que era débil se encogía, dudaba hasta qué punto debía de atacarla, pero después de todo si superaba su capacidad huía y se molestaba, así que era un poco difícil saber hasta qué punto debía contenerse.

— No tengo ninguna parte débil como tú, así que no terminaré reaccionando así

— ¿Lo acabas de decir verdad? te mostraré que puedo hacer que pierdas la fuerza de tus piernas.

—… Terminarás así primero.

Mahiru terminó sonriendo a pesar de que era débil en los oídos, estaba roja mientras parecía arrepentirse. Sabía que si le susurraba o tocaba las orejas por un tiempo hacia que perdiera las intenciones de continuar, no sabía que decir a estas alturas, pero parece que Mahiru no quería que se enterara de eso.

—… Llegando a estas alturas no queda más que estar acaramelada con Amane-kun.

— Ya estás bastante ocupada con lo que tenemos, ¿Qué vas a hacer acercándote más?

Dejando de lado que perdiera la fuerza de las piernas, Mahiru le robaría el corazón y estaba en una situación en la que no quería que lo viera, por lo que era aún más difícil estar de acaramelados. ¿Qué hará haciendo que la quiera más? Posiblemente no podría salir de su habitación por un tiempo.

—… Estoy diciendo que eres injusto en eso Amane-kun.

— Bueno, no es como si no fuera vergonzoso, hay cosas que si no se dicen con las palabras no podríamos entendernos, y desde que comenzamos a salir no hay ningún problema, los humanos tienen que hablar para poder entenderse.

Le dio la sensación de que antes había ocurrido algo parecido, pero ambos mostraron la actitud que querían y lo que expresaban era insuficiente, ahora que se habían vuelto honestos podían evitar acumular estrés.

—… Me gusta cómo eres de racional.

— Gracias… desde que comenzamos a salir has tenido muchas oportunidades para decirme lo mucho que te gusto.

— E… eso es…. este… era mucho que no podía contenerlo…

—… O…

Mahiru susurró como si le fuera vergonzoso, entendía bien que no lo estaba diciendo solo por decirlo, para empezar no es como si Mahiru dijera las cosas a la ligera, desde antes de que salieran ya le hablaba con lo que en verdad pensaba, por lo que seguramente esas palabras venían de su corazón. Que se lo dijera de frente y de repente le hizo sentirse avergonzado, pero después de vagar un poco con la mirada Mahiru por fin se dio cuenta de cómo se encontraba.

— ¿Te dio vergüenza?

— ¿Tiene algo de malo?

— No, me da la sensación de que por fin hice un punto.

—… ¿Por fin? El día de hoy apenas acaba de comenzar.

— Entonces parece que tiengp que ser la que lidere.

— Aunque creo que es algo imposible.

— ¿Qué estás diciendo?

— Normalmente ya se puede ver el resultado.

—… Siempre terminas haciendo que pierda.

— Bueno, esfuérzate.

Si hablara con sinceridad de vez en cuando le gustaría que lo consintiera, le gustaba tanto Mahiru que no podía a hacer nada y solo le decía lo que sentía, por lo que no podía quedarse sin hacer nada. “si puedes hacer algo inténtalo” intentó tomar esa actitud, pero Mahiru por algún motivo sonrió llena de confianza, cuando de pronto Mahiru tomó una caja de plástico que estaba sobre la mesa.

— Eso tenemos, así que vamos a probar tu resistencia.

— Espera, ¿de dónde sacaste eso?

De alguna manera entendió lo que era, dentro de la caja de plástico habían algunos discos, además de que estaba escrito en marcador grande “recuerdos del primer año” en el instante en que lo vio sintió que ya estaba por rendirse.

— Es la colección de Shihoko-san.

—.. ¿Qué le pasa entregándotelos por su cuenta…?

— “Si igual no van a poder salir entonces podrían ver esto” así que al final me prestó los DVD.

Shihoko y Shuto solían ver películas occidentales y habían toda clase de películas en la casa, es cierto que podría ser para matar el tiempo, pero aun diciendo eso Amane no pensó que le entregaría las grabaciones hechas en casa.

(No, aunque no está decidido que no le haya mostrado el álbum de fotos)

— No diré que no me agrada, pero no sé qué decir de ver mis propios videos.

Si ya vio su álbum entonces ya no servía quejarse a estas alturas, pero había la vergüenza que daba ver un video o una imagen era como el cielo y la tierra. Amane creís que no había dejado nada realmente vergonzoso, pero se trataba de Shihoko, no podía confiarse del todo, no le agradaba demasiado, pero si Mahiru quería verlas, si se lo prohibía al final terminaría sintiéndose mal.

— ¿Hiciste cosas tan malas?

— Era más consentido de lo que crees cuando era niño.

— ¿El Amane-kun que le gusta estar en casa?

— Puede que también pero… solo era un niño normal.

Puede que no se notara bien con solo las fotografías, pero cuando Amane era un niño era bastante activo, jugaba con los chicos del vecindario sin importarle que edad tuvieran, ahora que lo piensa bien puede que tuviera muchos amigos en ese entonces, podía verlo ahora de manera cálida, pudo crecer de manera saludable.

(Aunque ahora soy tan tranquilo como para no creer que soy el mismo)

—… Ahora quiero verlo más, ¿y al llegar diste una vuelta para saludar a los vecinos verdad??

— Bueno, creo que es amabilidad.

Recordaba que había personas que cuidaban de él además de su madre, aunque posiblemente todo fue gracias a las relaciones de Shihoko.

— El pequeño Amane-kun, creo que eras bastante lindo.

—… Si quieres verlo puedes hacerlo, pero no creo que sea algo divertido.

— ¡Claro que no! creo que es espléndido poder conocer a un Amane-kun que desconocía.

—…. Adelante, como gustes.

No parecía poder detenerla al ver como abrazaba la caja, así que preparándose para soportar la vergüenza dejo que Mahiru hiciera lo que quisiera.

— Cuando era pequeña casi no me tomaron fotografías o video, pero ahora pienso que hubiera sido bueno que hubiera algo.

Mahiru susurró eso mientras abrazaba la caja como si le fuera realmente apreciado, y Amane no pudo verla como si no pasara nada. Realmente lo dijo con un tono de voz como si no le fuera importante así que no era muy bueno que le llamara demasiado la atención, pero al ver su sonrisa un poco ambigua, parecía como si le doliera aun un poco las heridas del pasado, aunque fue solo por un instante.

Los padres de Mahiru no voltearon a verlo, cada que lo pensaba terminaba apretando los labios naturalmente, pero ahora desde el punto de vista de Mahiru solo sería una molestia, por eso es que se juró dentro de su corazón no volver a dejar que se sintiera sola.

—… ¿Eres de las que querían dejar recuerdos de cuando eras pequeña?

— Es un poco solitario si no hay nada después de todo, ya sean recuerdos buenos o malos, si después lo vez desde un tercer punto de vista podrás sentir como es que has crecido.

— Ya veo, entonces cuando llegue el momento tenemos que dejar muchos recuerdos.

Tomó la caja de las manos de Mahiru y encendió el reproductor, No le había dicho nada, pero Amane ya se había llenado de determinación, su determinación y sentimientos por ella no flaqueaban, podría decirse que era casi instintivo, le quería entregar todo lo que deseara desde el fondo de su corazón, no, tenía la confianza de que podría crearlo si es que no existía. ¿Podría tomarse de esa manera? Después de programar el reproductor regresó para sentarse a un lado de Mahiru, y ella lo vio con sus ojos bien abiertos.

— ¿Qué pasa?

— N… no… No es nada.

La respuesta no le decía nada mientras que su mirada parecía dar vueltas y le sonrió ambiguamente, parece que estaba avergonzada por algo, y después de que se aclarara la garganta volvió la mirada una vez más a la pantalla.

(Bueno, suele pasar)

Aun eran niños que no podían tomar responsabilidades, era sencillo imaginar y decir lo que pensaban, pero les faltaba todo para poder hacer las cosas realidad, el mundo real no era tan sencillo como para lograrlo todo solo con sentimientos. Para empezar debían de evitar que esa pasión cambiara y con el tiempo hacérle saber que iba en serio.

Mientras sentía calor en lo profundo de su corazón Mahiru le sonrió.

— Vamos, allí estoy de pequeño, bueno, aunque creo que todos son lindos cuando eran niños.

—… Qué lindo, aún queda algunos rasgos de cuando eras pequeño, pero después de todo tu mirada era más suave.

Como si retomara volvió a ver la pantalla y susurró “bueno, aunque ahora tengo una mirada afilada” sonriendo con amargura. Cuando era pequeño tenía una cara un tanto adictiva, no es como si tuviera confianza de eso, pero parece que incluso Amane le daba la sensación de que era lindo, sonriendo cuando era pequeño y se topaba con un perro del vecino, varios niños junto con Amane corriendo por el parque, Shihoko y Amane de pequeño intentando subir a la bicicleta por primera vez, eran escenas que no recordaba muy bien, pero las memorias pasaban una tras otra.

¿Lo que estaba pensando hace un momento desapareció de su mente temporalmente? Estaba viendo concentrada la televisión, si había olvidado el asunto Amane no podría pedir más.

— Ah, es el tipo que vivía en el vecindario y tiene mi edad, se siente un poco extraño poder decir que tenía amigos de la infancia.

Ahora sus relaciones ya se habían roto por lo que había pasado, pero era más que claro que no es como si deseara regresar al tiempo en que se llevaban bien con ellos. Amane no podía decir que el yo de ahora le gustaba del todo, pero estaba esforzándose para volverse quien deseaba ser, por lo que no es como si quisiera regresar a ser alguien quien no sabía lo que era sufrir, Para Amane eso ya era agua pasada por lo que Mahiru no dijo nada mas solo regresó la mirada a la televisión. Su voz gritando de alegría mientras jugaba le decía lo inocente que era.

—… Amane-kun, en serio que eras más activo que ahora.

— Bueno, era un niño después de todo, aprendí muchas cosas con los regaños de mamá… espera Mahiru, lo que sigue no es bueno.

En el video se encontraba la cámara avanzando por el pasillo de la casa, recordó que era lo que sucedía y se apresuró para tomar el control remoto y presionar el botón de pausa, fue algo demasiado repentino que Mahiru se quedó completamente quieta, también era para que ella no viera su vergonzoso pasado y eligió que sería mejor que no lo viera.

— ¿He? ¿Por qué lo detienes de pronto?

— No, me da la sensación de que lo que sigue no es nada bueno, más que vergonzoso para mi será vergonzoso para ti.

—… ¿En serio? ¿No es solo que no quieres que lo vea?

— No, no es eso, después no podrás verme a los ojos.

No se refería en que no podría verlo para nada de ahora en adelante, pero si Mahiru veía al Amane del video de seguro le sería difícil de verlo a la cara por un tiempo, Dudó un poco si explicarle de verdad lo que sucedía, pero después de pensar que sería mejor simplemente explicarle lo que sucedía en lugar de verlo sería lo mejor, y abrió la boca después de dejar salir un suspiro.

—……… Es que……… después del pasillo se encuentra la ducha, creo que ya lo

entiendes, pero es una grabación en donde me están bañando por completo.

¿Quería ver a un hombre desnudo aunque se tratara de un niño? Volteó a ver a Mahiru y ella se quedó inusualmente petrificada, Para Amane no creía que Shihoko le fuera a dejar esto a Mahiru, pero ella no se encontraba aquí.

—…….. ¡Lo siento mucho!

— Basta con que lo entiendas, cuando estaba pequeño mamá no sabía diferenciar entre lo que si podía grabar y lo que no.

— Ya… ya veo…

“¿Ya está bien verdad?” Amane interrumpió la grabación y Mahiru puso una expresión como si le fuera una pena encogiéndose de hombros a propósito.

—… ¿Querías verlo?

— ¡No me tomes como a alguien tan desvergonzada por favor!

— No, me da la sensación de que eres algo curiosa… Auch, entiendo pero no me pegues tan de pronto.

Mahiru pareció haber tomado en serio esa broma y se puso completamente roja mientras se cruzaba de brazos, era mucho dejarla molesta así que se disculpó con honestidad. Después de un tiempo estuvo con las mejillas infladas pero pareció que el calor de su rostro por fin se iba disipando, volteo a ver a Amane directamente mientras hacia una ligera mueca con los labios.

—… Amane-kun, eres malo.

— Perdón, no te enojes, ¿sí?

Si se burlaba demasiado podría terminar molestándose de verdad, por lo que de momento juntó las manos haciendo una sonrisa gentil, Mahiru desvió la mirada mientras inflaba las mejillas.

—.. Amane-kun, ¿Si estuvieras en mi posición también tendrías interés verdad?

— No, realmente no creo tener interés en niñas… mejor dicho, admites que tienes interés.

— ¡No sé nada! ¡Tonto!

Terminó por decir algo innecesario, pero cuando se dio cuenta Mahiru ya le había pegado suavemente en las piernas, no sabía que decir pero era cierto que estaba feliz de que mostrara interés en él aunque le diera vergüenza, mientras sonreía como siempre fue a la cocina a traerle algo de beber a Mahiru para que se tranquilizara. De seguro se habrá tranquilizado después de que Amane pusiera algo de distancia, además de que se tomó algo de tiempo para prepararle una bebida dulce de las que le gustaban a, Mahiru y cuando regresó a la sala de estar Mahiru se le quedo viendo fijamente.

— Vamos, no te enojes, te traje algo del chocolate helado que te gusta.

—… Creo que te equivocas de manera de hacer que este de buen humor.

— ¿No lo quieres?

—…. Moo… si lo quiero.

Mahiru lo aceptó con honestidad se lo entregó con una sonrisa. Se trataba de algo de chocolate, leche y hielo, le tomó un poco de tiempo prepararlo pero era una de las bebidas preferidas de Mahiru. Uso algunos utensilios por lo que necesitó algo de tiempo para recoger las cosas después, casi no solía prepararlo, pero parece que valió la pena ya que parecía de mejor humor, cuando menos para escucharlo.

Después de corroborar que Mahiru se llevara la bebida a la boca, le preguntó “¿Sabe bien?” y volteó a verlo como si lo culpara.

—… Es delicioso.

— Me alegra.

— Pero no me distraerás solo con algo delicioso.

—… No intentaba eso…

Mahiru vio de reojo a Amane mientras sonreía con amargura, para después ponerse de pie con su taza en la mano.

Terminó sudando frio, pero Mahiru se volvió a sentar de inmediato y su sudor desapareció, en cabio un sudor diferente salió.

—… ¿Mahiru-san?

—… El aire acondicionado está encendido y me dio frio.

Se había sentado entre las piernas de Amane, y volteó a verlo hacia arriba con una sonrisa traviesa, solo pudo tragar saliva mientras que dudaba si podía mantener la tranquilidad.

— ¿Qué es lo que deseas?

— No me importa lo que quieras hacerme, pero si haces algo extraño no sé qué es lo que pase con este chocolate.

Hace poco había dicho que le gustaba que la tocaran, pero cuando menos entendía que se estaba vengando.

— Aunque pareciera que te caería a ti.

— Si, lo hará.

— No haré nada.

— Así se habla.

Se había tomado a sí misma como un rehén, era una manera cruel de hacerlo, pero Amane era débil ante eso, de cualquier manera no tenía la intención de hacerle nada, pero Mahiru le había dado en el clavo, por lo que levantó ambas manos a modo de rendición.

— No te separes tanto, me da frio.

— Parece que también te has vuelto un poco egoísta.

— ¿No te gusta?

— Claro que no es eso, al punto de que me gustaría decirte que puedes ser más egoísta.

Mahiru normalmente era muy considerada, por lo que cuando menos quería que se dejara consentir por su novio, si había algo que Amane pudiera cumplirle entonces lo haría, si pudiera verla sonreír de felicidad entonces era lo mismo que ser feliz él. Pero Mahiru solía gustar de ser consentida, por lo que solía terminar poniéndose a la defensiva por su propio bien… pero la Mahiru de ahora parece que estaba siendo más honesta que de costumbre. Por cierto, parece que gracias al chocolate helado se había relajado bastante.

—… Ahora que lo pienso, ¿no hiciste para ti?

— Casi no me gustan las cosas dulces, además de que ya estoy lleno con verte.

Solo con ver como Mahiru lo bebía como si fuera realmente delicioso era más que suficiente para estar satisfecho y terminaba sonriendo sin querer.

— ¿A pesar de que es antes de medio día ya estas lleno?

— Mentalmente.

— Entonces no necesitas almuerzo.

— Lo necesito, lo necesito.

Eso era eso, y esto era esto, las cosas eran diferentes por lo que intentó responder con fuerza, y Mahiru entre sus brazos comenzó a reír.

— Eres rápido para cambiar de opinión Amane-kun, y eso que ya puedes cocinar con normalidad.

—… Quiero comer tu comida, si no es con la comida de Mahiru no puedo estar satisfecho, aunque me siento mal hacer que pierdas tiempo y esfuerzo.

Mientras lo decía le dio la sensación de que era un poco lamentable de su parte, estaba consciente de eso, pero como resultado de haberse acostumbrado a comer la comida de Mahiru, si no era la comida que ella preparaba no estaba a gusto. Por supuesto, no es como si la demás comida le fuera desagradable, solo que no se sentía satisfecho, puede que esa sea la mejor manera de decirlo.

— En serio no tienes remedio.

— Estoy consciente de que ya has atrapado mi estómago.

— Si sigues así eventualmente no podrás vivir sin mí.

— Ya no puedo vivir sin ti.

Ciertamente gracias a la ayuda de Mahiru ahora apodia vivir solo sin ningún problema, pero si podía sentir que tenía una vida plena eso era porque Mahiru se encontraba a su lado, para empezar era la primera vez que amaba a una persona y sentía que era lo más preciado que tenía, por lo que ya no podía verse viviendo en un mundo sin ella. Regresar a los días grises y repetitivos, prácticamente sería lo mismo que estar muerto, no solo por la cocina, se había hecho dependiendo de la misma presencia de Mahiru, por lo que si no estaba ella no podría vivir, lo dijo con fuerza para que Mahiru se diera cuenta de que lo decía con ese sentido.