Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 21

Capítulo 8: Ataque

Parte 3

Muy por encima de los cielos de Rodania, Rio estaba observando la pelea entre Hiroaki y Renji. Renji había balanceado su alabarda, noqueando a Hiroaki.

“…” En ese momento, Rio se puso la máscara en silencio. Era una indicación silenciosa de su intención de intervenir. Pero justo cuando comenzó su descenso—

“¡Rey Dragón!” Sora llamó.

“…” Rio hizo una pausa y la miró.

“Durante la Guerra Divina, el Rey Dragón usó sus poderes para otros muchas, muchas veces. Pero todos esos casos contaban para cumplir con su deber. Este conflicto entre humanos claramente no está relacionado con tu deber. Intervenir definitivamente activará las reglas”.

“Sí lo sé.”

“Hay un número limitado de máscaras. ¿Aún intervendrás de todos modos?”

“Lo siento, Sora. Probablemente voy a usar una de las preciosas máscaras que me diste.”

“Eso no es algo por lo que debas disculparte… Eso no es… Eso no es lo que Sora quería decir…”

Como trascendente, Rio ya se había convertido en una figura desconectada de los residentes de este mundo. Incluso si los salvara, no le expresarían ninguna gratitud. O incluso peor: podrían estar temporalmente agradecidos con él, pero pronto olvidarían cómo los salvó. Como un libro antiguo carcomido por los gusanos, solo sus recuerdos relacionados con Rio desaparecerían.

Claro, la situación podría estar bien esta vez. Tenían una máscara a mano. Pero si seguía interviniendo en el conflicto humano una y otra vez, las cinco máscaras que tenían no durarían mucho. Entonces, si intervenía sin máscara, Rio perdería sus recuerdos. Las personas que salvó hoy algún día se convertirían en personas a las que ni siquiera pensaría en salvar.

Salvarlos resultaría en recuerdos perdidos en ambos lados. No habría razón para luchar por alguien. Dejaría un gran agujero enorme dentro de él. Eso era algo que Sora había experimentado por sí misma, por lo que suplicó seriamente a Rio que lo reconsiderara.

“Gracias. Pero si no me mudo aquí, lo lamentaré por el resto de mi vida. De eso estoy seguro. Por eso quiero ir, por eso iré”, dijo Rio con una sonrisa amable. Aunque la pérdida de memoria para ambos lados debería haber sido aterradora, sabía que no se arrepentiría de sus acciones.

“…” Ante la resolución de Rio de sacrificarse, Sora se tragó sus palabras.

Al mismo tiempo, se dio cuenta de algo, no, lo recordaba.

“Así es… El Rey Dragón siempre ha sido este tipo de persona. Se lanzaba a los problemas por el bien de los demás, incluso si nadie lo recordaba, le agradecía o se demoraba en sus propios recuerdos. Siempre fue amable con los demás. Es por eso que Sora…”

Sora recordó los días de hace mil años. Salvarían a la gente incluso si eso significaba que la gente los olvidaba, y ellos se olvidaban de la gente. Perderían de vista por qué estaban luchando, pero Sora nunca se sintió vacío. Y eso fue porque…

Porque el Rey Dragón estaba allí.

El abrumador sentimiento de soledad había sido ahogado, reemplazado por amabilidad. Todo por la sola presencia del Rey Dragón.

Es por eso que no había necesidad de dudar.

Así como la soledad de los discípulos fue llenada por los trascendentes, la soledad de los trascendentes podría ser llenada por los discípulos.

“¡Ve, Rey Dragón! ¡Sora estará contigo todo el camino!” Sora dijo de todo corazón.

“Okay”, asintió Rio. Luego comenzó su descenso mientras disparaba balas de esencia mágica hacia abajo. Las balas que superaron fácilmente la velocidad del sonido se detuvieron justo ante Renji, quien acababa de tomar como rehén a Hiroaki en el suelo.

“¡¿Eh?!”

Ante el ataque que aparentemente había salido de la nada, Renji abandonó a Hiroaki y saltó hacia atrás.

“Así que eligió intervenir”, murmuró Reiss con un suspiro de molestia.

Inmediatamente después de eso, los orbes de luz desaparecieron. Fueron reemplazados por la vista de dos personas de pie junto a Hiroaki. El chico de cabello blanco con una máscara era naturalmente Rio, mientras que el otro era un Sora encapuchado. Sora se paró un paso detrás de Rio en deferencia.

Entonces Reiss está vivo… Rio miró fijamente el rostro de Reiss desde detrás de su máscara.

“¿Quién es ese…?” Roanna preguntó confundida. Basándose en la situación, había deducido que él era un aliado, pero no tenía ni idea de quién podría ser.

“¡Hssshaaah!”

De repente, el demi-dragón que Renji había estado montando siseó a Rio y Sora con miedo.

“Silencio. ¿Ante quién crees que estás?” Sora espetó con una mirada. El demi-dragón se calmó de inmediato con un gemido patético.

“¿Qué tal si lo dejamos por hoy?” Reiss ofreció de repente.

“¿Por hoy…?” Renji repitió con una mirada sospechosa.

“No puedo hacer nada para que el escuadrón invada la ciudad, pero al menos podemos abandonar nuestro puesto aquí”.

“¡¿Q-Qué estás diciendo, Reiss?! ¡Ya hemos llegado tan lejos!”

Desde un punto de vista objetivo, su victoria estaba casi garantizada. Era razonable que Renji reaccionara con ira ante la sugerencia de retirada de Reiss.

“Los Caballeros Aéreos del Reino de Beltrum superan en número a los restantes Caballeros Aéreos de Rodania. Ya hemos ganado. La ciudad ya está casi ocupada”, dijo Reiss, mirando hacia el cielo hacia el oeste.

“Entonces, ¿por qué nos retiraríamos aquí?”

“Ósea, solo míralo a él. ¿No te grita de problemas? Solo estamos participando en esta batalla como mercenarios, por lo que no hay necesidad de esforzarse demasiado aquí”.

“¿Estás diciendo que este tipo sospechoso con una máscara podría derrotarme? ¡Podría haber hecho una llegada dramática, pero está parado allí completamente desarmado!” Renji rugió en objeción.

“No sé quién eres o de dónde vienes, pero tampoco quieres pelear con nosotros, ¿verdad?” Reiss le preguntó a Rio, ignorando a Renji.

Espera… ¿Todavía tiene recuerdos de mí?

Rio miró a Reiss dudosamente. Sus palabras implicaban que se encontraban por primera vez, pero había algo sospechoso en su actitud. Reiss miró a Rio con una expresión ilegible. Se evaluaron el uno al otro con cautela por algunos momentos, pero Renji estaba descontento con eso.

“Reis. Si no luchas contra él, lo haré yo”, dijo, apuntando su alabarda a Rio con hostilidad.

“Bueno, no te detendré si insistes”, respondió Reiss con otro suspiro.

Mientras hablaban, Rio instantáneamente descongeló los pies de Hiroaki y lo levantó en sus brazos. Pero justo cuando se volvió para mirar a Sora, Renji atacó a Rio por la espalda.

“¡Hah!”

Se acercó a la espalda de Rio en silencio, blandiendo su alabarda con todas sus fuerzas.

“¡¿Eh…?!” Sin embargo, sin ni siquiera mirar atrás, Rio detuvo el golpe de Renji. Para ser más precisos, invocó una barrera de esencia mágica en su espalda, bloqueando el aire de la alabarda de Renji.

¿Artes espirituales…?

Las chicas espirituales vieron al instante lo que Rio había hecho. Sus ojos se abrieron ante la habilidad requerida para tal técnica.

No fue solo el grupo de Sara el que se sorprendió. Todos los presentes en la escena podían sentir que Rio era un oponente formidable. Pero si todos aceptaron eso era otro asunto.

“¡Tch! ¡No me menosprecies!” gritó Renji. Inmediatamente comenzó a congelar el aire que rodeaba a Rio, probablemente con la intención de congelar a Rio junto con su barrera.

“…” Fue en este punto que Rio finalmente miró a Renji. Lanzó una sólida barrera de esencia contra Renji, interfiriendo directamente con su arte espiritual de hielo. La colisión de dos artes espirituales opuestas solo podría conducir a un resultado: la activación de ambas artes, seguida por el lanzador más fuerte sobrescribiendo el arte del más débil.

Y así, el viento helado nunca terminó de tocar Río. El arte que Renji trató de invocar simplemente se dispersó en la nada.

“¡Ngh! ¡De ninguna manera! ¿Lo sobrescribió…?”

El intercambio de artes de alto nivel dejó atónitas a las chicas espirituales.

“¡U-Urk!”

Inmediatamente después, Rio liberó su barrera de esencia, dándole un movimiento hacia adelante. El obstáculo fijo se convirtió en una onda de choque, corriendo hacia Renji.

“Ugh…”

Mientras Renji volaba por el aire, Rio apuntó balas de esencia de luz a su cuerpo sin ningún movimiento de lanzamiento. Pero Renji creó hielo espeso para cubrir las áreas en las que era más vulnerable, bloqueando el ataque de Rio.

Él es bueno…

Los ojos de Rio se abrieron al ver cuán experimentado Renji parecía en combate.

“Maldición…”

Incapaz de matar por completo su impulso, Renji aterrizó pesadamente en el suelo. Con eso, pareció entender que Rio era mucho más fuerte que Hiroaki. Se distanció de Rio con cautela, aunque todavía parecía tener la voluntad de luchar.

“Sora.”

“¡Sí!”

“¿Puedes llevar a esta persona con los demás?”

Mientras vigilaba a Renji, Rio confió a Hiroaki a Sora. Fueron las primeras palabras que dijo tras llegar al lugar.

Por cierto, habían discutido si usar o no los nombres de los demás frente a los demás, pero finalmente decidieron referirse el uno al otro normalmente, ya que todos perderían los recuerdos de ellos de todos modos.

“¡Okay!”

Sora aceptó el cuerpo inconsciente de Hiroaki y rápidamente lo llevó hacia Roanna y los demás en la parte de atrás.

Esta voz…

¿Dónde lo había oído antes? Celia miró a Rio aturdida, temblando mientras el corazón se le salía del pecho.

“Toma, cuídalo”.

“C-Correcto…”

Sora le entregó a Hiroaki a Roanna para que lo cuidara. Después de responder con nerviosismo, Roanna cooperó con Flora para comenzar a lanzarle magia curativa.

“¿Hmm? Eres…” Sora notó que Celia estaba parada cerca y la miró a la cara como si se hubiera dado cuenta de algo.

“Sora.”

“¡De inmediato!” Sora respondió alegremente a Rio llamándola por su nombre y volvió a él como un cachorro leal, olvidándose de todo lo demás.

“Perdón por hacer tantas solicitudes. Viste a la chica de cabello lavanda subiendo al carruaje en la cima de la colina antes, ¿verdad?” preguntó Río. La chica de cabello lavanda era Christina. Antes de descender aquí, habían visto al escuadrón de Charles persiguiéndola mientras ella abordaba su carruaje.

“¡Sí!”

“¿Puedes traerla aquí a salvo? Limpiaré las cosas aquí mientras tanto.”

Salvar a Christina probablemente se consideraría moverse en interés de un individuo específico, pero él ya había llegado demasiado lejos como para dar marcha atrás. Rio también confió el rescate de Christina a Sora.

“¡Déjalo en manos de Sora! Pero con el debido respeto, si Sora pudiera dar un consejo…”, dijo antes.

“¿Qué es?”

“Por favor, domínalo lo más rápido posible. ¡Esa es la única forma de minimizar la penalización por romper las reglas!”

“Entendido.”

“¡Sora se irá ahora!” Sora lo saludó antes de desaparecer, dirigiéndose a la cima de la colina donde estaba Christina. Mientras todos los demás la miraban partir con la boca abierta, Rio casi parecía estar sonriendo divertido.

“¿De qué estás sonriendo?” espetó Renji, disgustado por la sonrisa que podía ver en la boca descubierta de Rio debajo de su máscara.

“…” Rio no respondió. Permaneció en silencio, lo que pareció molestar aún más a Renji.

“Oye, no me ignores. Parece que te gusta actuar de manera arrogante, pero aún no has ganado. Esta ciudad está acabada. ¡No creas que puedes escapar!”

Renji miró hacia el cielo mientras se burlaba de Rio. Trescientos Caballeros Aéreos del Reino de Beltrum descendían a Rodania.

Los Caballeros Aéreos de la Restauración estaban siendo rechazados, los ciento veinte caballeros ya se habían reducido a menos de cien. Estaban resistiendo lo mejor que podían en una situación superada en número, pero probablemente disminuirían en número aún más rápido desde aquí.

El estado de esta batalla será difícil de cambiar, y no puedo permitirme usar más máscaras aquí, solo voy a usar esta. Tendré que limitar mi intervención tanto como sea posible.

No sería prudente que Rio peleara hasta el punto de cambiar la guerra. Además, lo que era más problemático era la presencia de Renji: sin Aishia aquí, no tendría forma de manejarlo si su espíritu de alto rango superior despertara.

Sería un dolor si el héroe fortalece su asimilación, por lo que el mejor movimiento sería noquearlo rápidamente.

Mientras pensaba eso, Rio usó artes espirituales para crear un simple palo de tierra de aproximadamente un metro y medio de largo. Con la regla que eliminaba los recuerdos de sí mismo de otras personas, no tenía necesidad de preocuparse por usar las artes espirituales frente a los demás. En cierto modo, eso hizo que luchar fuera más fácil que antes.

“¿Qué vas a hacer con un palito como ese?”

“Voy a dejar que la gente de aquí escape, eso es”.

Esa fue la primera vez que Rio le respondió a Renji.

“Veamos que lo intentas. ¡Detén a mi Cocytus si puedes, eso es!” espetó Renji de forma indirecta. Luego cargó directamente hacia adelante para cerrar la brecha entre ellos, balanceando su alabarda de lado hacia Rio.

Qué joven…

Reiss pensó en ese momento. Había entrenado a Renji para convertirlo en un oponente formidable, pero aún le faltaba experiencia.

“¡¿Eh?!”

Como para probar eso, antes de que Renji se diera cuenta, el palo en el que Rio había confiado estaba justo frente a él. No hubo advertencia en los movimientos de Rio antes de que hiciera el hábil ataque.

Pero Renji tampoco se había entrenado para nada. Su cuerpo no se congeló ante el movimiento inesperado, sino que lo evadió instintivamente.

“Hmph—¡¿Qué?!” Renji sonrió triunfalmente mientras daba un paso atrás. Pero al momento siguiente, recibió un golpe en la parte posterior de la cabeza. Un pilar de piedra se había levantado del suelo, apuntando directamente a su cráneo. Rio había lanzado sus artes espirituales desde la distancia.

“Gah… Ah…” Renji cayó hacia adelante, tropezando con sus pies.

“¡¿Guh?!” El empujón que hizo Rio al dar un paso adelante golpeó a Renji en la frente, enviándolo volando hacia atrás para golpear su cabeza contra el pilar de piedra una vez más.

“…”

Después de golpearse la cabeza por detrás, por delante y por detrás en rápida sucesión, Renji se derrumbó con una conmoción cerebral.

“D-Duro…” murmuró Reiss, su rostro pálido después de presenciar la despiadada cadena de ataques. “Pero refrescante”, agregó.

Debería noquearlo por completo…

Rio tocó a Renji en la cabeza, activando un arte para noquearlo. Luego tocó el hielo que bloqueó el camino durante la batalla de Hiroaki y Renji, derritiéndolo instantáneamente.

“Que…”

La desaparición de tanto hielo hizo que todos se agitaran ruidosamente.

Y eso deja…

Rio levantó al inconsciente Renji y lo arrojó bruscamente a Reiss.

Era muy consciente de la capacidad de combate de Reiss. Si elige huir con las artes espirituales del viento mientras ataca indiscriminadamente su entorno, sería bastante problemático tratar con él. Los otros mercenarios tampoco podían ser subestimados, y con las fuerzas de la Restauración disminuyendo por momentos, Rio quería evitar una batalla más larga.

Tomar a Renji como rehén solo crearía un punto muerto, extendiendo esta batalla. Por eso era mejor forzar su cuerpo inconsciente sobre Reiss, reduciendo su movilidad. Si elegían pelear a pesar de eso, Rio enfocaría su puntería en Reiss, quien tenía la carga de cargar a Renji. Rio convocó múltiples orbes de luz para expresar su intención de pelear.

“Whoa, ahí”. Reiss atrapó el cuerpo de Renji. Pero en ese momento… la máscara de Rio crujió. La grieta aún no era visible, pero la activación de las reglas claramente estaba afectando la máscara en su lugar.

“…” Rio tocó suavemente la máscara. No tenía idea de cuánto duraría desde aquí. Tenía que arreglar las cosas lo antes posible.

Pero las cosas salieron como él esperaba.

“No hay necesidad de mirar tan ferozmente. Nos retiraremos inmediatamente, por hoy. Si todos sobreviven a su escape, quizás nos volvamos a encontrar. Ahora, si nos disculpa.”

No estaba claro si Reiss era reacio a luchar contra Rio porque llevaba a Renji en brazos o porque, para empezar, nunca tuvo la intención de luchar, pero ordenó a Lucci y a los mercenarios que se retiraran.

“Tch…” Los hombres chasquearon la lengua, pero montaron sus grifos como se les ordenó. Luego partieron hacia los cielos. Rio consideró enviar sus orbes de luz tras ellos, pero comenzar otra pelea ahora sería problemático. De todos modos, simplemente atacar podría considerarse moverse en interés de un determinado grupo. En silencio canceló el arte a su alrededor.

“¡Maestro Río!”

Sora bajó volando por la colina, llevando a Christina y al duque Huguenot bajo cada brazo. Detrás de ella, Vanessa y los otros guardias la perseguían presas del pánico, sus habilidades físicas mejoradas con magia. Estaban gritando cosas como “¡Alto!” y “¡No la dejes escapar!” mientras corrían tras ella.

Bueno… supongo que eso cuenta como una misión cumplida.

Parecía que Sora había traído a Christina aquí sin dar a todos los demás una explicación suficiente, pero tendría que pasarlo por alto. Fue una emergencia.

“¿Río…?” Celia dijo el nombre de Rio.

“¿Eh?” Rio miró hacia donde Celia estaba siendo custodiada por Sara y los demás. Escuchar su nombre lo había hecho saltar, pero las reglas de los trascendentes deberían haberse aplicado a ellos. Ni Celia, ni Sara, ni Orphia, ni Alma debieron quedar recuerdos de Río. Probablemente había repetido el nombre por el que Sora lo había llamado, y una vez que se quitara la máscara y hubiera pasado un tiempo, volvería a olvidar ese nombre.

“¡Sora ha vuelto!” Sora dijo brillantemente, aterrizando al lado de Rio. Dejó a Cristina y al duque Huguenot en el suelo.

“¿Q-Qué está pasando?”

“¡¿Cuál es el significado de esto?!”

Tanto Christina como el duque Huguenot parecían estar bastante confundidos.

“Dirígete al puerto ahora, mientras puedas. Súbete a un dirigible y sal de aquí”, le dijo Rio a Christina, con la máscara todavía en la cara.

“C-Correcto. ¿Y usted es…?”

“Puedo ganar algo de tiempo, pero puede que no sea suficiente. Rápido.” Rio la instó a moverse mientras observaba los cielos.

“Gracias… ¡Todos, apresúrense al puerto ahora! ¡Corran!”

Una vez que Rio se quitara la máscara, eventualmente también olvidarían este intercambio, pero por ahora, Christina expresó su aprecio por Rio. La falta de tiempo tampoco era mentira. Los estruendosos sonidos de la batalla se podían escuchar en los cielos de Rodania incluso ahora.

A instancias de Christina y al ver caer a los Caballeros Aéreos, el grupo partió hacia el puerto. Fue en ese momento cuando Vanessa y los otros guardias lo alcanzaron.

“¡Oye! ¿Qué…?” gritó Vanessa. Quería interrogar a Sora por secuestrar repentinamente a Christina y al duque Huguenot, pero…

“¡Vanessa! ¿Qué estás haciendo? ¡Vamos al puerto, asegúrate de proteger el carruaje con Sir Hiroaki y Flora adentro!” Christina la interrumpió tan pronto como la vio, regañándola con dureza.

“¡S-Sí, Su Alteza! ¡Todo el mundo! ¡Vamos a escoltar a las princesas al puerto!”

“¡De inmediato!”

Vanessa y los caballeros se unieron al grupo. El carruaje con Flora, Roanna y el inconsciente Hiroaki fue primero, y todos los demás evacuados los siguieron.

“Vamos, Sora”.

Había una necesidad de proteger a Celia y a los demás, pero no podía estar de acuerdo con ellos. Rio les lanzó una sola mirada solitaria antes de volverse para irse con Sora.

“Profesora Celia, date prisa…”

“¡E-Espera! ¡Río!” Christina llamó a Celia y a los demás que aún estaban allí para que se movieran, pero Celia gritó el nombre de Rio en su lugar.

“…” Rio y Sora se detuvieron, dándose la vuelta.

“Yo te conozco. Así es… ¿Cómo podría olvidarme de ti? Río, Río…” murmuró Celia, con lágrimas rodando por su rostro.

“¿Q-Qué pasa, Celia?” Sara y las chicas espirituales parecían desconcertadas, sin saber qué hacer.

“¿Por qué? ¿Por qué todo el mundo se olvidó?” Celia gritó, mirando sus rostros.

“Eso no puede ser posible…” Sora murmuró con incredulidad. Las reglas fueron decididas por Dios, entonces, ¿cómo pudo suceder esto?

“Espera, podría ser… Esa cara, ese color de cabello. El parecido con ese homúnculo… Si es así, ¡¿podría ser también de Lina…?!” Sora jadeó, mirando fijamente a la cara de Celia.

En  ese momento, un círculo mágico complejo apareció  alrededor del

cuerpo de Celia, haciendo que la luz fluyera desde su interior. Entonces…

Funcionó. No es posible dártelo todo en este momento, pero te estoy confiando todo lo que no pude darle a esa persona.

“¿E-Eh…?” Celia estaba conmocionada. Miró a su alrededor confundida. ¿Qué fue eso? ¿Está pasando algo?

Rio estaba igual de desconcertado. Cada vez que uno trascendente usaba sus poderes, el mundo olvidaba su existencia. Cualquier información de identificación sobre el trascendente sería borrada de la memoria de las personas.

Incluso si el trascendente interactuaba con alguien mientras ocultaba su identidad, era difícil para cualquiera retener algún recuerdo de ellos. Solo sus discípulos podían recordarlos claramente. Esa era la regla de los trascendentes que había sido decidida por dios.

Sin embargo, Celia había recordado a Río. Una situación anómala claramente había ocurrido con las reglas trascendentes que Rio conocía.

¿Por qué? ¿Cómo?

La confusión y la duda pasaron por la mente de Rio.

Pero hubo otras emociones que surgieron dentro de él al mismo tiempo.

Esperanza.

Anticipación.

Cautela.

Deleitar.

Una fuente de emociones se hinchó ante el milagro que estaba ocurriendo ante él.

Las reglas fueron decididas por dios. No debería haber forma de resistirse a ellos, por lo que en realidad se había rendido en su corazón.

Pero…

Alguien había pedido un deseo.

Alguien había intentado cambiar las cosas.

¿Qué importaba si el poder destinado a ser usado por el interés del mundo solo se usaba por el bien de aquellos a los que amaba?

¿Qué importaba que alguien recordara a la persona que todos deberían haber olvidado?

Es por eso…

Es por eso que esta fue una historia de desafiar las reglas sombrías establecidas por dios.

Una historia de recuperación de conexiones perdidas.

Tenía que ser.

Rio oró con esas palabras desde el fondo de su corazón.