Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 21

Capítulo 5: En El Reino De Galarc

Parte 1

Habían pasado tres días desde la batalla con Erica. Todos los que habían ido al territorio del duque Gregory ahora habían regresado a la capital del Reino de Galarc.

Era la tarde, y Charlotte había invitado al rey François a la mansión que anteriormente había sido otorgada a Rio. El propósito de su visita era discutir cosas con Satsuki, Celia y los demás reunidos en el comedor.

Además de François y Charlotte, los demás asistentes fueron Satsuki, Miharu, Celia, Latifa, Sara, Orphia, Alma, Gouki y Kayoko. Liselotte también había sido invitada, así como Masato y Lilianna.

Al frente de la reunión estaba Charlotte.

“Desde que regresamos a la capital, he estado investigando la extraña sensación de pérdida e incomodidad que nos ha estado afectando a todos”, dijo. “Como resultado, encontré cosas que brindan respuestas y cosas que plantean más preguntas. Hoy, me gustaría discutir estas cosas con todos y escuchar sus pensamientos, por eso invité a mi padre y organicé esta reunión”.

“Disculpe.” La Primera Princesa Lilianna del Reino Centostella levantó la mano para pedir permiso para hablar.

“¿Sí?”

“¿Es esto algo en lo que debería estar sentado?”

Sintiendo que estaban a punto de tocar los secretos problemáticos de este país extranjero, Lilianna buscó alguna aclaración necesaria. Si continuaron hablando ante ella después de esta aclaración, entonces no podría ser responsable de conocer sus secretos.

“Sí. ¿Recuerdas el banquete donde se reveló al público a Lady Satsuki? También deseo pedirle su relato de ese evento”.

“Entiendo. En ese caso, me quedaré.”

“Ahora, vayamos directamente al grano”. Charlotte extendió una hoja de papel sobre la mesa que tenía delante. Los que estaban sentados más lejos no podían distinguir el texto, pero todas sus miradas se centraron en esa hoja.

“¿Para qué es este papel, Char?” Satsuki se preguntó, mirando el texto.

“Este es el archivo nacional del Reino de Galarc. O más bien, el borrador de la misma.”

“¿Archivo nacional?” Masato, Satsuki y Miharu parecían confundidos ante el término desconocido.

Charlotte les dio una breve explicación del tema. “Un archivo nacional es un registro oficial de la historia del reino. Normalmente lo redacta un funcionario que se especializa en los detalles de la historia y lo redacta un secretario, pero la decisión final sobre lo que se registra recae en el rey. Ha habido ocasiones en las que el rey personalmente escribió el borrador de los archivos nacionales”.

“Entonces, ¿qué estaba mal con los archivos?” preguntó Satsuki.

“Este documento contiene los eventos de lo que sucedió antes de la reciente batalla. Fue escrito antes de nuestra partida a pedido oficial de Padre, como se ve por la marca del sello real.”

“¿Qué dice…?”

“En resumen, nuestro reino fue invadido por la Santa República Democrática de Erica, que se apoderó de la capital del territorio del Duque Gregorio. El líder de esta nación es uno de los héroes elegidos, un santo autoproclamado que se conoce con el nombre de Erica. Con el respaldo de Lady Satsuki, nuestro reino envió al ejército para recuperar la ciudad. Como rey, Padre iba a comandar el ejército. Esa es la esencia general de esto”.

“¿Mi respaldo…?” Satsuki parpadeó confundido. No podía recordar haber dado tal cosa.

“Sí. En otras palabras, nuestro reino acaba de atravesar una batalla con una nación liderada por otro héroe. Debido a que nos oponíamos a un héroe, buscamos el apoyo del héroe de nuestro propio reino antes de ir a la guerra. Por eso Lady Satsuki había ido hasta el campo de batalla. Todos los demás aquí fueron para acompañarla. Esta parece ser la secuencia completa de eventos”, dijo Charlotte, explicando las cosas en orden cronológico

“Claro… Me dirigí al campo de batalla…”

Satsuki miró a su alrededor a los rostros de todos con una mirada de incertidumbre. Todos tenían expresiones similares a las de ella, ya que todos recordaban dirigirse a Greille por su propia voluntad.

“Parece que la comprensión de la situación por parte de todos es la misma, entonces. No podíamos recordar que nuestro enemigo era un héroe. Ni siquiera recordamos su nombre. Incluso ahora, la heroína llamada Erica no me suena. ¿Es esto correcto?” Charlotte cuestionó al grupo en general. Todos asintieron con miradas perplejas.

“Es un enigma. El padre dice que no recuerda haber ordenado que la secretaria escribiera tal borrador. La secretaria tampoco recuerda haber recibido tales órdenes del padre. Sin embargo, este borrador del archivo nacional existe. Tiene el sello oficial de mi padre y la situación actual respalda el contenido del borrador.” Charlotte sonrió como si se estuviera divirtiendo.

“Hay otros enigmas también. Los soldados de la Santa República Democrática de Erica fueron capturados e interrogados, pero afirmaron no recordar a nadie llamado Erica”.

¿Era posible tal cosa? Sin embargo, Charlotte cuestionó al grupo en un tono alegre.

“Por cierto, la Santa República Democrática de Erica es una nación menor que se estableció recientemente. Hablando francamente, no tienen ningún valor como nación. La fuerza que invadió Greille estaba formada por el héroe y otros nueve. Ninguno de los nueve soldados tenía habilidades que pudieran compararse con las de un caballero, básicamente eran antiguos aventureros. Entonces, me gustaría dirigir esta pregunta a Gouki: ¿Es posible que un grupo de personas así tome una ciudad entera gobernada por un duque de nuestro reino?”

“No es imposible. Se necesitaría al menos una persona con una habilidad excepcional para lograr algo así”.

Sin uno, habrían fracasado en el momento en que intentaron apoderarse de la ciudad. A menos que lograran crear una situación de rehenes, habrían sido rodeados por los guardias de la ciudad y reprimidos al instante.

“Gracias por responder. En ese caso, este héroe llamado Erica que nadie parece saber debe haber sido el que se apoderó de la ciudad. ¿Estarías de acuerdo en que esta es la forma más lógica de pensar?” Charlotte preguntó alegremente.

“Dios mío, no es un asunto para estar disfrutando tan abiertamente”, lo regañó François con un suspiro.

“¡Pero es tan desconcertante! ¿Qué es exactamente lo que todos hemos olvidado? Me muero por saber la respuesta”.

“Estoy de acuerdo con querer saber la respuesta. ¿Cómo voy a actualizar el archivo nacional con eventos que no puedo recordar?” Si bien ese no era el único problema que tenía entre manos, como rey, era una fuente importante de dolor para François.”

“También nos faltan otros recuerdos”, continuó Charlotte.

François suspiró ante el buen humor de Charlotte. “En efecto. Adelante, entonces.”

“Cierto. Después de leer todo lo que pude encontrar, me di cuenta de que había una persona más de la que extrañamos nuestros recuerdos. Y creo que esa persona estaba en buenos términos con nosotros en el buen sentido”.

“¿Quién sería ese…?” preguntó Satsuki.

“El dueño de esta mansión. Padre y yo creíamos que habíamos preparado esta mansión como residencia para los amigos de Lady Satsuki, pero los documentos que tenemos dicen que este lugar fue otorgado a cierto caballero honorario. Los registros que tenemos de sus logros son escandalosos; antes de darle su nombre, me gustaría leer esos registros primero. Puede ser un poco largo, así que tengan paciencia conmigo…”

Con ese prefacio, Charlotte sacó otra hoja de papel.

“Según estos registros, esta persona protegió a Lady Miharu y a aquellos con los que fue convocada cuando vagó por primera vez en este mundo. Hizo una gran contribución para repeler el brote de monstruos en las afueras de Amande. Salvó a Liselotte y a la princesa Flora, y como resultado asistió al banquete de presentación de Lady Satsuki con Liselotte. Hizo una gran contribución para repeler a los insurgentes que asaltaron el banquete, después de lo cual fue nombrado caballero honorario de nuestro reino. Medió en la disputa entre Sir Takahisa y Lady Miharu. Luego, se reveló que había impedido el matrimonio político de Lady Celia con Charles Arbor por orden de la princesa Christina. Ayudó a la princesa Christina a escapar de su reino, escoltándola de manera segura desde la casa familiar de Lady Celia hasta Rodania. En el camino, derrotó a Alfred Emerle, el caballero más fuerte del Reino de Beltrum, quien luego fue hecho prisionero con Charles Arbor. Luego rescató a la Princesa Christina y la Princesa Flora, quienes fueron secuestradas por Lucius Orgueil, comandante de los Leones Celestiales. Finalmente, dice que rescató a Liselotte, quien fue secuestrada en la Santa República Democrática de Erica por el héroe Erica, llevándola de regreso a Galarc.”

Charlotte leyó el registro de los logros de esa persona durante varios largos minutos.

“Es realmente escandaloso”, repitió con un suspiro de admiración. “…”

¿Era la lista demasiado larga para ser creíble? ¿O fue demasiado impactante la falta de memoria de esos eventos? De cualquier manera, las personas cuyos nombres se acaban de mencionar estaban en silencio con los ojos muy abiertos.

Charlotte se volvió hacia cada uno de ellos por turno. “Aquellos cuyos nombres acabo de leer en voz alta, ¿recuerdan alguno de estos eventos? ¿Y el nombre Haruto Amakawa les suena familiar a alguno de ustedes?”

Tan pronto como se reveló el nombre, varias personas reaccionaron de inmediato en sus expresiones, a saber, Miharu, Latifa y Liselotte. La reacción de Liselotte fue mínima, sin embargo…

“Ese es un nombre japonés, ¿no es así…?”

“También se parece a los nombres que se pueden encontrar en la región de Yagumo”.

Satsuki y Gouki comentaron sobre el sonido del nombre. Los demás no mostraron ningún reconocimiento por el nombre, además de Celia, que inclinó la cabeza pensando.

“¿Le ha sonado algo, lady Celia?” preguntó Charlotte. Ella había estado observando a todos por sus reacciones.

“Umm… Creo que he recibido una carta de alguien con ese nombre antes. También se llamaba Haruto… ¿Eh?”

A lo que Celia se refería era a la carta que Rio le había enviado poco después de partir de la Real Academia. De hecho, había enviado otro al regresar a Strahl, pero Celia ya estaba bajo el control del Duque Arbor en ese momento, por lo que nunca lo recibió.

En cualquier caso, la única carta que había recibido de Rio era muy valiosa para ella. Nunca había sido capaz de tirarlo… por eso podía recordar su rostro en su cabeza. Cuando pensó en esa cara como la de Haruto Amakawa, todo tuvo sentido.

Sin embargo, tan pronto como todo hizo clic, una niebla llenó su mente. La imagen en su cabeza estaba borrosa y dispersa, y se encontró insegura de quién era Haruto Amakawa una vez más.

“¿Ocurre algo?” preguntó Charlotte.

“No, es solo que no puedo recordar de quién recibí la carta… Entonces, ¿por qué recuerdo haber recibido una carta…?”

Celia se llevó las manos a la frente, desconcertada por las preguntas que se agolpaban en su cabeza.

“Si todavía tienes esa carta, me encantaría verla”.

“Creo que todavía lo tengo… Tendré que buscarlo más tarde”.

“Por favor, hazlo. Y Lady Miharu.”

Miharu no esperaba que se dirigiera a ella y se estremeció de sorpresa. “¿Eh? ¿Sí?”

“Tú expresión ahora implica que reconociste algo. ¿Te gustaría compartir?”

“Cierto… Umm, mi amigo de la infancia tenía exactamente el mismo nombre que él. Los apellidos llegaron primero en nuestro mundo, por lo que en su lugar lo llamaron Amakawa Haruto”.

“¿Amigo de la infancia de Lady Miharu, dices? Amakawa Haruto…”

“Ha vuelto a mi mundo original, así que creo que es solo una coincidencia…”

“¿Está segura? Es posible que solo te falten los recuerdos, y él podría haber sido convocado a este mundo contigo”.

“Pero… Incluso antes de que viniéramos a este mundo, había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Nos separamos en nuestra infancia”.

“En tu infancia… ¿Y todavía recuerdas su rostro ahora?

“Sí.” Miharu asintió con firmeza.

“¿Recordarlo es suficiente para garantizar que es una persona diferente a este caballero honorario? Descartar esto como una coincidencia suena demasiado apresurado… ¿Qué hay de ustedes, Liselotte y Lady Suzune? Tus expresiones cambiaron cuando también se mencionó el nombre de Haruto Amakawa”. Charlotte se volvió hacia Latifa y Liselotte.

“Debería haber esperado tanto”. Liselotte había estado tratando de ocultar su reacción tanto como fuera posible, por lo que quedó impresionada por el buen ojo de Charlotte. Pero no pudo responder a su pregunta de inmediato, y en su lugar se volvió para mirar a Latifa a su lado.

“Umm… también conozco el nombre de Haruto Amakawa…” admitió Latifa después de algunas dudas.

“¿De dónde?”

“Eso es…” Charlotte tenía una fuerte mirada de curiosidad en sus ojos mientras cuestionaba a Latifa. Pero Latifa parecía reacia a responderle. El nombre le resultaba familiar porque involucraba su vida pasada. Responder a Charlotte inevitablemente requeriría explicar cómo renació en este mundo.

“Permíteme explicarte”. Liselotte habló para proteger a Latifa.

“¿Liselotte…?”

“Reconozco el nombre también. Es el nombre del estudiante universitario que viajó en el autobús con nosotros en nuestra vida pasada, ¿no?” Liselotte le habló a Latifa no en la lengua Strahl, sino en japonés. Era un idioma desconocido para escuchar viniendo de Liselotte, lo que sorprendió a François y Charlotte. Sus ojos se abrieron levemente.

“S-Sí”.

“Entonces, déjamelo a mí”, le aseguró Liselotte, luego se volvió hacia los dos miembros de la realeza presentes. “La razón por la que Suzune y yo estamos sorprendidos es porque no esperábamos que apareciera ese nombre aquí. Sin embargo, si desea que le explique por qué, entonces debo pedirle que mantenga esto en secreto, Su Majestad, Princesa Charlotte”.

“Muy bien”, estuvo de acuerdo François, enviando a Charlotte una mirada para que siguiera su ejemplo.

Charlotte estuvo de acuerdo. “No puedo esperar a escuchar lo que Liselotte está a punto de decir”, agregó feliz.

Liselotte respiró hondo antes de comenzar a hablar. “En términos de metafísica, ¿alguno de ustedes cree en la reencarnación o el renacimiento? Es decir, ¿crees que los humanos pueden tener vidas pasadas?”

“Ya lo creo. Suena romántico”, respondió Charlotte sin perder el ritmo.

“Es un fenómeno que suena imposible de probar objetivamente, pero aún hay espacio para su consideración siempre que se cuente con la evidencia correcta”. François dio una opinión más realista sobre la reencarnación y fue lo suficientemente flexible como para no negarla por completo. Además, el hecho de que Liselotte sacara esto a colación de la nada probablemente significaba que tenía esa evidencia. Él la miró para incitarla a continuar.

“Me temo que no poseo ninguna evidencia objetiva, pero Suzune y yo tenemos recuerdos de nuestras vidas pasadas”.

“Oh, cielos”, Charlotte sonrió encantada.

“Recuerdos de vidas pasadas, dices…”

Los recuerdos eran un asunto totalmente subjetivo, por lo que los testimonios que se daban basados en la memoria siempre tenían una autenticidad cuestionable.

Sin embargo, el testimonio fue de nada menos que Liselotte Cretia. Si se le pidiera a François que nombrara a la mujer noble más talentosa del reino, inmediatamente daría su nombre sin dudarlo.

“Es posible que esto no sirva como prueba suficiente, pero muchos de los productos del Gremio Ricca están diseñados a partir del conocimiento que poseía de mi vida pasada”.

“Ya veo… De hecho, sus muchos productos novedosos han sido un factor que ha contribuido al crecimiento de su compañía”.

Si se originaron a partir del conocimiento de otro mundo, entonces todo tenía sentido.

“He guardado silencio sobre esto hasta ahora porque temía cómo reaccionaría la gente ante ese tema”, continuó Liselotte.

“De hecho, no es un tema para hablar abiertamente”.

“Gracias, Su Majestad. Procederé asumiendo que puedes creer esto por ahora. Por algún giro del destino, Suzune y yo vivimos en el mismo mundo que Lady Satsuki y Miharu en nuestras vidas pasadas. Si bien no éramos amigos en nuestras vidas pasadas, hemos confirmado con Miharu que, de hecho, era el mismo mundo que el de ella”.

François, que había estado escuchando con incredulidad suspendida hasta ese momento, no pudo ocultar la sorpresa en su rostro. “¿Qué…?”

“Umm, lo escuché a través de Miharu, pero creo que es la verdad. Liselotte tiene recuerdos de vivir en el mismo mundo que nosotros”.

“Hmm…”

Satsuki respaldó el testimonio de Liselotte. Con eso, François ya no pudo escuchar con incredulidad suspendida. Así de pesadas fueron las palabras del héroe.

“Suzune y yo solíamos viajar en el mismo autobús, que es un medio de transporte como un caballo y un carruaje, en nuestras vidas pasadas”, explicó Liselotte. “Lo montamos tan a menudo que podíamos reconocer las caras de los demás. Y había un pasajero más que a menudo viajaba en ese autobús con nosotros…”

“¿El caballero llamado Amakawa Haruto?” preguntó Charlotte, saltando directamente a la conclusión.

“Sí.”

“Hay una cosa que me gustaría confirmar primero. Dijiste que no eras amigo de Lady Suzune en tu vida pasada, entonces, ¿cómo te diste cuenta de que tus vidas pasadas eran del mismo mundo?”

“Nuestra reunión en este mundo fue una coincidencia… Pero fue causada en parte por mi nombre de los productos del Gremio Ricca después de artículos en nuestro mundo pasado. Nos dimos cuenta de que nos conocíamos vagamente cuando ambos mencionamos cómo morimos en un accidente de autobús. Eso nos permitió conectar los puntos”, dijo Liselotte, concluyendo su explicación.

“Eso hace que sea aún más difícil descartar esto como una coincidencia. ¿No estaría de acuerdo, padre?”

“En efecto…”

“Todo lo que queda es la cuestión de si Liselotte y Amakawa Haruto de Lady Suzune son lo mismo que Amakawa Haruto de Lady Miharu. De hecho, si Liselotte y Lady Suzune renacieron en este mundo, entonces es posible que él también renaciera aquí. Y si renaciera aquí, podría ser el Haruto Amakawa mencionado en nuestros registros…”

“…” Todo el grupo contuvo la respiración.

“Entonces, ¿qué dices, Lady Miharu?” Charlotte preguntó una vez más. “Deberías haber sido puesto bajo la protección de Haruto Amakawa poco después de llegar a este mundo”.

“Eso es correcto. Sí, yo estaba… Alguien me estaba protegiendo… Alguien… Yo… Haruto…”

Miharu buscó en sus recuerdos, pero la mirada en sus ojos se volvió más vacía a medida que pasaba el tiempo. En poco tiempo, toda su mente estaba aturdida, pero no quería perder el hilo de sus pensamientos. Se agarró desesperadamente a los recuerdos que se estaban desvaneciendo rápidamente para retenerlos, cuando se agarró la cabeza mientras un dolor agudo la recorría.

“¡¿Urk?!” ella gimió.

Inmediatamente después…

Detente, no te fuerces a recordar.

…una voz aterrorizada le habló a Miharu directamente en su cabeza.

“¡Miharu!”

“¡¿Estás bien?!”

Todos gritaron el nombre de Miharu con preocupación. Satsuki, que estaba sentado a su lado, la tocó en el hombro. Ante eso, Miharu levantó lentamente la cabeza, su dolor de cabeza se desvaneció tan rápido como apareció.

“Umm… no puedo recordar”, dijo, parpadeando para disipar su aturdimiento.

Al ver la reacción de Miharu, Charlotte pareció darse cuenta de algo con su intuición natural. “Eso lo resuelve, padre” le dijo a François con orgullo.

“¿Resuelve qué?” preguntó François, perplejo. Su padre normalmente sabio estaba siendo extrañamente lento en la captación. Ese fue el primer pensamiento que se le ocurrió a Charlotte, quien luego decidió poner su comprensión en palabras.

“Sabes… sobre Haruto Amakawa…” Pero cuando comenzó a hablar, se encontró tropezando con las palabras.

“¿Qué pasa, Charlotte?”

“Oh… ¿Qué estaba tratando de decir de nuevo?”

El resto de la frase se le olvidó por completo. No recordaba lo que estaba tratando de decir. Recordó haber dicho algo sobre el historial de logros de Haruto Amakawa, pero…

“Investigaré esto un poco más”.

“Muy bien…”

Por lo tanto, sus discusiones productivas terminaron allí. Sin embargo, todos en la habitación sintieron la misma sensación indescriptible, como si hubieran olvidado algo de forma antinatural…

Ese sentimiento indescriptible permaneció a su alrededor.