Tensei Shitara Ken Deshita (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: Nuestra Primera Mazmorra.

Parte 1

El día de la redada Hobgoblin estaba sobre nosotros. Estábamos en la herrería de Garrus para recoger mi vaina. “Te tomó bastante tiempo. Echa un vistazo a esto”.

¡Oooh! ¿Así que esta es mi vaina?

La vaina estaba hecha de cuero oscurecido con un elegante decorado. Algunos dirían que estaba en el lado simple, pero pensé que el trabajo manual de Garrus hacía que la vaina pareciera discreta y de buen gusto.

“Maestro”.

Cierto. Ahora será fácil…

Fran colocó la vaina frente a ella y lentamente me deslizó dentro. Alcancé el fondo con la punta de mi hoja haciendo un pop satisfactorio.

Oh…

Se sentía súper cómodo. Casi tan cómodo como mi viejo pedestal. Después de todo, el pedestal era una especie de vaina estacionaria.

Ahh~

No pude evitar hacer sonidos que reservaba para cuando entraba en un baño caliente. La sensación era realmente agradable. Nunca supe que mi hoja anhelara estar encerrada dentro de una vaina. Realmente aprecié la mano de obra de Garrus porque el ajuste era exacto. Era como dormir en una cama mullida que se amoldaba a tu cuerpo. Estaba contento de quedarme en mi cómoda vaina para siempre.

Te has superado a ti mismo, Garrus. Creo que esta es tu obra maestra.

“Jajaja, me alegro de que te guste”. “Parece complacido, Maestro”.

¡Por supuesto! Esta es una vaina muy fina, ciertamente.

“Tampoco es una vaina ordinaria”. Garrus sonrió con picardía y puso la mano en la vaina. “No me pareció correcto darle a una espada encantada una vaina normal, así que equipé esta con un poco de maquinaria”.

¿En serio? ¡Eres el mejor, André!

“¿André? ¿Quién es ese?”

Lo siento, me emocioné un poco.

¿Maquinaria en la vaina? No podía verlo desde donde estaba. “¿Ves este pestillo de metal?”

“Sí”.

“Si lo haces girar justo así—” La vaina se rompió.

“Se partió por la mitad”.

“Así es. Es un mecanismo simple que te permitirá desenvainarte sin que la pequeña dama tenga que empuñarte”.

Ya veo. Eso es realmente útil. Enfundarme a mí mismo también es igual de fácil.

Manipulé el pestillo con Telequinesis y la vaina volvió a su forma original.

Qué conveniente.

“¡Por supuesto! Confía en mí, ¡hacer que el mecanismo funcionara mientras se mantiene la integridad de la vaina fue un dolor de cabeza!”

Incluso las vainas de Garrus eran de primera categoría. No esperaba menos de un herrero de su calibre.

Gracias por esto, Garrus.

“Por supuesto. ¡Ahora sal y patea traseros! Ah, y trae algunos buenos materiales, si encuentras alguno.

Lo dudo un poco ya que es una mazmorra recién generada y todo eso, pero nunca se sabe”. “¿Mazmorra recién generada?”

“Supongo que eres una novata después de todo. ¿No sabes sobre esto?”

Fran negó con la cabeza. Yo tampoco tenía idea de cómo se formaban las mazmorras.

“Las mazmorras surgen por todas partes como pruebas para la humanidad creadas por el Dios del Caos”.

No tengo idea de lo que estás hablando.

“¿El Dios del Caos? ¿No el Dios Oscuro?”

“Supongo que tampoco tienes clara esa distinción. Déjame explicar”. Y así, Garrus comenzó su plática sobre la mitología del mundo.

“En pocas palabras, nuestro mundo fue creado por 88 dioses. Los más fuertes entre ellos se llaman Los Diez”.

Los Diez eran los dioses del sol, la luna plateada, el océano, la tierra, el fuego, las tormentas, el bosque y las bestias. Ellos crearon el mundo y la vida que lo habitaba.

El dios de los muertos creó la Gran Rueda de la Reencarnación, y sobre ella, se construyó el mundo. Los 78 hijos de esos dioses, engendraron muchas cosas en el mundo que sus padres habían construido,

y así creció el mundo.

“¿Hijos de los dioses?”

“Así es. Los más famosos son el Dios de la Herrería y el Dios de la Espada. El Dios de la Oscuridad— que no debe confundirse con el Dios Oscuro—y el Dios de la Cocina”.

Finalmente, estaba el Dios del Caos, que arrojó este mundo al caos. Pero Garrus sostuvo que era un mal necesario para mantener el equilibrio del mundo. Sin caos, pronto seguiría el estancamiento. El mundo necesitaba mantenerse alerta para crecer.

Entendíamos ese hecho de primera mano. Las pruebas eran necesarias para volverte fuerte, como lo hizo Fran el otro día con los goblins. El Dios del Caos era un dios bueno, por difícil que fuera de imaginar.

“¿Qué pasa con el Dios Oscuro?”

“El Dios Oscuro solía ser el Dios de la Guerra. Intentó apoderarse del mundo en un claro abuso de su poder, por lo que los otros dioses tuvieron que intervenir y detenerlo. Se dice que sus restos están tan llenos de odio, que su cadáver maldijo a las criaturas que lo rodeaban. Así es como obtuvimos la raza demoníaca”.

“Ya veo”.

“La gente dice que el Dios del Caos crea mazmorras como pruebas para la humanidad. En ellas se encuentran los sirvientes del Dios del Caos llamados Maestros de las Mazmorras. Cuyo propósito en la vida es sembrar el caos”.

Maestros de las mazmorras, por supuesto. Me preguntaba si tenían cristales en ellos. Ciertamente tendrían un montón de habilidades útiles.

“Existe la hipótesis de que se crea una mazmorra a partir de una gema llamada Núcleo. Un Núcleo se enganchará al primer organismo que vea y convertirá a esa criatura en un Maestro de la Mazmorra”.

“¿Entonces hay débiles y fuertes?”

“Sí. El nivel de dificultad de una mazmorra lo determina su Maestro. Cuanto menos inteligente es una criatura, más fácil es conquistar la mazmorra”.

“¿Hay algún Maestro de Mazmorra extraño?”

“Bueno, hemos tenido dragones, orcos, lobos y cocatrices⁷. Cualquier cosa podría convertirse en un Maestro de Mazmorra mientras esté vivo”.

⁷ La cocatriz es una bestia mítica, una criatura bípeda con apariencia de dragón o serpiente, y cabeza de gallo.

“¿Incluso una persona?”

“Así es. Hemos tenido algunos avistamientos confirmados de Maestros de Mazmorra humanoides en el pasado”.

Una mazmorra hecha por el hombre sonaba peligrosa.

“Admitiré que todos necesitamos pruebas para fortalecernos, pero a veces siento que son demasiado”.

Las personas que vivían cerca de las mazmorras morían después de todo, y probablemente no había suficientes aventureros dispuestos a arrojarse a sus profundidades.

“De todos modos… Monstruos raros vagan por las mazmorras. Serían una comida decente para cualquier aventurero”.

Las mazmorras no eran del todo malas, por supuesto. Algunos aventureros las veían como un esquema legítimo para hacerse ricos rápidamente. No es de extrañar, ya que normalmente contenían un tesoro escondido.

“Sin mencionar el equipo encantado que puedes encontrar en algunos de esos cofres de tesoro”.

No podía imaginar qué tipo de magia tendrían las cosas que encontraríamos allí. ¡No podía esperar para salir!

“Si encontraran armas lo suficientemente fuertes para la guerra en esas mazmorras, nos dejarían sin trabajo a los herreros”, se quejó el viejo Garrus. “Sin embargo, no parece que tenga que preocuparme por eso con esta nueva mazmorra. Cuanto más antigua es una mazmorra, más fuertes son las cosas que encuentras en ellas”.

“Ya veo”.

Ya habíamos perdido suficiente tiempo. Nos apresuramos al gremio para asistir a la sesión informativa de la redada, después de lo cual nos dirigiríamos a la mazmorra en masa.

“Buenos días, Nell”.

“¡Oh, buenos días, Fran-chan!” Nell respondió al saludo de Fran con una voz alegre. Era extrañamente amistosa por alguna razón. Fran me dijo que se habían encontrado en la casa de baños la otra noche y se habían llevado bien. Podía imaginarme a Nell hablando sobre su día en el trabajo y a Fran asintiendo en silencio. Aun así, estaba feliz de ver a Fran haciendo amigos cuando ella era tan reservada la mayor parte del tiempo.

“Buena suerte, Fran-chan”. “Gracias”.

“Sé que Donadrond irá contigo, pero ten cuidado ahí fuera. Nuestra lista habitual de aventureros de alto rango no está aquí hoy. Tuvimos que enviar a nuestro equipo de reserva”.

“¿Aventureros de alto rango?”

“Sí. Tenemos aventureros de rango A hasta la C, pero están investigando una perturbación en el Jardín del Lobo Demoníaco. Serían capaces de manejar este tipo de situación en un santiamén, pero ya conoces las circunstancias… Nuestra rango A en particular, está en otra dimensión. Ella sería capaz de hacerse cargo de una mazmorra débil por sí sola en muy poco tiempo”.

“¿Ella?”

“Así es. Amanda, aventurera de rango A y as del gremio de Alessa”.

Interesante. Alcanzar el rango A era bastante difícil, y pensar que una mujer lo había logrado sola…

Me gustaría conocerla algún día.

“Sin mencionar que la Brigada de Caballeros ignoró nuestra solicitud de ayuda”. “¿La ignoró?”

“Tal como escuchas. ¡Nos ignoraron!” “Pero son la Brigada de Caballeros”.

“¡Así es! ¡¿Para qué sirven si no nos echan una mano para derribar una mazmorra?!” Hasta aquí llegó mi expectativa de caballeros puros y valientes…

“¡Su teniente es lo peor! Es el hijo de un noble y es tan odioso, tacaño y malo como ellos. Creo que les guarda rencor a los aventureros. No me sorprendería si anulara la autoridad del Caballero Capitán en este caso”. Nell estaba más enojada con el noble idiota con cada momento que pasaba. Su rostro se retorció con intención asesina, y sus murmullos bajos sonaron como el encantamiento de una maldición. De repente se dio cuenta de que Fran aún estaba allí y volvió a mostrar su alegre sonrisa.

“Ajajaja. Oh cielos… Debo estar algo nerviosa. Olvida lo que acabo de decir. ¿Podrías?” “Sí”.

“Gracias. Eso sí, ten cuidado con él. Él no se interpondrá en el camino de nuestra redada de hoy, pero eventualmente tendrás que lidiar con él”.

“Está bien”.

Otros aventureros se habían filtrado en la sala del gremio mientras hablábamos con Nell. No sabía que teníamos tantos miembros.

Había más de 50 de ellos. Nunca había visto tantos aventureros en un solo lugar desde que llegué aquí. “No son tan fuertes”.

Donadrond es el más fuerte del grupo.

El aventurero de rango C también actuaba como instructor de los novatos. Había otros de rango C en la mezcla, pero nadie se opuso al liderazgo de Donadrond.

“¿Por qué hay una niña aquí?”

Sin embargo, alguien se opuso a la presencia de Fran. Ella sobresalía como un pulgar dolorido en el pasillo lleno de musculosos aventureros, así que esperaba que uno de ellos señalara a la niña en la habitación.

“¿Qué crees que estás haciendo con esa espada?”

Un joven bajito se enfrentó a nosotros. Sus rasgos eran tan juveniles que me pregunté qué estaría haciendo un niño como él aquí. Su armadura aún estaba en perfectas condiciones, lo que hacía que el hecho de que era un novato fuera aún más obvio. Parecía un rango G, pero todos aquí definitivamente eran de rango F y superior.

Dudaba que le diera mucha pelea a los goblins. Claro, sus estadísticas eran ligeramente mejores que las de un goblin común, pero la diferencia era microscópica. Probablemente subió de rango haciendo misiones de entrega en la ciudad. Su Dominio de Espada 1 era un claro indicativo de que nunca había estado en una batalla real. El gremio debe estar desesperado si dejaban participar a aventureros como él.

“Voy a exterminar goblins con ella”.

“¡El destino de Alessa depende de esta redada! Las mocosas como tú se interpondrán en el camino,

¡así que vete a casa! ¿Qué está pensando el gremio?”

El chico parecía muy molesto. Fran mantuvo la calma y lo ignoró. “¿Me estás escuchando?”

“¿Qué?”

“Vamos. Se supone que no deberías estar aquí. Esto no es un juego”.

La perspectiva de luchar contra goblins reales en combate probablemente asustaba al chico. Como debería—eran mucho más fuertes que él. Como tal, trató de ocultar este hecho arremetiendo contra cualquiera que pareciera más débil que él.

Los aventureros de los alrededores reaccionaron a la escena de diferentes maneras. Algunos pensaron que era divertido y observaron, mientras que otros nos ignoraron por completo y otros desearon que el chico se callara. La discusión, si pudiera llamarse así, debe haber parecido una pelea en el patio de la escuela.

“Mmm”.

“¡Maldita sea, deja de moverte!”

Fran evitó el intento del chico de arrastrarla fuera del pasillo con un rápido paso lateral. Pensé en decirle que le diera un respiro al chico, pero ninguno de los aventureros pareció levantar la voz. Muchos de ellos probablemente estaban hirviendo por dentro, pero sus camaradas los detuvieron.

“¡Hey! ¡Deténganlo!”

“¿Qué—?”

“¿Esa es—?”

Los rumores de los logros de Fran contra Donadrond y la horda de goblins habían estado circulando por el gremio. Desafortunadamente, no todos entendían la importancia de la información—como este chico, por ejemplo, y los aventureros que comenzaron a gritarnos que paráramos.

“¡Cálmense, mocosos! Ambos se están interponiendo en el camino, ¡así que abandonen este lugar!

¡Aún hay tiempo para que hagan misiones de entrega!”

“¡N-No soy un repartidor! ¡Soy un aventurero de rango F!” “¡Estás recién salido del rango G! ¡Eres igual de débil!”

“Sigo siendo un rango F. ¡Tengo derecho a participar en esta redada!” “Yo también soy rango F”.

“¿Qué?”

El hombre pareció sorprendido y miró a Fran desde arriba. No había esperado que ella fuera una legítima aventurera.

“¡Gyahaha! ¡Si los mocosos como tú son de rango F, eso nos convierte en rangos S!” “¿Estás seguro de que son de rango F? Ascienden a cualquiera hoy en día”.

“¿Qué esperabas de un grupo de Carroñeros de Mazmorras?”

Entendí por sus tonos que se estaban burlando de los aventureros en general, pero no sabía si ‘Carroñeros de Mazmorras’ pretendía ser un insulto. Teniendo en cuenta que los mercenarios eran las hienas del campo de batalla, supongo que hacía falta uno para saber cómo piensan.

“Solo acepté este trabajo para ayudar un poco, pero si es tan fácil subir de rango, ¡tal vez lo siga haciendo!”

Estos tipos también eran ex mercenarios. Por lo que escuché, hubo una guerra con un país vecino que terminó más rápido de lo esperado. Muchos mercenarios estaban sin trabajo debido a ello.

Miré sus estadísticas y confirmé que no eran nada del otro mundo. Estos tipos tenían sus cráneos llenos de aíre.

“Jejeje. Tienes una linda espada ahí”. “¿Vaya? Esa parece una buena espada”. “Dámela”.

Estaba halagado de que hubieran notado un espécimen tan bueno como yo, y esperaba que uno de ellos extendiera su mano. No esperaba que les faltara el instinto básico de supervivencia.

El chico que había buscado una pelea con Fran había huido, con los pelos de la nuca erizados. Esa fue una buena reacción a la clara transmisión de Fran de su intención de matar.

Por otro lado, los mercenarios de tercera aún estaban extendiendo sus manos con una mirada sucia en sus rostros.

“Hm—”

“¡Es suficiente!”

Donadrond se interpuso entre Fran y los mercenarios justo cuando ella estaba a punto de hacer su primer movimiento. Dándoles a todos una buena paliza.

“¡¿Qué diablos creen que están haciendo, imbéciles?! ¡Nos iremos pronto!”

“N-Nosotros no…” Los hombres se encogieron cuando la intimidante presencia de Donadrond se abalanzó sobre ellos.

“No crean que pueden huir de esto. Vi todo lo que pasó. ¡Si matan a suficientes goblins, pensaré en dejarlos ir!”

Fran perdió todo interés en los tres hombres y retrocedió, disipando su intención de matar. Será mejor que pasemos desapercibidos el resto del día.

El chico se quejó con Donadrond sobre Fran.

“¡Donadrond-sama, salvaste a esa chica y ella ni siquiera te lo agradeció!” “¡Ja! ¿Por qué debería? No era a ella a quien estaba tratando de salvar”. “¿Qué?”

“No puedo permitirme perder mano de obra antes de una gran batalla”. “¿A-A qué se refiere?”

¿Qué tan peligrosa pensaba Donadrond que era Fran? Ella no comenzaría a cortar en pedazos a las personas que estaban de su lado solo porque la molestaban. Al menos, no pensé que lo haría. Además, siempre había magia curativa.

Por otra parte, podrían quedar traumatizados por la experiencia…

“¿Hm?”

Nada. Vamos a encargarnos de esos goblins.

“Por supuesto”.

Donadrond reunió a los aventureros para la sesión informativa. Era una sesión solo de nombre, ya que los aventureros se reunieron alrededor de Donadrond sin ningún orden real.

Procedió a explicar la mecánica de una mazmorra. Comenzó explicando nuestros roles y la estrategia general de batalla.

“Les daré los conceptos básicos de cómo funciona una mazmorra ya que esta será la primera vez para muchos de ustedes. Veteranos, considérenlo un repaso”.

Había muchos aventureros de bajo rango aquí, incluidos nosotros. Ninguno de nosotros había puesto nunca un pie en una mazmorra, así que al menos estaba agradecido por la lección básica.

Para empezar, nos dijeron que no destruyéramos el núcleo de la mazmorra para poder usarlo nuevamente en el futuro. El Núcleo de la Mazmorra era el corazón de la mazmorra—si se destruía, la mazmorra moría con él. Eso incluía todo en la mazmorra, desde monstruos normales hasta el Maestro de la Mazmorra. Sin embargo, el Núcleo estaba protegido por una poderosa barrera, por lo que solo un ataque increíblemente poderoso podría destruirlo en primer lugar.

El Núcleo de la Mazmorra estaba conectado al Maestro de la Mazmorra. Matar al Maestro actual, daría como resultado que el Núcleo quedara inactivo. Aparte de eso, el resultado era el mismo que destruir el Núcleo, por lo que los monstruos dentro de la mazmorra también morirían.

Una inyección de maná en un Núcleo inactivo permitiría a los humanos usar una mazmorra por un tiempo limitado. Los artículos y los monstruos comenzarían a poblar la mazmorra nuevamente, que era el uso principal de las mazmorras para empezar. Por eso era crucial que solo matáramos al Maestro de la Mazmorra mientras dejábamos el Núcleo intacto. Luego, el Gremio mantendría la mazmorra eliminando su población de monstruos y matando al Maestro de la Mazmorra cada vez que emergiera.

“Sin embargo, estamos trabajando bajo circunstancias especiales esta vez. En el peor de los casos, pueden destruir el Núcleo. Solo recuerden que estamos aquí para capturar la mazmorra”.

Habían pasado dos horas desde que los aventureros abandonaron la ciudad de Alessa.

“¡Vienen los goblins!” gritó el guardia. Los miembros del gremio estaban construyendo un campamento simple con los materiales que habían traído. Los goblins no prestaron atención y salieron a raudales por la boca de la mazmorra. Nosotros, que estábamos patrullando, regresamos apresuradamente, y no demasiado pronto.

“Maestro, mira”.

Aún no han terminado de construir la base. Será una batalla campal.

Los aventureros se vieron atrapados en una feroz batalla con los hobgoblins. Ni siquiera podría lanzar un ataque explosivo sin causar bajas a nuestro lado. Todos los aventureros se habían reunido alrededor de Donadrond para defenderse.

“Vamos”.

Sí. Deberíamos sacrificar a los hobgoblins aquí antes de dirigirnos a la mazmorra. No podré dormir por la noche si los aventureros son aniquilados.

“Pero Maestro, tú no duermes”.

¡Es una expresión!

Fran me empuñó y avanzó. Necesitábamos salvar a los novatos antes de que fueran masacrados. Fran acabó con todos los goblins que se interponían en su camino. No podían vernos porque veníamos por detrás de ellos.

“Débiles”.

Los hobgoblins no son tan duros por sí mismos.

El hobgoblin que acabábamos de matar tenía las siguientes estadísticas:

Nombre: Espadachín Hobgoblin. Raza: Demonio.

Nivel: 8

PV: 69; Magia: 28; Fuerza: 39; Agilidad: 25

Habilidades: Intimidar 1; Evasión 1; Artes de espada 1; Dominio de espada 3;

Comando 1; Explosividad 2; Cooperación 2; Manipulación de espíritu.

Era más débil que el Rey Goblin que derribé hace algún tiempo. Sin embargo, estos tipos tenían la habilidad Cooperación, lo que los hacía mucho más peligrosos en grandes cantidades.

Los mercenarios que se habían estado acercando a Fran antes del ataque yacían inmóviles en el suelo. Las innumerables abolladuras en su armadura eran una clara indicación de que no podían salvarse. Eso era lo que sucedía cuando luchabas imprudentemente contra enemigos sin una buena coordinación.

Fran nunca notó los cadáveres. No me sorprendería si ya hubiera olvidado sus rostros. “¡Haa!”

¡Acábalos!

Fran me levantó en el aire y lanzó un Corte de Aura invisible hacia los Hobgoblins inconscientes, matando a toda una tropa de ellos. Los aventureros le agradecieron, con sus voces llenas de confusión y asombro.

“¡G-Gracias!”

“¡Esa niña es tan linda como fuerte!”

“¿Eh? ¿De qué estás hablando?” El chico con el que nos habíamos peleado antes estaba entre ellos. “¡D-De ninguna manera!”

En realidad, estaba dando una pelea decente. Sin embargo, el impacto de ver a Fran fue tan grande que casi lo matan. Afortunadamente, un aventurero mayor lo salvó.

La mayoría de los aventureros de rango C y D estaban cerca de la entrada de la cueva, creando una falta de aventureros fuertes en la base. Los hobgoblins se dieron cuenta de esto y comenzaron a atacar a Fran ya que ella era su mayor amenaza.

“Gran botín”.

Están ignorando a los novatos y viniendo directamente hacia nosotros.

No notaron que a todos los hobgoblins que Fran había matado les faltaban sus cristales. Me conformé con absorber los cristales de aquellos cuyas habilidades quería. Eso no debería levantar ninguna sospecha.

Deberían estar bien ahora. ¿Quieres ir a la mazmorra?

“Sí”.

Nadie podría verme absorber cristales en la mazmorra. Además, podríamos ocultar la evidencia al esconder cuerpos en la Dimensión de Bolsillo.

Los hobgoblins estaban abarrotados en la entrada de la cueva cuando Fran llegó allí. “Supongo que la información era correcta”.

Las mazmorras tenían muchas variaciones diferentes, siendo el tipo cueva una de ellas. No eran conocidas por tener muchas trampas, pero a cambio tenían muchas estructuras extrañas como hormigueros.

Uno de los magos había enviado a sus familiares a explorar la cueva con antelación y no encontraron trampas en el interior. Teniendo en cuenta la población de goblins, las trampas les habrían dificultado moverse. Tampoco tenía cuartos trampa.

Los cuartos trampa venían equipados con campos de fuerza especiales que impedían el movimiento o la curación. Si tenías la desgracia de toparte con uno, podría ser tu fin. Afortunadamente, los magos exploradores habían confirmado que no había ninguno en esta mazmorra.

Fue una gran noticia para nosotros. Éramos libres de volvernos locos sin preocuparnos por las trampas.

¡Vamos!

“Sí”.

¡Whoa!

Fran saltó sobre la imponente pared de carne que eran los aventureros que se apiñaban frente a la cueva. Donadrond no podía creer lo que veía cuando la vio saltar por los aires. O tal vez estaba mirando por debajo de su falda… Mejor no pensar mucho al respecto.

“¿Está usando Salto de Aire? ¡Esa es una habilidad de Caballero del Cielo!” Uhh, tal vez no deberíamos haber hecho eso…

¿Caballero del Cielo? Eso suena como una clase avanzada para mí.

Caballero del Cielo… El propio nombre me decía que era fuerte, pero ¿qué tan fuerte? De ahora en adelante, íbamos a tener que contener nuestras maniobras aéreas.

“Demasiado tarde para eso, Maestro”.

Sí… lo es, ¿no?

Fran tenía razón. Esta situación estaba destinada a volver a ocurrir, por lo que no tenía sentido ocultarla.

También podemos usarlo como queramos. “Tenemos que matar goblins”.

Cierto. Estás absolutamente en lo correcto.

“Usa tu magia, Maestro. Yo me ocuparé de los rezagados”.

Entendido.

Fran usó Flotar para aumentar aún más su altitud. Cuando llegamos lo suficientemente alto, hice llover Explosión Triple sobre nuestros enemigos. La explosión arrasó con la mayoría de los hobgoblins que cubrían la entrada. La explosión no fue tan impresionante como la que usé en Donadrond, pero fue suficiente para matar a los hobgoblins más débiles.

Fran aterrizó y comenzó a golpear a los rezagados. “¡Onda sónica!”

Un Arte de Espada de nivel 5, desaté una onda de choque hacia la horda de hobgoblins y los envié a volar.

Ahora es nuestra oportunidad.

“¡Espera! ¡Es peligroso para cualquier persona inferior al rango D ingresar a la mazmorra!”

Sabíamos eso, por eso nos adelantamos, para que nadie se interpusiera en nuestro camino. Era bueno que los hobgoblins mantuvieran ocupados a Donadrond y los demás.

“¡Maldición! ¡Síganla!”

“¡Sí, señor! No sé si podré dormir por la noche si esa niña muere allí. Quiero decir, ella misma se lo buscó, pero—”

“¡Eso no es de lo que estoy hablando, idiota!” “¡¿Señor?!”

“¡Si no vamos tras ella, no nos quedará nada para matar!” “Señor, está bromeando… ¿verdad?”

“¿Viste ese Salto de Aire que usó? Será mejor que te olvides de su aspecto, chico. ¡Es una prodigio que viste la piel de una niña!”

La política del gremio sobre las recompensas de las redadas era la siguiente: el gremio recolectaría los materiales de los monstruos caídos y los vendería. Luego distribuirían el dinero equitativamente a los aventureros participantes, después de las tarifas y las ganancias, por supuesto.

Sin embargo, cualquier material que un aventurero pusiera en su bolsa de objetos era propiedad de dicho aventurero. Cuantos más monstruos matara un aventurero, más dinero obtendría. Este incentivo funcionaba bastante bien. Sin embargo, venía con el riesgo de que un aventurero abandonara su posición, como lo estábamos haciendo ahora mismo al cargar directamente en la mazmorra.

“Maestro”.

Dios mío… ¡MIRA TODA ESA EXP!

La mazmorra era un buffet de hobgoblins. “Te lo encargo”.

¡Oh, puedes contar con ello! ¡EXPLOSIÓN DE LLAMAS!

Magia de llamas de nivel 1, el hechizo disparaba un rayo concentrado de llamas a un objetivo. El área de efecto no era particularmente grande, pero su capacidad destructiva era mucho más fuerte que la magia de fuego regular.

El hechizo gimió antes de disparar su rayo. Atravesó a algunos de los hobgoblins, mientras que el resto fue arrastrado por la explosión. Era muy eficaz en los confines de una cueva. Fran cargó a través de la horda de hobgoblins y siguió avanzando.

Nos sobró algo de dinero para una pluma de retorno, ¡así que veamos hasta dónde podemos llegar!

“¡Haa!”

“¡Aaah!”

¡Jabalina de Fuego!