Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 11

Capitulo 4: La Bruja Blanca Del Este

Parte 1

Después de que Ouka y los demás vieron a Takeru, una vez más confrontaron a Madre Ganso.

A pesar de lo que ella le dijo a Takeru, la situación no dio la vuelta. Tenían que lidiar con los Einherjars restantes y Madre Ganso.

≪El enemigo son Einherjars invocados, pero sus cuerpos son los de Dragoons cubiertos con absorbentes mágicos y materiales antimágicos, en otras palabras, Dragoons Mecánicos… son imitaciones con almas de héroes en ellos. La única cosa invocada es el alma.≫

Gracias a la información obtenida durante las batallas anteriores, Ikaruga estaba familiarizada con el mecanismo detrás.

Einherjars. Los Dragoons Mecánicos deben ser encantamientos instantáneos para hacer una invocación artificial.

≪Aunque parece que pueden ser invocados eternamente, definitivamente hay un límite, su duración tampoco debe ser muy larga.≫

Pero Ikaruga no decía que tuviesen alguna oportunidad gracias a eso. Había muchos Einherjars restantes y su operadora seguía viva.

“… ¿no retrocederán? A pesar de lo que Orochi dijo, no tengo la necesidad de sacrificarlos.”

“……….”

“Este es mi deseo. Por favor, me gustaría que dejaran de pelear.

Considerando lo que Madre Ganso dijo, parecía como si les diera tiempo de gracia.

Como si dijera que no hará nada siempre y cuando ellos no hagan nada, Madre Ganso seguía en una posición como si rezara.

Mirándola, sintieron compasión.

De qué demonios habla después de crear esta masacre. No tenían ni la más mínima intención de retroceder después de llegar hasta aquí.

Los demás equipos a parte del 35to pelotón pensaban igual. No tenían intención de reconciliarse ni de perdonarla.

“Ootori-dono… déjanos los Einherjars a nosotros. Le avisaré al 35to pelotón que confronte a la Bruja Blanca.”

Sage se puso espalda con espalda con Ouka y dijo eso. “¿Pueden lidiar con estos?”

“Aunque no tan bien como tú, pero puedes llamarnos elite… por encima de todo, te la debemos. Déjanoslo.”

Ouka estaba confundida cuando escuchó la palabra ‘deber’.

Sería una cosa si fuese Takeru, pero Ouka no recuerda nada por lo que Sage estuviera en deuda con ella.

“Un día, pretendo mostrarte adecuadamente mi agradecimiento. Quisiera terminar esta pelea sin que nadie muera.”

“Espera… ¿te conocí en algún lugar antes?”

“No. Nos conocimos cuando formamos la alianza.”

Sage puso una pequeña sonrisa y comenzó a caminar hacia los Einherjars junto a sus subordinados.

“Ve. Ve y termina… es guerra fútil.”

Quería decirle algo hacia su espalda, pero pudo ver a los miembros de las Brasas de Dios seguirlo.

“No te debo nada, pero hacer que me debas algo aquí no parece tan malo.” “… Mikado.”

“Parece que tu especialidad es pelear sola, contra poderosos enemigos, pero nosotras somos más aptos para pelear contra grupos enemigos.”

Sin mirar atrás ni una sola vez, Yuzuho caminó junto a sus subordinadas. “Una vez que esta guerra termine, espero encontrarnos como enemigos.” Temerosa, esa voz no era gentil del todo.

Además, incluso Kyouya se apartó de Ouka y las demás. “Haré lo que sea que quiera. Tú deberías hacer lo mismo.”

Con Nero en su hombro, Kyouya se movió hacia los Einherjars con fuertes movimientos.

“Lo he dicho antes, pero no tengo intención de unirme al Pelotón de Poca Monta. Me moveré como quiera.”

“… Kirigaya, tú…”

Ya no necesitas pelear.

En el momento en que quiso decir eso, los hombros de Kyouya temblaron con una risa.

“Mi venganza no ha terminado. Asesinaré a ese sacerdote de mierda y a ese Presidente de mierda. No tienes nada que ver con mi pelea. Necesito ser

quien lo haga… ¡no me moveré a menos que lo haga…!”

“……….”

“Si eres tú, lo entenderás… ¡Ootori! ¡Haré lo que tenga que hacer por mi venganza, eso es todo!”

Ouka no pudo decir nada hacia Kyouya.

Eso era porque podía entender sus sentimientos.

No hay satisfacción a menos que cumplas tu venganza por ti mismo. Al final, Ouka cumplió su venganza por sí misma. No terminó con solo soledad gracias a sus compañeras y Takeru.

Además, Kyouya ahora tiene a una persona importante que queda. Mientras Yoshimizu Akira esté ahí, su venganza no terminará con soledad.

Ouka cerró sus ojos y junto a sus compañeras encaró a Madre Ganso una vez más.

Y,

“… Saionji, toma a Suginami y sigan a Takeru.”

Al escuchar las palabras de Ouka, Usagi trató de regresar una pregunta. “Son las únicas que pueden darle una asistencia optima a Takeru.”

“P-Pero… yo…”

No pensaba que sería capaz de seguir esos movimientos.

Por supuesto. Ouka y los demás son abrumados por la velocidad que no pueden seguir con sus ojos. Sería un gran peso para Usagi quien no ha recibido ningún fortalecimiento mágico.

Pero todos ellos han estado en batallas desesperadas. A pesar de eso, quien más puede ayudar a Takeru es Usagi, eso es lo que Ouka pensó.

Mari se alineó al lado de Ouka y se encogió de hombros.

“Estoy de acuerdo. Has llegado a ser más que una humana de lo que piensas, Usagi-chan.”

“¡Pero no he dejado de ser una!” Sintió que le dijeron algo horrible.

“Siempre nos salvas en momentos críticos. ¡Nuestra Usagi-chan siempre termina dando las mejores mordidas!”

“Cierto.”

Ouka respondió y recargó las estacas en ambos brazos. Mari expandió círculos mágicos en sus pies.

Para Usagi, sentía que sus espaldas decían ‘cuida a Takeru’.

Parecía que el cuerpo de Usagi iba a empezar a temblar. Se preguntó por qué temblaba.

¿Era miedo? ¿Tensión? ¿Fatiga?

Se dio cuenta de que era emoción, debido a que la única cosa temblando era su cuerpo, pero su corazón estaba lleno de calor.

Poniendo el arma en su hombro, Usagi le dijo hacia las espaldas de las dos. “¡No tienen permitido morir!”

““¡Entendido!””

Y entonces, Usagi comenzó a correr. Hacia donde estaba Takeru.

***

Academia Mágica Lado Oeste, Séptimo Escuadrón Estudiante.

Con el capitán que posee un abominable poder, el escuadrón estaba compuesto de miembros con muchos defectuosos y se les era encargado el trabajo sucio de la parte oscura de la academia.

No importaba lo mucho que trataran de hacer logros, solo continuaban bajando su estatus. Cuando los altos mandos le ordenaron dejar morir a sus compañeros, se fueron y decidieron unirse a la Alianza Herética.

A pesar de volverse herejes, no perdieron su orgullo como sangres pura. Proteger al débil, guiar al débil, esa era la tarea de un sangre pura.

No importaba la razón, no olvidaron eso. Pero…… despreciaban la guerra.

Seguían echándole una mano a quienes lo necesitaban, a pesar de si tenían poder mágico o no.

No mostraban piedad a aquellos que necesitaban ser subyugados.

No importa lo mucho que fueran menospreciados, aunque no fueran comprendidos del todo, todo lo que seguían abrazando era su orgullo.

“… chicos, déjenme agradecerles… por estar conmigo hasta ahora. Me disculpo por siempre causarles problemas.”

Al decir eso, sus compañeros palidecieron. Sin notarlo, Sage trató de continuar.

“Si me las arreglo para sobrevivir a esta batalla, yo…” “¡C-C-Capitán! ¡Déjelo ahí! ¡No diga más!”

“E-Es cierto. ¡Siempre que dice cosas así nunca termina bien!”

“¡Idiotas! ¡No tienen que decirle eso tan directo! El capitán también está preocupado por eso ¿¡saben!?”

Los miembros enojados previnieron que dijeran cosas equivocadas. De hecho, Sage siempre les agradece así es situaciones sin esperanzas.

Siempre que dice palabras sentimentales, se dirige a un ataque suicida.

En momentos como esos, terminan en un lío trascendental, así que sus compañeros querían que fuera un poco más consciente, pero…

“Fuu… tienen razón. No hay necesidad de decir algo que no me queda… huh.”

Actuando a su propi paso, Sage ignoró las palabras de sus miembros y sonrió de manera nihilista.

Siempre era así. Aunque Sage era un capitán confiable, era un poco cabeza hueca, haciendo que sus compañeros estén a mercede de lo que piensa.

Sin embargo, sus subordinados lo admiran.

Para bien o para mal, es un hombre que no conoce las mentiras.

“Las palabras son innecesarias huh. Vamos entonces. No es como si comenzáramos a encarar una diferencia de fuerza el día de hoy.”

Sage posicionó su varita Hrunting en frente como un caballero y expandió un círculo mágico color óxido mientras caminaba.

Al ver el color abominable fluir, Sage entrecerró los ojos.

La propiedad ancestral Óxido… debido a que era considerado alguien de sangre sucia, odiaba este abominable poder.

Sin embargo, Sage sabía que era imposible que el usuario fuere influenciado por su propiedad. Al igual que su hermana mayor adoptiva quien cayó en la oscuridad por poseer la propiedad de Resplandor, la cual era lo opuesto al Óxido, la naturaleza humana era determinada por sus experiencias y recuerdos.

Salvar a uno de sus compañeros no es la única razón por la que Sage salió al mundo exterior.

El padre que lo desheredó le pidió algo a Sage.

En caso de que algo suceda, quiero que detengas a tu hermana adoptiva, dijo.

Pero cuando vino a este lado, ese caso se resolvió por Ootori Ouka. Así que, su única razón para pelear era detener esta guerra.

“… finalmente tenemos una causa, una batalla valiosa para nosotros los de sangre pura. Es despreciable tener muñecos mecánicos como oponentes, pero hay un significado para esta pelea.

Excelente. Sin dudar, el Séptimo Escuadrón aceptó la batalla. Para detener esta guerra.

Aunque nadie lo supiera, este honor este orgullo, es apropiado para su propia humillación y arrepentimiento por haber sido despreciados como un escuadrón sucio.

“Capitán del Séptimo Escuadrón Estudiante, Sage Wallenstein… ¡vamos!”

Balanceando sus varitas, el Séptimo Escuadrón se dirigió a una honorable batalla.

***

Tropa Guardiana de la Sexta Miko, Las Brasas de Dios.

Comenzando como una colisión de religiones, la organización cambió a Las Brasas de Dios que adoraban completamente a una nueva súper existencia, pero en la organización había varias existencias llamadas miko quienes tenían el potencial de ser capaces de comunicarse con Dios.

Pero de hecho, no había ninguna miko capaz de comunicarse con esa súper existencia que era Dios.

Entre las doce mikos, el poder de la Sexta Miko era el más débil. O quizás, sus milagros carecían de espectacularidad.

La Primera Miko a la cual Mikado Yuzuho solía servir tenía más poder y más seguidores. Aun así, después de estar con la Primera Miko por un tiempo, comenzó a dudar de sus milagros.

Finalmente lo confirmó cuando vio a la Sexta Miko. Aunque sus poderes milagrosos eran simples, Yuzuho se impresionó por su benevolencia y fe, luego tras las objeciones de sus alrededores se volvió la capitana de las Guardianas de la Sexta Miko.

Que los fuertes protejan a los débiles es noble.

Pero, que los débiles protejan a los débiles… esa actitud de la Sexta Miko cautivó a Yuzuho. Sobre lo que pasó después de volverse la capitana, es lo que le dijo a Takeru cuando formaron la alianza.

Junto a una plegaria, Yuzuho comenzó a caminar hacia el Einherjar.

Sus subordinadas se detuvieron, cayeron de rodillas y comenzaron a crear círculos mágicos con las manos sobrepuestas.

“““““Somos bendecidas por la mano de Dios y nos volvimos capaces de hacer milagros. Nos volvimos apóstoles, nos volvimos aquellas que

desvanecen lo malévolo.”””””

Mientras decían la ‘enseñanza’, la cual era lo mismo a aun encantamiento, las subordinadas conectaron los círculos mágicos debajo de los pies de Yuzuho. Los círculos hicieron que el círculo de Yuzuho brillara más fuerte.

Luego, en el momento en que Yuzuho detuvo sus piernas y golpeó el suelo con su lanza, su cuerpo fue envuelto en una armadura color plateado.

“Nosotras, nos volveremos el fundamento de los débiles.”

Yuzuho abrió completamente sus ojos y liberó el poder de sus subordinadas dentro de ella.

Las cinco subordinadas fortalecieron a Yuzuho y tenía el poder para eliminar el mal.

Esa era la cooperación de la Sexta Tropa.

“Capitana de la Sexta Tropa Guardiana de Las Brasas de Dios, Mikado Yuzuho… ¡al frente!”

Esta era… la gran fuera para proteger a los débiles.

***

Kirigaya Kyouya llevaba a Nero en su hombro y con una sonrisa miró al cielo.

Gotas de lluvia comenzaron a caer.

Se sentía siniestro. Podía incluso escuchar los sonidos de los truenos.

…… era un clima grandioso para una batalla. “Hey, arma de mierda.”

Kyouya casualmente le llamó a Nero.

≪………………….. ¿qué pasa?≫

“Me lo dijiste verdad, que no había sentido contratar conmigo a menos que tuviera venganza en mi corazón.”

≪……….≫

“Pero en primer lugar, ¿no eres propiedad del Presidente? Ya sea Vlad o tú,

¿qué ganan cooperando con nosotros?”

≪Las Relic Eaters no tenemos objetivos. Hacemos un contrato, recibimos la compensación y solo peleamos. Así es como nacimos, así es como recibimos nuestras personalidades, supongo que Vlad es al único que le interesa eso. En particular, no podría importarme menos lo que le pase a mi Maestro o a Akira ya sabesss~. Si mueres, solo contrataré con alguien másss, aunque quedes lisiado, solo apagaré el interruptor.≫

“……….”

≪Tener un Maestro como tú es lo maaaaas problemático sabes. No mueres ni quedas lisiado… el contrato continúa inútilmente y tu pasión se esfumó. Estoy hambrienta, no puedo soportarlo.≫

No me importa siempre y cuando tenga mi compensación.

En otras palabras, estoy bien siempre y cuando pueda comer, es lo que Nero dijo.

Kyouya sonrió.

Era simple. Sabiendo que no había nada más detrás, era tan enfermizo que le hacía reír.

Pensándolo ahora, contratar con Nero pudo haber sido inevitable. La naturaleza de Nero es similar a la de él.

Si fuera tan problemático solo habría rechazado el contrato, pero Nero no hizo eso.

¿Por qué?

≪Aun así… tu venganza fue la más deliciosa que haya probado Aaa-ah, qué rico qué riiiiico.≫

Así que por eso se quedó con él. Santo cielo, qué deshonesta.

Si le agrada, solo tiene que decirlo.

“¿Dices que no tengo venganza en mi corazón? ¿En serio dices eso?” Kyouya escupió y se rio enseñando los dientes.

“¡Te alimentaré como nunca antes a partir de ahora…! ¡Si tienes hambre entonces come todo lo que quieras!”

Hizo que su ira hirviera.

Al mismo tiempo, un círculo mágico color verde oscuro se creó bajo sus pies y el veneno empezó a corroer el cuerpo de Kyouya.

“¡Estoy en mi mejor forma, arma de mierda! Nada me ata, no tengo dudas, no hay nada que me detenga, ¡solo alguien esperando a que regrese…! ¡Solo hay una cosa que debo hacer! ¡Aplastaré a todos mis enemigos con mi rabia, no hay nada mejor que eso!”

≪……….≫

“¡Venganza! ¡Tan esperada venganza! ¡Vamos Nero! ¡Masácralos!

¡Disfrutemos mandar a volar a estos hijos de puta!”

Venganza. Ese era el poder de esos dos. El poder para sobrevivir.

Después de decir eso, sacó la lengua y con una vulgar expresión comenzó a correr.

El primer Einherjar que entró en su mirada. El primero sobre el cual tomó venganza.

¿Rencor hacia ellos? A quién le importa. Todo frente a él eran enemigos sobre los cuales tomar venganza. A quién le importa si son buenos o malos. Solo destrózalos.

Cuando eral estudiantes del 15to pelotón, todos decían que eran debiluchos. Kyouya sabía que se burlaban en las sombras de esas mediocres personas que actuaban arrogantes. Aunque dieran lo mejor solo podían obtener el 3er o 4to lugar. No tenían la plata del talento, aunque se esforzaran demasiado.

Como el capitán, Kyouya era igual. Era consciente de que era un debilucho. Y qué, se rio.

No importa lo mucho que pelee, no podrá alcanzar a los genios. Y qué, se rio.

Estoy bien siendo un debilucho. Estoy bien siendo un vulgar.

≪… no me gusta si es muy refrescante sabes.≫ “¡Despreciar la comida sin probarla no es bueno!”

Brincando hacia el frente, Kyouya puso la escopeta frente a los ojos del Einherjar.

Un buckshot a quemarropa.

Pero el poder era muy lento. Aun desde cerca no era bueno. Y qué.

Fuego rápido. Jaló el gatillo una tras otra vez. Sigue sin ser bueno. El Einherjar no caerá.

La railgun le apuntó. La bala mágica fue disparada.

Kyouya torpemente rodó en el suelo y evitó la bala. Se levantó manteniendo el impulso y cambió a unas tonfas esta vez, las aplastó contra el Einherjar.

Nada bueno. No funciona. No caerá. Débil. Es muy débil. No es suficiente, no es suficiente, no es suficiente.

¡No es suficiente, no es suficiente, más, más más, aplástalo aplástalo aplástalo!

¡No hay nada más que tenacidad en mí!

“¡¡URRRRRAAAAAAAAAAaaaaaaaaAAaaAaAaAaAAaAAaaAaaaaAAAA!!” Disparo tras disparo, se movía al frente. Su poder incrementó.

Y entonces finalmente… Kyouya se deshizo de un Einherjar.

Con la respiración acelerada, Kyouya se rio alegremente mientras estaba cubierto de sudor.

Como si lo rodearan, tres Einherjars flotaban en el aire. Kyouya se rio. Nero se rio.

≪No fue tan malo. Hambre~ es la mejor especia, ¿no?≫ En esta situación desesperada, Nero lo provocó.

Bien por mí. Así es como tiene que ser.

Levantó alegremente a Nero en forma de tonfa. Y entonces Kyouya,

“15to Pelotón de la Academia Antimágica—¡¡qué comience la venganzaaaa!!”

Junto a sus compañeros, alegremente peleó contra poderosos oponentes. Para sobrevivir hasta que gane.

***

“Así que no importa qué pase… no detendrán su resistencia, ¿verdad?”

Madre Ganso quien estaba concentrada en sus plegarias tenía sus ojos abiertos y miró a Ouka y Mari.

“Una diosa benevolente huh Lo que haces es una mera masacre. ¡Te vamos a juzgar aquí!”

“… nos quitaste el lugar al que pertenecemos, ¡no pienses que te vamos a perdonar!”

“Su ira es justa. No creo que puedan entender nuestra dignidad. Sin embargo, deberían evitar probar el dolor y el sufrimiento.”

Madre no ignoró la ira de ambas, lo recibió como una madre hablando con sus hijas.

Pero Ouka y Mari no eran tan obedientes ni tan adultas como para retroceder con solo eso.

Ouka giró a Vlad en forma de dos pistolas hacia Madre Ganso y disparó estacas.

Mari también liberó el poder reunido hacia Madre con un Aurora Canon.

Aunque eran casi imposibles de defender o de evadir, ninguna creyó que sus ataques le harían algo. El enemigo era la líder de toda Valhalla. Saber qué clase de habilidades tiene es la prioridad.

Sin embargo, cuando la estaca y el disparo se acercaron a Madre, no se movió ni hizo gestos de crear una barrera protectora.

Y, en el momento en el que el ataque pareció haber acertado, De repente…… la figura de Madre Ganso desapareció.

“No pueden ganarme.”

Junto a la voz, algo frío tocó la columna de Ouka.

En el momento en que los dedos de Madre Ganso se tocaron, un terror indescriptible la asaltó.

Aunque quería esquivar, su cuerpo no pudo moverse. La intimidación detrás era extraordinaria. La sed de sangre de Orochi era increíble, pero esta mujer estaba a un nivel diferente.

Sintiendo como si fueran vistas desde la oscuridad del abismo por algo enorme que cubría el mundo entero, las dos desesperadamente se ahogaron en gritos.

Se dieron cuenta de que era como si fuesen a ser asesinadas.

“… para mí es sencillo obliterarlas de esta manera. De ser posible, no quiero hacerlo. La razón para eso, es su amigo, Kusanagi Takeru-san.”

Al decir el nombre de Takeru, Madre cerró los ojos.

“Si las asesino se volverá un Cazador de Dioses sin siquiera dudar. De ser posible, quiero evitar eso…”

“……. Nhh.”

“Ya saben el objetivo de Ootori Sougetsu ¿no? Si el Cazador de Dioses se completa y lo asesina, el mundo perecerá. No podemos dejar que el Asiento de Dios se vaya junto con él. Además, por el bien de volvernos Dios.”

El tono de voz de Madre Ganso bajó. En él, sonaba una fuerte voluntad.

La voluntad decía, no les daré más gracia. “… retrocedan. Es su última oportunidad.” Madre dijo eso, con una voz derrumbándose.

Aunque sus cuerpos estaban temblando de miedo, no pudieron encontrar un epíteto para describirlo, Ouka y Mari miraron hacia atrás e invocaron su coraje y espíritu de pelea, luego brincaron al frente.