Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 10

Epilogo: No Es Un Gran Problema

En esta ciudad donde está el cuartel general de la Inquisición, hay una atmósfera estricta. Puesto que todo el mundo ha entrado en guerra.

Sin embargo, los civiles estaban viviendo como siempre, una estúpida y pacífica vida.

No es un gran problema. Qué guerra, está sucediendo en una isla lejana. Aunque las brujas nos ataquen, la Inquisición hará algo al respecto.

La ciudad es la más segura. Las brujas perdieron una vez, no le ganarán a la humanidad.

A pesar de tantos incidentes, la gente no ha cambiado. No todos piensan igual, pero solo la mitad ha evacuado.

Este lugar, con el cuartel general de la Inquisición es el más seguro. Eso piensan.

En estos tiempos… la guerra se expandió repentinamente.

Frente a un borracho que con una mano sostenía suvenires, humanos con túnicas repentinamente aparecieron después de una luz.

Frente a chicas estudiantes platicando con sus compañeros, apareció gente vestida de rojo, con ropa de caballeros.

Un chico mirando al cielo vio una sombra gigante por encima de un edificio. Los civiles veían extraños humanos y gigantes.

Aun así, la gente no entró en pánico.

No escaparon de la realidad, pretendieron que no lo veían. “Debe ser algún tipo de festival.”

“Deben estar rodando una película.” “Solo son grupos de personas extrañas.”

Exponiendo su falta de sentido de crisis, no se dieron cuenta que sus vidas estaban en peligro.

En la esquina de la ciudad, caminando después de separarse de sus padres, un pequeño niño llorando chocó contra una mujer blanca. Cuando el pequeño levantó el rostro, ahí estaba una blanca… y pura mujer.

“¿Mamaaa…?”

La mujer sonrió ligeramente hacia el niño y le palmeó la cabeza. Se inclinó y le dijo.

“Lo siento. No puedo ir. Busca a tu madre.” La mujer abrazó al niño y palmeó su espalda.

“Pero está bien. Seguramente la verás muy pronto.” “… ¿por qué?”

“Porque el mundo está a punto de renacer.”

Sonriendo hacia el niño que no entendía nada, la mujer se levantó. Imperceptible, al lado de la mujer estaba un hombre en kimono. “… ¿estás preparada, Gungnir?”

Mirando a la mujer con ojos rojos como los de un demonio, el hombre dijo.

La mujer borró su sonrisa, entrecerró los ojos de manera afilada cono una espada y juntó sus manos frente al pecho.

Como si le rezara a Dios.

“Sí, Huésped. Para terminar y rehacer el mundo.”

En ese momento, toda el área se vio envuelta en un gran círculo mágico color blanco puro y la tragedia reinó sobre la ciudad.

***

Viendo la ciudad sumergiéndose en un mar de gritos, un hombre con ropa de clérigo suspiró y abrió ampliamente sus brazos.

“¡Ahh…hhaa! No puedo soportarlo… el aireee… cuánto he esperado porque llegara este día…”

Exageradamente levantó su voz como si cantara, su cabello rubio se balanceó por el aire.

El hombre puso el rosario de su pecho entre sus dientes y fuertemente lo mordió. Y tras masticarlo lo suficiente, se lo tragó.

“Esta noche, ¡la desesperación del siglo estará frente a nosotros! ¡Es el inicio del caaaaaaarnaaavaaaaaaaalllll! El Hexennacht está comenzando… ¡HA!”

Con mejillas sonrojadas se rio y envió sus sentimientos a la nada en medio de la oscuridad.

“Ahora ¿qué harás? ¿¡Qué harás qué harás qué harás!? ¿¡Podrás salvar… todo!? Si vienes a salvarla, ¡me pondré con tooooooodddaaa mi fuerza en tu camino! ¡Después de todo esa es mi razón para vivir!”

Aunque nadie escuchaba, el hombre lo declaró hacia el cielo.

***

Dentro de la sala del Presidente de la Academia Antimágica, Sougetsu miró la ciudad.

En su silla, elegantemente bebía brandy, vestido como si fuese una noche de fiesta miró la ciudad cuyas calles se llenaron de gritos de agonía.

“… ha comenzado.”

Detrás de él, estaba una chica roja.

Sougetsu levantó casualmente una mano y la estiró hacia la chica. La chica inexpresiva superpuso su mano con la de él.

“Ahora… es tu turno Kiseki-chan.”

Como sin respondiera a su llamado, los ojos de la chica brillaron en color rojo.

Cada variante gritó…

En la ciudad, en las montañas, en los ríos, en el mar. Para devorar todo, cantó una canción de alegría.

“Onii-chan, espera por mí… destruiré todo justo ahora.” Su amado hermano, lo invitó a la oscuridad más profunda.

-FIN DEL VOLUMEN 10-