Youkoso Jitsuryoku Shijou Shugi no Kyoushitsu e 2-Nensei-hen (NL)

Volumen 6

Capítulo 2: Camino Inevitable

Parte 1

 

 

Lo dije una y otra vez, pero la clase se enfrenta a múltiples problemas al mismo tiempo. No servirá de nada que los líderes de la clase se limiten a ver cómo se amontonan todos y cada uno de esos problemas.

Quizá quería arreglar esos problemas por sí mismo. No era algo malo, querer hacerlo todo uno mismo, pero carecer del poder para hacerlo lo convertía en mero idealismo. También hay problemas que no se pueden manejar solos, aunque se tuviera la capacidad de resolverlos. La necesidad del momento es apoyarte en tus camaradas. Así, tienes la opción de coordinar y solucionar todos los problemas a la vez.

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Desde el fin de semana hasta este mismo momento, yo no mostraba señales reales de ayudar. Tras leer las noticias del día en mi teléfono, me levanté para salir de la clase, un poco después de los alumnos que salían a divertirse justo después de las clases.

Como si estuviera esperando ese momento, él se apresuró a alcanzarme.

Frustrado por no poder encontrar una solución a nuestros problemas, no tardaría en ponerse en contacto conmigo, así lo esperaba.

―Oye, Kiyotaka-kun. ¿Puedes hacer algo de tiempo esta tarde? Necesito tu consejo sobre algunas cosas.

Teniendo en cuenta sus alrededores, hizo su petición en voz baja.

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―Tengo planes con Kei esta tarde. ¿Qué tal ahora mismo, te parece bien?

En realidad no tenía esos planes, pero mentía para tantearle.

―Eso es…

Por supuesto que no podía aceptar. Las actividades del club de Yousuke no le dejaban tiempo libre tan pronto después de la escuela. Al acercarse el festival deportivo, los clubes también suspenderían todas las actividades, así que este era el momento en el que él querría participar todo lo posible.

―Es una broma. Hablaré con Kei. Tendremos nuestra cita más tarde.

―Gr-gracias.

―Sólo para confirmar de nuevo, ¿necesitas mi consejo?

Era muy consciente de ello, pero volví a preguntar a propósito. Yousuke no pensó nada y asintió.

―Sí. Creo que lo mejor es actuar pronto.

―De todos modos, si te parece bien mi habitación, la noche es tuya.

Alegre por la respuesta positiva, las mejillas de Yousuke se relajaron y sonrió como un niño.

―Si es posible, ¿podrías pedirle a Karuizawa-san que asista también? Sería de gran ayuda.

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―¿También Kei? Por supuesto, ella estaría encantada de asistir, pero ¿no estorbará?

―Hay bastantes problemas que tenemos que resolver, así que me gustaría que ella también nos ayudara.

La presencia de Kei supuso una gran diferencia, ya que tenía una red de información sobre las chicas. No tuve que preguntarle a Yousuke para saber que quería información sobre Kushida, Shinohara, Haruka y el resto.

―Entonces… ¿qué tal a las 7:30?

―Eso estará bien. Estaré allí puntualmente.

Con los ojos entrecerrados de felicidad, Yousuke se dirigió rápidamente a las actividades de su club.

Él prestaría inmediatamente su ayuda a cualquiera que lo necesitara.

―Problema de clase nº 2, en efecto.

Bueno, esto era, en cierto modo, inevitable. Desde que estuve ayudando a Yousuke cuando estaba en problemas hasta ahora, era inevitable que resultara así. No sería fácil derribar lo que yo mismo construí, pero tenía que hacerlo.

Pues bien. Empezaré pidiendo a Kei que venga a mi habitación a las 19:30.

***

 

 

Eran las 17:30. Llegué a casa y estaba esperando a que llegara Yousuke, cuando recibí una notificación en mi teléfono.

[¿Puedo ir a pasar el rato ahora mismo?]

Kei, mi novia, me había enviado un mensaje con una bonita pegatina de un gato.

Habíamos quedado con Yousuke a las 19:30, así que había llegado muy temprano.

Y ya que estamos, ¿vamos a cenar juntos? añadió antes de que pudiera responder.

Parecía que lo que realmente quería era cenar juntos. Le respondí brevemente:

[Me apunto.]

“Ahora bien, tendré que preparar algo”.

Podía servir las sobras de ayer, pero ¿qué tal algo que le gustara a Kei y que pudiera preparar rápidamente…?

Abrí el refrigerador, miré dentro y estaba pensando en ello cuando sonó el timbre de la puerta. Abrí la puerta principal y me encontré con Kei sonriendo. Aunque me sorprendió un poco, no me asusté y la dejé entrar despreocupadamente. Ya no necesitaba tener cuidado sobre cuándo dejarla entrar en mi habitación ahora que nuestra relación estaba al descubierto.

―Fuiste muy rápida.

Los movimientos de Kei al quitarse los zapatos y entrar en mi habitación se habían vuelto muy familiares.

―Eso es porque te envié un mensaje justo antes de subir al ascensor~.

Por lo visto, ella iba a venir de todas formas, siendo mi presencia u otros planes algo secundario. Dejé de cocinar por el momento y me senté con ella en el suelo junto a la mesa.

―Quizá sea porque últimamente siempre estoy en tu habitación, Kiyotaka, pero me estoy acostumbrando, como si fuera mi propia habitación.

―Me alegra oírlo. Por otro lado, nunca me has invitado a tu habitación, Kei.

―¿E-ehh? Es un poco embarazoso y… bueno, ¡quizá algún día si me apetece!

No me dio un sí directo, pero cuando se trataba de la habitación de una chica, estaba seguro de que se daban muchas circunstancias. Intentaré no acosarla demasiado.

―Ahora que lo pienso, ¿qué dice la gente que te rodea sobre nuestra relación?

―¿Las chicas? Sorprendentemente, lo están aceptando sin problemas, supongo. O como… no importa.

Intentó decir algo y se confundió. Tenía un poco de curiosidad, así que traté de profundizar.

―¿Qué es?

―Bueno, ¿sabes? Es que, por ahora, todo el mundo está pendiente del nombre de Hirata Yousuke. Hay bastantes chicas que dicen que es un desperdicio.

Ya veo. Significaba que no entendían por qué fue y se cambió a un tipo sin nombre como yo. Ciertamente, no era sorprendente que me compararan con Yousuke y que hablaran abiertamente de cosas así.

―En cierto modo, yo también estoy recibiendo golpes por ello. Aunque se supone que rompí con Yousuke-kun, la gente se pregunta si, en realidad, él me dejó.

Si el chico con quien te cambiaste es desconocido, entonces era natural que la gente sospechara eso.

―Pero eso es sólo para algunos. Estos días, tu reputación también ha subido expotencialmente.

―Quieres decir exponencialmente. ¿Qué clase de error es ese?

Era tan básico que sospeché que podría haber sido deliberado. Kei se rio con una amplia sonrisa en la cara.

―Hasta yo sé esooooo.

―Tu tutor es excelente.

―Siempre estoy agradecida, sensei. Gracias a tus clases particulares secretas, mis notas están subiendo.

Kei había ido mejorando poco a poco su nivel académico, y a principios de septiembre, su rango de habilidad académica en la OAA subió a C con una puntuación de 48. Eso significaba que por fin había adquirido tantos conocimientos como un estudiante promedio. Después de unos minutos de charla, me levanté y me dirigí al refrigerador.

―Estoy pensando en hacer omurice, ¿lo comerás?

Pregunté sin mirar atrás y Kei inmediatamente gritó de alegría.

―¡Me lo comeré, me lo comeré! Me gustaría que el ketchup fuera un poco más espeso, por favor, chef.

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No era la primera vez que invitaba a Kei una comida casera como ésta. Desde que empezamos a salir, de vez en cuando tenía la oportunidad de servirle una comida en mi habitación.

Hasta ahora, la propia Kei casi nunca había dado muestras de cocinar, pero no me importaba especialmente. Estaba bien que el que quisiera cocinar lo hiciera. No importa si eres un hombre o una mujer, el género es irrelevante. A mí no me disgustaba cocinar, y Kei se lo comía con gusto. A Kei le gusta hablar, y anima el lugar haciéndome conversar hábilmente, a pesar de que yo no soy un buen conversador. Supongo que somos de los que tienen un buen equilibrio y se apoyan mutuamente.

Saqué del refrigerador huevos, ketchup, pollo y mantequilla. Después de tomar un poco de aceite para ensaladas de la estantería, estaba todo listo. Saqué un poco de arroz congelado y lo dejé descongelando en el microondas. Mientras tanto, preparé las cebollas. La verdad es que quería incluir algunas zanahorias en la guarnición, pero desgraciadamente no tenía ninguna guardada. Justo cuando puse las cebollas en la tabla de cortar y tomé mi cuchillo, sentí una presencia detrás de mí. Kei se había acercado a mí y se había acurrucado contra mi espalda.

―¿Qué estás haciendo?

Como era ligeramente peligroso, dejé lo que estaba haciendo y pregunté sin moverme.

―Sólo observando ―Kei contestó, pero con el lado de su cara pegado a mi espalda, no debería ser capaz de ver lo que estaba pasando―. Está bien que me ignores. Me quedaré quieta.

―Ya veo, entiendo.

Hice lo que me dijo y la ignoré por el momento. Continuando con mi trabajo, corté la cebolla en cuadrados de unos 5mm cada uno en la tabla de cortar. Todo el tiempo que estuve haciendo eso, Kei se pegó a mi espalda y no me soltó. Entonces dejé el cuchillo y alcancé un tazón para romper un huevo, pero, en ese momento, Kei puso sus manos alrededor de mi cintura y me abrazó.

―¿Qué estás haciendo ahora?

―¿Hmmm…? Sólo observando.

―Sin embargo, no veo cómo estás ‘sólo observando’. En todo caso, esto es un sabotaje.

No llegué a darle una advertencia, pero le pregunté por el ligero descenso en la eficiencia del trabajo. Sin embargo, no mostró ninguna señal de preocupación.

―Ahh, estoy muy contenta. ¿Hay algo más que pueda hacerme tan feliz? ―murmuró brevemente, y los brazos que me abrazaban se apretaron aún más. Parecía bastante satisfecha.

―Es una felicidad muy barata. ¿No hay fuentes de felicidad más increíbles por ahí? ¿Como comprar algo que quieres o ver algo que estabas esperando en la televisión?

―Ese tipo de cosas no me harían ni de lejos tan feliz.

―Estaba hablando por hablar, pero en realidad hay algo, ¿no?

―No, no hay nada. Incluso si lo hubiera, no lo necesito. Esta felicidad que tengo ahora es más que suficiente.

Si ella estaba satisfecha con esto, no tenía nada más que decir por mi parte.

―¿Puedo empezar a cocinar de nuevo?

Naturalmente, continuar en esta posición sería muy inconveniente.

―¿Eh~? ¿Qué debo hacer~?

Ella me miró de reojo y sonrió mientras movía los ojos.

―Me gustaría tener algún tipo de recompensa por comportarme.

―Hay algo de chocolate en el refrigerador.

―Respuesta equivocada. No me refiero a eso, pero… nos hemos desubicado en algún punto, ¿no? Bueno, eso es muy tuyo, Kiyotaka. Entonces, esperaré tranquilamente~

Kei se fue y se sentó en la cama como si estuviera satisfecha de sí misma. Ahora parecía que podía concentrarme en hacer el omurice durante un rato. Kei esperó a que terminara de cocinar mientras alternaba entre mirar su teléfono y la televisión. Los dos nos sentamos alrededor de la mesa y terminamos de cenar un poco antes de lo habitual.

―Ah, por cierto, se trata de Shinohara-san, pero… ―No abordé el tema específicamente ni nada por el estilo, pero Kei lo dijo y continuó―: Yo también tuve la culpa, pero supongo que el hecho de que la expusieran le afectó bastante: ni siquiera me habla.

―Es natural.

El hecho de que alguien se vea bien o mal varía según los gustos y el sentido del estilo de cada persona, pero, los que generalmente se consideran superiores hacen comentarios condescendientes sobre los que consideran inferiores. Eso en sí no es algo raro y se puede ver en cualquier sitio. Más bien, suelen decir simplemente lo que piensan, sin tener ningún tipo de malicia detrás.

―¿Tú y las demás odian a Shinohara?

―No la odio ni mucho menos. Shinohara-san es una chica divertida, es conocida por alegrar el ambiente.

―Ya veo. Y por eso sólo te divertías inconscientemente a costa de su relación con Ike.


―Supongo. Nos reíamos mientras hablábamos de cosas que le habrían hecho daño si se hubiera enterado ―Murmuró arrepentida, como si reflexionara sobre sus actos―. ¿Me odiarás por decir cosas malas sobre ella de esa manera?

―La gente habla mal de otras personas. No pretendo negar eso en sí mismo. Aunque puede haber diferencias en cuanto a la cantidad, sería difícil encontrar a alguien que no hable mal de los demás por completo.

Odiar a un alumno mayor de tu club porque es demasiado prepotente, u odiar a tu profesor por ser demasiado egoísta. Está bien tener una o dos quejas así. Hay un lado excesivo en asuntos como burlarse de la apariencia de alguien o señalar cuestiones relacionadas con su capacidad académica, pero, desde luego, no es extraño que, como seres humanos, hablemos de esas cosas.

―Pero básicamente, lo que hay que evitar es que el objetivo te oiga hablar mal de él.

―No es cierto.

―Debió ser un shock que se filtrara por esa Kushida, la excepción entre las excepciones. Decírselo a alguien siempre conlleva un riesgo.

Naturalmente, Shinohara se sintió muy dolida por las conversaciones en las que se criticaba su aspecto que filtró Kushida. Eso no fue todo. Los amigos de Shinohara que no tenían una mala impresión de ella, su novio Ike, así como los amigos de éste; todos ellos pensarían naturalmente mal de Kei y los demás. La próxima vez, Shinohara y los demás podrían darle la vuelta y hablar abiertamente mal de Kei, Matsushita, Mori y el resto. Una vez que se inicie el círculo vicioso, se requerirá un esfuerzo considerable para ponerle fin.

―¿Y? No te limitas a sentirte mal, ¿verdad? ¿Has hecho algo al respecto?

Matsushita ya me había dado una breve explicación, pero tenía que escucharla también de Kei.

―Intenté hablarlo, sobre todos los malentendidos… no, sobre cómo la herí, pero es como si estuviera inabordable ahora mismo.

―Inaccesible, quieres decir.

―Eso, sí eso… eso fue a propósito, ¿sí?

Esta vez sí que se equivocó.

Parecía que Kei y las demás habían intentado al menos reparar su relación rota con Shinohara, a su manera.

―Así que, ya sabes… ¿qué crees que debería hacer para que podamos reconciliarnos?

―¿Me lo preguntas a mí?

―¿No es obvio? Si eres tú, Kiyotaka, estoy segura de que se te ocurrirá un plan inteligente.

Kei también tenía el mismo problema que Yousuke, pero no parecía que ella hubiera encontrado ninguna apertura hasta ahora.

―Todavía estoy pensando en eso ahora. Dame un poco más de tiempo.

Se lo dije y dejé de responder a la pregunta por el momento.

―Oye, es un tema completamente diferente, pero ¿puedo preguntarte algo un poco raro? ―Seguí escuchando sin detenerla, así que me miró con cara de curiosidad y preguntó―: ¿Sabes que decidiste expulsar a Sakura por su OAA en el examen especial? Si…

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Cuando nuestras miradas se encontraron, Kei se atragantó con sus palabras.

―En realidad, está bien. No es nada.

―¿Tienes curiosidad por saber qué habría hecho si tuvieras la puntuación más baja en el OAA?

Sus ojos se abrieron de par en par al ser leídos con tanta facilidad.

―Lo dije en aquella ocasión con Ike; aunque tuvieras puntuaciones similares, la diferencia entre el número de amigos que tienes sería abrumadora. No te expulsaría.

―Entonces, ¿si no tuviera ningún amigo? ¿Si mi estatus entre las chicas fuera bajo?


Los pensamientos que la habían estado angustiando salieron de ella en rápida sucesión.

―Ese argumento no tiene sentido. En esa hipótesis, Karuizawa Kei sería una persona completamente diferente. Si ese fuera el caso, tú y yo no habríamos desarrollado nuestra relación hasta lo que tenemos ahora.

―…Eso es… sí. Puede que sea cierto, pero… si yo fuera ese yo completamente diferente, y no estuviera saliendo contigo, Kiyotaka, ¿me habrían expulsado?

Aunque ella entendía que era un argumento sin sentido, no pudo evitar preguntar.

―Si tus habilidades fueran como acabas de decir, entonces supongo que lo habrías sido expulsada.

―Ugh…

―No es que no entienda por qué te sentirías herida, pero esa persona no eres tú. Realmente es una persona diferente. Fuiste intimidada y herida, y estableciste tu posición entre las chicas para revertir la situación una vez que te convertiste en una estudiante de preparatoria. Utilizaste a Yousuke, y me conociste y saliste conmigo. Esa es Karuizawa Kei, ¿verdad?

Cuando llegué tan lejos con mi respuesta, Kei hizo un mohín de evidente insatisfacción.

―”Habría protegido cualquier versión de ti”. Esa es la respuesta correcta,

¿ok?

―…Ya veo.

Aunque no fuera ella, quería que declarara que protegería a Karuizawa Kei. Aprendí la lección de que, cuando se trataba de cosas así, no había necesidad de lógica.

Se tumbó en mi regazo y le acaricié la cabeza, tratando de ponerla de buen humor. Después de disfrutar unos minutos acurrucada en mi regazo como una gata, empezó a hablar sin cambiar de posición.

―Oye Kiyotaka. No me importa que hayas eliminado a Sakura-san. Porque nunca te equivocas. Pero, ¿fue realmente la decisión correcta de Horikita-san mantener a Kushida-san? Ella sólo estorbará, ¿verdad?

Kushida Kikyou, la responsable de crear las grietas en la clase. Kei consideraba que las desventajas de no expulsarla eran importantes. No era raro ni nada, era la reacción natural.

Cualquiera tendría dudas. Incluso si las tuvieran, no les resultaría fácil hablar cuando estuvieran presionados por el tiempo. Y entonces pensarían que estaba bien mientras pudieran salvarse en última instancia. Probablemente, el calor comenzó a disminuir durante los dos días de descanso después del examen. Algunos se preguntarían si realmente era algo bueno, y otros se sentirían aliviados por no haber sido expulsados. Y algunos estarían aterrorizados preguntándose si podrían ser los siguientes.

―¿Sabes qué tiene Kushida que no tenga Airi?

―¿Eh? Estudiar y hacer deporte, ¿no? Kushida es bastante sorprendente.

Es bastante buena en todo.

―Eso es cierto cuando se trata de las razones superficiales. Pero lo más importante no es eso.

―…¿Qué quieres decir?

―Es la posibilidad de que ella se convierta en una pieza importante para despertar a Horikita Suzune como líder. Podría convertirse en algo para Horikita que ni tú ni Yousuke podrían; alguien a quien pudiera llamar compañera.

―¿Kushida-san va a…?

―La propia Horikita seguramente no lo ha entendido del todo todavía. Sólo confió en sus instintos en una situación de apuro en la que no tenía tiempo de sobra.

―Eso es lo que tiene Kushida-san que no tiene Sakura-san…

―Una perspectiva que sólo Kushida tiene. Pensamientos que sólo Kushida tiene. Declaraciones que sólo Kushida puede hacer. Esas son cosas que ella puede hacer independientemente de su popularidad. Y esas apoyarán a Horikita.

Aunque Kei lo había aceptado hasta cierto punto, no estaba del todo convencida. ¿Era también una reacción natural? Era un futuro incierto. Era sólo una teoría vacía, basada en la suposición de que Horikita tenía razón al tomar esa decisión.

―Ella es plenamente consciente de que Haruka y los que estaban involucrados están resentidos con ella. Pero sus resultados no se verán en uno o dos días. Todo lo que podemos hacer es observar atentamente.

―¿Pero no está Hasebe-san más resentida contigo, Kiyotaka?

―Así es.

La dificultad de alcanzar la unanimidad en aquella situación en la que el tiempo estaba a punto de agotarse. No importa cuántos otros sugiriera Horikita, habría sido casi imposible llegar a un consenso. Y el golpe a nuestros puntos de clase habría sido inaceptable. Siendo ese el caso, no había otra opción que tomar medidas.

―Si ella pudiera hablar de resultados, conclusiones y respuestas, entonces sería fácil. Pero la realidad es que ella no puede hacer eso.

―¿Te refieres a Horikita-san?

―Supongamos que hay un obstáculo frente a ti que está a una altura en la que no estás segura de si serás capaz de superarlo con éxito o no. Si lo desafías y fallas, puede que te caigas sin ser capaz de saltarlo, o puede que te hagas tan sólo un rasguño en la pierna y lo superes. O tal vez, si tienes muy mala suerte, podrías incluso romperte un hueso.

Planteé un escenario imaginario en el que un obstáculo que apenas podías superar utilizando exactamente toda tu fuerza te impedía avanzar.

―¿Qué crees que deberías hacer para asegurarte de superar ese obstáculo?

―¿Eh…? U-umm… ¿hacer un montón de prácticas antes de intentar saltarlo?

―¿Y si no puedes practicar?

―Eso es… tendrías que ir simplemente por ello, ¿no? Como, esa es la única manera…

―Es lo mismo que eso. Horikita no podía dejar de correr una vez que había empezado y trataba de saltar el obstáculo que tenía delante.

―En resumen, ¿dices que Horikita falló el reto y se cayó?

―No, es más bien que saltó y su pierna se golpeó contra el obstáculo. ¿Qué tan grave fue su lesión y si se cayó así? ¿Está bien ella misma o está gravemente herida? Eso aún está por determinarse.

Era fácil evitar ese obstáculo. Habría sido mejor no saltar y dar un pequeño rodeo. Pero eso fue también lo que me hizo querer seguir observándola. Una vez más me encontré preguntándome sobre cosas que nunca imaginé cuando había empezado en esta escuela.

―Así que es así. Pero sí, realmente no puedo aceptar la decisión de Horikita-san. Ella también rompió su promesa. Además, incluso llegó a decir que protegería a Kushida-san.

Ciertamente, había un aspecto de intimidación en ello, pero también era un hecho que, hasta ahora, la clase de Horikita se había convertido en algo demasiado vago.

Con las olas que se produjeron por esa decisión, todos sabían que su seguridad personal no estaba garantizada. Por supuesto, su confianza en Horikita se habría visto afectada, pero eso era algo que podría recuperar en los exámenes especiales que se avecinaban. Aunque eso estaba condicionado a que siguieran adelante con su objetivo de llegar a la clase A.

Mientras hablábamos de esto y lo otro, el reloj marcó las 7 de la tarde. Recogí los platos en los que habíamos comido y fui a la cocina a lavarlos mientras podía.

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―Oye, oye, ven aquí y charla conmigo~

―Más tarde. Voy a lavar los platos.

―¿Eh? Pero, ¡serán las 7:30 cuando termines!

Comenzaremos nuestras discusiones cuando llegue Yousuke, así que ella exclamó insatisfecha. La ignoré y me puse a lavar los platos. Estuvo callada durante un rato, pero, incapaz de mantenerse quieta durante mucho tiempo, pronto empezó a exigirme de nuevo.





―Vamos, vamos, ven aquí, no seas tímido. ¿Sí? ¿’kay?

Mientras decía eso, dio tres o cuatro palmadas en la cama.

―Supongo que no tengo otra opción───

Quería al menos terminar con las ollas antes de que llegara Yousuke, pero me rendí. Me senté en el lugar que Kei palmeaba. Contenta, me pinchó la mejilla derecha una y otra vez.

―Tu mejilla sí que es suave para un chico~. ¿Te la estás cuidando? ―Sólo loción.

Por la cantidad de estrés a la que estaba sometida mi piel adolescente, pensé que cualquier otro cuidado sería fundamentalmente inútil.

―Hmmm…

Ella no se lo creyó, pero, al mismo tiempo, no pareció importarle mucho y siguió pinchando como si sólo quisiera tocarme. La agarré de la mano, la atraje hacia mí y le robé un beso. Pensé que se sorprendería, pero se sonrojó y sonrió como si lo hubiera esperado.

―He estado esperando esto desde que llegué a la habitación hoy.

―Ya veo.

Tenía que admitir que todavía no podía leerla cuando se trataba de cosas como ésta. Después de eso, nos besamos sin palabras una y otra vez, nuestros cuerpos cerca. Sus besos sabían a omurice. Fue una experiencia extraña.

―Te amo…

Kei se acurrucó contra mí, y yo la abracé con suavidad, mientras un tranquilo silencio se apoderaba de nosotros. Más que incómodo, era reconfortante. Durante un rato, nos abrazamos con fuerza.

Nuestra tranquilidad se vio interrumpida por el sonido del timbre de la puerta. Al volver a la realidad de repente, Kei se asustó y se alejó de mí, inesperadamente avergonzada. No tenía por qué apresurarse -la puerta estaba cerrada con llave-, pero bueno… entiendo por qué lo hizo.

Esperé un poco a que Kei se calmara, y luego los dos juntos recibimos a Yousuke.

Había llegado a mi habitación todavía con su uniforme.

―Fui al centro comercial Keyaki con mis mayores después de nuestras actividades del club, ya ven.

Aclaró al notar que yo miraba su uniforme.

―Bienvenido, siéntete como en casa~

Al ver que Kei se comportaba como si esta fuera su propia habitación, Yousuke sonrió felizmente. Desde que llegamos a esta escuela, había estado pendiente de Kei más que de nadie, y debía ser por eso que se alegraba de verla tan genuina y alegre.

―Gracias por recibirme.

Siempre cortés, se arregló los zapatos antes de entrar, y, después de tomar asiento, le llevé un poco de té.

―Gracias.

―Entonces, ¿para qué querías mi consejo?

No tenía sentido retenerlo mucho tiempo, así que le facilité el comienzo. Aunque ya había predicho todo lo que iba a hablar.

―Sí, es sobre la clase. Tal y como estamos ahora, entrar en el Festival Deportivo será peligroso. Estoy seguro de que Karuizawa-san también lo entiende. Creo que a las chicas les resultará especialmente difícil trabajar juntas.

Yousuke se giró hacia Kei, ya que ella estaría más al tanto de los detalles.

―Estaba hablando con Kiyotaka sobre Shinohara-san. Sinceramente, ahora mismo ni siquiera estoy pensando en la competición.

En cambio, ella estaba tratando de arreglar su amistad con Shinohara.

―Me preguntaba si tenías alguna buena idea al respecto. Quiero tu ayuda, Kiyotaka-kun.

Kei, que también acababa de pedirme ayuda en una línea similar, se dirigió a mí también. Siendo así, yo también debería hablar con libertad.

―Yousuke, ¿has hablado con alguien más sobre esto antes que conmigo?

―¿Eh? No… es la primera vez. Si intentara hablar sin ninguna preparación, y se corriera la voz de que estoy intentando arreglar las cosas, me parece que no saldrá bien.

La mayoría de las personas estarían contentas si sintieran que sólo quiere ayudarlas, pero, por otro lado, si supieran que está tratando de unir a la gente de nuevo, sólo les haría desconfiar de él. Incluso podrían sospechar que tiene un motivo oculto para sus amables palabras.

―Tú también, ¿eh?

―Estaba pensando que, después de todo, tal vez quiera instrucciones.

―Entonces, de cara al futuro, quiero que lleves estas conversaciones no a mí, sino a Horikita, la líder de la clase.

―Pero creo que Horikita-san tiene las manos llenas con lo que está pasando con Kushida-san. Ahora mismo, ella ayudando con los problemas de nuestros otros compañeros de clase─

―Entonces, si yo me ocupara de Kushida, ¿ustedes irían a ver a Horikita? ―Eso… es lo que me pregunto. Quizá seguiría hablando contigo, Kiyotaka-kun.

Después de imaginar mi hipótesis, Yousuke admitió honestamente que sí.

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―Horikita-san está haciendo un gran trabajo, pero Kiyotaka-kun sería capaz de ver el panorama general y tomar la decisión correcta. Eso es lo que yo pensaba.

―Yo también, ¿sabes? Como que, si te lo dejara a ti, se te ocurriría la respuesta perfecta.

―Creo que también te lo dije en el último examen especial. No podrás confiar en mí para siempre. Incluso si no estás seguro, deberías llevar estas conversaciones a Horikita primero. Si no sigues ese proceso, estaría mal”.

―Pero──

―Será una carga para ella. No estoy seguro de que ella llegue a una solución. Así que no puedo confiar en ella, no confiaré en ella. Si haces eso, ¿crees que Horikita llegará a ser una verdadera líder? ¿Y si fuera un líder como Ryuuen, Sakayanagi o Ichinose? Aunque ya lo estés manejando, si tuvieras alguna preocupación, ¿no se la llevarías a ellos primero?

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