Boku Wa Tomodachi (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: Kodaka, El Rey De La Comedia (Y El Flag De Unión De Kobato ③)

Un día, después de la escuela, tomé prestado un libro de la biblioteca.

—“El Camino a Dominar el Arte de Contar Chistes ~Ahora tú también te puedes convertir en un Rey de la Comedia” era el título de ese libro.

Por alguna razón, estaba guardado en la sección de historia mundial, y cuando pasé a echarle un vistazo, lo rmiré por un impulso.

Las reacciones de Yozora y Sena a los chistes que les conté el otro día, todavía…sólo muy ligeramente, me molestaban.

Bueno, no es que realmente me importe lo que esas dos, que no tienen sentido del humor, digan ni nada de eso, pero no podría hacer daño mejorar en lo de contar chistes.

Después de que registré el pedido del libro en la biblioteca lo llevé conmigo a la sala del club.

Leer un libro de cómo contar chistes en público sería un poco vergonzoso, y la gente podría tener una impresión de mí aún peor de la que ya tienen.

Cuando alcancé la sala del club y abrí la puerta, vi a María sentada adentro.

—¿Ah? ¿Nadie más vino hoy?

—Yozora es caca.

Dijo María de pronto mientras comía sus papas fritas.

—Realmente odias a Yozora ¿Verdad?…

María rápidamente negó con la cabeza sacudiéndola de un lado para otro.

—¡Eso no es lo que quiero decir! ¡Yozora de verdad es caca!

—Las niñas no deberían andar por ahí diciendo caca todo el tiempo, es indecente.

—¡Te-Es-Toy-Di-cien-do que Yozora fue a hacer caca!

—Eh…

Ahora que lo menciona, puedo ver el bolso de Yozora encima de la mesa.

—…Ah-… O-Ohh, ya veo, fue al baño.

…Ah, bueno, todos tienen que usar el baño de vez en cuando. Entonces de pronto María abrió la boca e hizo un gesto de sorpresa.

—¡Maldición! ¡Se suponía que no le diría a nadie que fue a hacer caca! Yozora se va a enojar conmigo…

—¿Qué, te obligó a no contarle a nadie sobre eso?

—Sí…Si le cuento a alguien, entonces tengo que correr una vuelta alrededor de la escuela, desnuda…

Yozora es tan mala como siempre.

—…No le diré a nadie que me dijiste, así que no te preocupes por eso.

—¡¿De verdad?!

El rostro de María se iluminó al instante.

—¡Eres un chico muy bueno, Kodaka! ¡Para ser una naranja podrida de todos modos!

—… Quizás le diré a Yozora después de todo.

—¡N-No! ¡Haré cualquier cosa, solo no le cuentes a Yozora!

—… No le contaré, relájate. Además, no vayas por ahí diciéndole a la gente que harás cualquier cosa por ellos.

Esta niñita es demasiado ingenua sobre ese tipo de cosas, me preocupa.

—Pero Yozora me dijo que si digo ‘Haré cualquier cosa’ Kodaka escuchará todo lo que diga.

—¡¿Q-Qué diablos te está enseñando…?!

—¡¿No escucharás todo lo que diga?!

—No lo haré.

María frunció sus labios.

—Muu, dejé a esa Yozora engañarme de nuevo…

—… La habilidad de Yozora de inventar mentiras como si nada es una cosa, pero María, no deberías aceptar lo que las otras personas dicen con tanta facilidad.

—¿Eso significa que no debería confiar en lo que tú dices tampoco?

—Eh… Bueno, está bien si confías en lo que yo digo.

—¡Está bien! ¡Confiaré en ti!

María hizo una linda y pequeña sonrisa inocente.

Puede ser un poco demasiado grosera a veces, pero en realidad es una buena niña ¿No?…

Decidí darle un pequeño frote a la cabeza de María.

—Fuah…

María alegremente me dio una brillante sonrisa y dejó escapar un largo suspiro.

Tras frotar la cabeza de María por unos segundos, me senté en el sofá y saqué de mi bolso el libro que tomé prestado de la biblioteca hace un rato.

—¿Qué libro es ese? ¿La Novela de los Tres Reinos?

María se dejó caer a mi lado y le echó un vistazo a mi libro.

—No, es un libro sobre comedia.

—¿Comedia?

—Como chistes y esas cosas.

—Ohhh, es un libro sobre chistes, ¿Es divertido?

—El libro no está hecho de chistes, sino de cómo contar chistes, así que dudo que sea divertido…

—¿Entonces no es divertido…?

Rápidamente intenté decir algo para levantar el ánimo de María.

—¿Entonces por qué no intento contarte mi propio chiste?

—¿Tu chiste?

Los ojos de María comenzaron a brillar de nuevo, y aclaré mi garganta mientras me sentía un poco avergonzado.

—Sí. No sé por qué Yozora y Sena no lo entendieron, pero es realmente divertido. El título es ‘los Manjuu son aterradores’

—¡¿Ah?! ¡¿Por qué los manjuu son aterradores?!

—Sólo tienes que esperar y verás. Hubo una vez, en la era Heian…

Le conté a María la historia de ‘Los manjuu son aterradores (mi versión)’.

—¡Ajajajajajajaja! ¡Café! ¡¿Por qué tienen café en la era Heian?, ¡jiajiajiajia! ¡N-No puedo respirar, y-y A-san! ¡Ajiajiajia ¿Por qué A-san puede hablar en inglés si está en la era Heian?! ¡Ajiajiajiajia! ¡Y esos chicos fueron engañados por A-san! ¡Jajaja que montón de idiotas! ¡A-A él en realidad le gustaban los manjuu, ajajajajaja! ¡¡Fueron completamente engañados!!

María sostenía su estomago mientras explotaba de la risa.

¡Esta es la reacción que buscaba!

—Bien, ahora tengo una historia aún más divertida. El título es ‘El Shuumai aterrador’.

—¡¿Un shuumai aterrador?! Ajajaja, eso es tan estúpido, ¡¿Como podría ser aterrador un shuumai?! ¡¿A-san va a decir que está asustado de los shuumai ahora?! ¡Ajajaja, se la creerán de nuevo! ¡Esos idiotas se la creerán!

Empecé a contarle la historia de ‘El Shuumai Aterrador (mi versión) a María, que ya estaba muerta de la risa antes de que siquiera empezara.

—¡Ajajajajajaja e-e-estaba pegado en la tapa! ¡El shuumai estaba pegado en la tapa! ¡Ajajajiajiajia! ¡Y murió también! ¡Murió de sorpresa por el shuumai! ¡Ajajajajajaja!

Esta vez no se rió de la parte que esperaba, pero aún así, María siguió estallando a carcajadas.

¡Se siente tan bien tener a gente riéndose de tus chistes!

—Bien, el próximo es-

Le conté la historia de “La aterradora Sopa de Miso (mi versión)”.

—Fuajiajiajiajia, n-no puedo respirar, ¿P-p-por qué San Agustín estaba, por qué estaba, ¡Pffffft, fiajiajiajia! ¡¿PP-P-Por qué estaba su mamá ahí?! ¡¿Por qué estaba la mamá de San Agustín en su foto?! ¡Ajiajiajiajia! ¡¿La agarró y la metió ahí?! ¡Ajiajajajaja, jaja, n-no puedo respirar, ueh, uejiejia!

Después de eso, le conté a María unas cuantas historias divertidas más, como “La Caballa de Ojos Negros (mi versión)” y “El huachinango (mi versión)”, se reía tanto después de cada uno que apenas podía respirar.

—Jaa, Ja…. Jaa… Ngah… Ajaa… Jaa… Fuajaa…

Las mejillas de María estaban completamente rojas por todo lo que se rió, mientras yacía exhausta en el sofá.

Supongo que me dejé llevar y la hice reír demasiado.

—Toma, bebe algo y relájate un rato.

Le di a María mi botella de té que bebí hasta la mitad después de la clase de Gimnasia del 6to período.

María bebió el té con su pequeña boca.

—¡Pwaaa!

—¿Te sientes mejor ahora?

María sonrió, todavía se veía un poco cansada.

—Esta es la primera vez que me río tanto. ¡Eres un chico divertido, Kodaka!

Dijo María, que entonces se levantó del sofá y abrió nuestro armario de la sala del club.

Había un montón de bolsas de papas fritas adentro. María alegremente tomó una, volvió a sentarse al sofá conmigo y entonces alegremente abrió la bolsa.

—¿Desde cuándo tienes tantas bolsas de papas fritas ahí?

—¡Yozora me da una cada vez que hago algún trabajo para ella!

—¿Trabajo?

—¡Como sacarle brillo a sus zapatos, barrer el piso, comprarle jugo, y hacer su tarea!

…Te ha entrenado bien ¿Verdad?…

—Espera, ¿Dijiste tarea? ¿Sabes cómo hacer la tarea de un estudiante de preparatoria?

—¿Olvidaste que soy una profesora? ¡Soy mucho más sabia que cualquiera de ustedes!

Realmente no creo que sea tan sabia, pero supongo que tiene un montón de habilidad académica.

—¡Toma Kodaka! ¡Te dejaré tener un poco como un agradecimiento especial por contarme esas historias divertidas!

Mientras decía eso y disfrutaba sus papas fritas, María me ofreció una bolsa.

Bueno, no es que no me gusten así que tomaré un poco.

Mientras estábamos comiendo papas fritas los dos juntos, pregunté

—¿No acababas de comer una bolsa de papas fritas cuando entré aquí?

María asintió con la cabeza alegremente a mi pregunta.

—¡Sí, porque las papas fritas son deliciosas!

—No, aunque sean deliciosas… si comes todos estos bocadillos no tendrás espacio para la cena, ¿Sabes?

—¡No necesito cena así que está bien!

—¡No, no está bien!

—Pero la comida de aquí sabe tan mal.

Dijo María con un claro tono de disgusto en su voz.

—Yo creo que la cafetería y las cosas a la carta que tienen aquí son bastante buenas, ¿Tú no?

—Las hermanas de la iglesia no tienen permitido comer eso. Todas comemos tres veces al día en la cocina de la capilla, pero todos los días, todo lo que hacen es ensalada de papas y vegetales con un poco de tocino que sabe a caca. ¡Quiero comer carne, no esa caca! ¡Comer papas fritas es mucho mejor que comer esa cena!

—Aún así, comer papas fritas en lugar de comida de verdad no es bueno para ti…

—Está bien así.

María terminó nuestra conversación ahí y continuó comiendo sus papas fritas.

Tras terminar la bolsa completa debe haberse llenado, porque rápidamente se estiró en el sofá y se quedó dormida.

—No te quedes dormida inmediatamente después de comer…

Suspirando, me levanté buscando una manta o algo para ponerle encima.

Pero, noté que la puerta de la sala del club estaba entreabierta y podía ver que alguien estaba espiando.

—… ¿Quién está ahí?

Pregunté mientras miraba a la puerta, la cual entonces lentamente se abrió.

Las personas que entraron fueron Yozora, Sena, Rika y Yukimura. Los otros miembros del club de vecinos.

—¿Eh…? ¿Por qué estaban ahí afuera?

—¡E-Era muy difícil entrar mientras estabas coqueteando con María!

Dijo Sena, mientras se sonrojaba por alguna razón.

—… Nunca hubiera pensado que eras un lolicon, Kodaka-senpai.

Dijo Rika.

—Yozora-anego me dijo que no interrumpa tu momento de violación.

Agregó Yukimura.

—Yozora… ¿Qué tipo de porquería estás inventando?…

Cuando dije eso, Yozora me dio una mirada llena de lástima por alguna razón.

—… Incluso yo puedo mostrarle a la gente algo de compasión.

—… ¿Compasión?

—Incluso yo me sentiría mal por meterme en tu camino cuando estás intentando consolarte contando esas historias tan horribles de las que sólo alguien como María se reiría… Es como esa sensación incómoda cuando encuentras a alguien hablando con sus ‘NiNTeNDogs’ o ‘LoVePlus’ porque creen que no hay nadie alrededor que los verá…

—¡No quiero escuchar eso de alguien que le habla a su Air Friend!

Y además, esos chistes que conté eran realmente divertidos… ¿Verdad?

Más tarde, en la cena de esa noche.

Intenté contarle a Kobato los mismos chistes que llevaron a María a un ataque de risa.

Cuando lo hice, Kobato puso un par de caras raras. Una parecía como que estaba a punto de llorar, otra parecía como si hubiese bebido una botella de vinagre, otra parecía como si me estuviera teniendo lástima, y además de eso, se mantuvo diciendo.

—Kukuku… Seguir el jolgorio de mi familia es otro de mis deberes como la Reina de la Poderosa Noche, ya veo…

Y otras cosas como esa mientras básicamente ignoraba todos mis chistes.

—…Eso es raro… María se rió de ellos, entonces ¿Por qué nadie más lo hace…?

—Mu…

Tras escucharme sacar el nombre de María, Kobato al instante puso una cara de enojo.

—…Te he dicho esto antes, pero eres alguien que comparte su sangre con la mía, que soy de la Poderosa Noche… Perder el tiempo con ese abominable peón de la iglesia solo te traerá desgracia…

—Sí, sí.

—Mumumu….

Kobato tragó su jugo de tomate con un gesto de disgusto en su rostro.