Kawaikereba Hentai Demo Suki (NL)

Volumen 8

Prologo: Acosador

“… ¿Qué te parece si empezamos a salir?”.

Por un breve momento Keiki no entendió lo que ella quizo decir.

Justo ahora se encontraba en el interior del salón del consejo estudiantil. A esta hora las clases ya habían finalizado y las palabras que Shiho le dijo en ese instante hizo que su corazón comenzara a latir como nunca antes lo había hecho.

¡¿C-cómo pudo pasar esto?!, ¡¿Y por qué es Takasaki-senpai…?!

Esta reaccion era obvia. Ya que cualquier chico entraría en shock en el momento en que una chica tan hermosa como Shiho se le declarara. Claramente esto lo dejó confundido, sin embargo, no podia quedarse callado para siempre, por lo que decidió responderle a la chica.

“Q-qué qui….asdkjnad d-d-dehir con eho..?” [¿Qué quieres decir con eso?]

Gracias al impacto de esto, Keiki se mordió la lengua, lo que lo había hecho incapaz de hablar con la seriedad que él quería. De hecho, comenzó a entrar en pánico. Ignorando el evidente pánico que él estaba demostrando, Shiho añadió mas leña al fuego.

“Pues justo lo que escuchaste, una relación entre chico y chica, una relación de novio – novia, esa clase de cosas, tú entiendes”.

“¡¿Eeeehh?!”

A cualquier chico de su edad que una chica tan hermosa se le confesara, debería estar saltando en una pata de alegría. Sin embargo, Kiryuu Keiki era un poco diferente.

Esto tiene que ser una trampa o una broma ¿no?”

El sentimiento que estaba inundando su corazón no era alegría. Era más bien Sospecha, ¿Cuál era la razón de esto?, muy sencillo.

Hasta este momento. Cada vez que Keiki pensba que por fin su época de romance llegaría y empezaría a enamorarse de una linda chica, ella siempre resultaba ser una pervertida que lo apuñalaba por la espalda. Así que una vez fue engañado una gran cantidad de veces, su capacidad de confiar en aquellas palabras tan dulces había desaparecido. Lo único que se le pasaba por la cabeza era: “La voy a pasar muy mal después de esto”. Palabras de miedo, parecía como si una bestia desconfiara de las trampas puestas, así que él de manera inconsiente se puso en guardia.

“Umm… ¿Es alguna broma o algo asi?”

“…Jamás bromearía con esto”

Después de responder la pregunta de Keiki, la presidenta del consejo estudiantil infló sus mejillas e hizo un puchero.

¿Pero qué demonios pasa con esa reaccion tan linda? Oye y si haces esa cara… puede que me ilusione ¿sabes?, y si me decepcionas, mi autoestima llegara a su fin.

Mientras aún estaba alerta, El joven hizo una pregunta bastante audaz.

“¿E-estás enamorada de mi?”

“Bueno, la verdad no me caes mal, pero si tuviera que responderte a eso, la verdad es que no”

“Ya veo…”

Ahora él debía hacer una pregunta muy importante.

“¿Por qué me dijiste eso entonces?”

“Hmmm…”

La coqueta sonrisa que había en el rostro de Shiho desapareció, así como el agradable ambiente que habia en el salón.

“La verdad… es difícil de explicar…”

“¿Te sucedió algo?”

“Si… hay veces que siento… que alguien me observa todo el tiempo”.

“¿Cómo asi?”

“Cuando camino por los pasillos, cuando voy camino a casa… siento que alguien me está observando y me sigue”.

“¿Estás diciendo que tienes un acosador?”

“Ajaja… creo que es bastante obvio”.

“¡Eso es demasiado peligroso!, no te deberías reir de algo así”

Aunque la posibilidad de que fuera un acosador era la mas viable. Aún podrían ser varias cosas.

Primero podría ser un chico enamorado que la seguía. Aquel chico de seguro empezaría escuchando lo que ella hablara por teléfono y controlaría la vida de ella de alguna manera, y en el peor de los casos llegaría recurrir a la violencia. Ahora que lo pensaba, Koharu era una acosadora de las buenas, aunque Keiki no podía felicitarla por ser así.

“Es que jamás he visto en sí al acosador, pero aun así puedo sentir su mirada y su presencia… además… que me da miedo comprobar que él en verdad lo esté haciendo”.

“Ya veo…”

En algunos casos puede que no se tengan pruebas fehacientes sobre el hecho, pero por el hecho de que no haya humo, no significa que no haya incendio. Y más encima si tenías en cuenta lo hermosa y amable que era Shiho. Por eso Keiki pudo imaginar que ella tenía muchos admiradores secretos los cuales solo tuvieran sentimientos amorosos de su parte, mas no de ella, así que la posibilidad de que alguno de ellos la siguiera no era nula.

“¿No sería mejor pedirle ayuda a un profesor en vez de a mí?”

“Bueno… es que como aún no lo he podido confirmar, además de que aún no ha hecho algo que me afecte a mí directamente, no quiero que esto se vuelva un problema por ahora”

“Si, entiendo tu punto, pero…”

Al ser la presidenta del consejo estudiantil. Si ella no pudiera comprobar la existencia de aquel acosador, sería un gran problema para ella, por eso Keiki entendió el porqué ella no quería que esa incómoda situación sucediera.

“Te voy a explicar porqué te dije que saliéramos. Si el acosador ve que tengo un novio, se podría dar por vencido de seguirme”

“Entonces de eso se trataba”.

Keiki había pensado que una confesión tan repentina era algo muy absurdo, pero ahora todo estaba claro.

“Y por eso pensaba que… tal vez podrías fingir ser mi novio por un tiempo”

“Hmm…”

Ser el novio falso de ella ayudaría a controlar a este peligroso acosador. Pero esto significaría que empezarían a salir, y aunque solo fuera por las circunstancias, Keiki no se sentía bien engañando a los demás.

“…Keiki-kun… acaso, ¿No te gusto?”

“¿Eh?”

“¿Acaso me odias al punto que no me ayudarías…?”

“No, no es eso, es que…”

Aquella forma de ella para decir las cosas era realmente injusta para Keiki. Ya que su expresión triste y la forma en la que lo miraba, sin duda era un juego sucio. Además, su último ataque tomoó por sorpresa al Kouhai, ya que ella tomó su mano con fuerza.

“¡Te lo suplico por favor!, a cambio, en el tiempo que fingamos ser novios, ¡Voy a actuar como tu verdadera novia!, ¡Tú quieres experimentar qué es tener una novia ¿verdad?!”

“Tener una novia…”

“Ademas, tu eres al único que le puedo pedir eso”.

Dejando de lado el maravilloso trueque que ella le había ofrecido. Era verdad que ella parecía sumamente preocupada por eso, e ignorar lo que ella estaba pasando no era algo que Keiki haría. Y en su caso, lo más que ella necesitaba en este momento era un guardaespaldas que un novio.

“Está bien, te voy a ayudar”.

“¡¿En serio?!”

“Si, además esta es la ocasión perfecta para pagarte el favor del presupuesto”

“¡Muchas gracias!”

Shiho estrechó la mano de Keiki con la de ella. En ese instante él sintió que se había sonrojado levemente por la suavidad de su mano. Y aunque había creído que se había acostumbrado a esta clase de contacto gracias a los constantes ataques de las chicas del club. Él no pudo evitar sentirse un poco nervioso porque una chica tan linda como ella lo tocara.