Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 7: El Escudo De Los Milagros

Interludio: Familia

Villa Torne

Louie estaba en uno de los molinos de piedra del pueblo, acurrucado y llorando de miedo.

En el momento de los primeros ataques de Monochrome, Louie estaba de regreso a casa. Afortunadamente, debido a que se había alejado de las multitudes del festival, el monstruo no lo había atacado y había salido completamente ileso. Sin embargo, la vista de la aldea en llamas lo había aterrorizado hasta el pánico, lo que lo había impulsado a correr hacia él hasta que tropezó con este molino de viento al costado de la carretera.

Entrar en él no había sido un error. Hizo un buen trabajo al ocultar a Louie de la mirada de Monochrome, y estaba demasiado lejos de las otras casas para incendiarse. Sin embargo, este lugar no era más que un callejón sin salida para él.

Aunque lo mantenía a salvo del peligro inmediato, el demonio lo quemaría instantáneamente si salía. El molino era tanto su refugio como su prisión.

“Ohh…” gritó, todo acurrucado en la esquina.

El resonante cacareo del monstruo lo aterrorizaba sin fin, y la soledad lo hacía sentirse indefenso, pero más que nada, no podía dejar de preocuparse por su madre, que, según pensaba, todavía estaba en casa.

“Si papá estuviera aquí, él…”

Nos salvaría como lo hizo en ese entonces, pensó.

En realidad, esta no era una situación que Shijima pudiera haber manejado, pero el joven Louie no estaba en un estado de ánimo para considerar eso. Como el niño que era, Louie solo quería que su padre lo salvara.

El niño había adorado a Shijima desde que se conocieron hace cuatro años. Siendo su salvador y un Maestro ultra fuerte, el hombre era un verdadero héroe para él.

Sin embargo, la admiración de Louie era la que le dirías a las superestrellas o deportistas famosos; Shijima definitivamente no era una figura paterna para él.

Por eso, no sabía cómo sentirse acerca de que Farica y Shijima se casaran.

El corazón del niño rechazaba la idea de que Shijima fuera su padre ahora. Su amor y respeto por el hombre estaban ahí, pero no su capacidad para ver algo paternal en él, lo cual era perfectamente normal para un niño cuya madre acababa de casarse de nuevo.

Ese sentimiento hizo que al niño le resultara difícil idolatrar al hombre como antes, y comenzó a crear una distancia incómoda entre ellos.

Shijima comenzó a vivir con ellos y Louie se comportó con él como un extraño, en lugar de la familia en la que ahora se habían convertido.

Ni Farica ni Shijima dijeron nada al respecto. Creían que, independientemente de cómo lo hiciera el niño, Louie tenía que encontrar el compromiso por sí mismo, por su propia voluntad. Debido a esto, Gringham y Juno pronto actuaron más preocupados que los padres.

Después de todo un mes de incomodidad, la familia se encontró con un punto de inflexión: una visita a cierta tumba en la capital.

Era el aniversario de la muerte del padre biológico de Louie, así que fueron a limpiarlo y decorarlo con flores.

El hombre había sido un simple carpintero que había perdido la vida al resbalar de un techo y caer al pavimento de abajo. El ángulo en el que golpeó el suelo fue tan desafortunado que murió en un instante, sin darle tiempo a la magia curativa para salvarlo.

Después de limpiar la tumba, presentar las flores y rezar, Louie y Farica abandonaron el cementerio y se prepararon para regresar a casa, pero fue entonces cuando el niño se dio cuenta de que habían dejado sus herramientas de limpieza en la tumba.

“¡Espera aquí, mamá, iré a buscarlos!” le dijo a Farica antes de alejarse a toda velocidad.

De vuelta en la tumba de su padre, Louie encontró a alguien que no esperaba.

Era Shijima, el hombre del que se había separado después de viajar juntos a la capital. El hombre les había dicho que tenía asuntos que atender.

Puso un poco de incienso encendido ante la tumba del padre de Louie, juntó las manos y cerró los ojos.

Shijima estaba tan concentrado en su tarea que ni siquiera notó que Louie se escondía detrás de una de las otras tumbas.

Después de una oración larga y silenciosa, el hombre habló en silencio y dijo: “Mientras respire, me aseguraré de que estén felices”.

Esas fueron palabras dirigidas a la persona que había protegido a las personas más queridas de Shijima antes de que él entrara en sus vidas.

“Así que por favor… cuídanos”.

Eran una promesa para el hombre que ya no estaba con ellos.

Louie no salió de su escondite y simplemente observó la escena, pero tuvo un profundo efecto en él, que culminó con un solo pensamiento:

Oh, él… él es papá.

A partir de ese día, Louie comenzó a acercarse lentamente a Shijima de nuevo y se convirtieron en un padre e hijo felices.

Los festivales Windstar que visitó la familia después de eso fueron algunos de los mejores recuerdos de la vida de Louie hasta ahora.

Este, sin embargo, era drásticamente diferente a esos.

“¿Por qué está pasando esto…?” Louie lloró.

Estaba pasando este Festival Windstar acurrucado, solo y asustado.

El año pasado, había tenido a su padre con él, junto con Gringham y Juno, pero ahora, no estaban a la vista.

Incluso fue separado de su madre, dejándolo temblando en soledad en el frío piso de piedra del molino mientras el terrible carcajeo desde arriba aterrorizaba su corazón.

“Quiero a mi mami… y a mi papi también…”, continuó llorando, sin que nadie lo escuchara.

***

???

Podría terminar siendo liberado. Si eso sucede, no podré darte ninguna orden. Pero si tú… si los días que pasamos aquí son tanto un tesoro para ti como lo son para mí… si nos ves como tu familia… entonces hay algo que quiero que hagas.

Mientras esas importantes palabras pasaban por su mente, abrió lentamente los ojos para encontrarse en un paisaje muy familiar.

Había estado durmiendo durante dos temporadas completas. Mucho había cambiado. Y al examinar su estado actual, se dio cuenta de que había perdido su vínculo con alguien a quien adoraba profundamente, lo que lo entristeció profundamente.

“¿Eh…?” Luego notó que algo andaba mal en el cielo.

No sentía que fuera de noche y, sin embargo, estaba extrañamente oscuro, sin mencionar que había una risa desagradable que venía de lo alto.

Aunque el sonido le molestó un poco, no le importó demasiado.

Sin embargo, el cacareo se mezcló con otro sonido, uno que no pudo ignorar aunque lo intentara.

Después de todo, ¿cómo podía ignorar los gritos de un niño que era tan preciado para él? ¿Cómo podía actuar como si no hubiera escuchado el llanto de un miembro de su familia?

“¡GROAAAAAHHHHHHH!” rugió el hombre mientras pateaba el suelo bajo sus cuatro pies. Daría su corazón y su alma para correr hacia la voz. Para proteger a sus seres queridos y cercanos.