Kawaikereba Hentai demo Suki (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: ¿Te Ordenaron Usar Un Vestido De Maid Con Orejas?

Parte 2

 

 

Dejando de lado el tema del fetiche de Sayuki, esto en verdad era un gran problema. Gracias a las esposas, ella no se podría cambiar de ropa y si alguien viera al chico y a la chica (quien estaba con el traje de Maid) esposados, sería muy difícil aclarar qué fue lo que sucedió realmente. Y sin mencionar que podría terminar en una suspensión si uno de los profesores los llegaba a ver.

“Sayuki-senpai, no podemos salir así de la habitación, ¿no puedes hacer algo?”

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“Creo que será inevitable. Voy a ir a mi casa y las traeré, así que esperen un rato.”

Una vez que tomó su bolso, Sayuki se volteó a ver a Keiki justo antes de salir.

“Ah, Keiki-kun.”

“¿Qué pasa?”

“Sé que Koga-san es muy linda, pero, aun así, no pongas tu cabeza en el interior de su falda y no toques su trasero de forma accidental, ¿está bien?”

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“Solo vete.”

Y así fue como Sayuki por fin salió de la habitación, dejando a ambos chicos solos en silencio mientras tenían sus manos conectadas por las esposas. Ellos decidieron juntar dos sillas y se sentaron a esperar.

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“La verdad es que Bruja-senpai no hace nada más que ocasionar problemas… Incluso, olvidar la llave…”

“Sí, ella es distraída a veces.”

Ella era demasiado inteligente cuando se trataba de la caligrafía, pero a veces uno se preguntaba si ella realmente era una idiota o no. Ya que cuando la mismísima Sayuki tenía puesto el traje de Maid, la llave cayó entre sus pechos.

“Yuika no puede salir vestida así, solo nos queda esperar, ¿verdad?”

“Así es, además tu falda es demasiado corta.”

“… ¿Podrías, por favor, dejar de mirarle las piernas a Yuika?”

Había una diferencia abismal entre una falda y una minifalda. Como sus blancas piernas estaban a plena vista, esto le robaba por completo la capacidad de razonamiento a Keiki.

“Bueno, pero sin el aire acondicionado comenzará a hacer calor aquí…”

“Sí, y se supone que todos los salones de la escuela deben tener por lo menos un aire acondicionado…”

Por lo menos, en el salón había una ventana, gracias a ella entraba un poco de aire fresco que los refrescaba.

“Pero, aun así… es julio y esto ya es un infierno.”

“A Yuika le agrada más el frío.”

“He visto que muchas chicas prefieren esto, por ejemplo, Mizuha.”

“Claro, es obvio. Es más fácil para las mujeres acostumbrarse al frío… ¡Ahhh, esta mesa está fría, se siente tan bien!” Esto dijo Yuika mientras dejaba caer su cuerpo en una de las mesas que estaba cerca a ella.

Mientras miraba de reojo a su Kouhai, Keiki sacó una pequeña botella de té que había comprado en una tienda de conveniencia antes de llegar a la escuela. En el momento que fue a abrirla, de manera inconsciente intentó usar su mano derecha, la cual estaba atada con la de Yuika.

Gracias a eso, tiró de la mano izquierda de Yuika con bastante fuerza.

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“¡Kya!”

“Ahh, ¡lo lamento!”

“Oye, pon más cuidado, ¿vale? Eso dolió.”

“Lo lamento mucho… No estoy acostumbrado a usar mi mano izquierda.”

De algún modo pudo abrir la botella con la mano izquierda. En verdad estaban en problemas, ya que algo tan sencillo como beber un té de una botella le había resultado problemático con estas esposas. En el momento que Keiki vio a su lado, pudo ver a Yuika tomar un poco de agua. Gracias a su ropa e inusual belleza, quedó fascinado y se distrajo mirándola. Cuando volvió en sí, Yuika lo miraba fijamente.

“… Oye, es vergonzoso que mires a Yuika de esa forma.”

“Si es tan vergonzoso como dices, ¿por qué estuviste de acuerdo en usar ese atuendo?”

Ya fuera un castigo o no, Yuika podría haber rechazado usar esta ropa y no por la razón de que era vergonzosa.

“Bruja-senpai dijo que llamaría a Keiki-senpai, si Yuika usaba esta ropa…”

“¿Eh? ¿A mí?”

“Sí… y aunque me da pena que me vean así… Yuika quería hacer feliz a Keiki-senpai…”

“Ah…”

Aquellas palabras que ella había mencionado, hicieron que el corazón de Keiki diera un brinco. Después de todo, ella usaba aquel traje de Maid por él y para él. En el momento que ella le había confesado que en realidad era una chica sádica, y que le metió su ropa interior en la boca pensando que aquella situación lo haría feliz. No estaría equivocado al decir que, aunque atemorizante, ese fue un acto afectivo hacia él. Sin embargo, ¿acaso ese afecto era amor… respeto… o algo diferente a eso?

¿Acaso Yuika-chan es mi… Cenicienta?

Si lo era, ¿cuál sería la respuesta de Keiki?

“Nnn… No lo sé…”

Mientras suspiraba resignado, tomó la misma pose que Yuika tenía en ese momento, descansar su cuerpo contra la mesa. Y ya sea por el calor o porque estaba cansado, justo en ese instante comenzó a dormirse. Al poco tiempo, el joven chico entró al mundo de los sueños.

“… Senpai… Keiki-senpai… Despierta…”

“… ¿Nnn…?”

Mientras sentía que sus hombros se movían ligeramente, él abrió los ojos. Lo primero que entró a su vista, fue el salón del club de Caligrafía. Keiki se había quedado dormido mientras estaba acostado en la mesa.

“Aah… me quedé dormido.”

“¡Eso no importa ahora! ¡Tenemos un problema más grande!”

“¡¿Por qué estás entrando en pánico, Yuika-chan?!”

“Porque… Yuika tiene que ir… así que vamos…”

“¿Eh? ¿Qué? No te entiendo.”

“¡Al baño! ¡Yuika debe ir al baño! ¡Está a punto de hacerlo!”

“¿Qué dijiste?”

Yuika, quien estaba de pie al lado de Keiki, bajaba su falda con regularidad. Juzgando por su extraño baile y por su expresión, ella parecía estar cerca de su límite.

“Uhm… creo que el baño está al final del pasillo.”

“¡Yuika ya lo sabe! ¡Pero estamos atados con estas esposas!”

“Ah, sí, es verdad.”

En ese momento, Keiki por fin recordó lo que le había pasado. Ya que, si Yuika quisiera ir al baño y no estuvieran en la situación actual, lo único que haría ella, es salir y dejarlo a él dormido, pero como estaban ahora, era imposible.

“Pero… ¿estás segura que puedo acompañarte a ese lugar? Eh… quiero decir… ¿No te incomoda que escuche?”

“¡A Yuika no le importa eso! ¡Ella ya no aguanta más!” “… Lo lamento.”

Parece como si Yuika hubiera estado aguantándose por un largo tiempo. Keiki no sabía cuánto había sido, pero lo único de lo que estaba seguro, era que, como hombre, tenía que hacer hasta lo imposible para que Yuika no pasara vergüenza.

“¡Bien, vamos!”

“Se siente extraño que estés tan motivado por esto… pero está bien.”

La misma Yuika quien era bastante desconfiada sobre lo que iba a suceder, pensó que cualquier cosa era mejor que orinarse frente a su esclavo.

Pero, en ese momento, la entrada a su paraíso, o sea el baño, estaba obstaculizado. “… Tenemos problemas, hay algunas chicas en la entrada.” “¡¿No puede ser, en serio?!”

Después de abrir la puerta del salón del club, lograron ver a un grupo de chicas que estaban frente a la puerta del baño conversando, a este ritmo, no había forma de poder usar el baño. Mientras estaban en esta desesperante situación, las mejillas de Yuika comenzaron a sonrojarse aún más, mientras se apoyaba en Keiki.

“… Senpai… Yuika… ya no… puede… más…… No… aguantará… mucho…”

“¡¡Espera!! ¡La cosa que no puedes aguantar, por favor, aguántala un poco más!”

Para responderle lo que él le había dicho, Yuika solamente asintió varias veces. Cuando la vio haciendo eso, supo que no tenían mucho tiempo.

“… No tenemos más opción que eso…”

Keiki solo pudo pensar en una posibilidad para resolver esta situación. Pero si decía su plan, tenía un gran riesgo.

“… Yuika-chan… ¿estarías dispuesta a quitarte tus panties?” “… ¿Pero qué estás diciendo en una situación así?” “Debemos hacer eso para evitar que te mojes encima, ¿no?”

“… Uuu, esto se vuelve cada vez más avergonzante… Será mejor que olvides esto más tarde.” Mientras se estaba quejando, ella rápidamente se quitó su ropa interior.

Las panties que tenía puestas el día de hoy, eran azules con pequeñas gotas blancas dibujadas. Eran muy lindas.

“Bien, entonces… te pido disculpas de antemano…” “¡¿Eh?! ¡¡HYAAAAA!!”

Keiki caminó de frente hacia Yuika, levantó rápidamente su pequeño cuerpo hacia arriba. Después de eso, agarró sus dos piernas, las cuales tenían los típicos calcetines que llegaban hasta las rodillas y las separó. En ese momento, Yuika estaba arriba de Keiki con sus piernas en M y, además, totalmente confundida.

“¡¿O-oye Senpai?! ¡¿Qué haces?!” Su cara estaba completamente roja.

Ignorando las quejas de ella, Keiki la acercó a una ventana que estaba abierta. En el momento que llegaron allí, la expresión de su Kouhai se oscureció aún más.

“¡¿Es en serio, Senpai?!”

“No te preocupes, es verano, así que no hay nadie. Además, justo debajo de nosotros hay solo unas plantas”.

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“P-pero ese no es el problema aquí…”

“Sin embargo, es mejor que hacerlo al frente mío, ¿no?”

“Y-Yuika no quiere hacerlo de esta forma.”

“No veo otra forma.”

“¡Idiota idiota idiota! ¡Keiki-senpai es un idiota pervertido! ¡¿Qué harás si alguien me ve?!” Mientras su rostro aún estaba completamente rojo y tenía lágrimas en los ojos, ella seguía golpeando a Keiki.

“Es la mejor opción que tenemos, ¿no?” “P-pero… con esta ropa… desde una ventana… Yuika no puede.”

“Bien, si quieres culpar a alguien de la situación en la que estás ahora, échatela a ti misma por beberte esa agua.”

“¡NO…! ¡No no no no!”

En ese momento, él acercó su boca al oído de ella.

“Si no tienes cuidado, se te mojará la falda, ¿no crees?”

Cuando escuchó estas palabras, la mano derecha de Yuika se dirigió rápidamente hacia la falda, en vez de bajarla para cubrirse, ella la mantuvo quieta en su lugar… Después de un breve momento, ella alcanzó su límite, lo que hizo que su cuerpo se estremeciera.

“No… puedo más…”

Mientras tenía lágrimas en sus ojos, ella no movió la mano que tenía en su falda. “¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO!!!”

Mientras gritaba de manera abrumadora, la represa se rompió y el agua comenzó a fluir… En ese momento, la conciencia de Keiki se desvaneció.

“… ¡¿Nnn…?! ¿Eh?”

En el momento que volvió en sí, Keiki estaba nuevamente acostado encima de la mesa. Y Sayuki estaba al lado de él.

“¡¡AAAAAAAAHHHHHH!!”

“Oye, no seas grosero. No sé por qué te asustaste así.”

“¡¿S-Sayuki-senpai?!”

Yuika ya no estaba en la habitación, en vez de ella, estaba Sayuki, quien tenía puesto su uniforme de la escuela.

“¿Dónde está Yuika-chan?”

“Koga-san se fue a casa.”

“¿Ya se fue?”

En el momento que miró su mano derecha, pudo notar que las esposas que deberían estar allí, ya no estaban.

“Cuando volví, estabas profundamente dormido, así que te las quité mientras tenía cuidado de no despertarte.”

“¿Entonces así fue?”

“Hubiera sido una vergüenza total para Koga-san que estuvieras despierto, ya que se cambió de ropa aquí.”

“Sí… una vergüenza…”


Al parecer, Yuika se había ido a casa una vez que se cambió.

“Pude notar a Koga-san un poco histérica cuando llegué, ¿sucedió algo? ¿Será que metiste tu cara bajo la falda de ella?”

“No, no lo hice… Pero me alegro que todo haya sido un simple sueño.”

Keiki comenzó a pensar que el vergonzoso actuar de él con Yuika, cuando ella estaba a punto de orinarse, fue nada más que un simple sueño. Ya que hacer que ella orinara por la ventana, era demasiado, pero de todas maneras había sido demasiado real.

“… ¿Nnn? ¿Un mensaje de texto… de Yuika?”

En ese instante su teléfono comenzó a sonar, cosa que indicaba que un nuevo mensaje había llegado.

[Lo que sucedió fue muy vergonzoso, así que olvídalo] “… Lo que pasó… fue un sueño, ¿no?”

Ella está diciéndome que olvide lo vergonzoso que fue para ella ponerse el traje de Maid, ¿verdad? Eso del baño y su orina fue tan solo un sueño, ¿cierto?

A pesar de que Keiki le quería preguntar a qué se refería exactamente, le dio miedo hacerlo y optó por dejarlo así. La ignorancia es la felicidad de los infelices. Por lo que era mejor dejar ese misterio, como lo que era, un misterio.

“Y… ¿qué hacías mirándome la cara mientras estaba dormido, Sayuki-senpai?” “Oh, no te preocupes, no hice algo inmoral.” “Lo que acabaste de decir me preocupa más…”

“Oye, tranquilo. Jamás usaría esta oportunidad para tomarte una foto o tocarte una mejilla… o… lamerte…”

“¡¿Lamerme?!”

“Fufufu… ¿Quieres que lo haga otra vez?”

“Paso, eso suena aterrador.”

En verdad Keiki comenzó a preguntarse si ella había hecho o no, algo tan extraño.

“Creo que tomar una foto de mi cara durmiendo… no es algo muy interesante, ¿no?”

“Más bien es todo lo contrario, casi me muero de la risa.”

“¡¿Acaso hice una expresión rara?!”

“Así como esta noche te vas a divertir viendo las fotos de Koga-san usando ese traje, lo mismo será para mí. Esta noche cuando me acueste, voy a mirar las fotos de Keiki-kun y me voy a divertir… en muchos sentidos, ¿entiendes?”

“Está bien, creo que ya me voy a casa.”

“Oye, no me ignores así. Di lo mejor que pude para decir eso.”

“Pero, ¿no que ignorarte es una recompensa para ti?”

“Dices muchas bromas, Keiki-kun, pero si quieres puedes castigarme de forma más agresiva, ¿sabes?”

“Cuando me lo pides de esa manera, pierdo las ganas de hacerlo.”

“Sí, lo sé. Es a eso lo que llaman ser un tsundere.”

“Oye, no soy un tsundere.”

“Ah, sí. Ya que estamos hablando de tsunderes, Koga-san es una, ¿no?”

“¿Eso crees?”

“Si la comparas a ella con un animal, sería un erizo. Ya que siempre está alerta a todo, incluso en momentos donde no debe. Además, es una chica muy rebelde.”

“Ella es así porque siempre la estás provocando.”

“La primera impresión que da ella, es que es obviamente muy linda, pero al conocerla y saber su verdadero yo, se sabe que no lo es. Es una chica que siempre está de mal humor cuando no está aquí Keiki-kun. Y si la llegaramos a dejar sola, sería la chica que se queda en casa a leer libros.”

“Ahora ya sé algo nuevo de ella.”

Aunque ella ahora podía sonreír mientras atendía a los estudiantes que iban a la biblioteca. En un inicio ella no era así. Para ser exactos, Yuika nunca intimaba con otras personas. Por lo que la comparación de ella con un erizo, era muy apropiada.

“Así que por eso la llamaste aquí, Sayuki-senpai.”

“¿Eh?”

“Aunque siempre están peleando, algunas veces puedes ser alguien amable, ya veo.”

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“¡¿Qué?! ¡E-estás equivocado!”

“¿Lo estoy?”

“Solo me preocupo por ella como la presidenta del club que soy. Ya que debo cuidar de la genta que está en él, aun si no me agradan. Además, ella es mi Kouhai.”

“Entonces piensas en ella como tu Kouhai.”

“¡Ya te dije que te haces ideas equivocadas! Solamente… la usé porque quería ver a Keiki-kun.”

“Y yo también te quería ver, Sayuki-senpai.”

“¡¿EH?!”

“Es una broma~.”

“¡¿Pero qué te pasa?! ¡¿Cómo me entusiasmas diciendo eso?!”

Y aquí, estaba una extraña chica que se emocionaba de forma extraña cuando su Kouhai se burlaba de ella.

“Bueno, ahora hablando en serio, me siento feliz de tener a una Kouhai como ella. Pero, aun así, era feliz cuando estábamos nosotros solos.”

“… Es verdad.”

Desde que Yuika y Mao se habían integrado al club, este era mucho más animado que antes. De pronto, era similar a cuando Sayuki entró en primer año.

“Pero de ninguna forma le daré a Keiki-kun, a Koga-san.” Mientras decía esto, Sayuki se aferró a uno de los brazos de Keiki. “Fufu, ahora Keiki-kun es solo mío.”

Como si se tratara de un perro saltando hacia su Amo, ella ni siquiera trató de disimular la felicidad que le producía abrazar el brazo de su Amo.

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Ella sí que puede ser muy linda a veces…

A pesar de que ella era una pervertida quien se burlaba constantemente de Keiki. Si recién la conoces, te llevarás la impresión de que es una chica normal y obviamente muy hermosa. Cosa que era muy peligrosa. Como Keiki no quería que ella lo viera sonrojado, apartó su mirada.

“Oye, hace calor. Sayuki-senpai, ¿podrías soltarme, por favor?”

“¿No será que estás intentando ocultar tu vergüenza? Mi Amo sí que es tierno.”

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“No soy tu Amo.”

¿Acaso ella era su Cenicienta? ¿Qué tal si detrás del deseo obsesivo de Sayuki de volverlo su Amo, estaba ocultando sus verdaderas intenciones amorosas?

Mientras pensaba en eso, Keiki no podía mirar a Sayuki por la vergüenza.

Después de todo eso, era la una de la tarde. Keiki ya había dejado atrás a Sayuki en el salón de Caligrafía.

“… ¿Quién será mi Cenicienta?”

Después de todo lo ocurrido recientemente, su progreso no había avanzado ni un poco desde antes de que iniciaran las vacaciones.

“Solo sé que las panties de mi Cenicienta desaparecieron del cuarto, y por descarte, las únicas sospechosas son Sayuki y Yuika…”

Actualmente, Cenicienta estaba intentando ocultar su identidad de él, y había muy pocas probabilidades de que ella misma desvelara quién era realmente. Además, Keiki dudaba obtener una respuesta positiva si preguntara: ¿Tú eres la que mandó la carta? Ya que su única prueba había desaparecido.

“Entonces, lo único que me queda hacer es encontrar la ropa interior…”

La mejor opción que tenía en este momento, era buscar en las habitaciones de ambas chicas, pero, aun así, el riesgo que corría era demasiado alto. Ya que había sido atrapado por Yuika anteriormente.

“¿Entonces tendré que levantarles la falda todos los días?… No, espera, ¡eso solo me haría un pervertido!”

Keiki comenzó a golpearse a sí mismo intentando librarse de las extrañas ideas que venían a su mente.

“… ¿Koharu-senpai?”

“Ah, eres tú, Kiryuu-kun.”

Mientras estaba bajando las escaleras, pudo ver a su pequeña Senpai. Ella era Ootori Koharu. Era una chica que tenía el uniforme de la escuela, pero en sus manos había una gran caja que tapaba por completo su cuerpo.

“¿Llevas eso al salón del club de Astronomía? ¿Te ayudo?” “¿En serio? Eso me sería de mucha ayuda.”

Aunque la caja que ella llevaba no era tan pesada, se tenía que tener en cuenta la altura y fuerza de esta diminuta chica.

“En serio me ayudaste, es una caja muy pesada. ¿Está bien para tus brazos?”

“Sí, no hay problema.”

“En este momento eres todo un hombre, Kiryuu-kun.”

“Bueno, creo que tengo la misma fuerza de un chico promedio. En cambio, los brazos de Shouma son muy fuertes gracias al club de tenis.”

“Es verdad, cuando Shouma-kun me consciente en mi cabeza, puedo sentir su mano pesada, eso hace que mi corazón se vuelva loco.”

“Aun sigues igual de enamorada de él como siempre.”

“¡Obviamente! No hay chico más maravilloso que él. Además, su sonrisa es algo para morirse. Ah, recientemente, Shouma-kun…”

“Sí, prendí el interruptor precisamente…”

Una vez que Koharu comenzaba a hablar sobre Shouma, nadie la podía detener. Así que mientras escuchaba todo lo que ella decía, Keiki por fin llegó al salón del club de Astronomía. Ya a estas alturas de su amistad, estaba acostumbrado a ver una enorme cantidad de fotos de Shouma en las paredes. Por ende, no se detuvo hasta dejar la caja en una mesa.

“Bien, ¿y qué es lo que hay ahí adentro?”

“Son fotos de Shouma-kun. Como mi casillero estaba lleno de ellas, vine para verlas durante las vacaciones.”

“Eres muy honesta con esas cosas.”

Y así fue como Koharu abrió la caja y comenzó a sacar rápidamente las fotos, y a ponerlas sobre la mesa.

“Wow, son demasiadas.”

“Si estás interesado en una, tómala si quieres.”

“La verdad… no me interesa tener fotos de ese idiota.”

Ya fueran amigos o no, Keiki no quería tener una foto que provenía de la acosadora de Shouma. Pero, gracias a que las habilidades fotográficas de Koharu eran excepcionales, él comenzó a ver algunas. En una aparecía Shouma mientras golpeaba una pelota de tenis. Parecía como si hubiera sido tomada por una profesional.

“Ver una foto como estas… hace parecer a Shouma como si fuera un ídolo del tenis…”

“Shouma tiende a ser uno, aunque sé que eso no es bueno para mí, ya que quiero ser la única que lo mire y que esté con él… Ah, ¿pero qué clase de cosas vergonzosas estoy diciendo?” Koharu puso ambas manos en sus mejillas mientras estaba sonrojada.

Cuando vio semejante reacción tan tierna, Keiki se sintió un poco celoso de Shouma. “… ¿Eh?… ¿Esta imagen…?”

Keiki se fijó en una sola foto. Y como era igual en todas, esta tenía a Shouma como protagonista, pero lo peculiar era, que en la foto era de noche. Y en la esquina de la imagen, muy pero muy pequeñita, había una chica familiar.

“… No puede ser…”

Cuando vio eso, dejó salir una voz dudosa. Además de la chica, en la parte inferior derecha de la foto, estaba tanto la hora como la fecha exacta en la que se tomó, y para rematar, fue en el día exacto en que Keiki encontró la famosa carta de amor. Sin embargo, la hora en la que se había tomado la foto era lo más interesante para él, ya que era alrededor de las 6 pm, hora en la cual Keiki ya estaba camino a casa. Sin embargo, en el fondo de la foto, cierta chica estaba caminando hacia la puerta de la escuela. Para no confundirse, comenzó a ver la foto incontables veces.

Pero sin importar cuánto lo hiciera, era muy raro. Ya que era justo el día que había encontrado la carta. Pero en el momento que recordó cierto incidente, supo que algo no encajaba.

Ya que a esa hora y en ese lugar, dicha niña no debía estar ahí.

“No puede ser… acaso…”

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“¿Qué sucede?”

“Koharu-senpai… creo que ya sé quién es mi Cenicienta.”

Por fin había encontrado un importante hallazgo sobre quién era la chica que había dejado la carta de amor.

Ya había encontrado a la Cenicienta que había dejado sus panties.

Aquella foto que la acosadora había tomado, por mera coincidencia, era la prueba clave y el zapato de cristal que lo llevaría hacia Cenicienta.

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