Kawaikereba Hentai demo Suki (NL)

Volumen 2

Capitulo 4: La Hermana Menor Que Todos Necesitamos.

Parte 1

Un domingo cualquiera a finales de junio. Era una mañana con un hermoso cielo azulado.

Keiki, sostenía en sus manos las panties blancas mientras tenía sus brazos estirados en dirección al techo. Sin importar desde que Angulo, posición o circunstancia que lo vieras, esto lo hacía parecer un pervertido.

“¿De quién serán estas panties…?”.

Hasta hace poco, Keiki pudo sospechar de una nueva cenicienta, esta era Fujimoto Ayano, quien en realidad resulto tener olfactofilia. Básicamente, esta clase de persona se excita sexualmente con los olores corporales. Por lo que ella se había vuelto adicta a olor que desprendía Keiki cuando el la atrapo en las escaleras, después de eso, prácticamente vivía pegada a él.

“A pesar de que Fujimoto-san es hermosa, lastimosamente es una pervertida…”

Mientras pensaba en eso, Keiki opto por abandonar la idea de que Ayano era su cenicienta.

“Por ende… ¿Una de las chicas del club es mi cenicienta?”.

Una de ellas, era un genio cuando se trataba de la caligrafía, además le gustaba hacerle bromas, esta era Tokihara Sayuki.

También estaba su hermosa y sencilla Kouhai, Koga Yuika.

Y su amable, pero Tsundere compañera de clase, Nanjou Mao.

Sin embargo, todas eran también unas pervertidas.

Como, por ejemplo, una quería convertirse en la mascota de Keiki, otra quería convertirlo a él en su mascota. Keiki comenzó a dudar seriamente que los deseos de ambas chicas, fueran en realidad algo romántico.

“Mhm…. No lo comprendo”.

A pesar que desde ese suceso él había deseado que esta ropa interior le perteneciese a una chica normal, quien por accidente tal vez las dejo ahí, Keiki comenzó a creer que este sencillo deseo, no sería cumplido.

“Pero…. Es verdad que todas son hermosas”.

A pesar de conocer sus extraños fetiches, su corazón no podía evitar acelerarse cada vez que una de ella le mostraban una radiante sonrisa. Si ignoraba la cuestión de sus extrañas perversiones, todas serian mujeres intachables.

“¿Podre enamorarme de una de ellas, aun si son pervertidas?”.

En otras palabras, ¿Sería capaz de aceptar a una mujer pervertida?

“…Creo que mejor me lavare la cara para refrescarme”.

En ese momento, el escondió las panties que tenía en un lugar seguro y así salió de su habitación. Recién despierto, tenía puesto una camiseta común y corriente con un pantalón corto. Así, el bajó las escaleras hasta el baño del primer piso, cuando de repente abrió la puerta…

“..¿Uh?”.

Una voz confundida se escuchó desde el interior del baño, era la persona que actualmente lo estaba ocupando. Con su pelo casi hasta los hombros y aun mojada ya que tal vez había terminado de bañarse. Ella parecía que recién se había puesto sus panties, ya que en ese momento tenía en sus manos su sostén mientras que sus hermosos pechos estaban aún disfrutando de un poco de aire fresco. Sus delgados hombros, su hermoso ombligo y sus piernas blancas como la nieve era visible, era una vista la cual ningún chico podía quejarse.

“..Oh Nii-san”, sin asustarse en lo absoluto, lo único que hizo Mizuha fue esconder sus pechos con ambas manos.

A pesar de estar sonrojada por lo que había pasado, ella le devolvió la mirada a su hermano mayor, quien aún no podía apartar la mirada.

“Aun si somos hermanos, esto me da un poco de vergüenza ¿sabes?”.

“¡Si, lo lamento!”, allí, el chico se inclinó rápidamente y cerró la puerta.

“Ahh, eso me sorprendió”.

Aunque ella y Keiki habían vivido en la misma casa prácticamente toda su vida. De vez en cuando y de forma accidental miraban cuando el otro se cambiaban de ropa al abrir la puerta del baño o cuando usaban el inodoro. Por lo que decidieron hacer todo lo posible para evitar este tipo de penosos accidentes, los cuales sucedían muy raramente desde que ingresaron a la secundaria. Sin embargo, como su cabeza estaba en otro lugar, Keiki había olvidado que a Mizuha le gusta ducharse en las mañanas.

“Cuando usa ropa, se ve también delgada”.

La verdad, sus pechos eran de un muy buen tamaño y sus panties color verde pastel también le quedaban muy bien. Al recordar semejante vista, esto hizo que las mejillas de Keiki se sonrojaran.

“…¡Por dios, porque mi corazon late tan rápido al ver a mi hermana menor desnuda..!”.

A pesar de que el mismo Keiki sabía que era un siscon, él era consciente que desarrollar tales pensamientos por aquel momento era inaceptable. Ya que un hermano mayor no podía desear carnalmente a su hermana menor.

Y aunque quería lavarse la cara para refrescarse, el baño estaba en uso, por lo que lo único que le tocaba era esperar. Y eso que solo era el inicio de un largo dia.

Después de eso, Mizuha termino de vestirse y se dirigió hacia la habitación de Keiki. Allí ambos se sentaron en la cama y apoyaron las espaldas del uno con el otro. Esta clase de cosas eran las que, hacia una pareja enamorada, pero para Keiki y Mizuha quienes ya estaban acostumbrados era algo normal. Y aunque Mizuha no había comentado nada sobre el incidente, Keiki pudo notar que ella pasaba sus páginas mucho mas lento de lo normal.

“Oye Nii-san”.

“¿Mhm, que sucede?”.

“¿Qué opinas de mis panties color verde pastel?”.

“Creo que te quedan muy bien Mizuha”.

“Gracias”.

“De nada”.

Echando un primer vistazo, esta corta conversación había sido muy extraña. Pero fue usada para ocultar la vergüenza. Mejor dicho, fue como una pequeña broma para aligerar las cosas.

“Entrar al baño mientras me ponía la ropa pudo haber sido un accidente por parte de Nii-san, pero eso no significa que no me importe”.

“Lamento lo que sucedió”.

“No importa, sé que no lo hiciste a propósito”.

Al escuchar su voz, pudo notar que no tenía un tono agresivo si no que más bien, en verdad lo perdonaba por eso.

“Pero es extraño, esto no había sucedido desde que entramos a la secundaria”.

“Bueno, la verdad es que soy muy cuidadoso con estas cosas, pero hoy se me olvido porque estoy pensando en algunas cosas”.

“¿Estas preocupado nuevamente?, ¿Necesitas alguien con quien desahogarte?”.

“La verdad es un poco complicado de explicar…”

“No debes guardarlo para ti solo. Después de todo Nii-san y yo somos familia”.

“..Ay no, acabo de confundir a mi pequeña hermana con un ángel”.

Él estaba realmente orgulloso de hermanita. Era como un oasis que tranquilizaría y curaría su corazón cada vez que este era lastimado por las pervertidas chicas, tanto dentro como fuera del club.

“¿Qué harías si dijera que voy a convertir a una chica en mi mascota?”.

“Llamar a la policía tal vez”.

“Bien, entonces ¿Qué harías si me quiero convertir en el esclavo de una chica?”.

“Llamar a la policía”.

“¿Y si dijera que quiero oler la ropa interior de una mujer?”.

“Llamar a la policía”.

“Santo cielo~ estoy contento por eso, al parecer no soy el raro aquí”.

“No lo eres, sin embargo, preguntarle esta clase de cosas a tu hermana menor es un poco raro”.

“Bien, ¿Qué harías si te dijera que me quiero enamorar?”.

“Llamar a la policía”.

“¡Eh!, ¿Por qué?”.

“Es broma, como Nii-san es alguien serio, te apoyare”.

“Está bien, gracias”.

“Con gusto. En realidad, este fue mi agradecimiento por elogiar mi ropa interior”.

“¿Qué clase de respuesta es esa?”.

De espaldas el uno contra el otro, no se podían ver a la cara y ver que expresión tenían. Pero aun así su conversación continuo.

“Ah, por cierto, Al parecer hay un amuleto de buena suerte para las chicas de secundaria”.

“¿Un amuleto de la suerte?”.

“Si, cuando quieras confesarle tu amor a un chico, debes usar ropa interior de color rosa, dicen que te trae buena suerte”, le explico Keiki.

“Ah sí, lo sé, es una superstición muy popular entre las chicas”.

“Ya veo, entonces es algo que se ha extendido bastante…”

“Y ¿Por qué Nii-san lo sabe?”.

“Una Senpai me lo comento”.

“Así que fue por eso”.

Y así fue como la conversación termino momentáneamente y ellos decidieron seguir leyendo sus respectivos libros. Con la cálida luz del sol iluminando la habitación, el único sonido que se escuchaba, era el pasar constante de las páginas.

“Nii-san”.

“¿Mhm?”.

“Es bueno relajarse a veces ¿No?”.

“…Sip”.

Estar con alguien que te relaje sin duda es lo mejor. Para Keiki esta era la mejor forma de pasar su día libre. Después de todo su corazón había pasado por mucho estrés, por lo que pensó que necesitaba algo como esto.

Después de dos horas de lectura, Mizuha cerro el libro que tenía en sus manos y se levantó de la cama.

“Ya casi es la hora del almuerzo, ¿Quieres algo en específico Nii-san?”.

“Mientras sea cocinado por Mizuha, cualquier cosa esta bien”.

“Justo la respuesta que odia toda esposa”.

“Simple es mucho mejor, ¿Qué te parecen unos fideos?”.

“Entonces ¿Qué te parece unos spaguettis con un poco de carne molida?”, mientras decía eso con un tono alegre, Mizuha salió de la habitación.

“Sin duda, Mizuha será una gran esposa”.

Era muy estricta con la limpieza, por lo que la casa siempre estaba impecable y su cocina era de primera categoría. Keiki estaba seguro que no había muchas mujeres con tales habilidades para el hogar como las de Mizuha.

“Bien, ¿Qué hago después de almorzar?”.

Podría ver una película y descansar hasta que llegara la noche. La idea no sonaba tan mal, Keiki pensó que ese tiempo le serviría para relajarse y así estar tranquilo, pero después de mas o menos una hora, la situación cambió por completo.

Una hora después de terminar el almuerzo, los hermanos Kiryuu estaban sentados viendo la televisión cuando de repente sonó el timbre de la puerta, lo que indicaba que había llegado una visita. Keiki fue a abrir la puerta, allí, había una chica muy hermosa de pelo negro. Era Tokihara Sayuki, quien tenia una hermosa blusa blanca y una falta un poco larga. Desprendía un aura de madurez.

“Buenos días Keiki-kun”.

“Sayuki-senpai, ¿Qué haces por aquí?”.

“Resulto que tenía algo de tiempo libre, por lo que decidi venir a visitarte, traje un pastel muy delicioso, si quieres puedes comerlo con tu Imouto-san”.

“Vaya, que educada eres”.

“Fufu, asi que Cake-kun es un caníbal”.

“Supuse que dirias algo asi. No es gracioso ¿sabes?… pero como ya estás aquí, ¿Por qué no entras un momento?”.

“Disculpa las molestias”.

Dejando la caja con el pastel en la sala de estar, Keiki guio a Sayuki a su propia habitación.

“Oh, sí que mantienes limpia tu habitación”.

“Mizuha es muy estricta con la limpieza, por lo que de seguro me regañaría si no limpio”.

“Qué bueno, ya que, en un futuro cercano, esto será mío”.

“No lo será”.

“¿Hay algo de mi con lo que no estés de acuerdo?, soy una hermosa Onee-san de grandes pechos, ¿Acaso no soy deseada por los chicos de tu edad?”.

“Si, pero comenzaste a ser indeseable en el momento que me dijiste que fuera tu amo”.

En ese momento, Keiki Le hizo una señal a Sayuki para que se sentara en un cojín que servía para los invitados, por su parte, él se sentó a un lado.

“Bien, ¿Por qué viniste?”.

“Hay algo que quiero que Keiki-kun vea”:

“¿Algo que quieres que yo vea?”.

La hermosa chica abrió su maletín y de allí saco una diadema con unas orejas de perro y de inmediato las puso sobre su cabeza. Después, saco una cola de perro artificial.

“¿Qué es?”.

“Preguntarme eso es….”

Con la diadema camuflada perfectamente en su cabello negro. Las orejas comenzaron a tornarse sorpresivamente reales. Keiki solamente podía mirar, mientras se preguntaba que iba a hacer a continuación, él no entendía porque ella haría algo como esto en la casa de su Kouhai.

“No tienes porque estas tan alerta, no voy a hacer algo raro”.

“Creo que lo que estás haciendo ahora ya es muy extraño…”

“¿Pero no es lindo?”.

“Bueno, si es un poco lindo”.

“Fufu, me agradan los hombres que son honestos”.

La verdad era que Sayuki se veía en este momento muy adorable. Tuvo un impacto tan grande en Keiki que se olvidó por completo del tema de la mascota y el amo, lo único que quería hacer el, era tomarle una foto.

“Lamento lo que sucedió antes”, comento Sayuki.

“¿Qué sucedió antes Senpai?”.

“Durante la recolección de basura, se supone que debía ayudarte, pero ehm… ya han sucedido muchas cosas ¿no?”.

“Si, es verdad, han sucedido muchas cosas”.

Los recuerdos de lo que había sucedido bajo el puente comenzó a inundarle la cabeza a Keiki.

“Creo que fui demasiado lejos y he pensado mucho sobre ello. El morder la mano que me alimenta, no es algo que haría una perra”.

“No soy la mano que te da de comer”.

“Y aunque lo he pensado, siento que me faltaba algo por parte de Keiki-kun”.

“¿Qué quieres decir?”.

“Es verdad que yo era un poco infantil. Pero eso fue porque el amor de Keiki-kun hacia mí no fue suficiente”.

“¿Eh?”.

“Si te fijas, los perros se ponen muy nerviosos cuando no reciben suficiente amor y atención de sus amos, por eso vine, para ser mimada por Keiki-kun”.

“Entiendo lo que quieres decir, pero, ¿Qué debo hacer?”.

“Quiere que me trates como a una perra”.

“Eso no va a pasar”.

“Bien, como no lo vas a hacer, y no quería llegar a esto pues…”

Justo allí, Sayuki saco lentamente un objeto de su bolso. Esto era un manga BL que había sido dibujado por la mismísima Nanjou Mao. Era un doujinshi donde Keiki y Shouma, no, donde Keeki y Shouto estaban extremadamente cerca uno del otro.

“Si no lo haces, le mostrare esto a tu Imouto-san”.

“¡No hagas eso!”.

“Bien, pues ya sabes lo que tienes que hacer ¿No?”.

“…..Okey, Debo tratar a Sayuki-senpai como una perra”.

Cuando Keiki acepto las condiciones, Sayuki expreso una hermosa sonrisa.

“¿Pero que tengo que hacer exactamente?”.

“¿Keiki-kun jamás has jugado con un perro?”.

“Pues teníamos uno, en la casa de mi abuelo”.

“Entonces haz lo que le hacías a ese perro”.

“Ya veo…. Así que, ¡Tokihara-senpai, dame la mano!”.

“¡Guau!”.

Al momento en que Keiki extendió su mano y dijo estas palabras, Sayuki hizo lo mismo y puso su propia mano encima de la de el mientras tenía una expresión de felicidad en su rostro.

Cuando Keiki vio eso, se puso un poco nervioso.

“¿Y-Y ahora qué hago?”.

“Déjame ver… ahora acaríciame la cabeza”.

“Entiendo, ven aquí”, Keiki hizo una señal para que ella se acercara a él, en ese momento Sayuki hizo lo que le pidieron y se sentó a su lado.

Cuando el comenzó a acariciarle la cabeza, ella cerro sus ojos con felicidad.

“Fufu… estoy muy feliz por esto”.

“Me alegra escucharlo”.

A pesar de que Keiki estaba un poco preocupado cuando ella le dijo que la tratara como una perra, la apariencia que tenía ahora no era problema para él, más bien, el también comenzaba a disfrutar de esta.

Mientras pensaba en eso, el la siguió acariciando.

“…….”

Y antes que se pudiera dar cuenta, Sayuki lo miraba directamente a los ojos mientras tenía sus mejillas ligeramente enrojecidas y ojos expectantes. Esta mirada en su rostro puso a Keiki mucho más nervioso.

“Oye Keiki-kun”.

“¿Q-que pasa?”.

“Si le acaricias la barriga a un perro, también son felices”.

“…..¿Eh?”.

Unos minutos más tarde, ya todo estaba listo, con Sayuki acostada sobre la cama boca arriba, ella tenía tres botones de su blusa desabrochados, dejando ver su blanco vientre. Normalmente, los perros no le muestran su barriga a cualquiera, sino a las personas en las que más confía.

¿Sayuki confía tanto en mi como para esto?, Mientras Keiki pensaba en esto, sus mejillas fueron sonrojándose cada vez más.

“Apúrate y acaríciame”.

“S-si…”

Mientras estaba sentado a un lado de Sayuki, el comenzó a acariciarle de forma nerviosa su barriga.

“..Mhm…fufu, hace cosquillas”.

“Si…. Eso creo”.

“Se siente un poco extraño…. Y aun mas vergonzoso de lo que creí que sería”:

“¿Me detengo?”.

“No, por fin logre que Keiki-kun me trate como una perra, así que no dejare que se acabe. Si, Hace cosquillas y me da un poco de pena, pero se siente muy bien, sigue”:

“Está bien”.

Nuevamente la hermosa chica cerro sus ojos para seguir disfrutando de aquella situación.

Una vez más comenzó a respirar un poco fuerte, la verdad parecía un sonido muy erótico. Algo un poco o más bien muy estimulante para el joven.

“Empiezo a entender cómo se sienten los perros ¿Sabes?”, le dijo Sayuki de repente.

“¿Qué quieres decir?”.

“Me hace muy feliz ser una mascota, y siento que no necesito nada más en mi vida. Los perros deben sentir esto en todo momento porque pueden sentir directamente el amor de sus amables dueños”.

“¿Entonces Sayuki-senpai es feliz?”.

“Sip, siento como si acabara de comer muchos dulces”.

“La verdad no lo entiendo, pero lo que sí puedo decir es que lo estas disfrutando”.

“Para mostrarle a Keiki-kun que es lo que siento, ¿Solamente puedo hacer algo así verdad?”, una vez dijo eso, Sayuki estiro sus dos brazos, abrazo a Keiki y mando su rostro directo contra sus pechos.

“¡¿Mguh?!”.

En ese momento, el rostro de Keiki comenzó a sentirse muy feliz. Era una sensación tan suave, sin duda era el mejor cojin del mundo. Su suavidad combinada con su dulce aroma hacía que Keiki se relajara.

“¿Cómo te parecen tus pechos favoritos?”.

“….Diciéndolo en pocas palabras… los mejores”.

“Ah, que buen chico, ¿Dime Keiki-kun que tan lindo puedes ser…?”.

Lo más seguro es que ella comenzó a sentir que las palabras de su Kouhai fueron demasiado placenteras. Por lo que ella comenzó a sacudir sus piernas para arriba y para abajo como si fuera una niña pequeña. También apretó más fuerte a Keiki entre sus pechos, por lo que obviamente el comenzó a hundirse cada vez más.

“¡Fuga!, ¡¿Hmmmmghhmmmm?!”.

Era de esperarse que el oxígeno que Keiki obtenía fuera obstruido al haber sido enterrado en los grandes pechos de la chica.

Prácticamente estaba tanto en el cielo, como en el infierno. Gracias a la falta de oxígeno, Keiki comenzó a desmayarse….

“Oye Nii-san te traje un poco de te para…..”

Justo en esta terrible situación, Mizuha abrió la puerta de la habitación de Keiki. Si lo pensábamos claramente, era obvio que la atenta hermanita de Keiki traería un poco de té para la invitada de su hermano, pero cuando entro a la habitación con un poco de té y galletas. Su hermano estaba apretujándose contra los pechos de una hermosa chica y más encima en su propia habitación, por lo que Mizuha actuó como si no hubiera visto nada.

“Tómense su tiempo~” ella se devolvió hacia el corredor que estaba afuera de la habitación.

“¡Espera!, ¡No tienes por qué ser tan condescendiente!”.

Dejando a Sayuki en la habitación, Keiki salió corriendo tras su pequeña hermana. Gracias a eso, se hizo una reunión familiar de emergencia la cual se dio lugar en la sala de estar. La razón por la cual se dio esta era obvia, las relaciones inmorales que ocurrían en el interior de la casa.

“Obligar a una chica a usar orejas de perro y lanzarte sobre sus pechos de esa forma….

Lastimosamente Nii-san es un pervertido”.

“¡Estas equivocada! ¡Eso no fue así!, ¡Solo le acariciaba la barriga a Sayuki-senpai”.

“¿Consentías a una chica en su barriga? No puedo defender ese pasatiempo que tienes”:

“¡AAAhhh!, ¡cuanto más intento explicar lo que sucedió, más se malentiende…!” Después de eso, Mizuha regaño a Keiki por un largo tiempo. Esto es lo que se debe sentir cuando tu esposa te reprende…

Mas o menos a las 3 de la tarde, Tanto Sayuki como Keiki estaban de pie en la entrada de la casa.

“Ha sido muy divertido el día de hoy”.

“La verdad sentí que mi vida se acorto un poco más cuando Mizuha entro y nos vio así…”

“¿En serio?, en cambio yo me sentí muy bien”.

“A diferencia de Senpai, yo no me excito cuando me avergüenzo”.

Una vez termino el regaño de Keiki por parte de Mizuha, el regreso a su habitación, alli estaba Sayuki sentada esperándolo, en ese momento ella dijo: “Bueno, si me disculpas.”

Solo se había quedado por dos horas. Al parecer no planeaba quedarse por mucho tiempo.

Cuando Keiki la acompaño hasta la entrada, él le pregunto.

“Sayuki-senpai, ¿No puedes encontrar a otro amo que no sea yo”:

Anteriormente cuando Sayuki le había dicho que, si podía ser su mascota, obviamente Keiki le respondió que no, ¿Entonces porque no busca a alguien más para que lo sea?

Eso es lo que él pensaba.

“Debe haber personas más capaces para Senpai y que de seguro están dispuestas a adoptarte como su mascota, entonces porque…”

Justo antes de terminar la frase, Sayuki puso uno de sus dedos en los labios de él. En ese momento el corazón del chico tuvo un sobresalto.

“Las masoquistas como yo también tenemos nuestro orgullo. Por lo que no le daré a nadie más mi corazón, además no quiero que nadie más sea mi amo, ya que solo quiero que Keiki-kun lo sea”, una vez dicho esto, Sayuki se acercó a él y lamio su mejilla.

“¡¿Sayuki-senpai?!”.

“Te acabe de marcar. Como eres mi dueño y eres muy popular, tengo que enseñarle a las otras que tú eres mío y que yo soy tuya”, mientras le hacia un guiño con uno de sus ojos, ella se dio media vuelta y comenzó a alejarse. “Muchas gracias por lo de hoy, además gracias a tu cariño hoy estoy muy contenta”.

“¡No digas cosas que se pueden malentender!”.

Mientras dejaba a atrás tales palabras que podrían provocar extraños rumores en el vecindario, la hermosa chica se fue.

Mas o menos cinco minutos después de que Sayuki se fue de la casa, el timbre de la puerta sonó nuevamente. Lo que encontró Keiki apenas abrió la puerta fue una hermosa sonrisa.

“Hola Keiki-senpai”.

“¿Yuika-chan?, ¿Qué haces por acá?”.

“Yuika se aburrió, por lo que decidió venir a jugar”.

Parecía como si ella estuviera cambiando lugares con Sayuki. la que ahora acompañaba al chico era su hermosa Kouhai rubia, Koga Yuika. el día de hoy llevaba una falta la cual era un poco corta, una chaqueta color crema, la cual daba la impresión de que ella era una chica muy enérgica.

“Aqui hay unos dulces que hizo Yuika, cómelos con Mizuha-senpai”.

“Ah, que educada eres”.

Entre la bolsa de Papel que le había dado, habian varias magdalenas envueltas.

“Como ya estas aquí, ven entra”.

cuando entraron, él le entrego los dulces a Mizuha y guio a Yuika a su habitación.

“Wow, esta es la primera vez que Yuika entra en la habitación de Keiki-senpai”, la hermosa chica pelirrubia miraba atentamente la habitación, “Echándole un vistazo rápido, Yuika no puede encontrar ningún libro ero”.

“Seria desagradable si los encontraras tan rápido”. “¿Entonces eso significa que tienes algunos? “Uhm… toma asiento mejor”.