Zerogoto  (NL)

Volumen 1: Ciclo De Decapitación Y La Savant Azul

Capitulo 1: Día 3(1) La Savant Azul

Parte 1Zaregoto Volumen 1 Capitulo 1 Parte 1 Novela Ligera

 

No estés tan nervioso.

Relájate, ¿de acuerdo?

1

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La tercera mañana de nuestra vida en la Isla Pluma Cuervo Mojado nos estaba saludando. Me desperté aturdido, tratando de distinguir entre los sueños que acababa de tener y la realidad aún por venir.

La alta ventana rectangular admitía sólo un poco de luz, así que el cuarto todavía permanecía oscuro. Dado que la habitación no tenía luces, solo tendría que esperar a que se hiciera más luminosa: el sol apenas había acabado de salir, y eran, tal vez, alrededor de las seis de la mañana, juzgando por mi reloj interno. Sospecho que esta manera de determinar el tiempo no tiene más de quince minutos de margen de error. Pero aun suponiendo que estaba una hora mal, no es como si fuera un problema.

“A levantarse” murmuré, y lentamente me levanté de la cama.

La habitación estaba casi vacía, sus únicos muebles eran una silla y un futón. Aparte de eso, estaba completamente vacío. Sus altos techos le dieron una sensación aún más espaciosa, y esa atmosfera vacía y muerta evocaba tan vívidamente imágenes de confinamiento solitario o algo así. No pude evitar sentirme un poco como un preso en el corredor de la muerte.

Era la segunda vez en mi vida que me había despertado con ese sentimiento.





Pero mientras que esto era de hecho no un aislamiento solitario, tampoco era originalmente un dormitorio. Era anteriormente, un espacio de almacenamiento. Cuando le pedí a Akari que me mostrara el cuarto más pequeño en la mansión, este fue a donde ella me trajo. El cuarto más pequeño. Aun así, era infinitamente más grande que mi habitación en la pensión. Chico, era eso más deprimente.

“No… es mucho más allá de deprimente” me dije a mí mismo.

Ahora bien. Cambié mi canal cognitivo del Modo Preso en el Corredor de la Muerte a Modo de Rutina.

Preguntándome qué hora realmente era, eché un vistazo a mi reloj de pulsera, pero la pantalla LCD no mostraba nada. Tal vez las baterías habían muerto mientras estaba durmiendo. Pero espera, las había cambiado hace poco. Tenía que haber algún otro problema. Bueno, siempre podía pedirle a Kunagisa que lo arregle.

Aclarando mi mente confundida por el sueño, hice un par de sencillos estiramientos y luego deje el cuarto. Caminé alrededor por un rato. La alfombra era gruesa, de color rojo brillante, y parecía (y más probablemente era) de súper alta calidad. Eso eventualmente me llevó a la escalera espiral, que es donde me encontré con Rei-san y Akari-san.

“Oh, buenos días. Ustedes dos se levantan temprano.” Fue sólo cortesía común para saludarlas, pero ellas simplemente pasaron sin más reconocimiento que un cabezazo silencioso.

“Supongo que son del tipo tranquilo” murmuré para mí mismo.

Pero para ser justos, probablemente estaban trabajando, y yo no era exactamente un “invitado” de por si, por lo que sólo tuve que vivir con su tibia respuesta. Si yo esperaba algo más de ellas, tendría que estirar mis brazos de par en par y gritar: “¿¡Cómo se sienten, mi extraña gente!?” Y, francamente, yo no tenía la energía.

Handa Rei-san y Chiga Akari-san eran sirvientas empleadas en la mansión. Rei-san era la “sirvienta jefe,” Akari su subordinada. Y había otras dos sirvientas en la mansión, del mismo rango que Akari-san. Un total de cuatro sirvientas.

Considerando quien era dueña de la mansión, y el tamaño de la misma, parecía como si un equipo de cuatro sirvientas fuera demasiado pequeño. Pero estas mujeres llevaban a cabo sus deberes con la rapidez y habilidad de verdaderas especialistas.

La dueña de la mansión, y la persona a que estas sirvientas servían, era Akagami Iria. Ella era la propietaria de la isla, así como de la mansión. Y, además, ella era quien había invitado a Kunagisa y a mí aquí.

“Pero espera, ¿fui realmente invitado?” Me pregunté.

Ahora ¿qué edad tenía Akari-san? Podías decir con sólo mirar a Rei-san que estaba probablemente en sus últimos veintes. No es fácil para los niños como yo el decir exactamente de qué edad tiene una mujer, pero esa es sin duda la impresión que tengo de ella. Akari-san era el verdadero reto. No creía que ella fuera más joven que yo, pero aun así, se veía ridículamente joven. Ella era una de esas mujeres que cuando están en el centro de la ciudad pueden salirse con la suya y pagar todo a la mitad como si fueran niñas, cuando en realidad son adultas. Mientras subía la escalera de caracol y me dirigía hasta el pasillo del segundo piso, mi mente desvarió con tonterías. Tal vez ella siente algo por los chicos jóvenes. Sí, sólo balbuceo.

Me dirigí a la habitación de Kunagisa. Hace dos días, cuando llegamos a la isla, una habitación había por supuesto sido preparada para Kunagisa, pero no para mí. Esto era de esperarse: incluso yo no había tenido ni idea de que iba a visitar esta pequeña isla extraña hasta esa misma mañana, cuando Kunagisa me llamó.

Akari-san preparo una habitación para mí de último minuto. Pero cortésmente la rechace. ¿Por qué? La razón me golpeó tan pronto como abrí la puerta.

Llamé una vez, luego seguí adelante y la abrí.

El interior era enorme. Alfombra de blanco puro y el papel de las paredes de blanco puro complementado con muebles de color blanco puro. Incluso yo sabía que el blanco refleja la luz. Kunagisa estaba loca por el color blanco, por lo que alguien había decorado la habitación de esta manera deliberadamente. En el centro de la habitación estaba un lujoso sofá y una mesa de madera. Un candelabro colgaba del techo extrañamente alto. La cama era como algo salido de una película ambientada en la época medieval; incluso tenía un dosel.

“Sí, yo nunca conseguiría dormir aquí.”

Y así tuve a Akari-san mostrándome el cuarto de almacenamiento en el primer piso. Mientras tanto Kunagisa, carente de mis sensibilidades más delicadas, yacía adormilada en sus sabanas de color blanco puro.

Mirando al enorme y antiguo reloj mecánico en su pared (también tan cuidadosamente seleccionado en blanco), vi que eran, de hecho, las seis, justo como había pensado. Reflexionando sobre qué hacer ahora, me senté en el lado de su cama, disfrutando de la sensación de la gruesa, alfombra mullida bajo mis pies.

Kunagisa se dio la vuelta. Sus ojos se abrieron, sólo un poco. “¿Hmm? Oh, Ii-chan?”

De alguna manera ella había sentido que era yo, pero en todo caso, ella parecía estar despierta. Ella empujó su revuelto, cabello azul hawaiano de la cara y me miró con ojos soñolientos. “Oh, Ahhh, Ii-chan… Hmmm… Viniste a despertarme, ¿no? Gracias.”

“En realidad, vine aquí a molestarte, pero ¿qué es esto? ¿Tomo durmiendo por la noche? Eso es bastante raro. ¿O acabas de irte a la cama?” Si ese era el caso tengo que disculparme.

“Uh-uh.” Ella negó con la cabeza. “Creo que dormí por tres horas. Pues tú sabes, ayer, bueno, algunas cosas pasaron, Ii-chan. Dame cinco segundos más… ¡Buenos días! Ah, es una brillante y fresca mañana, ¡¿no lo es?!” ella se sentó, su pequeño cuerpo menudo apareció. Deslumbrándome con una sonrisa de oreja a oreja, ella adoptó una pose dinámica. “¿Huh? Hey, no es brillante en absoluto. No me gusta esto. Me gusta que el sol este lejos muy arriba en el cielo cuando me despierto en la mañana.”

“Estás hablando de la tarde.”

“Eh, de cualquier manera. Ese fue un buen sueño.” Ignorándome, ella siguió hablando. “Estoy bastante segura de que me fui a la cama a las 3:00 a.m. Algunas cosas realmente malas sucedieron ayer y yo sólo salte la cama. Tú sabes, pues dormir es lo mejor cuando te sientes realmente terrible. Es como si dormir es el primer y único regalo de salvación que Dios dio a la humanidad. Ahora, ¿Ii-chan?

“Sí, ¿Tomo?”

“Quédate quieto por un segundo.”

Sin siquiera darme tiempo a estar confundido, ella me abrazó. O, para decirlo con más precisión, se cubrió a sí misma en mí, cargándome con la totalidad de su peso corporal. Ella descansó su pequeña cabeza en mi hombro derecho, con nuestros cuerpos pegados entre sí, y sus delgados brazos alrededor de mi cuello.

«Apretar»

No es que ella fuera pesada.

“Uh, ¿Kunagisa?”

“Recargando.”

Evidentemente estaba recargando. Por lo tanto, ningún movimiento me fue permitido.

Me di por vencido en la idea de resistirme y soporte su peso.

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Pero. Hey, ¿qué era yo, una toma de corriente o algo así?

Mirando a Kunagisa, me di cuenta de que ella se había acostado con su abrigo puesto. Hasta donde sabía, ella lo llevaba todo el tiempo, en el interior y al aire libre, en verano e invierno. Un abrigo de negro azabache para hombre. En una chica de pequeña estatura como Kunagisa, el abrigo de gran tamaño fácilmente tocaba el suelo. Pero ella parecía estar locamente enamorada de él de todos modos. Le había dicho un millón de veces que por lo menos se lo quitara cuando ella este durmiendo, pero fue en vano.

Una cosa era segura: Kunagisa Tomo hacía las cosas a su manera. En ese sentido, ella era como yo.

“¡Muy bien, gracias!” Dijo ella, y finalmente me soltó. “¡Batería llena! Ahora, vamos a hacer frente a otro día.”

Con un gruñido, se levantó de la cama, con el cabello azul rebotando. Se acercó a los ordenadores por la ventana de enfrente de su cama. Eran las tres computadoras que había traído de su casa en Shirosaki. Los tres eran modelos de torre. Los dos, el de la izquierda y el de la derecha eran de tamaño típico, la de en medio era excepcionalmente grande. Eran todas blancas, por supuesto. Yo simplemente no entiendo por qué ella estaba tan obsesionada en un color que era tan fácil de ensuciar.

Los tres ordenadores estaban sobre una rejilla en forma de U, con una mullida silla giratoria en el centro. Kunagisa se dejó caer en la silla y se echó hacia atrás. De esa manera podía controlar simultáneamente los tres ordenadores. Pero no importa cómo lo contaras, ella todavía tenía sólo dos manos. El por qué a ella se le ocurriría utilizar tres teclados al mismo tiempo, estaba más allá de mí razón.

Miré por encima de su hombro. Los tres teclados no eran ni ASCII ni JIS ni Oasis, si no que eran alguna extraña alineación misteriosa de teclas. Pero cuestionar la falta de naturalidad de eso sería inútil. Para un genio de la ingeniería como Kunagisa Tomo, diseñar un teclado desde cero probablemente fue como un paseo en el parque.

Por cierto, Kunagisa no utiliza un ratón. Debido a que «son una pérdida de tiempo», decía. Pero para un novato como yo, la vista de un ordenador sin ratón era desconcertante, totalmente imposible de acostumbrarse. No es que sea la peor sensación en el mundo.

“Ii-chan.”

“¿Sí?”

“Ata mi cabello.”

Lo tengo. Me acerqué a la silla. Deslice algunas cintas para el cabello fuera de su brazo y até su cabello en dos trenzas.

“Vamos, lava tu cabello ya. Mis dedos se están poniendo aceitosos aquí.”

“Odio tomar baños. Pues sabes, tu cabello se pone todo mojado y esas cosas.”

“Bueno, por supuesto. Mira esto, el azul se está poniendo oscuro.”

“No puedo ver mi propia cabeza. Jejeje, si lo dejo como esta, se volverá ultramarino. Gracias, Ii-chan” dijo ella, mordiéndose el labio inferior con una risita. La mire de regreso con una inocente sonrisa confundida.

“Uh, no hay problema, de verdad.”

Incluso mientras hablábamos, sus dedos nunca dejaron de moverse. Se movieron con la precisión de una máquina a un ritmo constante con cada pulsación de teclas. Sus movimientos fluían tan bien que era como si estuviera inconsciente, llevando a cabo alguna tarea planificada de antemano, de alguna manera pre-programada. Incomprensibles caracteres y números en inglés se transmitían a lo largo de las tres pantallas del monitor a un ritmo increíble.

“Tomo, ¿qué estás haciendo?, de todos modos te acabas de levantar.”


“Mmm, bueno, no creo que lo entiendas incluso si te lo digo.”

“Hmm. “¿Realmente necesitas los tres PC para hacerlo?” le dije.

Ella me dio una mirada de perplejidad. “Ii-chan, ésta en el medio no es un PC, es una estación de trabajo” dijo.

“¿Qué es una estación de trabajo? ¿No es una PC?”

“Nop, es diferente. Bueno, supongo que los PC y estaciones de trabajo son similares en que ambos están destinados para el uso individual, pero, es como, las estaciones de trabajo son por mucho lo más alto de la línea.”

“Ah, por lo que una estación de trabajo es como ¿una súper-buena PC?” Le dije, mostrando abiertamente mi ignorancia.

Ella gimió. “Ii-chan, una PC es una PC y una estación de trabajo es una estación de trabajo. Los dos son GPC, pero piensa en ellos como dos cosas completamente diferentes.”

“¿Qué es un GPC?”

Ella me miró como si yo fuera una especie de hombre de las cavernas. “Ii-chan, tú no sabes nada, ¿verdad?” dijo con un toque de incredulidad. ¿Qué exactamente estabas haciendo en Houston estos cinco años?

“Otras cosas.”

Ella suspiró. “Está bien, está bien” dijo ella, inclinando la cabeza. Luego reanudó su trabajo como si un interruptor hubiera sido presionado en su cerebro. Letras y números que parecían como fórmulas mágicas para mi seguían siendo transmitidas en las pantallas.

Yo quería que me dijera un poco más acerca de las diferentes clasificaciones o lo que sea, pero no soy realmente tan intelectualmente curioso. Además, sería de mala educación interrumpir en lo que sea que estaba trabajando. Eso, y, para un “forastero” como yo el tratar de seguir las explicaciones de estos pastelillos nerd parecían como si dirigieran a un dolor de cabeza, así que terminé la discusión. Me masajeaba los hombros un poco, entonces decidí pedir prestado su lavabo, donde me lavé la cara y me cambié de ropa.

“Hey, Tomo, voy a ir a dar un paseo.”

Sin levantar la vista de su trabajo, ella me dio una despedida a medias. La otra mano seguía tocando las teclas. Me encogí de hombros y salí de la habitación.

***

 

 

Estaría mintiendo si dijera que sabía tanto sobre la Fundación Akagami. No era exactamente la organización mejor publicitada en el mundo. Además, ya que en su mayoría operan fuera de la región de Kanto, alguien como yo que nació en Kobe, creció en Houston, Texas, y vivió en Kyoto no sabía mucho de ellos.

Poniéndolo simplemente, la mansión Akagami fue el hogar de una herencia legendaria de barones de negocio. Ese negocio podría haber sido algún tipo de comercio, o un sistema en el que el dinero simplemente surgía por su cuenta. No estoy seguro de qué es exactamente lo que hicieron, pero fuera lo que fuera, una cosa era segura: la Fundación Akagami tiene dinero.

Teniendo propiedades no sólo en Japón sino en todo el mundo, la Fundación Akagami era el dueño de la Isla de Pluma Cuervo Mojado también. Y la dueña de la mansión de estilo occidental que se encuentra en el centro de la isla no era otra que Akagami Iria.

Como podrías adivinar por su nombre, Iria estaba relacionada con la cabeza de la Fundación Akagami, su nieta, de hecho. Ella nació y fue criada como una princesa de pedigrí, para quien ninguna alabanza obsequiosa era demasiado obsequiosa. Con el tiempo, ella había heredado grandes cantidades de enorme riqueza e increíble poder y gobernaba sobre un gran número de subordinados. Pero entonces, la misma cabeza de la Fundación la había cortado por completo. Así que tal vez todo esto es realmente mejor expresado en tiempo pasado.

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Cortado.

No sé lo que ella hizo para merecerlo, pero debe haber sido algo grande.

Supuestamente ella fue permanentemente retirada de la familia hace cinco años, a la edad de dieciséis. En ese momento, la cabeza de la familia la dejó con un pequeño paquete de indemnización (que era probablemente todavía una suma inimaginable para alguien promedio como yo) y esta isla, flotando en el mar de Japón.

En otras palabras, ella había sido exiliada.

Tal vez en estos días parece pasado de moda. Pero lejos está de mí el entrometerme en las maneras de hacer las cosas de otras personas. Sobre todo si esas personas pertenecen a una poderosa institución que es prácticamente su propio mundo en sí mismo.

De todos modos, Iria había pasado los últimos cinco años aquí con sus cuatro sirvientas, ni una sola vez poniendo un pie fuera de la isla. Cinco años en esta isla olvidada por Dios en medio de la nada, sin diversiones, nada de nada. En cierto sentido, era la vida en el infierno, aunque me gustaría especular que, en un sentido diferente, era también era un poco como la vida en el Cielo.

¿Pero estaba Iria-san sola o aburrida? De hecho, se podría decir que Kunagisa había sido invitada a la isla para evitar el aburrimiento de Iria. Pero no fue sólo Kunagisa. De la misma manera, no sería una exageración decir que Akane-san, Maki-san, Yayoi-san, y Kanami-san habían sido todos traídos aquí para el mismo propósito.

Bueno, está bien, tal vez es un poco exagerado.

Así que, de todos modos, estaba prohibido el dejar la isla, Iria-san lo dijo, “Bueno, si eso es como es” y procedió a invitar, como sus invitados, a las figuras más prominentes del mundo.

Ahora, esas “figuras prominentes” suenan un poco raro, voy a tratar de ponerlo de otra manera. Iria había decidido invitar a los llamados genios a su mansión. Fue un plan sencillo: “Si no puedo ir a ellos, pueden venir a mí.”

Famosos y desconocidos por igual, a todos los que poseían verdadero talento y habilidades increíbles fueron convocados por Iria-san, uno tras otro tras otro. Y, por supuesto, todos los gastos, incluyendo alojamiento, fueron cubiertos por Iria-san. De hecho, a los visitantes de la isla se les dio a menudo dinero, así que era casi siempre una situación de ganar-ganar para ellos.

Para  mí,  parecía  que  Iria-san  iba  por  ese  conjunto  de  imagen  de  antiguo  salón  griego,

coleccionando y retozando con todos estos artistas y genios, y de este modo viviendo una vida fructífera. Sin duda, no era la idea más típica alrededor, pero sí, había algo sorprendente en ello.

Aparte de la mansión y el bosque, la isla estaba esencialmente vacía «casi una isla desierta» y para aquellos cansados del mundo de hombres y mujeres de talento quienes necesitan descansar el cuerpo y la mente, era el lugar perfecto. Y así el plan de Iria-san había sido un tremendo éxito.

Ahora bien.

Caminando alrededor sin rumbo en esta isla vacía, tomando el sol en el bosque, fue por un extremadamente distante árbol de flor de cerezo que de repente me encontré con Shinya-san.

“Oh, er, es decir, quiero decir” dijo Shinya-san, agitando una mano para saludarme. “Eres un pájaro bastante tempranero, ¿eh? Señor… eh, ¿cuál era tú nombre? Lo siento, mi memoria es un poco débil, veras.”

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Tenía unos buenos diez centímetros por encima de mí, y su ropa de diseñador era mucho mejor que la mía. Su expresión era amable, su forma de hablar era amable, y también lo era, de alguna manera, su ropa y estatura, pero ¿sí Shinya-san realmente era amable?, yo no podía decirlo. Yo no tengo la habilidad de juzgar a alguien sólo basado en su apariencia, y soy la última persona en saltar a conclusiones después de conocer a alguien por sólo un par de días.

“No creo que alguna vez lo dijera” respondí encogiéndome de hombros. “Sólo soy el compañero de Kunagisa Tomo. No hay necesidad para un compañero el tener un nombre, ¿me equivoco?”

“Eso es muy modesto de ti. No es que sea ninguna maravilla, estando en esta isla, pero hablando de compañeros, supongo que estoy en el mismo barco que tú” dijo Shinya-san y sonrió amablemente.

Sí, Shinya-san y yo no éramos más que acompañantes. Probablemente no hace falta decirlo en este momento, pero yo no estaba aquí caminando en esta isla porque yo fuera algún tipo de genio. Kunagisa Tomo era el “genio” aquí, y yo no era más que su asistente. Si ella no me hubiera dicho, “Ii-chan, resulta que me voy a una isla, así que ven conmigo, ¿vale?” Justo ahora estaría en mi habitación de cuatro tatamis de tamaño normal en Kyoto preparándome para la universidad.

No hay duda al respecto: el personaje principal aquí es Kunagisa Tomo. Vamos a dejar eso en claro.

Ahora bien, en cuanto a quien Shinya-san estaba acompañando, bueno, ella estaba justo debajo del árbol de flor de cerezo. Con esos pensativos, e irreflexivos ojos, ella miró a los pétalos de flor de cerezo revoloteando.

Ella tenía los ojos azules y el cabello de oro. Su vestido, de color pálido, fue sacado de alguna película francesa, y fue acentuado con joyería deslumbrante. Sólo uno de sus collares o pulseras era probablemente más valioso que mi hígado. Incluso si vendiera cada parte de mi cuerpo todavía no podría pagar por ello.

Ibuki Kanami. Una de los genios.

Habiendo, supuestamente, sufrido problemas con sus piernas desde nacimiento, fue confinada a una silla de ruedas. Y así Shinya-san, como su cuidador, la había acompañado en el viaje. Como yo había oído, hasta hace pocos años, ella también había sido totalmente ciega. Sus ojos azules no eran signo de sangre extranjera.

Kanami-san era una pintora.

Incluso yo, sin el menor conocimiento de la materia que sea, había oído hablar de ella. Ella había ganado una reputación como un pintor quien no poseía un estilo único. Yo en realidad nunca había visto ninguna de las pinturas de Kanami-san, pero pensé que tal vez ella estaba mirando las flores de cerezo en esa manera con el fin de retratarlas más tarde en un cuadro.

“¿Qué está haciendo?”


“Cómo puedes ver, ella está mirando las flores de cerezo. No pasará mucho tiempo antes de que los pétalos comiencen a caer. Ella tiene un cariño por ese momento justo antes de la muerte, si lo quieres decir de otra manera seria como las cosas efímeras en la vida.”

La mayoría de los árboles de la isla eran sólo los típicos, pero por alguna razón, había un árbol de flor de cerezo. Se veía bastante viejo, y el hecho de que sólo había uno en toda la isla era nada menos que bizarro. Lo más probable es que, Iria-san lo había trasplantado aquí.

“Hay un decir y es que los cadáveres están enterrados bajo los árboles de flor de cerezo, ¿eh?”

“¡Cuán terrible!”

Ouch.

Sólo estaba tratando de entablar conversación, pero en cambio la termine con un solo comentario, por supuesto, que fue bastante horrible.

“Sólo bromeaba” Shinya-san se rio.

“Personalmente, creo que tendría más sentido si esa leyenda fuera sobre un árbol de ciruela. Pero entonces supongo que no sería una leyenda, ¿sino un mito? ¡Hahaha!”

“Por cierto, muchacho, ¿has conseguido acostumbrarte a la isla a pesar de todo? Este es tu tercer día aquí, ¿verdad? Um, ¿cuánto tiempo estaban planeando quedarse de nuevo?”

“Una semana. Así que tenemos unos días más.”

“Mmm, eso es muy malo” dijo con un dejo de misterio.

“¿Qué es tan malo?”

“Oh, es sólo que he oído que el favorito de Iria-san va a venir aquí en una semana. Pero si se están yendo en cuatro días, se perderían el uno al otro, ¿no es cierto? Eso es muy malo.”

“Oh, ya veo”. Asentí con la cabeza y pensé por un momento.

“El favorito de Iria-san.”

En otras palabras, el genio de los genios.

“Una chef, una adivina, una erudita, una artista y una ingeniera. ¿Cuál podría ser el próximo?”

“Bueno, yo mismo no he oído nada específico, pero al parecer esta persona es capaz de casi cualquier cosa. No es un especialista, sino un generalista. Hikari-san me dice que esta persona es tan afilada como una tachuela, llena de conocimiento, y tiene reflejos de relámpago.”

Hmm. Con todo otra persona totalmente increíble. Vamos a suponer que era sólo algún tipo ridículo de rumor muy exagerado. El hecho de que tal rumor siquiera existiera sugería que este genio en particular no era solo un cualquiera. Estaría mintiendo si dijera que no estaba intrigado.

“No lastimaría conocer a esta persona, supongo. ¿Qué dices de pedir una extensión en su visita? Estoy seguro de Iria-san haría más que darles la bienvenida.”

“Suena bien y todo, pero…” Probablemente parecía menos que emocionado. “Para ser honesto, esta isla es un poco agobiante. Para un chico regular como yo, quiero decir” dije.

Shinya-san carcajeo estruendosamente. “Ahora, ahora, ahora, ahora, ahora, ahora, ahora ahí, muchacho. ¿Es así como es? Kanami-san, Akane-san y todos ellos no te han creado un complejo, ¿verdad?”

Un complejo. Incluso suponiendo que no era algo que se podía decir sin rodeos, lo que sentí fue ciertamente algo similar. Shinya-san me dio una palmada firme en el hombro.

“No hay razón para sentirse inferior hasta ese punto, ¿no? ¡Sigamos juntos, hermano! Ya se trate de Kanami-san…” Kanami-san miró hacia arriba desde debajo del árbol de la flor de cerezo. “Ya se trate de Akane-san, Yayoi-san, o incluso Kunagisa-chan, si ellos fueran a jugar con nosotros en piedra-papel-tijeras, sólo ganarían una de cada tres veces. Supongo que Maki-san sería una excepción allí, pero no importa.”

“Esa es una forma bastante ruda de decirlo.”

Por no mencionar que Shinya-san acaba de referir a su propia empleadora como parte de “ese montón.” No estoy diciendo que estén en desacuerdo o algo, pero tal vez Shinya-san y Kanami-san no fueran los mejores amigos.

“El talento no es un gran problema. De hecho, yo, por mi parte, estoy contento de que no tener ninguno. El talento no es digno de espetar.”

“¿Por qué piensas eso?”

“Si tienes un talento, tienes que hacer un esfuerzo. Ser ordinario es cosa fácil. No teniendo nada que dominar es una ventaja, si me preguntas” dijo Shinya-san mientras se encogía de hombros cínicamente. “Creo que nos salimos un poco del tema. De todos modos, no creo que sería una cosa terrible si fueran capaces de extender su estancia, si me preguntas. Y oye, sólo tal vez este generalista nos derrotaría en piedra-papel-tijeras las tres veces.”

“Bueno, voy a hablar de ello con Kunagisa… No sería justo para el acompañante el decidir algo como esto por sí mismo.”

“Me lo imaginaba. Eres muy parecido a mí” dijo mirándome a los ojos.

Su mirada era profundamente desconcertante. Me dio la sensación incómoda de cuando estás siendo observado en la lejanía.

“¿Tú y yo? ¿Iguales? ¿Qué quieres decir? ¿De qué manera?”

“No suenas muy feliz por eso. En particular, eres prácticamente idéntico en sostener la idea de que tú mismo eres una parte del mundo.”

Al parecer, sin la intención de explicarse más allá de eso, él desvió su mirada y miró de nuevo a Kanami-san. Como era de esperar, Kanami-san estaba todavía mirando a las flores de cerezo con completa concentración. Estaba rodeada de una especie de trascendencia, como si sólo ese punto estuviera aislado del resto del mundo. Ella tenía un aire de ser inaccesible, incluso sagrada.

“Entonces ¿Kanami-san ha estado pintando incluso desde que llegó aquí?”

“Bueno, es más como que ella vino a esta isla para pintar. Eso es realmente todo lo que hace, después de todo. Supongo que se podría decir que ella vive para pintar. ¿Puedes creerlo?” Él habló con un tono de frustración, pero si tomas sus palabras al pie de la letra, sonaba como una existencia increíblemente envidiable; una vida en la que lo que quieres hacer y lo que tienes que hacer están conectados directamente. Era una forma de vida que ni siquiera podía esperar. Yo, que no había descubierto ni lo que quería ni lo que tenía que hacer.

Me di cuenta de que Shinya-san me miraba con una sonrisa maliciosa, como si acabara de recordar una mala broma. Retrocedí un poco. Estaba teniendo un mal presentimiento, como una premonición. Y luego Shinya-san, con una mirada en su cara, como diciendo, “acabo de tener una revelación de Dios,” aplaudió deliberadamente.

“¡Eso es! Es una oportunidad de primera, así que ¿por qué no tratas de modelar?” Él me puso a un lado mientras estaba sin palabras y era incapaz de comprender las suya, y mirando a Kanami-san. “¡Hey!” la llamó. “¡Kanami! ¡Este chico aquí dice que quiere ser tu modelo!”

“¡Espera, Shinya-san!” Finalmente captando la situación, me puse delante de él. “No solo puedo, quiero decir, ¡dame un descanso!”

“Ahora, ahora, ¿por qué estás tan avergonzado? Eso no se adapta a tu personaje.”

No lo creo. ¿Preguntándole a Kanami-san el pintarme? Esa fue una idea increíblemente intimidante. Pero Shinya-san hizo volar mi protesta con un simple “Ahora, ahora, no seas tímido” y esperó una respuesta de Kanami-san.

Kanami-san ajusto la dirección de su silla de ruedas y me echó un vistazo. Ella me escanea de arriba abajo, desde la punta de mi cabeza hasta la punta de mis pies, observándome, evaluándome, y dijo: “¿Así que quieres que te pinte?” Ella sonaba verdaderamente irritada.

Esta fue una pregunta difícil de responder. Con alguien tan talentoso como Kanami-san, el simple acto de vacilar habría sido grosero. Yo era débil en estas situaciones. Verdaderamente una persona fácil de convencer. Un muchacho de diecinueve años de edad, quien ha pasado su vida yendo con la corriente, no tiene el poder de alterar el flujo de un cuento.

“Sí, por supuesto, si no le importa” le dije.

Kanami-san simplemente parecía desinteresada. “Está bien entonces. Pasa por el taller esta tarde”. Dijo, y giró su silla de ruedas devuelta hacia las flores de cerezo. Ella habló con sincera apatía, pero al menos se había apiadado de mí.

“Bueno, eso está arreglado entonces. ¿Estás libre esta tarde?” dijo Shinya-san, extrañamente alegre.

Yo le dije que estaba libre y decidí irme antes de que me metiera en más problemas.

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Volví a la mansión y visité la habitación de Kunagisa una vez más. Kunagisa estaba tal como yo la había dejado, sentada en su silla giratoria, con sus tres PC (quiero decir, dos PC y una estación de trabajo) en frente de ella. En este momento ella se centró en la estación de trabajo, y las dos PC estaban apagadas.

“¿Qué estabas haciendo, Tomo?” Sin respuesta.

Me acerqué a ella por detrás y tiré sus dos trenzas.

“Oww” pronunció con voz extraña, pareciendo por fin notar mí presencia. Sin cambiar su posición, ella me miró boquiabierta en desconcierto. Seguramente aparezco al revés en sus ojos.

“Yooo, Ii-chan. Estás de vuelta de tu paseo.”

“Sí, bueno… Oye, ¿esa es un Mac?”

El monitor de la estación de trabajo contrario a Kunagisa mostraba algún tipo de pantalla parecido al SO de Mac. Hasta donde había oído, el SO de Mac sólo funcionaba en las Macs.

“Sí, es un SO Mac. Veras, hay algunas aplicaciones que sólo funcionan con el SO de Mac, así que lo estoy corriendo en una máquina virtual.”

“¿Máquina virtual?”

“Básicamente estoy haciendo que la estación de trabajo crea que hay un Mac en su interior. En otras palabras, estoy engañando al software. Por supuesto, Windows esta también dentro. La mayoría de los sistemas operativos están instalados en esta estación de trabajo, por lo que se puede hacer cualquier cosa.”

“Ah…”

Yo realmente no lo entiendo.

“Esta es una pregunta tonta, pero ¿cómo son Mac y Windows diferentes, de todos modos?”

Ella le dio a mi pregunta verdaderamente amateur un momento de reflexión. “Son diferentes porque diferentes personas los usan” respondió ella, con un aire de precisión.

“Bueno, sí, eso es cierto, pero… Bueno, olvídate de eso. Así que un SO es como el software principal, ¿no? Creo que eso es correcto. ¿Así que es como si este equipo tuviera personalidades múltiples?”

“Es una metáfora extraña, pero se podría decir eso.”

“Así que esa PC, eh, estación de trabajo, ¿cuál es el núcleo principal del SO? Al igual que con múltiples personalidades se tiene una personalidad principal, ¿verdad?

“Geocide.”

“Nunca he oído hablar de eso. ¿Es como Unix?”

“Es Unix, con un sonido como iuu. Vamos, estudiaste en el extranjero; deberías saber que no se pronuncia con el alfabeto japonés romanizado, Ii-chan. Te hace sonar tan estúpido. Uh, bueno, es compatible con Unix. Pero es un SO original desarrollado por un amigo de tu servidora.”

“Un amigo…”

Amigo de Kunagisa. El único amigo de Kunagisa que podría haber desarrollado un sistema operativo original era alguien de ese «equipo». De ese famoso «equipo».”


Varios años atrás, en el siglo pasado, durante el tiempo en que la red japonesa era todavía poco desarrollada, ese grupo apareció. O no, “apareció” no es la expresión correcta.

Nunca por un instante permitieron que su rostro, ni su sombra, ni siquiera su olor agraciara al ojo público. Ellos nunca anunciaron su nombre; cualquier nombre por el que alguna vez hayan sido conocidos, había sido aplicado por otros. Ya sea que los llamaras un club virtual, ciberterroristas, una unidad de crackeo, o una banda que hace una montaña de un grano de arena, eso no les importo, y ellos probablemente no responderían.

Eran completamente incomparables, especies desconocidas. ¿Cuántas personas estaban allí, y qué tipos de personas comprendían este “equipo”? Estas cosas fueron todo un misterio.

¿Y qué hicieron?

Todo.

Hicieron todo, eso era todo lo que podía decir al respecto. Hicieron tanto de todo, no había nada que no hicieran. Ellos causaron estragos, estragos, y más estragos. Yo no estaba en Japón en ese momento, así que no llegué a verlo de primera mano, pero dicen que era un estrago tan completo y ridículo que el caos era prácticamente refrescante, dando ninguna pista en cuanto a sus motivos u objetivos. Comenzando con hackeo y crackeo puro, también tenían sus manos en asesoramiento corporativo y reparación de fraude. También se especuló en voz baja que, en aquel entonces, que controlaban un número de grandes corporaciones.

Pero no se podía decir que existían únicamente como una molestia. Para bien o para mal, fue gracias a ellos que el nivel global de la tecnología de red había mejorado drásticamente. Incluso se podría decir que la obligaron. Si se miraba a través de un peine de dientes finos, seguro que hubo pérdidas, pero en el panorama general, las ganancias las superaban diez veces.

Pero, por supuesto, los peces gordos de arriba los veían como poco más que molestos, criminales violadores de la ley, una monstruosidad hackeando, crackeando. Así, el «equipo» continuó, despreciado y perseguido. Pero nunca fueron atrapados, y exactamente lo que estaban haciendo nunca fue traído a la luz. Entonces, en algún momento del año pasado, de repente y sin nada en particular que hubiera sucedido, nunca se oyó de ellos otra vez. Era como si acabaran de quemarse y desvanecerse.

“Yoo, que está mal, Ii-chan? Te paraste de repente.”

“No… Nada.”

Ella se levantó el cabello junto con una risita.

“Sí, supongo que no es nada…”

Fue de esa manera que el «equipo» conoció lo que era, en cierto sentido, un final decepcionante. ¿Quién creería que el líder de ese equipo ahora muerto era esta chica feliz y despreocupada todavía en su adolescencia? Exactamente ¿quién en su sano juicio podría creer algo tan absurdo que ni siquiera podía ser confundido con una broma de mal gusto?

Pero si eso no fuera el caso, Kunagisa no habría sido invitada a esta isla plagada con genios. No como una especialista en ingeniería de comunicaciones y sistemas.

“¿Cómo podría no tener un complejo, Shinya-san?”

“¿Eh? ¿Has dicho algo?” Kunagisa me miró por un momento.

“Sólo balbuceo” le dije. “Así que Geocide, no significa eso ¿Asesino de la Tierra?”

“Sí. De todos los sistemas operativos existentes, es probablemente el más impresionante. Geocide es el número uno. Incluso el RASIS es perfecto.”

“A veces pienso que utilizas esas grandes palabras sólo para fastidiarme. ¿Qué es un RASIS?”

“Es un acrónimo de fiabilidad, disponibilidad, capacidad, integridad, seguridad. Pero, por supuesto, eso es en inglés” dijo ella un poco irritada.

“Básicamente significa estabilidad. Por supuesto, requiere un sistema de alto rendimiento, pero no va a causar errores ni nada de eso. Hombre, ese Atchan realmente es un genio. Jejeje.”

“Atchan, ¿eh? Suena como que ustedes dos son bastante cercanos.”

“¿Hmm? ¿Celoso? ¿Hmm? Hmm?” dijo con un tono extrañamente contento y una sonrisa traviesa. “Está bien. Me gustas más que todo.”

“Ah, cierto. Aprecio eso.” Me encogí de hombros y traté de cambiar de tema. “Pero si se trata de un sistema operativo tan increíble, ¿por qué no comercializarlo? Si se vende como Windows, harías una fortuna.”

“No se puede hacer. Sabes acerca de los rendimientos crecientes, ¿verdad? Con un sistema operativo es diferente, nunca podríamos ponerlo al día. Los negocios van más allá de la habilidad o el talento.”

Rendimientos crecientes. La ley de la economía que establece “cuanto más tienes, más recibes,” el cual no hace nada por lo que no tienes. Había pasado un tiempo desde que había estudiado eso, así que no lo recuerdo muy claramente, pero para decirlo simplemente, “una vez que ha aparecido una diferencia significativa problemática, es imposible enterrar a esa diferencia.” Ya sea en lo que respecta a la habilidad o el dinero, parecía no hacer ninguna diferencia.

“Además, Atchan estaba satisfecho sólo por la creación de Geocide. Atchan es una persona autocomplaciente.”

“Hey, sí, debe ser muy feliz.”

“Incluso si eso no fuera el caso, yo no creo que sea posible comercializarlo. A pesar de que es sólo software base, requiere algunas especificaciones bastante escandalosas. Seriamente cifras astronómicas. Incluso mi máquina apenas lo maneja.”

“Hmm. ¿De cuántos gigas es tú disco duro? ¿Alrededor de cien?”

“Cien teras.”

Unidad diferente.

“Tera… es lo contrario de pico, así que… ¿mil veces un giga?”

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“No, 1.024 veces.”

Chica quisquillosa.

“Hombre, nunca he visto un disco duro como ese.”

“Para ser más específicos, no es un disco duro; es memoria holográfica. A diferencia de los

discos duros, que graba los datos con imanes, esta graba información sobre una superficie. Es capaz de una transferencia rápida de un Tera por segundo. Lo que encuentras en los mercados es,

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