Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 4

Capitulo 12: El Chocolate Del Asesino

Después de que terminamos con las hojas de evaluación, organicé una fiesta de té. Había algo que quería que probaran Dia y Tarte.

Elegí realizar el pequeño evento en una mesa al aire libre, desde donde teníamos una vista de la llamada cama de flores de mi madre. Se parecía mucho más a un huerto. Es cierto que, después de haber visto el hermoso jardín en el castillo real, esto palideció mucho en comparación.

“Algunas verduras también tienen flores, así que también podemos cultivar cosas que podamos comer”. Eso era lo que mi madre siempre insistía.

“Estoy listo, ustedes dos”, anuncié.

Ofrecí a Dia y Tarte una taza de té de hierbas especial para cada una y cubrí la mesa con un artículo que finalmente estaba listo para la venta después de muchos años de investigación.

Arreglar cosas como esta era típicamente un deber que recaía en Tarte, pero esta vez quería sorprender a las chicas.

“Oye, esto es lo que me diste como recuerdo hace unos años. Recuerdo que pensé que era increíblemente delicioso y deseaba que tuvieras más”, comentó Dia.

“Tienes una buena memoria. Esa fue una prueba, pero finalmente la terminé”, respondí.

Los ojos de Tarte se abrieron ligeramente al recordar. “¡Oh, recuerdo que me encantaba esto también! Lord Lugh me dejó probarlo una vez. Fue agridulce”.

“Sí, el chocolate es tan bueno”, dijo Dia.

“¡Lo es!” Tarte agregó alegremente.

De hecho, había puesto chocolate sobre la mesa. Pronto, sería el producto estrella de Natural You.

“Por favor, prueba un poco”, le ofrecí.

“Wow, esto es tan delicioso como lo recuerdo. Se siente tan lujoso”, comentó Dia.

Asintiendo, Tarte agregó: “Sí, es encantador. No sé si volveré a disfrutar de otro tipo de placer”.

Ambos claramente lo apreciaron. También probé una pieza y la encontré sorprendentemente deliciosa.

Poseía una textura suave. Había logrado un equilibrio perfecto que te daba el sabor del cacao sin ser demasiado amargo. En la Tierra, esto se habría llamado chocolate negro.

Tenía un innegable aire de lujo y era la mejor opción para demostrar el atractivo del chocolate.

“Pero en comparación con el chocolate que me permitiste probar hace un tiempo, la textura no es tan suave, está un poco seca y no sabe tan bien. ¡Ah, pero todavía es realmente delicioso! Perdón por mi mala educación”, dijo Tarte.

“No tienes que disculparte. De hecho, estoy impresionado de que hayas notado eso. Este chocolate definitivamente es de menor calidad que la variedad que te hice probar antes”, le expliqué.

“¿En serio? ¿Usaste diferentes ingredientes?” ella preguntó. “Lo explicaré más tarde. Disfruta el chocolate por ahora.” “¡Si mi señor!”

Evidentemente, el sentido del gusto de Tarte había mejorado junto con su habilidad para cocinar. Fue impresionante que ella pudiera notar el cambio.

“También va perfecto con el té de hierbas”, comentó Dia.

“No está mal, pero creo que el café lo complementaría aún mejor”, dije.

Dia inclinó la cabeza hacia un lado. “¿Qué es el café? Nunca antes lo había escuchado.”

“Encontraré algunos eventualmente. Tiene que estar en algún lugar del mundo”.

El café era otro producto básico que esperaba adquirir. Sin duda obtendría una enorme ganancia si lo trajera aquí.

“Le tomó mucho tiempo convertir esto en un producto, mi señor. Hiciste el producto de prueba cuando vivíamos en Milteu”, recordó Tarte.

“Sí, fue mucho trabajo duro. Convertir las vainas de cacao en chocolate es un desafío y requiere mucho tiempo. Tuve que explorar y entrenar a un repostero consumado. Después de poco menos de un año de prueba y error, finalmente está en un punto en el que podemos venderlo”, expliqué.

Lo primero que tenías que hacer era extraer los granos de las mazorcas de cacao, fermentarlos en hojas de plátano o algo similar y luego dejarlos secar.

Eso hizo que pareciera fácil, pero había muchos factores a considerar. La calidad de la levadura utilizada en la fermentación afectó el sabor y la textura, y el ambiente en el que se mantuvieron los granos requería un cuidado meticuloso. La tasa de fermentación cambió dependiendo del hábitat.

También hubo un truco para el secado, e incluso el más mínimo error arruinó todo el proceso.

Una vez que los granos estaban listos, había que tostarlos, pelar las cáscaras, molerlos, mezclarlos con otros ingredientes y refinar la pasta en un proceso de setenta y dos horas llamado conchado. La textura suave del chocolate no se podría lograr con la fuerza bruta. Era necesaria una técnica adecuada.

Después de todo eso, había que templar el chocolate calentándolo y enfriándolo en un recipiente a diferentes temperaturas de agua para cristalizar los ácidos grasos y mejorar el sabor. Ese fue el paso más desafiante y puso a prueba las habilidades del pastelero. Una vez completado este proceso, finalmente se pudo moldear y terminar el chocolate.

El pastelero que había reclutado era una élite, pero aun así le tomó un año obtener una calificación aprobatoria de mi parte.

“No sabe tan bien porque alguien que no sea Lord Lugh lo hizo”, especuló Tarte.

“Eso es exactamente correcto”, respondí.

“Realmente eres increíble, mi señor”.

Tarte luego comió su último trozo, su expresión se derritió como el chocolate. Dia también terminó el suyo, haciendo casi la misma cara.

Ambas claramente amaban el dulce.

“Vaya, nos los comimos rápido”, comentó Dia.

“…Debería haberlos saboreado más”, dijo Tarte con clara decepción.

Ambos platos estaban vacíos. Por lo general, tendría segundos preparados, pero esta vez no tenía nada extra para darles a las chicas.

“¿Crees que esto se venderá?” Yo consulté.

“¡Diablos, sí! ¡Los nobles pagarían su peso en oro por estas cosas!” exclamó Día.

Tímidamente, Tarte confesó: “No creo que pueda resistirme a comprar algunos si pudiera permitírmelo con mi mesada”.

El sabor no era la única razón por la que les gustaba el chocolate. Los polifenoles y la teobromina que se encuentran en el cacao poseían un efecto relajante que curaba la fatiga. No solo era delicioso, era una medicina completa.

“Puse el chocolate en el mercado y envié algunos a los clientes regulares el mes pasado, y fue muy bien recibido”.

El envío de canastas de regalo a los clientes habituales fomentó la repetición de negocios y redujo la aglomeración en las tiendas, pero la mayor ventaja fue enviar artículos que quería que Natural You almacenara a los clientes.

No importa cuán excelente sea el producto, no tendría sentido si no pudiera ponerlo en manos de los consumidores. Hacer una canasta de regalo fue una manera fácil de hacer pruebas. También solo se los entregué a aquellos aristócratas con una voz importante en la sociedad, que correrían la voz por mí.

En poco tiempo, los rumores sobre el chocolate comenzaron a extenderse como la pólvora, llegando a ser conocido como el caramelo fantasma.

“…Vas a ser bombardeado por clientes enojados”, dijo Dia.

“Esta fue la primera vez que incluí dulces en el envío mensual, pero los clientes siempre están contentos cuando les envío hojas de té. ¿Por qué se quejarían si incluyo un poco de chocolate?”. Cuestioné

“No, no. Te van a exigir que les vendas más chocolate y lo pongas en las tiendas”, aclaró.

“Tienes razón sobre eso. Ya estoy recibiendo un montón de esas quejas”. “Lo sabía.”

Las consultas llegaban a diario. Todos preguntaban si podían comprar más chocolate y cuándo estaría disponible en las tiendas. Honestamente, las ofertas comenzaban a ser ridículas.

“Si consideras a esos clientes enojados, entonces sí, tengo muchos de ellos. Maha se ha encargado de ello” expliqué.

Dia frunció el ceño ligeramente. “Vaya, eso suena duro. Los nobles enojados son realmente molestos.”

“Um, mi señor, si sus dulces son deliciosos y populares, ¿no intentarán otras tiendas copiarlos?”

“Tal vez, pero no será fácil para ellos. Las vainas de cacao se obtienen del extranjero. Natural You es la única empresa que tiene un acuerdo para importarlos, y el chocolate es difícil de hacer. Si algún competidor investiga el proceso, les llevará un siglo descubrirlo”.

Incluso si alguien obtuviera una ruta para obtener vainas de cacao, nunca pensaría en fermentar los granos de cacao en hojas de plátano.

“Entonces solo tenemos que preocuparnos de que el pastelero sea sobornado o secuestrado”, comentó Dia.

“No permitiré que eso suceda. He invertido mucho en esto, así que he tomado precauciones. Si alguien trata de ponerle las manos encima… lo lamentarán por el resto de sus vidas”.

Cuando introduje la crema hidratante en el mercado, un número aterrador de personas había recurrido a métodos turbios para descubrir sus secretos. Esa experiencia me había enseñado a lidiar con ese tipo de situaciones. Las principales empresas que persiguieron a Natural You la última vez se encontraron con algunos destinos bastante desagradables. Dudaba que alguien intentara robar mis secretos de nuevo.

“El chocolate es tan delicioso pero también tan sabroso”, comenta Tarte.

“Eso es lo que lo convierte en un arma. Y para que sea una herramienta lo más sólida posible, he decidido ponerla en los estantes y enviarla a los clientes regulares solo una vez al mes”, anuncié.

“¿Qué? Eso es malvado. Hacerlo tan raro lo convertirá en un lujo premium”, dijo Dia.

Ese era mi objetivo.

Solo Natural You podría hacer chocolate y, a sabiendas, convertirlo en un caramelo fantasma aumentaría su precio.

Tarte, sin embargo, ladeó la cabeza confundida. Parecía que ella no entendía mi razonamiento para hacer eso. “Um, ¿no se vendería mucho incluso si no fuera tan raro? ¿No sería mejor hacer un montón de eso?” ella preguntó.

“Si solo estuviera pensando en las ganancias, entonces sí. Sin embargo, la escasez fabricada lo hace valioso de otras maneras. Cualquiera estaría encantado de recibir alguno como regalo, por ejemplo. Hice este chocolate expresamente para ese propósito. Puedo pensar en otros usos también,” esbocé.

Cuanto más difícil era obtener algo entre la sociedad rica, más lo deseaban y más celosos se volvían de los demás. El chocolate era perfecto para ese propósito. Las personas que lo habían probado se jactaban ante los demás, corriendo la voz.

“¡Ah, eso tiene sentido! Dije que habría muchos clientes molestos, pero eso es precisamente lo que quieres, ¿verdad? Estás planeando entregarle chocolate a la gente a cambio de favores que de otro modo nunca te habrían dado”, concluyó Dia.

Asentí. “Eso es exactamente correcto… A los nobles les encanta presumir, lo que los hace fáciles de manipular. Especialmente aquellos hombres que intentan impresionar a las mujeres. Si están desesperados por comprarle chocolate a una dama, no tendrán más remedio que obedecer mis demandas, ya sea información o incluso algo de su autoridad.”

“Vaya, eso es oscuro. ¡Más oscuro que este chocolate!” exclamó Día.

Ninguna cantidad de dinero podría ganarle a alguien un envío extra de chocolate de Natural You. Esto seguramente produciría beneficios increíbles para la empresa en el futuro.

Sorprendentemente, la familia real de otra nación se había obsesionado tanto con el dulce que habían hecho una oferta absurda para conseguir más.

“Por eso lo voy a usar como regalo cuando visite a la gente para hacer pedidos. Ya es más valioso que el oro entre la alta sociedad. Estoy seguro de que harán casi cualquier cosa que les pida”.

Saqué una caja envuelta en papel elegante.

“¡¿Tuviste más todo este tiempo?! ¡Podrías habernos dado unos segundos!” gritó Dia.

“Como he explicado, esto es un regalo”, respondí.

“¿A quién vas a encontrar?” ella preguntó.

“La persona que conozco que tiene afinidad con la luz. Quiero hacer uso de tu habilidad. Estoy seguro de que estás ansioso por usar magia de luz.”

“Aw, hombre. Supongo que no podemos tener ninguna, entonces…”

“Los recompensaré a ambos con un envío extra grande de chocolate la próxima vez”.

“¡Sí, te amo, Lugh!”

Dia me abrazó mientras Tarte miraba con celos.

Tarte nunca cambiará, supongo, pensé, pero luego me sorprendió diciendo: “Te amo, mi señor”, y abrazándome también. Tal vez había cambiado un poco desde que activó la Devoción del Sirviente.

Después de un rato, dije: “Está bien, por favor déjame ir. Necesito prepararme para el viaje.”

“Okay.”

“Lo siento, mi señor”.

Inicialmente, había planeado enviar solo una carta a Nevan Romalung, pero cambié de opinión. Presentarle chocolate yo mismo fue la mejor manera de convencerla de ayudar. También deseaba discutir algunas cosas sobre el asesinato del príncipe que no pude mencionar la última vez que nos vimos.

Con un poco de suerte, el chocolate haría que Nevan bajara la guardia. Los dulces eran más poderosos que la espada en las circunstancias adecuadas.