Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 14

L3: El Señor Que Tenía Amigos

“Ahora, pasemos a nuestra próxima noticia.”

La sala de estar del orfanato era muy grande.

En consecuencia, tenía un televisor muy grande, que pasé mucho tiempo mirando.

Como no tenía más remedio que usar una silla de ruedas en mi día a día, no podía correr por ahí y jugar como los otros niños.

Cuando me llevaron al orfanato, por fin me despedí de mi vida postrada en una cama.

Pero mi cuerpo no sanó mágicamente.

Después de algunos exámenes, destinados esta vez al tratamiento en lugar de la experimentación, me recetaron nuevos medicamentos que me permitieron pasar de la cama a una silla de ruedas.

Incluso podía caminar yo sola un poquito usando un bastón.

Pero seguía sin poder quitarme las vías intravenosas que me proporcionaban medicamentos y nutrientes constantemente.

Como mi cuerpo todavía producía veneno constantemente, necesitaba el antídoto y los suplementos nutricionales para mantenerme con vida.

Irónicamente, mi cuerpo requería más nutrientes que una persona promedio para poder seguir produciendo ese veneno.

Quizás te preguntes si dejaría de producir veneno si dejara de tomar nutrientes, pero no: seguiría produciendo veneno y además estaría desnutrida.

Solo a través de una combinación de vías intravenosas y una dieta líquida y fácil de digerir mi cuerpo podía sostenerse por sí mismo.

Desafortunadamente, eso dejó poca nutrición para que mi cuerpo creciera, es por eso por lo que sigo siendo pequeña incluso hoy en día.

Aunque, técnicamente, no es como si no hubiera crecido nada de nada.

Una vez que mi cuerpo se desarrolló, gané un poco más de resistencia y finalmente pude moverme por mi cuenta, aunque solo fuera por un rato y con la ayuda de un bastón.

Incluso entonces, pasaba la mayor parte del día en una silla de ruedas, lo cual inevitablemente limitaba mis opciones.

Ver la TV en la sala de estar era una de las pocas actividades disponibles para mí.

“Esta mañana, entrevistamos al Sr. Dustin, Presidente de Daztrudia.”

A veces pasaba el tiempo leyendo, bordando, etc. pero disfrutaba mirando la pantalla sin hacer nada más.

De hecho, me sentía incómoda cuando no podía, quizás por el hecho de que no había hecho nada más que mirar la televisión antes de venir al orfanato.

“No permitiré el uso de la energía MA en nuestro país. ¿Hemos olvidado todos las fechorías de Potimas, el hombre que la descubrió? Sigue habiendo muchos misterios que rodean a la energía MA. No puedo aceptarla hasta que sepamos los posibles inconvenientes de su uso.”

Aparté la vista de la televisión y la dirigí al jardín, donde niños con varios rasgos únicos corrían y jugaban.

Todos ellos eran quimeras, creadas por los experimentos de Potimas.

Yo no tenía ninguna habilidad que fuera evidente solo por mi apariencia, pero más de la mitad de los niños eran visiblemente distinguibles de los humanos normales de solo un vistazo.

Una chica con largas y puntiagudas orejas estaba persiguiendo a un chico con piel verde.

Un niño de cabello rosa lanzó una pelota a una dirección aleatoria, y un niño cuyo cuerpo estaba cubierto de pelo por completo saltó más alto que la altura de un adulto promedio y la atrapó con facilidad.

Tales escenas eran perfectamente normales en este orfanato.

Era un lugar bastante grande, ya que también contaba con instalaciones hospitalarias para atender los efectos secundarios físicos comunes en las quimeras.

El patio también era amplio, lo suficiente como para que incluso los niños quimera pudieran jugar libremente con sus habilidades físicas súper humanas.

Los niños que Potimas había mantenido en habitaciones donde no podían moverse pudieron jugar a sus anchas en el patio del orfanato.

Sin embargo, había algunos niños como yo que no podían unirse debido a razones de salud.

Afortunadamente, los niños nunca mostraron mala voluntad entre ellos; éramos igualmente cercanos, tanto si podíamos movernos libremente como si no.

Creo que es porque nos sentíamos que éramos del mismo tipo, que estábamos en el mismo barco.

Las quimeras éramos todas diferentes hasta el punto en que cada uno de nosotros podía ser considerado nuestra propia especie, pero todos entendimos que cada uno de nosotros tenía rasgos muy diferentes, y creo que eso funcionó a nuestro favor.

Debido a que cada uno de nosotros era tan único, nunca hubo ningún concepto de discriminación.

Tal vez solo fue cosa de suerte.

Los niños normales van a la escuela y allí aprenden las reglas del mundo.

Las fuentes de información como la televisión no se sienten del todo reales para los niños; ellos tienen que ser testigos de las cosas con sus propios ojos y oídos.

Así que en cierto modo, los niños en el orfanato estaban aislados del resto del mundo y sabían poco de la sociedad y el conocimiento común.

Eso no era algo necesariamente malo, y dado que la naturaleza del mundo entero pronto cambiaría de todas formas, ya no importaría si sabían algo sobre cómo eran las cosas antes.

“Mientras que el Presidente Dustin se ha negado firmemente al uso de la energía MA y la ha prohibido en Daztrudia, un número creciente de naciones la han estado adoptando…”

Mientras miraba distraídamente las noticias en ese momento, no tenía ni idea de que esa “energía MA” terminaría hundiendo al mundo en caos y traería cambios aún mayores.

Incluso si lo hubiera sabido, tan solo era una niña en una silla de ruedas. Dudo que pudiera haber hecho nada para pararlo.

“¡Entrad ya, niños traviesos! ¡Es hora del almuerzo!”

La directora del orfanato irrumpió en el patio.

Era una mujer de mediana edad, agradablemente regordeta, que había sido pediatra.

Como una de las médicas de tiempo completo de la Fundación Sariella, voló alrededor del mundo a todo tipo de hospitales y orfanatos, tratando y diagnosticando a niños en todas partes.

Dado que su salud y edad comenzaban a hacer más difícil el volar con tanta frecuencia, hizo una petición a la Fundación para que la estacionaran en un lugar y convertirse en la directora de nuestro orfanato.

Era excelente con los niños, especialmente porque fue pediatra.

“¡Venga, ya! ¡Todos adentro! ¡Lavaos las manos!”

La recuerdo como una mujer poderosa con una gran personalidad a la altura de su complexión.

Los niños obedecieron, gritando y riendo mientras entraban en tropel.

Lady Sariel estaba entre ellos también, debió de haber sido empujada por los niños; su ropa estaba arrugada y sucia, y por alguna razón, había flores que sobresalían de su pelo.

“¡Confesad! ¡¿Quién de vosotros, sinvergüenzas, ha convertido a Lady Sariel en un jarrón?!”

“No. Son regalos.”

Lady Sariel objetó con calma las palabras de la directora.

Uno de los niños debió haber intentado regalarle unas flores.

Pero lo hicieron un poco mal y las pegaron en la cabeza de Lady Sariel con los tallos aún unidos, dando una impresión realmente extraña.

“Si vais a dar flores, ¡al menos haced una corona o quitad los tallos!”

“Sí, señorita.”

El joven perpetrador respondió tímidamente, mientras los otros niños se reían.

Entonces la directora golpeó a los chicos en la cabeza.

“¡Y vosotros qué, todos sucios! El barro en la ropa de Lady Sariel también debe ser obra vuestra, ¡¿no es así?! ¡Os vais a bañar antes de comer!”

Con eso, agarró a dos niños particularmente sucios y levantó a cada uno debajo de cada brazo, arrastrándolos hasta el baño.

Todo el mundo era muy ruidoso.

Pero ya estaba acostumbrada a este tipo de escena.

Ver a todo el mundo sonriendo y riendo juntos me hacía feliz.

Comparado con la gélida vida que había llevado sola en mi cama hasta que llegué aquí, la vida en el orfanato se sentía increíblemente cálida.

Tan solo esperaba que esos tiempos cálidos y felices continuaran para siempre.

“Los manifestantes están protestando contra la posición del Presidente Dustin sobre el uso de la energía MA.”

Pero ese deseo fue en vano, porque el final estaba a la vuelta de la esquina.