Jimi na Kensei (NL)

Volumen 8

Capitulo 2: El Trébol Y El Club

Parte 3: Demostración De Fuerza

Este era un nivel de ostentación muy diferente al comportamiento habitual de Sansui, una clara demostración de fuerza. A pesar de que habían sido informados al respecto con anticipación, aquellos que lo conocían todavía estaban desprevenidos.

“Vaya, vaya… Sansui está emocionado por su pequeño encuentro”, reflexionó Douve para sí misma. Mientras la mayoría de los invitados miraban boquiabiertos al cielo, ella sonrió con orgullo al mirar a su antiguo guardaespaldas. A diferencia del pasado, cuando era completamente incapaz de pelear de una manera visualmente convincente incluso si hubiera querido, ahora podía usar técnicas de este tipo a gran escala. Como Suiboku le había enseñado, Sansui había crecido tan rápidamente para que sus propios aprendices no lo alcanzaran.

“¿Tiene la intención de usar esas rocas en la pelea…? Buen trabajo, Sansui”, dijo el Lord Emeritus de la Casa Sepaeda, mirando también con aire de suficiencia. No había nadie que se atreviera a cuestionar la fuerza de Sansui. Tal como esperaba Saiga, el poder de su oponente estaba claro para que todos lo vieran.

“Saiga…” Lord Batterabbe murmuró mientras estaba junto a su heredero. Una vez más se le recordó cuán grande era la amenaza que Sansui podía representar para todos los que lo rodeaban. Anteriormente, Lord Batterabbe no tenía idea de cómo tocar a Sansui, mucho menos pelear o derrotarlo. Ahora era evidente que Sansui se había vuelto aún más fuerte. Sin duda manejaría esas rocas gigantes como si fueran sus propias extremidades. Si ese fuera el caso, Lord Batterabbe no tenía idea de qué podría hacer Saiga para detener a Sansui.

Sansui, que hasta ahora había estado restringido a su espada de madera y Ki Wave, había obtenido un poder ofensivo que superaba la comprensión humana. A pesar de que sabía que Suiboku aún se elevaba por encima de su alumno, Lord Batterabbe no pudo evitar preguntarse quién en el mundo podría derrotar a Sansui en la batalla.

“Mi señor, por favor retroceda”.

A pesar del hecho de que ninguno de los espectadores lo miraba, Saiga mantuvo su papel.

“No me avergüences delante de ellos”, logró responder Lord Batterabbe después de una breve pausa.

Saiga asintió y solo dijo: “Déjalo en mis manos”.

Por eso Lord Batterabbe pudo seguir desempeñando su papel. Comprendió profundamente que Saiga había crecido y ahora era mucho más fuerte de lo que había sido en el pasado. Era consciente de que él era el pequeño alevín en este espacio, que los verdaderamente elegidos por Dios eran los dos que estaban a punto de participar en la batalla. Pero incluso entonces, siguió desempeñando el papel del señor, el papel que la gente buscaba de él. Continuó interpretando al gobernante que sostenía las riendas de un gran héroe, incluso frente a su propia impotencia.

“Vamos, Eckesachs”. Saiga desenvaino a Eckesachs con una expresión seria, sin una pizca de artificio.

“¡Sí…!”

Habiendo sido atraída por Saiga, Eckesachs no pudo contener su emoción o nerviosismo. Si no pudiera demostrar su valía aquí, realmente no tendría ningún propósito. Necesitaba mostrar su fuerza junto a Saiga. Si no pudiera, perdería su derecho a llamarse a sí misma la Espada Legendaria Definitiva.

“Esto está un poco fuera de lugar, ¿no es así, Sansui?” preguntó Saiga en su tono habitual. “Me dijeron que el Maestro Suiboku una vez cargó una montaña para usarla en la batalla, pero dijo que dejó de hacerlo porque parecía ridículo. Para ti, su aprendiz, hacer algo como esto…”

“Es cierto, está fuera de lugar. Sin embargo…”

Sansui recordó las lecciones de su maestro. Sopesó qué promesa era más importante: la promesa de no regresar hasta que Lain creciera por completo o la promesa de fortalecer aún más a sus propios aprendices. Fue una elección fácil. Fortalecer a sus aprendices era mucho más importante.

“Realmente solo estoy haciendo mi trabajo, después de todo”. “Cierto.”

Sí, ese era su trabajo. Ambos estaban aquí para cumplir con sus responsabilidades, y por eso se enfrentaban por cuarta vez. Saiga cambió su mente de la ansiedad de la ceremonia previa a la pelea a la concentración que necesitaba en la batalla. Justo cuando estaba a punto de aclarar su mente, su precognición se disparó y le envió una imagen.

¿Eh…?

Saiga estaba abrumado por la sorpresa. Incluso cuando entendió lo que estaba a punto de suceder, todavía lo tomó por sorpresa. El puñado de segundos en los que su cuerpo se tensó por la confusión garantizó que el futuro que había visto llegaría a buen término.

“¡Wh-Whoooa!”

Un trozo gigante de piedra, del tamaño de una casa, pasó de flotar en el aire a una caída libre inmediata, como si alguien hubiera cortado la cuerda que lo sostenía en el aire. Los espectadores que lo vieron gritaron mientras se tapaban los ojos. Este fue un ataque cinético, uno que era imposible de lograr con magia. El proyectil aceleró y, con precisión milimétrica, se estrelló contra el lugar donde estaba parado Saiga.

“Manipulación Mundial, Lanzamiento de Montañas”.

El nombre era una exageración, por supuesto, ya que Sansui solo había dejado caer una roca gigante. Fue un primer golpe obvio, uno que claramente solo pretendía señalar que la pelea había comenzado. A pesar de ese hecho, el sonido que creó fue inmenso. El simple hecho de dejar caer la roca fue suficiente para sorprender a los espectadores.

Independientemente de su posición en la vida, todos los espectadores sudaron mucho cuando vieron aterrizar el ataque, a pesar de que ni siquiera estaba dirigido a ellos. El proyectil fue lo suficientemente rápido y masivo como para perforar fácilmente una pared mística. Todos en lo alto de las gradas pensaron que Saiga estaba muerto.

Pero eso era cuestión de perspectiva. Sí, visto desde los niveles superiores de las gradas, parecía como si una roca gigante sobresaliera del campo de duelo. Pero aquellos que estaban viendo el espectáculo desde el nivel del suelo se sorprendieron ante la vista imposible que tenían ante ellos.

“¡¿En serio?! ¡¿Con una sola mano…?!”

Sosteniendo a Eckesachs en su derecha, Saiga había levantado su mano izquierda sobre su cabeza. Al utilizar tanto el Estilo de los Cuatro Vasos de la Sangre del Orbe como el Estilo del Demonio Plateado de la Sangre Contaminada al mismo tiempo, Saiga había bloqueado fácilmente el saludo que Sansui le había enviado.

“Realmente está fuera de lugar, Sansui, que uses un ataque tan descuidado. Me tomó desprevenido”.

Saiga arrojó la roca a un lado como si se sacudiera el polvo. Aterrizó con un gran estrépito y Saiga, perfectamente ilesa, se paró frente a los espectadores. Todos parpadearon con incredulidad. No lo había esquivado, y no era como si la roca hubiera fallado. Simplemente lo había captado todo. No era como si apenas estuviera vivo o hubiera soportado el ataque. No le había hecho nada.

“Pero estabas bien. Fuiste capaz de lidiar con el ataque inesperado.”

“Siento que me estás calificando en las preguntas de revisión”, dijo Saiga con una sonrisa. Era cierto, en el pasado, la visión lo habría confundido, congelado en su lugar, y probablemente habría sido aplastado por la roca. Ahora, sin embargo, era capaz de lidiar con eso. Lo habían tomado por sorpresa, incluso conmocionado, pero aun así había sido capaz de lidiar con eso. Los espectadores acababan de mirar y estaban abrumados.

Mientras tanto, Saiga, que en realidad había recibido el ataque, ni siquiera había sudado.

“Mi turno.”

La convicción de Saiga de que él era uno de los poderosos creció. Con esa convicción fluyendo a través de él, Eckesachs le dio más fuerza a Saiga. Combinando el Estilo del Demonio de Plata y la Magia de Fuego, comenzó a correr mientras las llamas brotaban de su espalda. Fue un tipo de movimiento rápido que dejó un rastro de llamas en lugar de un movimiento borroso. Se movía tan rápido, tan increíblemente rápido, que los reflejos de un humano común no serían capaces de mantener el ritmo lo suficiente como para permitirle mantenerlo.

Saiga mantuvo el control sin una pizca de lucha mientras corría por la arena. Mientras Sansui observaba tranquilamente desde el centro del escenario, los espectadores quedaron boquiabiertos por el espectáculo. La vista desde los asientos de la arena no tenía puntos ciegos. Como estaban mirando desde la distancia, deberían haber podido seguir cualquier movimiento, sin importar qué tan rápido. Y, sin embargo, no pudieron seguir a Saiga mientras corría, dejando un rastro gigante de llamas a su paso. Eso no fue simplemente porque Saiga se estaba moviendo rápidamente.

“O-Oye… ¡Algo anda mal! ¡¿Cuántos de él hay?!”

En algún momento, los rastros de llamas se habían multiplicado a tres en total. La explicación más simple era que ahora había tres de Saiga en el escenario. Si bien por lo general uno podría sospechar que eran señuelos o dobles de cuerpo, era difícil imaginar que hubiera dos personas capaces de realizar la misma hazaña. De hecho, tenía más sentido pensar simplemente que había tres Saigas en el escenario.

“Ahora… ¡Toma esto!”

Lanzó un ataque simultáneo desde tres direcciones usando Invocación de Sombras y su Aura de Sombra. Contra un oponente ordinario, moverse incluso en una dirección a un tercio de la velocidad habría sido excesivo. Fue un ataque simple y despiadado ejecutado a la velocidad del rayo. Fue tan simple que incluso la gente común en las gradas lo vio venir. Pero eso era todo lo que podían hacer: verlo venir. No habrían podido hacer nada en respuesta. Aun así, era imposible que Sansui no tuviera alguna respuesta a esa técnica.

“Paso Relámpago”.

Saiga había estado dando vueltas alrededor del borde exterior del escenario de combate. En la fracción de segundo que estaba a punto de dar la vuelta para dirigirse hacia Sansui, que estaba de pie en el centro del escenario, Sansui se teletransportó a su lado con Paso Relámpago y presionó su palma contra Saiga.

“Ki Wave”.

Fue una ejecución casi divina de una técnica que aquellos que conocían a Sansui esperaban de él. El aprendiz del Dios Berserker había leído completamente las acciones de Saiga, aprovechó la apertura cuando su oponente cambió de dirección y lanzó su Ki Wave a tiempo. El mismo Sansui no estaba sorprendido por el resultado, por supuesto, pero tampoco Saiga, que había recibido el ataque, ni aquellos que los conocían.

De hecho, Saiga había respondido creando una armadura usando las Artes Místicas. Como había perdido el equilibrio mientras se movía a gran velocidad, el empuje de la Magia de Fuego lo había lanzado en una dirección aleatoria, pero no había recibido ni un rasguño. La Armadura Mística era resistente, aún más resistente cuando se reforzaba con el poder de Eckesachs. Por lo general, la persona que estaba dentro aún habría sufrido daños por la caída, pero dado que Saiga estaba usando el Estilo del demonio plateado mientras estaba fortalecido por Eckesachs, había sido como si acabara de caerse un poco.

“Oye, ¿viste lo que pasó? no pude ver nada…”

“No sé lo que hizo, pero el espadachín de Sepaeda está de pie y el heredero ha sido arrojado hacia atrás. Eso tiene que significar que el espadachín de Sepaeda puede lanzar a alguien que se mueve tan rápido…”

“Pero, mira eso… El heredero… Se puso de pie como si nada… A pesar de que fue lanzado a un lado así, no ha hecho ningún daño…”

“Ambos son monstruos…”

Aquellos que estaban viendo a Saiga y Sansui por primera vez se sorprendieron más allá de las palabras. Esta fue una batalla entre aquellos a quienes Dios les había otorgado poder, un poder que excedía ampliamente los estándares de este mundo. Todo fue demasiado rápido para seguirlo con ojos humanos normales y demasiado ridículo para entenderlo con una mente humana normal, pero aún sentían escalofríos de miedo corriendo por sus espinas cuando sus sentidos estaban completamente abrumados.

Y no eran solo las personas comunes en la audiencia quienes se sentían de esa manera. Los soldados de la Casa Batterabbe cuyas familias habían servido en el ejército desde tiempos inmemoriales… incluso ellos no estaban seguros de poder sobrevivir a un solo intercambio entre los dos. Incluso aquellos que habían acompañado a los dos al Reino Magyan y habían presenciado la Exposición Real celebrada frente a Magyan Khan miraban con los ojos muy abiertos con incredulidad.

“Estos… son ases. El poder que las casas marciales de Batterabbe y Sepaeda han aceptado como el poder supremo…”

“Entonces, realmente estaban… conteniéndose… durante la Exposición Real…”

Ambos se habían vuelto tan fuertes que podían derrotar a cualquier oponente con resultados abrumadores. Por eso sus peleas no tenían ni el más mínimo atisbo de intercambio de golpes. Incluso cuando se estaban conteniendo, podían derrotar a sus oponentes en un abrir y cerrar de ojos. A menos que los dos pelearan entre sí directamente, era imposible saber qué tan fuertes eran con toda su fuerza.

“¿Cuántos años han pasado desde esa primera vez? Las cosas finalmente van como esperabas, ¿mm?”

Douve y Happine vieron el partido sentados uno al lado del otro. Ambos estaban profundamente conmovidos al ver a los ases en los que confiaban implícitamente luchar.

“¿No es lo mismo para ti? Bastante seguro de que estás pensando que finalmente es un partido interesante, ¿mm?”

“Sí… finalmente puede entretenerme”.

Fue un poco erróneo decir que Sansui había sido fuerte desde el principio, pero ciertamente había sido abrumadoramente poderoso desde el momento en que Douve lo conoció. Por el contrario, el Saiga que Happine había conocido por primera vez no tenía poder. Desde entonces, había aprendido una amplia variedad de artes raras, se había entrenado en esgrima y tácticas, y había experimentado muchos combates reales.

No había sido fácil para Saiga superar todos esos obstáculos durante su viaje, y estuvo a punto de romperse varias veces en el camino. Pero había perseverado y superado esos obstáculos, y ahora podía luchar contra Sansui. Casi todos los que estaban mirando no sabían que Saiga había luchado contra Sansui tres veces en el pasado y había sido derrotado instantáneamente cada vez. No había necesidad de que lo supieran.

“Haaaa… ¡¡¡Raaaaaaah!!!” Un grito inhumano rugió desde la garganta de Saiga. Su cuerpo se expandió y su estructura ósea cambió. Se transformó de un humano ordinario en un lobo gigante. “El arte secreto de la familia real Magyan… ¡Invocación Espiritual! ¡Tiembla ante su poder!”

“Entonces responderé con el Arte que me confió el Maestro Suiboku, Inmortal de Hanafuda”.

Los dos, por supuesto, continuaron haciendo el papel del héroe. Dicho esto, en realidad nadie estaba escuchando sus comentarios. Todos se habían quedado en silencio conmocionados y estaban encogidos en sus asientos, temblando ante la idea de lo que podría venir a continuación. ¿Un lobo gigante enfrentándose a un espadachín con una espada de madera? No podían imaginar cómo sería la batalla entre los dos. Su expectativa de que se convertiría en una batalla más allá de su imaginación más salvaje estaba a punto de convertirse en realidad.

“¡Raaaaaaaah!”

Con un rugido de desafío, Saiga creó un muro místico de luz, construyéndolo en el centro de la arena. La pared encerraba completamente el espacio alrededor de Saiga y Sansui. Por lo general, era imposible para un solo místico crear una pared de este tamaño. Incluso los espectadores ordinarios eran conscientes de eso, mientras que los místicos de la audiencia se quedaron mudos al verlo.

Saiga había construido el enorme muro con facilidad, pero su objetivo no era atrapar a Sansui. Más bien, fue para evitar que cualquier daño colateral de su pelea se extendiera a la multitud. En otras palabras, se estaba preparando para una batalla aún más intensa de lo que habían visto antes.

“Raaaah… ¡Yaaah!”

El lobo gigante comenzó a correr en cuatro patas. Tal fue su velocidad que los espectadores lo perdieron de vista después del primer paso. Aceleró a la velocidad máxima a un ritmo increíble y descartó por completo la percepción común de cuán rápido podía correr un animal. Por supuesto, su velocidad y aceleración aumentaron enormemente la potencia de su ataque. La velocidad adicional lo hizo casi imposible de evitar, y la gran fuerza detrás del ataque haría que contrarrestar el ataque fuera igual de difícil. Pero Sansui ya había preparado su respuesta a este ataque.

“Manipulación Mundial, Lanzamiento de Montañas”.

Una de las rocas que levitaban fue arrojada a Saiga a gran velocidad. Su objetivo era aterrizar directamente sobre el lobo gigante mientras cargaba hacia adelante a gran velocidad. Pero así como Sansui pudo leer los movimientos de su oponente, Saiga pudo ver varios segundos en el futuro. Pateó la roca que se precipitaba hacia él, desviándola hacia Sansui.

“Paso Relámpago”.

La roca redirigida falló, por supuesto. Sansui usó su Paso Relámpago para retroceder, esquivando el proyectil gigante lanzado en su dirección. Saiga aprovechó la retirada de Sansui para saltar. No hubo tiempo para que Sansui arrojara otra roca sobre Saiga. Incluso en esas circunstancias, Sansui se mantuvo en calma.

“Arte Paso Relámpago, Cowherd”. Sansui atrajo las dos rocas que ya estaban en el suelo hacia él usando Paso Relámpago, intentando usarlas para bloquear el ataque de Saiga.

“¡Raaaaah!”

Pero no fueron suficientes contra este oponente en particular. La combinación de la fuerza física y el tamaño de Saiga obtenidos de la Invocación del Espíritu y el endurecimiento de sus extremidades usando el Estilo de los Cuatro Vasos fue demasiado para bloquear con una mera piedra. Su pata delantera atravesó las rocas como si estuvieran hechas de papel.

“Auto Rápido”.

En respuesta, Sansui decidió usar un Arte Inmortal más exigente para mejorar su propia habilidad física. Si bien las rocas habían sido inútiles como escudos, habían sido suficientes para bloquear la línea de visión de Saiga. En la fracción de segundo que el lobo gigante necesitó para atravesar las rocas, perdió de vista a Sansui. Como tal, incluso su precognición no fue suficiente para lidiar con lo que iba a suceder.

“Técnica Ki Blade, Cross Touch”.

Sansui imbuyó su espada de madera con ki y rodeó los fragmentos de roca para alcanzar el flanco de Saiga, intentando aterrizar su espada en la pierna trasera derecha de Saiga. Se estaba preparando para hacer uso de Manipulación Mundial: Derrumbe del Castillo, una técnica que dislocaría por la fuerza las extremidades de Saiga. Saiga ya estaba al tanto de la existencia de la técnica, ya que Sansui la había usado contra una Bestia Divina durante la Exposición Real. Era la técnica de la que Saiga desconfiaba más en su propia forma de Bestia Divina.

“¡Basta de subestimarme!” el gigante Saiga rugió mientras miraba a Sansui. Mientras lo hacía, otra roca se precipitó hacia él desde arriba.

“Manipulación Mundial, Lanzamiento de Montañas”.

Atacar desde arriba mientras la atención de Saiga estaba en sus propias piernas fue el epítome del estado sin dudas de Sansui, aprovechando las oportunidades de una fracción de segundo para atacar. Sin embargo, las sombras que surgieron del cuerpo de Saiga inmediatamente destrozaron las rocas.

“¡Te lo dije, no me subestimes!” Saiga cortó a Sansui con su pata delantera, rugiendo de rabia cuando el Inmortal dejó caer otra roca en vano.

“Arte Paso Rápido, Weaver Girl”. Sansui apartó la pata con su espada de madera. El corte de Saiga simplemente debería haber roto la espada de madera, pero el arte avanzado de Paso Rápido, Weaver Girl, lo teletransportó a la fuerza cuando hizo contacto con la espada.

“Eres más molesto de lo que recuerdo…” Múltiples rocas llovieron en el lugar donde habían enviado a Saiga. Incluso Saiga no pudo responder a tiempo al bombardeo y recibió un golpe de una roca del tamaño de su propio cuerpo. “Pero esto no es… ni de cerca suficiente”.

Un humano ordinario habría muerto instantáneamente, pero Saiga era una Bestia Divina completa. Su forma aumentada lo hizo extremadamente duradero, y su poder fue mejorado por Eckesachs. Una roca, incluso una lanzada desde lo alto del aire, no era una amenaza para él.

“Te has quedado sin rocas, ¿verdad? No eres tan persistente como para reflotarlos. Me imagino que estás tratando de aumentar la cantidad de obstáculos visuales, pero…”

Los espectadores temblaron al ver que la Bestia Divina no se veía afectada por las rocas. Por lo que podían ver, la roca lo había golpeado de lleno y no había podido bloquearla. Y, sin embargo, Saiga lo había pateado casualmente a un lado y se levantó. Les pareció un monstruo de un mundo diferente, un monstruo que superaba por completo los límites del entendimiento humano.

Por eso se perdieron el hecho de que las huellas de las patas que Saiga había dejado en el suelo habían cambiado de color. No pudieron darse cuenta, a pesar de que estaban a la vista. Estaban demasiado hipnotizados por la bestia que luchaba frente a ellos.

“¿Puedes esquivar esto?”

Estilo Veneno Explosivo, impulsado por Seeping Blood, entró en juego. El suelo que habían tocado las patas delanteras y traseras de Saiga explotó con una fuerza enorme. Mientras los espectadores estaban protegidos por el muro místico, el propio Saiga y Sansui no tenían forma de evitar la fuerza de conmoción. Las explosiones tenían una fuerza que el mismo Saiga podía soportar, pero eran mucho más poderosas de lo que Sansui, que esencialmente no tenía armadura, podía soportar.

Las explosiones no fueron meros petardos en el espacio cerrado. Incluso si no fueran lo suficientemente fuertes como para atravesar la pared de luz, fue suficiente para enviar una nube de polvo saliendo de la abertura en la parte superior de la pared. El polvo cayó sobre los espectadores, pero ninguno de ellos se quejó. Todos estaban demasiado paralizados en el interior lleno de humo de la pared de luz.

Sansui había evitado todos los ataques hasta este punto, pero incluso él no habría podido responder a estas explosiones. Además, si no había espacio para esquivar, entonces lo único que podía hacer era tratar de soportarlos.

Justo cuando los espectadores observaban en silencio expectante, la pared de luz se desvaneció repentinamente. El viento rápidamente limpió el humo y Saiga, de vuelta en su forma humana, apareció desde adentro.

Estaba bastante sucio, pero también estaba ileso. Mientras tanto, no había señales de Sansui.

“¿Puedes ver a dónde fue Sansui?” “No.”

Douve y su padre no pudieron encontrar a Sansui. Estaban seguros de que había sobrevivido a la explosión. Sabían que estaba vivo, que había evitado el ataque y que parecería ileso.

El único en el mundo que podía dañar a Sansui era su maestro, Suiboku. Pero Saiga se había vuelto lo suficientemente fuerte como para plantar la más pequeña semilla de duda en sus mentes.

“Estoy seguro de que está bien”, dijo Zuger, principalmente para su beneficio. No es que hubiera captado el intercambio de golpes entre los dos, pero había una cosa que podía decir con convicción. “Lord Saiga no está luchando para humillar al Maestro Sansui”.

Saiga no iba a dejar que sus pasiones lo superaran, ni tomaría la decisión equivocada. Fue porque ella creía en él que pudo decirlo con tanta confianza.

Y tal como lo había dicho Zuger, Sansui apareció del cielo ileso. Bajó montando una de las rocas, ninguna de las cuales había permanecido en el aire antes de la explosión. La roca aterrizó con un gran estruendo y la atención de todos se dirigió inmediatamente al Inmortal. Todos los presentes vieron que Sansui estaba ileso.

“Incluso si no pudiera lastimarte, esperaba al menos ponerte algo de polvo”.

“Ah, en cuanto a eso, me sacudí el polvo en el aire. Por eso llegué un poco tarde”.

Si hubiera querido, Saiga podría haber creado una pared de luz que cubriera no solo los lados, sino que también sellara la parte superior. Pero la razón por la que no lo hizo fue para dar un camino para que las explosiones explosivas escaparan y para darle a Sansui una salida de la explosión.

En el momento en que Saiga desencadenó las explosiones del Estilo Veneno Explosivo, Sansui usó Paso Relámpago para moverse sobre una roca. Luego usó Paso de Pluma para aligerar la roca y hacerla levitar. Cuando la explosión salió disparada del espacio amurallado, la roca, ahora liviana como una pluma, fue lanzada hacia arriba por la corriente de aire. En efecto, Sansui había usado la roca para soportar las ráfagas de las explosiones.

Había dispersado la energía de las explosiones siguiendo su fuerza en lugar de tratar de resistirlas. En el proceso, la roca en la que estaba montado salió disparada por los aires, pero el mismo Sansui, refugiándose encima de ella, salió sin un rasguño.

“¿Deberíamos continuar?” “¡Sí!”

Eckesachs brilló con luz mientras Saiga la sostenía en una postura lista. Esto no fue porque Saiga la había imbuido con magia de llamas, sino por la pura fuerza del espíritu de Saiga.

Saiga se había enterado de Suiboku, un hombre tan poderoso que nunca podría alcanzarlo. Todavía estaba luchando para lidiar con Sansui, el alumno de Suiboku y, sin embargo, su confianza se mantuvo inquebrantable. No había sido tan fuerte mentalmente al principio. Fue porque había trabajado duro y entrenado duro para llegar a este punto que su mente y corazón se llenaron de confianza.

Saiga se había vuelto realmente fuerte como guerrero. Tenía la fuerza y el carácter para respetar a su oponente, para tener confianza en su propia habilidad, sin necesidad de derribar o menospreciar a su oponente a cambio.

“Permíteme un momento, entonces”.

Sansui aprovechó el momento para tomar el Bálsamo Dorado. Si bien fue un cambio menor en comparación con la transformación de Saiga en una Bestia Divina, Sansui aumentó sus propias habilidades físicas al convertir su cuerpo en el de un adulto. El instructor Inmortal sonreía mientras se giraba para mirar a Saiga, su alumno. Su sonrisa transmitía su puro placer. Sansui, más que nadie, estaba encantado con el crecimiento de Saiga como guerrero.

“Aquí voy.”

Saiga se lanzó hacia adelante. Se había quitado casi todas sus mejoras físicas y desafió al espadachín más grande del reino solo con su espada llameante. Sansui también respondió sin usar Paso Relámpago, su único uso de Arte Inmortal proviene de una pequeña cantidad de mejora física.

Los dos espadachines comenzaron a intercambiar golpes en una danza de espadas. Pero al ver esa vista, la audiencia no pudo evitar sentirse confundida. ¿Cuánto iba a durar esta batalla? Se había convertido en una enorme batalla de técnicas de Artes Raras, pero a pesar de que los dos estaban luchando con toda su fuerza, todavía estaba claro que no estaban tan desesperados como para arriesgarlo todo.

A pesar de que cada uno de ellos había estado usando técnicas de Arte Raro enormemente poderosas, ninguno de ellos parecía herido o cansado. No tenía sentido que se estuvieran quedando sin técnicas o fuerza. Mostraron a todos los que estaban mirando que no tenían límites, que su fuerza no tenía fin, mientras continuaban intercambiando golpes en la arena.

Lord Batterabbe se conmovió mientras observaba el intercambio. “Muy bien hecho, Saiga”. Su expresión era la de un padre lleno de alegría al ver el crecimiento de su propio hijo. Fue una alegría pura desprovista de cualquier artificio o cálculo político. Había muchas personas en el mundo que se habían esforzado tanto como Saiga. Pero no podían, no querían, alcanzar su nivel de fuerza con ese esfuerzo.

Saiga verdaderamente fue uno de los pocos elegidos. Incluso entonces, Lord Batterabbe estaba celebrando el trabajo, el esfuerzo que había realizado Saiga.

***

– Deberes Restantes.

Cualquier duda que hubiera estado en la mente de la gente de la Casa Batterabbe había sido resuelta por el partido entre Saiga y Sansui. Así como la Casa Sepaeda tenía a Sansui Shirokuro como su as, la Casa Batterabbe tenía a Saiga Mizu. El Reino Arcano tuvo la suerte de tener a estos dos guerreros abrumadores a su disposición. Habiendo presenciado la fuerza abrumadora de ambos guerreros, la gente entendió por qué sus patrones les habían dado un trato tan generoso. No eran simplemente extranjeros inusuales que habían sido promovidos como un espectáculo secundario, sino que se les habían dado puestos dignos de su fuerza.

Saiga Mizu era tan poderoso que la normalmente conservadora Casa Batterabbe estaba dispuesta a hacer una excepción a su práctica tradicional y hacerlo heredero para evitar perderlo en otra casa. Saiga había grabado tan profundamente su fuerza en sus mentes que no habría más rumores de reforma o rebelión. Ir en contra de sus deseos declarados de continuar con la política de tradicionalismo de la Casa Batterabbe significaría tener que luchar contra el mismo Saiga. Nadie se atrevía a arriesgarse a su ira.

Los miembros de alta cuna de la sociedad Batterabbe vieron lo rápido que había cambiado la percepción popular de Saiga. Todos ellos, particularmente aquellos que tenían grandes expectativas en Saiga, estaban orgullosos de cuánto se había convertido en un digno sucesor.

“Estoy extremadamente complacido de que su reputación ahora se ajuste a su habilidad. No queda nadie en estas tierras que dude de tu fuerza… No, probablemente no quede nadie en ninguna parte que dude de tu fuerza. Estoy seguro de que incluso el Maestro Suiboku felizmente elogiaría tu crecimiento”.

Después del partido, Lord Batterabbe invitó a Saiga, Happine, Sunae y Zuger a sus aposentos privados. Los cuatro solo podían sentarse e inquietarse mientras escuchaban al hombre que había tenido las mayores esperanzas en Saiga ofrecer sus sinceros elogios.

“Esto significa que ahora eres un heredero de la casa a quien la gente puede aceptar”.

“Eso… no es del todo exacto, creo”.

Nadie, ni siquiera el propio Saiga, podía decir con certeza que sería digno de gobernar la Casa Batterabbe. El encuentro había sido simplemente una demostración de su poder; al final, solo había asegurado que todos le tuvieran miedo. Ese miedo, en lugar de aceptar su valía, era la razón por la que nadie se atrevería a cuestionar la promoción de Saiga o el hecho de que él era una excepción a la tradición de Batterabbe.

“No creo que haya sido un error para mí entrenar en la capital o hacer el viaje a Magyan. Sin embargo, también es por eso… Me gustaría quedarme en Batterabbe de aquí en adelante.”

La gente de Batterabbe ahora entendía la fuerza de Saiga, pero el mismo Saiga no sabía nada sobre la gente o la tierra. Como mínimo, estaba seguro de que nadie quería un líder cuyo gobierno se basara únicamente en demostraciones de poder.

“Todo lo que he hecho… es aplastar la disidencia. Es un logro sólido, pero no lo suficiente como para hacerme digno de ser su sucesor”.

“Te lo advierto… No va a ser fácil”.

“Sí, pero no tendré que asumirlo solo”, dijo Saiga mientras sonreía. “Si hay algo que me molesta, haré que Happine escuche mis quejas. Si me desanimo, haré que Sunae me anime. Si estoy a punto de tomar la decisión equivocada, haré que Zuger me castigue. Así que… estaré bien.”

Lord Batterabbe lloró de alegría al contemplar a los dignos herederos de sus tierras. No solo Saiga, sino los cuatro: Saiga y sus tres esposas. “Me alegra escuchar eso, pero… todavía tienes trabajo que hacer en la capital. Una vez que hayas terminado eso, vuelve aquí… Habrá mucho para mantenerte ocupado para entonces.”

La única tarea que le quedaba a Saiga en la capital era algo que ya había hecho en Magyan.

“Asegúrate de que todo se haga correctamente… Esta ceremonia de boda unirá a tres parejas: tú y Happine, la princesa Setenve y Ukyo, y Lady Douve y el príncipe Tahlan. Ese es tu último deber en la capital…”