Jimi na Kensei (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: El Reino De Los Fuertes

Parte 6: Cálculos

“Así que fue así”.

“Ya veo. Sí, hay algo extraño ahí”.

Nos hemos reunido para discutir nuestro encuentro con Sukreen. En la habitación estamos los siete que vamos a luchar, es decir, las cinco guerreras de la Villa Tempera, Sansui y yo, junto con Sunae y Tahlan. Es casi la hora de la fiesta de bienvenida, pero como Sunae no puede evitar la sensación de que algo está pasando, nos hemos reunido primero para discutir lo que está sucediendo.

“Madre parece creer que las fuerzas a su disposición pueden derrotar al hermano Heki y a los demás”.

“Sería una cosa si tuviera la intención de luchar contra sí misma, pero depositar tanta confianza en las princesas de otros reinos… Eso es definitivamente extraño. No es propio de ella”.

No sé qué tiene eso de extraño. Dado que esta fue la primera vez que conocí a Sukreen, no tengo ni idea de qué están hablando. Justo cuando estaba pensando eso, Sansui deja escapar un ruido que sugiere que lo ha descubierto.

“Ah, ya veo…”

“Guárdalo para ti, Sansui. Suiboku ya te ha dicho que tiendes a dar las respuestas demasiado rápido, ¿no es así?”

Eckesachs, que había estado en mi espalda, se convierte en su forma humana y corta a Sansui antes de que pueda explicar. Eckesachs se ha mantenido al margen de cualquier discusión sobre política hasta este momento, pero creo que parece pensar que esto está relacionado con las peleas. Me mira con expresión severa.

“Escuche, mi maestro. Hay dos cosas que te faltan: habilidades de observación e imaginación. Recuerda que cuando luchaste contra Fukei, juzgaste mal la situación y necesitabas ser salvado por Suiboku”.

Es cierto que, cuando estábamos luchando contra Fukei, Tahlan casi muere y no había nada que pudiera hacer al respecto. Aunque sabía que Fukei podía usar Flash Step, se me olvidó por completo en ese momento.

“Te han dicho que entrenes tu habilidad para hacer juicios rápidos en la batalla, ¿no? ¿Para aprender a leer a tu oponente y hacer un hábito de usar tu cabeza?”

Suspiro… Me estoy volviendo más fuerte, pero nadie me elogia por eso… Todo el mundo sigue señalando todos mis defectos. Quiero decir, sé que tengo suficientes defectos que son necesarios, pero aun así…

“A-Ahm, podría ser, bueno…”

Una de las chicas de la Villa Tempera levanta la mano, temblando un poco de miedo. De hecho, los cuatro amigos de Ran parecen tener miedo de algo.

“¿Significa… que también tienen gente como los ases…?”

Oh, cierto, ni siquiera había considerado esa posibilidad. Si tienen a alguien así, entonces puedo entender por qué Sukreen está tan segura de que puede ganar.

“No eso no es.”

“Déjalo así”, dice Tahlan en breve.

No sé por qué puede estar tan seguro, y Eckesachs se da cuenta de mi falta de comprensión, por lo que detiene la conversación hasta que puedo ponerme al día. Aun así, ¿por qué Tahlan está tan seguro?

“Supongo que no hay elección. No podemos simplemente sentarnos en silencio. Mi maestro, necesita dedicar tiempo a entrenar su cabeza”.

“Continuemos… La falta de miedo es la razón. Si mamá tuviera un as de su lado, no subestimaría a Saiga como lo ha hecho. Ella reaccionaría como tú, con preocupación y miedo. Ella nunca cometería el error de subestimar a alguien desconocido”.

Eso es cierto… pensé que era natural que Sukreen me subestimara, ya que no me veo tan fuerte, pero eso es solo un juicio superficial basado en ideas preconcebidas. Dado que ella me está subestimando, eso probablemente significa que no hay nadie a su alrededor como yo o Sansui, a quien Dios le ha dado poderes.

“Además, las personas que van a mostrar su fuerza en público son todas mujeres que quieren casarse conmigo. Es porque lucharán con sus propias manos que estarán justificados cuando derroten a mis hermanos menores. Tener un as podría ser útil contra personas ajenas como nosotros, pero no tendría ningún significado en el conflicto de sucesión real”.

“Es por eso que un as sería una mano útil para intimidar a Saiga y Sunae, pero ella usó a alguien con la Presencia Real en su lugar. Dado eso, la mano de la madre inevitablemente se quedará corta”.

“Ya veo…”

Las chicas de la Villa Tempera asienten en comprensión ante la explicación, y yo también.

“¿Entonces podría ser que tengan un Inmortal como Fukei…?” otra de las chicas Tempera interviene. Todo el mundo está ofreciendo opiniones, pero no se me ocurre nada que decir. Las miradas puntiagudas de Eckesachs y Sansui pican…

“No, tampoco es eso. Mi madre se tomó la molestia de confirmar los tesoros que traje. Dejando de lado por un momento cualquier inquietud sobre si son reales o no, nuestro manifiesto enumera los tesoros nobles y los melocotones enrollados, por lo que es bastante fácil entender que nosotros tener un inmortal en nuestro séquito. Sin embargo, ella no está preocupada por eso en absoluto. Eso significa que no tiene uno a su lado”.

Los inmortales son lo único más fuerte que nosotros los ases. Si había uno ayudando al enemigo, entonces ni siquiera Sansui podría ganar. Sin embargo, ese tampoco parece ser el caso.

“Entonces… ¿tal vez tienen algo como los Ocho Tesoros Sagrados?” pregunta otra de las chicas Tempera.

Espera, ¿cómo se les ocurren estas ideas tan rápidamente?

“Probablemente tampoco sea eso. Actualmente, todos los Ocho Tesoros Sagrados están en manos de Domino y Arcana. Además, no hay otros elementos iguales a nosotros en este mundo”.

Ahora que lo pienso, significa que Arcana tiene el monopolio de todos los artículos súper raros de este mundo. Eso es ridículo cuando te paras a pensar en ello.

“Lord Saiga”. “Errm. Lo sé…”

Me encojo un poco ante la mirada de Sansui, que transmite sin esfuerzo que debería ser capaz de resolver esto. Sukreen no tiene a nadie con poderes otorgados por Dios, ni Inmortales. Además, no tiene armas increíbles como Eckesachs. Sin embargo, todavía cree que tiene buenas posibilidades de ganar.

Las princesas de los reinos vecinos se han reunido aquí en Magyan y están a punto de luchar contra los príncipes y princesas de este reino. No pueden usar dobles de cuerpo, y la Invocación Espiritual de pleno poder no permite que el portador use armas. Lo que significa…

“¿Dopaje?”

“Eso es medio correcto, Lord Saiga.”

Oye, al menos tengo la mitad de razón. Estoy un poco feliz por los elogios, pero pensándolo bien, tal vez no sea un gran cumplido.

“Eckesachs, esto es solo una sospecha, pero ¿hay un Arte Raro que pueda fortalecer a otros?”

“Sí lo hay. Se basa en un poder conocido como Boost Aura, y los portadores son las Doncellas Consagradas”.

Oh, entonces la respuesta es mucho más común de lo que pensé. Hay un Arte Raro desconocido, y la madre de Sunae de alguna manera ha asegurado a los usuarios de ese Arte. Es dopaje usando magia de apoyo en lugar de elementos como el Bálsamo Dorado o el Melocotón Enrollado. Eso encaja con todo lo que sabemos sobre la situación.

“Cuando viajaba con Suiboku, no había ningún usuario de ese Arte en esta región. Sin embargo, han pasado dos mil años desde entonces, por lo que no es extraño que tales portadores hayan establecido una presencia en esta región”.

“Um, ¿cómo es el Arte?”

“Es un arte con el que ustedes de la Villa Tempera deberían estar familiarizados: el estilo de marioneta usando la Sangre Vinculada”, dice Eckesachs casualmente a las chicas de Tempera.

Ante eso, todos ellos, incluido Ran, reaccionan con sorpresa. “¡Espera, el Estilo Marioneta puede fortalecer a otros!”

“¡Pensé que era un estilo que se usa para interrumpir los movimientos de otra persona!”

“No sabía que la Sangre Vinculada pudiera hacer tal cosa…” “Nunca me hubiera imaginado que tuviera ese tipo de uso…”

¿Eh, entonces en la Villa Tempera, incluso las artes de apoyo se han utilizado como base para un estilo de artes marciales? Este mundo es tan extraño.

“No seas ridículo. Incluso Suiboku se sorprendió cuando lo vio por primera vez, porque nunca pensó en usarlo de esa manera. Es la Villa Tempera lo que es extraño, no el uso estándar de Sangre Vinculada”, dice Eckesachs con exasperación. Es cierto, es extraño pensar en el uso de un poder utilizado para ayudar a otros a desarrollarse como un arte marcial.

“El Aura de Ayuda es un poder que permite fortalecer a las personas que están lejos del portador. El Estilo Marioneta usó esa habilidad para enfocarse en una sola parte de un oponente e interrumpir sus movimientos, pero… el uso principal del poder es apoyar a otros luchadores. En el Viejo Mundo, los portadores eran conocidos como forrajes de dragón”.

Um, hay una palabra ahí que me llamó la atención, pero…

“No lo subestimes porque solo le da fuerza a otro. Un portador del Estilo Acero Rápido con el apoyo de una Doncella Consagrada pudo arrancar uno de los brazos de Suiboku a pesar de que me estaba empuñando en ese momento. Los usuarios del Estilo Acero Rápido son especialmente adecuados para el combate, por supuesto, incluso Suiboku fue tomado por sorpresa por eso… Él todavía ganó, por supuesto.”

Ran parece feliz, pero el color ha desaparecido de las caras de los otros cuatro. Bueno sí. Ni siquiera quiero pensar en una pelea tan intensa que el Maestro Suiboku perdió un brazo.

“Ah, sí, eso es correcto. Estilo Acero Rápido usa el aura de fuerza y es conocido como el estilo de ruedas móviles de los colmillos de sangre en la Villa Tempera. ¿Sin duda has oído hablar de él? Por supuesto, usan sus poderes de manera bastante diferente”.

Honestamente, el Maestro Suiboku es básicamente una encarnación de todas las trampas circunstanciales que reciben los personajes principales en una novela. Incluso cuando no era tan ridículamente fuerte como ahora, siguió ganando.

“Um… ¡¿Estás seguro de que estaremos bien?! ¡La Invocación Espiritual ya es súper fuerte!”

“¿Estás seguro de que podemos ganar…? ¿Si las personas que pueden convertirse en animales gigantes se vuelven aún más fuertes…?”

“Aura de Ayuda… Sangre Vinculada… Así que hay diferentes formas de usarla…”

“Ran, Saiga y Sansui son una cosa… ¿Pero estás seguro de que podemos ganar?”

Las cuatro chicas de Tempera lucen realmente preocupadas. Es cierto que los Invocadores Espirituales ya son súper fuertes. Si alguien les da beneficios, Sansui y yo estaríamos bien, pero creo que incluso Ran podría tener problemas contra ellas.

“No te preocupes. Tus antepasados son los que sorprendieron a Suiboku con sus habilidades, después de todo, y eran luchadores tan hábiles que hicieron que se arrepintiera de haber acabado con tu gente. Ustedes son sus descendientes. Ten fe en tus habilidades”.

Estoy bastante seguro de que el hecho de que su aldea fue arrasada es lo que dificulta tener fe en esas habilidades…

“Normalmente, no podrías derrotar a aquellos con la Presencia Real, pero ahora tienes los nobles tesoros que te dio Suiboku. Más que nada, me tienes a mí. Si solo están preparados para luchar contra Invocador de Sombra y Marcado, entonces es muy sencillo darte las herramientas para ganar”, dice Eckesachs, haciéndose eco de lo que Sunae le había dicho a su padre.

“Por lo general, es extremadamente agotador para alguien con la Presencia Real luchar como una bestia gigante si no está bendecido con cantidades abrumadoras de poder como Ran. Sin embargo, a pesar de eso, los miembros de la realeza consideran que luchar como bestias es su método básico de lucha. En cuyo caso, no hay forma de que podamos perder. La ayuda de una Doncella Consagrada no es nada”, declara Eckesachs con confianza desde su forma de espada.

“¡Asegure su victoria y asegúrese de ganar!”

Eso también es una enseñanza del Maestro Suiboku.

***

• Intenciones

El Reino de Magyan y los reinos circundantes estaban conectados por lazos de sangre que se remontaban a los albores de sus dinastías. Hubo raros ejemplos de plebeyos nacidos con la Presencia Real que mataron al rey y tomaron el trono, pero dado que generalmente tomaban a los parientes del rey asesinado como consortes, incluso cuando caía una dinastía, la línea de sangre a menudo continuaba.

Pero al igual que en Caputo, los linajes solo significaban que la posibilidad de que los niños nacieran con un talento en particular era mayor, en lugar de estar garantizada. Hubo momentos en que una consorte daría a luz a tres hijos y los tres tendrían la Presencia Real, y también momentos en los que darían a luz a cinco hijos y ninguno de ellos tendría el talento deseado.

Además, era común que aquellos con la Presencia Real cayeran en batalla cuando disputaban el trono. Esa era la razón por la que los gobernantes tenían muchos descendientes y también la razón por la que la mayoría de los números se igualarían con el tiempo.

Ahora, según las calificaciones tradicionales para la realeza en esta región, Tahlan había nacido un fracaso. En cambio, se descubrió a una edad temprana que tenía talento para la Invocación de Sombras, un Arte que se practicaba en el Reino de Magyan. Fue un golpe de suerte para el príncipe, ya que podría haber nacido con un talento innato que no tenía practicantes en el reino, como Poder Sagrado o Poder Maldito.

Aunque fue relativamente afortunado, Tahlan seguía siendo un fracaso según los estándares de la familia real. No tenía derecho al trono, y estaba destinado a no poder nunca igualar a los de la Presencia Real en términos de fuerza.

Aunque carecía de derechos, Tahlan fue criado con el cuidado y el amor propios del hijo mayor del rey. Después de todo, en el Reino de Magyan, la probabilidad de que un niño real tuviera la Presencia Real era aproximadamente del cincuenta por ciento. Hubo muchos niños como Heki y Sunae con la Presencia Real nacidos después de Tahlan, pero al mismo tiempo, Tahlan también tuvo muchos hermanos menores que ni siquiera tenían la Presencia de la Sombra.

Fue decepcionante, pero no había nada que hacer al respecto. Dado que la probabilidad de nacer con la Presencia Real era solo del cincuenta por ciento, nadie se burló de Tahlan como un fracaso o un desperdicio de energía.

Normalmente, ese habría sido el final de la historia de Tahlan. Como cualquier otro príncipe sin la Presencia Real, se habría casado con la hija o la hermana menor de un importante sirviente y se habría esperado que apoyara a uno de sus hermanos cuando subieran al trono. Si bien no habría sido una realeza, su futuro había sido, relativamente hablando, brillante, con muchas oportunidades para que encontrara la felicidad.

Sin embargo, el destino fue inconstante. Lo que fuera que le faltara a Tahlan en términos de Presencia Real, estaba más que compensado con otros dones. Fue objeto de un apasionado anhelo de las mujeres nobles de su reino, e incluso las princesas extranjeras que ocasionalmente visitaban el reino se sintieron atraídas por él.

El primero de sus dones fue su rostro. Siguiendo a su madre, Tahlan tenía rasgos extremadamente hermosos. Además, las expresiones que adornaban ese hermoso rostro eran encantadoras. Aunque carecía de la Presencia Real, su rostro aún exudaba confianza, sin un rastro de autodesprecio o autocompasión, transmitiendo un dulce encanto que enganchó a sus admiradores.

También fue bendecido con un buen físico. Como su padre, era alto, y debido a que se había dedicado a practicar tanto su Invocación de Sombras como su habilidad con la espada, también estaba bien formado.

Con un hombre tan apuesto y robusto que les dio la bienvenida al palacio, vestido con todas las espléndidas galas de su posición, todos los que lo conocieron se quedaron mudos al conocerlo por primera vez. Además, su habilidad para conversar y entretener a sus invitados le aseguró que estuvo a la altura de esa notable primera impresión. Era refinado y elegante en sus modales, y siempre se cuidaba de ser considerado con sus invitados de la manera que deseaban las mujeres.

Era bien educado, un excelente anfitrión, y con solo hablar podía satisfacer a las mujeres que eran sus invitadas. Habría sido imposible para cualquier invitada tener una mala impresión del hombre.

Además, no todas las mujeres con la Presencia Real querían pasar por el esfuerzo de hacer a un lado a sus hermanos para reclamar el trono de su reino. Era perfectamente natural que las princesas de los reinos vecinos, la mayoría de las cuales habían renunciado a tomar el trono, comenzaran a soñar con casarse con Tahlan.

Sukreen se sintió satisfecha de que su hijo fuera el blanco de la admiración de las mujeres que lo rodeaban. Después de todo, significaba que las princesas de los reinos vecinos estaban peleando por su hijo. Como madre, eso le dio una sensación de superioridad engreída, ya que tanto las personas del Reino de Magyan como las de fuera la halagaron excesivamente para agradar a su hijo. Los días embriagadores de la gente que intentaba cortejar a Tahlan fueron días felices para Sukreen.

Sin embargo, incluso ese delicioso período perdió su brillo después de un tiempo. Era comprensible que Sukreen reflexionara sobre lo inconcebible después de ver los regalos de las princesas vecinas amontonarse en la puerta de su hijo. Lo inconcebible: que su hijo, a pesar de no tener Presencia Real, pudiera convertirse en rey.

Si bien su segunda hija, Sunae, nació con la Presencia Real, no era particularmente talentosa y dudaba que su hija tuviera el instinto asesino necesario para derrotar a sus hermanos y reclamar el trono. Sunae no había hecho nada malo; simplemente no había nacido con suficiente talento.

Un día, Sukreen decidió plantearle la pregunta a una de las princesas que le había traído regalos.

“¿Qué harías si te dijera que tengo la intención de hacer rey a Tahlan?”

Lo decía como una broma, ya que Sukreen aún no se tomaba en serio la idea de hacer rey a Tahlan. Sin embargo, estaba claro por su expresión que la princesa encontraba atractiva la idea. Eso fue cierto para la segunda, tercera y cuarta princesas con las que habló sobre la posibilidad de colocar a Tahlan en el trono. Todas las mujeres, enamoradas de Tahlan, sintieron que sería maravilloso hacerlo rey.

A medida que ganó más seguidores para su idea, Sukreen comenzó a tomar la idea más en serio, trabajando en los detalles de hacer posible lo imposible. Como todo el mundo estaba de acuerdo con su idea, debió haber sido una buena idea. Dado que la gente del reino también apoyaba a Tahlan, no había nada que disuadiera a la reina de su convicción.

Por eso, ni siquiera al propio Tahlan se le permitiría elegir una alternativa, especialmente una como dejar el reino y encontrar la felicidad con una mujer extranjera en una tierra lejana.

“Bahahaha…” Magyan Khan se rio torpemente cuando apareció en la recepción.

Un observador juraría que vio un destello depredador en sus ojos, y todos notaron que su mirada no estaba sobre su hijo e hija recién regresados, o sus compañeros, sino sobre la comida que tenía frente a él. Sin embargo, una mirada de Heki, que lo estaba apoyando, obligó al gran Khan a sentarse en su asiento y volverse hacia los reunidos en el salón de banquetes.

En Magyan, los invitados estaban sentados sobre cojines redondos tejidos con paja, mientras que una alfombra gigante se colocaba en el suelo frente a ellos con innumerables platos grandes de comida encima. Se esperaba que todos tomaran sus porciones de esos platos a mano y las comieran de sus propios platos pequeños para servir.

Por supuesto, todos los platos están hechos para comerse a mano. Por ejemplo, la carne se servía envuelta en hojas para evitar que la grasa se manchara con los dedos del comensal, o se servía sobre pan plano fino.

“Este es un día auspicioso. Mi hijo, que se había ido a tierras lejanas, ha regresado con una novia y un gran tesoro. Además, mi hija tonta, que se fue sin permiso, también ha regresado. Un día hermoso y auspicioso de hecho”, dijo Magyan Khan mientras levantaba una copa de vidrio de colores. Miró el vino que contenía con nostalgia, pero nadie pareció prestarle atención a esa mirada. “Es natural que me recupere de mi enfermedad, ¿eh?”

“Sí, me alegro de ver que estás mejor, oh padre. Así que compórtate hasta que te recuperes por completo”, replicó Heki, quien había estado sirviendo como regente de Khan durante su enfermedad.

“S-Sí, por supuesto…”

Khan alzó su copa en un brindis.

“Déjanos un festín. ¡Esta noche, vaciaremos nuestra bodega y consumiremos todo nuestro ganado!”

El Rey de Magyan bebió de un trago el vino, como si hubiera deseado desesperadamente probarlo y con tal entusiasmo que nadie que lo viera podría pensar en él como un inválido. Parecía completamente recuperado para todos los presentes, a pesar de que todavía estaba enfermo. En el momento en que Khan apuró su copa, Heki se la arrebató y se la entregó a uno de los sirvientes.

“Oye, bueno, ya sabes, Heki…”

“Sí, lo sé, viejo. El olor a carne te da náuseas, ¿no? Sin duda, ni se te ocurre comer nada. Debes ceñirte a las papillas con hierbas medicinales. Estoy seguro de que te hará sentir mejor, ¿no?”

Heki obligó a su padre a sentarse, poniendo un firme énfasis en sus palabras mientras colocaba el cuenco de gachas frente a él. El brebaje verde olía levemente a medicina y parecía extremadamente poco apetitoso, así que, por supuesto, había un gran cuenco de madera colmado frente a Khan. Tal vez porque todavía estaba enfermo, el rey tuvo problemas para comenzar con el cuenco. Evidentemente perdiendo la paciencia, Heki llamó a una dama de honor.

“Oye, viejo… todavía eres el rey de este país. El deber del rey es ser fuerte por su pueblo, ¿no?”

“S-Sip…” suspiró el rey.

Mientras la dama de honor lo alimentaba, Khan dejó escapar un suspiro. Frente a él había un espléndido banquete, y sus invitados y su familia estaban cavando. Él era el único al que no se le permitía participar, y maldijo su enfermedad con todo su corazón.

“¡Sunae, bienvenido de nuevo!”

“Entonces, ¿qué pensaste del mundo fuera de Magyan?”

“¿Qué pasa con este debilucho? ¡¿De verdad tienes la intención de casarte con él?! “

Aun así, Khan fue el único que se centró en la comida. Los demás estaban celebrando el regreso de Sunae y Tahlan. Las medias hermanas de Sunae, en particular, se habían arremolinado alrededor de Sunae y su prometido extranjero, burlándose de ellos con una copa de vino en una mano.

Fue una ocasión feliz para ellos. Sunae casarse fuera del reino significaba que renunciaba a su derecho al trono. A diferencia de Tahlan, su compromiso no tuvo complicaciones y todos se sentían libres de burlarse de ella.

“Hahaha… Um, estoy en una relación comprometida con la señorita Sunae”.

“¿No puedes decir nada más, tonto?”

Sin embargo, Saiga estaba teniendo dificultades para lidiar con las burlas. Douve y Tahlan habían sido objeto de toda la atención hasta este punto, y no estaba preparado para que lo enfocaran.

“Vaya, vaya. ¿Estás seguro de que quieres casarte con un hombre de aspecto tan débil?”

“De todos modos, estabas fuera del reino. Deberías haberlo solucionado enviándole una carta a papá”.

“Quiero decir, ¿por qué no simplemente fugarse? No hay forma de que el rey te permita casarte sin poner a prueba a tu prometido”.

Si bien las medias hermanas de Sunae se burlaban de ella por su mal gusto con los hombres, también expresaron una sincera preocupación por el bienestar de Saiga. Todos estaban preocupados de que su padre lo matara cuando se dispuso a probarlo.

“¡Hahaha! ¡Están todos subestimando a Saiga!”

Probablemente fue intencional, pero Tahlan, sentado al lado del rey, se comportaba de manera diferente a la habitual. Él tenía su brazo alrededor de la cadera de Douve mientras ella se sentaba a su lado, como si reclamara su propiedad personal, un acto completamente protector. No fue el comportamiento más digno, sin duda.

Douve lucía una sonrisa de satisfacción, mientras también miraba burlonamente a un grupo reunido a poca distancia de ella. En el extremo receptor de su mirada estaban las princesas que Sukreen había invitado al reino. Como lo había hecho hasta ahora, Douve estaba monopolizando el afecto de Tahlan mientras acumulaba alegremente las miradas resentidas de sus admiradores.

“Parece joven, e incluso yo no puedo fingir que tiene un comportamiento férreo. La verdad es que carece de experiencia. Sin embargo, también es un hombre que Sunae estaba dispuesto a presentarle a su padre. Eso solo debería decirte todo”.

Sí, había una tensión obvia en la sala a pesar de las festividades. Si Tahlan hubiera sido un hombre diferente y menor cuando regresó, las princesas podrían haberse rendido, convencidas de que habían permitido que su enamoramiento nublara su juicio. Sin embargo, el hombre que había regresado era el mismo Tahlan por el que habían suspirado durante años, el hombre que era un epítome de hombre y príncipe que incluso los hombres lo amaban. En todo caso, se había vuelto más encantador desde la última vez que lo vieron.

Desafortunadamente para ellos, estaba lejos. Físicamente, eso es; estaban sentados lejos de él. Después de todo, Tahlan era el mayor de los hijos del rey y, en cierto sentido, era el invitado de honor. Era natural que se sentara junto a su padre, el rey, y también era natural que su prometida, Douve, se sentara a su lado. Mientras tanto, a las princesas que se habían reunido con la noticia del regreso de Tahlan no se les permitió sentarse en ningún lugar cerca del personaje real.

“El que más sabe, habla menos. Por supuesto, Saiga, el hombre que será mi hermano, no habla porque simplemente no es consciente de cuánto sabe. O tal vez porque conoce a muchos que saben más que él”, dijo Tahlan, sus labios se arquearon en una sonrisa preocupada. Los sentimientos que lo llevaron a viajar al extranjero, la gente que había conocido en ese viaje, el hecho de que había traído a esas personas a casa con él… todas estas cosas se arremolinaron en su corazón.

“Hermanos míos, el mundo es bastante grande y está lleno de oponentes poderosos que nunca podríamos haber imaginado aquí en nuestra tierra natal. En particular, el Reino Arcana estuvo lleno de descubrimientos notables. Vi batallas allí que ni siquiera hubiera soñado con ver en otro lugar”.

Tahlan había presenciado, sin exagerar, una batalla que fue un choque literal de desastres naturales, pero también recordó esos eventos con una sonrisa alegre. De manera inusual, tomó otro trago largo de su bebida y, con las mejillas enrojecidas por el vino, obsequió a sus oyentes con sus historias. Sonrió al darse cuenta de que era probable que ninguno de sus oyentes creyera las historias que había traído del país en el que tenía la intención de establecerse.

“No hay nada de qué preocuparse en un enfrentamiento entre padre y Saiga. Puede que no lo parezca, pero Saiga es uno de los hombres más fuertes del Reino de Arcana. Todos ustedes combinados no pudieron vencerlo”.

Tahlan tenía cierta elegancia. Incluso mientras se comportaba de una manera que en cualquier otra persona hubiera parecido grosero y grosero, el príncipe de Magyan lo hizo parecer elegante. Aunque estaba borracho, era como la borrachera de un actor habilidoso, y se presentaba sin el descuido o la vergüenza que otro podría mostrar en las mismas circunstancias. En pocas palabras, era un hombre que hacía que incluso lo ordinario pareciera extraordinario.

“Padre, sería mejor si no dirigieras tus colmillos contra él hasta que te hayas recuperado por completo de tu enfermedad. ¡Es un oponente que representará un serio desafío incluso en tu mejor momento!”

“Ya veo… Así que incluso tú estás diciendo eso…”

Magyan era un reino de guerreros, pero eso no significaba que los presentes fueran tontos. Todos se habían dado cuenta de que Tahlan estaba representando un papel, tratando de establecer el tema de su elección. Dicho esto, tanto los Arcanianos como los lugareños no pudieron ocultar su sorpresa por su comportamiento. Sabían que sus palabras fueron ensayadas, pero aún sonaban naturales y elegantes. No había ningún rastro de intriga en su tono, solo alegre nostalgia y un rastro de jactancia.

“Entonces, ¿no es el más grande del reino? Soy el mejor guerrero de Magyan, ¡oh, hijo mío!”

“El Reino de Arcana cuenta con cinco hombres con una capacidad de lucha sin igual. Admito libremente que Saiga tiene talentos notables, talentos que normalmente serían incomparables, pero hay otros cuatro hombres en el Reino de Arcana con habilidades comparables. No dudo en describirlo como uno de sus más grandes guerreros”.

“¿Oh?”

“Aun así, en Magyan, si uno desea demostrar su temple… Ah, no. Douve, mi amor, ¿puedes decirme las palabras que has usado antes?”

Con eso, Tahlan se volvió hacia la mujer sobre la que había puesto su brazo, pronunciando las palabras en sus oídos como si le suplicara.

“La Casa Sepaeda es una casa marcial. Si nos piden que demostremos nuestro temple, lo demostraremos”.

“Sí. Esas palabras también se aplican a Magyan. ¡Un buen alarde sobre las bebidas, pero sin duda se probaría mejor en la batalla! Mi hermano, Saiga, no eres de la Casa Sepaeda, pero…”

Tahlan le pasó la conversación a Saiga, quien estaba sentado a cierta distancia. Saiga asintió con la cabeza, habiéndose fortalecido.

“Soy el as de la Casa Batterabbe, Saiga Mizu. Batterabbe es una casa marcial igual a la Casa Sepaeda. ¡Si me desafían, lo enfrentaré!”

“¡En efecto! Pero, hermano mío, serías tú quien plantearía el desafío aquí a nuestro padre, no al revés. ¡Exprese sus palabras con más cuidado!”

“¡M-Mis disculpas! ¡Su Majestad, Magyan Khan! ¡Te desafío a que ganes la mano de tu hija en matrimonio!”

Tahlan se rio y se volvió hacia Sunae, que estaba sentada junto a Saiga.

“Lo que me recuerda, Sunae. No solo trajiste a Saiga, sino a otros guerreros, ¿no? Todas son mujeres jóvenes y hermosas, ¿no?”

“Sí, son mis sirvientes, a quienes derroté y puse a mi servicio”.

“Mm. Todavía eran desafíos difíciles para ti, un Invocador Espiritual… ¡Si hubiera sido antes de conocer a Douve, podría haber sido tentado por ellos!

¡Ah! ¡No te enfades conmigo, amado mío! ¡Es simplemente una broma provocada por el vino!”

Tahlan estaba haciendo el papel de tonto, actuando como el tipo de hombre vergonzoso que elogia a otras mujeres en presencia de su amada y se disculpa apresuradamente después de ser pellizcado. Sin embargo, incluso entonces, aún exudaba un encanto masculino.

“Su Alteza… Por favor, no se apoye tanto en mí en público. Decidimos hacer esas cosas solo en privado, ¿mm?”

“Mis disculpas… Pero mi padre te aprueba de todo corazón. Eso me hace muy feliz…”

“Lo cual me recuerda. Mi padre te hizo pasar por todo tipo de aros para ganar mi mano en matrimonio, ¿no es así…?”

“Solo estaba mostrando la dedicación necesaria de un hombre que le pide a otro la mano de su hija… Fue un pequeño precio a pagar para presumirlo ante la gente de mi tierra”.

Tahlan y Douve estaban desempeñando un papel: una pareja que estaba terriblemente enamorada. Sin embargo, aun así, Tahlan siguió siendo el príncipe ideal. Los hombres no pudieron evitar reírse, mientras que las mujeres solo pudieron calentarse en su envidia.

Mientras tanto, Douve mostraba su afecto por ella. Mientras todas esas mujeres la miraban, Douve se burló de ellas burlonamente solo con sus ojos. Ella era el epítome de la mujer noble altiva y arrogante, y su comportamiento no hacía más que echar más leña al fuego.

“¡Estoy seguro de que mi padre vencerá la enfermedad que ha tenido la temeridad de afectarlo si ve pelear a los criados de Sunae! ¿Qué tal una exposición real? Hay bastantes princesas de los reinos vecinos presentes.

¡Mancharía nuestro nombre no proporcionarles entretenimiento!”

“Sí… no es una mala idea. Sería una cura perfecta para su aburrimiento… Me gustaría ver por mí mismo que Sunae no acaba de traer de vuelta a un hombre común”, reflexionó Magyan Khan. Era casi el momento de que la conversación alcanzara el clímax deseado.

“Tú eres el que está aburrido, ¿eh, viejo?”

“Heki, ten piedad de tu viejo. No puedo tener mujeres, no puedo beber, no puedo comer carne. Todo lo que puedo hacer es dormir. ¿Cómo se supone que voy a mejorar con un régimen como ese? Sin carne ni vino, ¿eh?”

“Sí, sí… Puedes comer y beber todo lo que quieras una vez que estés mejor. Si te sientes solo, te traeré una mujer”.

“¡Hahahaha! Ya veo, ya veo… Esa es una promesa”. “Solo sigue adelante”.

“Muy bien…”

Khan, sentado con las piernas cruzadas sobre un cojín, estaba a punto de hacer su propuesta formal.

“Está bien, Sunae. Veamos de qué están hechos estos retenedores suyos. Sus oponentes… Mm… Heki, ¿qué hay de ti y tus hermanos? Quieres demostrar que te has vuelto más fuerte, ¿eh?”

“Sí, suena bien. ¡Es una buena oportunidad para mostrar cuán fuertes somos los aspirantes al trono, antes de que Sunae y Tahlan abandonen el reino!”

Fue una invitación y una oportunidad. Debido a que todos sabían hacia dónde se dirigía la conversación, ahora era el momento de que alguien interrumpiera. Lo que provocó esa respuesta más que nada fue el empujón final de Tahlan.

“Espero eso. Sé lo fuertes que son los retenedores de Sunae. Si uno de mis hermanos, hermano o hermana, derrota a uno de ellos a la manera de alguien digno del trono, ¡los abrazaré como guerreros capaces!”

“Vaya, vaya, qué confianza…”

“¡Estoy diciendo que los Arcanianos son fuertes! ¡Un hombre debe cumplir su palabra! ¡Daré un cálido abrazo a cualquiera que gane!”

Estaba claro lo que pretendía Tahlan. Quería hacer que aquellos que buscaban casarse con él lucharan contra los criados de Sunae y, si los criados de Sunae ganaban, eso demostraría que aquellos que lo suspiraban no eran dignos de decidir el destino del trono. La idea de que Tahlan sintiera que eran más débiles que aquellos que ni siquiera tenían la Presencia Real era humillante para las princesas.

“Sin embargo, la regla básica de una exhibición real es la imparcialidad… No existe una regla escrita en ese sentido, pero no es justo que un lado sepa cómo pelea el otro, mientras mantienen en secreto sus propias armas y estilos de lucha”.

“¿Por qué preocuparse por esas nimiedades? Los que luchan son los que reclamarían el trono. Un rey es solo un rey si puede derrotar a todos los que vienen, con lo que estén armados. Uno no es digno del trono si no puede derrotar a un enemigo que lo ataca durante un desfile triunfal. En ese sentido… Quizás es hora de que considere la jubilación”.

También fue una oferta atractiva. La oferta de un cálido abrazo de Tahlan tuvo un inmenso atractivo para las princesas. Por eso Sukreen la hizo moverse.

“Su Majestad.”

“Mm, ¿qué pasa, Sukreen?”

“¿Qué tal si los que he elegido peleen en la exhibición?”

En Magyan, el rey era la autoridad final y el sistema de gobierno era esencialmente una monarquía absoluta. Debajo de él en autoridad estaban los príncipes y princesas con derecho al trono. Por supuesto, el rey siempre tuvo la responsabilidad de aceptar cualquier desafío, pero en realidad hacerlo era un evento raro. Como tal, como cuestión básica, esos príncipes y princesas tenían bastante autoridad.

Sin embargo, eso también significaba que las consortes, que eran de la misma generación del rey, pero que se habían negado a desafiarlo, tenían una posición mucho más baja. A los hijos e hijas se les permitía hablar con su padre casi como iguales en público, pero se requería que las consortes se dirigieran al rey con respeto. Eso fue, por supuesto, todo de acuerdo con la forma.

“¿Aquellos que has elegido, Sukreen?” “Sí.”

“Mmm… Bueno, entiendes lo que eso significa, ¿verdad?”

Todos ya sabían a quién elegiría Sukreen. Por eso, aunque todo este intercambio fue una farsa, era necesario lograr que ella se comprometiera formalmente con él.

“No perdonaré a ningún luchador a medias que aparezca en mi presencia”. “Sí, no será un problema”.

“Y, por supuesto, ¿está bien si mueren?”

“Me aseguraré de que estén al tanto del riesgo”.

“En una pelea, podrían perder. Incluso si ganan, podrían ser humillados. ¿Sin resentimientos después?”

“Es una exhibición real para su salud, Su Majestad. No haré nada para irritarte”.

Primero, los participantes tenían que ser fuertes. A continuación, tenían que estar preparados para morir. Más que nada, no se les permitió ganar mientras se humillaban. Cualquiera que sea el caso de los guerreros de otros reinos, los Invocadores Espirituales de esta región tenían que estar dedicados a esos principios fundamentales. Habiendo confirmado esto, el rey mostró su carácter al asentir con la cabeza.

“Entonces doy la bienvenida a tus elecciones. Tienes una amplia gama de conocidos en el extranjero, ¿no? Llama a quien quieras, ya sea de Donzila o de Baigo. Es decir, si puedes llamarlos antes de que me recupere”.

Sukreen le había dado dos hijos, por lo que el rey le mostró cierto respeto. Como tal, le dio permiso para convocar a sus guerreros desde el extranjero.

“En términos de números… Digamos equipos de siete contra siete, cada uno luchando uno contra uno. La convertiremos en una batalla de aquellos del Reino de Arcana contra aquellos con la Presencia Real. ¿Qué tal, guerreros silenciosos de la Casa Sepaeda y la Casa Batterabbe?”

“Por supuesto. La Casa Sepaeda desplegará un guerrero”.

“¡Por supuesto! ¡La Casa Batterabbe también es una casa marcial!”

“Bien, bien. ¡Eso hace que las cosas sean interesantes! Heki, dile a la gente que habrá una exhibición real en la que todos los presentes serán testigos de los términos”, dijo el Rey Khan, vertiendo vino en el cuenco que contenía su papilla. Lo levantó para beberlo con cierta anticipación.

“Sí, lo tengo. Me aseguraré de que esté listo, así que descansa un poco”, dijo Heki, arrebatando el cuenco y tragándolo.

Y entonces, habría un festival. Fue algo que se decidió en un momento aparentemente festivo, pero estaba lejos de ser una muestra de buena voluntad. En cambio, sería una farsa que involucrara todo tipo de intereses en competencia.