Seirei Tsukai no Blade Dance

Volumen 13

Capítulo 5: Los Monstruos de la Cordillera de Kyria

Parte 2

Varios minutos después, los dos estaban sentados espalda con espalda con el fin de evitar el contacto visual.

…El ambiente excepcionalmente torpe flotaba en el aire.

“U-Umm…”

Ya correctamente vestida, Rinslet habló.

“Y-Yo, umm… hace un momento, hice algo tan vergonzoso.”

“N-No, en absoluto. Lo hiciste por el bien de la curación. Gracias a ti, he recuperado gran parte mi energía.”

Kamito sacudió su brazo derecho. Aunque todavía le dolía, hasta cierto punto, ya no obstaculizó sus movimientos.

“… La tormenta de nieve no parece que se fuera a detener en un corto plazo, así que vamos a descansar aquí un poco por ahora.”

“Tienes razón…”

Rinslet asintió y empezó a activar un cristal espiritual de fuego. Después de colocar el mineral rojo brillante en el suelo y vertiendo poder divino, una cálida luz del fuego iluminaba la cueva de hielo.

Fenrir abrió sus grandes mandíbulas y escupió los utensilios de cocina.

Rinslet vertió leche en una olla pequeña que luego colocó encima del mineral en llamas.

“Dicho esto-”

Kamito volteó hacia Rinslet.

“¿Qué pasa con ese grupo de dragones de hielo?”

“…No tengo ni idea tampoco.”

Rinslet negó con la cabeza.

“Además, se suponía que los dragones de hielo de Laurenfrost se habían extinguido hace varios siglos. ¿Por qué de repente han aparecido en este lugar-?”

“Así que al final, sigue estando relacionado con el actual clima anormal, ¿verdad?”

Apoyando su barbilla con una mano, Kamito entró en un pensamiento profundo.

“¿Podría ser que la tormenta de nieve en la montaña es en realidad hecha por esos dragones de hielo?”

Según la leyenda, los dragones poseían poderes increíbles diferentes de la magia espiritual. Además, cuando los seis dragones de hielo aparecieron al mismo tiempo, Kamito sintió claramente que la ventisca aumento en fuerza.

“Esa posibilidad no puede ser descartada. Todavía hay muchas áreas desconocidas en la investigación sobre la ecología dragón.”

Rinslet asintió con la cabeza.

Después de un corto tiempo, la leche en la olla hirvió.

“… Bueno, ¿qué debemos hacer ahora?”

Tomando un sorbo de humeante leche caliente, Kamito suspiró. En lugar de quedarse aquí y esperar a congelarse hasta la muerte, preferiría simplemente apostar con el laberinto de la cueva de hielo-

“Vamos a esperar un poco y a ver, ¿de acuerdo? La tormenta de nieve no se va a detener y no tenemos ni idea de si podremos salir un poco. Lo que voy a hacer ahora es preparar una porción de panqueques especiales en primer lugar.”

Tomando una sartén, Rinslet sonrió despreocupadamente.

“… Lo siento mucho. Es mi obstinación lo que te tiene atrapada en todo esto.”

“No hay necesidad de sentirse culpable. Yo fui quien insistió en liderar el camino para ti.”

Rinslet volteó la sartén que estaba siendo calentada sobre el fuego.

Frescos panqueques calientes fueron servidos en un plato con una generosa ración de mantequilla y miel.

Como el dulce aroma llenaba el aire, el estómago de Kamito retumbó y gruñó.

“Ven, por favor disfruta-”

Con el plato humeante traído ante sus ojos, Kamito al instante cogió una pieza con el tenedor.

…Munch Munch.

“¡…Esto es genial!”

La textura suave y esponjosa, con miel absorbida en ella, se derretía en su boca. No sólo eso, sino los bordes eran crujientes como una galleta.

Kamito terminó un panqueque en un abrir y cerrar de ojos.

“Kamito-san, parece que estás disfrutando bastante.”

“… Sí, porque es muy sabroso.”

Kamito hizo un pulgar hacia arriba. Rinslet sonrió radiante.

Sin embargo, su rostro fue de pronto envuelto en tinieblas.

“…Por alguna razón que no sé por qué, de repente me acordé de ella.”

Rinslet murmuró en voz baja.

“¿…Ella?”

“Sí, este panqueque era su favorito.”

Kamito de repente recordó lo que había dicho Rinslet en sus sueños la noche anterior.

“… Esa sería tu hermana pequeña, ¿verdad…? La que consiguió ser sellada en el hielo maldito por el «Señor Elemental».”

Rinslet asintió.

“Eso fue hace cuatro años. En aquel entonces, solo tenía nueve años…”

Viendo las chispas en erupción desde el cristal de espíritu, Rinslet continuó.

-Fue aproximadamente varios meses antes del incidente de la traición de la «Reina de la Calamidad». Ese año, la región Laurenfrost celebraba un tradicional «Gran Festival de la Nieve».

En los últimos años, Rinslet siempre había realizado la danza «Kagura» ofrenda de doncella como la hija mayor. Pero ese año, pasó a ser el debut de Judia como una doncella en su noveno cumpleaños, de pie ante los súbditos de Laurenfrost.

Sólo después de haber cumplido nueve, ella estaba entrando en este tipo de escenario por primera vez.

“Judia es una niña muy querida y naturalmente dotada. Sin embargo–”

La danza «Kagura» que había presentado había incurrido en la ira del «Señor Elemental del Agua». Mejor dicho, el «Señor Elemental del Agua» en ese entonces fue corrompido por la «Oscuridad del Otro Mundo» y ya había completamente enloquecido.

El ritual de Judia había enfurecido al enloquecido señor elemental por casualidad.

“Por supuesto, mi padre agotó todas las soluciones posibles. Reunió a todas las doncellas en Laurenfrost para ofrecer «Kagura», tratando de apaciguar la ira del señor elemental. Sin embargo, sin importar lo que trataron, no pudieron derretir el hielo maldito…”

Por lo tanto, Rinslet había decidido participar en el torneo «Blade Dance». Al igual como Ren Ashbell, la «más fuerte blade dancer», había ofrecido blade dances a los «Señores Elementales» hace tres años, aplacando con éxito su ira-

“Por lo tanto, Kamito-san, puedo entender tus sentimientos por querer buscar a alguien tan valioso para ti.”

Rinslet miró la mano izquierda de Kamito, el dorso de su mano, donde el sello espiritual había desaparecido.

“Yo también, ¿absolutamente no abandonare a Judia?”

“Sí, bien dicho.”

Kamito apretó el puño.

(… Así es, tengo que traerla de vuelta.)

Incluso si eso significaba perseguirla a los confines más lejanos del mundo-

…Tirón, tirón, tirón.

Sintiendo un tirón repentino de su manga, Kamito miró hacia atrás.

“-Kamito, tengo hambre también.”

Materializándose, Est estaba exigiendo comida de nuevo.

“Est, has estado trabajando duro también.”

“¡Sí!”

Kamito acarició la cabeza de Est, lo que la hizo medio cerrar los ojos de placer.

“Hay panqueques especiales de Rinslet aquí y duraznos enlatados”.

“¿No hay tofu?”

“Uh, eso es un poco demasiado…”

“Sí, hagámoslo-”

“¿¡En serio!?”

Con un chasquido de su dedo, Rinslet sacó un objeto blanco de la boca de Fenrir… tofu que fue congelado.

“¿Se puede comer directamente?”

“No, tengo hervirlo de nuevo primero.”

Colocando una olla en el ardiente cristal espiritual, agregó una gran cantidad de nieve.

Tan pronto como hivió el agua, ella lanzó el tofu congelado en la olla.

“Tofu Tofu♪”

Los misteriosos ojos violeta de Est brillaron con la luz de excitación mientras tarareaba una canción extraña.

“Este es el plato conocido como tofu hervido”.

“Tofu hervido, Tofu hervido ♪”

Tarareando una canción sin expresión, Est seguía mirando la olla con atención.

Al ver aEst así, Kamito sonrió-

“¡…K-Kamito-san!”

Rinslet de repente se levantó y señaló fuera de la cueva de hielo.

“¿Hmm?”

Kamito volteó a mirar-

En el siguiente instante, estaba tan sorprendido que su boca se abrió de par en par y dijo lo mismo que Rinslet.

“¿…La tormenta se detuvo?”

***

“-Luminaris-sama, los monumentos de piedra sospechosos como parte de la base de la «barrera» han sido todos destruidos.”

La agente especial Ayla informó a Luminaris.

“Buen trabajo… como se predijo, los efectos de niebla desorientadores de la «barrera» se han debilitado.”

Así mientras Luminaris señaló, la niebla a la deriva era mucho más delgada que hace varias horas. Justo antes, era un lugar donde difícilmente se podía ver a un paso por delante, pero ahora era posible ver los varios árboles en frente de ellos.

“Todo mundo, el destino está adelante. Vamos a encontrar el pueblo de los «Habitantes del Bosque».”

“Afirmativo”.

Dándoles aliento a sus fatigadas subordinadas, avanzó aún más en el «Bosque de las Flores de Hielo» donde todavía estaba nevando.

Suponiendo que los efectos de la «barrera» se debilitarían gradualmente de esta manera, iban a ver a su destino con el tiempo. Se desconocía si los «Habitantes del Bosque» tenían elementalistas que controlaban espíritus de tipo de combate, pero incluso si los tenían, seguramente iban a ser derrotados por las «Sagrados Caballeros Espirituales».

Luminaris balanceó la espada sagrada, cortando las ramas que bloqueaban el camino. Justo en ese momento-

El sonido del aleteo de alas gigantes se oía por encima.

“¿¡…Qué!?”

La niebla que las rodeaba fue volada en un instante, mientras que una poderosa tormenta de nieve barrió a través del bosque.

“¿¡…Qué está pasando!?”

“¡Luminaris-sama, mire por encima de allí rápido!”

Su ayudante, Alda, señalaba más arriba.

“¿¡…Podrían ser… dragones… de ninguna manera!?”

Luminaris se quedó sin habla.

Mirando hacia el cielo gris a través de las ramas de los árboles, pudieron ver a un grupo de dragones gigantes volando en el aire.

Escamas parpadeando una luz azul-hielo. Estos eran precisamente los dragones de hielo que habitaban la parte norte del continente.

Normalmente, los dragones no podrían moverse en grupos debido a su naturaleza altamente territorial. Pero docenas de dragones estaban actualmente volando por encima, como si estuvieran bajo un mismo mando, moviéndose en una formación fija.

La ventisca soplaba más fuerte y más fuerte, sin piedad atacando a las chicas que estaban acorraladas, incapaces de avanzar o retroceder.

“¡Luminaris-sama…!” “¡Este bosque, que diablos…!?”

Los dragones de hielo rugieron.

Ojos brillando con una luz carmesí, miraban como depredadores a Luminaris y su grupo en el suelo.

“¡-Están Llegando! ¡«Elemental Waffe», liberación!”

Moviendo su espada en una postura, Luminaris gritó.

***

(… Aunque humano… pero diferente de los humanos… La «Reina de las Flores de Hielo»…)

Quedándose sola sin nada que hacer, Restia estaba pensando sobre estas cosas en su tienda.

La chica que había aparecido en el bosque, que poseía poderes increíbles.

La doncella Rana había dicho que Restia se parecía mucho a la reina. Sin embargo, Restia no tenía el poder de controlar a los dragones de hielo. Ni necesitaba dormir durante muchos días para almacenar poder.

(…O tal vez, ¿es sólo un parecido visual?)

Sentada en la cama, Restia ladeó la cabeza para escuchar.

Ruidosos sonidos de gente corriendo venían de fuera de la tienda.

… Algo había sucedido, al parecer.

Caminando afuera con los pies descalzos, ella descubrió que era el ruido de los niños reunidos en la plaza.

“…Hey, ¿sucedió algo?”

Deteniendo a uno de los chicos, Restia preguntó.

“¡…Esto es malo, la niebla del bosque se está dispersando!”

“¿…Niebla?”

Restia inclinó la cabeza con duda.

“Umm, ¿eso es serio?”

“¡Con la barrera rompiéndose! ¡Pronto, elementalistas armadas van a asaltar este lugar!”

“¡…De ninguna manera…!”

Restia palideció, todo el color de la sangre desapareció de su cara.

“Umm, ¿la barrera no puede ser reparada?”

“De ninguna manera. Esas personas han destruido los monumentos de piedra que sirven como base de la barrera. Incluso si los reparamos, no hay suficiente tiempo ahora-”

La conmoción de los niños se volvió en cada vez mayor.

(… Debe ser el trabajo de esas personas que están cazándome.)

Restia mordió su labio con fuerza.

Esos perseguidores definitivamente no iban a dejar que estos niños se vayan.

(…Debo darme prisa y salir de este lugar.)

Secretamente, ella tomó su decisión. Ella no debía traer calamidad sobre los «Habitantes del Bosque» a causa de sí misma.

Dicho esto, no sabía a dónde ir para salir de este lugar.

“-Todo el mundo, por favor, cálmense.”

Una voz solemne resonó en la plaza.

Emergiendo de las profundidades del bosque, era la doncella Rana.

Mirando tranquila y serena como alguien de edad avanzada, Rana se acercó a la plaza.

“No se preocupen, la «Reina de las Flores de Hielo» ya ha convocado a los dragones de hielo de la Cordillera de Kyria.”

“¿Su Alteza la Reina?”

“Sí. Además, una vez que la reina despierte completamente, el sello de «Zirnitra» se liberará. Entonces no habrá necesidad de recurrir a la «barrera» nunca más.”

“¡S-Sí! Tienes razón…”

Al escuchar el discurso de confianza de Rana, los niños finalmente dieron un suspiro de alivio y asintieron.

Viendo eso, Restia sintió instantáneamente sospechas hacia la «Reina de las Flores de Hielo».

(…Incluso en un momento como este, ella todavía no ha aparecido.)

Por eso, ella se acercó a Rana que estaba de pie en el centro de la plaza-

“¿Dónde está esa «Reina de las Flores de Hielo» actualmente?”

Una voz brusca.

“¿No te lo mencioné antes? Su Alteza la Reina está durmiendo en el santuario para acumular poder.”

“¿Existe la reina de la que hablas en serio?”

“Ella va a despertar muy pronto. Las doncellas ya se están preparando para darle la bienvenida a su llegada-”

“Sí, eso es correcto…” “Onee-chan, no te preocupes. Va a estar bien.”

Restia negó con la cabeza ligeramente.

“Estoy muy agradecida con todos ustedes por haberme escondiendo aquí. Pero a quien los perseguidores quieren es a mí. Mientras deje este lugar, estarán bien.”

Así mientras Restia se dio la vuelta, con la intención de caminar hacia el bosque-“-No puedes.”

Los pies de Restia se sentían como si hubieran sido clavados en el suelo.

De repente, ella era incapaz de moverse, como si estuviera paralizada.

“¿…Qué está pasando…?”

“-Lo siento mucho.”

Los ojos carmesí de Rana miraron a Restia.

“Ocultándose aquí está la voluntad de la «Reina de las Flores de Hielo». Si intentas salir, no puedo hacerme de la vista gorda.”

“¿…La voluntad de la «Reina de las Flores de Hielo»?”

Restia se sintió confundida. Qué diablos pasaba con esa razón-“¡-Rana-sama!”

Corriendo desde las profundidades del bosque, las doncellas mostraron pánico en sus rostros.

“¿Qué pasa?”

“L-La situación del santuario-”

Rana se sorprendió.

“… Vamos de prisa. T-Tú vienes también.”

“¿..Qué?”

Restia recuperó de pronto la libertad de su cuerpo.

“La «Reina de las Flores de Hielo» ha despertado.”

***

La capital del Imperio Ordesia—«Ostdakia».

Comúnmente conocida como la «Capital Imperial», la ciudad fue antiguamente la ciudad que el ejército dirigido por la Sagrada Doncella Areishia había usado como su fortaleza durante la Guerra del Rey Demonio hace unos mil años.

Esta ciudad no era más que un municipio rural de vuelta cuando terminó la Guerra del

Rey Demonio, pero a partir de entonces, comenzó a florecer como centro militar del

Imperio Ordesia, entonces gradualmente se convirtió en su centro político.

Mover la capital desde «Nebrasia» en el actual territorio Fahrengart ocurrió aproximadamente hace seis siglos. A partir de entonces, se convirtió en una de las ciudades más prósperas del continente, junto con la «Capital del Reino» del Imperio Quina y «Alejandria» del Santo Reino de Lugia.

Esta capital imperial era en donde las facciones de varias naciones del continente se habían reunido para la próxima «Conferencia de Todas las Naciones».

“…Es completamente diferente de la Academia que está rodeada por el «Bosque Espiritual».”

La ubicación actual era una habitación en el Palacio Nefescal en el centro de la ciudad.

Mirando a la calle desde una ventana en la habitación, Fianna suspiró.

“… El aire parece congelado.”

“Princesa, por favor trate de mantenerse quieta.”

“Sí sí…”

El parloteo de la criada mientras ataba el corsé estaba volviendo a Fianna impaciente. Fianna estaba actualmente poniéndose un glamoroso vestido blanco, un partido apropiado para su hermoso cabello negro y tiara blanca-plateada.

Mirando el espejo gigante que colgaba en la pared de la habitación, Fianna suspiró de nuevo.

“¿Perdón? ¿Debo llevar esto sin importar qué?”

“Sí. Hay reglas que prescriben el atuendo de las princesas cuando se les cita para una audiencia.”

La criada respondió con indiferencia, sin cambiar su expresión.

(…Que aburrido.)

Las criadas del palacio sólo trataban a Fianna como la segunda princesa del Imperio. Sólo le servían por su condición de princesa imperial, eso era todo. Antes cuando Fianna era conocida como la «Reina Perdida» y fue encerrada en el palacio, como esos nobles odiados, todo el mundo se burlaba de ella a sus espaldas.

…A diferencia de sus amigos en la Academia que habían luchado uno al lado del otro durante el torneo del «Blade Dance».

Con los ojos de color oscuro un poco tristes, Fianna miró en el espejo de nuevo.

(…No importa qué, hecho mucho de menos a Kamito-kun.)

Eso era lo que Fianna estaba pensando.

Tan pronto como terminó de ponerse el vestido, alguien llamó a la puerta.

“-Es casi la hora, Segunda Princesa. Prepárese para dar la bienvenida a los representantes de las diversas naciones-”

Apareciendo en la puerta era un caballero espiritual de cabello plateado vestido con traje formal de caballero.

El cuarto de los «Números» -Dunei Lampert, una caballero espiritual que había hecho un contrato con un espíritu de tierra.

Fianna no era buena en tratar con alguien con una personalidad franca y puritana como la de ella.

“… Entendido.” -Fianna suspiró otra vez, levantándose de la silla.

Caminando por el pasillo de los magníficos jardines colgantes, se dirigieron a la gran sala donde la Conferencia de Todas las Naciones se iba a celebrar.

“¿No están haciendo demasiado grandes las cosas al hacer que tú, un miembro de los «Números» sirva como mi guardaespaldas?”

“Sería mejor si usted entendería su propia posición mejor. Ahora mismo es la segunda princesa del Imperio. La persona más importante después de Su Alteza Arneus y Su Alteza Linnea-”

Dunei habló sin mirar hacia atrás, mientras lideraba el camino.

“¿Hay alguien en esta capital imperial quién se atrevería a atacar mi vida?”

“Ayer por la noche, la Prisión Balsas fue atacada por desconocidos.”

“¿¡Imposible…!?”

La Prisión Balsas era una fortaleza situada en el lado norte de la capital imperial. Originalmente construida como un puesto de guarnición para el Ejército Anti-Rey Demonio, se convirtió más tarde en la prisión más segura del Imperio. Pensar que alguien atacaría a esta prisión que estaba protegida por poderosos espíritus guardianes y numerosos caballeros espirituales, era completamente increíble.

“Los agresores irrumpieron en la prisión mediante un espíritu militarizado. Varios de los prisioneros en el nivel más bajo escaparon. Jio Inzagi, la mujer comerciante de los «Asesinos» y la hija de los Fahrengart”

“¿Velsaria Eva?”

Fianna preguntó sin pensar. Dejando a los otros dos a un lado, Velsaria se suponía que permanecía voluntariamente en el nivel más profundo y más duro de la prisión para expiar sus pecados. Pensar que iba a escapar de prisión-

“¿Y la identidad de los perpetradores?”

“«Umbra» está investigando actualmente. Los objetivos de los perpetradores aún no están claros, pero no podemos descartar la posibilidad de que estén apuntando a usted, princesa. Por lo tanto, es necesario colocar un guardaespaldas de confianza a su lado.”

“¿Estás diciendo que los «Números» son dignos de confianza?”

Las palabras de Fianna trajeron torpeza a la cara de Dunei.

Las manos milagrosas de la curación—la traición de Lurie Lizaldia había ocurrido recientemente.

Teniendo éxito agrietando esa cara de póquer, Fianna se encogió de hombros con una ligera satisfacción.

“Pero volviendo al tema, ¿qué significado hay detrás de pedirme que asista a la «Conferencia de Todas las Naciones»?”

“Su Alteza Fianna, es la elementalista aprobada por el espíritu guardián de la familia imperial, «Georgios». En este momento, es probable que no haya nadie en el palacio que se atreviera a subestimarla nunca más.”

“Que voluble. Pensé que había abandonado claramente el título de segunda princesa hace mucho tiempo.”

“No es algo que pueda ser abandonado tan fácilmente. Esta es la responsabilidad de la realeza.”

“…Si entiendo.”

Fianna se mordió el labio con fuerza.

“También hay un número considerable de seguidores que desean designarla como sucesora al trono en lugar de Su Alteza Arneus.”

“¿Dices eso, incluso como miembro de los «Números»?”

“Simplemente estoy informando hechos objetivos.”

“…”

De entre todas las naciones del continente, prácticamente no había casos donde princesas gobernaban países como soberanas.

Eso era porque las princesas que poseían el poder de contratos espirituales estaban todas reunidas en el «Instituto del Ritual Divino», donde fueron aisladas del mundo terrenal. Era creencia común que las responsabilidades de las princesas yacían en la administración de diversos ritos y no había necesidad de que se preocuparan por asuntos políticos.

Por lo tanto, el Imperio Ordesia tenía la costumbre de dar prioridad a la sucesión masculina en el trono. Una vez que el emperador dimitiera, el hermano mayor de Fianna, dos años mayor que ella, se suponía que sucedería al trono.

Pero había un problema enorme.

(…Arneus no tiene lo que se necesita para ser emperador. Todos los ciudadanos del Imperio lo saben.)

Fianna recordó imágenes de su rostro cruel, el de una persona a quien ella había despreciado desde la infancia. En realidad, había gente en el consejo imperial que había sugerido traer de vuelta a Primera Princesa Linnea que habían entrado en el «Instituto del Ritual Divino» como Fianna, para que pudiera ser casada con un influyente noble.

Pero comparado con la hermana mayor que había entrado en la «Instituto del Ritual Divino», el apoyo a Fianna también había crecido más fuerte después de que ella recuperara el poder de su espíritu contratado. Irónicamente, su actuación en el «Blade Dance» fue precisamente por qué se había ganado el apoyo de tanta gente.

(…Que dolor.)

Fianna suspiró. No dispuesta a ponerse al día en los juegos de luchas por el poder, nunca había acariciado la idea de matrimonio con nobles influyentes.

(… En mi corazón, yo ya tengo a alguien que amo.)

Caminando a la parte baja, llegaron a una gran sala en el primer piso.

De pie estaba la persona que ella deseaba ver lo más mínimo.

“Mmm, bueno esa no es la inútil «Reina Perdida» ¿eh? Y pensar que sería lo suficientemente sinvergüenza para venir paseando de regreso.”

Vestido con un gran atuendo imperial era un hombre joven de cabello negro. Aunque bastante bien parecido en sus rasgos faciales, la fría luz de sus ojos hacía de su rostro apuesto una pérdida total.

Arneus Ray Ordesia—El hermano mayor de Fianna.

“-Saludos, querido y estimado hermano.”

Fianna saludó cortésmente y sin ninguna emoción en absoluto.

Justo cuando estaba a punto de entrar en la gran sala directamente-

“-No tan rápido.”

Gritó con agitación, pisando el dobladillo de su vestido.

“¿En qué puedo ayudarle?”

“… Corta la pretensión. En este punto, ¿cuáles son tus intenciones al regresar al palacio?”

“Sólo volví porque fui convocada por Su Majestad el Emperador.”

“Mmm, quién sabe. En el consejo imperial, parece que la gente te está recomendando como la sucesora al trono.”

Arneus miró a Fianna con ojos de sospecha.

“Yo-”

Así mientras Fianna estaba a punto de refutarlo…

“Disculpe, Su Alteza Arneus-”

Dunei interrumpió.

“¿…Ahora qué?”

“Por favor, deje de lado su conversación con su hermana por ahora. La princesa está obligada a saludar a nuestros invitados de varias naciones.”

Mirando fijamente a Dunei, el color del miedo cruzó por los ojos de Arneus por un instante.

“… Tsk, una caballero eh.”

Arneus chasqueó la lengua y se fue. Ajustando el dobladillo de su vestido, Fianna lamentó.

“… Aún no ha cambiado en lo más mínimo, esa persona.”

Dejando a Dunei en la puerta, Fianna entró en la gran sala.

Una mesa gigante estaba preparada en el centro de la sala. Al extremo en la parte posterior estaba el sitio del emperador Ordesiano, Ugust Ray Ordesia.

Junto a él estaban el primer ministro Conrad, el duque Cygnus Fahrengart, el Margrave Gryas Laurenfrost y otros nobles superiores del Imperio.

Al mismo tiempo, Greyworth estaba presente, vestida con traje formal de caballero. Anteriormente conocida como la más fuerte caballero espiritual del continente, la «Bruja del Crepúsculo» todavía llevaba una poderosa presencia en ella a pesar de haberse retirado.

Fianna saludó al emperador y se sentó junto a Greyworth.

“Wow, te ves bien con un vestido también. ¿Por qué no le muestras al muchacho?”

“Bueno, no importa cómo me vista para seducirlo, Kamito-kun siempre… Hey, ahora no es el momento para bromas, directora.”

Fianna puso mala cara y le preguntó en voz baja:

“… Umm, ¿cómo está Kamito-kun en este momento?”

“El muchacho debe haber salido en un viaje hacia Laurenfrost en estos momentos.”

“¿…Eh?”

Al escuchar una respuesta inesperada, Fianna no pudo evitar exclamar.

“¿Por qué iría a Laurenfrost?”

“… Te diré los detalles más adelante. En cualquier caso, está relacionado con la espíritu de oscuridad.”

Greyworth susurró en voz baja a su oído. Fianna asintió levemente.

“He oído que la Cordillera de Kyria se encuentra bajo una rara fuerte nevada en este momento…”

“Bueno, él siempre encontrará una manera. La hija del margrave Laurenfrost va también.”

“¿…Rinslet está con él también?”

Fianna puso mala cara.

“…Podría ser eso, ¿un viaje privado para dos? ¿¡Es eso lo que está pasando!?”

“Fufu ¿Preocupada por el muchacho?”

“… Sí. En otro sentido.”

Fianna suspiró de nuevo.

“-Demos la bienvenida a la llegada de los representantes de todas las naciones.”

La voz de un guardia se escuchó desde fuera del pasillo.

Entrando en la sala uno tras otro estaban los representantes del puñado de grandes potencias del continente—el Imperio Quina, el Imperio del Dragón de Dracunia, el Reino de Balstan y el Santo Reino de Lugia.

La delegación diplomática de Dracunia incluía a la princesa dragón, Leonora Lancaster, contra quien el equipo de Fianna había luchado en el «Blade Dance». Esta vez, ella llevaba un magnífico vestido formal en lugar del uniforme militar de las «Caballeros del Emperador Dragón». Por supuesto, que la espada «Dragon Slayer» no estaba a su lado tampoco.

La delegación de la Teocracia Alphas aún no había llegado. El asunto más urgente en la agenda de esta Conferencia de Todas las Naciones era el golpe de estado de Sjora Kahn. Una de las razones por las cuales se le pidió Fianna unirse a esta conferencia fue porque había interactuado directamente con Sjora durante el «Blade Dance».

“-Fianna, presta mucha atención a lo que dice el representante del Santo Reino.”

Greyworth le susurró al oído.

“El Santo Reino, ¿eh?”

“Una intuición de bruja. Últimamente, los movimientos del Santo Reino han sido bastante inusuales. De acuerdo a mi juicio, esas personas también participaron en las luchas internas de la Teocracia.”

La mirada penetrante de los ojos grises de Greyworth se dirigía a los cardenales vestidos con vestiduras de color blanco puro.

“… No tengo ninguna intención de involucrarme con la política.”

“Si es tu deseo o no, el destino siempre desciende. El muchacho nunca ha deseado el destino del «Rey Demonio» tampoco-”

Mirando a la distancia, Greyworth murmuró en voz baja para sí misma.