Campione (NL)

Volumen 10

Capitulo 6: Hacia la Isla del Destino.

Parte 2

El Santo Grial había tomado la forma del falso Minos.

El dios gigante con cabeza de toro rugió mientras que volaba al lado del caballo divino blanco.

“¡¡URRRRRRRRAAAAAAAAAALLAAAAAAAAAAAHHHHHHH!!”

Éste abajo desató el poder y la autoridad mágica.

Volviendo un furioso espíritu en palabras de hechizo, los rugidos atronadores sacudieron el cielo cuando las olas sacudieron la tierra.

Compareciendo ante los ojos del Falso Minos, así como Lancelot y Guinevere quienes montaban el caballo divino volando estaba la pequeña isla rodeada de arrecifes rocosos.

Poblados con salientes rocosas de formas extrañas, se trataba efectivamente de un castillo de extraña roca.

“El laberinto de Alexandre-sama, a pesar de que sin duda se ha debilitado…”

“Un dios falso y un asesino de dioses, incluso si poseen la misma autoridad no pueden ser realmente iguales. Al parecer, no puede ser anulado por completo.”

Montando a horcajadas sobre el caballo blanco divino, Lancelot y Guinevere conversaban en voz baja.

“Sin embargo, ya se ha llegado a este punto, sólo se deben romper los restos de la fuerza. Deje que el falso Minos cargue en el laberinto como la vanguardia. Incluso si el laberinto no puede ser destruido, servirá como el propósito de abrir un camino.”

Lancelot y Guinevere entraron en el Mar del Diablo con el dios con cabeza de toro del laberinto como su guía.

En lugar de montar las olas, avanzaban por el cielo. Sólo diez kilómetros y pico ahora les separaban de “Avalon”. Sin embargo, esta distancia restante era la parte más ardua del viaje.

En primer lugar, la niebla amorfa bloqueó su camino varios metros por delante. Además, sopladas por vientos terribles, casi fueron sacadas del Mar del Diablo.

Antes se habían dado cuenta, su curso se había desviado y no habían hecho ningún progreso hacia la isla.

El agua de mar se derramó desde el océano como un géiser, casi matando al caballo divino donde Lancelot y Guinevere viajaban. Estos eran todos partes de la autoridad del Príncipe Negro – el poder mágico del laberinto que impedía que cualquier persona se acercara a la isla.

Cada vez que el falso Minos rugió, la magia del laberinto se debilitaba. “Esto no se puede permitir que continúe…”

Lancelot murmuró.

“Uno simplemente encantará al falso Minos con Acometida Insana, de modo que pueda intentar crear una violación por la fuerza.”

“Señor caballero, por favor reconsidere antes de perseguir tal curso de acción imprudente. ¡Si sigue adelante, podría causar efectos perjudiciales sobre el Santo Grial que se está utilizando como catalizador!”

Sentada en la silla de montar, Guinevere expresó su opinión con una expresión preocupada.

Sin embargo, Lancelot se inmutó por sus preocupaciones. Con la esperanza de seguir avanzando mientras que Kusanagi Godou estaba comprando tiempo para ellas, era el momento de concluir las cosas con decisión aquí.

“¡Oh Minos, ofréceme una asistencia!”

El feroz dios con cabeza de toro dio un gran rugido de “¡OOOAAANNN!” en respuesta.

“Tú te convertiste en el pionero para atravesar este mar. Hoy cargo sucesivamente por el bien de este caballero y la amada niña. ¡Tú solamente necesitas apuntar a la salida del laberinto e ir adelante con la locura!”

Estas palabras componían la maldición.

¡La maldición se volvería violenta y feroz, tirando de los pelos para lograr el objetivo a cualquier precio…!

Los efectos fueron instantáneos. El falso Minos que se había manifestado en la forma de un humanoide con cabeza de toro, ahora se transformó en un toro por completo. Abandonando sus cualidades humanas, se había convertido en un dios bestia.

“¡¡QUOAAAAAAAANNNNNNN!!”

El Toro feroz Minos se precipitó como una estrella fugaz, volando a una velocidad asombrosa.

Pero a medida que el toro siguió cargando, una grieta se abrió adicionalmente sobre su cuerpo de vez en cuando. Esto se debió a que era un alboroto autodestructivo.

En cuestión de unas pocas docenas de segundos.

El Falso Minos había cruzado el mar laberíntico y explotó en una lluvia de fragmentos rotos.

Al mismo tiempo, el poder mágico que pesaba sobre el Mar del Diablo – la autoridad del Príncipe Negro Alec se disipó. A través del alboroto desesperado y el sacrificio, el Falso Minos finalmente había roto el laberinto.

“¿Cómo está el Santo Grial, amada hija?” “Básicamente bien. ¡Qué suerte…!”

La urna de oro flotaba en el cielo donde el falso Minos había explotado.

Guinevere informó después de una mirada superficial. Lancelot asintió en silencio en reconocimiento. El artefacto divino indestructible no podría haber sido dañado tan fácilmente.

“Entonces Excalibur puede seguir utilizándose.”

“Bueno, esta es un arma que fue revivida por la fuerza, después de todo, no va a seguir funcionando por mucho tiempo. No se debe utilizar, excepto en los momentos cruciales.”

La conversación tranquila se llevó a cabo con la vista de la bahía de Tokio presentada ante ellas.

La isla rocosa flotaba delante en soledad. Las rocas de formas extrañamente eran muy visibles, dando a la isla un aspecto muy distintivo. Esto era de hecho Avalon, el destino final de estas dos aquí.

Sin embargo, al igual que Lancelot tomó las riendas, listas para avanzar…

¡El poder mágico estalló desde el océano directamente por debajo! “¿¡Esta es una autoridad!? ¡La está haciendo Gascoigne!”

“¡Sir Caballero, mira el mar allí!”

Una esfera de color negra con un radio de veinte o treinta metros se sumergió en el mar.

La esfera estaba emitiendo un poder extraordinario. Era un pulso atractivo que pretendía arrastrar hacia abajo al mar el caballo blanco divino donde el dios de la guerra y la antepasada divina viajaban.

“¡Esfera mágica de la avaricia! ¡Esta es la autoridad de la atracción y compresión que Alejandro-sama ha usurpado de la bestia gigantesca Behemoth! ¡No es nada bueno, estamos siendo detenidas en ella!”

“¡Colocando un guardia de la puerta en la ubicación final de antemano, que planificación a fondo!”

El pulso atractivo publicado por la esfera sumergida inmovilizó al caballero volando en el cielo.

Lancelot pateó el vientre de su amado corcel, ordenándole galopar, pero no podía correr. El caballo divino trató de seguir las órdenes del caballero y estaba moviendo sus piernas con toda su fuerza. Normalmente, se podría poner en el aire como si pateara el suelo, galopando con gran velocidad. Pero ahora, las patas del caballo divino sólo estaban ondeando en el aire infructuosamente.

No sólo el caballo divino, sino que tampoco Lancelot ni Guinevere podían mover un solo dedo.

Ellos fueron inmovilizados por la autoridad de Alec para atraer metas y nunca liberarlos.

Lancelot convocó el poder mágico, tratando de liberarse de las restricciones de la autoridad, pero no funcionó. La fuente de esta fuerza de atracción, la esfera, en realidad se movía muy lentamente. Sin embargo, su poder de atracción era terriblemente grande en proporción inversa a su lenta movilidad. Incluso el blanco dios de la guerra no podía luchar gratuitamente.

“Gascoigne, piensa que en realidad creó esta cosa en el laberinto…”

En el instante en que Lancelot chasqueó los labios al darse cuenta de la trampa del Príncipe Negro…

Una silueta humanoide negra podía verse desde la esquina de su ojo. El perfil de una mujer madura con un par de alas blancas en su espalda. Desde la cintura para abajo, el cuerpo era serpentino mientras que había al parecer una cola de pescado, donde normalmente se encontraban los pies.

Un demonio grotesco estaba volando en su enfoque. Con esa velocidad y agilidad en el aire, realmente era volar como el viento.

Lancelot no podía ver cualquier parte de ella que no fuera su espalda. ¡Esta era sin duda la autoridad que Alec había usurpado de la diosa Melusina! En el mismo instante en que las atenciones del dios de la guerra fueron atraídas por el nuevo enemigo…

“¿¡Hmm!?”

La fuerza de contención desapareció de repente, sorprendiendo enormemente a Lancelot.

El pulso atractivo absorbiéndolas había desaparecido de repente. El caballo divino que había estado galopando con toda su fuerza se envió tambaleándose hacia adelante. Esto se convirtió en una abertura.

Ligero como el viento, la reina se acercó al instante.

¡Con el objetivo de la apertura expuesta por Lancelot y el caballo divino, la reina voló con sus alas de color blanco puro, agarró a Guinevere en sus brazos y se escapó!

“¿¡Sir Caballero!?”

Luciendo como una abducida, la antepasada divina trató de alcanzarle desesperadamente con la mano. Pero de inmediato, la fuerza de atracción de la esfera negra se reanudó una vez más.

El caballero y su amado caballo fueron encarcelados una vez más por la fuerza de atracción.

“¡Usted, creía que su objetivo era la amada hija!”

Lancelot rechinó los dientes y gritó mientras que su cuerpo permanecía inmovilizado.

Aparte de la vista posterior del secuestrador volando en la distancia, nada más podía ser visto. Esa dirección era hacia la “isla” que buscaban – Avalon. ¿Estaba regresando al lugar donde el Príncipe Negro estaba esperando?

“¡Prepárese para todo el galope!”

¡Era imperativo luchar para librarse de esta fuerza de atracción usando toda la potencia a la máxima velocidad! Lancelot decidió al instante.

“No hay otra salida que usar la velocidad máxima para liberarse. ¡Hay que escapar de esta jaula!”

Un rayo fue convocado desde las nubes tormentosas anteriores. Los destellos azul- blancos del rayo continuamente brotaron, golpeando al caballero y el caballo divino. El retumbar de un trueno persistió sin escalas, sacudiendo el cielo y el mar.

“Una vez llena de este poder, este caballero y el caballo deberán adoptar la forma de un meteoro blanco. ¡Amada Hija, por favor permanece incólume hasta entonces!”

Orando mientras que el trueno y el relámpago golpeaban directamente. Sin embargo, ¿esto iba a funcionar? Se preguntó con franqueza.

Utilizando el galope apuesto aquí probablemente produciría el mismo resultado que la lucha contra Athena la última vez. Lancelot podría agotar su poder divino y entrar en un estado de agotamiento, lo que dificultaría la lucha contra Alec. En comparación con el duelo con Kusanagi Godou, quería mantener el resto de fuerza de combate al mínimo. ¿¡Pero al hacer las cosas de esta manera lo estaba haciendo mal!?

–¡Bien! Las dudas de su monólogo interior fueron echadas a un lado.

Afirmando al instante su determinación, Lancelot continuó preparándose para el galope. Escapar de esta situación significaría también que la lanza divina Excalibur se podría utilizar. ¡En cualquier caso, esta arma tenía que quedarse en su propia mano!

El hermoso rostro de Lancelot no podía dejar de sonreír bajo ese casco blanco.

Era una sonrisa temblando de placer en la anticipación del duelo que se acercaba y la despedida.

Mientras tanto, Alexandre Gascoigne…

Al dejar al maldito Kusanagi Godou a sus amantes para que lo manejaran, Alec se había convertido en un rayo y se fue volando.

Entrando en el Mar del Diablo de esta manera, Alec instantáneamente podía viajar a las profundidades del laberinto como el maestro del mismo. En este caso particular, era el lugar de la isla flotante.

Después de haber usurpado la autoridad laberinto de Minos hace ocho años, estaba totalmente acostumbrado a las formas de utilización del mismo.

Esta era una autoridad de la creación que podría materializar un laberinto tal como imaginaba.

No sólo podría modificar edificios por encima o bajo tierra, sino que también podría convertir lugares en bosques misteriosos o nieblas desconcertantes que no podrían salir una vez introducida, con todo tipo de variaciones, como el Mar del Diablo creado este momento. Sin embargo, estaba la restricción de que esta autoridad no podía ser reutilizada hasta que hubiera transcurrido un mes después de cada uso…

Sin embargo, Alec no había regresado al Mar del Diablo.

La “isla” y el laberinto eran una trampa para separar a Lancelot de Guinevere.

El dios de la guerra, quien era lo suficientemente fuerte solo ahora estaba armado con Excalibur. Además, Guinevere aún sostenía la carta de triunfo en particular.

Dividir y conquistar sería la estrategia adecuada.

Con este fin, ya había elegido el escenario de antemano cerca de la Isla Flotante.

–Durante el período Meiji, con el propósito de proteger la capital imperial de Tokio, los militares japoneses de edad habían construido tres puestos de avanzada de la isla en el mar de la costa de Cabo Chiba Futtsu. Estas fueron las Fortalezas de Mar Uno, Dos y Tres. (Qué original por dios xd)

Alec había elegido la Fortaleza de Mar Dos.

Esta era una isla deshabitada bajo la dirección de la Guardia Costera, donde estaba prohibida la entrada civil.

El faro, todavía en uso, era alimentado por baterías solares. Al parecer, el entrenamiento de extinción de incendios también se llevaba a cabo aquí a veces. Teniendo en cuenta que la pequeña isla contenía poco más que ruinas y escombros, Alec podía alborotar aquí sin ninguna preocupación.

Volando a la velocidad del rayo brevemente, pudo ver la isla por debajo de él.

Aterrizando, retomó su forma humana y llamó a la [reina]. Aparte de la cara oculta de la restricción, ella era una sierva conveniente de hecho, y un tesoro bastante precioso de muchas maneras.

Él le dio órdenes para capturar a Guinevere. En el Mar del Diablo, ya había establecido la esfera Behemoth de antemano. Esto fue en la preparación para el momento en que la autoridad del laberinto se disipara.

Diez minutos y pico después, la [reina] finalmente regresó.

Una belleza de otro mundo por encima de su cintura, pero la parte inferior del torso era una especie de hibrido entre pez y serpiente, con alas en su parte posterior–

La hembra grotesca familiarizada estableció en el suelo a la chica que había estado llevando en sus brazos, y luego extendió sus alas y emprendió el vuelo. Como si estuviera haciendo una salida avergonzada de su apariencia. Su cara debió haber sido vista mientras que estaba secuestrando a Guinevere.

“Es la última vez que nos reunimos como en los viejos tiempos, Guinevere”. “Tal descripción es solamente apropiada para una reunión entre los amantes.

Incongruente con su titulo de príncipe, la Alteza aún no tiene idea de cómo tratar a una dama.”

Guinevere le respondió a Alec con un resoplido hosco.

“Haber sido invitada a este tipo de lugar cuando la ubicación del ‘Rey del Fin’ por fin está al alcance… Y ser separada de mi caballero así, ¿qué cosa en la tierra es lo que quieres?”

“En verdad, nuestra relación no es tan carente de intimidad. ¿Sabes cuántos incidentes se han causado como resultado de tu incapacidad para dejar de lado tu obsesión con tu pasado amo? Me he cansado de tratar contigo.”

Alec deliberadamente posó con familiaridad.

Sin embargo, la sonrisa en la comisura de sus labios se visualizaba el egoísmo despiadado.

“Entre los que han perdido la vida en tus esquemas y tus antepasadas divinas compañeras, muchos eran mis amigos y subordinados. Es hora de que pagues las deudas que les debes… Ah, sí, por cierto, también está esa mujer que empeoró su estado de salud con el fin de sellar lejos aquel Arturo que llamaste”.

Las memorias relativas a sus ocho años de conflicto se volvieron a despertar.

Guinevere había sido simplemente una bruja que acosaba a Alec, aunque molesto, probablemente no estuviera tan concentrado en eliminarla. Similar a la forma en que toleraba a esa princesa…

“Pero no hay tal regla que diga que la bruja reina no tiene que pagar sus deudas. Sólo estoy haciendo un poco de tiempo como un cobrador de deudas. Lo siento, pero ¿podría por favor disfrutar este pequeño deseo deliberado?”

“Usted revivió Avalon para esto…”

El hermoso rostro de muñeca antigüa fue distorsionado con saña mientras qie miraba a Alec.

“¡No sólo se enteró del lugar donde dormía Maestro ante nosotros, sino que configuró una trampa descarada en su lugar, e incluso separó a Guinevere del señor caballero, hay que imponer algo como una explicación! ¡Alexandre-sama, realmente eres lo peor!”

“Al igual que tú, estoy en un estado de ánimo como regaño, pero es mejor que no actúe en él.”

Alec desestimó la acusación de la Antepasada Divina con una sonrisa sardónica en gran medida.

“Ahora hay que tomar una decisión. ¿Vas a encontrar una manera de escapar, evitando el riesgo a pesar de que el ‘Rey del Fin’ se encuentra delante de ti? ¿O vas a jugar tu última mano en una oferta por todo? Uno o el otro”.

En el pasado, Guinevere seguramente habría tomado lo primero.

Y luego esperar el rescate de Lancelot. Puesto que las cosas habían llegado a esto, Alec no podía dejar que las cosas fueran mal en el último momento.

Sin embargo, atrapada en esta situación actual, ¿qué haría?

¿Iría con su vida restante a buscar al “Rey del Fin” o no? ¿Cuál sería?

Al ver la figura linda de Guinevere comenzando a expandirse, Alec sonrió. Muy bien, entonces hizo esa elección. Yo te entretendré hasta el final.

El cuerpo de muñeca de la hermosa chica estaba cubierto de escamas de color blanco plateadas que se expandieron.

El vestido negro formal que se parecía al ajuar funerario fue destrozado en un instante.

Las garras largas y afiladas surgieron desde las puntas de sus cuatro extremidades. Las alas brotaron desde su espalda. Su hermoso rostro se había vuelto despiadado y reptil. Pero en lugar de ferocidad, la cara todavía llevaba a una sensación de solemne dignidad–

Esta era la forma de un dragón. La Bruja reina Guinevere finalmente había usado su carta de triunfo como un antepasado divino. Liberando el sello de dragones y serpientes, ella recuperó temporalmente su ex divinidad como diosa madre tierra.

Sin embargo, el precio era la vida restante de Guinevere.

Las chispas aparecieron en todo Alec. Utilizando la velocidad divina, se preparó para una conclusión con su enemigo mortal.