Jimi na Kensei (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Asunción

Parte 3: Sapo

Y así, la guerra entre el Reino de Arcana y la República de Domino llegó a su fin. También era seguro declarar que el conflicto entre el antiguo y el nuevo régimen dentro del propio Domino había terminado. Dado que supuestamente había sido una guerra total entre dos países soberanos, había llegado a su fin sorprendentemente rápido. Por supuesto, nadie podría decir que había terminado con poco costo.

Aun así, el Reino de Arcana había ganado efectivamente todos los Ocho Tesoros Sagrados y había puesto a Domino, un país similar en tamaño a pesar de su estado agotado, efectivamente bajo su control. Nadie podría llamarlo de otra manera que un gran éxito, e incluso el nacimiento de una superpotencia. Con el nacimiento de esta superpotencia, las noticias de sus mayores activos, los ases de las Grandes Casas, también resonaron en la región.

El que más sorprendió a los estados vecinos fue, por supuesto, el Castigo Divino, el Loco Marcado, Shouzo Kyoube, quien había revelado su poder al mundo por primera vez.

Ukyo, que de alguna manera había adquirido el Silo Caritativo de la Abundancia, Danua, incluso cuando perdió la guerra, también llamó la atención de sus vecinos. Sin duda, los gobiernos que lo rodean continuarían observando y viendo cómo reconstruye la agotada República de Domino.

Desafortunadamente para él, Saiga no ganó tanto renombre con la guerra. Fue un resultado comprensible, dado que lo único que hizo fue eliminar a los asesinos enviados a la finca Caputo.

Ahora, dejando de lado al Pensador, Shun Ukiyo, que no participó en el conflicto, nos quedamos con el Joven Apóstol de la Espada, Sansui Shirokuro. Como el primero de los ases, su nombre ya era conocido, pero esta secuencia de eventos también resultó en que fuera conocido específicamente por la atrocidad que cometió en nombre de su maestro. Si bien había sido conocido como un hombre con un carácter excelente, digno de ser llamado un apóstol de la espada, ahora también es conocido por ser excesivamente leal a la princesa malcriada de la Casa Sepaeda, infame por su arrogancia, incluso en comparación con los miembros de las otras Grandes Casas.

Ordenado por la princesa malcriada que los “decapitara”, Sansui siguió adelante y cortó las cabezas de todos los atacantes y, casi como para proporcionar una prueba de sus acciones, los hizo gallardear cerca de la capital del reino. Fue una demostración de lo que les sucedería a quienes desafiaran a la Casa Sepaeda. No es un mensaje para el enemigo, sino para la gente de Arcana. Ya sea que realmente creyeran o no que Sansui los mató a todos decapitándolos en el campo de batalla, era más que suficiente para mostrar hasta dónde estaba dispuesta a llegar la Casa Sepaeda contra sus enemigos.

“Hehehe… parece divertido”.

Al menos, todos entendieron ahora que los miembros más influyentes de la Casa Sepaeda respaldaban completamente a Sansui Shirokuro. Sus problemas llegan a un final abrupto y Sansui regresa a su rutina diaria inmutable. Los swings de práctica que había hecho durante quinientos años en el bosque profundo, copiando a su maestro, continúan en su vida en el mundo mortal. Cuando sale el sol para iluminar la propiedad de Douve, él está de pie afuera, balanceando silenciosamente su espada.

Incluso el observador más caritativo no llamaría feliz a su expresión. Si bien solía recibir expresiones de respeto u hostilidad, recientemente se han visto aumentadas por el terror y la curiosidad de quienes buscan vislumbrar algo aterrador. Todo esto se debe al galimatías, por supuesto. Ciertamente lamenta haber hecho su comentario descuidado, pero el problema probablemente se remonta incluso antes, cuando con tanta lealtad se tomó la molestia de decapitarlo todo. Someter esos cadáveres a tal humillación era algo inhumano, según los valores de Sansui.

Sabía muy bien que se había involucrado en un comportamiento atroz, incluso si fue por orden de otro, y ahora que su comportamiento era bien conocido, se había ganado la reputación de un carnicero inhumano. Si no hubiera sentido ni un poco de odio a sí mismo después de todo eso, habría habido un problema serio con su carácter como ser humano.

“Suspiro…”

Incluso cuando su estado de ánimo se hunde, sus cambios de práctica siguen siendo impecables. Si bien todo el asunto lo deprime, comprende que no es un problema particularmente grave. Los problemas relacionados con el origen de su hija adoptiva, Lain, se han resuelto casi por completo. Si todavía fueran un problema, no se permitiría practicar swings.

Sansui está, pues, completamente satisfecho con la solución política. Lo importante es que Lain está sana y feliz, y que tenga que contraer matrimonio por conveniencia política es un tema menor. Por lo menos, no es nada comparado con el hecho de que han evitado el peor caso posible de un gobernante soberano, uno que es dueño de Elixir y Dainsleif, viniendo después de ella.

Se rumorea que ese Sansui, el Apóstol de la Espada, es un individuo despiadado, dispuesto a ir a extremos inhumanos, es un tema aún menos importante. No es como si quisiera ser un hombre santo, o incluso realmente el Apóstol de la Espada. Bueno, tal vez no sea del todo insignificante. Una cosa es que Sansui sea visto de esa manera, después de todo, pero otra cosa es que su hija Lain sea vista de la misma manera.

“… Todavía no es un gran sentimiento”.

Cuando es honesto al respecto, no le gusta mucho. Incluso si de hecho los decapitó, sigue siendo desagradable pensar en tener sus cabezas alineadas para exhibirlas de esa manera. El mismo Sansui no disfruta siendo el objetivo de todos estos rumores, incluso sin que ninguno de ellos involucre a Lain. No se atreve a culpar a Douve, que ordenó las decapitaciones, ni a Lord Sepaeda, que llevó a cabo el lio.

Lo había pensado varias veces, pero concentrarse tan intensamente en decapitar a sus oponentes en combate había sido, en sí mismo, una distracción inútil, y no había tenido necesidad de demostrar ese desperdicio. Debería haberlos desechado limpiamente. Seguro, probablemente le habrían dado un sermón al respecto, pero todo habría terminado ahí. Incluso Douve probablemente no lo habría castigado por matar al enemigo sin decapitarlo.

“Tsk. Debería haberlo sabido mejor “.

Debería haber podido ver venir esto. Después de todo, esto es lo que significa hacerse una reputación como espadachín en el mundo mortal. Dado que todo esto había surgido de actuar de acuerdo con los deseos de su empleador, solo necesitaba aceptarlo y seguir adelante. Dejar que esto le molestara tanto simplemente significaba que no lo había pensado lo suficiente. Esencialmente, significa que el propio Sansui todavía tiene mucho que aprender. Tomando nota de esto para sí mismo, Sansui detiene sus prácticas de swing.

“Ahí.”

Baja su espada de madera, pero no la vuelve a meter en su faja, girando su cuerpo hacia una dirección particular. Un latido después, una intensa hostilidad se apodera de Sansui.

“Veo que no tengo la intención de ocultar tu intención. No hace falta ser un Inmortal para notar esta cantidad de agresión cruda canalizada directamente hacia mí”.

Aun así, Sansui no muestra signos de verse afectado, luciendo completamente tranquilo.

“Francamente, verte de lejos fue una decepción. Pareces demasiado sencillo para un hombre que alineó todas esas cabezas. No parecía muy diferente de los viejos de casa. Parece que eres un hombre corriente”.

No es una fachada; realmente no le molesta. Al comprender eso, los miembros del grupo que aparecen frente a Sansui sonríen.

“Entonces, eres el segador. Pensé que serías más alto”.

De pie frente a Sansui hay cinco mujeres jóvenes. Cada una está usando diferentes atuendos, pero cada conjunto de atuendos está claramente destinado a usarse en artes marciales, similar al kimono de Sansui. El hilo común que los une a todos es que están desarmados.

“¿El segador? ¿Yo, supongo?”

“No te hagas el tonto. Vimos lo que hiciste”.

Las jóvenes parecen estar preparándose para desafiar a Sansui aquí y ahora. No están aquí para programar un duelo para más tarde, sino para comenzar de inmediato. Aunque ninguno de ellos tiene armas, el propio Sansui tampoco está bien armado, pero al menos tiene una espada de madera. Es un poco decepcionante en lo que respecta a las armas, pero aún es más que suficiente para matar a un oponente. A pesar de eso, Sansui no baja la guardia.

Todos tienen auras diferentes, unas que nunca antes había sentido.

Hay una buena razón por la que no puede bajar la guardia. Si bien hay cinco de ellas, una en particular tiene un aura mucho más impresionante que el resto. Los otros cuatro no son simplemente pequeños en comparación; más bien, la diferencia es lo suficientemente grande como para que uno pudiera perderlos de vista por completo a su sombra.

“Vimos lo que hiciste con tus supuestos atacantes. Hiciste todo eso tú mismo, ¿no? No es exagerado llamarte el segador”.

El único que habla es el que tiene el aura abrumadora. Ella también es la que dirige toda esa hostilidad en dirección a Sansui.

“Suponiendo que no todo sea una gran mentira…”

Cabello largo y plateado que se ondula a pesar de la falta de viento… El cabello deja una impresión abrumadoramente fuerte en esta joven recién salida de la adolescencia. Su expresión es como la de una bestia, sedienta de sangre.

La mujer de cabello plateado se agacha, juntando los puños con las manos. Sansui responde adoptando una postura intermedia.

“No soy un hombre entretenido, pero trato de comprender lo que los demás quieren de mí”.

No necesita leer su aura para saber lo que quiere.

“Ya veo, ya veo… Me alegro de escuchar eso. Me preocupaba que te lanzaras a un regaño, como un viejo fósil”.

“Los regaños son para después de la pelea, no antes”.

“Hrmph… supongo que este tipo de compostura es de esperar del mejor guerrero de este reino”.

La mujer de cabello plateado parece ser la única que se enfrentará directamente a Sansui. Los otros cuatro ni siquiera dan un paso, observando el duelo con expresiones confiadas en la victoria.

“¡¿Pero serás capaz de mantener esa compostura frente a la muerte?!”

La distancia entre Sansui y la chica es más que suficiente para hacer la conversación un poco difícil.

La mujer de cabello plateado comienza a correr, cubriendo fácilmente esa distancia.

Ella es rápida… Un arte poco común centrado en la mejora física, al parecer.

Sansui bloquea los ojos con la chica de cabello plateado justo cuando golpea con su puño endurecido. A pesar de su velocidad, claramente tiene el control de sus movimientos, mientras que Sansui ya ha terminado de leer sus intenciones.

Pero eso no es todo. Sus movimientos están bien coordinados. Muy diferente de Saiga.

Sansui se hace a un lado justo antes de que la mujer se abalanza hacia adelante, esquivando su ataque. A lo largo de todo este proceso, Sansui continúa con sus observaciones.

No solo está mejorando sus habilidades físicas, sino también sus sentidos.

La mujer no parece ni remotamente sorprendida de que Sansui evitara su ataque. Al pasar junto a Sansui como una flecha en vuelo, una vez más se abre distancia de Sansui y se da la vuelta para enfrentarlo.

“¡Lo evitaste perfectamente! ¡Hahaha, eso es lo que esperaba!”

La esquivó, no por reflejo, sino después de haber leído completamente sus movimientos. La mujer de cabello plateado se ríe precisamente porque entiende esto. Sin embargo, incluso entonces, confía plenamente en su victoria.

No es solo ella. Los cuatro miembros de su séquito también mantienen la compostura.

“Pero parece que evitar mis ataques es lo mejor que puedes hacer. ¡Por eso, a pesar de saber exactamente lo que estaba haciendo, no pudiste atacarme!”

Incluso cuando la mujer de cabello plateado afirma con confianza su superioridad, Sansui se vuelve hacia ella sin decir palabra. Mantiene su postura intermedia, sin mostrar signos de miedo o de perderse en la intensidad de la batalla.

“¡Eres lento! ¡Incluso si puedes leer mis movimientos, tu cuerpo no se mantendrá al día!”

Sus observaciones son correctas. Sansui una vez usó un golpe de su espada de madera contra un ataque de Saiga, mientras que este último fue mejorado por Spirit Summoning. Pero él comprende que intentar eso contra la mujer que tiene enfrente solo resultará en un fracaso. La razón es como ella dijo. Esquivar es lo máximo que puede manejar.

“¡Eres fuerte! ¡Nadie había podido leer mis movimientos antes de esto!

¡Pero soy mucho más fuerte que tú!”

Sansui no niega esto. En cambio, se queda callado y mantiene su postura.

“Habiendo luchado contra ti, este reino es el más fuerte, ahora estoy segura… de que yo… ¡soy la más poderoso del mundo!”

La mujer de cabello plateado se lanza de nuevo. Esta vez, en lugar de intentar matarlo de un solo golpe, pretende acortar la distancia y hacer uso de una serie de ataques. Por lo tanto, ella lo derribará con una furiosa ráfaga de golpes que él no podrá esquivar, incluso si sabe que vienen. Esa es la táctica que elige.

“Flash Step”.

Sansui desaparece repentinamente de su línea de visión. No puede entender lo que acaba de pasar, y no es la única. Las otras cuatro chicas que vieron la pelea también perdieron de vista a Sansui.

“Ki Wave”.

Sansui aparece justo al lado de la mujer de cabello plateado, agarrándola por la cabeza con la izquierda y bajándola con un Ki Wave. Aún con su espada de madera sin usar, la derrota con una mano.

“Ah…”

Perdiendo el conocimiento, la mujer de cabello plateado se derrumba en el suelo antes de darse cuenta de lo que sucedió.

“Puedo ver por qué estabas tan segura”. Mirándola, Sansui ofrece su evaluación.

“Tienes bastante talento, lo admito, pero simplemente te falta el entrenamiento para vencerme”, le informa en voz baja a su oponente que no lo escucha.

Pero, por supuesto, las otras cuatro pueden escuchar lo que está diciendo. Incluso si no pueden entender el significado de sus palabras, saben que Sansui todavía está de pie, mientras que la chica en la que pusieron su fe yace en el suelo.

“… ¡Ran!”

Alguien llama a la chica de cabello plateado por su nombre. Todos aprietan los dientes y adoptan posturas de lucha desarmadas.

“¡No te saldrás con la tuya!” “¡Te derribaremos!”

“No sé cómo lo hiciste, ¡pero debes haber hecho trampa!” “¡Tenemos que salvar a Ran!”

Contra estas cuatro, Sansui prepara su espada de madera. “Ustedes cuatro son…”

Tomando una postura, les informa en voz  baja de la realidad de la situación.

“…Débiles.”

Las cuatro son fáciles para él.

Esos fueron los eventos que ocurrieron temprano en la mañana. No fue un incidente particularmente inusual para Sansui, y no fue algo por lo que valiera la pena armar un escándalo. Por lo menos, no valía la pena hacerlo en ese momento. Después de todo, no es como si se hubieran desbocado. Todo lo que las chicas habían hecho era desafiarlo como guerreros. Sansui no es tan arrogante como para castigarlos solo por eso.

Sansui no se molesta en matar o capturar a las cinco chicas, simplemente dejándolas fuera de la propiedad. En cambio, se dirige a los campos de entrenamiento al aire libre cerca de la Academia, para poder completar su instrucción matutina y entrenar con los retadores.

“Mis disculpas a todos ustedes, pero tengo recados que hacer en la capital esta tarde. Me temo que no podré asistir a la sesión de la tarde”.

A pesar de su posición como instructor, Sansui tiene una actitud casi obsequiosamente humilde, pero nadie lo subestima por eso. Después de todo, recientemente se había enfrentado a una gran cantidad de espadachines altamente motivados con solo sus propias técnicas de espada, lidiando con ellos no solo sin sufrir una lesión, sino sin siquiera aumentar su ritmo cardíaco. Lo más inusual de Sansui es el hecho de que puede aferrarse a su yo ordinario en todas las circunstancias, independientemente de a quién o cuántos pueda enfrentar a la vez.

“Regresaré temprano en la noche, así que si alguien necesita algo de mí, pídales que esperen hasta entonces”.

Hasta este punto, todo ha sido una comunicación de rutina. Por lo general, aquí es donde termina, pero Sansui tiene más que agregar hoy.

“Esta mañana, un grupo de cinco mujeres jóvenes me atacó. Todas iban desarmadas y cada una de ellas usaba nuevas y desconocidas Artes Raras. Las dejé fuera de combate, pero no las detuve, por lo que pronto pueden llegar aquí”.

Las artistas marciales femeninas son en sí mismas un poco raras, pero mucho más extraño es el hecho de que cada una de las cinco practica un Arte Raro diferente y desconocido. Si bien el término “Arte Raro” se usa en el Reino de los Arcanos, la realidad es que el misticismo y los maleficios fueron, durante mucho tiempo, las únicas formas conocidas.

Más recientemente, han confirmado la existencia de otras Artes Raras, como la invocación del espíritu mágico y la invocación de las sombras, junto con las artes inmortales de Sansui, pero encontrar cinco más a la vez es un descubrimiento notable.

“Cuatro de ellas tenían habilidades moderadas, pero había uno en particular que tenía mucha práctica. Hagas lo que hagas, no los ofendas y diles que esperen a que regrese”. Dice, informando así casualmente a los presentes que, si bien no son una amenaza para él, lo son para todos los demás presentes.

“La chica llamada Ran es bastante fuerte, así que ten cuidado”.

Dar una advertencia tan seria a un grupo que incluye guardias reales de incógnito… Eso significa que ella es, al menos, más fuerte que un guardia real. Que él fuera capaz de lidiar con ella tan fácilmente hace que los presentes se pregunten cuánto más adelante está Sansui en términos de habilidad.

La mayoría de los presentes no pueden presentar ninguna queja por sus palabras, por lo que simplemente aprietan los dientes y aprietan los puños. Sansui no parece particularmente molesto por esto, sin embargo, y comienza a dirigirse hacia la capital.

Los que permanecen en el campo de entrenamiento comienzan sus lecciones de la tarde tal como lo hicieron con sus rondas matutinas. Aun así, el entusiasmo entre el grupo abarca toda la gama. Hay quienes no están tan motivados, debido a la ausencia de Sansui, mientras que otros encuentran motivación en el hecho de que Sansui mostró preocupación por ellos, y hay otros que están motivados por razones que no tienen nada que ver con Sansui.

Después de todo, la hija y heredera de la Casa Batterabbe está presente hoy. Mostrar cualquier falta de motivación frente a ella bien podría significar perder una oportunidad que podría llegar en cualquier momento.

“¡Es tan grosero! Sansui se está volviendo un poco lleno de sí mismo, ¿no te parece?”

Happine Batterabbe, que no les paga a quienes intentan mostrar entusiasmo en su presencia, está furiosa. Esto se debe a que Sansui parece estar dando por sentado al hombre que será su futuro esposo.

Dado que ambos son ases de las Cuatro Grandes Casas, no estaría de más decir que dejará las cosas en manos de Saiga. Muestre un poco de confianza en su propio aprendiz, o algo así.

“¡Quiero decir, vamos, apuesto a que al menos la mitad de esas cabezas fueron cortadas por los caballeros de la Casa Sepaeda!”

“Eso no tiene sentido, Lady Happine. Además, incluso entonces, significaría que decapitó a más de doscientas personas por su cuenta”, responde Zuger, incluso cuando ella se aleja un poco de Happine.

“¡D-De todos modos! ¡Saiga es fuerte, así que debería seguir adelante y luchar contra todas esas mujeres si aparecen!”

“Vamos, vamos, Happine… Si quieren pelear contra Sansui, entonces no tiene sentido que me involucre”.

A Saiga le gustaría estar de acuerdo con Happine, naturalmente. Sin embargo, piensa que no escuchar a Sansui sería una señal más grande de sus defectos que cualquier otra cosa. Además, una cosa sería si se le permitiera matarlos, pero no está seguro de poder tener éxito si necesita derrotarlos y al mismo tiempo reprimirse. Definitivamente puede ganar si usa Eckesachs, pero existe una gran posibilidad de que los mate en el proceso.

“¡Estoy en contra de cualquier pelea!”

Zuger, ya reservado para empezar, interviene para contener a Happine.

“Sé que hay momentos en los que es necesario pelear, ¡pero no creo que ese sea el caso aquí!”

“Zuger, tienes razón. Sin embargo, hay ocasiones en las que uno simplemente no puede correr. Sería problemático terminar acorralado porque uno está demasiado concentrado en escapar”, dice Sunae, trabajando para calmar la agitación de Zuger.

“Supongo que es cierto, pero…”

Incluso teniendo en cuenta su propia personalidad, Zuger todavía es consciente de que hay oponentes que hacen que sea difícil evitar los conflictos.

“¡Entonces ve y mátalos para empezar! ¡Qué desconsiderado!” Happine dice enfadada.

Mátalos cuando tengas la oportunidad… bueno, es una perspectiva, sin duda. Sin embargo, parecía que Sansui se estaba arrepintiendo de su elección. Escuchar esas palabras envía un escalofrío por la columna vertebral de aquellos que practican swings. Para ellos no había nada de gracioso.

“¡Hahaha! Lady Happine, nuestro amo es un hombre que prefiere no matar si puede evitarlo. Por eso lo respetamos tanto”.

Continuando con su práctica de swings, Tahlan intenta reírse. ¿Ha notado siquiera que su lógica se aplicaría con Saiga, quien lo dejo ir sin ser asesinado en tres ocasiones distintas? La única razón por la que está vivo es por la caridad de Sansui, y nadie habría culpado a Sansui por matarlo.

“… ¿Hm?”

Eckesachs, en su forma humana, siente una presencia que se dirige hacia la academia. Está subrayado por una enorme intensidad y deja escapar una voz lejos de la humana a medida que se acerca.

“¡Graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagh!”

Una chica de cabello plateado suelta un aullido demente, corriendo con toda la intensidad de un depredador carnívoro. La mayoría de los que practican se detienen a mitad del swing para mirar.

La niña derrotada por su maestro regresa así.

Aquellos agradecidos por la advertencia de su maestro, y aquellos que piensan que tal vez podrían manejarla con su fuerza recién adquirida, todos hacen una pausa, retrocediendo ante la vitalidad que desborda de la chica de cabello plateado. Es fácil ver que ella es una fuerza poderosa.

“¡¿Dónde está ese bastardo?!”

Casualmente noqueada, derribada y dejada viva, luego abandonada. Esos eventos parecen haber pisoteado completamente su orgullo, así como su imagen de sí misma como una de las fuertes.

“¡Sal, segador!”

“¡C-Cálmate!”

“¡Sí, vamos a calmarnos!”

“Por favor, hay gente aquí”.

“Entiendo cómo te sientes, pero… No.”

Cinco mujeres jóvenes buscan a Sansui mientras se pelean entre ellas. “Oh, ¿son ustedes los artistas marciales que mencionó Sansui?”

Al escuchar el eco de las voces en la propia academia, la máxima autoridad de la academia, la Regenta, aparece apresuradamente en el campo de entrenamiento. Las cinco portadoras de Artes Raras mencionados por Sansui… La Regenta estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para aferrarse a ellas.

“¡¿Dónde está ese bastardooooooooooo?!”

“Vamos, vamos, cálmate… ¿Qué tal un poco de té? ¿O quizás algo de comer?”

Aquí, la diferencia en la pura experiencia se muestra. Eso o el olor de los platos sobrantes del almuerzo es más de lo que sus estómagos hambrientos pueden soportar. Frente a la comida traída por la Regenta, las chicas se calman y terminan comiendo en una mesa puesta en el campo de entrenamiento.

Pan y estofado… Las chicas se sienten atraídas por el delicioso aroma y comienzan a comer. Todos los presentes los miran con cautela mientras comen. Mientras tanto, Eckesachs parece estar estudiando cuidadosamente su ropa.

“¡Mas por favor!”

“Sí, sí, hay suficiente para todas”.

Querer alimentar a los jóvenes es, quizás, instintivo para los ancianos. La chica de cabello plateado se está metiendo comida en la boca con atención, pero desde el punto de vista de la Regenta, todavía no es tanto.

“…Muchas gracias.”

“No se preocupe. De todos modos, son todas las sobras”.

La Regenta echa otro buen vistazo a las chicas. Aparte de Ran, tienen cabello castaño y piel bien bronceada. Ella señala que probablemente esto sea menos una característica étnica que simplemente ser de un entorno que involucró mucho trabajo al aire libre.

“Eso es, debí haber perdido porque tenía hambre. ¡Si me hubiera molestado en comer, no habría perdido con eso…!”

El cabello plateado se ondula. La chica todavía arde con el deseo de luchar contra Sansui, el cabello se mueve solo por su pura intensidad. A modo de contraste, las otras personas presentes la miran con cálida diversión. Habiendo perdido una vez contra Sansui, seguirá perdiendo contra él, sin importar cuántas veces ofrezca un desafío.

“Bueno, entonces, ¿de dónde son todas ustedes?”

“… Un pueblo escondido separado del resto del mundo”, responde una de las chicas. Evitan usar nombres específicos, pero parece que son residentes de un valle secreto.

“Somos residentes de ese pueblo escondido y durante mucho tiempo hemos evitado el contacto con el mundo exterior”.

“Hemos pasado generaciones practicando y transmitiendo nuestros propios estilos de artes marciales”.

“Pero comenzamos a preguntarnos… Quizás nuestra reputación de estar invictos durante los últimos mil años se debe simplemente a que no hemos peleado con nadie”.

“Y luego… Ran nació. La artista marcial definitiva, con el mismo cabello plateado que el legendario fundador de nuestra aldea”.

Quizás contenta por ahora, la chica de cabello plateado, Ran, deja de comer. Ella comenzó a expresar sus sueños. Su mirada habla de una ambición sin fin.

“Nací en un pueblo escondido que se promocionaba como invicto durante los últimos mil años. Nací con la máxima fuerza, a pesar de no haber aprendido ninguna de las artes tradicionales. No queda nadie en ese pueblo que pueda derrotarme. Por eso dejé el pueblo”.

Tiene un sueño brillante que no se verá frustrado por una sola derrota, y parece que los otros cuatro también creen en ese sueño.

“Voy a ser la más fuerte del mundo. ¡Voy a demostrar que soy la mejor guerrera en este gran mundo!”

“¿Eres tonta? Ustedes cinco ya perdieron contra Sansui,” dice Happine con bastante frialdad.

La realidad es que la pelea con Sansui demostró que Ran no es el más fuerte. Aun así, Ran sonríe, confiado en la victoria.

“Si peleo con él de nuevo, definitivamente puedo vencerlo. Haré que se arrepienta de no haberme matado…”

“¡Así es! Ran es una poderosa artista marcial, una al que ni siquiera las cuatro juntas podemos vencer”.

“Si puede luchar contra él de nuevo, definitivamente lo superará”.

“Ran, la mejor artista marcial, es la razón misma de la existencia de nuestra aldea”.

“Ella es el resultado de generaciones de esfuerzo por superar las limitaciones humanas”.

Las cinco confían en la victoria en el próximo encuentro.

Es entonces cuando Eckesachs hace su pregunta, algo que ella necesita confirmar con ellos.

“Ustedes cinco… ¿son de la Villa Tempera?”

Al escuchar esas palabras, las cinco se congelan y miran a Eckesachs. Habiendo dicho el nombre en voz alta, uno del que nadie más había oído hablar, Eckesachs asiente para sí misma.

“Como pensaba… Entonces, los sobrevivientes de ese pueblo lo reconstruyeron”.

“¿De qué estás hablando, Eckesachs?”

“Mi Maestro, Villa Tempera era un pueblo escondido que se había ganado la reputación de ser la colección de los artistas marciales más poderosos de la región hace unos dos mil años. Tenían muchas líneas de sangre con talentos para diferentes Artes Raras, y desarrollaron artes marciales para aprovechar esos talentos. La palabra local era evitar causar problemas con los artistas marciales de Tempera”.

La espada, ella misma de varios miles de años, comienza a recordar y a asentir para sí misma. Al escuchar las palabras “hace dos mil años”, muchos de los presentes pudieron imaginar fácilmente lo que vendría después.

“Entonces, mi entonces portador fue al pueblo y luchó contra los jefes de las diversas artes. Por supuesto, ganó, pero estaban enojados… Muchos de los residentes se negaron a dejarlo ir y lo atacaron y, por supuesto, él simplemente los derrotó también. Nunca más nos detuvimos en esa tierra. Pero, imaginar que esa aldea produciría un Marcado… “

Los residentes de la aldea proclaman con orgullo mil años de estar invictos… La impactante verdad que les dicen es que su aldea estuvo a punto de desaparecer hace más de mil años. Bueno, no es exactamente una mentira decir que han estado invictos durante mil años si su última derrota ocurrió hace más de mil años.

“¡¿Esa chica está Marcada?!”

“Ya veo, es como dicen las leyendas…”

Sunae y Tahlan miran a Eckesachs con sorpresa. No habían reaccionado al nombre de Tempera, pero parecen familiarizados con el concepto de Marcado. Tragan saliva y miran a Ran con recelo.

“¿Marcado? ¿Qué es eso?”

Con muy poco conocimiento de este mundo, Saiga decide preguntarle a Eckesachs. Pero parece que los Arcanianos y las cinco de la Villa Tempera tampoco han oído hablar del término “Marcado”. Muchos de los presentes dirigen su atención a Eckesachs, incluida la propia Ran.

“En esta parte del mundo se les llama berserkers, creo. Esencialmente, es un usuario de Artes Raras, y además uno nato”.

Eckesachs tiene una enorme experiencia en combate y, como tal, sabe bastante sobre la mayoría de los temas relacionados. Mientras una Regenta muy emocionada toma notas, ella continúa explicándole a la mujer de cabello plateado.

“Al igual que las otras Artes Raras, una de cada mil nacimientos más o menos, están aquellos que nacen con un poder conocido como la ‘sangre malvada’. Ahora, no todos se vuelven Marcados. Solo los más poderosos de aquellos con ‘sangre malvada’ eventualmente desarrollan ese poder sin instrucciones de nadie más”.

El as de la Casa Caputo, Shouzo Kyoube… Cuando decidió usar magia, pudo usarla instantáneamente, a pesar de su falta de instrucción. Si bien existe una diferencia de magnitud, aquellos con dones extremadamente poderosos pueden manifestar naturalmente sus poderes de vez en cuando. Un marcado se refiere al estado en el que se manifiestan los superdotados entre los malvados.

“Cuando el talento de uno con la ‘sangre perversa’ es demasiado fuerte, se vuelve extremadamente sensible a los desafíos, permanece en un estado constante de emoción y continúa luchando en el campo de batalla hasta que expira. Por eso se les conoce como los Marcados o berserkers”.

Al escuchar esas palabras, la Regenta no pudo ocultar su emoción. ¡Hay un berserker salido de las leyendas frente a ella! Esto fue algo para celebrar.

“Oh, Dios mío, y su cabello es plateado, como dicen las leyendas”.

“En efecto. En esencia, ella es simplemente una portadora de un Arte Raro. No es que sea algo sobrehumano. Hay un buen número de ellos fuera de la Villa Tempera. Son raros”.

Al escuchar esas palabras, a los cinco se les muestra lo poco que saben del mundo exterior.

“Dentro de una gran población, hay una mayor probabilidad de que nazca un Marcado. La razón por la que los Marcados no son conocidos en la Villa Tempera debe ser porque ninguno nació allí, probablemente debido a su pequeña población, y porque ninguna de las historias les llegó del exterior”.