Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 10

Capitulo 7: Preocupaciones

Episodio 11: Fin De Semana De Tres Días, Día 3

En la mañana de mi último día libre del fin de semana, estaba parado cerca de la entrada de las minas abandonadas.

“¡Ahí está!”

Vi un carruaje que venía hacia mí, por el camino que conducía a Gimul. Ver a Lilian y Hudom confirmó mis suposiciones. Saludé al carruaje para hacerles saber dónde estaba y les mostré un lugar de estacionamiento adecuado. Luego, Fina, María y Jane salieron del carruaje; Rápidamente los saludé.

“Buenos días a todos. Gracias por venir hasta aquí.”

“¡Vaya, cómo pasó el tiempo!”

“Este es un carruaje bastante encantador”.

“El del pueblo es mucho más destartalado que esto”.

“Así lo veo. Parece un trabajo realmente agradable” observé. El carruaje era uno de los tres que había visto aparcados antes en el solar vacío junto a la tienda; dado que traía a mis invitados de la casa del duque, lo había considerado un carruaje decididamente de alta gama.

“¿Agradable? Es una obra excepcional”.

“Ya lo sospechaba, Hudom”.

“El duque simplemente lo iba a tirar. Por favor, llámenos cuando lo necesite.”

“Gracias.”

Increíblemente, este carruaje (junto con otro) me lo habían prestado. Aparentemente, Reinhart me dejó un mensaje, en el sentido de “espero estar muy ocupado a su debido tiempo”, y que esto probablemente me ayudaría a moverme un poco más fácilmente. Por eso estaba usando uno para un recado personal. Por supuesto, el transporte gratuito y la asistencia del duque no era todo lo que tenía que agradecer.

Mientras estuve fuera dos noches antes, no solo todos mis empleados (salvo Carme) cuidaron a los niños de al lado, sino que también estaban allí para saludar al maestro del gremio y a los empleados del duque. Más tarde me pidieron una explicación por mi ausencia, así que les di una, solo para que ellos también ofrecieran su ayuda allí. Acepté felizmente, y hoy, estaban aquí conmigo para aprender los conceptos básicos de la agricultura de las tres niñas granjeras.

“Gracias de nuevo por venir aquí en tu tiempo libre”.

“¡Ha ha! ¿Por qué tan rígido?”

“Te lo debemos, después de todo lo que has hecho por nosotros. Es lo menos que podemos hacer.”

“Yo, por mi parte, estoy simplemente feliz de poder devolverte el dinero por un cambio. Pero, ¿qué pasa con tu repentino interés en la agricultura?”

“Oh, supongo que aún no te lo he dicho…” Le expliqué cómo la agricultura aparentemente ayudaría a mejorar la delicadeza de mi magia de madera. Por supuesto, la parte acerca de que el dios de la agricultura es el que me dio una pista sobre ese era mi pequeño secreto.

“Ya veo. Eso tiene sentido.”

“¿Estás seguro de que nos quieres cerca? La magia es un territorio totalmente desconocido para nosotros”.

“No te preocupes, Fina. Aprender el objeto del hechizo es crucial para aprender magia.”

“¿Ves? Hudom lo entiende” dije. Sacó las palabras de mí… Espera, ¿qué? “¿Eres un usuario de magia también?”

“Sí, pero estoy lejos de ser un profesional en eso. Puedo usar algo de magia de madera, además soy lo suficientemente decente en magia de agua como para regar plantas.”

“¡Genial!” Saber que Hudom tenía conocimientos mágicos lo hacía parecer aún más confiable. Ahora en realidad estaba ansioso por conocerlo mejor… “Sígueme, tengo un pequeño espacio preparado”.

Los llevé al extremo oeste de las minas, donde había un trozo de tierra nivelada de tamaño decente. Me apresuré a limpiar todas las malas hierbas que crecían demasiado, así que cuando los demás, en particular las chicas de la granja, se detuvieron de repente y me miraron, comencé a preguntarme si había pasado algo por alto.

“¿Qué es?” Yo pregunté.

“Bueno, eh…”

“¿Eso de allí no es un invernadero?”

De hecho lo fue. Parte de la parcela estaba a nivel del suelo, pero también albergaba el invernadero que había intentado construir, viendo el frío que hacía este invierno. Me inspiré en los invernaderos cubiertos de plástico, pero usé la solución endurecida de lodos pegajosos y costrosos, lo que hizo que pareciera una construcción cubierta de vidrio. En ese momento, me di cuenta de que el vidrio era un bien escaso en este país. Por supuesto, se sorprendieron al ver un edificio que parecía estar hecho completamente de vidrio.

“Oh, ¿entonces todo eso no es realmente vidrio?”

“Casi me da un ataque al corazón.”

“Eso es lo que usamos para las ventanas de la tienda. Debería haber sabido…”

“Impresionante”, dijo Hudom. “Los invernaderos no son algo común, incluso entre los nobles”.

Supongo que eso explica su reacción, entonces.

Les mostré el interior del invernadero, donde hacía mucho más calor, gracias a la solución endurecida que bloqueaba el viento pero permitía la entrada de la luz del sol. Estaba notablemente más bochornoso que en el exterior. Por supuesto, uno podría abrir las rejillas de ventilación ubicadas a ambos lados del invernadero, así como encima de las puertas en cada extremo, pero pensé que algún tipo de sistema para ajustar la temperatura y la humedad en el invernadero parecía más beneficioso.

“Ahora, ¿por dónde empezaremos?” Yo pregunté.

“¿Puedes mostrarnos lo que normalmente haces primero?” Fina habló.

“Nos gustaría ver cómo cultivas con magia”.

“¡Absolutamente!”

A pedido de ellos, comencé mi rutina habitual. Suavicé el suelo con magia de tierra, hice que los carroñeros mezclaran fertilizante y construyeran una cresta, hice que los limos pegajosos plantaran semillas, las regué con magia de agua, estimulé su crecimiento con magia de madera…

“¡Voila!” Tenía un campo de flores de dante. Eran una flor muy útil, ya que podía producir aceite de cocina a partir de su semilla, remojar sus raíces en un café de diente de león y alimentar con sus tallos un limo pegajoso y de látex.

Pero… Todos seguían en silencio.

“Em…”

“Dios… ¿Qué se puede decir a esto?”

“La magia es bastante sorprendente”.

Las chicas parecían impresionadas, aunque un poco confundidas en cuanto al proceso, mientras que Lilian no parecía sorprendida, ya que había visto el proceso antes en casa del duque, pero aún mostraba una media sonrisa.

Hudom, mientras tanto, parecía positivamente asombrado. “¿Qué… qué demonios…? ¿Qué es esto? ¿Algún tipo de hechizo de ilusión?”

“Eh, ¿Hudom? ¿Pasa algo?”

“¡¿Qué no pasa?! ¡Hiciste que brotaran y crecieran en un abrir y cerrar de ojos! ¡Todos estos! ¡En este momento!”

“¡C-Cálmate!” supliqué. No estaba siguiendo su divagación excitada.

“C-Correcto… Lo siento por eso. Fue tan impactante que no pude evitar dejarme llevar. ¿Tiene mucha habilidad mágica, jefe?”

“Sí, pero un factor importante son los limos carroñeros que producen un fertilizante de buena calidad que ayuda a que las plantas crezcan”.

“En ese caso, tus limos y el fertilizante que producen son increíbles. He estudiado una buena cantidad de fertilizantes normales hechos de estiércol y compost, e incluso pociones que ayudan con el crecimiento de las plantas. Dudo que haya muchos de ellos por ahí que puedan reproducir este efecto. Sé de algunos que podrían, pero las pociones poderosas tienen fuertes efectos secundarios. Por lo que puedo decir, estos dantes son completamente normales. Prosperando, incluso. El mago promedio se habría quedado sin magia”, murmuró Hudom.

Me volví hacia las chicas.

“No usamos pociones para esto en el pueblo”.

“Son demasiado caros”.

“Necesitaríamos mucho si tenemos la intención de usarlo en toda la granja”.

Respondieron con virtual resignación.

“Sabes mucho sobre el tema, Hudom”, le dije.

“Mi familia ha sido los jardineros reales durante generaciones. Todo eso me lo inculcaron cuando era niño”.

Eso explicaba su experiencia, pero si su familia siempre fueron los jardineros reales, a quienes supuse que tenían la tarea de mantener los terrenos del palacio…

“¿Eres un noble, Hudom? No tenía ni idea.”

“Bueno… Mi familia tiene una baronía, pero me escapé. No es que tenga derecho a usar el apellido, de todos modos, pero el título solo aleja a mis amigos en mis viajes, o hace que la gente rechace mi desafío, o asusta a las chicas. Me he acostumbrado a no hablar de ello.”

Había visto a algunas personas sentirse intimidadas por la mera mención de la nobleza, lo que supuse que hacía que su tarea de desafiar a alguien en un duelo justo fuera un poco preocupante. No es que me importara mucho su título, ni quisiera indagar en el pasado de alguien que no querían compartir.

“Mi viejo es un barón de la toga, de todos modos. Realmente no significa mucho”, se rio Hudom. “Así que no me traten de manera diferente”, les dijo a las chicas.

Parecían un poco desconcertados por la rapidez con que le dio la vuelta.

“¿Está seguro?” preguntó Fina.

“¡Por supuesto! Como dije, es solo que mi viejo trabaja en un castillo. Su trabajo no es muy diferente al de cualquier otro jardinero. Y dejé eso atrás. No tengo ningún poder. Creo que nuestro tendero tiene mucho más poder que yo, viendo lo fácil que fue para él obtener la ayuda del duque”.

“¡Usted tiene un punto!”

“¡¿Eso es todo lo que se necesita?!” Protesté, mientras las tres chicas, e incluso Lilian, asentían al darse cuenta. ¿Qué está pasando? Admito que siempre pensé que me trataban muy bien.

“No de mala manera, por supuesto”, agregó Hudom, y las chicas intervinieron.

Decidí volver a mis estudios agrícolas.

“Por lo que nos has mostrado, no interactuaste con las flores en su proceso de crecimiento”.

“Normalmente hay que desmalezar el campo y eliminar las flores débiles”.

“Ya veo… Sabía que debería haber habido un proceso de selección, pero no sabía cuáles seleccionar. Pensé que podría verter magia en los menos saludables y resultarán iguales”.

“La magia de la madera puede hacer que las plantas crezcan”, explicó Hudom. “Pero cuesta un montón de magia, y el rápido crecimiento puede dañar a las propias plantas. Por lo tanto, incluso el crecimiento mágico debe distribuirse a lo largo de los días, manteniendo más bajo el gasto mágico por planta y el daño que les infliges. Incluso las plantas que no crecen tanto o se enferman tienen la fuerza para crecer fuertes. En lugar de obligarlos a florecer, quieres ayudarlos a crecer por sí mismos”.

Después de recibir algunos consejos más sobre mi agricultura mágica…

“¡Ahora pasemos a cultivar! ¡Chelma me ha regalado unas patatas que han brotado! ¡Podemos plantarlos tal como están, y son fáciles de cultivar!”

“¿También trajiste algo, Jane? Traje algunos frijoles que se pueden cultivar con magia.”

“También tengo algo de trigo”.

Usando algunas semillas que tenía y que las niñas habían traído, comencé mi entrenamiento práctico.

“¡Detente!”

“Tienes que sacrificarlos ahora mismo”.

“Algo que debes tener en cuenta…”

“Oye, vamos a replantar los menos saludables por aquí. Podrías practicar más magia de madera con ellos.”

Y finalmente, aprendí a cultivar cultivos que nunca antes había cultivado. “Cuando el trigo crece hasta este punto, debes pisarlo”. “Necesitas tomarte más tiempo con estos frijoles…”

Mientras aceleraba su crecimiento con magia, se aseguraron de enseñarme los pasos críticos que necesitaba tomar en el camino.

Cada vez que aprendía algo nuevo, me hacía dolorosamente consciente de que mi método anterior era llevado por la fuerza bruta de la magia. En general, terminé aprendiendo mucho en lo que aparentemente era mi día libre.