Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 6

Capitulo 4: Regresar A Gimul

Episodio 30: Un Bar Donde No Encajo

“¿Es este el lugar?”

El bar estaba al final de un callejón estrecho que se bifurcaba en la calle principal. Si bien la calle de la que vengo tenía muchas tiendas y restaurantes llamativos, este lugar era bastante sencillo. El edificio parecía viejo y emitía un ambiente desolado, pero podía escuchar a los hombres reír constantemente en el interior, por lo que evidentemente era bastante popular.

La entrada tenía puertas batientes, como las que se ven en un salón en una película del oeste. Si bien estaban hechos para que alguien los empujara al entrar, yo podía caminar justo debajo de ellos. Supongo que fue gracias a mi cuerpo infantil, pero las puertas batientes parecían estar colocadas extrañamente alto. La barra parecía más grande de lo esperado por dentro, con bastante espacio que se extendía hacia atrás. Los asientos estaban un poco apretados, pero había más de treinta asientos.

“Agh, ¿qué? Hic. ¿Qué hace un niño aquí?”

“¿Viniste a buscar a alguien?”

“¡Oye! Parece que la esposa de alguien está de mal humor”.

No pensé en eso cuando iba a entrar, pero considerando lo joven que me veía, sobresalí como un pulgar adolorido. Algunos borrachos me miraron y refunfuñaron. Algunos parecían simplemente curiosos, otros parecían divertidos y algunos parecían descontentos, pero la gama de miradas que recibí variaba enormemente. Olí alcohol, por supuesto, pero también había un hedor horrible que solo podía asumir que provenía de los cigarrillos. Quería hacer las preguntas que necesitaba y salir de allí rápidamente, pero había tanta gente alrededor que no sabía a quién estaba buscando. A juzgar por la ubicación del bar y el ambiente en el interior, probablemente solo lo frecuentaban los clientes habituales que vivían en el área, así que pensé que podía preguntarle al barman.

“Esto es un bar, chico”, dijo el camarero. “No hay nada aquí para que bebas”. No lo dijo directamente, pero claramente quería que me fuera. No estaba allí para beber de todos modos, así que no importaba mucho, pero le mostré mi tablero de estado de todos modos. “Oh, tienes la bendición del Dios del Vino, ¿eh?”

“Estoy buscando a alguien. ¿Hay alguien llamado Assimo aquí?” Yo pregunté. El camarero hizo un gesto hacia una esquina de la barra. “Gracias.”

Dejé una moneda mediana de bronce para el camarero y me dirigí a las mesas. Ocho hombres se sentaron a su alrededor, en dos cabinas de cuatro cada uno. Probablemente todos eran repartidores. Sus edades y razas variaban, pero todos estaban bastante apilados.

“Lamento interrumpir, pero escuché que Assimo estaba aquí”, dije.

“¿Qué necesitas?” la persona en el asiento más cercano a mí preguntó y se dio la vuelta. Era un humano de poco más de veinte años. No sé si fue porque estaba bastante borracho, pero estaba de buen humor, para mi conveniencia. Me presenté y expliqué la situación. “Entonces quieres saber sobre Pedro, ¿verdad?”

“Sí, solo necesito saber cuándo lo vio por última vez”.

“Sí, claro, podría decírtelo. Pero ya sabes, hay una forma correcta y una forma incorrecta de pedir un favor”, dijo y miró su taza vacía.

“¿Qué tal la cerveza, entonces?”

“Oh gra—”

“Imbécil.”

“¡Yeowch!” Assimo gritó. El hombre sentado a su lado le dio un puñetazo, convirtiendo su voz jovial en una de agonía. “¿Qué fue eso, jefe?”

“Deja de pedirle bebidas a un niño. Ya bebes como un maldito pez”, dijo el otro hombre.

“Perdón. Oye, chico, vi a Pedro por última vez hace dos días”.

“¿En esta ciudad?”

“Sí, el otro día, temprano en la mañana. Estaba desayunando y fuimos al mismo restaurante. Tuvimos una charla y todo, así que definitivamente era él”.

“¿Sabes qué pasó después de eso?”

“Fue el primero en llegar al restaurante y fue el primero en irse. No sé adónde fue. Sin embargo, dijo algo sobre ir a Keleban como siempre.” “Entonces debe haber tomado este camino. ¿Conoce alguna razón por la que no habría llegado a Keleban hoy?” “No puedo decir que sí, chico”.

Otro de los hombres habló. Parecía tener cincuenta años o más. “Yo mismo conozco a Pedro, y él ha estado usando este camino desde que era un niño, cuando su padre estaba en el negocio. Debe conocer todos los lugares peligrosos y cómo manejar un caballo. Assimo, ¿dijiste que lo viste temprano en la mañana?” “Sí, después del amanecer”.

“Entonces, eso lo excluye de sufrir un accidente en la oscuridad. ¿Alguien volvió hoy de Keleban?”

“Lo hice”, dijo otro de los hombres.

“¿Viste a alguien atrapado en algún lugar de la carretera?”

“Vi a algunas personas descansando, pero no a Pedro. Yo también lo conozco, y si lo viera, lo recordaría”. “Yo también regresé de allí y no lo vi”.

“Si lo han visto en esta ciudad, pero no desde entonces, creo que hay muchas posibilidades de que le haya pasado algo”, dije.

“¿Cuáles son las posibilidades de que sucediera algo y volviera a Gimul?” “Su cliente dice que fue a visitar su casa, pero no estaba allí”.

“¿Entonces no volvió a la ciudad?”

“¿Y si regresara a la ciudad, pero se quedara en una posada?” “¿Por qué demonios hizo eso, idiota? Estaría malgastando su dinero”.

“Bueno, diablos, estoy demasiado borracho para pensar”.

“Oye, Assimo, ¿sabes algo más? Comiste con él, así que debe haber mencionado algo más”.

“Sobre todo se jactaba de su vida amorosa. Dijo que quería proponerle matrimonio a su apretón cuando volviera a la ciudad o algo así. ¡Como si fuera a escuchar esa mierda de todos modos! Oh, pero sí mencionó que estaba ahorrando dinero para ropa y un anillo, creo”.

“¿Crees que se involucró en un trabajo superficial y lo hicieron desaparecer?”

“Lo estás pensando demasiado. Tal vez intentó entregar una carga demasiado grande y tuvo un accidente o algo así”.

Ambas eran explicaciones plausibles. De cualquier manera, sentí que había algo que encontrar en la carretera montañosa hacia Keleban. Aquellos que tomaron el camino hoy dijeron que no vieron nada, así que tendría que buscar en el bosque al lado del camino.

“¡Deja de gritar ya!” alguien gritó detrás de nosotros. Todos se volvieron para mirar a un hombre con la cara roja que nos miraba desde el mostrador. “¡Tú! ¡Niño!” El hombre se desplomó de su asiento y pisoteó hacia mí entre el estrecho espacio entre las mesas. “¿Cuándo se convirtió este lugar en un patio de recreo, eh?”

“Lo siento, estoy buscando a alguien que…”

“¡¿Por qué debería importarme?!” Tenía razón, supongo. “No vengo aquí para ver niños, ¡odio a los niños! ¡Ahora sal antes de que te obligue a salir!”

“Me iré tan pronto como termine de hacer preguntas”, dije e incliné la cabeza moderadamente, pero probablemente eso no era lo que él quería escuchar. Chasqueó la lengua y apretó el puño. Ya sea en este mundo o en la Tierra, los borrachos simplemente no escuchan razones.

“Pequeño…” dijo el hombre y me lanzó un puño, pero lo agarré con una mano. Gritó, aparentemente sin esperar eso. Se miró el puño y trató de tirar de su brazo, pero esperaba que intentara golpearme de nuevo si lo hacía, así que no lo solté. Yo era el que no pertenecía allí, es cierto, así que planeaba irme tan pronto como terminara mi trabajo, pero no quería que me golpearan.

El hombre plantó firmemente los pies en el suelo y trató desesperadamente de tirar de su brazo lejos de mí, mientras yo tiraba hacia atrás. Había un pilar cercano que podía usar para empujar hacia atrás con mis piernas también, así que en un juego de tira y afloja, no iba a perder. Sin embargo, si me hubiera levantado, me habría dejado colgando.

Cuando tuve que lidiar con borrachos enojados en la Tierra, simplemente tolerarlos y recibir la paliza era la opción menos complicada. Pero en este mundo, no necesitaba dejar que eso sucediera. Hizo las cosas mucho más fáciles. Sin embargo, ahora que lo pensaba, no conocía otras buenas formas de terminar el conflicto, así que no estaba seguro de qué hacer a continuación. Las personas que iban a ayudar hace un momento parecían pensar que no necesitaba ayuda, así que volvieron a sus asientos para mirar desde allí. Y este borracho no se rendía.

“¡Nwooooooooooooh!” rugió el borracho. “¡Mierda! ¡Suéltame! ¡Te pateare el culo!”

Entonces recordé que había algo que podía usar de mi encuentro del otro día.

“Amigo, ¿no crees que has tomado demasiado?” Yo dije. El hombre se estremeció y sentí que la energía se agotaba rápidamente de su puño. “Solo tómate una pastilla para enfriar, ¿de acuerdo?” Solté su puño y le mostré que no iba a pelear. Pero luego el hombre se asustó y salió corriendo, abriéndose paso entre otros clientes para tomar el camino más corto hacia la salida.

Quizás me excedí un poco. Pensé que si me ponía en el mismo estado de ánimo que durante ese partido durante la reunión de entrenamiento donde asusté a todos, haría que se detuviera, pero esto no era exactamente lo que pretendía. Los clientes detrás del hombre apartaron la mirada de mí o apoyaron la cabeza sobre la mesa para desviar la mirada. La cola de un hombre bestia se enroscó. Nadie quería hacer contacto visual conmigo. Además, no creo que ese hombre haya pagado su factura antes de irse. De todos modos, ahora destaqué aún más.

Fui al mostrador y dije: “Lo siento. ¿Es esto suficiente para cubrir su factura?” Dejé tres monedas de plata frente al hosco camarero.

“Demasiado”, dijo.

“Use lo que sobra para comprar bebidas para los otros clientes, van por mí. Especialmente las personas que simplemente derramaron sus bebidas y las personas con las que estaba hablando”.

“¡¿Oh?! ¡¿Qué es eso, chico?! ¡¿Estás comprando bebidas para todos?!” un cliente gritó antes de que el camarero pudiera responder. “Sí, lamento haberme interpuesto en el camino de tu diversión”.

“¡Demonios sí!”

“¡Bebidas gratis!”

“¡Me lo llevo!”

Solo tomó un momento para que la barra recuperara su vivacidad anterior. Más rápido de lo que esperaba, pero estaba feliz por eso. Luego volví a la mesa de los repartidores para agradecerles y decirles que me iba.

“Perdón por todo eso,” dije.

“Oye, es un bar. Las peleas ocurren todo el tiempo”.

“Sí, lo que dijo. Eres bastante bueno, chico”.

“Soy un aventurero, después de todo”.

“Pero, bueno, probablemente sea una buena idea que te vayas pronto”.

“¡Gracias por las bebidas!”

“Gracias por responder mis preguntas.”

Salí del bar. Habían pasado muchas cosas, pero ahora sabía que Pedro estaba en este pueblo, así que gané algo. Solo eso fue un paso adelante. Venir aquí valió la pena.

Y aunque fue el borracho quien comenzó una pelea conmigo, me sentí mal por lo que hice. No esperaba que fuera tan efectivo, considerando que Beck y sus amigos pensaron que era un poco aterrador. Quizás el borracho era más tímido de lo que su tamaño indicaría. Revisé mi tablero de estado en busca de respuestas y había una nueva habilidad que no había visto antes: Intimidar (3). Me preguntaba por qué esta nueva habilidad ya era de Nivel 3.