Campione (NL)

Volumen 2

Capítulo 4: La Conferencia de Los Reyes

Parte 2

Era ya casi de noche, y gotas de lluvia poco a poco comenzaron a caer desde el cielo nublado. Kusanagi Godou y Erica Blandelli salieron de la Academia Jounan y estaban de camino a casa.

Hace unos días, durante la clase de gimnasia, fue que Erica estaba jugando béisbol ― No, fue que Erica despertó su amor por el béisbol al ponchar a todos los chicos. Y entonces hoy, después de la escuela, arrastrando al indispuesto Godou con ella, hizo un asalto en el club de béisbol.

“― ¡Hagamos una apuesta y veamos si alguno de ustedes puede golpear una pelota lanzada por mí!”

Erica desafió a los jugadores oficiales del club de béisbol fuerte y claro.

Desde el fondo de su corazón, Godou se compadeció de los miembros del club de béisbol, cuyo interés se despertó por el desafío.

Además, este día el famoso receptor titular del equipo de béisbol actuará como asistente de Erica; en otras palabras, Erica podría lanzar tanto como ella quiera. El débil club de béisbol, que siempre pierde en el primer partido de las eliminatorias del Campeonato de Preparatorias Nacional de Béisbol, no tenía ninguna esperanza de ganar.

En lugar de hacer algo por sí mismo, probablemente sería mejor que la acompañara.

Así Godou fue testigo de Erica ponchando exitosamente al octavo jugador de fila y decidió dar un paso adelante.

“¡Sustitución! ¡Voy a reemplazar al siguiente bateador!”

Godou le gritó al noveno bateador que estaba caminando hacia la posición de bateo con lágrimas en los ojos.

“Aya, Godou, siento como si estuvieras tramando algo.”

“Tus maldades pararán aquí. ¡Te voy a enseñar que un aficionado es sólo un aficionado después de todo!”

Sonriente en el montículo del lanzador, Erica desafió sin vacilar a Godou, que recogió un bate de metal.

El mano-a-mano entre el lanzador y el bateador ―

El primero fue una falta. El segundo fue ponchado. El tercero fue atrapado por el receptor. El cuarto era rodado.

Erica, que había insistido en tirar lanzamientos seguidos hasta ahora, de repente tiró una bota curva. ¡Además, era una bola curva tan rápida como un lanzamiento directo!

Incluso un pitcher del club de béisbol que fijara su meta en el Campeonato Nacional sería incapaz de lanzar una bola curva tan fácilmente.

A pesar de que estaba sorprendido por la poco común habilidad de Erica, Godou pudo golpear la bola. Un duro golpe que envió a la pelota a volar hermosamente entre la tercera base y el campo cortó.

…En realidad, Godou había previsto la dirección del balón a medio camino.

Esta mañana, junto a la almohada de la durmiente Erica, había un manga de béisbol basado en técnicas reales. Además, el manga se abrió en una página que describía el lanzamiento curvo con riguroso detalle.

— Sin embargo, lo que significaría si realmente tuviera éxito en ese tipo de lanzamiento…

Si entrara al deporte seriamente, probablemente alcanzaría un nivel de clase mundial. Qué talento tan admirable.

Godou pensó mientras miraba la cara insatisfecha de Erica.

“Godou rompiste mi difícilmente conseguida racha de victorias, ¿no puedes leer el estado de ánimo?”

“¡Como alguien que ha jugado al béisbol seriamente durante nueve años, no podía tolerar más el ver eso! A pesar de que entiendo perfectamente que eres una tipa increíble, por favor, pórtate bien.”

Ellos dos sostenían una sombrilla cada uno mientras iban a casa bajo la lluvia.

Antes, sólo eran simples conocidos durante una visita a Italia, pero eso se había vuelto muy diferente ahora. En el momento en que Godou lo notó, habían llegado a una relación en la que se veían durante todo el día y caminaban de un lado a otro. La sensación de mala suerte iba creciendo claramente.

Últimamente, Godou tenía muchas preocupaciones secretas.

Hubo momentos en que la presencia de Erica tenía un tipo de feminidad que superaba a la de todas las otras chicas de su misma edad. Esto sólo se producía cuando Godou estaba a su lado.

Tan ligera como el viento, sin una sola preocupación, la sensación de estar juntos era la cosa más natural del mundo.

Esto era un mal presagio. Tal vez, si esta situación con Erica se hiciera aún más íntima, sin previo aviso llegaría el día en que Godou ya no sería capaz de rechazar sus insinuaciones…

“¿Qué pasa ahora, Godou?, de repente te ves tan distraído, ¿descubriste mi nuevo encanto?” Erica sonrió de repente.

Una sonrisa hermosa y encantadora como una floreciente camelia japonesa. Es cierto, tanto contacto cercano con tal frecuencia no va a funcionar. Godou dio un paso al lado y decidió mantener su distancia de Erica.

“No, no es nada. No te hagas ideas al azar.”

“Oh, ¿nada eh? Ah, es cierto, me acaba de ocurrir algo bueno.”

Erica miraba a Godou como si no tuviera segundas intenciones, y de pronto dijo. Cerrando el paraguas que sostuvo en su mano derecha, lo partió con las dos manos.

“Oh, no, el paraguas está roto, ¿qué puedo hacer?”

“¡Hey! ¡Acabas de romperlo tú misma! ¿¡De qué estás hablando!?”

Erica estaba tratando de acercarse a Godou y refugiarse de la lluvia bajo su paraguas.

Godou quería alejarse, pero se dio cuenta de que sería imposible lograrlo con su fuerza. Su desesperada resistencia sería inútil. Erica abrazó fuertemente su brazo izquierdo y le susurró al oído.

“¿No es esto genial? Dos amantes refugiándose de la lluvia, juntos, ¿no es bonito? A menos que realmente quieras verme mojada.”

“¡Te doy mi paraguas! ¡Vete rápido!”

“Pero en ese caso, ¿no te empaparás? Por favor, sostén el paraguas correctamente. Ah, la lluvia ha mojado mi hombro, ¿podrías acercarte un poco más?”

Sin esperar la respuesta de Godou, Erica se inclinó aún más cerca.

Godou se sentía desesperado mientras que el cuerpo cálido y suave presionaba sobre él.

Esas proporciones casi divinas y las estimulantes sensaciones de la forma de su cuerpo se transmitían a través del uniforme escolar. Por otra parte, el aliento que soplaba sobre su oreja le daba a entender lo cerca que sus labios estaban.

Bajo esa atmósfera, Erica podría muy bien estar apuntando a algo así como un beso. ¡Godou debe escapar lo más rápido posible!

“Oye, ya basta, Erica. Estamos a medio camino y hay muchos observadores. ¿No te parece que esto es inapropiado para estudiantes de preparatoria en su camino a casa desde la escuela?”

Dado que la fuerza no iba a funcionar, tenía que intentarlo mediante algún otro método, pensó Godou mientras hablaba frenéticamente.

“Para los amantes, este tipo de comportamiento es perfectamente aceptable. Ah, un beso bajo la lluvia, será mi primera vez. Lo mismo va para Godou, ¿verdad?”

Una oponente que no puede ser manejada con pequeños trucos.

Erica acercó sus labios mientras hablaba ardientemente con una dulce voz. Justo cuando Godou tomó la decisión de luchar contra esta bruja y escapar con todas sus fuerzas.

“Si no tienen paraguas suficientes, ¿qué tal si les doy un paseo? A cambio, espero que ustedes pueden escuchar mi petición.”

Interrumpida por la tranquila voz, Erica inmediatamente se separó del cuerpo de Godou.

Una postura de batalla ― Godou se sorprendió de que Erica haya cambiado a un alto estado de alerta. Esto contrastaba notoriamente con su apariencia de una chica que puede cocinar mientras tararea una canción.

Su mirada se dirigió hacia un joven parado frente a ellos.

“Mi nombre es Amakasu Touma ― ¿Han oído hablar del Comité de Compilación de Historia? hago algunos mandados para esa organización, encantado de conocerlos.”

Un hombre vestido con un traje arrugado y un paraguas negro.

Usaba gafas, aunque despedía una sensación de ser un ‘bueno para nada’.

“En realidad, tenemos una relación de trabajo con Mariya-san. La última vez, durante el incidente con Atenea, le proporcionamos una gran cantidad de ayuda y apoyo fuera de escena.”

Godou asintió con la cabeza.

La batalla con Atenea había sumido a Tokio en la oscuridad y destruyó muchas instalaciones públicas. Godou había oído de Yuri que el Comité de Compilación de Historia había estado ocupado durante y después del incidente, tratando de controlar la diseminación de información.

“Eh, ¿qué quieres decir? No entiendo muy bien, sin embargo, ¿qué es lo que quieres preguntarme?”

“Godou, por favor, no actúes tan amable, probablemente sea una de esas personas que quieren hacer uso de tu poder”.

“Bueno, eso va tanto para usted como para mí. Los dos somos plumas de una misma ave. Además, en esta ocasión nuestros intereses están alineados.”

Amakasu forzó una sonrisa ante la acusación de Erica. Sin embargo, su expresión se volvió seria inmediatamente.

“Es una situación de emergencia y el tiempo es esencial. Queremos pedir su poder ― Mariya- san ha sido secuestrada y el culpable es Sasha Dejanstahl Voban. ¿Es consciente de eso?”

“… ¿¡Qué!?”

Godou se sintió profundamente impactado por esta inesperada noticia. El nombre que escuchó ayer y el hecho de que Yuri fue secuestrada.

“¿Marqués Voban? Casi no puedo creerlo. Sería plausible para él que vaya a China, donde su enemigo Luo Hao se encuentra. Pero venir a esta isla-nación en el Lejano Oriente, ¿no es demasiado extraño? ¿Y qué razón ha de tener para secuestrar a Yuri?”

El tono de voz de Erica era despectivo y claramente lleno de sospechas.

“No es como si no hubiera una razón. Esa joven en realidad conoció al marqués de Voban hace mucho tiempo. Hubo una vez un incidente… En fin, en este momento es urgente, ¿podría por favor dejar a un lado sus dudas y venir con nosotros?”

“Ok, ¿a dónde vamos?”

Godou respondió inmediatamente ante la humilde petición de Amakasu, sin vacilar o reflexionar.

“Sí, espero que usted pueda comprender esta solicitud tan repentina y sospechosa ― El único capaz de luchar con un Campione es otro Campione.”

“Los ayudaré, así que vallamos a donde está Mariya inmediatamente.” “Uh, ¿está realmente bien?”

Amakasu se sintió sorprendido por la rápida respuesta de Godou, ya que él estaba dispuesto a seguir persuadiéndolo con sus palabras.

Godou asintió, pero Erica junto a él frunció el ceño.

“Godou, te agradecería que no tomaras tales mentiras con tanta facilidad. Muestra un poco de recelo por favor.”

“Lo sé. Pero, ¿cómo puedo estar tranquilo sabiendo que una amiga está en peligro?”

La advertencia de Erica era correcta. Aunque no lo admitiera, Godou estaba de acuerdo con ella.

No importaba qué, también recordó la ‘noticia’ de la noche anterior.

“En realidad, la noche pasada, ese canalla de Salvatore Doni me llamó. Ese entrometido me dijo que el Marqués Voban vino a Japón, y a pesar de que estaba hablando como un idiota todo el tiempo, estoy seguro de sabes que él es un hombre que no miente, ¿no es así Erica?”

“¿Sir Salvatore?”

A pesar de que era un personaje problemático, Salvatore Doni no era un hombre que mintiera.

Un hombre que era totalmente inútil cuando se enfrentaba a situaciones engañosas. Un completo fracaso de hombre que trataba de resolver todos los problemas con una espada.

“Bueno, si ese es el caso, entonces no debería haber ningún error. Si esa persona revivió entonces, ¿quién sabe cuándo podría estar viniendo para molestar a Godou?, no seas descuidado…”

“Sí, Erica. Podría ser un problema si quedaras atrapada en otro conflicto con un Campione, ¿por qué no esperas aquí?”

Godou hizo una sugerencia a distancia de su compañera.

La última vez, su pelea con Doni parecía haber traído muchos problemas a Erica.

Después de todo, se había convertido en enemigo del Campione que era conocido como el Jefe de Italia. La Cruz de Cobre Negro a la que ella pertenecía había ordenado a todos que la asistencia prestada a Godou se diera por terminada, pero Erica lo ignoró.

El asunto no fue resuelto, y la relación con Doni entró en punto muerto.

Podría terminar siendo otro gran problema. El Rey Demonio de los Balcanes probablemente también tenía una fuerte influencia sobre la Cruz de Cobre Negro.

Ese lugar era inesperadamente cercano a Italia. Sin embargo, Erica sacudió la cabeza.

“Godou, ¿planeas abandonarme a mí, tu caballero número uno, e ir a verte con un Rey Demonio? No voy a seguir una orden tan estúpida. Todavía no están familiarizado con estos asuntos, así que ¿por qué no simplemente aceptas mi ayuda honestamente?”

Godou se rascó la cabeza ante ese arrogante rostro.

Cuando Erica hablaba de esa manera, por lo general fingía terquedad que provenía de su consideración por él. Estos sentimientos contenían timidez y gratitud.

“Amakasu-san, ¿verdad? Este es el plan, nos llevará al lugar en donde se encuentran tanto ese viejo como Mariya. Nosotros haremos nuestro mejor esfuerzo.”

“Gracias, Rey. ¡Su ayuda es muy apreciada!”

Amakasu miró a Godou y, por separado, a Erica, y bajó la cabeza de una manera muy pretenciosa.

Era casi como el movimiento de un actor de comedia.