Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 1

Capitulo 1: Bajo Una Lluvia Torrencial

Episodio 1 – Tres Años Después II

No había muchas especies, ya que había cambiado su enfoque de evolucionarlas a criarlas a la mitad, pero sus números eran más de 900.

La personalidad de Ryoma significaba que, para empezar, no le molestaban las tareas simples y repetitivas, por lo que sin nadie que lo detuviera en esta situación había perdido de vista dónde parar. Sin embargo, ese estilo de vida fue lo que curó el corazón cansado de Ryoma y le dio vitalidad. Esto le permitió vivir su vida de manera constante a pesar del encuentro ocasional con bandidos o grandes bestias, con lo que Ryoma podría lidiar usando sus propios poderes y su ejército de lodos.

Y así, Ryoma seguiría viviendo de esta manera…

O eso había pensado, cuando el destino llegó un día.

Fue durante su cacería diaria cuando, en lugar de una presa, vio a cinco personas blindadas en el bosque.

Es raro ver personas alrededor de estas partes. Su equipo parece demasiado uniforme para que sean bandidos… Esta podría ser la primera vez que veo personas que no son bandidos en este mundo. Bueno, soy un recluso que vive en las profundidades del bosque… Oh, ¿hay alguien herido?

Escondido en los matorrales detrás de los árboles, observó desde la distancia y vio a una persona apoyada en el hombro de su compañero, envuelta en vendajes ensangrentados en lugar de una armadura.

“U-Urgh…”

“¡Aguanta, Hughes!”

“Camil, ¿cómo está tu energía mágica?” “Lo siento, todavía está…”

No se ve muy bien… No parecen ser bandidos, así que no puedo hacer la vista gorda… Al menos puedo dejar que descansen en mi casa. Si resultan ser bandidos, tengo mis medidas de emergencia implementadas de todos modos.

Ryoma salió del matorral en el que se escondía para llamarlos. Sin embargo…

¿Qué debería decirles? ‘¿Buenos días?’ No, este no es el momento para estar tan despreocupado. ‘¡Oi! ¡Ustedes!’. Eso los haría desconfiar, y sería grosero arrancar. En serio, ¿qué debería decirles?

Aunque Ryoma había dado un paso adelante con la intención de ayudar, habían pasado tres años desde la última vez que habló con alguien más. Se encontró vacilante, incapaz de decidir qué decir, tiempo durante el cual el grupo en alerta máxima lo había visto.

“¡Oye! ¡¿Quién está allí?!” “Espere.”

La persona que lideraba el grupo inmediatamente apuntó con una espada a Ryoma, pero fue detenido por un hombre detrás de él que lentamente avanzó.

“Perdón por apuntarte con una espada. Estábamos un poco en guardia.

¿Qué podrías estar haciendo aquí? Este no es un lugar para niños. ¿Estás perdido?”

Ryoma fue interrogado, aunque todavía tenía problemas para encontrar sus palabras.

“Estaba… cazando”. “¿Caza? ¿Por ti mismo?”

En lugar de palabras, Ryoma asintió en confirmación.

“Este es un lugar peligroso, pero… Oh, bueno. ¿Necesitabas algo de nosotros?”

Ryoma señaló a la persona herida. “Está… herido”.

Cuando Ryoma metió la mano en la bolsa de cuero que llevaba a la cintura con la mano vacía, el hombre con la espada dio un paso adelante y la apuntó una vez más, como para proteger al otro hombre. Ryoma se dio cuenta de que el cuchillo que había equipado al lado de su bolsa de cuero era probablemente la razón de esa reacción y saltó hacia atrás, sacando rápidamente su medicina casera y ofreciéndola con ambas manos para demostrar que no tenía malas intenciones.

“… ¿Eso es medicina?”

El hombre con la espada preguntó después de ver eso, a lo que Ryoma asintió antes de formar sus palabras con dificultad.

“Lesión… mala… Usa medicamentos”. “¿Nos dejas usar esa medicina?”

“De prisa.”

Los hombres intercambiaron miradas, pero el hombre delgado llamado Camil aceptó la botella de medicina con cautela y verificó su contenido antes de dárselo a la persona herida. Cuando el hombre herido recuperó algo del color en su rostro, la actitud de los hombres hacia Ryoma se suavizó un poco.

“Tienes mi gratitud por darnos tu medicina. Hughes debería durar un poco más con esto.”

“Puede descansar… en casa. Debería descansar.” Esto es patético, incluso para mí…

Con sus palabras torpes, Ryoma, lenta pero exitosamente, logró invitar al grupo a casa. Los condujo al bosque y a través de los árboles, avanzando a paso lento por la persona herida. En el camino, sus conversaciones susurradas llegaron a sus oídos.

“¿Qué está haciendo un niño en un lugar como este?” “Todavía se ve bastante joven…”

Bueno, tengo once años en este momento. Ser tan profundo en el bosque es sospechoso. Dicho esto, no se siente bien ser dudado de esta manera. Me gustaría que se sintieran menos cautelosos… ¿Debería intentar hacer una pequeña charla? No, no tengo nada más que la historia de fondo preparada para explicar por qué estoy aquí… Podría terminar cavando mi propia tumba si hablara un poco.

“¿Existe realmente un lugar donde podamos descansar más adelante?”

“No lo sé. Pero la poción anterior definitivamente tuvo un efecto, por lo que no parece hostil”.

“Algunos cazadores crean zonas seguras dentro del bosque donde pueden esconderse. Puede que tenga algún tipo de campamento”.

¡Exactamente! Mientras no me ataquen, tampoco tengo intención de pelear. Así es, debería verificar si mis trampas han atrapado algo. De esa manera puedo preparar una comida mientras su miembro lesionado está descansando. Si hago tanto por ellos, cualquier persona razonable sería un poco más amigable.

Ryoma se detuvo y llamó al fango pegajoso que tenía en espera junto a las trampas, utilizando el efecto del contrato de domesticación. Pero para aquellos a su lado, parecía que Ryoma se había detenido repentinamente.

“¿Qué pasa?”

“Trampa… presa atrapada… Estar aquí pronto”. Dijo Ryoma, observando casualmente al que le había hablado.

¿Es él la persona más importante aquí? Todos seguían sus órdenes antes, incluido el hombre con la espada. Tal vez el resto son sus acompañantes o algo así.

Ryoma pensó para sí mismo, cuando la hierba crujió y se separó para revelar el limo pegajoso con el cadáver de un conejo con cuernos a cuestas. Sin embargo, el hombre a su lado sacó rápidamente su espada, sin darse cuenta de que era familiar de Ryoma.

¡Oh no!

Ryoma saltó hacia adelante y recogió el limo y la trampa. “… ¿Es ese limo tu familiar?”

La acción había alertado al hombre de que el limo era familiar, a lo que Ryoma asintió furiosamente. El hombre le dio a Ryoma y al limo otra mirada antes de volver a envainar su espada.

“Mis disculpas. No me di cuenta de que era un familiar”.

Mientras hayamos aclarado el malentendido, está bien. Tampoco he estado usando suficientes palabras para expresarme.

Un limo seguía siendo un monstruo, por lo que era natural pensar que los del bosque eran salvajes. Ryoma guardó el limo y lo mató en su bolso y comenzó a caminar de nuevo. Esta vez, con una conversación basada en el incidente justo ahora.

“Pero ese limo seguro trae recuerdos. Mi primer contrato fue con un limo también.”

“… ¿Un domador?”

“Un ex domador. No he formado un contrato desde que el familiar con el que me uní se retiró de la vejez. Sin embargo, solía tener un caballo rojo y un mono de ventisca en el pasado”.

“… ¿Increíble…?” Realmente no conozco esos monstruos…

“Vengo de una familia que ha estado domesticando durante muchas generaciones, por lo que nos han enseñado varios trucos y técnicas desde una edad temprana. No destaco particularmente en ninguna área de magia, pero tengo un cierto nivel de orgullo en mi brazo de espada”.

Generaciones de una familia. Y con acompañantes personales. Esta persona es noble o alguien rico e influyente. O tal vez alguien con tales conexiones… Espera, cálmate. Me informaron de antemano que este reino es más tolerante con respecto a la brecha social entre la nobleza y los plebeyos. Los dioses eligieron este reino a propósito, porque era fácil vivir en él. Según sus acciones hasta ahora, todavía hay mucho espacio para ser amigos. Si lo considero una fiesta de negocios sin estados más altos o más bajos… Pero no puedo bajar la guardia de ninguna manera.

Ryoma estaba en pánico leve, mientras reunía sus pensamientos en su cabeza y caminaba para recuperar los asesinatos de sus trampas.

Diez minutos después, llegaron al acantilado donde estaba la casa de Ryoma.