Heavy Object (NL)

Volumen 9

Capitulo 1: Mago Emisor de Luz >> Batalla en la Ciudad de Lost Angels

Parte 1

Fue designada como un país seguro perteneciente a la Organización de la Fe.

La Región de Coromandel es una estrecha franja de costa que corre de norte a sur a lo largo del Océano Indico, un puerto militar y una ciudad industrial se encuentran en el extremo sur.

“Así que por fin estoy aquí en Lost Angels.”

Quenser Barbotage murmuro para sí mismo mientras caminaba a través del vestíbulo del aeropuerto internacional.

Él vestía una delgada camisa tropical y pantalones cortos en lugar de su habitual uniforme militar. También tenía unas pálidas gafas de sol, pero estas se veían terriblemente fuera de lugar en él. Él sacó un teléfono celular de su bolsa deportiva y lo encendió. Le habían ordenado apagarlo durante el despegue y aterrizaje, pero él no pudo relajarse con esa señal apagada incluso por un momento.

Él ya tenía varias llamadas perdidas, así que llamó a una de ellas.

La llamada fue para Heivia Winchell quien se convirtió rápidamente en un horrible amigo.

“Ya estoy en el aeropuerto. ¿No vas a venir a recogerme?”

“¿Por qué iba yo a salir con este espantoso calor solo para ver a un sudoroso chico? No voy a poner un pie afuera de este cuarto con aire acondicionado.”

“Espera, ¿qué paso con la playa? Creí que Lost Angels iba a estar llena de chicas cuya excitación

apenas estaría contenida en un traje de baño.”

“Si, pero con todo el dinero que ellas claramente han gastado en su piel, quien sabe a qué organización de amantes pertenezcan. ¿Estás seguro de que quieres jugar un juego de

concentración en donde el más simple error signifique tener tus bolas arrancadas?” “¿Puedo irme ahora? Acabas de matar cualquier esperanza que tenia de esta ciudad.”

“Cállate, llama a un taxi, y trae tu trasero aquí al hotel. Es el Hotel Costa de Lujo… bueno, hay cinco hoteles con el mismo nombre, pero estarás aquí si le dices al conductor que se desvié en el museo de la Calle Moscatel y bajé por toda la Calle Palmera.”

Quenser colgó y salió del edificio del aeropuerto.

Todo su cuerpo fue atacado inmediatamente por un sofocante calor. Esto fue suficiente para olvidar por completo que era Mayo, pero el calor no era del todo sorprendente ya que la cuidad

estaba más al sur que Hawái.

Él se dio cuenta de inmediato qué tan segura era esta ciudad por el anciano con un cigarro tomando descaradamente un montón de dinero arrugado de varias mujeres, y por el hombre enmascarado acechando detrás del anciano como si todo fuera una especie de sketch satírico.

Un grupo de chicos y chicas adolescentes – como los de un país seguro en alguna parte – eran llevados alrededor por un guía turístico. Quenser miró hacia los Estudiantes de la Escuela de Viajes que subían a un autobús turístico mientras él llamaba un taxi y le pedía al conductor que lo llevara al Hotel Costa de Lujo como le habían ordenado.

“Eso tomaría el camino más largo,” dijo el conductor. “Está bien. Solo siga esa ruta obvia.”

El congelante debió haber estado perdiendo efecto ya que el aire acondicionado del taxi apenas si funcionaba.

Un pequeño monitor fue instalado en la parte trasera del asiento de enfrente el cual reproducía en silencio un anuncio de alimentos sanos que parecía que podrían hacer que te enfermeras, un espectáculo de magia donde un avión de pasajeros era hecho desaparecer, y noticias sobre un proyecto de vuelo espacial civil a largo plazo que fue cancelado debido a problemas de energía, pero Quenser no estaba viendo alguno de ellos.

Sus ojos estaban enfocados afuera de la ventana.

La gran calle estaba llena de coloridas flores y palmeras mientras que arena fina como de playa cubría el piso. Todos los edificios fueron pulidos y brillaban como un espejo, así que se sentía como ser expuesto al fuego concentrado de una cocina solar gigante.

De pronto, el teléfono de Quenser sonó.

“¿Qué pasa, Heivia? Podría decirte que estoy teniendo un mal día cuando tengo más de una

llamada que no sea de una chica.”

“Sólo escucha. Olvidé decirte algo. Déjame hablarte sobre una cierta ‘especialidad’ que se encuentra en la Calle Moscatel. Trata de abrir la ventana y sostén el teléfono por fuera. Sujétalo fuerte, ya que tú serás el único que sufrirá si lo tiras.”

“¿Qué hay con eso? Yo no soy lo suficientemente inocente para creer los rumores de que un viento a 60 km/h se siente como una copa D, ¿sabes?”

Quenser se quejó, pero termino haciéndolo. Y con el aire acondicionado apenas trabajando, él no tenía ningún problema con abrir la ventana.

Justo en ese momento, el taxi pasó a un lado de un auto anti-balas color negro que había hecho una breve parada.

Este auto de lujo era protegido por vehículos de escolta, la ventana se abrió, y un anciano con el pelo de color gris plateado se inclinó hacia fuera.

Como una desagradable y sincera muestra de caridad, él tal vez debió haber estado llamando a un niño que quería lavar sus ventanas por unas monedas.

Pero…

La mano de Quenser golpeó la parte superior de su cabeza.

Algo resplandeció y un peluquín que había costado cinco mil euros voló a través del aire. Quenser palideció cuando escucho risas viniendo de su teléfono.

“¿¡Qué es lo que acabas de hacer que hiciera!?”

Él entonces escucho a alguien gritando enojado detrás del taxi. El sonido de llantas rechinando le siguieron y el taxista comenzó a conducir con una sucia sensatez para lidiar con la persecución.

Después de ignorar alrededor de tres semáforos, el grupo de vehículos armados hasta los dientes fue finalmente detenido por un torrente de autos.

El conductor del taxi no se dio la vuelta, pero sí le mostró a Quenser su dedo medio.

“¡La próxima vez! !!Eso te costara extra!!”

El hecho de que él no le haya dicho “nunca hagas eso” parecía ser el estilo de Lost Angels.

Después de perder a sus perseguidores, el turbulento taxi se detuvo en el destino de Quenser. Él le entregó la tarifa junto con una considerable propina, salió del taxi, y dio un molesto comentario.

“¿Cómo es que esto es un ‘Hotel Costa de Lujo’? Es solo un deteriorado motel.”

Este se parecía mucho a un edificio de apartamentos de dos pisos. Las escaleras y pasillos estaban en el exterior, por lo que probablemente serían empapados en un día lluvioso con cualquier tipo de viento. El tener este lugar elegido para su alojamiento era suficiente para saber que él iba a estar haciendo nada más que brillantes y resplandecientes memorias aquí.

Él recibió un texto con una sincronización tan perfecta que sintió que estaba siendo vigilado. El asunto era solo un mensaje de tres dígitos y el cuerpo estaba en blanco.

Él encontró el número de la habitación indicada y suavemente llamó a la puerta del primer piso.

La puerta se abrió para revelar un estudio del tamaño de una habitación de apartamento con las cuatro paredes llenas de computadoras militares.

“Date prisa y entra. Nosotros no queremos que lo que hay aquí sea expuesto por mucho tiempo.”

Heivia Winchell vestía una camisa hawaiana y pantalones de mezclilla en lugar de su habitual uniforme militar. Después de cerrar la puerta, la habitación cambio a una luz tenue como el de un teatro en casa. Mientras hacia lo que su horrible amigo le dijo, Quenser miró a su alrededor con molestia.

“¿Una habitación estrecha, una tonelada de extrañas computadoras, y nada más que soldados? ¿Y tienen el aire acondicionado a toda potencia para combatir todo el sofocante calor? ¿Alguna vez has escuchado hablar del Reloj Mundial, Heivia? Es por cosas como esta que la esperanza de vida de la humanidad está siendo reducida.”

“Oh, cállate. No te olvides que esos inútiles anuncios humanitarios gastan energía también. No he

escuchado a las personas decir que ellos sean la excepción.”

“¿Hace cuántos días atrás es que estabas regocijando de alegría por obtener un verdadero trabajo de analista por primera vez? ¿Qué has estado haciendo en esta cueva de basura?”

“Hay cinco personas que me superan en rango en esta habitación estrecha. Estoy seguro de que

notaste que está pasando aquí en el momento de que las presentaciones terminaron.”

Sin embargo, nadie estaba usando su uniforme, por lo que ninguno de ellos tenía insignias sobre sus hombros. La mujer con pelo corto y rubio parecía ser la que estaba a cargo, pero ella vestía unos holgados pantalones de carga y la parte superior de un bikini.

“Tú eres el Estudiante de Campo de Batalla Quenser Barbotage, supongo. Yo soy Millia Newburg.

Soy de la división de inteligencia y mi rango es de teniente. Encantada de conocerte.”

“¿Eh? Ah, es correcto.”

“Esta es una hermosa ciudad si ignoras todas las balas que vuelan alrededor como en una ducha por la tarde, y además de que no hay ningún restaurante con nada más que hamburguesas de pollo. Ahora, vamos a discutir algunos detalles.”

Millia presiono un botón en el control del proyector y la imagen apareció en el techo por alguna razón.

“Con todas las máquinas de aquí, esta es la única superficie que queda.” “¿Esto es…un mapa de Lost Angels?”

“Tú no podrás llegar a entender esta ciudad con sólo mirar a través del folleto del aeropuerto, así que voy a enseñarte algo de conocimiento básico. En primer lugar, Lost Angels se encuentra en el extremo sur del subcontinente indio. Pertenece a la Organización de la Fe y está clasificado como un país seguro, pero en realidad es uno de los lugares más peligrosos en los que podrías estar y las personas mueren con más facilidad que en tu mediocre campo de batalla.”

El mapa de la ciudad se dividió en cuatro colores diferentes.

No había un patrón obvio, por lo que se veía como un extraño camuflaje brillante.

“Esta es la división de poder en Lost Angels. Podrías definirlo como los territorios de las cuatro organizaciones que están llevando a esta ciudad a la decadencia. Pero no confíes demasiado en ello. Todos ellos se asegurarían de entregarte por su conveniencia. Asume que tendrás que alejarte de su camino sin importar dónde estés.”

La oficial en bikini presiono otro botón en el control y un círculo rojo marco un punto en el mapa. Era el cabo en el extremo sur de esta ciudad sureña.

“Es justo aquí que nos lleva a todo esto. La Organización de la Fe tiene una gran instalación para la construcción y mantenimiento de Objects aquí. Actualmente, el Collective Farming de Segunda Generación se encuentra aquí. Los subsidios son usados en el nombre de estimular la región, así que todos han perdido la voluntad de hacer algún trabajo real. Todos simplemente asumen que tendrán dinero, así que ellos gastan todo en juegos, prostitutas y ‘caramelo’ insano. Pero tan pronto como sus hábitos dejan sus billeteras vacías, ellos se enfadan y salen en un alboroto. Esta es una ciudad de dos millones donde todos son el tipo de vergonzoso adulto que actúa como un niño haciendo un berrinche. Y todo mientras cargan con pistolas y hierbas con extraño olor.”

“…”

“¿Te pusiste azul? Bueno, solo tienes que entender que yo no te recomendaría exactamente que fueras a nadar aquí. Aún más importante, ¿tienes el teléfono celular que nuestra división te presto? Déjame verlo.”

“Um… ¿te refieres a este?”

Quenser entrego el teléfono barato que había estado usando y Millia lo lanzo hacia Heivia. Él le coloco un grueso cable como correa en la entrada inferior del teléfono para conectarlo a la computadora.

“Aquí vamos, aquí vamos, aquí vamos. ¡Esto es justo lo que queríamos! ¡¡Esta es la pieza final del rompecabezas del Sr. Mayonesa!!”

“¿Quién?”

“Un viejo loco quien suaviza todo, desde los fideos de curry hasta un Mont Blanc con mayonesa. Pero él es el jefe de la fábrica estatal de la Organización de la Fe, por lo que necesitamos sus datos biométricos para nuestra operación.”

“¿Te refieres a cosas como su huella digital y sangre?”

“El comenzó a ser cuidadoso después de que habíamos recopilado algunos de ellos. Nosotros solo necesitábamos su patrón de frecuencia cardiaca, pero eso significaba que alguien tendría que taparse la nariz y hacerlo justo enfrente de esa apestosa cara de gorila. Justo cuando estábamos jugando piedra-papel-tijeras para ver quien tenía que hacerlo, escuchamos que tú estabas por llegar. Así que gracias, Quenser. No recibirás una bonificación por haberlo hecho, pero nosotros lo apreciamos.”

Quenser recordó pasar a un lado del lujoso auto con varios vehículos de escolta en su camino en el taxi hacia aquí. Él había accidentalmente golpeado el peluquín de un hombre y casi fue asesinado.

Él debió haber sido mal informado para que tomara ese camino de tal manera que rodeara el hotel con el fin de que coincidiera con el horario del hombre.

“Necesitare golpearte después, ¿pero realmente van a usar esto? ¿No se darán cuenta de lo que estamos haciendo y se pondrán en guardia?”

“El uso de biométricos es seguro, pero tú no puedes cambiarlos una vez que han sido robados,”

explico Heivia. “Probablemente él este ahogándose en sudor justo ahora. Él no podrá recuperarse de este error, así que dudo que ese estúpido hombre mayonesa vaya a reportarnos con alguien. Nosotros solo debemos tener cuidado de nuestro trabajo mientras el busca la manera salvar su propio pellejo.”

Heivia estaba de muy buen modo para haber sido forzado a venir a esta ciudad, pero eso debió haber sido porque por fin había obtenido un trabajo como analista por primera vez. Entonces de nuevo, el pretendió ser un “analista de radar”.

Sin embargo, una nube cayó sobre el rostro de Millia Newburg.

“Eso significa que nosotros solo debemos tener cuidado de ‘eso’.”

Quenser decidió cambiar su atención de un Heivia en buen humor a una hermosa mujer en bikini.

“Oh, ¿así que vamos a hacer esto al estilo de Lost Angels?” preguntó el idiota.

“Si. Aunque, si las personas de aquí son tan inteligentes como un corredor de valores de Londres. Yo no tendría mucho de qué preocuparme.”

Puede haber sido por cuestión de comodidad, pero ella tiro del cordel en el centro de su bikini con su dedo índice.

“No tenemos opción. Voy a recopilar la información y armar un plan definido. Ustedes dos… ya sé. Heivia, llévate a Quenser a mostrarle los alrededores mientras consigues nuestra comida antes de que pasemos a lo siguiente. Cualquier cosa esta bien siempre y cuando no sea curry o pollo, pero compra suficiente para todos. Eso es todo.”

 * * *

Con eso, Quenser y Heivia estaban atrapados caminando por Lost Angels durante la tarde.

La ciudad parecía usar más los autos que los trenes y también había una gran cantidad de bicicletas y patines. En este lugar quizás no existía mucha distinción entre la ciudad y la playa, ya que varios hombres y mujeres estaban caminando en trajes de baño.

“Si vamos a conseguir comida, nosotros probablemente deberíamos dirigirnos a la Calle Manzana

y después bajar por la Calle Piña.”

“¿Hm? Pero hay carros de comida establecidos justo ahí.”

“Tú no querrás saber lo que hay en ellos. El letrero tal vez diga pollo, pero serás afortunado si en realidad es una rana.”

No había cruces peatonales en el área, así que ellos atravesaron la ancha carretera con bocinas sonando a todo volumen.

Quenser hablo mientras pasaba a un lado de una Chica Universitaria en un Monokini que tomaba una selfie con su smarthphone.

“Todos aquí están sorprendentemente indefensos para lo que escuche de que esta era una ciudad

de armas y delincuencia.”

“Esa es una de las exhibiciones digitales. Ellos intencionalmente van alrededor llevando vulnerables smarthphones y trasmiten su loca vida personal al mundo las 24/7. Escuche que ellos hacen adorables compañeros de cama para las personas encubiertas aquí, creo.”

Los dos idiotas se abrieron camino en una pequeña zona de restaurantes. Ellos ignoraron todos los

restaurantes con mostradores directos “para llevar” y entraron en un gran supermercado. Allí, ellos lanzaron comida al azar en el carro de compras: suave pan francés, gruesos filetes de salmón, varias ensaladas, anchoas, carne de caballo, aceitunas en conserva, etc.

Quenser estaba claramente molesto con los ingredientes en el carro.

“¿Estas planeando hacer una fiesta casera de hot dog?”

“Esta es una salchicha hecha de tofu de la Nación Isla. Si dejas que otras personas elijan tus propios ingredientes, entonces será tu responsabilidad si no tienen buen sabor. Ese es un truco para librarse de las ridículas demandas de tu oficial al mando.”

“¿Y entonces por que estas inspeccionando todo tan cuidadosamente? ¿No podrías simplemente revisar la fecha de caducidad para saber qué tan frescos son?”

“No seas estúpido. Las instalaciones de transformadores de Lost Angels están las montañas y están tan desgastadas que la luz se va todo el tiempo. Si los refrigeradores no funcionan, la comida se pudrirá en sus empaques.”

Una joven mujer estaba trabajando en la registradora, pero el entrenamiento de los empleados parecía ser decente ya que ella tenía una escopeta de acción de disparo casualmente recargada en el mostrador. La vista fue suficiente para hacer que las bolas de Quenser se encogieran. Heivia en su lugar parecía acostumbrado a ello, así que saco algo de dinero de la Organización de la Fe. Ese dinero no se veía real para Quenser y se sentía más como un juguete.

Con bolsas en ambas manos, ellos salieron por la puerta automática.

“Heivia, ¿no podríamos haber conducido?”

“Yo no quisiera ser el dueño de un auto aquí. En esta ciudad, las personas podrían tomarlo rompiendo la ventana en el estacionamiento o secuestrándolo de alguien en espera durante una luz roja. Sería como compartir una novia con tu compañero de cuarto, es simplemente asqueroso.

Heivia escupió ese comentario mientras ellos esperaban por una pausa de los autos y de un

Repartidor de Pizza en una motoneta para que pudieran cruzar la calle. Quenser limpio el sudor de su frente.

“Yo realmente no creo que esto nos llevara a todo eso.”

“Cierto, tu claramente fuiste el único que causo esto. Solo porque nosotros tratamos de matar algo de tiempo eso no significaba que tú no podías tomarte la discusión enserio. Tal vez solo estabas bromeando, pero los altos mandos se lo tomaron en serio.”

“Si, pero…”

La queja de Quenser fue apagada.

De repente, un Local de Hot Dog en una camioneta exploto mientras pasaba en frente de ellos.

Las explosivas llamas y la onda de impacto enviaron la masa de metal por el aire. Voló desde la carretera y comenzó a rodar a lo largo del camino.

“…?!”

Quenser cayo sentado, y con dificultad y sin palabras cerro y abrió su boca.

En un principio creyó que había sido un auto bomba pero rápidamente se dio cuenta de que estaba equivocado.

El noto una fina estela de humo viniendo del otro lado del camino. El la siguió con la vista y encontró un vehículo todoterreno color negro detenido a cien metros de distancia con alguien asomándose por la ventana trasera.

Esa persona lanzo lo que se veía como un gran cilindro.

“¿¡Un lanzamisiles!?”

“¡Si entiendes lo que está pasando, entonces cúbrete! ¡¡Vamos, por aquí!!”

Heivia de inmediato dejo las bolsas del supermercado llenas de comida, tomo la parte posterior del cuello de Quenser en su lugar, y lo arrastro detrás del camión de cocina en llamas.

“¡¿Las pandillas disparan esas cosas en países seguros en estos días?!” “En Lost Angels, son tan comunes como los excrementos de gaviotas.”

“Primero le tire la peluca a un tipo, ¿y ahora estoy atrapado en una guerra de pandillas? ¿¡Qué clase de primer día es este!? ¡¡Vine aquí porque escuche que estas playas tenían la más alta tasa de topless en el mundo, pero no he visto nada más que ancianos!!”

“¿¡Que tanto estas balbuceando?! ¡Ellos nos están disparando! ¡Y este no es el lugar #1 en topless, este lugar está en la tasa de pezones con piercing, lo cual solo es perturbador! Aún más importante, revisa si hay algún francotirador con los binoculares. ¡¡Yo eliminare a los enemigos que pueda ver con mis propios ojos!!”

“¿Eh?”

Sorprendido, Quenser se dio la vuelta y vio a Heivia buscando algo en la mochila que llevaba con una sola correa para el hombro.

El saco una ametralladora con un silenciador adjunto. Era un arma completamente automática tan pequeña que hacía que el silenciador se viera más grande que el arma misma.

“¿Eh?”

El estudiante miro hacia atrás y adelante, entre Heivia quien estaba cargando la primera bala detrás del camión de cocina en llamas y los cinco o seis matones acercándose con escopetas en mano.

El soldado delincuente no dudó en lo más mínimo.

Mató a aquellos civiles con breves ráfagas de disparos amortiguados. Había cadáveres por todas partes.

“¿¡Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!?”

“¿¡Podrías por favor callarte!? Nosotros somos los únicos que están siendo atacados. Si no contraatacamos, seremos asesinados. ¿¡Que hay de malo con regresar el fuego!?”

“¡Espera, pero, Heivia! ¡Este es un país seguro! Aun si ellos son parte de una pandilla local, siguen siendo técnicamente civi-…”

“¿¡Estas completamente descerebrado!? ¿¡Acaso ves a un solo civil de buen corazón por aquí!?”

El no entendía lo que su horrible amigo estaba diciendo.

A medida que el chico gritaba, ese horrible amigo dejo salir más ráfagas de disparos que mataron con precisión unas cuantas personas más en las calles.

“Escucha bastardo. En su mayoría, hay cuatro organizaciones que están al acecho en esta ciudad, pero eso es sólo la historia oficial.”

Heivia cambio el cargador.

“Estas en realidad son los escondites para la división de inteligencia de los cuatro poderes mundiales: el Reino de la Legitimidad, la Alianza de la Información, las Corporaciones Capitalistas, y la Organización de la Fe. Estas vienen después de las instalaciones de construcción y mantenimiento de Objects de la Organización de la Fe. Ellos roban o destruyen información clasificada y harán cualquier cosa que ellos puedan. Nosotros estamos oficialmente etiquetados como civiles, nosotros en secreto formamos parte de una pandilla llamada Colmena Azul, y

nosotros en secreto secretamente estamos con la milicia del Reino de la Legitimidad.” “Por favor dime que estas bromeando.”

“¿Realmente crees que estoy mintiendo? El lugar se ha vuelto tan peligroso que toda la gente local se ha ido. Este es a la vez un país seguro y la línea del frente. Es un misterio cómo el lugar aún sigue funcionando como una ciudad.”

Él cambio el cargador de nuevo.

“Todo el lugar está plagado de personal militar usando sospechosos y falsos currículums. Todos también son criminales buscados o sujetos que no pueden vivir en otra ciudad. En pocas palabras, en esta ciudad la mitad son soldados y la otra mitad exiliados. Pero es evidente a simple vista quienes son los depredadores y quienes son las presas. ¡La chica en la caja del supermercado y este Local de Hot Dog son lo mismo! ¡¡Esta cosa contiene un gigante router inalámbrico ilegal y el tipo que lo controla es un espía que roba información de todos los dispositivos de aquí!!”

“Pero espera. ¿¡Por qué la milicia de la Organización de la Fe forma parte de todo esto!? ¿¡Que no es esta su propia casa!?”

“Ellos fueron forzados a ensuciar sus propias manos para deshacerse de las personas que no podían expulsar a través de métodos normales. Como sea, los que están aquí delante de nosotros son soldados de la Alianza de la Información sin sus uniformes. Si ellos están tomando esto enserio, nosotros no tenemos razón para contenernos tampoco.”

Quenser escucho una bocina viniendo de otro lugar.

Un camión gigante se atravesó, estrellándose contra el lateral de un auto que simplemente se había detenido en la intersección. El camión se detuvo repentinamente, bloqueando todo el tráfico a través de la intersección y el contenedor en la parte de atrás se abrió como un cofre del tesoro gigante.

Heivia gimió cuando vio lo que emergió desde adentro.

“Oh, estamos jodidos.”

Era una masa de armadura compuesta y llego a medir de diez a cincuenta metros de altura cuando se puso de pie sobre la plataforma del camión. Sin duda era un arma, pero esta intencionalmente conservó una silueta humanoide.

“Hay que largarnos de aquí. ¡Nosotros no tenemos el poder de fuego para esa cosa! De hecho,

¿¡cómo es que aún eso califica como un traje de poder!?”

“¡Ese es el tipo de locura que podrías ver en una exposición de armas! ¡Ya sabes, como los tanques

de invasión lunar y esos motores a reacción de uso personal que claramente solo son el resultado de alguien teniendo algo de diversión con el dinero de impuestos que les son financiados!

“De cualquier forma, esa cosa será un demonio venido del infierno una vez que esté listo para avanzar. Salgamos de aquí antes que ese hombre macho nos arrastre fuera de su territorio. ¡De lo contrario, las personas comenzaran a hacer apuestas aficionadas de cuánto tiempo vamos a durar!

¡¡Ven conmigo!!”

Incontables balas ya estaban volando de ida y vuelta, por lo que Quenser se agachó y corrió tras de Heivia.

Heivia contacto a alguien usando un robusto radio que claramente no era un teléfono normal.

“Aquí Blue 05, actualmente quedamos inmersos en combate con el Grupo Carmesí. ¡Exacto, como tú sabes, ese es el escondite de la Alianza de la Información! Estamos irremediablemente superados en armamento, así que necesitamos perderlos. Encuéntranos unas ruedas para robar y una ruta de escape.”

“Entendido,” respondió Millia Newburg. “Manténgalos detrás mientras bajan corriendo por la Calle Piña a Plaza Mango. Llegen aquí en menos de diez minutos y se encontraran con un grupo de vehículos de transporte que pertenecen a Vaquero Mostaza… es decir, las Corporaciones Capitalistas. Tener a esos dos lados enfrentándose el uno a otro les dará más oportunidades de escapar, además las Corporaciones Capitalistas aún tienen ‘eso’ robado. Nosotros no podemos continuar con nuestra operación original hasta que nos encarguemos de ellos. ¿Podrían hacer eso por nosotros?”

“¡Oh, no puedo creer esto! ¿¡Donde hay un auto que pueda robar!?”

“El tipo en la gran motocicleta en frente de los autos en espera por la luz esta con la Alianza de la

Información.”

Una breve ráfaga de disparos amortiguados le siguió.

Con un disparo en la pierna, el conductor cayó al camino, pero Heivia lo ignoro y enderezó la gran motocicleta.

La Oficial de Policía en minifalda tenía una buena vista del lugar, pero por alguna razón, ella parecía hacer todo lo posible para ignorar todo lo que estaba pasando.

“¡¡Maldición esta cosa es pesada!! ¡Apresúrate Quenser! ¡¡Si no nos movemos, esa enorme cosa

nos va a alcanzar!!”

“¡¡Siento como que he estado paseando en un mundo post-apocalíptico!!”

Quenser grito sus quejas mientras saltaba a la parte trasera de la motocicleta.

Con ambos montándola, la gran motocicleta arrancó con sus llantas raspando contra el asfalto. El paisaje rápidamente empezó a volar.

“¡Yo me centrare en conducir, así que tu encárgate del arma!”

“¿Tu realmente crees que un estudiante como yo podría hacer eso? ¿¡Y tú vas a intentar girar alrededor en esta inestable posición!?”

Varios motores rugieron como monstruos cuando ellos comenzaron la persecución. Quenser se dio la vuelta para ver detrás de ellos y vio varios vehículos todoterreno de color negro y con protección antibalas acercándose sin tomar en cuenta las marcas de carril. Estos saltaban en el aire cada vez que cruzaban una pequeña colina.

Una de las gruesas ventanas se abrió y un hombre sosteniendo un rifle se asomó.

“¡Maldición! ¡¡Voy a girar a la izquierda en la siguiente intersección, así que inclínate!!” “¿¡Por qué!? ¿¡Que no derecho era el camino más rápido a la Plaza Mango!?”

“¡Hay un teatro internacional más adelante! ¡Ese es el lugar donde Grupo Carmesí obtienen sus fondos y donde los ricos tienen sus orgías! ¡¡Ellos tienen un método de hacer más fondos que un escondite en un deteriorado motel, por lo que ellos al menos tienen que conseguir casetas de vigilancia y suficiente seguridad para hacerla una fortaleza a gran escala!! ¡¡Al momento que pases a un lado de eso, serás llenado de agujeros!!”

Heivia hizo un giro brusco en la intersección mientras gritaba su explicación. Quenser era lento para reaccionar y no se inclinaba bien a tiempo, por lo que ellos casi se vuelcan. Uno de los vehículos todoterreno que los perseguían se estrelló con un auto normal en la intersección, empezó a girar, y casi sacó un poste de teléfono junto con el Trabajador arriba de él.

“¡Quenser, si no puedes usar un arma, al menos saca tu teléfono! ¡¡Sostenlo afuera!!”

“¿¡Que hay de bueno con hacer eso!? ¿¡Se supone que deba subir una foto a una red social!?” “Abre la aplicación llamada #109 y después toma una foto como te lo indique. ¡¡La máquina se

encargará del resto!!”

Quenser no entendía, pero hizo lo que le dijo.

Mientras se sacudía de atrás hacia adelante, él enfoco a unos de los vehículos todoterreno antibalas que los perseguían en el centro de la pantalla y tomó una foto.

El teléfono no disparo una extraña onda de radio mortal o un rayo láser. En su lugar, un misil aire-tierra cayo desde los cielos.

La explosión hizo volar al denso vehículo de cuatro ruedas directamente hacia arriba. Aterrizó y cayó una y otra vez, arrastrando a los vehículos todoterreno detrás de este en el caos.

“¿¡Qué demonios!?” gritó Quenser.

“Mira arriba. ¡Ese es un UAV llamado Short Bow! Tu teléfono está conectado con el sistema de focalización del avión no tripulado volando por encima de nosotros. Asegúrate de apuntar con cuidado. ¡Justo como una maid bien entrenada, esa cosa obedecerá incluso las ordenes más

erróneas!”

Varios de los vehículos todoterreno antibalas se las arreglaron para evadir a sus aliados destruidos y continuar la persecución, pero entonces Heivia miro hacia la metálica señal en la calle.

Esta decía Plaza Mango.

“¡Ha ha! ¡¡Lo hicimos!!”

Ellos vieron tres camionetas con todas las ventanas cubiertas con placas de metal conduciendo en un camino estrecho detrás de un banco.

“¡Esos se ven como vehículos blindados de un banco y un grupo escolta para mí!”

“Y ese banco pertenece a una cadena dirigida por la pandilla de las Corporaciones Capitalistas. También resulta ser que esos bastardos son los que robaron ‘eso’ de nosotros. ¡¡Sostente fuerte porque vamos a arrastrarlos en esto también!!”

“Ahh, ahh. ¡¡Estoy feliz de ver que las manecillas del Reloj Mundial se están moviendo siempre

hacia adelante!!”

“¡Matar a algunos villanos de seguro extenderá un poco la esperanza de vida de la humanidad!”

Heivia piso el acelerador lo más que pudo y movió la gran motocicleta cerca de las camionetas blindadas.

Ellos reaccionaron inmediatamente.

La última de las tres camionetas de las Corporaciones Capitalistas abrió sus puertas dobles traseras, revelando lo que había dentro.

“¡¡Maldición!! ¿¡Otro traje de poder!?”

La armadura compuesta con figura humanoide estaba sentada con sus rodillas hacia arriba para que así pudiera caber en el espacio limitado.

Un cañón automático que se asemejaba a una lanza de acero pasaba entre sus piernas y seguía directo hacia atrás.

“¡No hay nada divertido sobre un robot abriendo sus piernas para ti! ¿¡A que le está apuntando!?”

Heivia chasqueó su lengua e hizo un giro rápido. Irrumpió en el carril contrario, poniendo un ángulo entre ellos en lugar de distancia, y entró en su punto ciego.

El traje de poder disparo casi inmediatamente después.

El repetitivo sonido de explosiones sonó demasiado profundo y los vehículos todoterreno antibalas de la Alianza de la Información junto con el asfalto por el que conducían se llenó de hoyos tan fácilmente como una caja de papel. No hubo llantos o gritos. El camino fue simplemente bloqueado por las llamas y el humo.

Heivia observó ese inmundo cementerio por el espejo retrovisor y escupió un comentario.

“¿Ya están todos muertos? ¡¡Hablando de ser inútiles!!”

“Espero que sepas, que nuestro verdadero objetivo aquí son las Corporaciones Capitalistas. A menos que no eliminemos esa camioneta blindada, ellos aun tendrán ‘eso’ y nosotros perderemos la oportunidad de continuar con la operación.” Millia Newburg dio esa fría aclaración por la radio, por lo que tal vez ella había estado observándolos usando al UAV encima de sus cabezas. “Y si tardas demasiado, serás detenido por la Gran Cerca… la zona de no entrar. Tres kilómetros al norte de la instalación de construcción y mantenimiento de Objects en el cabo sur hay una doble cerca con torres de vigilancia equipadas con ametralladoras. Nada bueno saldrá de acercarse a eso, así que dense prisa y terminen con esto.”

Heivia chasqueó su lengua.

“¡Ya la escuchaste, estudiante! ¡¡Ahora ordénale al Short Bow que haga volar a esas camionetas escolta!!”

“El icono de la antena en el teléfono acaba de morir, ¿aun así podré usar eso una vez más?” “¿¡Nos están interfiriendo ahora!?”

Heivia evadió entre el tráfico en sentido contrario que se disparaban como flechas en su camino. La última de las camionetas sin ventanas mantuvo su puerta de atrás abierta y trato de apuntarles

con el cañón automático pegado longitudinalmente debajo del vehículo. A diferencia de una torreta normal, esta no podía girar el barril, pero era posible que la camioneta podría inclinar su extremo posterior hacia la motocicleta y poner a los dos chicos en la línea de fuego del arma.

Ellos iban a fallar a este ritmo.

Ellos no podrían escapar de la línea de fuego del enemigo por siempre y enfocarse mucho en eso podría fácilmente llevarlos a colisionar con un auto sin ninguna relación.

“¡Regresa al carril original!” gritó Quenser. “¡Acércate a la camioneta desde la derecha!”

“¿¡Eres estúpido!? ¡¡Seremos hechos pedazos en el instante que entremos en la línea de fuego de

esa cosa!!”

“¡¡Solo hazlo antes de que lleguemos a la siguiente curva!! ¡¡Esta es nuestra única y última

oportunidad!!”

Heivia chasqueó su lengua e hizo lo que le dijo con desesperación.

Naturalmente, el traje de poder en la camioneta reaccionó tan pronto como ellos entraron en su línea de fuego. El cañón automático de 30mm arrojó balas a una velocidad aterradora y el retroceso fue demasiado poderoso como para que una persona de carne y hueso esperará contener.

Pero…

“¿Qué?”

Un chillido agudo resonó.

Para el momento en que Heivia se dio cuenta de que fueron las llantas de la camioneta deslizándose a un lado, la situación ya había pasado al punto de no retorno. La camioneta perdió por completo el equilibrio y se volcó. Los sonidos de metal doblándose y vidrio quebrándose le siguieron.

“Ellos seguían disparando ese cañón automático con tan ridículo retroceso y el traje de poder ya había desplazado el centro de gravedad de la camioneta, así que por supuesto que iban a golpearse ellos mismos si disparaban durante ese giro brusco.”

“¡Aun más importante, mantente alerta! ¡¡Están llegando por este camino!!”

La gran motocicleta apenas logro desviarse del camino de la camioneta acercándose y la persecución continuó con los otros.

Quenser miro hacia abajo en su teléfono.

El icono de la antena se había recuperado, por lo que esa última camioneta era tal vez la que había estado interfiriéndolos.

El estudiante inmediatamente sostuvo el teléfono y un misil aire-tierra cayo desde los cielos tres segundos después.

Como un gran árbol golpeado por un rayo, la camioneta escolta al frente fue partida en dos.

La camioneta blindada principal perdió el control después de colisionar contra la explosión de la camioneta escolta en llamas. Se estrelló contra la acera, chocando con el poste de semáforo, y doblándose en forma de V todo el camino hasta el asiento del conductor.

El motor de la gran motocicleta rugió salvajemente mientras la rodeaba y Heivia se bajó para mirar dentro del asiento del conductor.

El levanto su ametralladora con una mano y disparó sin piedad dentro de la camioneta.

El parabrisas se llenó rápidamente con grietas blancas, pero no hubo ninguna señal de balas atravesándolo.

Sin embargo, eso estaba bien.

Heivia le dio un grito a quien sea que estuviera detrás del vidrio antibalas.

“¡¡Sal de ahí ahora!! ¡Nosotros somos profesionales! ¡Si tu entiendes eso entonces no podrás ganar esto, entonces haz lo que decimos!”

“¿Heivia, que estamos haciendo ahora?”

“Ellos están con las Corporaciones Capitalistas, así que vamos a hacer esto como ellos lo harían,” dijo Heivia. “¡Haremos volar todo el dinero de aquí con un misil! Transmite este mensaje al jefe de Vaquero Mostaza: ‘Si nosotros no tenemos ‘eso’ de vuelta ileso, entonces seguiremos haciendo esto todo el tiempo que sea necesario. ¿Qué tal si destrozamos todos tus autos de lujo la próxima vez? ¿O prefieres que empapemos tu amado campo de golf en herbicida? ¡Tu suerte se acabó en el momento que interferiste con nuestro trabajo para ganar algo de dinero extra!’ ¡¡Y no pongas ni una sola letra o palabra mal!!”

Quenser suspiró cuando escucho eso y después le susurró algo al otro chico.

“(Si vamos a quemar todo, nadie sabrá si nosotros tomamos un montón o dos, ¿cierto?)”

“(Eso ya era parte del plan. Pero no te pongas muy codicioso. Solo coloca unos cuantos debajo de tu ropa y se verá como si estuvieras usando un chaleco antibalas.)”