Heavy Object (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: La Policía es un Medio para Detener la Guerra >> Batalla de Liberación en Oceanía

Parte 4

El grupo de helicópteros llevando a Quenser y los demás de regreso a la zona base de mantenimiento no está lejos de llegar.

Pero ellos ni siquiera pueden soportar esperar tanto tiempo.

“En realidad no sabemos cuándo fue construido el Object de generación 0.5 del gobierno militar de Oceanía. ¡¡Si fue construido reuniendo las partes a través de esta red de tuberías y este grupo se apoderó de eso, es perfectamente realista que hayan completado un Object!!”

“¡Deja de analizarlo y reporta esto, Quenser! Maldición, apuesto a que nuestra comandante de enormes pechos aún está molesta. ¡¡Espero que quiera escucharnos!!”

Después de explicar sus pensamientos a través de la radio, Froleytia responde amargamente.

“No he olvidado que tengo que encargarme de ustedes dos, pero esto es malo. Esto explica por qué las cosas se han puesto animadas en el exterior.”

“¿A qué te refieres?”

“He recibido unos problemáticos reportes de los centinelas de la base. Parece ser que dos o tres mil de las personas locales se han reunido. Solamente están sacudiendo la reja alrededor de la base y lanzando pequeñas rocas, pero tendremos que usar la fuerza para que se retiren si intentan algo más. Quiero evitar eso mientras las cámaras de los reporteros están aquí. Además, no sabía qué era lo que causó la conmoción.”

Las opiniones de las personas varían, pero el ejército del Reino de la Legitimidad no era tan odiado por las personas de Oceanía.

“Así que ya comenzaron a retrasar el mantenimiento de las infraestructuras y a dirigir el odio de las personas hacia nosotros.”

“¡Si ellos ya han comenzado, eso significa que es realmente probable que ya hayan acabado su nuevo Object! ¡¡Ni siquiera me gustaría bromear sobre esto!!”

“Pero toma casi tres años el construir un Object desde las bases,” dice Froleytia. “No ha habido el suficiente tiempo para la planeación de una conspiración después de ver las noticias sobre el colapso de la nación militar de Oceanía.”

“Espera un minuto. ¡¡Froleytia, no puedes insinuar lo que creo que estás insinuando!!”

“Simplemente tenemos que calcularlo un poco más allá. Si ellos comenzaron este proyecto hace tres años, comenzó antes…kssshh…de la destrucción de la nación militar…ksshh. Eso es ridí-…ksshh…parte de su plan… ¡¡Ksssshhhh!!”

“¿Froleytia? ¿¡Hey, Froleytia!? ¿¡Puedes oírme!?”

“Tienes que estar bromeando. ¿La línea militar ha sido bloqueada? ¿Por quién? ¡¡Eso puede calificarse como una oposición contra nosotros!!”

Quenser y Heivia intercambian una mirada.

De pronto, una nueva voz resuena a través de la radio. Es la voz de un hombre joven.

“Bienvenidos a nuestra nación de Oceanía.”

“¿En serio? ¿Tenemos que encargarnos de esto? No veo como esto pueda terminar bien.”

“Escuché que sobrevivieron tenazmente a la bomba de ácido y además se acercaron bastante a la verdad. Aun así, es demasiado tarde para hacer algo al respecto.”

“Al menos sabemos que se vieron envueltos tras bambalinas con la nación militar y su Object de generación 0.5.”

“Sí. Ellos nunca tuvieron el dinero ni la tecnología necesaria para construir un Object por su cuenta. Como probablemente lo saben, ése fue construido basado en una versión degradada de los datos de diseño de un modelo de la Alianza de la Información conocido como el Gatling 033…no, supongo que ustedes lo conocen por el nombre clave de Rush.”

“¿Rush?”

Quenser frunce el ceño y recuerda la risa “oh ho ho” de esa piloto de Élite de la Alianza de la Información.

“¿Pero por qué ustedes pensaron inocentemente que sólo habían construido ese? Si pueden construir uno, pueden construir dos. Con las tuberías esparcidas por todo el desierto y las cientos de terminales conectadas a éstas, cualquier cosa es posible. Nuestro proyecto comenzó años y años antes de la caída de la nación militar, ¿así que cuántos Objects creen que tenemos esperando en ese hormiguero?”

El hombre usa el plural.

Eso es suficiente para provocar que unos escalofríos recorran la espalda de todos en el helicóptero. Sólo uno de esos monstruos es más que suficiente.

“Estás mintiendo. Los Objects son artículos de calidad que cuestan miles de millones de dólares cada uno. ¡¡Un solo grupo no puede construir tantos!!”

“El dinero puede comprar cosas mejores. La función del dinero es ser gastado, así que no hay necesidad de refrenarse. ¿Me equivoco?”

“¿Algo mejor?”

“La policía mundial,” dice el hombre joven a través de la radio. Ese término fue el símbolo de una era.

“Tal vez el mundo cambió, pero un súper poder Norteamericano alguna vez tuvo el control total del balance militar del mundo. Esa fue una era de paz. ¡Pero esa nación ejemplar fue hecha pedazos por el fluir del tiempo! Ahora ahí se encuentran las regiones principales de las Corporaciones Capitalistas y la Alianza de la Información. No es realista resucitar un solo súper poder ahí.”

“No querrás decir…”

“En ese caso, la única opción es encontrar otra área con condiciones similares. Una tierra vasta rodeada por el océano. Una nación con suficiente alimento, recursos subterráneos, y población. Todo lo que necesitamos es proveer información sobre tecnología avanzada. …y solamente había un candidato.”

“¿¡Quieres decir que su meta es hacer de Oceanía una segunda ‘policía mundial’!?”

“¿Acaso hay una mejor manera para recuperarse de una guerra? Si tenemos éxito, pondremos fin a las ‘guerras limpias’ esparcidas por todo el mundo. Combinaremos los diferentes poderes mundiales en uno solo. Y Oceanía gobernará en el centro de todo. Este continente fue invadido por una guerra sin razón y después acabado por los diferentes poderes mundiales, así que este es el símbolo perfecto para la nueva policía mundial.”

“Esto es ridículo,” contesta Heivia. “Toda la historia oscura desde la creación de la nación militar de Oceanía fue su obra, ¿¡cierto!? ¿La nueva policía mundial? ¿Una era sin guerras? ¡Un mundo creado por gente tan malvada como tú sería un lugar horrible! ¡¡Simplemente quieres crear un mundo en donde puedas asesinar a tanta gente como puedas!!”

“Solamente tengo algo que decir ante eso: ¿se dan cuenta que la historia es algo creado por alguien y grabado por alguien?”

La voz del hombre permanece tranquila.

Él está siendo usado para ser acusado de hacer cosas horribles.

“Y no importa qué tanta conmoción causen, ya no pueden cambiar la dirección de los eventos. Miren la ciudad debajo de ustedes. Los gritos molestos de la multitud debe alcanzarlos en el cielo. ¿Saben qué es ese tremor? Son los pasos de los rebeldes marchando por las calles. ¿Podrán apaciguar a todas esas personas?”

“…”

Quenser deja de respirar por un instante.

Puede escuchar un sonido muy, muy débil parecido al de un trueno distante. Se asoma desde la puerta abierta del helicóptero y ve algo llenando la ciudad del desierto. La escena de innumerables cabezas humanas llenando cada pulgada que no está ocupada por edificios es espeluznante.

Ve algo blanco por aquí y por allá.

Parecen pancartas o mensajes, así que Quenser toma sus binoculares instintivamente. Pero Heivia toma su muñeca antes de que pueda ver a través de ellos.

“Deberías detenerte.”

Heivia está mirando a través de la mira de su rifle. Al parecer apenas se ha asomado.

“Es mejor no ver eso. Es como un anzuelo. Intentarás pretender que no es nada al principio, pero te darás cuenta de que el pequeño anzuelo no puede ser retirado. Dejará una herida.”

Quenser no puede imaginar qué podría causar una reacción tan negativa.

Más temprano ese día, él vio a verdaderos soldados enemigos siendo destrozados por helicópteros y casi había sido asesinado por una bomba ácida. Comparado con eso, ¿qué podrían hacer las palabras? Pensando eso, la curiosidad de Quenser lo lleva a ver a través de los binoculares.

Y…

“…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………”

Siente como si las palabras “te lo dije” resonaran desde un lugar lejano.

Sus brazos cuelgan sin fuerza y la visión aumentada abandona sus ojos, pero lo que vio deja un agujero en su pecho.

Siente como si todo el sangriento vómito y el hecho de arrastrase por el lodo en Oceanía hubiera sido en vano en un instante.

Esto no es algo que una o dos personas podrían causar fácilmente. Es una corriente poderosa.

Como una moda o novedad, algo invisible está influyendo en las vidas de las personas.

Normalmente, sólo las empresas de anuncios que crean comerciales se percatan de esa corriente, pero ahora crea un muro obvio ante Quenser y los demás.

“¿Qué es esta conmoción?” pregunta Quenser mientras mira inexpresivamente hacia la ciudad desde la puerta corrediza.

Recibe una respuesta del soldado manejando el aparato portátil que recibieron de los enemigos. “Esperen. Esto es malo. ¡¡Esto es realmente malo!!”

“¿Encontraste otro documento?”

Quenser se da la vuelta y el soldado le lanza el aparato.

Lo atrapa con ambas manos y finalmente se percata de lo que muestra la pequeña pantalla. Es un sitio de videos totalmente normal.

Sin embargo…

“Ha ha ha. ¿Han descubierto de lo que todas las personas están hablando?” se ríe la persona en la radio.

Pero Quenser no está escuchando.

Su mente ha abandonado la realidad y sus ojos se concentran en el video reproduciéndose en la pantalla.

Éste muestra unos minutos de un incidente de tráfico de personas que ocurrió en un puerto internacional en Oceanía.

Fue subido hace apenas una media hora.

Las visitas ya han alcanzado los diez millones. Es un sitio usado en todo el mundo, pero el video se corta un poco como si tuviera problemas para cargarse.

“Las noticias no son nada más que entretenimiento. Ellos se quejan acerca de los deprimentes incidentes, pero eso no detiene a la gente de buscarlos. La TV y los periódicos solían tener gran influencia, pero estos días uno nunca se enterará de nada sin buscarlo por su cuenta. Y eso le da a la gente cierto entusiasmo.”

Los incidentes y batallas que estaban supuestamente resueltos ahora están siendo usados para algo más.

“Y en Oceanía en donde la infraestructura está siendo reconstruida, ellos están faltos de recursos para entretenerse. Las personas están hambrientas de entretenimiento. Sí, quieren disfrutar.

Simplemente abrir un pequeño agujero en el dique lleva al resultado ante ustedes. La impresionante inundación limpiará este continente.”

El hombre en la radio habla como si cantara una canción de cuna que oculta un origen cruel. “El cielo nocturno. Este mundo es un cielo nocturno.”

Casi suena como las letras de una canción.

Se escucha bien, pero parece retirado de la realidad.

“El cielo nocturno sin estrellas presiona a todos desde arriba y evita que vean más adelante. Alguien debe cambiar esto. Afortunadamente, no es difícil de hacer. Aquellos que gobiernan esta era oscura simplemente han convencido a todos de que es difícil.”

El que lo hizo debe haber sabido eso.

Y los que escuchan seguramente lo sabían en el fondo.

“Al elevar estrellas en el cielo nocturno, podemos crear una sola bandera. Al principio, nuestro símbolo será un índigo puro como el cielo nocturno. Una sola estrella es suficiente. Si una sola estrella puede brillar en el índigo cielo nocturno sin estrellas, podremos guiar con calma esta era oscura. ¿Ustedes se quedarán aquí en el centro del mundo o serán llevados a las orillas del mundo? Decidan por su cuenta.”

De cualquier forma, ellos serían afectados.

¿Pero por qué?

¿Acaso alguien simplemente está usando la ira de la gente de Oceanía?

¿O incluso esa ira inicial es algo que alguien instaló dentro de ellos?

El video muestra unos minutos de un enfrentamiento a gran escala entre Objects en el desierto nocturno que se llevó a cabo para asesinar a un solo soldado.

“Gracias. Ideamos muchos planes diferentes y ustedes arruinaron algunos, pero nos dieron una herramienta mucho mejor,” dice la voz. “Truth Theater. Ese es el nombre del video. Cuando tomas algo sin forma, le das un nombre, y lo colocas en un marco de tu elección, emite cierta impresión. Ese es el método básico para influir en la opinión de la gente. Después de eso, solamente necesitas darles una dirección específica. Por ejemplo, puedes crear una bandera que ellos tomen como su propio símbolo sin que nadie los obligue. Ellos entonces predicarán la palabra de su existencia alrededor del mundo. El truco está en combinar hábilmente las ideas y deseos adecuados. La bandera nocturna es de un índigo puro, así que puede crearse fácilmente derramando una lata de pintura en una cortina. Si creas un símbolo complejo y de apariencia llamativa, nadie puede crearlo por su cuenta. Esa es una aplicación de la influencia sobre las impresiones de las personas.”

No hay mentiras en los materiales que ellos usaron.

Sin embargo, los momentos editados son extremadamente malvados. Al mostrar solo unos minutos del video, éste sólo muestra el inicio del problema y el crecimiento del caos que produce.

Seguramente hay personas viéndolo que ni siquiera saben que esos problemas fueron resueltos.

“El escenario ha sido preparado. Si no fuera así, no los hubiera contactado. La bandera índigo del cielo nocturno podría cubrir el continente entero en cualquier momento. Enfrentando a esta apabullante cantidad de personas, tanto militares como civiles, los oficiales del ejército que están obsesionados con las guerras limpias vacilarán. Ese tiempo evitará que ustedes puedan solucionarlo. Hasta luego. Han perdido. Una vez que sólo quede nuestra victoria, el mundo se beneficiará enormemente y se regocijará en esta paz recientemente adquirida.”

“Dime tu nombre.”

“¿Por qué?”

“Necesito algo qué escribir en tu lápida.” Un silencio proviene de la radio.

Tal vez el hombre esté riendo.

“Puedes llamarnos, la Compañía, Langley, o el Pentágono. Cuando la antigua policía mundial desapareció, nuestro verdadero nombre perdió su poder y significado.”

“¿Quieres decir…?”

“Somos los fantasmas de una era pasada. Pero si quieres referirte a nosotros, hay un nombre que puedes usar. Somos las extrañas sombras vestidas de negro que somos susurradas en cada rincón del mundo. Somos MIB.”

En ese momento, termina la transmisión.

Pero no porque Quenser o el MIB hayan apagado su radio.

El helicóptero de transporte se sacude violentamente mientras queda envuelto por una explosión. “¿¡Wah!?”

“¿¡Qué fue eso, piloto!? ¿¡Qué sucede!?”

La puerta del helicóptero está abierta, así que Quenser tiene que colgarse del pasamano en el muro interior con todas sus fuerzas para no ser lanzado fuera.

La respuesta del piloto es tensa.

“¡Fuimos atacados desde la superficie! Probablemente fue un mortero de baja calidad.”

“¿¡Un mortero!? Esos son usados para lanzar proyectiles más lejos de lo que puede llegar una granada. ¿¡Cómo pueden usarlo para un ataque anti-aéreo!?”

“¡No lo sé, pero uno acaba de impactarnos! Lo usaron más allá de su uso estándar. ¡¡A diferencia de un misil, no es guiado, así que no serán capaces de atacarnos con precisión!!”

“Este es el odio de la gente,” dice el hombre a través de la radio. “Esos proyectiles cuestan veinte dólares cada uno. Hay una razón por la que han sido los productos mejor vendidos durante tanto tiempo en este mundo de guerras sin fin.”

“¡Aquí viene! ¡¡Acabo de escuchar uno siendo disparado desde la superficie!! ¡Esquívalo, maldición! ¡¡Muévete a la derecha!!”

“¡No tengo un control adecuado después de esa última explosión!” No logran escapar a tiempo.

Mientras el helicóptero se sacude, Quenser trabaja para cerrar la puerta. Tan pronto como lo hace, la siguiente explosión impacta.

La puerta de acero se dobla y se incrusta en el muro opuesto. Sin embargo, cerrar la puerta no fue en vano. Sin la puerta actuando como cojín, la explosión y pequeños fragmentos hubieran llenado el helicóptero.

Aun así, el impacto lo logra.

El helicóptero no explota en el aire, pero comienza a girar ya que pierde el control. Su altitud se reduce claramente. La masa de acero obviamente está cayendo hacia el suelo.

“¿¡Qué hacemos!? ¿¡Hey, qué hacemos!? ¡No quiero chocar dos veces en un día! ¿¡No puedes recuperarte!?”

“¡Eso intento! ¿¡Pero acaso parece que está funcionando!?” grita el piloto en respuesta. Quenser se siente aturdido mientras se prepara para no ser lanzado por la puerta reabierta.

El hombre habla a través de la radio como si quisiera dar el golpe final.

“Ha ha ha. Soldados rodeados por una multitud sedienta de sangre. Una tragedia como esta tal vez funcione como otro símbolo para hacer que la coalición se retire.”

“¿¡Eso es todo!?”

Heivia apaga la radio bruscamente y mira hacia la puerta. Entonces grita hacia la cabina.

“¿¡Hey, hacia dónde caemos!? ¡Espero que sea algún lugar sin personas!”

“¡Así es! Nos dirigimos a un depósito de basura. ¡¡La basura está apilada formando colinas y mis sensores no detectan a nadie!!”

“Bien.”

Heivia parece haber preparado su mente para algo, así que Quenser le habla. “¿Qué haremos ahora?”

“¿Acaso no es obvio?”

El helicóptero continúa cayendo mientras roza el techo de un edificio de cinco pisos crudamente construido.

Heivia se asoma hacia la cabina, usa su cuchillo para cortar el cinturón de seguridad del piloto que aún se encuentra intensamente concentrado en los controles, y lo jala.

“Saltaremos.”

Los gritos no se detienen.

Como si saltaran de un auto dirigiéndose a un barranco, Quenser y los demás saltan hacia el techo plano del edificio. La caída es de sólo unos metros.

Después de unos segundos, el helicóptero choca contra un gigantesco montón de basura y explota. Ahora ya no tienen manera de regresar a la base.

***

El helicóptero de transporte se estrella contra un enorme depósito de basura citadino. Después de la gigantesca explosión, un humo de aspecto tóxico se eleva hacia el cielo. Quenser mira la escena mientras rueda sobre el techo de concreto de un edificio de cinco pisos.

“¡¡Maldición, esto duele!! ¿¡No me rompí ningún hueso, cierto!?”

“¡Si te hubieras roto uno o al menos fracturado, estarías llorando del dolor, estudiante! Deja de pensar en el efecto placebo y levántate. ¡¡Necesitamos salir de aquí!!”

“¿Acaso este lugar es tan malo?”

“¿Quién crees que nos derribó? No fueron soldados entrenados. ¿Recuerdas cuando discutimos sobre este caótico periodo de recuperación en Oceanía? Las cosas están tan mal que la gente lleva armas por su cuen-…”

Heivia deja de hablar repentinamente.

Escuchan un tremor. Suena como las aclamaciones en un estadio después de un “hat-trick”. Se asoman preocupados y ven un tsunami de color dorado acercándose hacia el helicóptero que aún emite humo negro.

La ola está conformada por personas.

El color dorado es su cabello. Un grupo de cientos o miles se acerca para sacar a la tripulación del helicóptero. Ondean banderas de color índigo. Debieron haber teñido algo a mano porque tienen un color brillante y aún no se secan.

Ese cielo nocturno sin estrellas es el símbolo de su disgusto contra esta era oscura.

“Pistolas, rifles de asalto, cohetes, morteros, y más. Si no salimos de aquí mientras ellos están concentrados en el helicóptero, no tendremos a dónde correr,” se queja Heivia. “Están tan iracundos que existe la posibilidad de que seamos capturados y ejecutados públicamente.”

Quenser traga saliva cuando ve al otro chico preparando su rifle de asalto. “Espera, Heivia. ¿Para qué estás preparando eso?”

“¡¡No es momento de ser idealista!! Las reglas de la batalla no significan nada aquí. El orden aún no ha sido restaurado en Oceanía, así que incluso esposas y trabajadores de oficina caminan portando armas para defenderse. ¡¡Esas personas con su bandera del cielo nocturno podrían empezar a disparar en cualquier momento, así que debemos defendernos!!”

“No puedes. ¡¡No puedes hacer eso!!”

A pesar del peligro de una explosión secundaria por las municiones o el combustible, la molesta multitud rodea el helicóptero y se asoma a su interior. Parecen hormigas reuniéndose alrededor de un terrón de azúcar. Si se percatan que Quenser y los demás están en el techo, obviamente rodearán el edificio.

Quenser comprende eso. Realmente lo hace.

“¡¡Hay cientos o incluso miles de ellos con las banderas!! Con tanta diferencia, no importa si son profesionales o amateurs. Ignorarán a todos sus aliados y nos dispararán. ¡¡Si eso sucede, no terminaremos más que llenos de agujeros!!”

“¡Pero…!”

“¿Pero algunos de ellos no están armados? Aun así terminaremos mal si nos atrapan. ¡De hecho, la falta de armas mortales sólo hará que nuestro espeluznante destino se alargue! ¿¡Realmente crees que estas personas podrán detenerse justo antes de matarnos!?”

Entonces escuchan un carraspeo.

Quenser desvía la mirada y ve al piloto del helicóptero raspando el interior de un anillo con un trozo de metal. El trozo metálico tal vez era una antena de televisión.

“¿Qué estás haciendo?”

“El nombre de mi esposa está grabado en mi anillo. ¡¡Estoy preparado para hacer lo que sea sin importar las consecuencias, pero no quiero causar ningún problema a mi familia!!”

La atmósfera no es normal.

Quenser sugiere la obvia elección de “no pelear”, pero los demás toman eso como algo extraño. Están siendo afectados por el estado de la nación.

Si un lado tiene armas, el otro lado también debe tenerlas. Esa lógica sólo puede llevar a una reacción en cadena negativa, pero ha comenzado a afectar a aquellos que no pertenecen a Oceanía como Quenser y los demás.

Truth Theater.

Están siendo absorbidos por el mundo de ese video. El cielo nocturno.

Esa era oscura y sin esperanzas que los MIB crearon está consumiendo a Quenser y los demás.

Heivia y los otros que pueden usar rifles toman la delantera y se avanzan del techo al interior del edificio. La escalera y los pasillos están desiertos. Los vidrios están cubiertos por polvo y arena, así que el interior es oscuro. Varios símbolos han quedado en los muros, así que tal vez era un edificio abandonado preparado para ser demolido.

¿Qué sucedería si se encontraran con alguien?

¿Qué tal si alguien vive aquí para escapar de la arena y la lluvia? ¿Qué tal si alguien que vive cerca lo usa como almacén?

Quenser tiene dificultades para respirar mientras ve a Heivia y los demás apuntando sus rifles alrededor sin vacilar.

Hay algo malo con todo eso.

Sus enemigos no son la gente de Oceanía. Son los “fantasmas de una era pasada” conocidos como los MIB que se ríen mientras manipulan a todos. Empezar un tiroteo sólo les causará placer. Pueden usar eso para cumplir su deseo de deshacerse de la coalición que es vista como enemiga de la gente de Oceanía.

Quenser comprende la situación, pero no puede suprimir ese miedo instintivo.

El fuerte sonido de un mensaje de audio golpea sus tímpanos desde el exterior del edificio. Proviene de un megáfono barato.

“¡¡Desháganse de ellos! ¡No permitan que su opresión continúe! El helicóptero del Reino de la Legitimidad chocó justo al lado del hospital. ¡Ellos sólo piensan en sus intereses! ¡¡No les importa nuestras vidas!!”

“¡Malditos! ¡¡Ellos fueron los que dispararon esos morteros contra nosotros!! ¡¡Y tuvimos que estrellarnos contra un montón de basura!!”

“¡¡No respondas!! ¡¡No resolverá nada si también nos molestamos!!”

“¿¡Entonces qué se supone que haremos!? ¿¡Crees que la caballería aparecerá si nos sentamos y esperamos lo suficiente!?”

De pronto, sucede algo más.

Escuchan un festejo similar a cuando se marca un gol decisivo en un partido internacional de fútbol. Quenser no puede asomarse por la ventana.

Existe el riesgo de ser descubierto, pero tiene más que ver con su propio miedo. Él y los otros siete continúan bajando por las escaleras corriendo.

Una vez que llegan al primer piso, Heivia se acerca a la puerta trasera cerca de las escaleras. Gira lentamente la perilla y entreabre la puerta.

El muro de personas ya se encuentra a unos treinta centímetros. Están tan cerca que Heivia casi puede oler su sudor y respiración.

El aroma de la puntura usada para crear las banderas color índigo se combina con eso. El chico suprime un gemido desesperadamente.

Casi todos están concentrados en la persona hablando a través del megáfono, así que no están viendo hacia el edificio.

Con la delicadeza necesaria para desactivar una mina, el chico toma bastante tiempo para cerrar la puerta que sólo está abierta unos centímetros. Instintivamente también quiere cerrar la puerta, pero eso haría demasiado ruido. Usa su razón para pelear desesperadamente contra esa tentación.

“Esto es malo. Están por todos lados ahí afuera.”

“¿Quieres decir que no podemos escapar?”