Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 2: La Amenaza del Héroe

Capitulo 2: Las Alcantarillas se Tiñen de Rojo

Parte 1

Y así, Ryunheit se separó de la Federación de Meraldia y se unió al lado del ejército demoníaco. Prácticamente, esto significaba que Ryunheit era ahora la capital de los demonios. Esto significaba que necesitábamos mejorar las defensas de la ciudad tanto como pudiéramos. Era muy parecido a los juegos de construcción de ciudades que había jugado en mi vida pasada, excepto que aquí, el fracaso significaba la muerte.

“¿Por dónde deberíamos comenzar?”

Era el día después de la celebración de la independencia de Ryunheit y aún había gente celebrando en las calles. Airia y yo, sin embargo, ya habíamos vuelto al trabajo. Ahora que Ryunheit había traicionado a Meraldia, no había duda de que nos atacarían. Cuanto más tiempo perdiéramos, más difícil sería defenderse de ellos. Es hora de poner ese otro plan en acción. “Echemos a todos los ciudadanos que se nos opongan.”

“¿Eh?”

Los ojos de Airia se abrieron con sorpresa. Naturalmente, no me refería a todos aquí.

“Hay una cantidad de ciudadanos que se opusieron a la independencia de

Ryunheit y aún odian al ejército demoníaco, ¿verdad?”

“Creo que solo hay unos pocos, pero sí, esas personas existen.”

Teniendo en cuenta lo diferentes que eran las personas, no era sorprendente que no todos compartieran la misma opinión. Después de esa conversación, hice un anuncio de que todos los ciudadanos eran libres de abandonar Ryunheit si así lo deseaban. Era una buena manera de decir “Si no te gusta estar aquí, puedes irte a otro lado”.

Cerca de 100 personas se fueron inmediatamente después de la proclamación. Como la población humana de Ryunheit era de unos 3000

habitantes, eso significaba que los descontentos habían sido

aproximadamente el 3% de la ciudad. Hubo otros que lo consideraron, pero decidieron quedarse al final. Airia miró tristemente a sus antiguos ciudadanos marcharse por la puerta principal.

“Espero que logren encontrar un nuevo lugar para vivir…”

“No te preocupes, les dije que pueden regresar en cualquier momento. Si las cosas no funcionan, siempre pueden vivir aquí.”

Después del incidente con Yuhit, me vi obligado a reevaluar mi opinión sobre la gente en este mundo. Por lo que pude ver, no confiaban en nadie que hubiera pasado tiempo con demonios, independientemente de la naturaleza de esa relación. Por supuesto, no todos los humanos eran así, pero no tenía dudas de que un buen porcentaje de las personas que se habían ido ahora no podrían encontrar un hogar en otro lugar y volverían.

Ordené a mis subordinados que mantuvieran sus casas y campos para que pudieran reiniciar su vida aquí en cualquier momento. Además, había comprado todas sus casas a un precio justo, y si alguna vez pensaban volver, se las vendería por la misma cantidad. Como es probable que haya algunos que regresen sin dinero, también les dije que podrían pagar su casa en cuotas, sin intereses. Gracias a todo eso, sabría de inmediato si alguno de ellos volvía. Y si lo hicieran, podría preguntarles sobre el estado actual de las regiones circundantes.

Personalmente, sin embargo, esperaba que encontraran buenos lugares para emigrar. Ninguno de ellos tenía amor por el ejército demoníaco, lo que significaba que probablemente difundirían rumores desagradables sobre nosotros; por ejemplo, que somos extremadamente violentos y arrogantes, y todo eso. Al hacerlo, los ciudadanos de las otras ciudades comenzarían a temernos. Como necesitaríamos conquistar eventualmente todos los territorios de Meraldia, sería más conveniente que nuestros enemigos estuvieran aterrados de nosotros. Podríamos usar sus ideas erróneas sobre nosotros a nuestro favor. Estamos empezando a ser como la mafia…

“Estás haciendo esa cara que siempre haces cuando tienes algo siniestro planeado, sir Veight.”

“No negaré eso, lady Airia.”

Ahora bien. Me había deshecho de elementos inestables dentro de la ciudad e hice algunos preparativos preliminares para nuestras futuras invasiones, así que era hora de abordar el próximo problema. Cómo hacer que Ryunheit sea más grande y más fuerte.

“Si reconstruimos la muralla actual de Ryunheit, estaremos indefensos durante la construcción. Preferiría dejar la muralla tal como está y construir una nueva muralla exterior.”

Sentado frente a mí había un equipo mixto de ingenieros humanos y caninos. La mayoría de los humanos en el grupo eran los artesanos e ingenieros que Yuhit había traído consigo cuando huyó de Thuvan. Me estaban ayudando bajo sus órdenes. Un hombre de mediana edad que estaba sirviendo como líder de los ingenieros refugiados de Thuvan asintió. Su nombre era Azul y él era el yerno de Yuhit.

Todos los hombres que Yuhit trajo consigo eran excepcionalmente hábiles en su campo y eran capaces de crear planos precisos y productos de alta calidad con facilidad. Para ser sincero, me sorprendió lo rápido que restauraron los templos de Sonnenlicht en la ciudad. Y no solo eran edificios religiosos los que habían reparado. Habían arreglado o mejorado casi todas las instalaciones públicas de la ciudad, así que sabía que se podía confiar en sus habilidades y en su ética de trabajo.

Azul hizo algunos cálculos en su cabeza y luego asintió de nuevo, “Considerando el tiempo que llevaría construir una nueva muralla, creo que su plan es el más sensato. Además, los muros de Ryunheit tienen un valor histórico y cultural. Sería imprudente destruirlos.”

No lo sabía. No tenía ni idea de qué tipo de valor cultural podría tener un muro, pero preferiría no destruirlo si ese fuera realmente el caso. Antes de que pudiera responder, Azul agregó, “Tendremos que inspeccionar la tierra alrededor de la ciudad antes de que podamos comenzar la construcción, y si quiere que esta muralla rodee toda la ciudad, nos va a tomar un tiempo construirla. Incluso si comenzamos de inmediato, tomará algunos años como mínimo. ¿Le parece bien?”

“Una muralla a medio construir solo dará cobertura a nuestros enemigos…”

Tal vez debería haberle dicho a Airia que no declarara la independencia hasta que hubiésemos construido una nueva muralla… sopesé mis opciones, pero al final, sabía que necesitábamos una muralla.

“Si demoramos la construcción, algún día lo lamentaremos. Continúa y sigue adelante con el proyecto, pero comienza desde el lado este.”

“Como desee, señor.”

Supongo que tendré que mantener a raya a los enemigos con el espionaje y la negociación por ahora.

Con esto, las renovaciones de Ryunheit podrían continuar sin problemas, pero mi trabajo aún no estaba hecho. Aún necesitaba entregar mi informe. Como de costumbre, hice que la Maestra me teletransportara a Grenschtat, y como de costumbre, Baltze salió a saludarme.

“Sir Veight, no puedo encontrar a nuestro señor en ningún lado.”

“¿De nuevo?”

El Señor Demonio Friedensrichter era un líder muy ocupado. No solo estaba a cargo de los asuntos militares, también tenía que manejar todos los asuntos internos. Gracias al conocimiento que había conservado de su vida anterior, fue visto como sabio por todos y muchos demonios acudían a él en busca de guía. A veces estaba tan inundado de solicitudes de ayuda y asesoramiento que no podía encargarse de todas. Incluso Baltze, que era un guerrero de renombre, había sido reducido a llevar papeles en el castillo.

“Este es un asunto serio, sir Veight. Hay varios documentos importantes que mi señor debe ver de inmediato.”

“Ah, bueno en ese caso…”

Mi mente pensó en la conversación que tuve con el Señor Demonio anoche. Habíamos tomado el té juntos y estaba bastante seguro de que él había dicho, “Han pasado años desde la última vez que peleé en el frente de batalla. Puedo sentir que mis habilidades se están deteriorando.”

“No es que como si hubiera alguien que pudiera hacerle frente en una pelea, sin embargo.”

“Aun así, debo mantener mi filo, o seré un mal ejemplo para mis soldados.”

Sí, no hay dudas al respecto, probablemente esté allí.

“Baltze, probablemente esté en la plaza de armas.”

“¡Muchas gracias por tu ayuda!”

Como era de esperar, encontré al Señor Demonio en la plaza de armas, dándoles a los reclutas dragonantes más nuevos una paliza.

“¡Siéntanse libre de atacarme todos a la vez!”

“¡S-Sí, señor!”

Había 30 peculiares soldados enfrentando al Señor Demonio y todos tenían varas de madera de práctica. Todos fueron sobre él a la vez, pero el Señor Demonio saltó fácilmente sobre su cerco. Aterrizó hábilmente detrás del grupo y tres soldados se pusieron de rodillas. Los había golpeado en el casco y en las hombreras con su propio bastón de práctica cuando saltó por delante. Cada golpe había sido tan rápido que incluso yo no había podido verlos. ¿Cómo diablos hizo eso? Después de eso, el Señor Demonio acabó pronto con los soldados restantes.

“Esto no sirve.”

El Señor Demonio suspiró mientras miraba la masacre que había dejado a su paso. Teniendo en cuenta que se enfrentaban a ti, me pareció que hicieron un buen trabajo. De hecho, deberías elogiarlos. Los soldados humanos simplemente habrían huido gritando, al menos los dragonantes lo habían intentado.

“No puedo saltar tan alto como solía hacerlo… Realmente he estado descuidando mi entrenamiento.” ¿En serio?

“¡Mi señor, debe ver estos informes de inmediato!”

El Señor Demonio tomó los documentos de Baltze y los hojeó.

“Hmm… Entendido. Baltze, llama a los otros comandantes. Tendremos una reunión de emergencia esta noche.”

“¡Sí, señor!”

Baltze saludó y salió corriendo. Una vez que eso fue visto, el Señor Demonio se dirigió a cada uno de los soldados que había derrotado y les dio consejos personales sobre lo que tenían que hacer para mejorar. Era un completo aficionado en peleas de lanzas, así que realmente no entendía los detalles técnicos, pero era obvio que el Señor Demonio estaba siendo muy cuidadoso con sus consejos.

“Lo hicieron bien. Entrenen duro para que puedan mantener este nivel de disciplina incluso en una batalla real.”

“¡Sí, señor!”

El Señor Demonio terminó de reunir a los hombres y se volvió hacia mí.

Sentí un ominoso escalofrío recorrer mi espina dorsal.

“Veight, ¿qué opinas de un combate de entrenamiento? Estoy seguro de que alguien de tu nivel me planteará un desafío mucho mayor.”

“Con todo respeto, mi señor, debo declinar.”

De ninguna manera voy a pelear contra ti. No solo era mucho más rápido que yo, un hombre lobo, sino que tenía el doble de fuerza que un gigante. No importa lo que hiciera, no tendría ninguna oportunidad.

“Creo que alguien como sir Baltze, que es hábil con las armas, sería un oponente más apropiado para usted. Después de todo, yo lucho con las manos desnudas mientras los humanos usan armas. Si desea ganar práctica de combate contra los enemigos a los que se enfrentará, él sería una mejor opción.”

“Tienes un buen punto.”

Lo siento, Baltze. Pero aun así, ¿qué podría haber sucedido para que el Señor Demonio llamara a un consejo de emergencia?

Como ahora técnicamente era el primer vicecomandante del regimiento, también fui invitado al consejo de emergencia. Pero ya que todavía estaba sirviendo en el frente sur, era prácticamente parte del tercer regimiento. De todos modos, ¿por qué tenemos esta reunión en el patio? Justo cuando pensaba eso, el cielo se oscureció.

“Oh, ¿así que ya están todos aquí?” dijo una voz retumbante encima de mí.

Solo había una persona a la que la voz podría pertenecer. El comandante del segundo regimiento. El gigante, Tiverit la Montaña Estruendosa, había regresado de las líneas del frente.

Era el gigante más grande que existía y el soldado más fuerte que tenía el ejército demoníaco. Era calvo, con una larga barba blanca y un cuerpo ridículamente tonificado. La mayoría de los gigantes tenían solo unos pocos metros de altura, pero Tivert medía más de 15 metros. Incluso entre los gigantes, él era una anomalía. Normalmente, cualquier cuerpo humanoide multiplicaba su peso por ocho si duplicaba su altura. En general, porque también se duplicaba su ancho y grosor.

En cualquier caso, lo que eso significaba era que Tiverit, que era 10 veces más alto que un humano promedio, pesaba 1000 veces más. Lo que significaba que sus golpes tenían mucho más peso detrás de ellos, también. Su cabeza descansaba aproximadamente a la misma altura que un edificio de seis pisos y era una fortaleza ambulante en sí mismo. Sin embargo, a pesar de ser un comandante de regimiento, era un alma muy amable. Nos sonrió jovialmente y se sentó en un rincón abierto del patio.

“Mis disculpas por hacerlos esperar, todos. Los humanos fueron más tenaces en su persecución de lo que esperaba.”

Tras una inspección más cercana, me di cuenta de que su simple peto de cuero y su garrote de madera estaban salpicados de sangre. Corrección: era amable, pero solo con los demonios.