Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Semana Silenciosa

Parte 1

“¿Que acabas de decir?”

Preguntó una ronca voz femenina.

Oswald Coulthard, a quien le preguntaron, bajó la cabeza y utilizó el mismo tono para responder.

“Su Majestad Charlotte, tal como lo informé… La princesa Elizabeth Victoria, que se dirigía aquí desde la Academia Independiente de Saint Edward, sufrió un accidente y actualmente está desaparecida.”

El rostro de la reina se puso más pálido y pálido, lo que contrastaba con su túnica carmesí y su corona dorada,

Su rostro arrugado, debido a su enfermedad, parecía una anciana de cincuenta años. Mientras el cetro en su mano se sentía como su bastón.

Su voz temblaba.

“No puede ser… qué hay sobre los guardias imperiales…”

“Esto también es muy desafortunado, pero parece que todos murieron en la línea del deber.”

“Para que los seis guardias imperiales fueran atacados en las fronteras y la princesa desaparecida… … ¿Realmente fue un simple accidente?”

La reina sondeó con una voz apretada.

Sin embargo, la expresión de Oswald no cambió ni siquiera un poco. Una sonrisa se le clavó en la cara como una máscara.

“Es así. Esto fue sólo un desafortunado accidente. Como un medio para endurecer su entrenamiento, despaché a la unidad estándar para traer de vuelta los cuerpos de los guardias imperiales… … Es una vergüenza, pero es sólo cuestión de tiempo antes de que encontremos el cuerpo de la Princesa Elizabeth.

El mayordomo junto a la reina gritó.

“¡Insolencia!”

Sin embargo, se tranquilizó cuando los dos caballeros completamente equipados con una espada en sus manos junto a Oswald se tensaron.

“Perdóneme si soné grosero, pero lo que he informado es la verdad.” Oswald usó un tono tranquilo para responder.

La reina temblaba.

“Ughhh, ¿por qué las cosas se convirtieron así?”

Su respiración era fina e irregular. Un sonido sibilante, como el aire frío que pasaba por la puerta, provenía desde su garganta.

El mayordomo fue rápidamente a apoyar a la reina. “¡Esto es malo! ¡Doctor! ¡Doctor!”

Los médicos probablemente estaban en espera justo afuera de la sala de audiencias. La puerta se abrió de inmediato y entraron siete personas vestidas de blanco.

Cuando la reina estaba recibiendo tratamiento, sus ojos estaban apagados y ella murmuró.

“Cough… Margaret, tú loca estúpida… ¿Estás tratando de arruinar el país con la guerra?… …”

Oswald le respondió después de un momento de silencio.

“¿Ah? Si hablamos de los objetivos de la guerra, sólo hay uno. La razón por la que las naciones van a la guerra se debe a los beneficios que pueden obtener. Una nación es un lugar donde la gente se reúne. Para que puedan sobrevivir, se trata de la actividad económica. En otras palabras, el objetivo de la guerra es ganar riqueza, Su Majestad.”

“… … ¡Miserable… … demonio! ¿Mis ciudadanos van a morir por el bien del dinero?”

“La vida humana es de unos cien años. En ese caso, no hay mucha pérdida incluso si mueren antes. Para poder hacer prosperar su propio país, ¿no es un prestigio y un honor para los patriotas?”

“¡Sofistería! ¿Quieres la riqueza así de mal?… … Un título noble, alta posición militar a tan temprana edad… … Deberías estar satisfecho… … pero… … ¿por qué, todavía quieres dinero?”

“Sus palabras halagan a este humilde siervo. Estoy verdaderamente bendecido de servir en una capacidad tan honorable.”

“¿Entonces por qué?”

“Es imposible para usted, una nacida real, entender… … de hecho, he obtenido estatus y riqueza… … Aun así, todavía está el deseo de más, así es como son los humanos”.

Oswald lo dijo intencionadamente de una manera indirecta. La reina se aferró a su pecho.

“¡Maldición! ¿¡Ugh!?…”

“¡Su Majestad! ¡Por favor, absténgase de hablar más!”

Como si estuviera agotando su vitalidad, sacudió a los médicos, gritando: “¡Una persona codiciosa como tú recibirá el castigo divino! ¡Qué te quemes en el infierno después de la muerte!”

“¿Es así? Creo que mis deseos son tan comunes como las piedras a lo largo de las calles… … será un honor si Dios los notara.”

Oswald respondió como si estuviera orando.

La reina se apretó el pecho, con los ojos volteados, espumosos. Los doctores gritaban desesperadamente “¡Su Majestad!”

Oswald se inclinó y salió de la sala de audiencias.

Saliendo de la habitación, Oswald condujo a los dos caballeros y salió de la torre de la Reina. En un pasillo que estaba lleno de pilares de piedra, el medio estaba puesto con alfombra roja.

Una chica de pelo negro vestida con un vestido de seda apareció desde la parte posterior de un pilar de piedra.

Ella era Margaret.

“Ara, has vuelto tan rápido. ¿La conversación con mi tía ha terminado?”

“Para ser honrado por la presencia de Su Alteza Margaret, este humilde servidor está a punto de desmayarse debido a este gran honor.”

“Eso es, eso será problemático. Dime las cosas que quiero saber antes de desmayarte, Oswald.”

“Estimada princesa, esta zona no es adecuada para tal charla. ¿Qué tal el balcón?”

“Qué problemático.”

El balcón daba al patio.

Era la tarde de hoy, los cálidos rayos de mediados de abril brillaban en él. También había una brisa.

Había mesa y sillas.

La princesa cruzó las piernas.

Los muslos blancos que estaban ocultos por el vestido estaban expuestos. Oswald estaba de pie a su lado, con las manos a la espalda mientras examinaba el área.

Los caballeros de pesada armadura vigilaban la puerta mientras la sirvienta hacía té.

Margaret comenzó la conversación. Oswald se inclinó y dijo:

“… … La audiencia con Su Majestad… … Como este humilde sirviente estaba mal preparado, me he deshonrado.”

“Ara, ¿algo salió mal?”

“No tuve otra opción que provocarla… … Fue mi error de cálculo para que el Comandante de Applewood perdiera a la princesa Elizabeth. Originalmente, quería presentar su cuerpo y terminarlo.”

“Es cierto, es justo como ella sondeó, que problemático.”

“Mis disculpas.”

“Liz, ¿sigue estando bien?”

“Ella fue salvada por un muchacho y escapó hacia las montañas.”

“Ahh, ella vendrá a la capital, estoy deseando que llegue. El regalo debe ser pastel de Applewood entonces. Si es alrededor de este tiempo, el pastel no se echará a perder fácilmente.”

“… … ¿Aquí? Pero muchos soldados aquí tienen la misma idea que este humilde servidor, hay incluso algunos que sabían del asesinato de la princesa Elizabeth mezclados entre ellos.

“Está bien. Si ella no viene, yo seré la reina, ¿verdad? Entonces empezaré una guerra.”

“¿Aparecerá sola para impedir que ocurra la guerra?”

“Sí, Liz es así, una buena persona, ¿no? Voy a hacer un pastel para ella. A Liz no le gusta la fresa ya que es dulce y amarga al mismo tiempo. Jejeje.”

“¿Es así?”

“Estoy deseando que llegue. Ah, ¿no puede ocurrir más rápido? Te estaré esperando con una tarta de fresa.”

“Qué amable de tu parte.”

Oswald tuvo acciones más aterradoras.

Buscando las montañas y pueblos cercanos para encontrar el cuerpo y pisotear el espíritu de la Reina.

Si Elizabeth regresaba, la táctica de Oswald sería más loca. Pensó en enviar soldados a Applewood y vigilar la carretera principal, aunque tendría que cambiar su imagen de que Elizabeth era una chica inteligente. Margaret inclinó su taza y dijo:

“Eso me recuerda, he oído que los guardias imperiales prepararon un señuelo.”

“Sí, el carruaje real que estaba protegido por los subordinados de los guardias imperiales era un señuelo.”

“¿Por qué no caíste? Que interesante.”

“Es sencillo. Incluso si los cinco guardias imperiales están unidos, sus subordinados no son de piedra. Después de todo, un corazón humano se mueve con el dinero.”

“Ya veo, así que los sobornaste.”

“Mis disculpas, este método era poco interesante para la inteligencia. Graham es muy leal, por lo tanto soy incapaz de comprender su vulnerabilidad.”

“Ufufu… … ¿Y tú lealtad entonces?” Ella le lanzó una mirada provocativa.

Levantó las piernas alternativamente, haciendo que la falda de su vestido se deslizara aún más y revelara más de su deslumbrante piel blanca.

“Hacia la preciosa princesa… … Ya ha superado la simple lealtad. Sólo sé que no debo escatimar esfuerzos por ti. El valor de mi vida es considerar la felicidad de Su Alteza. No hay nada más que eso, esta es mi existencia”.

“Así es… … Entonces, Oswald.”

“Aquí.”

“Estoy en un dilema, ¿qué té va mejor con el pastel de fresa?”

“¿Qué tal Darjeeling con miel?”

“Es demasiado dulce.”

“¿A pesar de que el pastel de fresa es agrio?”

“Ufufu, cierto. Está decidido entonces, trae eso rápidamente. ”

“El viento se está haciendo más fuerte, no puedes permitirte tomar un resfriado.

¿No es hora de que vuelvas a tu habitación?”

“De acuerdo, lo entiendo. Hey Oswald.”

“¿Sí?”

“Me gusta mucho Liz. Ella es una buena chica.”

“¿Es así?”

“Entonces, cuando traigas el cadáver, quiero verla antes de presentársela a la tía Charlotte. Por supuesto, eso es antes de que se pudra. Si se trata de esta temporada, no debería haber ningún problema. Creo que traer el pastel de Applewood no debería ser un problema tampoco.”

“Entendido.”

Oswald inclinó la cabeza profundamente y respetuosamente, como si fuera la reina.

Margaret se puso de pie.

Ella caminó mientras balanceaba el vestido de seda, se dirigió a la puerta que conectaba el interior de la habitación con la terraza.

Bastian corrió a través del bosque con todas sus fuerzas.

Cuando era joven, sentía miedo de ser perseguido por el profesor de educación física, aunque lo que estaba experimentando ahora estaba en una escala diferente.

Corrió hasta que vio un río.

Fue una suerte que escaparan. Como todavía era abril, el río estaba frío. Era aún más afortunado que escaparon mientras Bastian la llevaba.

Había un molino de ladrillos a lo largo del río.

La puerta estaba abierta, y nadie estaba en el molino. Así podían descansar allí.

El molino tenía paredes de ladrillo y techo de madera. Había un conjunto completo de equipos para procesar trigo dentro. Aunque había leña en la estufa, no podían usarla sin permiso.

Bastian se sentó en una silla vieja.

“Haah… Ha pasado algún tiempo desde que corrí tan en serio, estoy tan cansado.”

“Eso, muchas gracias por salvarme.”

La muchacha que estaba sentada enfrente de él bajó la cabeza. Bastian agitó ligeramente la mano.

“No te preocupes, ¿no me ayudó Elise muchas veces? Ah, ahora eres Elizabeth, ¿verdad?”

“Mi verdadero nombre es Elizabeth. Aunque está bien que me llames como quieras.”

“En ese caso, ¿está bien continuar llamándote Elise?”

“Sí.”

La chica asintió felizmente con la cabeza.

“Me llamaron Elise hasta esta mañana, ahora se siente nostálgico.” El vestido de seda también te queda bien.

“Ah, ¿es así?”

“Siento que no está mal. Aunque el uniforme escolar es mejor.

Después de decir eso, Bastian temía ser malentendido, pero Elise tenía una sonrisa despreocupada flotando en su rostro.

“Jeje… … también siento que el uniforme escolar es más relajante. Eso me recuerda, las incontables veces que te ayudé, ¿te refieres a las veces que te ayudé en la escuela?”

“Sí. Me enredé en esos líos porque soy de Belgaria, como me gustaría ser de otro país”.

“Aunque eres tan fuerte, ¿por qué soportas tal tratamiento?”

“Le prometí a mi abuelo… … que volvería a casa si me involucrara en una pelea”.

“Qué inesperado.”

“¡Ah!”

Bastian se puso pálido después de mencionar la promesa. “¿Hay algún problema?”

“J, justo ahora, eso no puede ser considerado una pelea, ¿verdad? No involucrarse en una pelea, no revelar mi identidad, ni discutir sobre la política y la religión de otros países”.

“Creo que no se considera una pelea. Por cierto, no revelar tu identidad significa que tu identidad como hijo de un duque es una identidad falsa, ¿no?”

“Ah, no. Eso…”

“Bastian de ojos carmesí, basado en lo que sé, sólo la realeza belgara tiene ojos carmesíes.”

“¿E, eso es así?”

Bastian sacó gafas desde su bolsillo. Los lentes fueron hechos especialmente de cristal negro.

“¿Por qué de repente estás usando gafas de sol dentro del lugar?”

“N, no es bueno, mis malos ojos parecen estar saliendo de control. Estas gafas divinas tienen la capacidad de suprimir la magia.”

“Entonces, ¿eres tú el tercer príncipe, Heinrich Trois Bastian de Belgaria?”

“Yo, no sé quién es ese.”

“Entiendo. Prometo que no se lo diré a nadie. No importa cuál sea tu verdadera identidad, tú eres mi benefactor.”

“O, oh.”

“Dijiste que viniste aquí para darme el manuscrito que habías escrito, ¿rompiste la línea de soldados para hacerlo?”

“Es verdad que vine aquí para pasarte el manuscrito, aunque salvar a un amigo de los soldados es normal.”

“Amigo… …”

“¿Eh? ¿¡Por qué la mirada sorprendida!? Si soy tan embarazoso para tener como un amigo, voy a saltar en esa corriente ¿¡bien!?

“Después de que me revelé como una princesa, pensé que alguien que podría llamar un amigo ya no existía. Me alegro ahora.”

“Haa, ser una realeza de High Britannia es muy duro.”

“Siento que es difícil acercarse a la realeza de Belgaria”.

“Que… … Eddie de la Casa Balzac, nuestra relación es buena y no extraña en absoluto. Lo mismo pasa con ese viejo. ¡El abuelo de ese tipo es muy fuerte! Siempre queriendo enseñar la esgrima.”

“Ya veo, una casa ducal.”

“¡Ah! N, no… … erm… … eso fue escrito en el periódico.”

“Ah, sí, sí, lo entiendo” Elise sonrió.