Kono Yuusha (NL)

Volumen 4

Capitulo 28: Invasión

Han pasado tres días, pero Seiya sigue creando golems todo el día y toda la noche.

“Según el informe de mi soldado, actualmente hay más de veinte mil golems en total”, dice Jonde con una sonrisa.

Miro el mar de golems de abajo y también sonrío. Jonde y yo estamos inspeccionando a Termine desde lo alto de una torre de vigilancia. Solía ser la torre donde la reina estaba retenida como rehén, pero ahora los soldados con buena visión están estacionados aquí para vigilar.

La parte superior de la torre también tiene una vista panorámica de los cinco muros de piedra que Seiya creó alrededor de la ciudad. Parece haber colocado aproximadamente dos mil golems alrededor del muro más exterior para reforzar la defensa de Termine.

Estirando los ojos hacia la pared exterior, Jonde murmura:

“Al principio pensé que estaba exagerando, pero cuando realmente pienso en ello… esta es probablemente una expresión de cómo se siente”.

“¿’Cómo se siente’?”

“No ser capaz de salvar el mundo… La caída de Termine… Planea salvar el mundo esta vez, por eso está siendo tan cuidadoso”.

Me sorprende ver a Jonde analizar racionalmente a Seiya así, a pesar de todas las cosas terribles que Seiya le ha hecho.

“O tal vez eso es justo lo que quiero creer. De lo contrario me volvería loco”.

“Hahaha. Yo sé lo que quieres decir.”

Jonde luego luce una mirada tensa.

“Sin embargo… estoy seguro de que nunca podré perdonar verdaderamente al hombre que no pudo salvar a la princesa Tiana…”

Jonde es un general leal. Si bien entiendo que es natural que cuide a la reina, siento que está particularmente dedicado a la princesa Tiana.

“¿Hey, general Jonde? ¿Cómo fue la relación entre usted y la princesa Tiana?”

“Fui su instructor de esgrima desde que era una niña. No tenía aptitud para ello, pero entrenaba muy duro a pesar de eso. Solo verla me calentó el corazón.”

Hmm… Así que realmente me ayudó en mi vida anterior… Aunque no recuerdo que…

“Ella solía andar siempre sobre mis hombros cuando era pequeña. La princesa siempre fue muy alegre y brillante, como una hermosa flor”.

Jonde continúa recordando su pasado con la princesa Tiana. Cuando veo la expresión de su rostro, de repente me golpea.

“Jonde… ¿tú…?”

Parece sorprendido por un segundo después de darse cuenta de lo que estaba llegando. Se asegura de que no haya nadie alrededor antes de susurrar:

“No puedo ocultar nada de ti, Diosa”.

Un toque de carmesí ilumina sus pálidas mejillas. Él añade: “Sí, la amaba… más que a nadie en este mundo”.

“… Jonde”.

Coloco una mano sobre su hombro y le digo:

“Um… Eso es asqueroso, hombre. Eres como… mucho mayor que ella. Y lo siento, pero… en realidad no eres mi tipo. Ay… quiero decir, aprecio el pensamiento, pero…”

“¡¿Qué hice para merecer eso?! ¿Y por qué me rechazas? ¡Ni siquiera estoy hablando de ti!”

De la nada, un soldado viene frenéticamente corriendo. “¡General Jonde! ¡¡General Jonde!!”

“¡Cállate! ¡¿Qué deseas?!”

La respuesta de Jonde revela su mal humor. “¡Hemos visto señales del enemigo en el norte!”

“… ¿Qué?”

Nuestras expresiones cambian instantáneamente y simultáneamente miramos hacia el norte.

Mi vista supera con creces la de un humano, y veo filas de máquinas de matar humanoides marchando de esta manera. La luz del sol se refleja en sus cuerpos duros y metálicos.

Cada uno de ellos tiene un solo ojo rojo brillante y caminan bípedos como humanos. Cada robot lleva una espada en forma de sable, y vienen con gran fuerza hacia nosotros.

“¡El cuerpo de máquinas…! ¡Finalmente han hecho un movimiento!”

Jonde levanta un brazo en el aire, señalando a un soldado en la torre que toque la campana.

“¡Dile a la gente del pueblo que entre y no salga de sus casas sin importar qué!”

Jonde da órdenes al soldado. En un aturdimiento, le digo: “¡Tengo que irme! ¡Tengo que decirle a Seiya!”

Pero antes de bajar corriendo la escalera, veo a Seiya subirla. “¡Ah! ¡Seiya, buen momento! ¡Ya viene el cuerpo de máquinas!”

“Lo sé. Mis serpientes de la tierra ya me lo dijeron, por eso vine. Puedo obtener una vista panorámica de la situación actual desde aquí arriba”.

Seiya camina tranquilamente hacia la cima de la torre y mira de reojo mientras mira al cuerpo de máquinas cerrándose en la pared más exterior.

Hay muchas menos máquinas de las que pensaba. Probablemente ni siquiera hay mil. Ni siquiera están tratando de rodear a Termine. En cambio, simplemente están marchando hacia las paredes del norte en masa. Probablemente no estén seguros si Grandleon está realmente muerto, por lo que enviaron un grupo avanzado para verificar.

Jonde de repente ofrece una sugerencia a Seiya.

“¿Qué tal rodear las Máquinas de Matar con todos los golems que protegen las otras paredes?”

“No. Los enemigos en el norte podrían ser una distracción, por lo que los golems permanecerán en espera. Todavía planeo usar solo los golems que coloqué cerca para manejar el ataque del cuerpo de máquinas”.

“Mmmm…”

Jonde no dice otra palabra, probablemente piense que Seiya tiene un punto válido. El cuerpo de máquinas continúa marchando uniformemente hacia la pared en perfecta sincronización, y delante de la pared están los golems que creó Seiya. No hay absolutamente ninguna duda, ya que ninguno es humano. Chocan casi abruptamente, y comienza la batalla.

¡Vamos a estar bien! ¡Estoy segura de que los golems destruirán esas máquinas en poco tiempo!

Los golems empujan sus brazos hacia atrás para golpear mientras las Máquinas de matar saltan directamente hacia ellos con sus sables.

“¡¿Que…?!”

Y lo que veo me deja sin palabras. Las Máquinas de Matar esquivan rápidamente los ataques de los golems, luego se agrupan en un golem en grupos de tres o más como hienas que destrozan herbívoros lentos. Si bien los golems son fuertes, no podrán resistir el ataque simultáneo desde todas las direcciones. Las máquinas de matar cortan los brazos y las piernas de un golem, lo que hace que caiga de rodillas, antes de romper su núcleo. Y así, el golem vuelve al polvo.

“¡H-Hey, tus golems están siendo asesinados!”

Tanto Jonde como yo estamos atónitos. Lo mismo está sucediendo en todas partes que miro. Mientras que algunos golpes de golems están conectando y destruyendo las Máquinas de Matar, la mayoría son superados en número y derrotados.

La situación solo empeora hasta el punto de que ya es difícil de ver. Una explosión rugiente desde lejos sacude la torre de vigilancia. Un soldado grita:

“¡Las Máquinas de Matar atravesaron el muro norte!”

“¡¿Q-Qué?! ¡¿Ya?!”

“¡Los golems también están siendo rechazados!”

¡No puedo creer que atravesaron la Gran Muralla de Hierro tan fácilmente! Jonde aprieta los dientes.

“¡Increíble…! ¡Así que este es el poder del cuerpo de máquinas!”

¡Van a atravesar la segunda y la tercera pared en cuestión de minutos a este ritmo! ¡Y van a matar a la gente del pueblo una vez que estén dentro de Termine!

Entro en pánico, pero justo cuando las Máquinas de matar intentan precipitarse en la segunda pared…

¡¡BOOM!!

Un ruido sordo resuena tan fuerte que el suelo tiembla. Cuando miro en dirección al ruido, una nube de polvo se eleva en el aire.

“¡¿Huh?!”

Jonde, todos los soldados en la torre de vigilancia, y yo estamos desconcertados por lo que acaba de suceder. En medio de nuestra confusión, Seiya murmura:

“Hice un escollo entre la primera y la segunda pared”.

Cuando miro a Seiya, su brazo ya está estirado hacia el norte. “Reparación de la pared de hierro”.

¡Y el agujero en la pared exterior se repara de inmediato!

“¡La pared reparada separó el cuerpo de máquinas de los demás!”

Tal como lo declaró el soldado, los pocos cientos de Máquinas de Matar que cayeron en el pozo se han separado de los refuerzos ahora que se ha reparado el muro más exterior.

Antes de saber lo que está sucediendo, la trampa también se ha cerrado, dejando nada más que una llanura plana. Aunque la trampa de Seiya enterró vivo a un tercio de las Máquinas de Matar, la expresión severa de Jonde no cambia.

“¡Reparar la pared no es más que una solución provisional! ¡El enemigo atravesará ese muro tan rápido como antes!”

Incluso mientras hablamos, las Máquinas de Matar ya están intentando romper la pared más externa de nuevo… ¡pero esta vez, ni siquiera están dejando un rasguño!

“¿Q-Qué está pasando? Lo atravesaron tan fácilmente hace un segundo…” Me vuelvo hacia Seiya en total confusión.

“Al principio, hice que la pared más externa fuera fácilmente rompible, pero volví a su dureza habitual cuando la reparé”.

“¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!”

Pero Seiya no responde. Gira sobre sus talones, luego comienza a descender la escalera de la torre.

“¡¿Seiya?! ¡Espera! ¡¿A dónde vas?!”

“Eso debería ser suficiente por hoy”.

“¡¿’Suficiente’?! ¡Todavía hay Máquinas de Matar al otro lado de la pared! ¿Qué vas a hacer con ellos?”

“Está bien.”

Reconociendo que sería imposible atravesar la pared, las Máquinas de Matar comienzan a amontonarse entre sí como para crear una colina para llegar a la cima… pero su intento es en vano debido a la parte superior curvada hacia afuera. Además, estaban tan concentrados en construir los cimientos que los golems pueden atacarlos desde un lado.

“¡¿Huh?!”

Jadeo de sorpresa al verlo. Los golems, que parecían ser más débiles en general que las Máquinas de Matar, ahora los están abrumando. Las máquinas intentan agarrarse a los brazos de los golems, pero son fácilmente arrojadas, tiradas al suelo y aplastadas.

“Ese es el verdadero poder de los golems. Terminarán en otros diez minutos”.

Jonde debe estar tan perplejo como yo. Agarra a Seiya por el hombro y lo detiene mientras intenta salir de la torre.

“¡E-Espera! ¡Explícate tú mismo! ¡Esto no tiene ningún sentido!”

No solo escondió el  verdadero poder de los golems, sino que deliberadamente debilitó el muro para que las Máquinas de Matar lo atravesaran y cayeran en un pozo. ¡Realmente no tiene mucho sentido ahora que lo pienso!

“¿Qué estás tratando de lograr con todo eso?”

Seiya, presumiblemente cansado de las molestias de Jonde, habla con irritación en su voz.

“Voy a analizar e investigar las Máquinas de Matar que atrapé en la trampa para asegurar la victoria”.