Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 14

Prologo 1: La Guerra Estallo

En un futuro lejano, mucho después de la época de Rekka Namidare, durante la era de la Guerra de Todos, existía una agencia que trabajaba para poner fin a los combates. Es muy posible que haya sido la única organización de su tipo, la única dispuesta a oponerse a la Guerra de Todos.

Y en este momento, la sede de esa agencia estaba en medio de ser infiltrada por alguien… o algo.

“Ah, maldita sea…”

Una mujer de la agencia dejó escapar un tenso suspiro mientras miraba la instalación para fumadores que aún estaba siendo atacada.

Ella era científica, pero no cualquier científica, era la mujer a la que R se refería como “Doctora”. También era una líder ejecutiva de la agencia, pero su posición científica la colocaba en una posición especialmente importante incluso entre los demás ejecutivos.

No debería sorprender, entonces, que ella fuera la encargada del mayor proyecto de la agencia: asegurarse de que Rekka Namidare se estableciera con una heroína para evitar que la Guerra de Todos ocurriera en primer lugar. Y aunque los objetivos de los infiltrados aún no estaban claros, era más que plausible pensar que la Doctora era realmente su objetivo.

No sería motivo de risa si me capturaran.

Había muchos grupos, sin mencionar países y mundos, que no aprobaron la agencia. Poder, política, dinero, dinero y más dinero… La Guerra de Todos, fiel a su nombre, afectó a todos y a todo. Había literalmente cientos de millones de opiniones e intereses en juego, y no todos estaban interesados en la paz.

En el ejemplo más extremo, hubo ciertas partes que se beneficiaron de la guerra. Fue como un día de pago extendido para ellos, y no estaban ansiosos por verlo terminar pronto.

De hecho, harían todo lo posible para asegurarse de que eso nunca sucediera. Nada le hubiera gustado más a la Doctora que alinear dichas grupos y ——— todas… Pero, bueno, los sentimientos personales tenían que dejarse de lado por el momento.

En cambio, la agencia se centró en la política objetiva de la situación. Fue gracias a ese esfuerzo que nunca antes habían sido atacados directamente… Al menos, no hasta ahora.

“Hahh…”

La Doctora dejó escapar otro suspiro. No podía permitirse perder el tiempo, pero al mismo tiempo, sabía que el pánico solo empeoraría las cosas. Se tomó un momento para concentrarse y calmarse. Respiró hondo y dejó que el oxígeno fluyera hacia su cerebro. Antes que nada, tenía que pensar.

“¿A quién nos enfrentamos?”

En su mayor parte, la agencia era una organización neutral. Aunque hubo las partes mencionadas que no estaban muy contentas con la agencia, no se atrevieron a oponerse directamente.

Eso significaba que, fueran quienes fueran, estos infiltrados eran diferentes en el sentido de que habían elegido presentarse con su hostilidad.

Era difícil pensar que alguna causa recién formada fuera lo suficientemente poderosa como para llegar directamente a la sede de la agencia de esta manera. Era una posibilidad, ciertamente, pero había escenarios mucho más probables.

“…”

El sistema de defensa que la Doctora había desarrollado para el cuartel general estaba eliminando a los infiltrados uno tras otro justo ante sus ojos. Si bien la agencia buscaba la paz universal, de ninguna manera era una organización pacífica. Estaban preparados para luchar por sus objetivos y más que felices de defenderse.

El sistema que había inventado el cerebro de clase mundial de la Doctora era capaz de resistir todo, desde ataques tecnológicos de vanguardia hasta ataques mágicos de otro mundo.

Sin embargo, por lo que la Doctora podía decir, los intrusos estaban haciendo un buen trabajo al defenderse. Ella no quería elogiarlos, pero claramente habían planeado esta operación con cuidado.

Parecía seguro asumir en este punto que eran más que un grupo de terroristas con gatillo fácil. La posibilidad de que fueran una nueva amenaza que la agencia había ignorado era cada vez menos probable. Sin embargo…

Eso significa que alguien, y alguien bastante fuerte, tiene que estar detrás de este ataque.

Su poder decía una cosa, pero también su tamaño. En un mundo donde había tantas batallas en curso como estrellas en el cielo, incluso las fuerzas más poderosas siempre carecían de número. La guerra había estallado en todas partes, después de todo.

Entonces, ¿cuál fue el significado de un ataque como este? ¿Quién haría todo lo posible para hacerse nuevos enemigos ahora?

“¿Quién se beneficiaría de este ataque?”

No se ganaba nada con convertir a la agencia en un enemigo… Pero, de nuevo, con tantos partidos e intereses potencialmente en juego, tenía que haber un panorama más amplio. Parte de este ataque debe beneficiar a alguien, ya sea al servicio de una agenda militar, venganza, creencias religiosas o lucro comercial. Quizás fue incluso personal. Pero, siendo ese el caso, la Doctora tuvo que cambiar la forma en que ella pensaba sobre esto.

“Bien, ¿qué está pasando actualmente con la agencia?”

Y entonces la Doctora comenzó a deducir el objetivo del enemigo trabajando hacia atrás a través de la situación.

El ataque había comenzado al amanecer y actualmente aún continúa. Varias instalaciones dentro de la sede habían sido dañadas o destruidas, aunque las áreas vitales de las instalaciones más importantes permanecieron intactas.

Aun así, la agencia no pudo hacer ningún movimiento hasta que el ataque terminó.

“Entonces… ¿tenían el objetivo de suspender la función de la agencia?”

Si el enemigo estaba preparado para ejecutar este ataque como un asedio, la agencia podría estar fuera de servicio por algún tiempo. En otras palabras, el objetivo del enemigo era:

“Doctora…”

De repente, apareció una pantalla semitransparente ante los ojos de la Doctora. Fue la fabricación de un dispositivo de comunicación de larga distancia que utilizó. Pero esta pantalla era especial, la conectaba con el pasado. Además, la llamada llegaba por la única línea de emergencia, una que ella había configurado para que R pudiera contactarla de manera segura y directa en caso de una emergencia.

“¡¿R?! ¡¿Qué pasa?!”

La Doctora la llamó de inmediato. R era prácticamente la hija de la Doctora y estaba preocupada. Si R se estaba contactando con ella de esta manera, después de todo, no eran buenas noticias. Una crisis aquí, una crisis allá… Naturalmente, la Doctora no era lo suficientemente optimista como para creer que los dos incidentes no estaban relacionados.

Pero todos los pensamientos de la Doctora fueron interrumpidos cuando la voz rota de R le habló a través del dispositivo nuevamente.

“No hay… tiempo… para más detalles… Por favor… salva… Rekka…”