Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 11

Capitulo 2: El Mal De Amor De Una Hija Es Una Calamidad Que Incluso Un Archidemonio Hiperventilará

Parte 3

Era algo que solo aquellos que vivían y amaban podían lograr.

Foll se reclinó en su silla, aparentemente agotada al pensarlo bien, y preguntó: “… Entonces, ¿qué pasó en el barco fantasma?”

“Cierto. El culpable era otro vampiro que se había vuelto arrogante después de obtener un objeto peculiar”, continuó Alshiera con un suspiro. “El rey Neptunia seguramente se dio cuenta de esto. Tenía tan mala personalidad”.

No hubo vampiros que se acercaran a Alshiera. A pesar de todo el calvario, el final del incidente había llegado muy rápido.

“¿Salvaste al antepasado de Selphy?”

“Los no muertos pueden robar la vida de los vivos ante mis ojos”.

Después de poner fin a su historia allí, Alshiera le dio una palmada más a la cabeza de Foll.

“Todavía estás en la etapa en la que estás enamorado del amor”.

“¿Eh…? ¿Enamorado del amor? No lo entiendo”.

“Seguro que algún día lo harás”.

Alshiera estaba segura de que se produciría un tremendo alboroto cuando lo hiciera… Sobre todo debido a los que estaban alrededor de Foll, por supuesto.

Después de limpiar a los Seraph Hunters que había dejado sobre la mesa, Alshiera se puso de pie.

“Ahora bien, eso es suficiente charla por hoy. ¿No es hora de cenar?”

“Mmm…”

Ambas habían terminado aflojando a sus deberes. Rafael los regañaría si no lo compensaban limpiando después.

Foll miró fijamente a Alshiera mientras se levantaba y hacía una pregunta final: “La próxima vez, ¿me contarás sobre tu verdadero amor?”

Los ojos de Alshiera se agrandaron antes de devolver una sonrisa amarga y responder: “… Es un poco difícil para mí hablar de esas cosas”.

Eso fue porque era una historia que era una parte demasiado grande de sus mil años de vida. Y al ver la reacción de Alshiera, los ojos de Foll brillaron como si estuviera sorprendida, a pesar de que finalmente había visto lo que quería desde el principio.

“Ya veo… Esa es la cara que pone la gente cuando está enamorada”.

“¡Ah…!”

“Oh, te pusiste más roja”.

De tal palo tal astilla. Estos dos empujaron sus botones todo lo que quisieron. Alshiera hizo una expresión amarga antes de recordar la conclusión de la que no habló de la historia que acaba de contar. Después de eso, se separaron y nunca se volvieron a encontrar, lo que la hizo preguntarse cómo vivió y murió el chico.

Rezo para que tuvieras una vida brillante.

Por lo tanto, Alshiera recordó los recuerdos del chico cuyo nombre ni siquiera conocía, a su vida hace 500 años.

***

Después de la cena, Zagan se sentó en lo alto de su trono mientras se pellizca la frente.

Este entrenamiento realmente me está llegando a los ojos…

Había estado entrenando con Kimaris durante todo un mes. Estaba el daño físico que sufrió al recibir una paliza como ese día, pero la tensión más grande provino de tratar de perseguir al Colmillo Negro con los ojos. Se sentía como si sus nervios ópticos estuvieran hechos jirones.

Aun así, conocer una debilidad y dejarla es la acción de un tonto.

La derrota de Zagan sería sinónimo de la desaparición de un futuro pacífico para su familia. Tenía que vencer su debilidad y hacerse más fuerte para protegerlos.

“Pareces cansado, mi señor”, le dijo su mayordomo, Raphael. “No es nada serio… ¿Realmente me veo tan cansado?”

“Hmm. No lo pareces, ya que normalmente te ves así, pero ese gesto es el que usan los humanos cuando están cansados”.

“…Ya veo. Seré cuidadoso.”

Zagan había usado la hechicería para curar su fatiga, pero no había prestado suficiente atención a sus gestos. Parecía que su mente no había seguido el ritmo de sus intenciones.

Nephy me regañará si se entera de lo que estoy haciendo. 

Sería una tontería que la persona que le había dicho que descansara un poco estuviera cansada. Zagan se recordó a sí mismo que debía dormir bien esa noche y luego miró a Raphael.

“Entonces, ¿qué necesitas?”

Raphael no era de los que se acercaban sin motivo alguno. En una demostración rara, su expresión se nubló. Cualquiera fuera del castillo seguramente habría confundido su rostro con uno de intensa rabia.

“Hmm. Sobre eso…”

Justo cuando Raphael comenzó a responder, sonó un golpe en la puerta de la sala del trono.

No sé quién es, pero les pediré que guarden sus preguntas para más tarde.

Pero antes de que Zagan pudiera levantar la voz, Raphael se hizo a un lado para abrir el camino. Parecía que estaba bien esperando.

“Entra”, dijo Zagan.

Orias entró en la sala del trono. Otro visitante raro vino a verlo tan tarde en la noche.

“… ¿Te pillé en un mal momento?” ella preguntó. “No, está bien.”

Orias también parecía vacilante, ya que lanzó una mirada nerviosa a Raphael. Su asunto parecía ser algo para discutir en privado, pero no quería pedirle a Raphael que se despidiera después de que él pospusiera sus propios asuntos por ella. Y mientras reflexionaba sobre qué hacer, un enjambre de murciélagos entró aleteando en la sala del trono.

“… ¿Alshiera?”

“Oh, ¿quizás debería volver más tarde?”

Los murciélagos se amontonaron y tomaron la forma de una niña. Su talón cayó al suelo con un golpecito mientras el vampiro le hacía una reverencia descarada. Luego abrazó a su muñeco de peluche de aspecto espeluznante y miró hacia la parte posterior del trono.

“Aunque, parece que no soy la única molestia no deseada aquí”. Su mirada se fijó en la sombra ondulante del trono.

“… Tch. No era mi intención escuchar a escondidas ni nada. En realidad, ¿quién diablos vendría aquí de buena gana?”

Como Zagan había esperado, Barbatos salió arrastrándose de la sombra. Tenía el pelo largo y negro desaliñado, bolsas oscuras que le nublaban los ojos y una miríada de amuletos colgando de su cuello.

Parecía que también tenía negocios con Zagan, o un informe que hacer. Y en ese momento, unos pasos pesados entraron en la habitación.

“¿Oh? Parece que todos ya se han reunido”.

Kimaris fue el último en hacer su entrada. Entró en la sala del trono, luego señaló la puerta detrás de él.

“¿Lo cierro?”

“… Uh, espera, ¿qué? ¿Quieres decir que todos están aquí por lo mismo?” Preguntó Barbatos.

Orias se encogió de hombros y respondió: “Hmm. Así parece.”

Zagan se reclinó en su trono y casualmente cruzó las piernas. Luego miró a las personas en su sala del trono una por una. El ex arcángel y actual mayordomo del castillo, Rafael.

Uno de los Archidemonios y la madre de Nephy, la elfa alto Orias. La portadora de los Seraph Hunters y el vampiro más fuerte, Alshiera.

El ex candidato Archidemonio y el único hechicero capaz de intercambiar golpes con Zagan, Purgatorio Barbatos. Otro ex candidato Archidemonio y mano derecha de Zagan, Colmillo Negro Kimaris.

Dejando de lado a Nephy y Foll, esta fue una reunión de las cinco figuras más importantes del campamento de Zagan. Entonces, ¿Qué había pasado con todos ellos para reunirse con la tez pobre? Zagan llevó su cautela al límite mientras los interrogaba.

“Vamos a oírlo. ¿Qué pasó?”

Los cinco intercambiaron miradas, comprobando el comportamiento del otro, antes de que Orias fuera al grano.

“Entonces discúlpeme, pero yo iré primero. Tenía algo que quería contarte aparte de ese caso. Zagan, he estado a tu cuidado durante bastante tiempo, así que creo que ya es hora de que me vaya”.

Esas palabras dejaron a Zagan con los ojos muy abiertos. Orias era, por supuesto, una invitada, no su subordinado. Ella también tenía su estatus de Archidemonio. Debe haber tenido sus propias circunstancias, pero Zagan no esperaba que dijera eso en absoluto.

“Eso es bastante repentino. ¿Hay algún problema?”

“No hay realmente un problema, por así decirlo…” Orias dudó en decir algo más. Parecía difícil hablar de eso aquí.

Zagan lo pensó un poco antes de responder: “Eres la madre de Nephy. No me importa si consideras que este es tu castillo, y planeo al menos echarte una mano si algo te preocupa, solo para que lo sepas”.

Orias le devolvió la mirada con asombro. Luego puso una sonrisa ligeramente amarga, negó con la cabeza y dijo: “No es nada de eso. La gente de este castillo me ha tratado bien. Tampoco hay ningún problema”.

“¿Entonces por qué? Pensé que las cosas iban bien con tus hijas”.

“Sí, ese es el punto”, dijo Orias con un suspiro.

“¿Qué quieres decir?”

Orias se llevó la mano al pecho y se expresó como agobiada por largos años de angustia.

“Mis dos hijas y mi nieta son demasiado lindas. No creo que mi corazón pueda resistir más”.

Su impactante confesión hizo que el salón del trono se agitara. ¿Qué estaba diciendo este Archidemonio? Incluso había sudor corriendo por la frente de Barbatos como si no hubiera entendido el significado de sus palabras.

Zagan se tapó la cara con la mano izquierda con gran pesar mientras extendía la mano derecha, apuntando a Orias con vigor. Luego declaró con toda la majestad de un Archidemonio… “¡Lo entiendo!”

“¿Lo entiendes…?”

Desafortunadamente para Barbatos, él fue el único que permaneció confundido. Raphael asintió profundamente con la cabeza, Alshiera los miró con una mirada comprensiva e incluso Kimaris entrecerró los ojos como si dijera que esto era inevitable.

Zagan entendía tan bien los sentimientos de Orias que le dolía, pero eso no significaba que simplemente la iba a despedir en paz. Sacudió la cabeza para calmarse antes de hablar una vez más.

“Sin embargo, debes mantener la calma, Orias. Puedo simpatizar profundamente con tus sentimientos, pero intente pensarlo un poco. Digamos que te fuiste por esas razones. ¿Qué pensarían Nephy, Foll y Nephteros después de quedarse atrás? Todas se sentirían responsables y se preguntarían si quizás habían hecho algo mal”.

“Urgh… Eso es… cierto. Eso sería problemático”.

“…Oye. ¿Es esto algo que dos Archidemonios deberían estar discutiendo seriamente?” Barbatos refunfuñó. Sin embargo, nadie le prestó atención.

Orias miró al techo con dolor y preguntó: “Zagan. Continúas viviendo mientras continuamente estás bombardeado por tales conmociones en tu corazón, ¿no es así?”

“Si. Pero no temas. Estas palpitaciones provienen de la alegría. La felicidad y el dolor simplemente se mezclan en tu cabeza. Tu familia no es algo que debas abandonar simplemente por ese sentimiento”.

“… Realmente eres fuerte”.

“Si lo soy, entonces es todo gracias a Nephy. Como tal, podrías decir que también es gracias a ti”, dijo Zagan, sus palabras llenas de respeto.

En ese momento, Barbatos comenzó a hurgarse la nariz como si preguntara si esto iba a continuar por mucho más tiempo.

“Ya veo… tienes razón”, dijo Orias mientras negaba con la cabeza, cediendo. “Intentaré aguantar un poco más. Perdóname por hacerte escuchar una queja tan insignificante”.

“No te preocupes por eso. Yo he tenido la misma experiencia”.

Ahora que los Archidemonios habían confirmado su relación, Barbatos fue al grano.

“¿Ya terminaste…? Me gustaría sacar mi negocio del camino ya”.

“Habla.”

Barbatos tenía algo lo suficientemente importante para discutir que se había molestado en venir hasta aquí.

Bueno, puedo adivinar más o menos de qué se trata.

Después de que lo instaran, Barbatos volvió una mirada algo enojada hacia Alshiera.

“Es ese vampiro de allí. Es un dolor total tenerla merodeando por la iglesia todos los días, ¿entiendes?”

Alshiera abrazó a su muñeco de peluche para ocultar su boca, se rio de alegría y preguntó: “Teehee, no creo que sea algo que pueda preocupar a un hechicero, ¿verdad?”

“Nop, eres un dolor total. Quiero decir… estás dirigiendo totalmente tu sed de sangre a esa mujer elfa todo el maldito tiempo, ¿no es así?”

La habitación se quedó en silencio ante eso. Barbatos luego le revolvió el cabello antes de continuar, “Gracias a eso, la llorona ha estado nerviosa todo el día. Mira, ella termina siendo aún más desordenada después de prepararse durante tanto tiempo. ¿Y quién diablos crees que tiene que apoyarla a través de todo eso?”

A Zagan no le importaba en absoluto este último problema.

“¿Alardeando de tu vida amorosa…?” Preguntó Alshiera dubitativa, molesta por las críticas que le estaba apuntando.

“¡¿H-HUUUH?! ¡¿Qué diablos quieres decir con vida amorosa?! ”

“¿Eh? Bueno…” Alshiera se calló en ese punto y miró a Zagan en busca de ayuda. Él desvió la mirada de una manera preocupada.

“Oh, bueno, um, ¿cómo pongo esto…? Mantén ese tipo de conversación entre tú y Chastille”.

“Zagan, ¡¿qué diablos estás diciendo?! ¡Yo-yo-yo-yo no voy a mantenerme firme con la llorona ni nada! ¡Eso no es de lo que estoy hablando!”

“… ¿Sabes que estás poniendo la misma cara que hace el bastardo de Shax?” Raphael dijo, su brazo artificial dejando escapar un crujido.

“¡No soy tan tonto como ese idiota!”

Shax era básicamente una causa perdida, ya que incluso Raphael lo consideraba denso. La angustia de Kuroka vino a su mente. Y de pie junto a Barbatos mientras despotricaba y deliraba, Kimaris se cubrió la cara, incapaz de seguir mirando.

“Es bueno que la señorita Gremory esté fuera de viaje”.

“Kimaris, ¿pensé que eras mi aliado?”

“Está bien. Yo soy tu aliado. Lo mantendré en secreto para la señorita Gremory”.

“¡Ese no es mi punto!”

Honestamente, Zagan simpatizaba con él por jugar así, pero el alboroto habría sido mucho mayor si Gremory estuviera cerca. Habiendo dicho eso, Barbatos mencionó una cosa de la que no podía reírse como una broma.

“Cuéntame sobre eso con más detalle,” interrumpió Orias. “¿Por qué te unes a esta mierda?”

“… No, me refiero a lo que dijiste sobre mi hija”.

Barbatos se quedó en silencio por la incomodidad de todo. Su mirada hueca, que hizo un agujero en el suelo, hizo que pareciera que solo estaba pidiendo que lo mataran. Incluso Zagan sintió lástima por él después de recibir tal trato solo por decir algo serio. Aun así, Orias no podía dejarlo pasar como una broma.

“Bueno, supongo que es mejor preguntarle directamente a la persona en cuestión”.

Con eso, volvió sus ojos azules hacia Alshiera. Este era un asunto que involucraba la vida de su hija. No era necesario decir que una abrumadora cantidad de maná se hinchó mientras mantenía una mirada aguda en la vampira.

“Ugh…”

Había tanta presión que Barbatos y Kimaris, que ni siquiera la miraban directamente a  los ojos,  retrocedieron. Al ver que  los dos se vieron reducidos a tal estado, el corazón débil probablemente habría muerto en el acto. Y con tanta animosidad apuntada hacia ella, Alshiera simplemente ladeó la cabeza como si disfrutara de una brisa fresca.

“Oh, qué aterrador. Este pequeño vampiro frágil va a morir de miedo porque un Archidemonio la está señalando con tanta hostilidad”.

“… No disfruto de esos chistes”.

El suelo bajo los pies de Alshiera se derrumbó. Y, sin embargo, su vestido oscuro no mostró una sola lágrima, lo que puso de manifiesto lo anormal que era una existencia. Aunque, al ritmo que iban, toda la sala del trono colapsaría.

“Dejarlo así. Ustedes dos.”

El maná de Orias fue repelido con un ligero chasquido. Y al mismo tiempo, Alshiera tropezó un paso. Zagan había llenado sus palabras con maná y las golpeó contra las dos mujeres. Luego, miró a Alshiera.

“¿No puedes tener una conversación regular sin recurrir a provocaciones tan inútiles, Alshiera?”

“Teehee. Estás malinterpretando las cosas, mi Rey de Ojos Plateados. Fue solo una pequeña broma… ”

“Sabes que no parece una broma en absoluto, ¿verdad? Deberías cortar eso”.

“¿Qué—?”

Realmente pareció llegar a ella cuando dijo eso con una mirada completamente seria en su rostro. Alshiera se encontró sin palabras.

“Y tú, Orias. Ella no va a hacer nada como matar a Nephteros, así que relájate”.

“… ¿Sobre qué base puede hacer esa afirmación?”

Su pregunta parecía obvia. Zagan asintió y respondió: “Primero, la razón por la que se queda al lado de Nephteros es para acabar con Azazel”.

“Mi Rey de Ojos Plateados, ¿podría por favor no pronunciar ese nombre con tanta frivolidad?”

“… Eres tan obstinada”.

“Esta es una solicitud”.

Zagan suspiró al escucharla sonar inusualmente seria por una vez.

“Bueno lo que sea. En resumen, su objetivo es acabar con algo que podría poseer a Nephteros. Ella no está apuntando a Nephteros a sí misma”.

“No creo que sea razón suficiente para suponer que no matará a Nephteros en el proceso, ¿verdad?”

“No matará… Más bien, no puede matarla. Aparentemente, se ha acusado a sí misma de un voto de no poner una mano sobre los vivos”.

Hasta ahora, Alshiera solo había matado las sombras que Shere Khan había puesto sobre ella y ‘Aristella’. Las Sombras estaban muertas para empezar, mientras que ‘Aristella’ ya estaba en un estado en el que no se podía decir que estuviera viva.

Alshiera se rascó la cabeza con una mueca. Parecía que había dado en el clavo. Orias estaba algo persuadida por su reacción, por lo que su actitud se suavizó hasta cierto punto.

“De todos modos, es cierto que esta chica está tratando de acabar con este enemigo suyo. Y, francamente, no creo que haya ninguna garantía de que no tendrá que elegir matar a Nephteros para lograr ese objetivo”.

“Te digo que no lo hará. Poseía el poder de matarla fácilmente, pero no lo tenía. En cambio, la salvó, perdiendo su poder en el proceso y quedando atrapada aquí solo para protegerla”.

Este hecho había permanecido en la mente de Zagan durante bastante tiempo. ¿Contra quién había luchado Nephteros, quién era el culpable que había hecho que Foll se volviera loco en la ciudad submarina de Atlastia? Nephteros había dicho que se sentía como si fuera Alshiera, y ese era precisamente el caso.

La única diferencia entre su cognición y la realidad era que Alshiera no había atacado a Foll. Era la propia Nephteros. Sin embargo, su conciencia en ese momento probablemente estaba confusa.

Había visto la realidad del ataque de Foll y había visto a Alshiera enfrentándose a ella. Por lo tanto, reconoció la situación como si Alshiera atacara a Foll.

“Si tuviera que matarla después de eso, sería mucho más probable que dejara a un lado su vergüenza y buscara ayuda”.

Alshiera no pudo evitar mirar a Zagan con una mirada de reproche cuando comenzó a declarar hechos que no debería haber sabido uno tras otro.

“… ¿Escuchaste eso de Foll?”

“Hmm, ¿le dijiste a Foll? Simplemente llegué a esa conclusión debido a la evidencia circunstancial”.

A juzgar por su reacción, ahora entendía por qué Foll había abierto su corazón a Alshiera más rápido que todos los demás.

Los ojos de Orias se abrieron como si lo hubieran golpeado con un impacto repentino, y preguntó: “¿Esa herida que recibiste porque salvaste a Nephteros?”

“Oh, no soy tan descarada como para culpar a los demás de mis propios errores”.

Ella no lo negó. Después de darse cuenta de eso, Orias bajó la cabeza profundamente.

“Dirigí sospechas inapropiadas hacia el benefactor de mi hija. Por favor perdóname.”

“… No es algo de lo que deba preocuparse”.

Al ver que las dos se habían reconciliado, Zagan se sintió secretamente aliviado.

No se lo dijo a Orias, pero hubo, de hecho, una situación en la que Alshiera mataría a Nephteros.

Había precedentes con ‘Aristella’, que había ido más allá de salvar. Y había una probabilidad distinta de cero de que el caso de Nephteros eventualmente se volviera igualmente severo.

Además, incluso si eso no sucede, a Nephteros puede que no le quede mucho tiempo.

Y la que tenía la responsabilidad de protegerla fue Chastille. Esa chica sin duda protegería a Nephteros.

Ella era capaz de evitar al menos un disparo de los Seraph Hunters, lo que solo compraría un instante de tiempo extra, pero eso fue tiempo suficiente para que Zagan llegara. Barbatos siempre permaneció a la sombra de Chastille, listo para llamarlo en cualquier momento, después de todo.

En cualquier caso, la habitación finalmente logró calmarse.

Pero este no es el problema real que nos ocupa, ¿verdad?

Entonces, ¿qué había traído a estos cinco juntos aquí? Zagan esperó a que alguien hablara mientras los cinco guardaban silencio y se observaban. Incluso Raphael parecía tenso. Sin embargo, después de un rato, el mayordomo fue el primero en hablar.

“Hmm. Yo fui el primero en llegar, así que hablaré”.

“Vamos a oírlo. ¿Qué pasó?”

Raphael silenciosamente ordenó su respiración, luego volvió su mirada hacia Zagan.

“Mi señor. Por favor, mantén la calma y escúchame”.

Zagan nunca esperó que él hiciera tal solicitud. Abrió los ojos como platos cuando levantó la guardia y asintió.

“Foll ha comenzado a mostrar interés en el amor”, declaró Raphael.

Zagan dudaba de sus oídos, pero todos se reunieron en la sala del trono, desde Orias, hasta Alshiera, hasta Kimaris, e incluso Barbatos asintió con expresiones bastante graves en sus rostros.

Eso dejó en claro que no había escuchado mal a Raphael. Los apoyabrazos del trono estallaron como madera seca bajo el agarre de Zagan.

“¡¿QU-QU-QU-QU-QUE?!”

Toda la sala del trono… no, todo el castillo retumbó. La barrera que había logrado contener la mirada fija entre Zagan y Orias, dos Archidemonios, no pudo resistir su rabia, por lo que un grito resonó por los pasillos.

“¡Según los estándares humanos, Foll tiene diez años! ¡¿Estás diciendo que algún bribón desvergonzado está tratando de cortejarla?! ¡Tráelo ante mí ahora mismo! ¡Lo reduciré a carne picada!”

Barbatos se veía perplejo mientras reflexionaba sobre cómo se sentía como si una vez hubiera hecho que Zagan se rompiera así, y luego asintió.

“No sé si hay un hombre de verdad involucrado, pero es cierto. Creo que fue alrededor del mediodía. Pasó por la iglesia para ver a la llorona y le preguntó sobre su vida amorosa. Gracias a eso, ha estado fuera del modo de trabajo todo este tiempo”.

Zagan imaginó fácilmente su desastroso estado.

“Al regresar, también preguntó sobre el estado de mi romance con la señorita Gremory. Terminé contándole la misma historia que te conté”, agregó Kimaris en confirmación.

“Mi caso ocurrió poco antes del mediodía. No sabía cómo responder y terminé llegando tarde a mis deberes en la cocina”, explicó Orias.

¿La vida amorosa de Orias habría sido principalmente historias del padre de Nephy? Zagan se sintió un poco interesado en eso, pero se dio cuenta de que no era el momento ni el lugar para fisgonear.

Y finalmente, Alshiera dejó escapar un suspiro y dijo: “En otras palabras, fue por ahí cuestionando a todos a su alrededor que parecían haberse enamorado en algún momento”.

“¿Amor? ¿Tu?”

La sola idea conmocionó a Zagan hasta la médula. Y, naturalmente, su reacción enfureció a Alshiera.

“Solía ser humano una vez, ¿sabes? Al menos he tenido una experiencia con el amor”.

“No puedo imaginarlo…”

“Te haré saber que fue extremadamente apasionado”, respondió la vampira con una risita sospechosa.

Zagan la miró con una mirada dudosa y preguntó: “Entonces, ¿le dijiste a Foll sobre eso?”

“¡¿Eh?! No, eso es un poco…” murmuró Alshiera con un sonrojo, apagándose. ¿Qué tipo de amor podría haber experimentado cuando se vio reducida a un estado tan patético después de ser cuestionada al respecto?

Dejando eso a un lado, Zagan se cubrió la cara con ambas manos y habló, diciendo: “Imposible… ¿Significa esto que Foll ya se ha enamorado de alguien?”

¿Qué plaga se había adherido a su hija? Los únicos que podrían haber hablado con ella fueron sus subordinados… o quizás un ciudadano de Kianoides. Si resultara ser alguien como los tres idiotas, simplemente matarlos no sería suficiente.

En cualquier caso, sintió la necesidad de localizar a este hombre y matarlo.

No, ni siquiera había necesidad de buscar. Simplemente tenía que borrar todas las plagas que habían mostrado rastros de acercarse a Foll, eliminándolas por completo de la faz misma del mundo. No importaba si eran hechiceros o no.

Aquellos que se habían mezclado con ella solo tenían que aceptar su destino y rendirse. Parecía un trabajo simple, siempre y cuando Zagan pusiera todas sus fuerzas en ello, que era precisamente el problema.

Nunca perdonaré a ningún libertino que se acerque a mi hija, ¡pero no puedo soportar la idea de que me odie por matarlos!

Por desgracia, aunque se sentía enfurecido, todavía era capaz de comprender con calma el probable resultado de tomar una medida tan drástica. ¿Qué iba a hacer? ¿Por qué tuvo que saborear tanta angustia? Lamentó su gran desgracia desde el fondo de su corazón.

Alshiera se negó a quedarse quieta y seguir mirando, así que dijo: “Um, ¿mi Rey de Ojos Plateados? Probablemente no sea tan grave, solo para que lo sepas”.

“¡¿Cómo es que esto no es un problema serio?! ¡Se siente como si acabara de aprender que el mundo se acabará incluso si mato a Shere Khan!”

“¿No tienes a Lady Nephy?”

“¡Mi novia y mi hija son diferentes!”

Compartir una vida feliz con Nephy era la prioridad número uno de Zagan, mientras que los asuntos relacionados con su hija no podían explicarse con lógica. Zagan desató su maná con agitación como para derribar el castillo mientras Raphael, Orias y Alshiera asintieron como si tuviera razón.

“¡Sir Zagan! ¡Por favor cálmate! ¡Quiere decir que la pequeña dama no necesariamente tiene en mente a una pareja en particular!”

“… ¿E-En serio? No estaré complacido si simplemente estás tratando de consolarme”.

“Esta es la primera vez que te veo tan agitado…”

Zagan se dio cuenta de que Kimaris tenía razón. Esa fue la primera vez que se encontró con un problema del que no podía hacer absolutamente nada, lo que lo frustraba enormemente.

“Hah, manera de dar un ataque por algo tonto”, dijo Barbatos con un bufido. “… Estarás diciendo lo mismo en los próximos diez años”.

“¡¿H-Huuuh?! ¡Ni siquiera he intentado tener hijos todavía!”

Zagan quería preguntarse con quién exactamente se había imaginado tener hijos, pero le faltaba la compostura para hacerlo. Se dio cuenta de que un extraño silbido se le había escapado de la boca. Estaba hiperventilando. Zagan tuvo que usar la hechicería para suprimir su pulso. Y después de finalmente calmar su mente al hacerlo, levantó la cabeza.

“Entonces, ¿a qué te refieres cuando dices que Foll aún no ha encontrado pareja?”

“Esencialmente, ella no se ha enamorado, sino que se ha interesado en la forma en que estás enamorado”, respondió Alshiera.

“¿Qué estas…?”

“Foll ha sido testigo de la forma en que tú y Lady Nephy se regocijan por las cosas más triviales más cerca que nadie. Creo que probablemente desee saber si otros amantes son así y por qué tienen esos sentimientos.” Alshiera hizo una pausa y frunció el ceño al recordar algo. “Se sentía más como si me estuviera observando en lugar de asimilar lo que tenía que decir…”

“… Oh, mmm… Eso es, bueno, lo siento.”

Probablemente había pasado por algo bastante embarazoso. Bueno, Foll ciertamente había visto a Zagan  sentando a  Nephy en  su regazo y frotándose las mejillas más de veinte veces. Hubiera sido asombroso si ella no mostrara ningún interés después de todo eso.

“Ahora que lo mencionas…” dijo Raphael asintiendo. “Ella reaccionó de manera algo incomprensible a mi historia. Honestamente, no estaba seguro de si ella tenía algún interés en él”.

“… ¿Oh? ¿Qué le dijiste a ella?”

“Una vieja historia de hace unos veinte años. Nuestras circunstancias diferían y estábamos bastante separados en edad. No resultó nada interesante, pero tenía sentimientos que más o menos podrías llamar amor”.

¿Eh? ¿Seriamente? Quiero escuchar más… Esas palabras llegaron hasta su garganta, pero Zagan de alguna manera se las arregló para tragarlas. Preguntar sobre eso no lo habría hecho diferente de Gremory. Lo habría convertido en un ser humano más fracasado de lo que ya era.

Una vez que se calmó, sin embargo, su curiosidad se despertó. Y así, Zagan fingió compostura y decidió preguntar de todos modos.

“Umm, ¿te importa si te pregunto quién fue?”

Después de una breve pausa, Raphael respondió secamente: “Una mujer llamada Himika”.

Zagan se dio cuenta de algo del nombre, que claramente se originó en Liucaon.

¿Eh? Espera, cuando la llama su hija, ¿realmente lo dice literalmente…?

Zagan negó con la cabeza para aclarar esos pensamientos y calmarse.

“Entonces permíteme confirmar una vez más. Foll simplemente deseaba escuchar historias de amor. Ella aún no ha encontrado pareja ni nada, ¿correcto?”

Algunos estaban seguros y otros sólo medio convencidos, pero todos asintieron. Zagan sintió alivio desde el fondo de su corazón al ver eso, así que sonrió.

“Me alegro de no tener que matar a todos mis subordinados y a la gente de la ciudad”.

Casi había llegado a un punto sin retorno en el que no tenía más remedio que hacerlo a pesar de que sabía que se arrepentiría más tarde.

“… Es bueno que hayamos logrado detenerlo, Sir Zagan”.

Parecía que Kimaris parecía bastante exasperado, pero Zagan no tuvo tiempo de mostrar interés en eso.

“¿Pero por qué le preguntó a la llorona, entonces?” Barbatos preguntó con un bufido poco convencido. “No cuadra”.

¿No es porque ustedes dos son los más divertidos del grupo? Zagan no fue el único que tuvo tal pensamiento. De hecho, todos los presentes señalaron con miradas tibias a Barbatos, pero él no pareció darse cuenta.

“Bueno, ¿por qué crees que Foll recurrió a Chastille en busca de consejo?” Preguntó Zagan, solo para estar seguro.

“¿Eh?  Uh,  porque  es  difícil  preguntarle  a  un  grupo  de  hechiceros, ¿supongo?” respondió como si fuera perfectamente obvio.

Todos miraron a Barbatos con recelo. En cualquier caso, todos los que estaban aparte de él se habían reunido preocupados por Foll, lo cual era bueno.

Zagan se reclinó en su asiento. El trono se estaba derrumbando en pedazos, pero realmente no le importaba en este momento.

“Supongo que la única opción, por ahora, es rezar para que no haya nada más…”

“¿No sería motivo de preocupación que nunca encontrara a nadie?” Alshiera señaló sin piedad.

“……”

Zagan se acurrucó una vez más y se llevó las manos a la cabeza.

Si el mundo está lleno de tontos que son incapaces de comprender el encanto de mi adorable hija, entonces no tiene sentido que exista… ¡No! Pero…

Por lo tanto, Zagan comenzó a considerar seriamente la posibilidad de destruir el mundo.

“Oh, sí”, interrumpió Barbatos de repente, “¿Por qué esa pequeña mocosa solo comenzó a mostrar interés en esta mierda ahora? ¿No debería estar acostumbrada a Zagan y esa elfa ya?”

“Ahora que lo mencionas…”

Fue un punto sorprendentemente sólido viniendo de Barbatos. ¿Algo había causado ese cambio?

Kimaris hizo una mueca cuando una idea desagradable flotó en su mente. Un segundo después, respondió: “… Ahora que lo pienso, la señorita Gremory no está aquí hoy, ¿verdad?”

“Si. La envié con Kuroka y Shax después del desayuno”.

“… Lo que significa que Foll vino a mí inmediatamente después de eso”, dijo Orias, sin querer admitirlo.

El aire en la sala del trono se volvió pesado. “……”

¡Esa maldita abuela otra vez!

Los planes de Zagan y Nephy de coquetear mientras Gremory estaba fuera se habían cumplido completamente y ella había agitado a Foll de una manera innecesaria para meterse con ellos.

Orias inclinó gravemente la cabeza.

“Realmente debo disculparme por mi estúpida discípula…”

“No, esa ha sido la personalidad de la señorita Gremory desde que la conozco. No creo que sea culpa suya, señorita Orias,” intervino Kimaris en tono de disculpa.

“Sí, yo también debería haberle dado una advertencia. Lo siento”, agregó Zagan.

Parecía que todos los involucrados con Gremory se sentían algo responsables. Ahora todos bajaron la cabeza el uno al otro.

“Realmente lamento toda la preocupación que te he causado”, le dijo Orias a Kimaris.

“Ya estoy acostumbrado, así que no lo estés…” La voz cansada de Kimaris dio un indicio de su infinito dolor.

Y así, las cortinas cayeron sobre la primera asamblea de la familia Zagan. Esos fueron todos los temas del día. Todos volvieron a sus deberes, dejándolo solo en su salón del trono. Reparó su trono roto, luego dejó escapar otro suspiro.

Estoy cansado. Solo… cansado.

¿Cuántas veces se había enojado en tan poco tiempo? Se había despertado sintiéndose bastante feliz, pero eventos que no tenían nada que ver con su entrenamiento lo habían cansado extrañamente.

Quiero otra almohada de regazo de Nephy, como aquella vez… Y cuando esos delirios le vinieron a la mente, Zagan se rindió a su somnolencia.