Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 10

Capitulo 2: El Poder Del Amor Es La Alegría De Descubrir La Belleza Y Admirarla

Parte 3

“¡¿Qué les pasa a todos?! ¡¿Ni siquiera pueden asestar un solo golpe contra un hombre herido?! ”

La sede de la iglesia en la Ciudad Santa de Raziel.

Un joven caballero angelical con una venda envuelta alrededor de uno de sus brazos rugió a los jóvenes delante de él en el campo de entrenamiento. Había tres de ellos enfrentados contra él, y cada uno estaba armado con una gran espada de madera.

La mayor fuerza dentro de la iglesia eran los Arcángeles, y aunque estaban en medio del entrenamiento, todos estaban vestidos con su Armadura Ungida para practicar para el combate real.

Stella observó esto desde el costado con una mirada aburrida. Tenía el pelo carmesí y un ojo izquierdo carmesí a juego. Su otro ojo era plateado y artificial, pero su largo flequillo lo cubría. Era del lado más alto para una mujer, pero aún baja en comparación con los otros caballeros.

Stella no llevaba armadura ungida. En cambio, ella llevaba el vestido ceremonial estándar de un miembro de la iglesia, aunque su collar estaba desabrochado.

Se reconoció a sí misma como una hechicera, pero su maestro Andrealphus la había traído a la iglesia por alguna razón como la próxima heredera de su Espada Sagrada.

Debido a eso, tenía que usar ropa tan sucia mientras veía este aburrido entrenamiento todos los días. Ella eligió no usar armadura ungida simplemente porque se sentía sofocante.

Después de soltar un enorme bostezo, la niña sentada a su lado la miró ansiosamente. Era la hermana pequeña que había recogido en su antiguo refugio en Kianoides, Lisette.

“¿No tienes que practicar?”

“Eres una chica tan seria y buena, Lisette. Soy un poco mala con una espada y todo, pero aun así, los muchachos aquí no son buenos como compañeros de combate”.

Ella había enviado a todos al hospital en su primer día de práctica, lo que provocó que Andrealphus lo regañara por no contenerse.

Por lo tanto, se había abstenido de unirse desde entonces. Incluso los jóvenes caballeros angelicales se habían aterrorizado por ella y se negaban a mirarla a los ojos.

Sin embargo, ese tipo que se parece a su entrenador podría hacerlo mejor. Se llamaba Arvo Juutilainen o algo por el estilo. Él era la mitad del equipo que había conseguido que Zagan incluso usara Heaven’s Scale Eastern Sky. Su hermano ya se había curado y regresó al campo, por lo que no estaba presente hoy.

Tenía el potencial suficiente para algún día volverse tan fuerte como Chastille o Kuroka, pero desafortunadamente resultó herido. No solo eso, sino que su brazo dominante también era el que estaba envuelto en vendas, por lo que realmente no podía servirle como su compañero de entrenamiento. Ella pensó que no sería terrible jugar con él un poco después de que se recuperara.

En cualquier caso, su maestro le había ordenado que se comprometiera a entrenarse como candidata para uno de los próximos Arcángeles, pero básicamente no tenía nada más que hacer que practicar columpios, por lo que se aburría infinitamente.

No solo eso, el que la obligó a estar aquí tenía algunos asuntos que atender o algo y se fue de la ciudad. Era simplemente intolerable.

Es mucho más divertido investigar hechicería en el castillo… Sin embargo, le habían dicho que no actuara de una manera que la exponga como hechicera, por lo que ni siquiera podía leer un grimorio. Honestamente pensó que esto era una pérdida total de tiempo.

“De todos modos, no tenemos nada que hacer, así que, ¿qué tal si salimos a comprar dulces?”

“¡Mm!”

Y justo cuando se pusieron de pie… “Hola, soy Ginias”.

“Maldición, Junior… ¿Sus heridas están realmente bien ahora?”

Los jóvenes caballeros angelicales comenzaron a murmurar. Mirando hacia la conmoción, Stella vio a un caballero angelical lo suficientemente joven como para ser llamado niño en la entrada de los campos de entrenamiento.

Este fue Ginias Galahad II. Él era el Arcángel que sirvió como jefe de los doce Arcángeles.

Tenía una espada sagrada en la cadera y llevaba su armadura ungida. No parecía que estuviera listo para volver a ponerse de pie, como si simplemente le hubieran dicho que viniera y apareciera.

Oh, es el chico que Zagan intimidó… Era algo inevitable teniendo en cuenta sus posiciones, pero este chico había sido traicionado por alguien en quien creía y completamente y completamente aplastado. Una situación difícil para un niño de trece años, de hecho. Arvo también detuvo su entrenamiento y miró a Ginias con una mirada preocupada.

“Lord Galahad. ¿También estás aquí para participar en la formación?”

“… ¿Formación?” Ginias respondió en un tono aturdido como si ni siquiera supiera que este era el campo de entrenamiento. Era como si estuviera aquí en cuerpo, pero no en espíritu, como si todavía estuviera en las profundidades de la desesperación.

Había pasado un mes desde el incidente en la tesorería, pero parecía que había estado en este estado desde entonces. Arvo no tenía forma de consolarlo en ese estado.

“Hmm…” Stella se dio la vuelta y recogió una de las espadas de madera que yacía en el suelo.

Bueno, supongo que depende de la hermana mayor limpiar el desastre dejado por su hermano pequeño. Luego, de repente, caminó hacia el niño angustiado.

“¿Lady Diekmeyer…?”

Por el momento, Stella estaba siendo tratada como Andrealphus… bueno, la hija ilegítima de Michael Diekmeyer. Honestamente, era extremadamente reacia a llamarlo su padre, pero era más conveniente de esta manera, por lo que tuvo que soportarlo. De cualquier manera, Stella nunca había tenido un apellido, por lo que realmente no le importaba.

Después de caminar hacia Ginias, ella se inclinó para igualar su altura y sonrió.

“¿Eh…?”

Ginias la miró con una expresión perpleja, mostrando que él estaba bien informado.

“Hola. ¿Te acuerdas de mí? Bueno, solo nos hemos visto una vez, así que quizás tú no”.

“…Lo hago. Eres la hija de Lord Diekmeyer, ¿verdad? Escuché que serás el próximo Arcángel.”

“Eso es lo esencial”.

Stella no estaba acostumbrada a tales formalidades, dejando una sensación de picazón en la espalda.

“De todos modos, así es como es”.

Con sus presentaciones terminadas, Stella levantó la espada de madera en su mano derecha.

“¿Eh…?”

Ella apuntó a su cara atónita y despiadadamente bajó su espada. Un ruido sordo resonó en el área.

“… ¡¿Qué estás haciendo?!”

Ginias apenas bloqueó el golpe con la empuñadura de su espada.

“¿Huh?” Stella respondió con una mirada en blanco. “Miraste hacia abajo, así que pensé en darte una excusa para ir a descansar”.

El niño interpretó esto como un desaire contra él y molió sus molares. “¡S-Soy… no soy tan débil!”

Luego empujó hacia atrás su espada de madera y usó el impulso para sacar su espada. No una espada de madera, sino la Espada Sagrada que tenía en la cintura.

“¡¿Q-Qué crees que estás haciendo?! ¡Basta, Junior!”

“Ajaja, está bien. No te preocupes por eso”.

Arvo intentó detener a Ginias, pero Stella levantó la mano para detenerlo y pateó sin piedad al niño en la cara.

“Los niños no pueden andar haciendo una cara así todo el tiempo, ¿de acuerdo?”

Su cabeza no estaba protegida por la armadura ungida, y Stella lo había pateado allí mismo sin contenerse. Ginias salió volando hacia atrás y cayó al suelo como una pelota. Esa vista tenía a los jóvenes que estaban en medio del entrenamiento en completo shock.

“Estás bromeando… Cargó más rápido que Ginias mientras estaba desarmado… ¿y sin mejorar?”

Los Caballeros Angélicos solo pudieron competir con los hechiceros en términos de habilidades físicas una vez que se pusieron su Armadura Ungida.

Aparentemente se refirieron al estado de no usar uno como no mejorado, pero Ginias estaba, por supuesto, usando su Armadura Ungida. La conmoción de los otros caballeros angelicales era perfectamente comprensible.

Sin embargo, Zagan y esa chica Kuroka al menos serían capaces de hacer esto… Ella nunca había discutido con Kuroka… o, más específicamente, sus recuerdos de esa época eran confusos.

En aquel entonces, Kuroka no llevaba nada más que un traje de baño, pero había sido capaz de cortar el brazo de Decarabia. Incluso Chastille, que había estado luchando en las mismas condiciones, solo había sido capaz de infligir heridas en la superficie.

Si esa chica gato usara Armadura Ungida, seguramente sería aún más fuerte. Stella la evaluó como superando incluso a Michael en lo que respecta a la esgrima.

“¿Qué sabes de mí?” Ginias rugió cuando él se puso de pie nuevamente.

“¿Me refiero a nada? No llegarás a ninguna parte forzándote a ser irracional cuando estés así de mal, ¿de acuerdo? Deja de forzarte y ve a dormir”.

“¡No me estoy obligando!”

Parecía haber tocado un nervio. Ginias arrojó a un lado su Espada Sagrada y entró cargando con sus puños. Stella le devolvió la sonrisa y sacudió ligeramente su golpe con movimientos suaves.

“¡¿Hwah?!”

Su postura se rompió y su puño continuó en el suelo. Un ruido sordo resonó a través del área cuando el pavimento de piedra se derrumbó.

Su forma aún tiene un largo camino por recorrer, pero ese es un buen golpe. Incluso con el entrenamiento, el golpe de un niño de trece años no debería haber tenido ningún efecto en el suelo. Incluso sin su Espada Sagrada, poseía suficiente fuerza destructiva detrás de su golpe para golpear hasta la muerte al hechicero o monstruo promedio.

Esta fue la fuerza otorgada a un Caballero Angélico por su Armadura Ungida. Esto fue lo que les permitió luchar incluso con brujos. Había una gran brecha entre los humanos normales y los hechiceros.

El golpe de Ginias tampoco dependía completamente de su Armadura Ungida.  Con  el  entrenamiento  adecuado,  podría  volverse  bastante poderoso incluso sin mejorar. Stella lo evaluó como tal y soltó una carcajada.

“No, eso no es bueno. Ni siquiera podrás rozarme con ese golpe, y mucho menos con Zagan”.

Tenía talento, pero aún era como el mineral en bruto. Tal piedra sin pulir no era tanto como era.

Pero… creo que también necesito entrenamiento…  En el pasado, se suponía que Stella era la más fuerte en una pelea.

Pero con cinco años de recuerdos perdidos y la distinción entre los sexos que crean una brecha a medida que se convierten en adultos, sintió que sería extremadamente difícil ganar en una pelea a puñetazos contra Zagan. No hubo diversión en una pelea donde la victoria era imposible, incluso si solo eran peleas entre hermanos.

Sin embargo, eso solo se aplicaba si su oponente tenía habilidad a la par con Zagan o Marc. No había nadie aquí que pudiera superar a Stella en términos de artes marciales. Habiendo dicho eso, su puño se rompería si golpeara la Armadura Ungida sin usar ningún hechizo.

Ginias cargó una vez más con sus puños, pero esta vez Stella suavemente agarró su mano y la giró como un pomo de la puerta. El chico giró en el aire con una mirada en su rostro como si no tuviera idea de lo que estaba pasando.

“¡Urgh!”

Su espalda se estrelló contra el suelo, pero inmediatamente se levantó de un salto.

“¡Oh! ¡Sigue así! ¡Sigue así!”

Parecía que se estaba burlando de él, pero esta era la pequeña forma en que Stella intentaba animarlo.

Puedo entender por qué Zagan le prestó atención… Era incómodo y directo, todo lo contrario de Stella y Zagan, que estaban retorcidos desde la raíz desde que eran niños.

Quizás “puro” era el término correcto para describirlo. Si conoció a este chico cuando tenía su edad, seguramente habría sentido repulsión u olvidado por completo su existencia. Pero en sus veintes, sintió admiración hacia él. En resumen, ella realmente no podía descuidarlo, y de alguna manera quería cuidarlo.

Después de que ella le devolvió el golpe y lo arrojó unas cuantas veces más, cubriéndole la cara con sangre y tierra, Ginias entró cargando con un ataque contundente.

“¿Whoa?”

“¡Hermana!”

Stella no pudo salir del camino y cayó al suelo boca arriba.

Oh. ¿No es malo ser montado aquí? Ella no podría continuar esquivando golpes para siempre en esta posición. Seguramente moriría si recibiera un golpe sin usar hechicería para protegerse. Se puso en guardia, pero Ginias permaneció allí aferrada a ella y no lanzó ningún golpe.

“No estoy… no me estoy forzando”.

Parecía estar sin fuerzas después de ser golpeado como un trapo. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras se repetía. Stella permaneció en el suelo y le acarició suavemente la cabeza.

“¿Te sientes mejor ahora?”

“¿Eh…?” Ginias lo miró asombrada.

“No es necesario que te portes tan bien solo porque eres un niño”.

Los niños se apresuraron a hacer berrinches e irracionalmente encontraron fallas en todo lo que los rodeaba. Pudieron mantenerse a sí mismos al hacerlo.

Agitarse y gritar ante las ansiedades y la amargura que eran lo suficientemente pesadas como para aplastarlo seguramente sirvió como una buena diversión.

Bueno, sería un problema para un hombre adulto hacerlo, pero Ginias todavía era un niño. Estaba bien para él dejarlo salir así.

Y mientras ella le sonreía, Ginias comenzó a sonrojarse por alguna razón. “Uhhh, um, cierto…”

Después de eso, después de juzgar que la lucha había terminado, Lisette llegó corriendo y sacó a Ginias del cuello con todas sus fuerzas.

“¿Eh…?”

“¡No intimides a mi hermana mayor!”

Lisette extendió sus brazos y se paró frente a Ginias. Y por alguna razón, Ginias se congeló por completo al ver su rostro.

“¡¿Qué?! T-Tú eres… ”

“¿Huh? ¿No era Junior el que estaba siendo intimidado?”

“Obtuvo totalmente la mierda de él…”

“Estoy un poco celoso…”

“¿Huh?”

El desconcierto de Ginias fue ahogado por otras tres voces confusas. Stella sintió que algo extraño se mezclaba entre los murmullos en este momento, pero decidió ignorarlo y se puso de pie nuevamente.

“No estoy siendo intimidado, ¿de acuerdo? Fue, uhh… ¿entrenamiento?” dijo mientras dejaba caer su mano sobre la cabeza de Lisette. Sin embargo, eso no la convencería, y Lisette siguió mirando a Ginias, aunque fue un malentendido. Finalmente volvió a sus sentidos y bajó la cabeza con timidez.

“No, eres otra persona… Lo siento. Esta no es forma de tratar a una dama. Incluso saque mi espada sagrada… ”

“Ajaja, está bien, está bien. Yo fui quien lo inició. Vamos, ¿puedes pararte?”

Stella extendió la mano y Ginias la tomó tímidamente mientras desviaba la mirada. Después de finalmente ponerse de pie, parecía mucho más renovado que antes. Stella solo estaba siendo curiosa, pero parecía que sus esfuerzos demostraron ser útiles.

Ginias recogió su Espada Sagrada, luego bajó la cabeza.

“Debo agradecerte una vez más. Siento que me he despertado”.

“Eso es bueno, entonces. Bien, vamos, Lisette”.

Ella había prometido ir a buscar algunos dulces. Y cuando estaba a punto de irse, Ginias la llamó una vez más.

“¡E-Espera! ¿Cómo te volviste tan fuerte a pesar de ser mujer? Ni siquiera llevas la armadura ungida… ¿Y cómo?”

Stella y Lisette intercambiaron miradas.

“Incluso si me preguntas… Estuve sin hogar durante mucho tiempo, así que supongo que es un sentido normal de defensa propia, supongo. De hecho, hay bastantes niños de allí que fueron relativamente buenos en esto, incluido Zagan”.

“No puedo hacer esa clase de cosas, hermanita. Sin embargo, aprendí un poco del Archidemonio.”

“¿Eso es así? Entonces, ¿qué tal si te enseño más tarde?”

“¡Mm!”

Las dos chicas se sonrieron, dejando a Ginias en estado de shock.

“¡Espera un momento! ¿Acabas de decir Zagan? ¿Estás relacionado con ese hombre malvado?”

“¿Malvado? Bueno, él no es un santo ni nada, pero los dos éramos solo niños en la ciudad, ¿sabes? ¿Es como un hermano pequeño mío?”

“¿N-Niños abandonados…? ¿Ese hombre…? ¡¿Y usted también?!” Ginias se quedó con la boca abierta de par en par.

“Solo éramos unos mocosos que robaban pan y nos sacaban la mierda todo el tiempo”.

Realmente habían sido un grupo ruidoso. Los adultos a su alrededor los habían golpeado, pero al ver que solo eran niños, nadie fue tan lejos como para quitarles la vida. Esa puede haber sido la razón por la que tanto Zagan como Stella eran suaves con los niños. Stella dejó escapar una risa, y Ginias de repente vino corriendo hacia ella.

“Por favor. Enséñame a pelear. Quiero… quiero volverme fuerte”.

“Está bien”, respondió Stella alegremente.

“Por favor, de alguna manera… ¿eh?” Ginias estaba una vez más completamente estupefacto.

“¿Quieres entrenar, verdad? No me importa Sin embargo, no soy muy buena con las espadas, así que no estoy segura de que te sirva de algo”.

En cualquier caso, Stella no tenía a nadie con quien pelear, así que tenía un montón de tiempo libre. Este chico pudo usar la Confesión al igual que Andrealphus, por lo que probablemente estaba bien que Stella peleara con él en serio.

“¡Estoy en deuda contigo!”

“Oh, pero antes de eso”. Stella esbozó una sonrisa como si hubiera tenido suficiente de todo esto. “¿Podemos hacerlo más tarde? Vamos a buscar algunos dulces”.

“… ¡Me gustaría ir!”

Lisette parecía infeliz por esto, pero Ginias lo siguió humildemente por alguna razón.

“Ah… Terminemos nuestro entrenamiento aquí por hoy”.

Y así, la voz agotada de Arvo resonó infructuosamente detrás de ellos.

***

“¡¿Huh?! ¡Acabo de sentir el florecimiento del nuevo poder del amor!”

Lejos en Kianoides. Gremory, vestida con un vestido rizado y esponjoso con una cinta de encaje alrededor del cuello, en forma de una niña, gritó de repente con una expresión inusualmente seria. Tenía una cesta llena de galletas colgando de su codo.

“Ugh. Incluso sentí dos explosiones explosivas de poder amoroso desde el castillo antes. ¡Qué fracaso dejarlos pasar!”

“Señorita Gremory, ¡tenemos un cliente con un niño! ¡Por favor dales una galleta!”

“¡Bienvenido a la tienda de ropa Prycula! ¡Por favor tenga una galleta!”

Kuu corrió por la tienda cuando llamó a Gremory, quien sacó una galleta de su cesta con una sonrisa amistosa. La empleada aviar, Manuela, observaba con una mirada atónita en su rostro, su codo apoyado contra el mostrador todo el tiempo.

“Camarada. Si estás tan hambriento de poder amante, ¿no deberías volver al castillo ya?”

“Keeheehee. No hay forma de que pueda regresar mientras mi maestra está allí, ¿puedo? Definitivamente me matarán esta vez”.

Gremory se derrumbó con lágrimas en los ojos. Ese día, hace un mes, Gremory hizo pleno uso de su poder omnisciente para sentir la visita de Orias y escapar. Se había escapado tan espléndidamente que incluso dos Archidemonios no podían percibirla haciéndolo.

Estaba bien haber escapado limpiamente y todo, pero nunca pensó que Orias se quedaría en el castillo después.

Gracias a eso, Gremory estaba atrapada pasando sus noches encerradas dentro del Palacio Archidemonio mientras temblaba de miedo, y sus días los pasaba en esta tienda con la esperanza de satisfacer su sed de poder amoroso, aunque fuera un poco.

“Maldita sea, maldita sea, maldita sea… Nunca pensé que te quedarías por un mes entero. Supongo que solo está inundado de poder amoroso, así que entiendo la necesidad de quedarme, pero ¿no odias estar cerca de la gente? ¡Vuelve al bosque ya!”

“El castillo de Zagan también está en un bosque”.

“¡Entonces la única opción es morir! ¡Keeheehee!”

“Bueno, realmente no me importa ya que puedo vestirte y todo”.

“¿Podrían ustedes dos volver a trabajar ya?” El grito desesperado de Kuu resonó en toda la tienda, pero no llegó a los dos adultos desesperados.

Manuela estaba en el negocio del comercio. A cambio de albergar a Gremory durante el día, ella tenía a sus clientes atendidos mientras vestía ropa de su elección como una muñeca de disfraces.

Manuela era probablemente la única capaz de reducir a la hechicera Gremory, que incluso podría llamarse la mujer diestra de Zagan, a tal estado.

Después de que Gremory terminó de descargar su resentimiento hacia su maestra, Manuela le dirigió una sonrisa radiante.

“Hmhmm. Camarada. ¡A continuación, intenta usar esto! Es un producto nuevo para la primavera. Oh, cambia a unos veinte años.”

Manuela sacó un leotardo apretado que estaba expuesto desde los hombros hacia arriba, medias y una cinta para el cabello con orejas de conejo.

“¿Hmm? Este atuendo ciertamente parece poseer poder de amor”.

“Sabía que lo entenderías. Originalmente se nos ordenó que lo usáramos como uniforme para un casino en Raziel, pero pensé que definitivamente se vendería, ¡así que también hice algo para aquí!”

“¡Qué maravilloso! ¡Debo ver a jóvenes doncellas vistiendo esto de inmediato!”

“…Nunca.”

Kuu inmediatamente borró su presencia y se asimiló con el paisaje de la tienda. Su invisibilidad estaba en el nivel donde incluso Kimaris se sorprendería si la encontraba.

Puede haber sido que un talento completamente diferente de la brujería había estado floreciendo dentro de ella después de trabajar en esta tienda durante tanto tiempo.

En cualquier caso, después de pasar un mes aquí, Gremory ya estaba acostumbrado a las demandas de Manuela. La capacidad del empleado para cambiar la ropa de otra persona avergonzó incluso a los hechiceros. Gremory cambió a la forma de una mujer hermosa y ya estaba con su ropa nueva.

“Keehee, estoy seguro de que un fuerte poder amoroso fluiría si Lady Nephy los usara delante de mi señor. ¡No puedo dejar de babear solo de pensarlo!”

“Heehee, ¡ahora ese es el camarada Gremory para ti! ¡Lo llevas espléndidamente! Pero por favor haga una expresión un poco más adecuada para una doncella. ¡Estoy seguro de que Kimaris te elogiará mucho hoy!”

“¡¿Keeheehwah?! ¡¿Dónde está el?!”

“¡Eso es! ¡Esa es la expresión!”

Gremory cubrió su pecho reflexivamente, y ahora era Manuela quien estaba extremadamente estimulada.