Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 8

Capitulo 4: En Una Noche Sagrada, Un Vampiro Reza Por Milagros Y Un Gato Negro Trae Buena Suerte

Parte 4

“¿Eh…? ¿Estoy jodido aquí?”

Shax se esforzaba más de lo que creía capaz. De una forma u otra se las arregló para contener la avalancha de muertos vivientes usando brujería de mala calidad, una espada corta y algunos trucos horribles.

Sin embargo, cada cadáver simplemente dio a luz a otro no muerto. Usó toda su fuerza para soportar la primera ola, y ahora tenía la espalda presionada contra la puerta y apenas podía mirar hacia arriba. Ya no tenía la fuerza para pararse.

Luego vio una cara familiar entre la ola interminable de muertos vivientes. Era una mujer joven con orejas parecidas a un gato sobre su cabeza.

“¿Estabas… en ese pueblo hace cinco años…?”

Era la mujer que había confiado el único sobreviviente a Shax.

¿Eso significa que todos estos muertos vivientes fueron los asesinados por Shere Khan…?

Si ese fuera el caso, todo esto se hizo con un sabor bastante repulsivo. El título de Rey Tigre no era solo para mostrar.

“Kuro… ka… mi… linda… Kuroka…”

La mujer repitió lo mismo una y otra vez en un delirio. Probablemente era el nombre de la chica que le entregó a Shax ese día.

¿Eh? Kuroka? ¿Dónde escuché ese nombre antes…?

Los muertos vivientes entraron corriendo antes de que Shax pudiera encontrar la respuesta. Incluso si quisiera escapar, sus piernas ya no podrían moverse.

“Hombre… realmente no debería hacer las cosas fuera de lugar, ¿eh…?”

Un hechicero de poca monta como Shax, que intentaba proteger a alguien más, solo podía estar en un camino de ida hacia la muerte. Ni siquiera serviría como una forma de arrepentimiento si lograra proteger a este gato. Y justo en ese momento…

“[El que sopla sobre las cañas y pasa la sabiduría al hombre.]”

De repente escuchó una canción de la nada, y el interior de su mano se calentó. La fuente del calor era la espada corta que estaba agarrando.

Esa pequeña señorita me dijo que le devolviera esto a su dueño, ¿verdad?

No tenía forma de devolverle algo a alguien que ni siquiera conocía en primer lugar. La única opción era que ella se rindiera, habiendo elegido a la persona equivocada para entregar los bienes.

“Tch… Mierda, ¿no es tan malo?”

Si estas eran las personas asesinadas por Shere Khan, significaba que posiblemente estaban atacando a la niña que había sobrevivido en ese entonces. Alshiera parecía estar insinuando eso también.

“…Oh bien. Supongo que tengo que luchar un poco más”.

No creía que pudiera expiar al hacerlo. Sin embargo, le hizo recordar. Su propia vida no valía nada, pero no era algo que pudiera tirar aquí.

Si me van a matar de todos modos, debería ser asesinado por el mocoso de aquel entonces.

Si se encontraban, ella seguramente le arrojaría tanto desprecio hacia él que se quedaría sin cosas que decir. Y en el apogeo de su ira, ella lo mataría.

Pero, así es como debe ser.

Para eso era seguramente esta espada corta. Y después de vengar a los caídos, la niña de entonces podría mirar hacia adelante y vivir su vida. En ese momento, Shax finalmente podría arrepentirse por primera vez.

Por eso tuvo que mantenerse firme. Si muriera aquí, tendría que arrepentirse por el vampiro… bueno, por el gato detrás de él al menos. Y justo cuando reunió su fuerza de voluntad…

“¡¿Whoa?!”

La puerta que Shax había presionado contra su espalda fue derribada, y la espada corta en su mano fue enviada volando.

¿Por qué tengo tanta mala suerte…?

Pensar que enfrentaría una muerte tan descuidada justo al final. Shax persiguió la empuñadura de la espada que dejó su mano con los ojos, y vio una mano blanca y pura agarrándola.

“¿Eh…?”

Era una niña con un vestido negro. Pero no Alshiera. Era el mismo vestido, pero la niña no era Alshiera. Tenía orejas de gato triangulares sobre su cabeza. Pero también tenía orejas humanas a los lados de la cabeza. Era una niña tabaxi de cuatro orejas. Ella tenía otra espada corta en su otra mano, y ambas emitían una luz cegadora como una Espada Sagrada.

Ella cortó a los muertos vivientes que se arrojaban sobre ella desde arriba con la espada corta en la mano izquierda, luego empujó la espada corta que atrapó con su mano derecha en el cuello de otro muerto viviente.

¡Eres un idiota! ¡La espada se atascará así!

Ignorando las preocupaciones de Shax, la niña retorció su cuerpo y se extendió en círculo. La espada se deslizó suavemente por el cuello de los muertos vivientes sin presionar la parte plana de la hoja y se lanzó hacia su próximo objetivo como una serpiente.

La niña continuó pisoteando a los muertos vivientes con cada paso que daba, como si las espadas ya fueran parte de su cuerpo.

Su vestido revoloteaba en el aire con cada muerto viviente golpeado, como si estuviera bailando.

Ella es fuerte

Ella estaba a la par con… o tal vez incluso más allá del mayordomo de Zagan, Raphael, así como del Arcángel Chastille. No solo eso, cada muerto viviente que derribó comenzó a disolverse lentamente. Incluso cuando las heridas que ella trató no eran fatales, los muertos vivientes estaban siendo aniquilados. Además, el siguiente no muerto no salió de los cadáveres recién hechos.

La espada no mostraba la misma cantidad de poder en la mano de Shax. Tal vez fue porque ambas espadas tuvieron que ser empuñadas juntas, o tal vez esta chica era su dueña original. Y finalmente, todos los puntos comenzaron a conectarse en la cabeza de Shax.

Oh sí. Escuché que había un sacerdote tabaxi en la iglesia, ¿no?

Ella no era un caballero angelical, pero por alguna razón Zagan ordenó que era un objetivo vital para mantenerse a salvo. Era una caith sith de Liucaon, que también era ciega, llamada Kuroka Adelhide. Shax interpretó esta orden como una orden de no causar problemas, por lo que solo la vio desde la distancia.

“Ella ha estado tan cerca de ti todo este tiempo”.

Finalmente entendió el significado de las palabras de Alshiera. No fue tan complicado. La niña que recogió hace cinco años fue arrojada a la iglesia, y ella terminó en la iglesia en la misma ciudad en la que él estaba.

Una mujer con orejas de gato se paró frente a la niña que estaba cortando a los muertos vivientes como una tempestad negra. Esta era la mujer que le había entregado a su hija a Shax hace cinco años. Y sabiendo muy bien quién era, la niña apretó los dientes.

“¡Mamá…!”

Al ver a la niña balancear su espada corta hacia la mujer, Shax saltó antes de que él lo supiera.

“¿Huh?”

El golpe mortal perdió lastimosamente su objetivo. Shax había agarrado a la chica por detrás. Su baile digno se detuvo por completo, y la niña comenzó a gritar confundida.

“¿Hwah? ¿Qué está pasando?”

“Lo siento, ese es mi deber”.

Matar a tu propio padre es algo que solo una escoria sin valor como yo haría.

Incluso si ya no estuvieran vivos. En cualquier caso, Shax ya había acumulado una montaña de pecados. Nadie se preocuparía si agregara uno más a la lista.

Sin embargo, el jefe probablemente podría hacer algo al respecto sin matar a nadie…

Hace varios meses, durante un baile nocturno en un bote, ese Archidemonio demostró que podía salvar a la elfa oscura, que lamentablemente hizo que su maestro hiciera un sacrificio. Sin embargo, un hechicero mediocre como Shax no tuvo más remedio que matar. Y justo cuando juntaba su maná alrededor de su mano para dar el golpe mortal…

“Buen trabajo cuidando la casa”.

La mujer quedó impresionada con un gran ruido sordo. Mirando más de cerca, un ataúd de hierro voló hacia ella. Mientras lo hacía, apareció la inscripción grabada en la tapa.

En celebración del cumpleaños de mi querida hermana, Alshiere Imera.

Era algo impensable tallar en un ataúd, pero por alguna razón se sentía completamente natural.

El impacto golpeó la tapa del ataúd, y lo que parecían dos cajas de hierro se cayeron. Eran delgadas y casi del mismo largo que los antebrazos de un hombre adulto. Un lado de cada caja tenía lo que parecía un agarre de ballesta, y el otro lado tenía un agujero en la punta del tamaño de un dedo perforado. Las empuñaduras incluso tenían lo que parecía un mecanismo de disparo, por lo que de un vistazo realmente se parecían a las ballestas, pero no había un mecanismo visible para cargar los pernos o similares.

Era una herramienta misteriosa, pero Shax había visto esta arma antes. No hay error. ¡Eso es…!

Una mano delgada agarró a cada uno. Fue Alshiera. Si sus brazos solo poseyeran tanta fuerza como parecían, sería cuestionable si sería capaz de levantar uno con ambas manos. Sin embargo, aquí estaba ella con uno en cada uno.

“Buen día para ti, Stern, Mond, mis queridos Cazadores de serafines. ¿Qué se siente al despertar?”

La joven dijo tranquilamente, mientras sostenía a “esos” y les daba un beso. Y mientras lo hacía, el camino hacia ellos se desbordó con los muertos vivientes. Las habilidades de Kuroka eran aterradoras, pero la velocidad con la que entraban los muertos vivientes era aún más aterradora. Además, desde que Shax se interpuso en el camino, ya habían reabastecido los números que había tachado.

Alshiera se enfrentó a la inundación que se aproximaba y extendió sus dos piezas de hierro hacia ellos. Ver eso le dio escalofríos a Shax.

“¡Agáchate!”

“¡Eek!”

Shax derribó a Kuroka antes de que ella pudiera analizar lo que estaba diciendo. Y Alshiera apretó el gatillo.

Shax sabía muy bien que esos trozos de hierro, los Cazadores de serafines, dispararon pequeños proyectiles. Eran mucho más rápidos que las flechas o los rayos, y ni siquiera podían ser percibidos por los ojos de un hechicero, tal era su velocidad. Los muertos vivientes, por supuesto, no tenían forma de reconocer esto en absoluto, y se abrieron dos agujeros en la vanguardia.

La oscuridad parpadeó en el centro de los lamentables muertos vivientes que fueron golpeados. Globos oscuros estallaron junto con el sonido de algo siendo aplastado. Los globos eran lo suficientemente grandes como para que los dos pudieran cubrir todo el pasaje desde los archivos hasta el cementerio.

Se extendieron por un instante, y después de desaparecer, no quedó nada. Las paredes y el lecho de roca que tocaron estaban aburridos como un mortero, y los muertos vivientes que anteriormente estaban en ese espacio no se encontraban en ninguna parte.

Sin embargo, lo que fue aún más aterrador fueron los muertos vivientes que no fueron tragados por completo. Eran como las paredes y el lecho de roca en el que solo se sacaban las partes que fueron tocadas por los globos, pero no había sangre saliendo de sus heridas, simplemente se desmoronaron como madera podrida.

“Es lo mismo que hace cinco años…”

Era el poder utilizado por el joven cuyo nombre ni siquiera sabía. Incluso el Archidemonio Shere Khan era completamente impotente y masacrado por esta fuerza destructiva y velocidad que superó con creces la comprensión humana.

Es lo mismo que el Heaven’s Phosphor de Zagan.

Era un hechizo prohibido que incluso podía quemar el demonio de lodo que Lord Shax vio en la bola nocturna del Archidemonio hasta convertirse en cenizas. Además, las armas de Alshiera superaron por completo los defectos en cuanto a alcance, área de efecto y poder de penetración. Los únicos que podían entender lo que estaba pasando aquí eran Shax y Alshiera. Dejando a un lado a los no muertos, Kuroka se había puesto completamente rígido por el asombro.

Alshiera apretó los gatillos de sus Cazadores de serafines una vez más. Pequeñas explosiones estallaron dentro de las cajas de hierro y salieron volando proyectiles negros esféricos. Al mismo tiempo, la parte superior de las cajas de hierro se deslizó hacia atrás cuando el humo salió del agujero en las puntas.

Al verlo por segunda vez, Shax pudo ver que no se trataba solo de balas y humo expulsado de las armas, sino que también se arrojaba un pequeño tubo cilíndrico por la parte posterior. Los tubos estaban repletos de hechizos intrincadamente detallados y círculos mágicos.

Los proyectiles una vez más golpearon la pared de los muertos vivientes, los globos de la oscuridad estallaron nuevamente y la segunda ola pereció. No estaba claro si incluso poseían el concepto de miedo, pero parecía que sabían que las armas les apuntaban.

“¡Gyiih!”

Uno de ellos dejó escapar un grito, y los muertos vivientes se dieron la vuelta y corrieron como despertados por ese grito. Pero no era como si Alshiera no estuviera haciendo nada mientras disparaba su segunda descarga. Alas de murciélago hechas de sombras perforaron su espalda. Las alas se separaron en lo que parecían hilos, corrieron a lo largo de las paredes y los pisos y se extendieron a los pies de los no muertos que escapaban. Los hilos oscuros parecían una especie de telaraña cuanto más se extendía.

“Oh, qué lamentable… Por desgracia, no puedo permitir que escapen”.

Con eso, cadenas negras y estacas salieron disparadas de la oscura telaraña.

“¡Gyaah!”

Los muertos vivientes atravesados por las estacas y las cadenas se atascaron en su lugar y sirvieron como obstrucciones para los demás. Sin embargo, la horda en fuga no mostró signos de detenerse, y se pisotearon y tropezaron entre sí.

Estaban demasiado indefensos. El vampiro dejó escapar su tercera descarga de fuego, y los muertos vivientes que escapaban fueron borrados para siempre del mundo.

Ella está realmente acostumbrada a pelear.

Era completamente posible que las cadenas que salían disparadas de las sombras fueran un mecanismo para amplificar el efecto de los Cazadores de serafines. Sin embargo, ella solo disparó tres veces. Y en solo tres voleas, la mitad de los muertos vivientes fueron aniquilados.

¿Puede ella acabarlos indefinidamente si le apetece?

Si es así, esta fue una fuerza destructiva que incluso superó el Heaven’s Phosphor de Zagan. Seguramente incluso podría destruir al monstruo en el baile de la tarde con facilidad. Pero al mismo tiempo, una cierta duda vino a mi mente.

¿Los monstruos que requieren este tipo de poder para derrotar existen en este mundo?

Sin embargo, mientras contemplaba eso, Alshiera de repente se puso pálido.

“¿Oh…? Qué problemático. Mi querido hermano, realmente los trataste demasiado, ¿verdad? ”

Echando un vistazo más de cerca, la parte deslizante de las cajas de hierro estaba atascada y ya no se movía.

“¿Solo tres disparos? Pensar que no quedaban balas… ”

A juzgar por lo que dijo, había una razón por la que las armas ya no podían usarse.

“¿Q-Qué ahora?”

“Oh querido, ¿no es este el momento para que un caballero dé un paso adelante con resolución?”

Los muertos vivientes notaron que el próximo ataque no se acercaba, y una vez más corrieron hacia Alshiera. Ella recurrió a usar los lados de los Cazadores de serafines para golpearlos en la cara. Incluso sin sus poderes, seguían siendo fuertes trozos de hierro. Los muertos vivientes golpeados por las armas tenían sus fauces y rostros pulverizados sin piedad y fueron enviados volando por los aires.

Probablemente perecieron antes de caer de nuevo sobre la horda detrás de ellos. Y con los cadáveres cayendo sobre ellos desde arriba, los muertos vivientes comenzaron a caer.

Alshiera balanceó su brazo en el aire mientras aún agarraba a los Cazadores de serafines, y las alas sombrías se extendieron una vez más desde su espalda, perforando a los muertos vivientes y deteniéndolos.

Sin embargo, estos no muertos seguirían arrastrándose mientras sus cuerpos no estuvieran completamente aniquilados. Incluso si estuvieran sujetos con cadenas, el siguiente vendría arrastrándose. Y después de manejar la segunda, luego la tercera ola, estaban comenzando a superar a Alshiera. Uno de los no muertos que se arrastraba por el suelo logró agarrar su pierna.

Kuroka comenzó a retorcerse de los brazos de Shax. “¡Por favor déjame ir! Ella no puede hacer esto so-”

“Va a estar bien ahora”.

Shax comenzó a acariciar la cabeza de Kuroka para calmarla. Sí, todo estaba bien ahora. Luces como la nieve en polvo se habían envuelto alrededor de la inundación de muertos vivientes que se dirigía hacia Alshiera.

“El Heaven’s Phosphor Will O’ the Wisp”.

Los no muertos frenéticos que estaban saltando de repente se convirtieron en cenizas y se desmoronaron. Una voz molesta sonó en la habitación.

“Maldita sea, seguro que has traído un gran dolor a mi puerta aquí. Ya te habría matado si Kimaris no suplicara por tu maldita vida”.

El Archidemonio estaba parado allí con los brazos cruzados arrogantemente delante de él, acompañado por un hechicero gigante con cara de león.

“¿Señor…?”

Kuroka finalmente se dio cuenta de que se trataba de Zagan, y murmuró aliviado. Al verla, la expresión de Zagan también se suavizó de alivio.

Qué inesperado Nunca pensé que el jefe se vería así para nadie más que para su novia.

Después de rascarse la cabeza con torpeza, Zagan extendió vacilante su mano hacia Alshiera, que se había caído.

“… Pero, cómo lo digo… Tienes mi agradecimiento por proteger a Kuroka y mi subordinado”.

“Oh, la gratitud del Rey de los Ojos Plateados. Me siento honrada.”

El vampiro tomó la mano del Archidemonio con tanta insatisfacción como estaba dejando ver. Y antes de que lo supieran, la canción que guio a Kuroka y le dio un empujón a Shax se detuvo.