Sevens NL

Volumen 7

Capítulo 80: Negociación

En un distrito de almacenes de la capital.

Había un almacén muy maltratado. El interior estaba lleno de basura porque ahora mismo ya no se usaba.

Se amontonaron trozos de madera y por las grietas soplaron vientos fríos.

Miranda-san eligió este sitio como el lugar de negociación. Tal vez lo lamentó porque su expresión era oscura.

“Miranda-san, esa expresión no te queda bien. Vamos, por favor sonríe.” Shannon se rió de mi línea.

“Tú, has sido así todo el tiempo desde la mañana. ¿No estás avergonzado?”

“¿De qué hablas?”

Miranda-san puso su mano en su mejilla.

“Predije mal. No puedo creer que sea diferente de lo habitual.”

La leña se colocó dentro de una lata grande y se utilizó para calefacción interior. Nos reunimos a su alrededor.

Novem me miró a la cara con preocupación.

“Por lo general, Lyle-sama se calmará por la noche, pero esta vez su exaltación emocional aún continúa.”

Estaba en perfecta forma desde la mañana.

Aria-san me miró mientras colocaba su mano sobre el fuego.

“Sin embargo, está más tranquilo de lo habitual. Quizás este estado continuó más tiempo a cambio de eso. Lyle, de verdad, ¿por qué estás así solo en este momento?”

Clara-san terminó de revisar su brazo izquierdo artificial y me miró. “¿La negociación estará bien?”

Eva-san se cubrió con una manta mientras me lanzaba una mirada de duda. “Lyle, ¿entiendes el plan? Podrás negociar correctamente, ¿verdad?” Sonreí y le aseguré a Eva-san.

“Por supuesto. Es imposible que fracase.”

“Me pregunto de dónde viene esa confianza. El Lyle habitual no es confiable, pero el Lyle actual solo nos preocupa.”

Llegó la voz decepcionada del Séptimo.

[Esta vez también es muy divertido, pero deseo que haya más impacto.] El Sexto estuvo de acuerdo.

[Sí, falta. Sin embargo, esa escena de desnudo fue divertida.]

Parecía que estaban complacidas con mi cuerpo desnudo. Pero era preocupante incluso si un hombre se interesaba por mí. Sin embargo, mi cuerpo desnudo que llevó por mal camino incluso a los hombres… Hay que ver, realmente era un hombre pecador.

Agarré la joya y me levanté antes de mirar hacia atrás. Allí había un monstruo helado.

El monstruo con una “cabeza de águila” que se puso dentro de hielo blanco dentro de una caja de madera se podía ver vagamente.

No importa desde dónde lo mires, era un grifo.

“… Todos, parece que llegaron. Están rodeando este almacén. También hay algunos en el techo.”

Sophia-san se echó al hombro su hacha de batalla, luego el resto también sostuvieron sus armas.

La puerta del almacén se abrió y apareció Ralph-san con un abrigo.

A  su  alrededor,  estaban  sus  criados  para  asuntos  difíciles,  incluido  Renard-san  que  lo acompañaba.

La voz de Ralph-san hizo eco dentro del almacén.

“Aquí estoy, mocoso.”

Le di la bienvenida a Ralph-san con una sonrisa.

“Nosotros hemos estado esperando. Esta es la ‘cosa antes mencionada’.” La mirada de Ralph-san se volvió aguda.

“¿Lo congelaste intencionalmente?” Asentí.

“La podredumbre estaba empeorando, así que la congelamos. De esta manera también es mejor para ti, ¿no?”

“Si lo entregas rápidamente, también habrá pocos problemas. Oi.”

Un sirviente vino aquí y miró al monstruo congelado. Parecía que estaba confirmando la característica de cada parte del cuerpo. Al poco tiempo regresó al lado de Ralph-san y comenzó a hablar de algo en voz baja.

… Fue un momento tenso.

Me veía alegre sin dejar de sonreír.

Ralph-san asintió ante el informe de su anticipo. “Parece que no hay ningún error.”

“Naturalmente.”

Cuando asentí, Ralph-san me miró.

“Ahora bien, para el trato. Preparé cien monedas de oro. Tómalas y sal de la capital de inmediato.”

Su actitud fue realmente opresiva.

“¿Planeas comprar esto con solo cien monedas de oro? Parece que realmente eres una persona ingenua.”

Cuando comencé a hablar con gestos corporales y con las manos, el Sexto habló dentro de la Joya.

[Bien, estás en mejor forma que de costumbre. ¡Demuestra tu compostura!]

El Quinto estaba exasperado por el Sexto.

[… Estás lleno de vigor en este momento, eh.]

Miré fijamente a los ojos de Ralph-san mientras presentaba mi precio.

“El precio son mil monedas de oro. De nada sirve hablar si al menos no recibo eso.” La ira de Ralph-san aumentó.

Shannon abrazó a Miranda-san.

“Por favor, no te enojes. Asustas a Shannon.”

“… ¿Estás hablando en serio? ¿Me estás diciendo que pague tanto dinero?”

“Por supuesto.”

“Doscientas monedas de oro. No pagaré más que eso.”

“Eso es preocupante. Aunque me dijeron que se subyugaría un hipogrifo, fue un grifo lo que salió. Pensando en la falta de su lado, debería pagar más a cambio. Novecientas monedas de oro.”

“Reconoceré que fue nuestra falta. Pero en ese momento pensamos que era un hipogrifo. Todo el mundo puede cometer un error. ¿Me equivoco? 250 monedas de oro.”

“¿Crees  que  no  sé  nada?  Una  persona  que  envió  a  su  hija  a  morir  tiene  una  cara verdaderamente dura. 850 monedas de oro.”

La cantidad de dinero se acercaba gradualmente.

Sin embargo, Ralph-san fue el primero en no poder mantener su paciencia.

“… 300 monedas de oro. No tengo más tiempo libre para seguir con tu juego que esto.”

Mostré una sonrisa alegre… “800 monedas de oro.”

… Cuando le dije eso, Ralph-san chasqueó los dedos como señal. “Elimínenlos.”

Estaba inexpresivo.

Los sirvientes de la Casa Circry entraron de un salto desde las ventanas del almacén. Varias personas atravesaron el techo del almacén y entraron.

Estaban vestidos con trajes negros y primero apagaron el fuego para deslizarse hacia la oscuridad.

Sin embargo, eso estaba dentro de las expectativas. “¡Qué mal genio!”

Aria-san se movió rápidamente y de mayo a varias personas usando estocadas con la culata de su lanza.

Sophia-san levantó una mano y los enemigos restantes que se acercaban cayeron de rodillas. Ralph-san abrió los ojos un poco más y luego dijo.

“Renard, ve.”

“… Si.”

Después de que ordenó al mayordomo, Miranda-san arrojó un cuchillo. Renard-san lo paró con su bastón y de allí sacó una espada.

Un arma escondida.

El Séptimo me enseñó.

[Lyle, la tía usó una pistola. El mocoso Renard también lleva una en secreto.] Desenfundé mi sable y bloqueé el ataque de Renard-san.

Me sorprendió un poco el afilado manejo de la espada y el fuerte ataque que era impensable para un anciano. Sin pausa, me atacó consecutivamente, así que me encargué de todos ellos.

“Excelente habilidad.”

“No saldrá nada incluso si me elogias.”

Cuando balanceé mi sable horizontalmente, Renard-san esquivó con solo la distancia mínima y luego respondió al ataque.

Sophia-san se sorprendió. “¿¡Mi arte no funciona!?”

El arte de Sophia-san era un arte para cambiar de peso.

La primera etapa podría cambiar el peso de un objeto que tocó.

La segunda etapa podría cambiar el peso de los objetos a su alrededor.

Aunque su peso debería ser uno con el que no podría sostenerse, el rostro de Renard-san estaba sereno.

“Jovencita, las artes no son omnipotentes. Debes saber que el efecto de tu arte es débil hacia oponentes de mayor estatus.”

Se distanció de mí y me señaló con la mano izquierda. “Monika.”

Monika inmediatamente corrió entre Renard-san y yo. Levantó su gran martillo como escudo y al mismo tiempo se escuchó un sonido de disparo.

Renard-san no entró en pánico e inmediatamente pasó al siguiente ataque, pero… “¿Qué, qué?”

Aleteando dentro del almacén era una cuerda. Además, era una cuerda suave y liviana que se volaría si fuera golpeada por el aire.

Si la tocaban, ardería y desaparecería.

Cuando tocaba el cuerpo y se quemaba, al mismo tiempo quitaba maná. Era una cuerda creada por el arte de Miranda-san.

Renard-san  inmediatamente  detectó  el  peligro  y  trató  de  escapar,  pero  sus  pies  no  se movieron. Se colocaron cuerdas pegajosas en el suelo.

Miranda-san dio un paso adelante. “Renard, lo siento, pero te haré retroceder.”

“¿Miranda-ojou-sama? Es así, este es el arte de Miranda-ojou-sama.”

Cuando  Miranda-san  hizo  un  gesto  con  la  mano  hacia  un  lado,  se  produjeron  cuerdas pegajosas que capturaron a los sirvientes de la Casa Circry.

No pudieron hacer ningún movimiento. Lucharon por escapar, pero no pudieron escapar de la cuerda.

Más profundo dentro del almacén.

El motor de Porter cobró vida y encendió la luz que ilumino el interior del almacén. Clara- san estaba sentada en el asiento del conductor.

Mientras que enfundaba mi sable…

“¿Ya terminó? Esto no está bien. No habrá ningún desafío a menos que prepares el doble de personas.”

Ralph-san apretó el puño.

“Un mocoso que se esconde detrás de mujeres está actuando engreído y poderoso.”

“No puedo decir nada a eso.”

Me reí y reanudé la negociación.

“Ahora bien, los criados de la Casa Circry son nuestros rehenes. También los usaremos como material de negociación. ¿Qué tal 1000 monedas de oro?”

“¡Pfff!”

“Oh, ¿está bien? No es como si tuviéramos que venderte el monstruo. Veamos, ¿debería negociar con una facción diferente?”

Ralph-san apretó los dientes.

Pero,  al  darse  cuenta  de  que  sus  sirvientes  no  eran  de  ninguna  utilidad,  cambió inmediatamente su política.

“… El límite superior que puedo preparar son 800 monedas de oro.”

“Eso es menos de lo que pensaba. Pero supongo que a fin de cuentas está bien.” El Sexto habló.

[Ganamos 200 monedas de oro más de lo esperado. Este mocoso, es obvio que no tiene experiencia en este tipo de situaciones. Este tipo de tipo es común entre los funcionarios civiles.]

El Cuarto no podía dejar de reír.

[¡800 monedas! ¡Obtuvimos un precio realmente bueno!] Ralph-san hablo.

“… La entrega del dinero será en mi mansión.”

“Sí, no me importa. Simplemente prepara la cantidad de 800 monedas de oro.” Eva-san recogió las armas de los atacantes.

Así, los atacantes se reunieron y fueron llevados afuera por sus compañeros.

***

La entrada del almacén.

Ralph habló con Miranda, que estaba en guardia. “Miranda, ¿tienes la intención de regresar?”

Miranda hizo una mirada penetrante. Shannon a su lado la abrazó por lo que inmediatamente soltó el arma que sostenía.

“No volveré… Ni se te ocurra preguntarle a Shannon.” Ralph miró a Shannon.

Sin embargo, su mirada volvió inmediatamente a Miranda.

Shannon se aferró con fuerza a la ropa de Miranda y soltó las lágrimas. “¿Qué tal si dices algo?”

El tono de Ralph hacia su hija era frío.

“Eres necesaria por el bien de la casa. Si es necesario, también aceptaré a Shannon. Si deseas una disculpa, la haré en la mansión y de la manera que desees.”

“¿Crees que diré: ‘Sí, acepto’, al decirme eso?”

Su padre cambió por completo después de la muerte de su madre. Miranda estaba realmente frustrada por eso.

“… Desde que Okaa-sama murió, te convertiste en alguien que solo trabajaba por el bien de la casa. Una vez, también estuve preocupada por ti. Pensé que algún día volverías a ser ese padre amable. ¡Y, sin embargo, sigues arrastrando lo ocurrido!”

Ralph sonrió a Miranda como para mirarla desde arriba.

“¿Querías que fuera amable contigo? Fuiste atrapada por un hombre escandaloso por esa razón, eh… Todos ustedes se arrepentirán. Matarme aquí también podría ser mejor para ese mocoso.”

“¿Qué quieres decir con eso?”

“Piénsalo por tu cuenta. Ya no conozco a nadie como ustedes. Haz lo que quieras.” Shannon reprimió su voz, pero no pudo contenerla completamente y olfateó.

Ralph no miró hacia atrás ni una sola vez a su hija llorando. Miranda abrazó a Shannon.

“Onee-sama, yo… yo…”

“Lo siento, Shannon. Está bien. Estoy a tu lado.” Se oyeron pasos corriendo hacia ellas dos.

“¡He escuchado la situación!”

El que apareció frente a los dos con una pose fue Lyle. No leyó el estado de ánimo y sonrió. Incluso Miranda estaba preocupada.

“Lyle, danos un poco de tiempo.” Shannon también estaba enojada.

“Lee el estado de ánimo. ¿¡Por qué sonríes!? ¿¡Es tan gracioso vernos ser abandonadas!?”

Miranda y Shannon no pensaban que Lyle se estuviera burlando de ellas, pero este era un problema delicado para ellas. No tenían compostura para sonreír incluso si les contaban un chiste.

Lyle les habló a las dos.

“No sean estúpidas. Ustedes dos no están abandonadas.”

Frente a ellas dos, Lyle golpeó ligeramente su pecho con el puño.

“Han elegido a este yo, este Lyle Walt. Pueden sentirte orgullosas. ¡El hombre que ustedes dos han elegido soy yo, después de todo me convertiré en el mejor hombre del mundo!”

Shannon miró el rostro de Miranda y señaló a Lyle.

“Onee-sama, ¿de verdad planeas ir con este tipo? Solo puedo sentir ansiedad.” Miranda se rió.

“Tienes razón. Es preocupante, por eso tenemos que ser las confiables.” Shannon, que dejó de llorar, se quejó de Lyle.

“Tú, ¿cuándo vas a volver a la normalidad? ¡Ya basta, eres molesto!”

“¿Qué? ¿Estás avergonzada? Qué chica tan linda.”

“¡Eres desagradable! ¡Hay un límite incluso para ser presuntuoso!”

“¿Presuntuoso? Estás equivocada, Shannon. Soy un hombre asombroso, esa es la verdad. Y luego, juro que las haré absolutamente felices a las dos. Así que cállense y vengan conmigo.”

Miranda miró a Lyle quien posaba mientras se reía.

“Estoy deseando que llegue mañana. Lyle, no olvidaré lo que acabas de decir en toda mi vida.”

Lyle se rió a carcajadas.

“¡Fujajaja! No hay problema. Este Lyle es un hombre que no dirá ninguna mentira.” La cara de Shannon se torció y mostró su disgusto.

“No, mentiste no hace mucho.”

“Oi, oi, ¿mentí siquiera una vez? No dije nada como ‘Vendo un grifo’ ni una sola vez. Por eso no es mentira.”

Al escuchar eso Miranda sonrió levemente.

“Ciertamente no mentiste. Aun así, hoy hace frío, ¿no…? ¿Oh?” La nieve cayó del cielo mientras los tres miraron hacia arriba…

***

Al día siguiente.

Ralph y los demás estaban en el almacén ubicado dentro de la mansión de la Casa Circry. Ralph abrió mucho los ojos frente al objeto que compró.

El monstruo congelado no era un grifo.

Lo que salió del interior del hielo derretido fue… un hipogrifo.

Tenía la misma cabeza de águila y su apariencia era muy similar… el hipogrifo decapitado estaba decorado como sus patas envueltas en piel y así sucesivamente para que pareciera un grifo.

Ralph estaba temblando de ira frente al hipogrifo… “Maestro, aquí hay algo…”

Renard le entregó un papel mojado.

Lo tomó con brusquedad y leyó el contenido.

“Es un hipogrifo que derrotó su hija. ¡Decóralo y muéstralo bien! Además… ¿pensaste que era un grifo? Qué mal~.”

Ralph aplastó el papel en su puño. Renard negó con la cabeza hacia él.

“Le pregunté a mi subordinado que lo revisó. Parece que investigó las características de un grifo de un libro, pero nunca antes había visto uno real o de peluche. Este es el efecto dañino de que nos especialicemos en enfrentarnos a los humanos.”

Fueron entrenados para luchar contra humanos. Por eso no estaban informados sobre los monstruos.

También hubo personas que nunca antes habían visto monstruos porque vivían en la capital segura que estaba protegida por un muro.

Además, cuando se trataba de un grifo que casi nunca se veía, la mayoría de la gente solo veía uno en los libros.

“………… ¡ESE MOCOSOOOOOOOO!”

Ralph tiró la carta con rabia, luego la expresión de Renard se volvió sombría. “Maestro, el joven que eligieron las jóvenes es formidable.”

Renard preguntó si todavía lucharían contra él incluso entonces. En respuesta, Ralph calmó su respiración agitada y respondió.

“No hay necesidad. De todos modos, no podrán moverse.”

La nieve que caía desde ayer empezaba a acumularse sobre la capital.

También afectó el transporte. Ralph había notado que Lyle y los demás no podrían salir de la capital por un tiempo.

“Por ahora deberían disfrutar de su victoria contra mí.”

Después de decir eso, Ralph salió del almacén y se dirigió a su mansión. Renard siguió a ese Ralph…

[Han elegido este yo, ¿no?]

[También dijo algo como, quiero que miren más mi cuerpo desnudo.]

[También fue divertido esta vez.]

[El impacto fue deficiente, pero pudimos disfrutarlo por más tiempo.]

[Como se esperaba del niño maravilloso de la Casa Walt.]

En la posada.

Me encerré dentro de la habitación con una manta sobre mi cuerpo mientras temblaba. “… No. No fui yo. ¡Esa cosa no fui yo!”

Expuse mi cuerpo desnudo frente a todas.

Tuve la sensación de que siempre estuve diciendo todo tipo de cosas vergonzosas.

¡No sabía qué tipo de cara debería poner delante de todas! El Quinto fue frío conmigo.

[La verdad no cambiará por mucho que la niegues. Aun así, aunque no debería ser extraño incluso si comienzas a acostumbrarte un poco al Crecimiento, tu Post-Crecimiento siguió siendo tan intenso como de costumbre.]

Las palabras del Quinto me perforaron profundamente en el pecho. Quería desmayarme.

Era doloroso ver cómo la gente que me rodeaba se mostraba considerada conmigo desde la mañana.

Miranda-san y Shannon me sonreían. Sentí que Clara-san estaba sonriendo con un poco de alivio al mirarme. Seguramente ella pensaba en mí como su camarada.

“No estoy equivocado. La tensión posterior al crecimiento es la culpable.” Mientras trataba de convencerme así, el Tercero me habló con voz malvada.

[¿Eh? ¿Está bien que digas algo así? Ciertamente fue Post-Crecimiento, pero es la verdad que molestaste a todas ¿verdad? Te desnudaste y dijiste que te miraran, o que las harás felices a todas… Creo que no será aceptable si dices que es una mentira.]

Salieron lágrimas.

Mientras sufría, se abrió la puerta de la habitación. Aunque estaba cerrada, la cerradura se abrió sin ninguna consideración y Monika entró.

“Gallina imbécil, traje tu merienda.”

“… No la quiero.”

Ahora mismo no era el momento para eso.

Aunque me retorcía de vergüenza, Monika parecía feliz.

“Vaya, no seas tímido. Aun así, esta vez fue realmente genial. Pude grabar cada centímetro del cuerpo desnudo de gallina imbécil. Bueno, dejando de lado si es una gran espada o no, puedo decir con certeza que no es una espada corta.”

Desde el interior de la joya… […… Mff.]

Pude escuchar una voz que no pudo contener la risa y resoplé. Aparte de eso…

[Dijo gran espada.]

[Eso es demasiado pretencioso.]

[No era una espada corta, esa es la impresión que tengo.]

[Lyle todavía está en su período de crecimiento. Seguirá creciendo desde aquí.]

[Lyle me recuerda a cuando era joven.]

… Fue tan vergonzoso que quise llorar.

O, mejor dicho, mis lágrimas se habían derramado. “Por favor olvídalo.”

Cuando supliqué, Monika me habló con una sonrisa llena de compasión. “Imposible. Absolutamente no lo olvidaré. Es el tesoro de Monika.”

“¡No llames tesoro al cuerpo desnudo de alguien!”

“No lo olvidaré en toda mi vida~.”

Monika parecía feliz y empezó a bailar. Frente a eso, me cubrí debajo de la manta y rodé en una bola.

“¡MALDITA SEA! ¿Por qué soy el único que pasa por algo como esto?”