Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 4

Prologo 02: Rosalind C. Bathory

En algún lugar en el mar, una niña con un vestido blanco estaba parada a bordo de un barco pirata.

“… Hmph”.

La niña, Rosalind C. Bathory, suspiró como si estuviera aburrida. Estaba rodeada de hombres que yacían en la cubierta. Eran los piratas que poseían este barco.

Estos piratas eran rufianes que se ganaban la vida saqueando, secuestrando y a veces saqueando objetos de valor de barcos hundidos. Pero ahora, cada uno de ellos yacía inconsciente en la cubierta.

Era casi como si hubieran caído ante las frágiles y pequeñas manos de esta pequeña niña. Parecía imposible, pero dado que la niña estaba ilesa y que hasta el último pirata estaba fuera de combate, casi no se podía sacar ninguna otra conclusión de esta escena.

“…”

Rosalind levantó su  mano derecha. Ella curvó cada  dedo a  su vez, lentamente formando un puño… y luego, tristemente, lo soltó. Ella llevó su mano de regreso a su pecho.

Había una rasgadura en  su vestido como  si una  cuchilla  la hubiera atravesado, completa con la mancha de una mancha de sangre a su alrededor. Pero la cuchilla que debe haber perforado su pecho no había dejado cicatriz, y las manchas de sangre en la tela blanca se desvanecieron, lo que indica que había pasado mucho tiempo desde que se hicieron.

“…Re…”

Frotando las manchas de sangre, la boca de Rosalind se movió un poco… antes de soltar un suspiro amargo.

“¿Incluso este pequeño vínculo me lo quitarán?” Heh…

Ella trató de reír, pero su voz se le quedó pegada al fondo de la garganta y desapareció.

“…!”

Entonces sus ojos se abrieron de par en par como si acabara de darse cuenta de algo. Se palmeó la ropa antes de caer a la cubierta a cuatro patas, patear y empujar a los hombres inconscientes fuera de su camino mientras se arrastraba.

“No es… ¡No está aquí!”

El aire de aburrimiento sobre ella hace un momento desapareció ahora mientras buscaba frenéticamente.

Después de pasar un tiempo recorriendo la cubierta, de repente levantó la cabeza cuando se le ocurrió una nueva posibilidad. Corrió a través de la nave, nuevamente tirando a un lado a los hombres inconscientes mientras se dirigía a una caja rectangular.

La caja húmeda estaba cubierta de algas y percebes. Parecía algo que los piratas habían sacado del fondo del mar. Aunque se había quitado la tapa, pudo ver que el interior de la caja estaba completamente seco. Debe haber sido sellado con mucho cuidado.

La niña asomó la cabeza dentro de la caja y pasó las manos de una esquina a la otra, revisando cada centímetro de la misma. Sus ojos se iluminaron cuando sus pequeñas manos tocaron algo pequeño.

“!”

Sacó de la caja lo que parecía un solo pedazo de papel y suspiró aliviada. Era una fotografía vieja, rasgada en el medio al igual que su vestido. El daño hizo imposible ver la cara del niño parado a su lado en la imagen.

“…”

Estaba decepcionada, pero aun así sostuvo la foto cerca de su pecho como si fuera muy querida por ella. Como si fuera lo más importante que había tenido.

“Te odio… Namidare…”

Las gotas de líquido claro comenzaron a caer de los ojos rojos de Rosalind.