Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 11

J5. Julius, Edad 13: Maquinaciones

Parte 1

Camino por los familiares pasillos del castillo del Reino de Analeit.

En otras palabras, el hogar de mi infancia.

Desde que me convertí en el héroe, me he alojado principalmente en la habitación que me dieron en el Sagrado Reino de Alleius, por lo que no he estado aquí en algún tiempo, pero todavía lo considero mi verdadero hogar.

Estar en este lugar me calma de un modo que la habitación en Alleius nunca pudo.

Pero eso soy solo yo.

Aferrándose a mi brazo mientras caminamos, Yaana parece increíblemente nerviosa.

En lugar de su atuendo de santa habitual, que es sencillo y diseñado para facilitar el movimiento, lleva un vestido blanco.

Es un diseño sobrio, como corresponde a una santa, pero se puede ver de un vistazo lo caro que debe ser.

Fue confeccionado especialmente para Yaana, por lo que le queda genial.

… O al menos, le quedaría si su cara no estuviera tan forzada que su tensión sea claramente obvia.

Sus movimientos son igual de rígidos, hasta el punto en que no estoy seguro de si podría caminar sin tropezarse si no estuviera llevándola del brazo.

Yaana y yo hemos venido para participar en cierta ceremonia.

Esta es la primera vez que Yaana está en el castillo real, y estaba increíblemente nerviosa en el camino hacia aquí sobre cómo sería.

Como muchas chicas de su edad, parecía tener cierta admiración por la idea romántica de un castillo.

No dijo eso con tantas palabras, pero Yaana siempre es fácil de leer, por lo que me di cuenta de que estaba emocionada.

Pero ahora que ya estamos aquí, sus nervios parecen haber superado cualquier otra emoción.

Conociendo su personalidad seria, probablemente se esté ejerciendo una presión absurda sobre sí misma, pensando que no puede hacer nada que pueda dejarla en evidencia como santa.

“Yaana.”

A este ritmo, siento que es más probable todavía que haga algo vergonzoso, así que la detengo antes de entrar en el salón ceremonial.

Se da la vuelta con un crujido casi audible, como una puerta cuando las bisagras necesitan ser engrasadas urgentemente.

“¿Estás nerviosa?”

“Por… supuesto… que no.”

Eso no es muy convincente cuando su voz es tan dubitativa y tan bajita que apenas puedo oírla.

“Lo estás, ¿no es así?”

“… Sí, lo estoy. Lo siento.”

Parece afligida, pero creo que su incapacidad para mentir es una de sus virtudes.

Aunque probablemente no sobreviviría mucho tiempo en la alta sociedad.

“Es totalmente normal estar nervioso”, le aseguro.

Yaana puede ser la santa, pero no proviene de una familia noble, por lo que no ha participado en muchas ceremonias formales como esta.

Puede que ella trabajara detrás del telón en ellos mientras se entrenaba como candidata para la santidad, pero supongo que esta es la única vez que realmente la única vez que ha sido parte de una es cuando fue nombrada santa, por lo que todavía no tiene experiencia.

“Sé que no debería estar nerviosa, pero no puedo evitarlo…” Su voz tiembla.

“No, no creo que haya nada de malo en eso.”

Parece sentir que está mal estar nerviosa, pero le aseguro que es todo lo contrario.

Yaana me parpadea con incertidumbre, como si no lo entendiera.

“Si piensas que no deberías estar nerviosa, solo empeorarás las cosas. Pero es normal estar nervioso en momentos como este, por lo que es mejor que no intentes obligarte a mantener la calma.”

“Pero…”

“Hay un nivel de nerviosismo que está bien. ¿Sabes lo que quiero decir?”

Durante la batalla y demás, es mejor estar un poco nervioso que estar completamente a gusto.

Por supuesto, si estás demasiado nervioso, no podrás actuar, como Yaana justo ahora.

Pero los nervios no son necesariamente algo malo, incluso cuando es difícil moderarlos en el momento.

Si los puedes mantener al nivel correcto, te ayudan a concentrarte y a mantenerte alerta.

“No me importa estar nervioso. Y no hay necesidad de concentrarse en exceso en no fracasar. Si lo haces lo mejor posible en el momento, creo que los buenos resultados saldrán de manera natural. Así que intenta liberar un poco de tensión de tus hombros, ¿vale? Sería una pena que estuvieras demasiado nerviosa como para ser tu mejor yo.”

Yaana asiente lentamente, como si estuviera asimilando lo que dije.

“Eres impresionante, Sir Julius. Tus palabras realmente llegan, a diferencia de las de cierta persona.”

Estoy seguro de que se refiere a Hyrince.

Debe haber estado burlándose de ella, como siempre.

“Simplemente recuerda, que también habrá alguien que estará en el pabellón.”

Si sigue estando nerviosa y rígida durante la ceremonia, estoy seguro de que Hyrince se burlará de ella por eso más tarde. Mientras le insinúo esto amablemente, los ojos de Yaana se agrandan.

¡No puedo permitir que eso pase! Está escrito en toda su cara.

Sus ojos se llenan con nueva determinación recién descubierta para evitar que se burlen de ella.

Dicen que los que se pelean se desean, pero no creo que esto se aplique a Yaana y a Hyrince.

Es más como si Hyrince estuviera jugando con Yaana o manejándola como quiere.

En cualquier caso, parece que eso calmó un poco sus nervios, así que con suerte ahora no cometerá ningún error importante.

Siempre y cuando ella no se ponga muy nerviosa y acabe desbordándose.

“¿Entramos entonces?”

“¡Sí!”

Caminamos hacia el salón ceremonial con pasos más ligeros que antes.

Pronto, llegamos a las grandes puertas y entramos dentro, donde ya hay una gran multitud.

La ceremonia aún no ha empezado, pero la sala está en silencio, incluso aunque haya gente reunida en el centro.

Yaana parece desconcertada por la extraña atmosfera, pero tiro de su brazo ligeramente y la tranquilizo con una sonrisa.

Caminamos más adentro en el pabellón y llegamos al otro extremo donde se encuentra la familia real.

Todos los demás ya están allí: la verdadera reina; mi hermano mayor, Cylis; la primera y segunda concubinas del rey; y mi hermano pequeño Leston.

“Llegas tarde”, me informa Cylis, luciendo molesto.

Nunca solía ser así, pero últimamente, siempre parece estar frunciendo el ceño.

“Lo siento mucho. Estaba tan nervioso de que mi hermano y mi hermana pequeña iban a tener su gran día que apenas dormí anoche, así que me temo que sigo un poco cansado.”

Yaana me lanza una mirada dudosa por mi excusa.

Obviamente, no estoy realmente cansado. Llegamos tarde solo porque estaba calmando los nervios de Yaana.

Mentí porque no le quería contar a nadie eso, pero la reacción de Yaana probablemente hizo que mi esfuerzo fuera en vano.

Dado que mis parientes de la realeza pasan sus días estudiando a los de su nivel en busca de los más sutiles indicios de pensamientos o emociones, imagino que todos habrán adivinado por este movimiento que estaba encubriendo a Yaana.

“Venga, venga, querido hermano. Tampoco es como si se hubieran perdido el inicio de la ceremonia, por lo que no hay necesidad de remarcárselo, ¿no?”

Leston interviene con nuestro hermano mayor en mi nombre, pero eso solo tiene el efecto contrario.

“Preocúpate por ti mismo, Leston, Deberías llamarme Hermano Mayor durante una ceremonia como esta, y no dirigirte a mí de una forma tan casual.”

La rabia de Cylis se vuelve hacia Leston, aunque es posible que Leston lo hiciera deliberadamente para desviar su atención de Yaana y de mí.

Leston puede parecer despreocupado, pero en realidad puede ser bastante astuto.

“Ya es suficiente.”

Mientras la discusión entre mis hermanos amenaza con intensificarse, una voz fría y enérgica los interrumpe: la verdadera reina.

“Pero, Madre…”

“Mira a tu alrededor. No avergüences más a la familia real con tu comportamiento indecoroso.”

Su hijo biológico, Cylis, se estremece ante su regañina.

Al darse cuenta de que la multitud está mirando nuestras interacciones, él suaviza su expresión.

“Por favor, disculpe la falta de modales de mi hijo.”

La reina se disculpa a Yaana, pero no inclina la cabeza.

Tampoco es digna de presentarse.

En el Reino de Analeit, se considera apropiado que la persona de estatus social más bajo se presente primero.

Yaana es la santa y viene del Sagrado Reino de Alleius, por lo que no tiene ninguna relación jerárquica con la reina.

Pero está participando en esta ceremonia como mi compañera.

Soy el héroe, pero en el Reino de Analeit, estoy por debajo de la reina.

Si la reina se presenta primero, entonces estaría insinuando a todos los demás aquí presentes que ella se encuentra en un nivel social inferior al mío; Si Yaana lo hace primero, podría parecer que está degradando al Sagrado Reino de Alleius.

Es difícil decir si Yaana debería presentarse primero.

“Permítame presentarle a mi acompañante. Esta es Lady Yaana la santa, quien está hoy aquí como mi compañera.”

Probablemente lo mejor sea que la presente yo en su lugar.

Yaana debe seguir estando nerviosa; ella hace una rígida reverencia sin decir una palabra.

No estoy seguro de si esa fue la mejor opción, pero por la extraña dinámica de poder que ha creado esta situación, tampoco es la peor.

“Gracias por cuidar de nuestro Julius.”

La reina mira a Yaana agradecidamente mientras responde.

“P-para nada. En todo caso… Sir Julius siempre…e-está cuidando de mí…”

… Está completamente cohibida.

Supongo que los nervios que traté disipar deben haber vuelto con todas sus fuerzas.

Aun así, no puedo culparla.

Cualquiera se marchitaría bajo la fría mirada de la verdadera reina si no está acostumbrado a ella. Ella es una persona muy intimidante.

“La ceremonia empezará en breves. Me temo que puede resultar bastante aburrida hasta entonces pero por favor, espera pacientemente.”

La reina parece haber perdido el interés en Yaana, y vuelve a mirar hacia delante.

Mis hermanos y las concubinas siguen sus direcciones, cerrando la boca y poniéndose firmes.

Yaana parece que podría romper a llorar en cualquier momento, así que le susurro “no pasa nada” y me alineo junto al resto de la familia real.

Aunque, a decir verdad, no estoy seguro de si en realidad no pasa nada…

Creo que la reina puede haber juzgado a Yaana en esta breve interacción y haberla considerado una persona sin ninguna importancia particular, alguien a quien puede ignorar.

El hecho de que Yaana nunca tuviera la oportunidad de presentarse es prueba suficiente de ello.

La mirada de la verdadera reina es difícil de leer, así que, para ser honesto, rara vez sé lo que está pensando.

Mi padre tiene dos caras, la de político y la de padre, pero la reina solo parece mostrar la primera de ellas.

Ella es una política modelo, de un modo diferente al pontífice.

El pontífice siempre está maquinando varias cosas detrás de su amable sonrisa, pero la reina simplemente enmascara todo con una mirada fría.

Al menos, esa ha sido siempre mi experiencia.

Por lo que no sé exactamente qué es lo que realmente piensa de Yaana.

Pero no importa lo que piense en el fondo, estoy seguro de que su actitud nunca cambiará.

Mientras Yaana sea la santa, al menos debería mostrar un mínimo de respeto por esa posición.

Simplemente no estoy seguro si se aplica lo mismo a Yaana.

“Su Majestad ha llegado.”

Tras varios minutos de esta misma extraña tensión, la ceremonia finalmente empieza.

Mi padre entra en la sala y se para detrás de un pedestal cerca de la parte trasera.

“El Príncipe Schlain y la Princesa Suresia han llegado.”

A continuación, se anuncian los nombres de mis hermanos menores.

Una puerta frente al pedestal se abre, y Schlain y Sue entran.

Caminan lenta y deliberadamente por la alfombra roja en el centro de la sala.

Incluso se podrían describir sus pasos como majestuosos, a pesar de su corta edad.

No parecen para nada nerviosos; se comportan con orgullo, como si fuera lo normal que todos en esta sala los estuvieran mirando, y los murmullos de admiración recorren la multitud.

Finalmente, Schlain y Sue llegan al pedestal y se arrodillan.

“La ceremonia de Apreciación comenzará ahora”, anuncia nuestro padre.

Hoy es el día de la ceremonia de Apreciación de Schlain y Sue.

Tomé un permiso para ausentarme del operativo para poder estar aquí hoy.

El resto de la unidad sigue trabajando sin nosotros, lo que me duele un poco, pero el Sr. Tiva me animó amablemente a ser testigo del día en que mis hermanos pequeños eran el centro de atención.

Como derrotamos a la rama de la organización de tráfico de humanos que se había establecido en el pueblo abandonado, los comandantes habían dejado de quejarse de mis acciones, de acuerdo con su promesa con el Sr. Tiva.

Por lo tanto, he podido tomar un papel más destacado en las líneas del frente, mientras que el Sr. Tiva da órdenes desde la retaguardia.

Al saber que Tiva me está apoyando desde las líneas traseras, puedo concentrarme en luchar sin reservas.

Y ha continuado ayudándome todo este tiempo, amonestando a los comandantes cuando era necesario.

Como resultado, los comandantes están poco a poco empezando a reconocerme, todo gracias a los esfuerzos del Sr. Tiva.

No puedo agradecerle lo suficiente todo lo que ha hecho por mí.

“Ahora, Schlain Zagan Analeit. Puedes levantarte.”

“Sí, señor.”

No estaba seguro si debía participar en esta ceremonia o no, pero ahora me alegro de haber venido.

Mi hermano menor, Schlain, ya era maduro para su edad, pero ha crecido aún más de lo que esperaba.

Desearía que nuestra madre lo hubiera visto crecer también, pero tendré que prestar aún más atención por ella.

Pero mi momento emocional pasa rápidamente.

Cuando el resultado de la Apreciación de Schlain se proyecta mágicamente sobre la pared, el silencio en el salón ceremonial se rompe.

Sus estadísticas y habilidades están leguas más allá de cualquier niño normal que participe en su primera ceremonia de Apreciación.

Todo eso está muy bien; Schlain siempre ha sido excepcional.

Incluso sin mi parcialidad personal, objetivamente es un niño prodigio.

No estoy demasiado sorprendido por sus estadísticas.

Pero la habilidad de Protección Divina… eso es mucho más que alarmante.

Es prácticamente una declaración de que Schlain es una persona especial, amada y favorecida por los dioses.

Miro de reojo a la verdadera reina.

Pero su expresión es tan rígida como siempre, sin revelar nada de sus pensamientos.