Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 3

Capitulo 3: Seguros Destrozados, Anhelo De Destrucción

Parte 5

Lo que alcanzamos parecía ser una base delantera perteneciente a los hombres blancos de arcilla. Afortunadamente, no había nadie cerca, salvo unos pocos guardias, y pudimos colarse fácilmente. Utilizamos nuestros sentidos del olfato, ansiosos por el hambre, para encontrar sus tiendas de provisiones.

“Sé que es demasiado tarde para preguntar ahora, pero ¿está bien comer esto?”

“Solo alégrate de que no haya sido arcilla. Cállate y come,” dijo Hibiki. Buen punto. Por ahora, pondría mi estómago sobre mi sentido de la ética.

Terminamos lavándolo con un poco de agua. Finalmente, pudimos quitarnos una carga.

“Bien, primero necesitamos información. Vamos, Rekka Namidare”.

“¿Ir a dónde?”

“Si esta es una base de Clayman, debería haber un arsenal en alguna parte. Podemos encontrar armas para luchar contra Kult Graphimore allí.

“Armas, ¿eh? Pero no creo que debamos usar algo demasiado serio… ”

“Nuestro objetivo es capturarlo. Y por lo que vimos en ese campo de batalla, todos los hombres de arcilla tienen armas primitivas como espadas y arcos. De hecho, me preocupa que no encontremos nada que pueda resistir sus armas Gatling… ”

“Sería bueno si pudiéramos hablar con él antes de pelear”, dije.

“Planea salvar su mundo al capturarme y ponerme dentro del Infinity Reviver. Y tiene más que suficiente potencia de fuego para hacerlo, así que no hay razón para que él negocie “, respondió ella.

“Eso es cierto, supongo…”

“Por supuesto, si tuviéramos algo que ofrecerle, eso podría cambiar las cosas”. Los ojos de Hibiki se entrecerraron, como si me estuviera haciendo una pregunta.

Algo que Kult desearía… esa sería una manera de salvar la historia de Kult. Si tuviéramos algo así, incluso Kult nos escucharía.

“…”

Pero desafortunadamente, todavía no se me ocurrió nada.

“Para que quede claro”, dijo Hibiki, “mi plan es estrictamente hacer que Kult renuncie al Infinity Reviver y traslade a su gente a otro mundo. Creo que esa es la mejor manera”.

“Lo sé.”

“Rekka Namidare, si quieres resolver esta historia a tu manera, debes encontrar una solución la próxima vez que veas a Kult Graphimore”. Su voz era estricta mientras hablaba.

Después de eso, utilizamos la técnica de transformación de Kokomo para convertirnos en hombres blancos de arcilla y salimos del almacén de alimentos.

“… Oye, ¿no deberíamos tratar de escondernos más?”

“¿Quién crees que es más sospechoso: alguien caminando por el medio de la calle, o alguien que se esconde detrás de las farolas mientras se mueven? El hechizo de Kokomo nos hizo vernos como ellos, así que camina como si no tuvieras nada que ocultar”.

Había mucho espacio entre los edificios en la base, y había muy poca cobertura en las carreteras. Casi no había ningún lugar para esconderse. Si alguien llega a la vuelta de la esquina, nos encontrarán de inmediato.

Afortunadamente, sin embargo, nadie había pasado por nosotros todavía.

… Pero espera, ¿por qué había tan poca gente aquí? El camino era ancho y había pistas que parecían haber sido convertidas en un jeep o algo así, pero éramos los únicos en él.

Fue bueno para nosotros… pero aun así era extraño.

“Hola, Hibi…”

Y justo cuando comencé a decirle algo… “¡¿Qué estás haciendo ahí?!”

“!!”

Un grito repentino nos hizo congelar a los dos.

“Oye, no me digas que nos desc Lo que alcanzamos parecía ser una base delantera perteneciente a los hombres blancos de arcilla. Afortunadamente, no había nadie cerca, salvo unos pocos guardias, y pudimos colarse fácilmente. Utilizamos nuestros sentidos del olfato, ansiosos por el hambre, para encontrar sus tiendas de provisiones.”

“Sé que es demasiado tarde para preguntar ahora, pero ¿está bien comer esto?”

“Solo alégrate de que no haya sido arcilla. Cállate y come,” dijo Hibiki. Buen punto. Por ahora, pondría mi estómago sobre mi sentido de la ética.

Terminamos lavándolo con un poco de agua. Finalmente, pudimos quitarnos una carga.

“Bien, primero necesitamos información. Vamos, Rekka Namidare”.

“¿Ir a dónde?”

“Si esta es una base de Clayman, debería haber un arsenal en alguna parte. Podemos encontrar armas para luchar contra Kult Graphimore allí.”

“Armas, ¿eh? Pero no creo que debamos usar algo demasiado serio… ”

“Nuestro objetivo es capturarlo. Y por lo que vimos en ese campo de batalla, todos los hombres de arcilla tienen armas primitivas como espadas y arcos. De hecho, me preocupa que no encontremos nada que pueda resistir sus armas Gatling… ”

“Sería bueno si pudiéramos hablar con él antes de pelear”, dije.

“Planea salvar su mundo al capturarme y ponerme dentro del Infinity Reviver. Y tiene más que suficiente potencia de fuego para hacerlo, así que no hay razón para que él negocie “, respondió ella.

“Eso es cierto, supongo…”

“Por supuesto, si tuviéramos algo que ofrecerle, eso podría cambiar las cosas”. Los ojos de Hibiki se entrecerraron, como si me estuviera haciendo una pregunta.

Algo que Kult desearía… esa sería una manera de salvar la historia de Kult. Si tuviéramos algo así, incluso Kult nos escucharía.

“…”

Pero desafortunadamente, todavía no se me ocurrió nada.

“Para que quede claro”, dijo Hibiki, “mi plan es estrictamente hacer que Kult renuncie al Infinity Reviver y traslade a su gente a otro mundo. Creo que esa es la mejor manera”.

“Lo sé.

“Rekka Namidare, si quieres resolver esta historia a tu manera, debes encontrar una solución la próxima vez que veas a Kult Graphimore”. Su voz era estricta mientras hablaba.

Después de eso, utilizamos la técnica de transformación de Kokomo para convertirnos en hombres blancos de arcilla y salimos del almacén de alimentos.

“… Oye, ¿no deberíamos tratar de escondernos más?”

“¿Quién crees que es más sospechoso: alguien caminando por el medio de la calle, o alguien que se esconde detrás de las farolas mientras se mueven? El hechizo de Kokomo nos hizo vernos como ellos, así que camina como si no tuvieras nada que ocultar”.

Había mucho espacio entre los edificios en la base, y había muy poca cobertura en las carreteras. Casi no había ningún lugar para esconderse. Si alguien llega a la vuelta de la esquina, nos encontrarán de inmediato.

Afortunadamente, sin embargo, nadie había pasado por nosotros todavía.

… Pero espera, ¿por qué había tan poca gente aquí? El camino era ancho y había pistas que parecían haber sido convertidas en un jeep o algo así, pero éramos los únicos en él.

Fue bueno para nosotros… pero aun así era extraño. “Hey, Hibi…”

Y justo cuando comencé a decirle algo … “¡¿Qué estás haciendo ahí?!”

“!!”

Un grito repentinos hizo congelar a los dos.

“Oye, no me digas que nos descubrieron…” murmuré. “Mantén la calma. Veamos qué pasa.”

“¡Giro de vuelta!” la voz gritó detrás de nosotros mientras susurrábamos.

Me di la vuelta, pero todavía estaba congelado por la tensión. Como esperaba, había un hombre de arcilla con casco puesto allí.

“¡El discurso del Alto Líder ya ha comenzado! ¡Ve al patio de armas ahora!”

Su rostro no era más que una boca, sin ojos ni nariz, por lo que era difícil leer su expresión. Pero me di cuenta de que estaba enojado.

No parecía que hubiera descubierto quiénes éramos… pero, ¿cómo se suponía que íbamos a superar esto? Cuando me estaba volviendo loco, Hibiki dio un saludo crujiente.

“¡Lo siento, señor! ¡Nos acaban de desplegar aquí ayer y nos perdimos!” Guau. ¡Ella mintió sin sudar!

“¿Estás perdida? ¡Debes estar aflojando durante la orientación, gusano! ”

“¡Lo lamento muchísimo! Estamos ansiosos por asistir al discurso del Alto Líder y nos gustaría llegar lo antes posible. Estoy seguro de que estás ocupado, pero ¿puedes decirnos el camino a los recintos? ”

“Hmph… bien. Sígueme”, dijo el hombre de arcilla.

No parecía muy satisfecho. Pero tal vez la mentira de Hibiki sobre querer escuchar el discurso había valido la pena, porque nos indicó que lo siguiéramos mientras se marchaba. Se enojó con nosotros un montón de veces en el camino, pero al menos no sabía lo que éramos.

“… Camaradas… Estamos… en…”

Podía escuchar fragmentos de lo que debió haber sido la voz de su líder desde el otro lado de un almacén. Al doblar la esquina, vi un campo gigante con más de mil hombres de arcilla en fila.

Todos los hombres de arcilla se veían iguales, con exactamente la misma altura y forma, por lo que todos ellos parados en una línea ordenada tenían una calidad estética. Nos unimos al final de la cola.

“Este es el último discurso del Alto Líder antes de la batalla final. Escucha con atención”, dijo el hombre blanco de arcilla. Luego se fue.

Una vez que vi que se había ido, le susurré al oído de Hibiki: “¿Qué hacemos, Hibiki?” ubrieron…” murmuré.

“Mantén la calma. Veamos qué pasa.”

“¡Giro de vuelta!” la voz gritó detrás de nosotros mientras susurrábamos.

Me di la vuelta, pero todavía estaba congelado por la tensión. Como esperaba, había un hombre de arcilla con casco puesto allí.

“¡El discurso del Alto Líder ya ha comenzado! ¡Ve al patio de armas ahora!

Su rostro no era más que una boca, sin ojos ni nariz, por lo que era difícil leer su expresión. Pero me di cuenta de que estaba enojado.

No parecía que hubiera descubierto quiénes éramos… pero, ¿cómo se suponía que íbamos a superar esto? Cuando me estaba volviendo loco, Hibiki dio un saludo crujiente.

“¡Lo siento, señor! ¡Nos acaban de desplegar aquí ayer y nos perdimos!” Guau. ¡Ella mintió sin sudar!

“¿Estás perdida? ¡Debes estar aflojando durante la orientación, gusano! ”

“¡Lo lamento muchísimo! Estamos ansiosos por asistir al discurso del Alto Líder y nos gustaría llegar lo antes posible. Estoy seguro de que estás ocupado, pero ¿puedes decirnos el camino a los recintos?”

“Hmph… bien. Sígueme”, dijo el hombre de arcilla.

No parecía muy satisfecho. Pero tal vez la mentira de Hibiki sobre querer escuchar el discurso había valido la pena, porque nos indicó que lo siguiéramos mientras se marchaba. Se enojó con nosotros un montón de veces en el camino, pero al menos no sabía lo que éramos.

“… Camaradas… Estamos… en…”

Podía escuchar fragmentos de lo que debió haber sido la voz de su líder desde el otro lado de un almacén. Al doblar la esquina, vi un campo gigante con más de mil hombres de arcilla en fila. Todos los hombres de arcilla se veían iguales, con exactamente la misma altura y forma, por lo que todos ellos parados en una línea ordenada tenían una calidad estética. Nos unimos al final de la cola.

“Este es el último discurso del Alto Líder antes de la batalla final. Escucha con atención”, dijo el hombre blanco de arcilla. Luego se fue.

Una vez que vi que se había ido, le susurré al oído de Hibiki: “¿Qué hacemos, Hibiki?”

“Nos destacaremos si nos movemos. Piensan que somos soldados, así que una vez que hayamos terminado con este discurso, podemos preguntarles dónde está el arsenal”.

Ella tenía razón. No sería extraño para un soldado querer ir a la armería.

Asentí con la cabeza a Hibiki. Decidí que sería mejor escuchar en silencio el discurso del llamado Alto Líder hasta que esta reunión terminara.

“Hombres, ustedes han hecho bien en soportar esta larga guerra”.

El Alto Líder estaba parado en un podio construido con cajas de madera. Su voz era penetrantemente fuerte. Si hubiera estado cerca, probablemente me habría roto los tímpanos.

“¡Esos bastardos dorados nos llaman de color inferior y nos atacan sin causa! ¡Pero sus mentes están contaminadas! ¡Vale menos que el lodo sucio en el suelo! ”

Un grito de guerra bajó la línea en respuesta a sus palabras.  “Hey…” le susurré al hombre blanco de arcilla que teníamos delante. “¿Hmm? ¿Qué es? ¿Son ustedes los que llegaron tarde?”

“Tengo una pregunta.”

Hibiki me golpeaba las costillas y me susurraba que cerrara la boca. Pero no me detuve. Había algo que necesitaba saber.

“Está hablando de esos tipos de oro, ¿verdad? ¿Por qué ellos pelean?”

“¿Huh? ¿Por qué preguntas esto ahora? Escuchaste al Alto Líder. Esos malditos goldies dicen que somos de un color inferior. Están tratando de borrarnos del continente por eso”.

“… ¿Por color te refieres al color de nuestra piel?”

“¡Por supuesto! ¡Nos llaman fracasos que ni siquiera pueden brillar a la luz del sol! ¡Se burlan de nosotros, esos bastardos!”

¿No puedes brillar? Eso es… Eso es realmente estúpido.

¿Realmente estaban peleando una guerra por algo tan tonto? Bueno, supongo que los estúpidos fueron los hombres de oro para atacarlos por algo así.

El hombre de arcilla blanco con el que estaba hablando parecía recordar algo molesto, porque enojado se giró para mirar hacia adelante y comenzó a gritar junto con el discurso del líder.