Kage no Jitsuryokusha

Volumen 3

Capítulo 3: ¡A por la Reina de la Sangre!

Parte 4

“Y bueno luego… umm, ¿en qué iba?”

“En la parte de mi enfermedad, ¿no? … Creo”.

“Ah, sí, sí, lo de la adaptación”.

“¿Eh?”

“En pocas palabras, solo la descendencia de esos monos que por pura casualidad se adaptó al ecosistema, sobrevivió. Eso continuó hasta la actualidad, y por eso, también la línea sanguínea de las personas se separó en cierta parte de la historia, debido a la adaptación. Aquellos que tenían la sangre original no soportaron el peso que esta era para el cuerpo y desaparecieron sin dejar descendencia. Las dos sangres divididas tenían cada una su propiedad única, pero ahora mismo, esos dos tipos de sangre están tratando de adaptarse dentro de tu cuerpo. No es fácil adaptarse a los dos tipos de sangre, pero para tu mala suerte, naciste con la cualidad de tenerlas, y para tu peor suerte, no conoces la forma de controlarlas. Por eso, la sangre se movió sin control, erosionando todo tu cuerpo y… ah, se me acabó el tiempo”.

“¿Eh? ¡E-Espera, ¿no estabas a punto de llegar a la parte más importante?! ¡Auch!”

Claire sintió un dolor punzante en su mano. Al verse la palma de la mano, vio que tenía un complicado circulo mágico grabado en ella.

“Esa marca te enseñará a controlarlo”.

“Ah, me estoy curando”.

Las marcas negras de Claire fueron desapareciendo.

“Ya no hay tiempo que perder, las cosas afuera están empeorando”.

“Ni siquiera me contaste la mitad, ¿verdad?”

“Tomaré prestado tu cuerpo por un momento, aunque no creo que pueda sacar todo mi poder…”. Dijo la mujer de ojos violetas mientras poco a poco su cuerpo iba difuminándose.

“¡Espera! ¡¿Cuál es tu nombre?!”

“Yo soy Aurora…”

“Aurora… ¿por qué me ayudaste?”

“Porque tú y él son…”

La voz de Aurora se hizo más pequeña.

“¡¿Somos qué?! ¡¿A quién te refieres con él?!”

Sin embargo, Aurora desapareció sin poder terminar sus palabras.

“Eh… ¿Shadow?”

De repente, ella murmuró ese nombre.

Claire abrió los ojos todavía estando en los brazos de Mary. Pero sus ojos… ahora tenían un hermoso color violeta.

Claire se levantó de sus brazos mientras Mary simplemente quedó asombrada al ver esos ojos color violeta.

“Claire, el color de tus ojos…”

El color de sus ojos no era lo único diferente. La atmósfera alrededor de Claire era diferente, como si fuera una mujer un poco más madura, e incluso su poder mágico cambió un poco.

Pero lo más llamativo de todo… era que su herida había sanado por completo.

La sangre en su estómago todavía seguía ahí, pero de repente, esta comenzó a flotar en el aire, formando un coágulo de sangre.

Se veía igual al que la reina de la sangre había hecho.

“Bien, me pregunto qué tanto podré soportar…” Murmuró Claire. Su voz era baja y tranquila, como si fuera la forma de hablar de otra persona.

“¿Realmente eres Claire…?”

En el momento en que Mary preguntó eso, la reina de la sangre disparó.

Rápidamente, las gotas de sangre tomaron la forma de estacas filosas, cayendo a una velocidad abrumadora e inevitable.

Nadie pudo moverse, tan solo pudieron observar con desesperación. Sí… todos, menos ella.

“Qué lástima, la mía es la original…” Murmuró Claire disparando su coágulo de sangre.

Luego, esas pequeñas gotas de sangre comenzaron a transformarse en diminutos partículas hasta formar una niebla.

Entonces, la niebla de sangre se aferró a las estacas de sangre que iban volando a su dirección.

“¿Eh?”

La única que pudo hablar fue Mary, pero todos en el lugar estaban anonadados. Las estacas de sangre perdieron poco a poco su impulso y cayeron al suelo.

“Robar el control de la sangre separada del cuerpo no es tan complicado. Aunque robarlo por completo tampoco es tan sencillo…”

Dijo Claire, sonriendo de forma hechizante mientras que delante de ella, estaba la reina de la sangre, atravesada por varias estacas de sangre.

Claire había hecho que la neblina de sangre controlara aquellas estacas para contratacar. Aunque no fue del todo perfecto, ya que solo algunas pudieron ser devueltas y el resto cayeron al suelo.

Aun así, aquel poder estaba más allá del alcance humano.

Nadie sabía qué decir. Era como si estuvieran viendo una batalla entre dos reinas de la sangre.

“Es inútil intentar derrotar a una bruja con un objeto volador”.

Claire lamió la sangre en sus labios, pintándolos de rojo. La reina de la sangre volvió a moverse.

Ella rápidamente sanó las heridas que había recibido y luego cambió la forma de su vestido de sangre.

De ese vestido, ahora salieron unos tentáculos de sangre.

Luego, en un abrir y cerrar de ojos, los tentáculos aumentaron en número.

“Exacto, eso tuviste que hacer desde un inicio…” Murmuró Claire, creando también tentáculos de sangre con la sangre de su propio cuerpo, tentáculos iguales a los de la reina de la sangre.

Los tentáculos rojos comenzaron a expandirse y moverse como si estuvieran amenazándose los unos a los otros.

Luego, la batalla empezó.

Uno de los tentáculos avanzó rápidamente hacia el enemigo, como si fuera una lanza.

Otros tentáculos atacaron desde arriba, otros desde abajo hasta que llenaron toda la habitación y se atacaron por todos lados.

Los tentáculos se chocaron los unos con los otros y solo unos pocos llegaron a su objetivo.

Al ver los tentáculos acercándose a ella, Claire creó una enorme guadaña roja mientras que la reina de la sangre sacó sus garras.

Y entonces, ambas se cortaron la una a la otra.

Los tentáculos chocaron entre sí, se impactaron, cortaron, llenando toda la sala de residuos de sangre carmesí. La luz de la luna roja entraba por el agujero en el techo, iluminando la hermosa figura de ambas mujeres, iluminando una batalla inhumana que no podía ser seguida por los ojos.

Los ojos de todos se quedaron prendados por esa feroz y a la vez, hermosa batalla.

“Increíble…”

“Pero qué batalla tan intensa…”

¿Sus poderes eran iguales? Tal vez eso pensaban los espectadores, ya que a simple vista no sabían quién podría ganar.

Lo único que entendían es que ninguna de las dos había acertado un golpe definitivo aún. Luego de que los tentáculos rojos bailaran por el aire un rato más, Claire suspiró.

“Parece que no terminara pronto… pero”.

Luego, ella puso una sonrisa traviesa en su rostro.

“Ya has inhalado bastante de mi neblina de sangre, ¿no crees?”

Al terminar de decir eso, la reina de la sangre cayó sobre sus rodillas.

Ella escupió sangre, lloró sangre. La sangre salió de todos los orificios que había en el cuerpo de la reina de la sangre.

“Coff…”

Por primera vez, la reina de la sangre había soltado un gemido de dolor.

“Para la próxima, no te olvides de controlar la sangre que entra a tu cuerpo”.

Luego, los tentáculos rojos de Claire envolvieron la reina de la sangre de rodillas.

Los tentáculos de la reina de la sangre trataron de resistirse, pero fueron destrozados por la diferencia de masa.

Poco a poco, unos enormes tentáculos comenzaron a apretar a la reina de la sangre, chispeando sangre por todo el suelo.

Por último, lo único que quedó fue una gran masa de sangre.

“Aún me falta mucho para alcanzar mi verdadero poder, pero supongo que con esto será suficiente”. Dijo Claire, ahora con una actitud madura, sonrisa seductora, ojos violetas y una habilidad de combate trascendental.

La mujer que estaba cruzándose de brazos no era la Claire que Mary había conocido.

“Claire, ¿qué fue lo que te pasó…?”

Claire miró a Mary y luego sonrió de forma algo incómoda. De alguna manera, sintió que la verdadera Claire apareció por un segundo detrás de esa sonrisa.

Sin embargo, luego los ojos violetas de Claire se alarmaron.

Una densa niebla de sangre comenzó a unirse hasta tomar la forma de una persona.

“¿Bromeas…?”

“¿Sigue viva…?”

Aunque algunos se sorprendieron, Mary ya se lo esperaba. Ella conocía bien a Elizabeth, así que sabía que esto no iba a terminar tan fácilmente.

Sin embargo, Claire ahora mismo podía ir en contra de Elizabeth, mientras ella estuviera aquí no volvería a cometer el mismo error que hace mil años.

Sin embargo, cuando apareció el cuerpo de la reina de la sangre sin una sola herida desde la niebla roja, el cuerpo de Claire se inclinó.

Luego cayó sobre sus rodillas.

“Parece que este cuerpo ya no soportará mucho más…” Dijo ella escupiendo sangre con dolor.

El poder transcendental que había usado, estaba desgarrando su cuerpo por dentro.

Ahora, Claire era la que estaba de rodillas y la reina de la sangre de pie. Las posiciones se habían invertido por completo.

“Vamos, vamos, no puede acabar así…”

“No puede ser…”

Los ojos de Mary comenzaron a lagrimear.

Si Claire caía aquí, ya no había nadie que pudiera detener a Elizabeth.

La misma masacre de hace mil años se repetiría, y cuando todo acabara, su señora volvería a caer en la desesperación…

Mary no quería volver a pasar por eso nunca más.

“¡¡Claire!!”

Mary con todas las fuerzas que le quedaban, corrió hacia Claire.

“Tú eres…”

“¡¿Claire, estás bien?! ¡Yo… yo haré tiempo!” Dijo Mary, tomando su espada y poniéndose frente a la reina de la sangre.

“No, ya es suficiente”.

Pero Claire extendió su mano y detuvo a Mary.

“Mi trabajo aquí ya terminó. Hice suficiente tiempo para que él llegara…” Dijo Claire con una hermosa sonrisa.

“¿Él…?”

“Sí, él… ya está aquí”.

Luego… una figura negra descendió desde el cielo.

“Mi nombre es Shadow. Aquel que acecha en las sombras, y caza en las sombras…” Luego de ver su entrada, Claire se desmayó no sin antes suspirar de alivio.

***

La figura negra descendió del cielo vistiendo un abrigo de color negro azabache y sacando una espada del mismo color.

“¡Tú…!”

“¡Tú eres…!”

“… ¡Shadow-sama!”

Beta tembló de alegría. Ella tenía una confianza absoluta en su amo.

Después de todo, su amo siempre estuvo peleando por ellas, desde que eran pequeñas, desde que eran débiles. Por eso, Beta ya estaba acostumbrada a ver esa espalda.