Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 11

Capítulo 6: Y Entonces el Dios Sonrió

Parte 1

—¡Elfie, date prisa!

—¡Lo siento, señorita Aliciaaaaa!

Alicia miró hacia atrás cuando la compañera de habitación de Lefiya, Elfie, trató desesperadamente de mantener el ritmo mientras corrían por los pasillos.

En el piso nueve de Knossos.

Su grupo originalmente había sido parte del escuadrón de Finn, pero se había dividido en un grupo más pequeño. Después de la transmisión de la Familia Hermes, Finn había dado la orden a su escuadrón de ramificarse, siguiendo los pasos de los otros grupos. Elfie estaba corriendo alrededor del laberinto con el grupo bajo el mando de Alicia, trabajando para establecer un perímetro alrededor del piso. Su grupo estaba compuesto por seis personas. Con la maga Elfie en la mezcla y liderados por Alicia de Nivel 4, tenían suficiente poder de fuego para moverse por el piso solos. Ahora que la fuerza del enemigo había sido reducida, esa era una fuerza más que adecuada para dar pelea.

Gracias al informe de Lulune, sabían que Barca estaba actualmente en el frente de batalla, lo que significaba que ya no tenían que temer que el enemigo abriera o cerrara puertas de forma remota. Y con la guía del ladrón quien tenía los planos del laberinto, no tenían que preocuparse por perderse.

Estaban trabajando duro para acabar con los últimos puntos de resistencia enemiga.

—¿——-?

Elfie había estado corriendo desesperadamente, en peligro real de ser dejada atrás por las veloces vanguardias, cuando… Tric. Elfie oyó el roce del metal contra la piedra.

—¿Qué fue eso…?

Era el tipo de ruido que nunca podría ocurrir naturalmente en el laberinto pavimentado de piedra. Pero era tan trivial que ni siquiera pensó en gritar una advertencia sobre una posible trampa.

Estaban en un segmento del pasaje.

Elfie instintivamente se detuvo en seco y miró a su alrededor. Lo que llamó su atención fue la pared en diagonal detrás de ella, donde había una pequeña grieta en las paredes del laberinto, que se suponía que habían sido construidas con adamantita. De ahí provenía el sonido. Era débil, pero seguía repitiéndose, lo suficientemente bajo como para que fuera ahogado por los sonidos ambientales de las distantes peleas si no escuchaba con atención.

Absorta en eso, Elfie olvidó todo acerca de su situación actual y se acercó a la grieta, atraída por ella. Sospechosa, o tal vez perturbada, tragó saliva mientras miraba dentro.

Mirando hacia el profundo y oscuro vacío a través de la grieta, vio lo que parecía una caverna vacía. En esa oscuridad, algo se retorcía, y al ritmo de sus movimientos, sonó un sonido metálico, como si tiraran de las cadenas.

Elfie contuvo el aliento. Ella entrecerró los ojos, como si dudara de su vista, concentrándose— De repente, un ojo inyectado en sangre apareció frente a ella.

—¡¿—Eraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah?!; ella gritó extrañamente, saltando hacia atrás.

La sombra en la oscuridad se estrelló contra la pared agrietada con un fuerte ruido, pareciendo notar su presencia. Elfie aterrizó espectacularmente sobre su trasero después de saltar sorprendida.

—¿Q-q-qué fue eso?! ¡¿Eso fue un monstruo?!

Desde su posición en el suelo, Elfie agarró su pecho y preparó su varita delante de ella. El ojo flotaba en el espacio, mirando por la grieta, mientras su dueño gimió roncamente de una manera que los dioses discutieron en broma cómo se suponía que los zombis gemían. Se rascó contra la pared como si intentara liberarse.

—Elfie, ¿qué estás haciendo?

—¡¿Señorita Aliciaaaaaaaaaaaaaaa?! ¡Hay algo dentro de este muro!

—¡¿De qué estás hablando?! ¡Tenemos que lidiar con los monstruos! ¡Seremos rodeados!

Los ojos de Elfie se nublaron cuando Alicia le gritó desde el fondo del pasillo. Mirando hacia adelante, vio que ya estaban en medio de una pelea—los monstruos se acercaban desde la misma dirección que su escuadrón había tomado para llegar allí.

—¡El terreno es malo! ¡Vamos a cambiar de ubicación y contraatacar! ¡Muévete y únete a nosotros!

—¡E-entendido!; Elfie se levantó apresuradamente, dejando a regañadientes detrás a la grieta en la pared.

Ella siguió a Alicia hasta los otros que la esperaban. El ojo que flotaba en la oscuridad la miraba fijamente en la espalda, como si tratara de seguirla.

—¡Prepárense! ¡Están viniendo!; Riveria gritó tan pronto como puso un pie en el espacio abierto.

La Familia Loki se había extendido en la habitación del piso doce. Un grupo de tropas fuertemente armadas, Nivel 3 y superior, se había desplegado de antemano para enfrentarse a la poderosa presa que habían atraído. Después de irrumpir en Knossos, encontraron un área que se ajustaba a sus necesidades, y Riveria había dejado allí una fuerza de contraataque dedicada.

Los magos prepararon su bastón, tensándose y comenzando a conjurar sus hechizos en coro cuando Aiz, en la retaguardia, saltó a la habitación. No un momento después, la figura de una mujer con cabello rojo sangre se deslizó en el espacio.

—Realmente corriste, Aria.

—¡…—!

La mirada de Levis se clavó en Aiz, que se detuvo en el centro de la habitación y se dio la vuelta. La criatura más fuerte sostenía una espada larga maldita, luciendo pesimista como siempre. Su mirada se centró solo en Aiz, deslumbrando a Riveria solo con una mirada superficial, pero no miró ni una vez al resto de las personas que se extendían por la habitación.

—¡L-Lady Riveria …!

—No seas imprudente. Aiz y yo la detendremos para comenzar; Respondió a las elfos mientras se volvían visiblemente angustiadas después de ver a la criatura, instándolas a controlarse.

Para tratar con Levis, su plan era colocar a Aiz al frente con el apoyo de Riveria mientras el resto del escuadrón la bombardeaba. Riveria mantuvo sus ojos fijos en Levis mientras reducía el círculo mágico a un radio de cinco metros, por debajo del rango completo que necesitaba para vigilar el acercamiento de la criatura. Si la criatura y la vanguardia alguna vez

chocaran, las llamas de su Rea Laevateinn podrían estallar en cualquier momento.

Un muro de guerreros con grandes escudos se paró frente a los magos que habían completado sus hechizos. Todos miraron a Levis determinadamente, con el sudor frío formándose en sus cejas. La sala adquirió una atmósfera cargada—como si un depósito de municiones estuviera listo para explotar en cualquier momento.

—¿…?

Aiz estaba enfrentando a Levis, y ella frunció el ceño dudosamente. Levis se paró frente a ella, mirando a Aiz con una expresión en blanco. Todo lo que estaba haciendo era observarla.

¿Ella no va a atacar…?

Ella ni siquiera preparó su espada. No solo eso, Aiz no podía sentir un aura amenazante. Las fuerzas detrás de Aiz estaban desconcertadas cuando se enfrentó a la criatura que estaba allí parada. Incluso Riveria se dividió entre estar en guardia y tratar de descubrir qué demonios estaba pasando.

—¿…—?

Aiz había luchado contra Warlord para prepararse para este momento. Se había acercado a esta operación lista para llegar a una conclusión en su batalla con Levis. Pero su situación actual era demasiado inesperada. Ella no sabía qué hacer. Si Levis atacaba, estaba decidida a responder. Estaba decidida a luchar hasta el final. Sin embargo, ella misma no pudo atacar.

Una vez que comenzó la batalla, estaba claro que habría víctimas. Si el oponente iba a pasar su tiempo sin hacer nada, ese era el mejor resultado posible. Para los fines de que Finn tomara el control de Knossos y para sus propios fines, un punto muerto era el escenario ideal.

Esto estaba más allá de su imaginación más salvaje, pero también era extraordinariamente conveniente. Debería haber sido exactamente lo que querían. Pero Aiz no podía tragarse la intensa inquietud que sentía, frente a frente con la criatura que era su archienemiga sin cruzar espadas.

—…

Levis dejó pasar el tiempo mientras observaba en silencio a Aiz, perpleja, mientras mantenía su postura.

***

—¡Cynthia! ¡Halberd!

—¡Lo tengo!; gritó el mago de apoyo en respuesta a Tione, sacando un arma grande de su mochila.

Le entregó el especial Durandal, Roland Halberd. Cambiando al arma más larga, Tione cortó a Barca el Monstruo.

—¡Gaaaaaaaaaaaaaah!

El hacha aterrizó en su brazo derecho hinchado, enviando sangre a chorros. Mientras esquivaba el chorro de sangre negra, Tione utilizó el alcance de su arma de asta para atacar y evadir a distancia. Con los repetidos ataques de Tione y Finn liderando el camino, el resto de la Familia Loki se lanzó decididamente uno tras otro con lanzas y Gujas.

—¡Rodéalo! ¡Rodéalo!

—¡Magos! ¡No dejen de lanzar sus hechizos!

—¡No se preocupen por quemarlo todo! ¡Solo retrocedan!

La sala en el piso nueve se había transformado en un agotador campo de batalla donde la lucha estaba llena de escudos para lidiar con la maldita lluvia negra. Aparte de Tiona, todos los aventureros habían cambiado a armas de distancia, incluidos arcos y flechas. El monstruo estaba usando su brazo derecho endurecido para alejarlos y eliminando la magia con su tentáculo izquierdo maldito, pero los ataques nunca cesaron. La Familia Hermes podría haber tenido menos poder de combate para ofrecer, pero contribuyeron con un excelente apoyo tanto en ataque como en defensa.

—¡Que incluso la Familia Loki lucharía por derribarlo…!; Asfi entrecerró los ojos mientras miraba al monstruo que no caería, resistiendo los ataques.

Su enemigo estaba especializado en la defensa. A cambio de agilidad, su babosa gigante de un cuerpo era tan inamovible como un árbol milenario que se eleva sobre sus

alrededores. Soportó los ataques de los aventureros, lanzando contramedidas con sus brazos deformados. La lluvia de sangre impidió que todos se acercaran, e incluso cuando lograron deslizarse, no pudieron lograr un golpe crítico de las posiciones de desequilibrio que necesitaban para superar las pieles. Incluso el Urga de Tiona no pudo cortar ninguna de sus extremidades.

El feto dentro del orbe de cristal, la esfera ennegrecida que era el núcleo del enemigo, estaba expuesto en el centro de su pecho, protegido por una sustancia endurecida como una flor en ciernes que les impedía matarlo de un solo golpe.

Además de todo eso, el enemigo tenía la molesta capacidad de regeneración. Los vasos sanguíneos de todo su cuerpo estallaron y se formaron continuamente a una velocidad que superó el daño, causando que incluso los aventureros de la Familia Loki gimieran. Tiona, Tione y Finn juzgaron que tenía un potencial aún mayor que la forma femenina con la que habían luchado en el piso dieciocho.

Estaban en una formación de fortaleza con altas capacidades defensivas para resistir los ataques enemigos mientras usaban su maldición para enviar al olvido a todos los que lo enfrentaban. Incluso cuando se estremecieron ante el monstruo que los habría aniquilado en un instante, no tenían un medio de recuperación, ya que continuaron trabajando juntos y valientemente redujeron la resistencia del enemigo.

—¡Graaaaaaaaaaaaagh!

Pero hubo muchas bajas. Si una sola gota de sangre dispersa tocaba la piel de alguien, un chillido espeluznante atravesaba la refriega. Los cazas de primera línea cayeron, incapaces de bloquear la lluvia de sangre con sus escudos. E incluso aquellos que evadieron las gotas malditas comenzaron a sangrar mientras seguían respirando su maldito miasma. La maldición, la intención asesina incondicional, afligió a todos los que estaban en la sala.

Si no fuera por la luz blanca curativa que empuja contra el monstruo, esto ni siquiera sería una pelea. Cuando la gente se derrumbó, Amid conjuró su magia de recuperación.

—El hombre que se convirtió en el anfitrión del monstruo … ¡Él fue el creador de esa repulsiva maldición…!

Mirando el campo de batalla desde atrás, Amid estaba segura de ello. El reducido a un monstruo era el mismo maleficio que había creado las armas malditas, el creador de esa condenación abominable. Se dio cuenta de que el poder de la maldición aumentaba, como si resonara con el estado del Barca Perdix, con su habilidad Enigma.

Para completar Knossos, Barca había necesitado desarrollar varias habilidades. Todo por el bien de eso, había subido de nivel tres veces. Al albergar una obsesión que ninguna persona normal podría comenzar a entender, su cuerpo era el anfitrión ideal para el feto dentro del orbe de cristal, que festejaba con él—o drogaba. De hecho, era lo suficientemente compatible como para desencadenar esta extraña evolución, dando a luz a un monstruo especializado en matar con maldiciones, algo que nunca debería haber sido posible.

Amid, quien ejercía la misma habilidad Enigma, reconoció lo que estaba sucediendo.

—Una tremenda obsesión con este laberinto … ¿Esa es la verdadera naturaleza de tu maldición?

Una de las razones por las que Amid había querido participar en esta operación fue porque se enteró del origen de Knossos, del descendiente de Daedalus, Barca Perdix: la fuente de la maldición.

Se había preguntado si quizás él había sido maldecido por su linaje—una víctima—y si esa línea de sangre intacta era el origen de la maldición. Ahora que se había convertido en un monstruo, su cuerpo atrapado en la red de venas negras parecía probarlo.

——Entonces debemos romper las cadenas de esa maldición; Dijo Amid determinadamente mientras sostenía su bastón. —Marta, Bernadette. Asuman la curación en mi lugar. Por favor apoyen las líneas de batalla.

—““¡S-sí!””