Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 11

Capítulo 3: Verdadera Cara de un Dios

Parte 1

Un solo dios y su seguidor se pasearon por un sendero en la niebla de la mañana. Era un dios atractivo y guapo con cabello color rubio dorado. Su seguidor era una joven muchacha elfo con largo cabello negro y ojos color escarlata. El dios sostenía varios ramos de flores. Los racimos de grandes flores blancas temblaban.

Había una figura esperándolos más adelante.

—… ¿Loki?; Dionysus murmuró.

—Que hay; respondió Loki, levantando una mano. Lefiya estaba de pie junto a ella como su guardia.

—¿Vienes aquí a menudo?; Preguntó Loki, mirando al dios desde atrás mientras se inclinaba para dejar las flores.

Acompañados por Loki, Dionysus y Filvis habían venido al Primer Cementerio del barrio sureste de la ciudad—mejor conocido como el Cementerio de los Aventureros. Era un cementerio reservado para los aventureros que habían perdido la vida. Filas sobre hileras de lápidas blancas cubrían el suelo. Tan temprano en la mañana, no había un alma alrededor, salvo los cuatro. Fue sereno.

—Sí… de vez en cuando, vengo aquí para no olvidar este sentimiento.

Dionysus se levantó de donde estaba sentado con varias lápidas delante de él, los marcadores indicaban el lugar de descanso de los restos de nada menos que sus propios seguidores.

Se habían perdido hace más de cuatro meses, probablemente porque habían presenciado algo relacionado con los monstruos de colores vivos. Se había unido a Loki para vengarlos.

—…

Como diosa, Loki sabía que dejarles un homenaje no tenía sentido. Las almas de esos niños ya habían regresado a los cielos. Un trozo de carne descompuesto fue todo lo que quedó enterrado debajo de las lápidas. No había nadie cuyos arrepentimientos necesitaran ser aliviados. No hay nadie a quien hacerle pagar. Todo lo que Dionysus estaba haciendo era emular la costumbre de los residentes del reino de los mortales.

Pero tampoco creía que el acto en sí careciera por completo de sentido. Porque Loki también había perdido a algunos de sus amados hijos en Knossos.

—¿Qué dijiste?

—Una disculpa. Nada más.

Los únicos sentimientos que los dioses que se quedaron en la superficie podían expresar a sus hijos eran los de una disculpa. Loki comenzó a emularlo pero se detuvo. Decidió que no haría algo sentimental hasta que eliminara todo el mal que le había robado a Leene y al resto. Lefiya bajó los ojos en lugar de la diosa, y Filvis cerró los ojos para evitar mostrar sus sentimientos.

—Loki, lo dije antes. En lo que a mí respecta, cada dios y diosa en esta ciudad es sospechoso. Cualquiera de ellos podría ser el enemigo de mis hijos; dijo Dionysus mientras seguía mirando las tumbas.

—…Sí

—Voy a vengarlos. Haré que lo pague la deidad que ideo esto; declaró con los ojos fijos en las tumbas, como si anunciara un voto que había jurado en su corazón.

—Loki, ¿De no hacer el intento a lo que piensas? Crees que mi familia sería un obstáculo. No tienes intención de dejarnos participar en el plan para atacar en el futumenro cercano.

—…

—Pero voy a jugármela y pedirte: Permítanos participar en tu plan; Lentamente girando, los ojos de Dionysus se clavaron en los de Loki.

Ella abrió mucho los ojos cuando se encontró con su mirada.

—Escuché lo que Ouranos está haciendo en tu lado. Que el secreto que ocultaban no tenía nada que ver con la verdad que busco. Al final, solo fui un tonto provocando problemas. Sé  que no tienes motivos para confiar en mí … Sin embargo, aun así, me gustaría que me lleves.

Sus palabras parecían un ruego, una súplica. Dionysus siempre se escondía detrás de una dulce máscara, evasivo en su discurso para nunca revelar sus verdaderos sentimientos. Hacer que revelara una voluntad fuerte era un gran problema. No levantó la voz en absoluto, pero cada palabra estaba llena de fuerza.

—No se trata solo de derrotar a los remanentes de The Evils y ese espíritu corrupto. Debemos desenmascarar al que se llama Enyo.

—…Cierto. Mientras no destruyamos la raíz de todo, esto seguirá sucediendo nuevamente.

—Exactamente. Y se requiere que un dios juzgue a un dios … Eso es una carga demasiado pesada para que un niño lo lleve.

—…

Él no lo dijo, pero lo que Dionysus decía era que se uniría al ataque. Era el último tabú para un mortal en “matar” a un dios—un pecado mortal. Si Enyo resultó ser realmente una deidad de algún tipo, entonces era completamente posible que pudieran escapar si los seguidores de Loki dudaban ante tal tarea. Por eso, necesitarían dioses para acompañarlos.

Lefiya y Filvis levantaron la vista en estado de shock ante su pedido. Había una mirada determinada en su rostro.

—Hasta que todos los autores intelectuales sean descubiertos y destruidos, no podré completar mi objetivo … Por favor, Loki. Te lo ruego.

Un rayo de sol matutino comenzó a brillar en la esquina del cementerio, bajo la sombra de las imponentes murallas de la ciudad. Loki lo miró a los ojos de color cristal por un momento mientras no intentaba mirar hacia otro lado. Después de unos segundos, ella abrió la boca.

—…Entiendo.

***

Dejando el cementerio de aventureros, ellos regresaron a la ciudad. Los cuatro caminaron por el vecindario cuando la gente comenzó a moverse, señalando el comienzo de un nuevo día.

—¿Cuándo comenzará?

—No hemos decidido un día específico. Pero prepárate para ir en cualquier momento. Esta vez, no solo tomaremos prestado a Fil-Fil. Vamos a necesitar la ayuda de toda la Familia Dionysus.

—Entendido. Comenzaremos a prepararnos de inmediato. Si no te importa, voy a informar a toda mi familia los detalles. ¿Está bien?

Los dos dioses discutieron el plan mientras caminaban.

Detrás de ellos, las orejas alargadas de Lefiya se crisparon al escuchar su

conversación. “¿Huh?” Su cabeza se inclinó un poco confundida. Al darse cuenta de que Filvis, que caminaba a su lado, parecía desanimada porque Loki se había decidido por un apodo grosero—“Fil-Fil”— ella se apresuró a consolarla.

—¡Mira! ¡Es Lord Dionysus!

—¡Realmente es él! ¡Qué buena manera de comenzar el día!

De repente, un par de chicas semihumanas que pasaban por allí gritaron, principalmente a Dionysus.

—¿En una cita tan temprano en la mañana? ¡Y con tres chicas diferentes!

—¿O está volviendo después de una noche de fiesta? ¡Qué travieso!

—¡E-Esperen un minuto! ¡Esperen un momento, linduras! ¡No me estén contando en el harem de este idiota!

—Ja, ja, ja, sería bueno si ese fuera el caso, pero desafortunadamente, no tengo ese tipo de relación con ellas. Y además, una de ellas es una diosa muy poco femenina que es difícil de manejar.

—¡Te arrancaré la pierna y llevare a—!

Cuando Loki gimió y gritó a medias, Dionysus se detuvo y le dirigió a la pareja una dulce sonrisa. Las chicas chillaron emocionadas, y después de que tuvieron su parte de chillidos, ellas de mala gana continuaron para ir a su lugar de trabajo. Lefiya estaba desconcertada pero dejó escapar un grito corto y amortiguado al notar que Filvis miraba con enojo a la espalda de su dios patrón. Dionysus mostró una voluntad de hierro, ignorando la mirada de su seguidor mientras saludaba a las chicas.

—¡Oye! ¿Qué acaba de suceder?

—¿Qué quieres decir? Son algunas conocidas. A menudo he ido a comprar flores a la tienda en la que trabajan.

—Oh, vete a la mierda …

—Es inevitable, Loki. Soy un dios, después de todo. Y solo soy un poco más caballeroso que los otros dioses tontos, lo que significa que termino luciendo atractivo para ellas. Eso es todo.

—¡Vete a la mierda, actuando todo irresistible! ¡Maldito depravado!

—¿Qué pasa con eso? ¿“¿Irresistible” no fue lo suficientemente duro para ti, Loki?

Loki comenzó a maldecirlo con una cara seria mientras él se pasaba la mano por el cabello con elegancia.

Sin embargo, ese no fue el final. Los residentes que pasaron por allí hablaron con Dionysus. Si solo hubieran sido mujeres, Loki lo habría llamado, diciendo: ¡Maldito poser, deja de fingir con ese rostro! pero—

—¡Oh, Lord Dionysus! ¡Ha pasado tiempo!

—Seguro que sí, Gondo. Veo que estás trabajando duro, incluso tan temprano.

—¡Gracias a usted! Oh, eso me recuerda ¿Por qué no pruebas un vaso? Estaba experimentando con un método para hacerlo en un tanque más grande como lo hacen en el país de Gizia, ¡y los resultados fueron fantásticos!

—¿Oh, enserio? ¡Bueno, entonces tendré que probar un poco!

¡Lord Dionysus! ¡Asegúrese de venir a mi tienda también!

—Dionysus también era popular entre los hombres. Particularmente humanos y enanos con voces profundas y cuerpos gruesos. Loki se sorprendió, deteniéndose en seco, la confusión se impregnada en su rostro.

—…Estoy sorprendida. Lord Dionysus es popular …

—Popular, ¿eh …? Quiero decir, son solo conocidos que hizo a través del vino, aunque…

Cuando Lefiya parpadeó en estado de shock, Filvis suspiró con una mirada en blanco en su rostro. Ante ellas, los ojos de Dionysus brillaron mientras sostenía una copa de vino, haciendo que su paladar degustara. El vino paso por su garganta, y su entusiasmo era más palpable que cuando hablaba con las chicas. Su alegría era casi infantil. Sorprendida por este lado de Dionysus que fue más allá de sus expectativas, Lefiya ahogó una risita.

—¿Qué es esto? ¿Lord Dionysus esta aquí?

—Hola Jenna. ¿Cómo están Sue y Holly? ¿Acaban de cumplir cinco, no?

—¿Qué…? ¡¿Lo recordó?!

—Nunca olvidaría a un enólogo que hace un vino delicioso, ni a su familia.

—¡Es demasiado amable! ¡Sue, Holly, vengan aquí!

—¡Ah! ¡Lord Dionysus!

—¡Oye! ¡Oye! ¡Unámonos a su familia!

Estaban en una calle comercial bordeada de edificios de piedra y azulejos con adoquines que albergaban una gran variedad de tiendas. Al parecer, muchos de ellos fueron manejados con la ayuda de las familias de sus dueños. Era una imagen idílica de un barrio de clase trabajadora, con niños corriendo, jugando en las calles, y adultos ocasionalmente regañándolos de buena gana.

Y en esa calle, voces cálidas seguían gritando el nombre de Dionysus—de esos jóvenes y viejos, hombres y mujeres de todas las razas. Estaba claro que todos amaban a Dionysus. Con su mente volando, Loki se movió al lado del dios que finalmente se había liberado de la familia del enólogo.

—… Sinceramente, nunca te habría vinculado con esto.

—¿Quieres decir en tener una relación de este tipo con los niños? Como dios patrón de una familia más mediana, trato de mantenerme activo en el área; Dionysus se encogió de hombros. —Y además … este es uno de los encantos del reino de los mortales, ¿verdad?

El respeto fue evidente en la segunda mitad de su respuesta. Sus ojos se agudizaron, observando la animada calle comercial.

—Esto es una bendición, lo que vemos ante nuestros ojos. Pero hay personas que desean destruir esta felicidad, que están tratando de incitar a una orgia.

Otra palabra del lenguaje de los dioses.

—Orgia… Una fiesta de locura, ¿eh?

Si la tapa del Calabozo, Babel, fuera destruida, y Orario junto con ella, los monstruos comenzarían a dispersarse nuevamente sobre el suelo—al igual que en los tiempos antiguos cuando todo estaba invadido. Si eso sucediera, ciertamente sería una orgía frenética: los hombres se convertirían en sacrificios lamentables para los monstruos a medida que las mujeres y los niños huyeran desesperadamente llorando, atacados desde atrás por garras y colmillos.

Los gritos de pandemonio se intercalarían con sangre a medida que la razón y el orden desaparecieran del reino mortal.

Dionysus observó la escena ante sus ojos con una especie de indignación.

—… Bueno, aparte de eso, no puedo decir que sea fácil soportar que seas tan popular en la ciudad. ¿Quiénes eran esas lindas niñas? ¡Parecían tener un futuro brillante por

delante! “¡Quiero unirme a tu familia cuando sea mayor!” Lo único más lindo que eso hubiera sido, “¡Quiero casarme contigo cuando sea mayor!” Loki trató de burlarse de él.

—No es que sea rudo con ellas, pero yo soy quien decide quién se une a mi familia … especialmente dada la situación actual.

La reacción de Dionysus fue despiadada, una inversión completa de la sonrisa que había mostrado a esos niños antes. Era completamente pragmático.

Sin embargo, Loki no pensó que fuera insensible. Ser engañoso y esconderse detrás de las apariencias no eran acciones limitadas a los dioses. De hecho, fue mucho más divino participar con ese comportamiento. Sería más sospechoso tener dioses siempre sonrientes, llenos de amor y que nunca alberguen intenciones ocultas.